Capitulo 4
“Hábitos”
“¡Ojala pudiera tener 5 vidas! Así podría haber nacido en 5 ciudades distintas, haber comido los manjares de 5 vidas, haber hecho 5 carreras distintas y también… haberme enamorado de la misma persona 5 veces... "
“Inoue Orihime”
Suspire con mucho ruido para que alguien me hiciera caso pero al parecer me ignoraron olímpicamente mientras seguían comiendo, todo el ambiente que me rodeaba me daba la segura impresión de que había mucha tensión. Y todo comenzó con la mañana había salido como todos los días a mi trabajo, Sai me había seguido y yo había huido, Katze me había acompañado hasta la casa en la salida, pero hubo un pequeño cambio en este día, daba la casualidad de que Gaara y el teme estaban en la entrada del departamento, ambos con los brazos cruzados y con un ambiente bastante pesado podría darme la impresión de que querían matarse, pero tal vez tan sólo tal vez era mi impresión.
Katze corrió a su padre y le tomo de la mano me acerque a ellos y les salude desde una prudente distancia aun tenían un semblante que me daba miedo. Abrí la puerta y me hice a un lado para dejarles pasar creí que Sasuke se iría después de ver a su hija pero verlo acomodarse en el sillón me hizo ver el error que cometí, Gaara se acomodó a un lado del teme y Katze se sentó en una silla de la mesa lejos de los dos.
—Teme, no es que sea… ¿Cómo decirlo? Mal educado o que te quiera correr de mi casa, pero ¿Por qué esta vez te quedas? Es raro en ti—
—Porque me aconsejaste que pasara más tiempo con mi hija, pero Katze se niega a pasar las tardes lejos de su “oka-sama”, así que por eso me quedo aquí, después de todo no creo que te moleste—
Espera… ¿Cuándo me consulto que podría también pasar las tardes en mi casa? ¿Dónde quedaba mi preciada intimidad? – ¿No tienes que trabajar o algo por el estilo?—
—Trabajo toda la mañana y parte de la tarde, me queda la noche para mí, pero mi hija de pasa la noche contigo—
—Yo…—
—Ignóralo Oka-san verás que te da la impresión de que ni esta aquí, oto-san casi no habla, yo lo invite a que viniera—
Y eso había pasado, pero como que me iba a dar la impresión “de que ni estaba” si podía ver claramente como desde que Lou llego el ambiente se tensó más, vio con algo de recelo al teme pero con ternura a Gaara, suspire, observe como dejaba su mochila a un lado, y ponía las bolsas de lo que parecía la comida del día, en la mesa, se ponía su mandil y sacaba las cosas.
Camine a mi habitación para dejar mi saco y demás cosas, cuando salí estaban ya en la mesa siendo servidos por Lou, en un lado estaban Lou y Gaara, del otro lado Katze y el teme. Me senté a lado de Katze cosa que al parecer alegro a la pelinegra y causo que Lou me viera inquisidora mente. ¿Qué había hecho mal? No tenia ni idea y no quería averiguarlo. Así era como habíamos llegado a esa situación, en donde quería llamar su atención para que el ambiente se relajara, pero no funciono, opte por hablar con Lou, aunque ella estuviera muy enojada conmigo nunca me había dejado de hablar.
— ¿Qué tal te fue en la escuela Lou?—
—Bien—
— ¿Si?—
—No entiendo muchas cosas—
— ¿Por qué?—
—Porque es idiota—
—Katze— Oí la voz de Sasuke con un tono de fastidio. Al parecer regañando a su hija por el anterior comentario.
—No es eso— miro a Katze –Es porque nunca había estudiado la historia japonesa, y aún se me dificulta la lectura de los kanjis—
—Ya veo, pero no es problema podría enseñarte todo lo que se te dificulte—
—Gracias mamma—
— ¿Y desde cuando comenzaste a ir a la escuela nuevamente Lou?, había oído por parte de Naruto que aun no asistías a la escuela por que tu abuela a un no completaba la trasferencia, al parecer fue repentino—
—Apenas, no tiene mucho de hecho fue el jueves de la semana pasada papà—
—Oka-san—
Oí la voz de Katze y me voltee a verle, me señalo con los palillos mi comida –Come—
—Si, ya voy—
Comencé a comer al menos el ambiente ya no se sentía tan tenso, al final de la comida Lou recogió los platos y sentó nuevamente en el mismo lugar, todos nos quedamos ahí en silencio. Hasta que oí la voz de la pequeña Uchiha.
— ¿Por qué estas en Japón baka?—
“Baka”, me preguntaba si podría ser amistad o Katze no tenia muy en estima a Lou.
