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Mamma! por Fo Nuinelli

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Notas del capitulo:

Hai~ Hola cosas lhendas y gheiosas (?) ok no e.eU

Que? ando de buen humor porque sus comentarios me ponen de buen humor ando gritando gaymente miren:

-Gyaaaa~ (?) ok no xD

Bueno ya me dejo de cosas en realidad no iba a terminar el capitulo pss porque no xD tenía flojera, pero como mañana no escribo xD porque ps adsds no jejeje decidi terminarlo LOL bueno que más les iba a decir...

A shi xD en el anterior capitulo por andar de babas con una cantante que canta en Francés me puse a pensar en Francia y termine poniendo Francia en vez de Italia XDU *gran gota* Lo edite cuando me dijieron [Gracias a Aida Uchiha Uzumaki *-*] Jajaja por eso me regaña luego la maestra de Latin y romances e.eU bueno se por si se preguntan que cantante Es Jeanette.

Se esa xF bueno ya aclare ahora si me esfumo no sin antes decirles que este capitulo como que es más emotivo (?) Y explica como fue que Katze dio con la casa de Naru y porque este se saco de onda al verle pero ella no kufufu~ ahora se me voy .-.

Capitulo 1.2

"Los motivos muchas veces tienen nombre"



-Tsk, estúpida hormiga, no importa lo mucho que te esfuerces al final nadie reconocerá tus esfuerzos-

 

 

-Pero no importa, porque la hormiga sabe que ella se esta esforzando, me pregunto ¿es feliz con saber eso?, yo creo que si, porque su vida es tan efímera que de seguro cada cosa que hace le parece buena y la reconoce como tal, ¿No deberíamos de tomar su ejemplo y hacer lo mismo?-

 

 

Esa fue la primera vez que oí la voz de sensei, el siempre mantenía una sonrisa, mientras saludaba a todos los alumnos en las mañanas, mi primera impresión de él fue que era muy inútil, durante los primeros días en los que nos dio clase siempre llegaba tarde y daba excusas extrañas, cuando le preguntábamos de donde las había aprendido, sólo sonreía y decía algo como "no son mentira, ni las aprendí enserio paso", pero esa vez, cuando dijo aquellas palabras de la hormiga bajo la apabullante luz del sol, me pregunte que tan errónea era mi impresión. Me dedique a observarle sin que se diera cuenta y entonces note que cada viernes salía de la escuela e iba a un parque donde jugaba con los niños. Se sentaba en un columpio y se dedicaba a ver la puesta de sol con una melancólica sonrisa, pareciera que estaba esperando algo. Comprendí que seguirle los demás días era inútil, así que sólo iba detrás de él los viernes. Por ese entonces papá comenzó a salir con Sakura, así que pasaba menos tiempo en casa y no noto que mi persona tardaba más tiempo de lo normal en llegar a mi hogar.

 

 

Durante la escuela el siempre daba sus clases, huía del tío Sai cada vez que le veía, y corría por la escuela como si de un joven universitario se tratara. Con una gran sonrisa. Entonces aquella tarde de viernes me dedique a observarle, ese día no estaba tan alegre, ni corría como siempre. Al parecer estaba enfermo, pero no decía nada. Por ese día no paso al parque y fue directo a casa al llegar a mi hogar mi padre estaba con mi abuela. Me miraron por unos momentos y Oto-san me dio la orden de que me fuera a cambiar de ropa, me sentí un tanto confundida pero no deje que se notara. Cuando subí a la habitación y vi el calendario me di cuenta de porque estaba a mi abuela, era 13 de noviembre, el día en el que se cumplía el aniversario luctuoso de la muerte de mi madre, solté una carcajada para mi persona, tan entretenida y absorta estaba en Naruto que olvide lo demás. Tome la ropa negra que había estado ocupando los últimos cuatro años.

