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El décimo círculo por PokeGirl Uchiha

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Notas del capitulo:

:) ¡HE VUELTO! ¿Me han extrañado? O: Bueno la mayoría se han de preguntar porqué actualizo hasta ahora. Bueno hay una razón muy importante: Hace un año exactamente empecé a escribir "Infierno de Ángeles" así que ¡FELIZ PRIMER ANIVERSARIO! Así que disfruten el capítulo :D!! 

Como plus también Los reviews ya casi estan respondidos todos en su mayoría :B! Y para más plus de aniversario vean las notas finales ;) !!

Este capítulo va para todos los que me siguen desde hace un año y las personas que me han dado sus hermosos fan arts de la historia :)!! 

Sentía su cuerpo entumecido. Sus músculos en tensión. Cuando encendió la lancha estaba consciente que lo seguirían, sin embargo no pensó que empezarían a dispararle de inmediato. Las balas pasaban demasiado cerca de él. Su brazo sentía sangrando. Intentaba no pensar en el dolor. Giró con violencia siguiendo el borde del barco. En su mente solo intentaba calcular cuánto tiempo tenía antes que este explotara, pero calculó mal. Uno de los helicópteros pasaba justo al lado suyo cuando el barco explotó con violencia, jamás una explosión le hizo estremecerse de esa manera. Por un segundo sintió que sus sentidos se paralizaron. Alzó la mirada solo para ver como la explosión alcanzaba primero a un helicóptero, luego al siguiente, cuando menos lo esperaba la mitad de uno de los helicópteros cayó sobre sus perseguidores matándolos al instante.

El siguiente en morir era él. Del cielo empezaron a caer partes en llamas del barco o de los helicópteros—Mierda, mierda, mierda…—Solo alcanzó a tomar el tanque de oxígeno y correr la parte de enfrente de la lancha antes de arrojarse al mar. Lo siguiente que notó fue una parte de hierro hiriendo gran parte de su brazo izquierda. Su cuerpo se encogió ante la nueva dosis de dolor. Salió a la superficie solo unos segundos para intentar ponerse el tanque de oxígeno. El cielo seguía teñido de rojo.

Un escalofrío involuntario le recorrió ante el silencio que la muerte traía consigo. Todo era silencio en ese lugar. Vio varios cuerpos sin vida en el agua que empezaban a hundirse. No dejaba de pensar que él debía de ser uno de esos cuerpos. Miró a su alrededor, pero no vio rastros de Phamthom.

Morello no tenía ya fuerzas para seguir. Sin embargo sentía que ese lugar le sofocaba. La muerte había llegado a instaurarse a ese lugar y sabía que si no se movía en esos momentos no tardaría en llegar a él. Terminó de colocarse el tanque de oxígeno y con ayuda de las pocas estrellas visibles se orientó hasta donde tendría que estar la isla. A lo lejos en medio de tanto silencio se escuchaban las primeras lanchas que provenían de la costa.

Se dejó sumergir en medio de la oscuridad deseando que la sangre no atrajera a ninguno de los depredadores marinos. Alessandro se dejó hundir en un mundo de oscuridad, se sentía cansado, extenuado, quería dejarse vencer, pero la imagen de Ariel fija en su mente le hacía sacar fuerzas de dónde ya no las tenía. Jamás pensó que las cosas llegarían a ese punto.

***

Gritaba, gritaba con todas sus fuerzas. Su garganta dolía, pero no más que el vacío que estaba en su corazón. Estaba de rodillas a orillas de la isla, sentía el agua fría acariciar sus rodillas. Temblaba, sus manos intentaban en vano darle fortaleza, de confortarlo. Gritaba desesperado, destrozado. Su mente no podía quitarse la sonrisa de Lamire, esa sonrisa que le había dedicado al final, como si hubiera hecho lo correcto al haber recibido esas balas en lugar suyo— Lamire, bonito, Lamire…—susurraba temblando, mirando esa sangre que debía ser suya.

En medio de la nada se sintió solo, solo como hace años no se sentía. La idea de soledad le volvía loco, gritó con más alto, halaba sus cabellos con fuerzas, se estaba volviendo loco y lo peor era que sabía que eso jamás iba a solucionar lo que acababa de ocurrir.

Lupo no decía nada. En ese tipo de momentos no había nada que decir. Cerró sus ojos y solo pudo maldecir a Lamire por bajo y hacerlo así mismo, jamás debió haber dejado que se fuera. No dijo nada a Lyosha, lo dejó llorar, gritar porque sabía que necesitaba sacar eso. Incluso alguien como él comprendía que aunque eso no solucionara nada era necesario.