—Nonna tenia problemas de dinero, como mamma ya se vale por si mismo me mando con él, de hecho al boleto de avión lo pago mamma—
— ¿Yo lo pague?—
—Si, ¿Recuerdas que nonna te dijo que necesitaba dinero?, era para el boleto de avión—
—O ya veo… todo este tiempo… esa mujer—
—Vamos mamma, sabes que ellos nunca han querido que yo vea las situaciones por las que pasan, creo que ellos lo llaman orgullo—
—Supongo que si—
—Na Oka-san ¿Cómo es tu madre?—
—Bueno ella es, una mujer demasiado…—
— ¿Bella?—
—Si, pero tiene un carácter bastante peculiar—
— ¿Peculiar?—
—Es igual a mamma—
— ¿A que te refieres baka?—
—Deja de llamarme baka, inutile— le señalo con furia –Ambos son hiperactivos, y con un carácter muy extraño, escandalosos y siempre dicen lo que piensan, son muy sinceros y gritones, son geniales—
—Me pregunto si me estas insultando o adulando—
—Ambas cosas mamma—
— ¿Ella también es rubia?—
—No, es peli roja de ojos violeta y piel algo blanca—
Todos me observaron con algo de interés — ¿Qué?, ya sé que no me parezco a ella en el físico, todo lo herede de mi padre, él es rubio de ojos azules, de hecho dicen que soy una copia exacta de el en el físico y ambos somos igual de cabezotas— Lo ultimo lo dije recordando a Jiraiya el maldito viejo pervertido que había conocido en mi adolescencia y que era conocido de mi padre.
—Vaya oka-san me encantaría conocer a tus padres—
—Créeme que no te encantaría—
—Na dobe ¿tus padres son japoneses?—
—Si, la única razón por la que ahora están en Italia es por que ahí vivió mi hermana mayor, y ahí se caso, creo que les gusto la ciudad, no entendí muy bien—
—Si es así ¿Por qué tú vives en Japón Oka-san?—
—Porque… siempre había querido estudiar en la misma universidad que mis padres, supongo que fue como un sueño de infancia creo, de hecho al principio quería dejarlo pero termine por venir a Japón—
— ¿Y terminaste quedándote?—
—Si, por ese tiempo conocí a Gaara de hecho fue hace… casi 12 años, recuerdo que en ese entonces tenia algo de problemas con la vivienda la renta era algo cara para mi y el me ofreció ser su compañero de piso, sin pensarlo mucho accedí, él siempre estaba serio pero no me parecía mala persona de hecho creo que él fue la persona que más me apoyo en ese entonces—
—Entonces ¿No me digas que la cerecita también tiene 31? Se ve más joven—
—De hecho él es uno año más grande que yo—
—Mentira, la cerecita parece de veinticinco años—
—No es mentira—
—Parece que ustedes dos no envejecen, díganme su secreto para que mi oto-san no se haga más viejo—
Al parecer a Sasuke no le agrado mucho este ultimo comentario puesto que dio un golpe en la mesa que me asusto y que hizo respigar a Katze le miro con culpa a lo que el teme soltó un bufido.
—Vamos Katze no creo que tu padre se vea tan viejo—
—Eso es lo que tú dices—
Me reí un poco ante su comentario y el puchero de la niña, sentí la mirada de Sasuke, me deje de reír con algo de culpa –Vamos teme, no me digas que tienes un complejo con tu apariencia—
—No lo tengo dobe—
—Tks no es como si fuera mi culpa es más si sigues poniendo el seño fruncido te saldrán más arrugas deja de hacerlo—
—Insinúas que tengo arrugas dobe—
—No, bueno, tu sabes me refiero a esas pequeñas líneas que todos tenemos desde la adolescencia creo… eso, tu sabes—
—No sabes mentir—
—Pero ¡Enserio no digo que las tengas!—
Después de esa discusión por la apariencia del teme, comenzamos a hablar de cosas triviales, y sobre los gustos de todos al menos ya no se veían de mala manera eso era bueno, de alguna manera me alegro, aunque no entendía realmente que era lo que pasaba por su cabeza. Me había levantado a tomar un vaso de jugo cuando llegue a la mesa note que aun conversaban.
—Na bakata ¿Por qué le dices oto-san a la cerecita si no lo es?—
— ¿Bakata?, tú…— se calmo y respiro después de ello desvió la vista con enojo –Porque papà fue el novio de mamma—
Ante el comentario y recuerdo de lo mismo casi me ahogo con el jugo que traía en la boca. Todos me observaron ¿Por qué no podían dejar de hacerlo?