 

 

Después de aquel incidente deje un poco a sensei, pero note que comenzó a cambiar, ya no llegaba tarde y aunque aún sonreía ya no lo hacía de tal manera como lo hizo en un principio. Dos semanas después falto durante tres días, me pregunte que era lo que pasaba al parecer aún seguía embelesada con esa persona, y no es que fuera algo como un extraño enamoramiento, más bien era como si quisiera saber porque esa persona que brillaba tanto en un principio, ahora ya no lo hacía de tal manera ¿Cómo era que había perdido ese calor, esa esencia que emanaba?. Era viernes de nuevo, ese día fue nuevamente y después de clases me dedique a seguirle y fue al mismo parque. Se sentó en un columpio, note que aquel pequeño con él que jugaba no estaba, en su lugar un flor blanca, llegaron recuerdos de cuando mi madre murió "Katze, toma, dásela a tu madre", me pregunte si podría ser lo mismo, los ruidos de que una tormenta se acercaban hizo que saliera de mis pensamientos, no paso mucho antes de que una ligera llovizna cayera, saque mi sombrilla, y me cubrí, momentos después comenzó a caer una tormenta, estaba dispuesta a irme en cuanto vi que Naruto se paraba pensé que correría a su hogar, pero en su lugar comenzó a gritar, con tanto dolor que me di cuenta de que la lluvia estaba camuflaje ando sus lagrimas, era la primera vez que veía tal desesperación en él, me di cuenta de que el motivo de su tristeza podía ser aquel pequeño. Después de aquel viernes Naru nunca más volvió a aquel parque.

 

 

No era como si aquel encuentro fuera él más grande o significativo de mi vida, pero aquel viernes de lluvia me deje empapar y camine a mi hogar "¿Es feliz con saber eso?", recordé el rostro de mi madre ¿Ella fue feliz?... "Porque su vida es tan efímera...", ciertamente aquello era verdad. Después de unos meses descubrí muchas cosas más de Naruto entre ellas que era soltero, me pregunte como era posible, si a mi parecer era muy bonito y mi tío siempre lo decía en las comidas a lo que Oba-chan sólo me miraba reprobatoriamente. Nunca mencione nada de aquellos días en los que le espié o de aquel día en él que lloro con tanta desesperación, y sobre todo de aquel encuentro con la hormiga.

 

 

Cuando mi padre menciono en mayo, seis meses después de mi primer encuentro con sensei mi padre anuncio que se casaría con Sakura, esa mujer no era que fuera fea, o que tuviera muchos defectos, pero no me agradaba, y menos por la promesa que le había hecho a mi mamá. Al momento en que anuncio el matrimonio, decidí que definitivamente detendría todo aquello sin importar los medios. Decidí que saldría de casa, tome mi mochila con mis cuadernos y mi pijama. En realidad no podría ir con algún pariente porque al instante me devolvería con oto-san. Decidí ir a donde Naruto, en el momento no lo pensé, sabía que tal vez podría sorprenderse puesto que sólo cruzábamos las palabras necesarias en él salón y por supuesto nunca había dado su dirección pero yo la tenía por los acontecimientos de meses antes, podría ir incluso con los ojos cerrados a su hogar. Cuando me abrió la puerta intento persuadirme pero entre a su casa, estaba nerviosa cierto, tardo un poco en llegar a donde yo estaba, tome su plato y observe algo extraño en el, comencé a comerlo, realmente sabía bien, ya después le preguntaría que era.

 

 

Ciertamente pasaron muchas cosas esa noche y el día siguiente, pero el tenía algo que mucha gente no solía darme: Paciencia y oídos para mis problemas, en esa noche que me cole a su habitación y dormí sobre su estomago, me sentí tranquila, creí que al día siguiente me regañaría pero sólo me dejo a un lado y salió de la habitación, porque negarlo, de alguna manera estaba feliz. Cuando llegue a él, cuando llegamos a la escuela, cuando me llevo a mi casa, sentí que estaba siendo calentada con ese cálido sol que estaba a mi lado, aunque no lo admitiera, aunque él no lo supiera muy probablemente esto era a lo que se le llamaba admiración. No pude evitar querer volver a su hogar en cuanto vi que el mío era tan frio, ya no estaba mamá para abrazarme y darme la bienvenida, pero con Naru, aunque el no estuviera ahí podía verlo por todos lados. Salí de mi casa y con ayuda de una palanca cortesía de las herramientas del tío Sai, puesto que la utilizaba para algo raro en sus pinturas, pude meterme a la casa forzando la cerradura. Me metía a su casa. Esa tarde sentí de nuevo la calidez de comer en familia. Conocí a una rubia llamada Lou, Naruto le tomaba con tanto cariño y le dedicaba palabras cálidas. Sentí que algo se removía en mi ¿Cuándo fue la última vez que me abrazaron de aquella manera...?. Ya no lo recordaba, pero el ver su sonrisa cuando me despedí de él me hizo sentir tan especial... "Oka-san ¿No?".