Abrió los ojos y alzó la vista al cielo. Había dejado de llover, pero la lluvia había dejado una sensación de vacío. Un vacío muy semejante que cuando murió Misha. Por eso odiaba trabajar en equipo, porque aunque no lo quisiera al final cuando convives demasiado con alguien corres el riesgo que la persona te simpatice demasiado y cuando llega la muerte solo hace más difícil aceptarlo solo porque  llegaste a comprender aunque sea un poco al sujeto.

Jamás fue cercano a Lamire, pero siempre hubo algo en él que le simpatizó; así como había algo que le agradaba de Lyosha. No sabía bien que era, pero jamás lo diría en voz alta porque era insoportable cuando tomaba confianza. No quería admitirlo, pero aunque se mantuviera muy distante de ellos sentía gran empatía por ellos. Tanto que se acercó a él y se inclinó para poner una mano en su hombro.

Lupo no era bueno con las palabras, Lyosha lo sabía, pero aunque el sentir ese calor en su hombro no iba a solucionar nada, ni hacía que se sintiera menos culpable por lo menos le hizo saber que no estaba solo. Agradeció que Lupo no dijera nada porque si hablaba solo le haría más doloroso saber que en  verdad Lamire ya no estaba—Lamire…

Lupo miró al océano oscuro que se removía aún inquieto, vio una figura negra salir del mar. Alzó el arma rápidamente, pero al notar que era Morello salió corriendo hasta él, aunque pudo notar la desesperanza de Lyosha al notar como no era Lamire. Lupo sabía que de alguna manera Lyosha aún albergaba esperanzas de que hubiera sobrevivido.

El también las había tenido con Misha, pero el tener esperanzas solo hacía más dolorosa la realidad. Morello se había quedado apoyado con sus manos y rodillas a mitad del camino. Lupo corrió a auxiliarle. Estaba pálido y vio como la herida del brazo  ahora era más grave. Sus manos se cubrieron de sangre con rapidez— Estás vivo…

Alessandro sonrió a su pesar, con debilidad—Dijiste que no le darías mi mensaje a Ariel, así que no tuve otra opción—Se dejó arrastrar por Lupo sintiendo como su cuerpo entumecido perdía fuerzas a cada segundo—. ¿Estás bien? — Lo vio asentir—. Eso es bueno. ¿Y los demás? — Al notar la mirada de Lupo sintió un arranque de adrenalina. Miró a Lyosha y fue todo lo que necesitó para comprobar lo peor. Sus ojos se encontraron con los de Lupo que también lucían apagados. Morello sintió una oleada de impotencia. Apretó con fuerza sus manos— Lamire maldito bastardo te dije que no hiciera nada idiota…

—Hay que irnos de aquí, rápido. La policía no tarda en buscar a los alrededores— Alessandro asintió— ¿Qué hacemos con la carga?

Miró hacia la Phamthom y sintió una rabia desmedida hacia Mapelli. Por esa porquería Lamire había muerto. Muerto. El solo pensarlo le hizo estremecerse. Muerto. Había fallado. Él había fallado como líder. No había podido protegerlos a todos.

—Hay que llevarla. Aunque me enferme, tenemos que hacerlo…—Lupo dejó a Morello cerca de Lyosha y se apresuró a buscar el botiquín pequeño que habían llevado consigo— Yo lo hago. ¿Puedes subir la carga al helicóptero tú solo?

—La pregunta ofende…

Alessandro solo asintió y empezó a limpiarse la herida. Tuvo que hacer uso de todo de su autocontrol para evitar gritar de dolor. No quiso mirar muy de cerca, pero esperaba que eso blanco que  notaba  no fuera su hueso. Se sorprendió al notar como Lyosha se acercó a él y aún llorando le quitó las cosas y empezó a curarlo— Lyosha…

—No lo digas…

Morello asintió. Comprendía ese sentimiento demasiado bien como para irrespetar el deseo de su compañero. El escuchar las palabras está muerto solo hacía más real el dolor. En menos de diez minutos estaban listos para abordar el helicóptero. Lyosha había improvisado con las pocas vendas que tenía para contener la hemorragia, pero tenía que llegar rápido a un lugar para curarle.

