Para Harry y Ron sería un largo verano sin sus novios, lo que no sabían, era la sorpresa que tenían estos preparada para los leones.
Vacaciones
-Scriptum Lucem-
-Expecto Patronum-
Blaise y Draco se encontraban parados afuera de La Madriguera, había pasado apenas una semana y se habían escapado de sus casas para ver a sus respectivos novios, que sabían, estaban en casa de Ron pasando las vacaciones. Se habían aparecido en el jardín y habían decidido sorprender a los chicos. El hechizo del moreno había empezado a escribir en el cielo justo encima de ellos, mientras el patronus del rubio se dirigía a la casa en busca de los chicos.
Harry y Ron estaban recogiendo las cosas de la cena, mientras Ginny y Hermione conversaban en la cocina y los demás habitantes de la casa estaban charlando en el comedor, cuando una bola de luz plateada entró por una ventana y se posó frente a los chicos, tomando la forma de un hurón, el cual flotó hacia la puerta delantera de la casa. Los chicos, intrigados, la siguieron en silencio y al ver que el hechizo salía por la puerta decidieron seguirlo. Al salir, el patronus se elevó por el aire y se disolvió. Los chicos levantaron la vista y se encontraron con un mensaje:
“Cierra los ojos, tal vez tu deseo se vuelva realidad, mira hacia adelante y verás lo que pide tu corazón.”
Los chicos miraron hacia abajo del mensaje.
-¡Blaise!
-¡Draco!
Los chicos corrieron a abrazar a sus novios con una gran sonrisa en los labios, mientras el mensaje encima de ellos desaparecía lentamente.
-¿Qué hacen aquí?- dijo Harry emocionado.
-Darles una sorpresa- dijo Blaise besando a Ron
-Y ya que el que sigue es nuestro ultimo año en Hogwarts- dijo Draco mientras abrazaba a Harry- quiero preguntarte algo Harry, pero entremos, hace frio.
Entraron a la casa ante la mirada asombrada de todos, no tanto por el hecho de que Harry y Ron llegaran abrazados de sus novios (ya todos sabían que ese par preferían a los chicos), si no por el hecho de quienes eran los dichosos novios de los leones.
-Miren a quienes tenemos aquí- dijo Molly Weasley seria.- Dos serpientes metidas en guarida de leones…- dijo mientras caminaba alrededor de los chicos- Blaise Zabini ¿no? –preguntó y el chico asintió.- veo que eres el novio de mi pequeño Ronnie… Dime exactamente que pretendes con el, ¿Mi hijo aun conserva su tesoro intacto?- preguntó.
-¿Su que?- preguntó Blaise confundido
-Mi mamá quiere saber si su Ronnie aun es virgen- dijo Ginny divertida. Blaise y Ron se sonrojaron de golpe
-Draco Malfoy ¿cierto?- dijo Molly.
-Asi es, un placer- dijo Draco
-Ay pero quiten esas caras y vengan a cenar- dijo Molly sonriente- bienvenidos a la familia, solamente cuidadito y lastimen a este par- dijo señalando a Harry y Ron.-
-No se preocupe Sra. Weasley- dijo Draco.
La cena transcurrió con tranquilidad, Blaise y Draco tuvieron una bienvenida mejor de lo que ellos esperaban, comieron, bromearon, platicaron, y pasaron un rato realmente agradable.
-Chicos, quiero decir algo- dijo Draco haciéndose oir por sobre la platica y poniéndose de pie junto a Harry.- Bien, Harry, hemos pasado momentos muy especiales juntos, hemos salido adelante juntos a pesar de mi padre, y se que al decirte esto nos pongo en peligro ambos por el justamente, pero no quiero pensarlo mas, estoy seguro de lo que quiero, y eso es pasar la vida contigo- dijo y se arrodilló frente al moreno.- Harry James Potter, ¿Te casas conmigo?- dijo mirando a un Harry a los ojos y mostrándole un hermoso anillo de oro con diamantes y en la parte interna grabado “D+H”.
Mientras tanto, Neville estaba en su cuarto recostado cuando una lechuza se posó en su ventana. El chico se acercó a ella dudando, ya que el ave le resultaba completamente desconocida. Cuando el chico llegó, la lechuza extendió la pata para que el chico desatara el pergamino, pero no se fue, si no que entró y se posó en uno de los pilares de la cama esperando que el chico escribiera una respuesta al mensaje. Neville se sentó en la cama y comenzó a leer, sonrojándose, enterneciéndose y enamorándose. Escribió una respuesta rápida y se la dio a la lechuza.
-Theo…- dijo suspirando – aunque no lo quieras creer también pienso en ti.