 

 

Aunque esos días mi padre estuviera enojado por mi actitud no me importo estaba bien si podía sentirme cálida. Por la tarde fui a casa de Naru, el cual al verme se sorprendió y puso ese sonrojo que siempre le adornaba cuando estaba apenado o nervioso. Le pregunte que comeríamos, el sólo intento pensar pero al parecer no funciono. Mi padre puso una cara de furia e intento pasar de frente a Naruto, pero al parecer este lo noto y me tomo de la mano, Lou se puso a gritar "Mamma" y oto-san se mostro sorprendido ante la acción.

 

 

-Después te la doy, Lou, has algo de te para Uchiha-

 

 

Fueron sus únicas palabras para después tomar con más fuerza mi mano y correr note que llegamos al parque de meses anteriores, me soltó y me dio una sonrisa nostálgica. Después de ello avanzo algunos pasos y comenzó a gritar como tiempo antes...

 

 

-¡No volverá! ¡Ya no será igual! ¡Puede que duela! ¡No hay otra forma! ¡Quiero llorar!-

 

 

"Quiero llorar", cuanto no resonaron aquellas palabras en mis oídos, y cuanto no quise poder hacerlas realidad, observe que mi padre llego al parque algo exhausto, y Lou detrás de él en un vano intento por detenerlo, pero le ignore, y seguí prestando atención al sol que estaba enfrente mío.

 

 

-¡Quiero seguir caminando! ¡Quiero gritar que todo esta bien! ¡Caminare aun en medio de fuego!-

 

 

Dime Naru... ¿En que pensabas en aquel entonces para llorar de manera tan desgarradora? ¿Cómo es que puedes seguir caminado en medio de fuego? y ¿Cómo es que aún cuando caen tantas lagrimas de tus ojos ahora mismo puedes seguir gritando de esa manera tan alentadora?... Dime Naru ¿Por qué ahora mismo me aferro a ti llorando de tal manera en la que no puedo parar, y lloro tan lastimeramente que puedo oír mis gemidos de dolor?.

 

 

-Es normal, aunque seas madura, sigues siendo una niña, aún necesitas aprender mucho-

 

 

-Si... Oka-san-

 

 

Esa tarde me di cuenta de que no estaba haciendo mal y que él era el indicado, aunque en un principio no fuera realmente mi intención juntarle con mi padre, ahora mismo otro pensamiento rondaba mi mente, y que en un futuro quería abrazar aún más fuerte a Naruto y llamarle "mamá", que quería poder dormir nuevamente con tranquilidad a su lado. Me separe de él aun con lagrimas en los ojos y oí claramente sus palabras -Desahógate como hace mucho-

 

 

Me aleje unos pasos y grite con tanta fuerza que mi voz sonaba de una manera que me gustaba tanto.

 

 

-¡Se que no esta bien! ¡Pero no me importa! ¡Quiero ser egoísta! ¡Quiero sentir su calidez! ¡Quiero seguir llorando!-

 

 

Ese sol me miraba con una sonrisa, la misma sonrisa del encuentro que tuvimos cuando le dije a la hormiga lo inútil que era...

 

 

-¡Se que la vida es efímera! ¡Se que esta bien si sigo el ejemplo de la hormiga!-

 

 

Observe sus orbes azules sorprenderse. -¡Se que todo estará bien algún día!- Las lagrimas aún caían había muchas cosas que aprender aún y quería seguir caminado con una puesta de sol detrás de mi llamada Naruto, porque muchas veces los motivos de alguna persona podrían tener nombre...

Notas finales:

D:! espero que les haya gustado *-* nos leemos pronto y gracias por su adorable visita a este fic <3~


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