Alessandro subió al helicóptero y miró a Lupo que esperaba que fuera él quien lo pilotease— ¿Aún no puedes? ¿Es enserio? — La mirada molesta de Lupo le indicó que era muy enserio. Alessandro no comentó nada y se sentó en el asiento del piloto. Esperaba no tener más problemas en esa misión, ya había fracasado en ella.

Miró una última vez a Lyosha que tenía la mirada fija en el océano que se empezaba a alzar sobre ellos. Pensó que no estaba bien. Incluso temía que se arrojara del helicóptero cuando hubieran ganado mayor altura. Miró a Lupo y sin necesidad de palabras le indicó que lo tuviera bien vigilado.

***

Ethan abrazó con fuerza Ariel intentando reconfortarlo y reconfortarse a sí mismo— Están muertos…

—No lo digas…

Aun recordaba la palidez de Ariel, creyó que iba a darle un ataque allí mismo. Jamás lo había visto tan preocupado, tan destrozado. Incluso él sintió que una parte de él había muerto cuando solo vio la explosión que se alzaba sobre la cámara y lograba dar de lleno a uno de los helicópteros que impactó directo al que estaba filmando. Los gritos de los que iban allí le habían hecho poner los pelos de punta.

Ariel se había vuelto loco en ese mismo instante. Si no hubiera sido por Dante que se apresuró a sujetarle y a intentar calmarlo no sabría  de qué hubiera sido capaz.

Ahora estaban en medio de la nada esperando. Habían ido en el Jaguar y en el Bentley para hacer que todos cupieran. Ethan quería creer que todos los asientos iban a hacer ocupados. Sentía a Ariel temblar bajo sus brazos, no sabía si de frío o de miedo. Estaban apoyados contra el Jaguar esperando desde hace más de media hora.

Su mirada se encontró con la de Dante quien les miraba de una manera que no pudo interpretar, pero una parte de él le decía que estaba molesto que estuviera abrazando de esa manera a Ariel, sin embargo Ethan no se movió. Su amigo lo necesitaba e iba a estar allí para lo que precisara— No vendrán…

—Si lo harán. No pierdas la fe, Ari— Sus manos acariciaron los brazos de Ariel a manera de reconfortarle y calentarle. Estaba demasiado frío—. Deberías entrar al auto unos segundos. Te estás congelado.

—No. Tú me das calor. No quiero separarme de ti.

—De acuerdo. Yo tampoco quiero hacerlo— Susurró aún con la mirada puesta en el cielo—. Te prometo que todo va a estar bien…

— ¿En verdad lo crees? — Se separó un poco para mirarle a los ojos.

Ethan sonrió a su pesar—Claro. ¿Alguna vez te he fallado?

—Nunca…

—Entonces confía en mí cuando te digo que Alessandro volverá con bien. Él siempre va a volver por ti. Siempre— Pasaron quince minutos más y su fe se empezaba a tambalear cuando vio a lo lejos un pequeño punto en el cielo. Uno que luego de unos minutos supo que se dirigía directo a ellos—. Son ellos…

Ariel miraba el helicóptero como si fuera una ilusión. Inclusive cuando empezó a descender en el enorme claro le parecía irreal. El primero en bajar fue Lupo a quien Ethan salió a su encuentro dejándolo confundido no sabía si por esa muestra de efusividad o por verlo allí.

—Estás a salvo—Dijo Ethan sin poder creerlo—. Estás bien. Estás bien— No se separaba de Lupo aunque el intentaba hacerlo de él—. Joder, creía que estabas muerto o que te habían atrapado...

—Estoy bien— Dijo dándole unas palmaditas en la espalda—. Vamos, no nos pongamos dramáticos…

—Déjame serlo. ¿Sabes lo preocupado que estaba por ti?

Ariel miraba desesperado buscando a Alessandro, cuando apenas vio que intentaba bajarse del helicóptero salió corriendo a su encuentro. Sus ojos se encontraron con los de Alessandro antes de abrazarlo con fuerza— ¡Idiota! ¡Idiota te dije que no fueras! ¡Te dije que tenía un mal presentimiento! ¡¿Es que no aprendes a escucharme?! ¡No vuelvas a preocuparme así en toda tu vida porque yo mismo voy a matarte! — Gritaba mientras le daba golpes en el pecho y finalmente lograba sacar las lágrimas que había estado conteniendo todo este tiempo—. ¡¿Querías dejarme solo?!