— ¿A si?—
—Si, recuerdo que varias veces cuando veníamos de visita entre vacaciones Gaara siempre me trataba con tanto cariño y muchas veces llevo a mamma a Italia casi a la fuerza supongo que le agarre cariño, además de que aun recuerdo cuando los encontré en el cuarto…—
—Lou no creo que debas de dar más detalles—
Le cerré la boca con la mano, hablar de ese tipo de cosas me avergonzaba, demasiado, podría jurar que ahora mismo tenia mi cara con un gran sonrojo.
— ¿Oka-san?—
—Dime Katze—
—Cuanto tiempo… ¿Cuánto tiempo fuiste novio de la cerecita y dime como descubriste que eras tu sabes...?—
— ¿Por qué estamos hablando de estas cosas?...—
No entendía porque tenían tanta curiosidad y nadie detenía la plática. No era como si quisiera gritarle al mundo que tuve una relación con un hombre y que había descubierto que en realidad era bisexual después de aquel encuentro con Hinata, pero eso era muy aparte.
—Fui novio de Naruto por 7 años, y él no es homosexual— Oí la voz de Gaara aunque más para responder la duda de Katze parecía que hablaba para si mismo aunque mantenía la mirada fija en Sasuke y este le miraba de la misma manera ¿Por qué lo hacían?, sólo ellos sabían –Al parecer es bisexual, aunque debo de decir que Naruto no es tan malo en la…— Y justo en ese momento corrí a donde Gaara y le tape la boca ¿De que se trataba esto?
—Ustedes dos dejen de ventilar mi vida privada, no es como si quisiera que todos se enteraran—
— ¿Oka—san?—
—Dime…—
— ¿Entonces hay una posibilidad de que te guste mi oto-san?—
Observe como la niña señalaba a su padre y este ponía un semblante de sorpresa y me miraba.
—Yo… déjenme, no sé que le he hecho al mundo para que me maltraten tanto el día de hoy— Me aleje de ahí un tanto débil, esto me estaba debilitando demasiado tanto física como psicológicamente.
—Naruto creo que lo mejor será que me vaya al parecer estas cansado, regresare mañana— Se acercó a mi y me dio la mano, para después besar mi mejilla, me sonroje en demasía, después de ello se acercó a Katze y le dio la mano, esta se despido de él con una sonrisa la parecer ellos no se llevaban tan mal como creía, pero con Sasuke la historia fue otra se dieron la mano pero note que con gran fuerza puesto que los nudillos de ambos se tornaron de un color blanco. Después de ello se despidió de Lou, hablaron en Italiano, supongo que el comprendía que a Lou no le gustaba mucho el hecho de hablar Japonés por tener su acento.
Me quede perdido en mis pensamientos hasta que note como Sasuke estaba enfrente de mí cargando a su hija en su hombro como siempre que quería obligarle a irse.
—Ya me voy oka-san al parecer el aguado de mi padre quiere ir a dormir—
—No tienes respeto mocosa—
—Mi abuela dice que tengo los mismo hábitos que tu—
—Tú…—
—Vamos despídete de oka-san—
Observe que me daba la mano, la tome con algo de nerviosismo.
— ¡Así no!, ¡Dale su beso como la cerecita!—
—No lo haré—
Observe que la niña miro de mala manera a su padre, a mi parecer ella era bastante excéntrica y muy orgullosa. Observe que Sasuke se acercó a mí y me dio un beso, no pude evitar ponerme realmente rojo y es que eso había sido realmente inesperado, el teme se alejó de mi y dio una sonrisa de lado, Katze que minutos antes había estado cerca de mi debido al acercamiento de su padre mantenía una sonrisa, me revolvió el cabello desde la posición que mantenía, en el hombro de su padre.
—Hasta mañana oka-san— Observe que buscaba algo encontró a Lou cerca de ahí enojada, puso ella puso una sonrisa de lado –Hasta mañana baka—
Salieron de ahí después de unos segundos sin hablar más. Esa tarde fue demasiado agitada, daba gracias de que ya hubiera terminado. Ante los ojos de Lou le tome de la mano y le quite el mandil que se había puesto.
— ¿Tienes deberes de la escuela?—
—No—
—Vamos a dormir ha sido muy agitado—
Ella sólo asintió por esta noche dormiría a lado de la pequeña.
Al día siguiente, toda la mañana transcurrió con normalidad, suspire de nueva cuenta iba con Katze a mi casa, esperaba que no pasara nada imprevisto. Pero cuando llegue observe a Sasuke y a Gaara de la misma manera que el día anterior abrí la puerta y les deje pasar, después de ello la cerré, esperaba que esas tardes no se hicieran un habito en ellos. Sonreí con algo de ternura.
Aunque podría ser un habito que me acostumbrara a su presencia.