-¡Neville! ¡A cenar!- gritó su abuela
-¡Ya voy abue!- dijo Neville y bajó a cenar con una enorme sonrisa en su rostro.
A la mañana siguiente, en La Madriguera, Draco y Harry bajaban a desayunar tomados de la mano, de manera que se viera el nuevo anillo de Harry, y ambos radiantes de felicidad. Ron y Blaise también bajaban de la mano, pero sus caras dejaban ver otra cosa, su sonrisa era diferente, lo que significaba que la habían pasado muy bien la noche anterior.
-Ah chicos aquí están, es hora de desayunar- dijo el Sr. Weasley.
-Gracias- dijeron Draco y Harry.
-Ron que cara traes- dijo Harry medio burlándose- se nota que la pasaste bien anoche.
-Callate… le dijo, pero le susurró- aquí entre nos, Blaise es muy bueno, si sabes a lo que me refiero amigo.- a Harry se le atoró el jugo de calabaza y Ron empezó a reir, ganándose una mirada asesina del rubio.
Las vacaciones pasaban rápido para las parejas, disfrutando cada dia en la casa e campo, en especial Draco y Harry, que habían quedado exentos de hacer labores domesticas ya que eran “La nueva familia” según Hermione.
Un dia, Draco se desapareció junto con Blaise, Ron, Ginny, Hermione, y la Sra. Weasley, dejando a Harry intrigado y un poco triste, ya que aquel dia era su cumpleaños y quería pasarlo al lado de su rubio Slytherin. A medio dia llegó Luna, con su habitual atuendo extraño y su mirada soñadora y comenzó a platicar con Harry. La gente podría decir que Luna era rara, pero era una gran amiga, extraña tal vez, pero muy sensata y despierta. Mas tarde llegó Sirius, al cual tuvieron que darle una poción calmante cuando Harry le dio la noticia, acompañado por Lupin y Tonks, los cuales les dijeron que esperaban un hijo. Al anochecer llegó Neville, apenado por llegar tan tarde, y un poco después, llegaron los chicos. Harry corrió a abrazar a su novio y vió que llevaban a Theo y Pansy con ellos. Tambien se dio cuenta como Theo y Neville se lanzaban miradas y se sonrojaban, tras lo cual, Harry se acercó a Neville y le dijo:
-¿Si tanto te gusta porque no se lo dices?
-No lo se Harry, ¿y si me rechaza?- dijo Neville dudando
-Por dios Nev, esta babeando por ti, vamos, ve por el- dijo Harry empujándolo un poco.
Neville solamente se sonrojó. Verdaderamente Theo era su chico ideal. Guapo, cabello castaño, ojos miel, alto, cuerpo de pecado, inteligente, amable, paciente… y un sinfín de cualidades que solo Neville veía y hacían que babeara por el Slytherin. Por otro lado, a Theo le encantaba la inocencia de Neville, su forma de ser tan torpe a veces, eso sin contar que los últimos años le habían sentado de maravilla, se había puesto muy guapo y del niño regordete de primer año ya no quedaba nada.
Le desearon feliz cumpleaños a Harry y sacaron un pastel tan delicioso como hermoso, que después Harry se enteró, era obra de Draco.
-Oye Harry- dijo Luna- ¿porque no nos dices quien te dio ese anillo tan bonito?
Harry se sonrojó por completo y tomó a Draco de la mano, se puso en pie y dijo:
-Este anillo… ehh, bueno, me lo dio mi amado Dragon al principio de las vacaciones. Me lo dio para proponerme matrimonio- dijo sonrojado, pero con una enorme sonrisa en los labios y le dio un inocente beso en la boca al rubio mientras los demás aplaudían y le deseaban la mejor de las suertes.
A la mañana siguiente Draco despertó cuando la luz del sol le dio en la cara, al principio se sintió un poco desubicado, pero después recordó donde se encontraba y al mirar hacia abajo vio a su Harry recargado en su pecho. Acaricio su cabello negro rebelde con mucha ternura. Poco a poco, Harry abrió los ojos.
-Buenos días mi león- dijo Draco con ternura
-Buenos días mi Dragón- dijo Harry besando al rubio.
La puerta se abrió de golpe dando paso a una Pansy emocionada
-Chicos, no me van a creer lo que acabo de ver en la sala.- les dijo. Los chicos se levantaron y acompañaron a la morena, y lo que vieron los dejó sin palabras.
-Hola chicos- dijo Ginny- que tanto.. ¡¡WOOW!!- dijo mientras miraba la misma escena que los otros tres
-Creo que… la cerveza de mantequilla les dio una pequeña ayuda ¿no?- dijo Pansy.