Alessandro solo lo abrazó con un brazo— Me gusta más cuando me recibes desnudo. No de esta manera, pero yo también estoy feliz de verte, amor— Alessandro tomó el rostro de Ariel y le sonrió—. Te dije que volvería por ti. Lamento haberte preocupado.

—Un lamento no va a recompensarme las horas de angustia que pasé.

Alessandro solo le besó— Cállate. Hablas mucho cuando estás histérico— No admitió replicas. Volvió a besarle intentando tranquilizarle.

Dante miraba la escena cuando notó que Lyosha intentaba bajar del helicóptero pero con dificultad. Fue cuando notó que había sangre en él. Palideció y corrió hasta él— ¡Lyosha! — Sintió una especie de deja vú como años atrás cuando esperaba a Lyosha que volviera sano y salvo de la misión. Corrió y lo abrazó con fuerza— Lyosha ¿estás herido? — No hablaba. Dante le tomó del rostro preocupado— ¿Lyosha qué pasa? —Las manos de Dante temblaban en el rostro del español—Háblame, háblame ¿qué sucede?— Dante se quedó paralizado cuando solo sintió como lo estrellaba contra el suelo y le daba un puñetazo seguido de otro.

— ¡Lyosha! — Gritó Ethan que había estado mirándolos no sin sentir una pisca de celos— ¡Lyosha vas a matarlo! — Gritaba mientras intentaba separarlos, pero Lyosha no se detenía. Ethan solo pudo darle un golpe al español que logró hacerlo soltar el agarre el tiempo suficiente para separarlos. Lupo se apresuró a tomar a Dante que estaba sangrando del labio y tenía la mejilla completamente roja.

Ethan sujetaba a Lyosha con fuerza— ¡No me toques! —Gritó el español— ¡Voy a matarlo! ¡Voy a matarlo! — Ethan sentía sus fuerzas flaquear— ¡Cuando te ponga las manos encima, Dante, juro que voy a matarte! — Este le miraba pálido— ¡Todo es tu culpa! ¡Tú lo mataste! ¡Lo mataste! ¡Lo mataste! ¡Te odio! ¡Por tu culpa Lamire está muerto! —Las lágrimas volvían a caer por las mejillas de Lyosha. Cayó de rodillas e Ethan lo soltó al escucharlo—Tú…tú… ¡¿Quién te dio derecho a meterte en mi vida?! —Golpeaba el césped con fuerza— ¡¿Qué eres idiota?! ¡¿Qué no sabías que tus malditos consejos Lamire los seguía al pie de la letra?! ¡Y ahora está muerto! E-está muerto…—Apretó sus puños con fuerza—. Está muerto y soy yo quien debería de estarlo. Él solo quería salvarme. Él solo quería que yo…que yo…—Las lágrimas caían con amargura. Había tocado fondo—. Yo lo maté. Yo lo maté es mi culpa. Yo…—Lyosha se puso de pie e Ethan se apresuró a interponerse entre él y Dante, pero Lyosha lucía desesperado. Aturdido—Por mí. Por mí…

Empezó a retroceder y Alessandro se apresuró a ir a su lado— No es tu culpa…—Lyosha negaba desesperado. Alessandro lo tomó con su único brazo bueno— Lyosha. No es tu culpa.

—Sí lo es…Tú no lo entiendes.

Le tomó con más fuerza— Sí. Si lo sé. Por eso te digo que no es tu culpa. Cuando alguien decide dar la vida por ti no hay nada que puedas hacer. Fue su decisión, no tuya. No ganas nada con pesar que es tu culpa. Solo vas a querer hacerte daño y no voy a dejar que lo hagas.

Lyosha le miró furioso— ¡Es mi vida! La misión ha terminado puedo hacer lo que se me dé la gana. Desde el momento en que recogimos toda esa mierda y la cargamos terminamos. Si bien eres el jefe la misión ha terminado. Ya no me mandas.

—Puede que haya dejado de ser tu jefe, pero sigo siendo tu amigo— Le dijo molesto mientras le tomaba con más fuerza—. No voy a dejar que hagas una tontería. Yo he estado en tu situación, Lyosha, y sé que vas a querer hacerte daño o acabar con tu vida, pero no voy a dejarlo porque sino el sacrificio de Lamire hubiera sido en vano. Ten un poco de respeto a su memoria. Ahora sube al Bentley. No te estoy pidiendo que no te sientas mal. Puedes llorar todo lo que quieras, destruir lo que quieras, pero no voy a dejar que te lastimes a ti mismo ni a otros. ¿Has entendido? — Lo soltó con brusquedad y una parte de él se sintió aliviada al notar cómo se dirigía hacia el automóvil. Miró a Dante que se limpiaba la sangre de su boca— ¿Estás bien? — Solo asintió. Ariel le miraba de una manera que no pudo descifrar— Andando…—Antes que Lupo se le adelantara con su pregunta—. Deja esa mierda allí. Si Mapelli tanto la quiere que venga él mismo por ella.

Ariel lejos de ir con Alessandro subió al Jaguar que conduciría Ethan. Los demás subieron en el Bentley y terminaron en la casa de playa de Dante. Era más seguro que ir a un hotel o a su hogar por el personal.

Ethan ya había estado más de una ocasión en ese lugar. Antes de llegar allí, Ariel e Ethan habían hecho una parada en la farmacia para comprar las cosas que Lyosha necesitaría para curar a Lupo, Alessandro y ahora a Dante.

Los halcones ya estaban allí cuando Ethan estacionó el auto— ¿Estás bien, Ari? Digo, no es que me haya molestado que vieras conmigo, pero pensé que no querrías separarte de Alessandro.

Ariel le miró con cierta tristeza— Es solo que me dolió escucharlo hablar así; cuando le dijo a Lyosha que sabía que iba a intentar hacerse daño. Lo dijo porque él lo ha experimentado, Ethan. 

Este solo sonrió— Entonces síguele demostrando que hizo lo correcto en seguir vivo. Tú estás con él ahora. No te preocupes por el pasado. Él te ama. Y aunque me encante estar contigo creo que debiste haberte ido a su lado. Se nota que no está bien— Su expresión se volvió triste—. Y después de lo de Lamire va a necesitarte mucho, de seguro va a culparse de lo que pasó porque es el líder.

Ariel sintió un nudo en su garganta— No puedo creer que en verdad esté…— No pudo decirlo. Con todo el torrente de emociones que se le abalanzaron apenas y había sido capaz de procesar que jamás iba a volver a ver a Lamire—muerto. No es justo…

—Creo que no deberías sorprendente ya— Comentó con cierta tristeza Ethan—. La vida que tenemos, difícilmente será justa alguna vez, pero no es justo que Lamire haya muerto…

Ariel se dejó hundir en el asiento. Pensó en Lamire, en cómo había amado a Lyosha, no iba a volver a verlo mirarle de esa manera llena de amor. Apretó sus labios con fuerza. No era justo. No para alguien como él. Era difícil intentar ser objetivo, sabía que  lo que Lamire hacía no era algo bueno, pero a la vez la manera de ser del coreano había sido muy diferente a como se comportaba en el “trabajo”. No era capaz de juzgarlo. Sabía que muchos lo juzgarían, pero no todo en la vida era blanco o negro y  la vida de Lamire era un claro ejemplo de ello.

—Pobre Lyosha…—Ariel miró a Ethan sin comprender por qué se refería a él—. Los muertos siempre son más afortunados, su sufrimiento para en el instante que fallecen lo difícil es para las personas que quedan aquí en la tierra. Es por ellos que en verdad debemos preocuparnos, por los que podemos hacer algo.

—Entonces sugiero que vayamos a ayudarles—Tomó la bolsa de la medicina y entraron a la casa de playa.

Ariel pensó que así no deberían de ser las cosas. Había un aire de tristeza, de muerte, de desconsuelo. Las cosas no deberían de ser así; creyó que todo terminaría bien, que los cuatro llegarían con unas sonrisas de orgullo por haber burlado a todos y por haberle demostrado a Mapelli una vez que ellos eran los mejores. Sin embargo la escena expresaba todo lo contrario. Se sintió sofocado. Para su sorpresa Lyosha estaba curando a Dante en la sala. Ninguno de los dos decía nada, pero la tensión entre ellos dos parecía haberse relajado.

Ariel dejó lo necesario para que luego curaran a Alessandro y a Lupo. Salió al balcón donde se veía el mar. Luego de la tormenta había quedado una inquietante calma. Debían ser más de las tres de la mañana. No sabía que iba a inventarle a su madre. Ethan solo había llegado y dijo que tenía que iba a ayudarle a  con unas tareas. Ya mañana le hablaría para excusarse.

Estaba tan metido en sus cavilaciones que se sobresaltó al sentir como Alessandro se apegaba a su espalda y pasaba su mano por la cintura de este—No quise asustarte—Le susurró al oído—. Ariel, no me hagas ser egoísta y preocuparme más por ti que por cuidar de Lyosha, pero no puedo evitar serlo si te noto extraño.

Ariel se giró y le miró a los ojos— Lo siento. Es solo que me dolió escucharte hablar de esa manera. Te lo he dicho mil veces, pero me duele escuchar que en un momento tú también quisiste morir porque Misha ya no estaba cuando yo muero de amor por ti.

Alessandro sonrió con melancolía— No quise lastimarte con mis palabras, pero Lyosha no está bien, Ariel.

—Pero no comprendo. Le dijiste que conocías bien ese sentimiento. ¿Es decir que a Misha lo mataron por protegerte a ti? — Lo vio tensarse y comprendió que aún había muchas cosas que no habían hablado—. Creí que tú eras quien lo protegías…

—No. Siempre pensé que era de esa manera, pero al final resultó él quien me protegía a mí en todo momento.

Ariel no dijo nada respecto a ese tema. Le miró a los ojos con cierta tristeza— ¿Nos parecemos Misha y yo? Porque la primera vez que vi a Dante parecía que había visto en mí un fantasma. ¿Tanto nos parecemos?

Alessandro suspiró y se apegó al balcón— ¿Por qué quieres hablar de esto justo ahora?

—No lo sé. Este día no será el más feliz de mi vida así que prefiero no arriesgarme a arruinar los siguientes. Respóndeme: ¿Tan semejantes somos?

Alessandro giró el rostro hacia Ariel— Misha era como el mar embravecido, inestable, impredecible, peligroso. Tú en cambio eres como un mar en calma, apacible, sereno, relajante, seguro.

Ariel bajó la mirada unos segundos— Pero tú prefieres lo peligroso y atrayente. Tu personalidad es así. Tú eres como ese mar embravecido.

Alessandro puso su mano sobre la que Ariel tenía en la barandilla— Tú mismo lo has dicho; yo soy como ese mar. Ambos: Misha y yo éramos muy semejantes de carácter y a veces eso era un problema. Cuando dos fuerzas igualmente inestables se encuentran no generan calma.

—Pero lo amaste…

—Sí, pero ahora lo que yo necesito es un mar en calma. He vivido demasiado tiempo luchando contra la marea que ahora solo quiero dejarme llevar por ella y sentirme seguro. El amor que tú me das me da justo lo que necesito. No quiero cambiarlo por nada, solo quiero hundirme en él con la certeza que no cambiara de un segundo a otro.

Ariel sonrió a su pesar y lo abrazó—Entonces seré tu mar en calma. Lamento haberte hecho hablar de esto justo en estos momentos— Le miró a los ojos antes de acariciar sus mejillas—. Soy un egoísta de primera. Lo siento…

—No te preocupes, ricura, te dije que haría lo posible para que las cosas estuvieran bien entre nosotros. Que no te quede dudas que a tu lado es que soy feliz.

—Yo también lo soy y mucho— Le besó con calidez—. Gracias por cumplir tu promesa de regresar a mí.

—Siempre lo haré…

La puerta del balcón volvió a abrirse. Lupo se asomó y solo frunció el ceño o intentó hacerlo. Lyosha ya había curado la cortada de la frente y aplicado unos puntos, además llevaba vendada una mano—Lyosha te espera para curarte.

Alessandro asintió y miró a Ariel unos segundos— ¿Ahora está todo bien?

—Entre nosotros sí…—Porque el resto de las cosas estaban muy mal. Vio como Alessandro entraba a la casa una vez más, pero cuando Lupo no fue detrás de él y en lugar de eso cerró la puerta del balcón sintió una mala espina.

—Podrías ahorrarte tus escenitas de celos en estos momentos. Acabamos de perder a uno de nuestro equipo como para que vengas con tus mierdas.

—No sé de qué demonios hablas…

— ¿Crees que soy estúpido? Siempre serás solo un enclenque acomplejado por ser  la sombra de Misha ¿Crees que si estuviera vivo en verdad se fijaría en un alguien como tú?

Ariel apretó con fuerza sus puños. Miró a Lupo furioso— Al menos yo tengo a alguien, no como tú.

Lupo solo sonrió con frialdad— Solo aguarda un poco y verás lo solo que quedas. Va a llegar un momento que vas a hartar a Morello con tus celos enfermizos por Misha y descubrirá que está mejor sin ti que solo vienes a complicarle la vida. Desde que llegaste solo has venido a traerle más problemas de los que ya tenía, solo porque quieres jugar al cuento de hadas con final feliz.

Ariel explotó —Que tu vida sea una mierda no significa que la mía va a tener que ser igual. Yo no voy a terminar como tú: sólo, amargado con la vida, sin amigos porque eres un maldito que aleja a todos los que se preocupan por ti— Cuando notó la expresión del halcón supo que había ido demasiado lejos y que él llevaba las de perder.

—Si mi vida es una mierda la tuya va a ser mil veces peor: Vas a terminar solo, sin amigos porque no los sabes valorar, todos van a terminar odiándote  o muertos por tu culpa porque eres demasiado estúpido como para cuidarte por ti solo y sobre todo vas a terminar siendo la puta de Mapelli y  cuando lo seas no tienes una idea de cómo voy a disfrutarlo. Así que disfruta el cuentecito de hadas  mientras te dure— Sin decir nada más volvió a entrar a la casa.

Ariel se había quedado pálido mirando la puerta del balcón ahora abierta. Sentía sus manos temblar de la rabia. Ethan apareció en el umbral en ese momento— ¿Hey qué haces allí tú solo?

—Nada…

— ¿Estás bien? — Preguntó saliendo a reunirse con él. Ariel miró a los ojos a Ethan y no comprendió cómo Ethan podía tener una familia como esa y ser tan diferente a ellos— ¿Pasó algo con Lupo? Lo vi entrar bastante molesto.

—No. Ya sabes lo amargado que es siempre.

Ethan sonrió a su pesar— Discúlpalo con todo lo que ha pasado ahora es normal que actúe de esa manera, pero llega a ser muy agradable cuando le conoces.

—Tan agradable como una cascabel…

Ethan sonrió un poco a su pesar y negó con la cabeza— Vamos. Lyosha ya casi termina de curar a Alessandro.

Cuando entraron Lyosha estaba terminando de recoger todos los instrumentos que había utilizado. La mesita de la sala dónde había estado poniendo las cosas estaba llena de salpicaduras de sangre. Dante estaba hablando con Lupo bastante apartados de los demás, pero cuando vio entrar a todos se disculpó con el halcón y los miró a todos— Si alguien quiere acostarse pues ya saben que allí están las habitaciones, pero como somos más de lo usual supongo que no hay problema si Ariel y Morello comparten una ¿verdad? — Se sintió aliviado al ver como las cosas parecían haberse arreglado con ellos—. Bien, entonces pueden ocupar la habitación del final de este pasillo— Dante miró a Lyosha que no alzaba la vista en ningún momento—. Lyo…

—Preferiría estar solo— Se apresuró a decir.

Dante asintió— Bien, puedes tomar la segunda habitación a la par de Morello— Miró a Lupo y luego a Ethan—. Supongo que Ethan…

Lupo se puso de pie simplemente— Tomaré la de este lado— dijo señalando el otro extremo de la casa donde estaban el resto las habitaciones—. No soy estúpido y sé que lo que se traen entre ustedes.

Dante miró a Ethan con una pequeña sonrisa— Entonces creo que quedamos solo tú y yo para la de al lado de Lupo— Ethan asintió y se despidió de Ariel antes de dirigirse a la habitación indicada. Ariel se dirigió a la habitación que le había indicado. Vio a Alessandro vacilar, pero Dante le indicó que fuera con el pelirrojo, el se encargaba de Lyosha.

Al final quedaron solo ellos dos en medio de la sala. A lo lejos se veía como el cielo empezaba a aclarar— Te ayudo— fue todo lo que dijo al ver como el español intentaba dejar limpia la mesa de sangre.

Dante se sentía impotente al notar al español de esa manera tan apagada. Ese no era el Lyosha que conoció y amó. Toda chispa de vida parecía haberse perdido en medio del mar. Lamire se había llevado esa chispa de vida con él.

Terminaron de limpiar todo y Dante se encargó de envolver todo con cuidado antes que llegara el recolector de la basura— ¿Seguro que estarás bien tú solo? — No respondió. Un Lyosha que no hablaba era como un día sin sol— Lyosha, dime algo, me estás preocupando…

—Solo quiero estar solo…

—No puedo dejarte en ese estado.

Lyosha sonrió con amargura— ¿Crees que voy a suicidarme o algo así? Sabes que Lamire no es la primera persona que ha muerto en mi vida— Su voz se tornó frágil al decir “muerto”.

Dante se sentó a su lado en el sofá—Lo sé, por eso me da miedo que no puedas soportar otra pérdida, Lyo— Le miró directo a los ojos—. Has perdido a tantas personas que me da miedo que ya no lo resistas.

—La muerte forma parte de mi vida, Dante. La veo a diario, la provoco y ya aprendí que al final no seré yo quien muera primero. Siempre será alguien más…

Dante suspiró— Nunca quise meterme en tu vida. Es solo que Lamire era muy evidente…

—Lo sé…—susurró con voz quebrada. Dante le miró incrédulo—. ¿Crees que no me daba cuenta, Dante? ¿Me crees tan estúpido? Siempre supe que yo le gustaba, pero nunca creí que eso era amor. Me negaba a creerlo porque la gente que me rodea no busca en mí amor, solo buscan sexo— Se miraron fijamente—. Inclusive tú y yo, era lo único que buscábamos al principio.

Dante no podía creer lo que estaba escuchando— ¿Todo este tiempo lo habías sabido?

—Cuando él y yo lo hicimos la primera vez solo pensé: ¡Ya está! Ahora buscara a alguien más, pero no fue así. No fue de esa manera. Aún recuerdo sus palabras, me suplicaba que dejara de pensar en ti un solo segundo, que pensara en él— Hundió el rostro en sus manos—. Él me amaba y había aceptado mi juego. Nunca puso objeción. Siempre estaba allí para consolarme.  Yo nunca tuve a alguien que me consolara y siempre creí que no necesitaba de alguien que lo hiciera, pero con Lamire fue todo tan extraño. Me sentí tan bien y al mismo tiempo  me aterré ante  la idea de arruinarlo todo, así que preferí fingir que no sabía nada porque creía que Lamire jamás iba a tener el valor de decírmelo…

Dante lo abrazó con fuerza. Lyosha no se  movió. Solo yo apoyó su rostro en el pecho de su ex— Lo siento tanto, Lyosha.

—Me dijo que me amaba. Me preguntó si eso era suficiente para hacerme ver que realmente me amaba y yo no pude decirle que hacía tiempo atrás había hecho más que suficiente.

— ¿Es decir que llegaste a amarlo?

Lyosha miró a Dante unos segundos antes de inclinarse a él y besarle. Desesperado. Furioso consigo mismo por ser tan idiota. Se aferró a su cuello. Sus labios incitaron a los ajenos hasta que le correspondieron el beso demandante, húmedo. Sin embargo ya no era lo mismo. Nada era lo mismo entre ellos ya.

Se había aferrado por demasiado tiempo al recuerdo de la primera relación que había tenido, pero de esta ya no quedaba nada más que una amistad. Fue demasiado idiota como para no comprender que lo que realmente extrañaba no era a Dante, sino el recuerdo de lo que significó en su momento, todo lo que habían vivido. Se había vuelto loco ante la idea de que esos momentos ya no iban a poder volver a ser una pareja y había creído que al dejar ir a Dante había perdido toda oportunidad de ser feliz.

Se separó con lentitud de él y le miró arrepentido por haberlo besado— Tranquilo— susurró Dante acariciando sus mejillas—. No pasa nada. Ahora lo sabes ¿verdad? A quien amas y a quién no.

Lyosha asintió con un nudo en su garganta— Tarde. Lo descubrí tarde— Siempre había temido que descubriera algo importante demasiado tarde y ahora su mayor temor se había materializo—. Y ahora no sé qué hacer…

—Lo sabrás a tu tiempo, Lyo. Sé que lo sabrás. Siempre podrás contar conmigo para ayudarte a encontrar el camino adecuado.

—Gracias, por todo— Solo con él y con Lamire se había permitido expresar sus temores tan abiertamente. Ahora solo tenía a Dante, pero no era suficiente. Él nunca iba a ser Lamire, su bonito.

Se quedó largo rato apoyado en el pecho de Dante hasta que sintió que se estaba quedando dormido— ¿Seguro que no quieres que te haga compañía? — Susurró Dante a su oído.

—No. Soy demasiado idiota y  capaz de terminar acostándome de nuevo contigo solo para intentar olvidarme de todo.

Ambos se pusieron de pie y sonrieron un poco, para no reflejar demasiado la tristeza que había en sus corazones— Si necesitas algo no dudes irme a buscar. Intenta descansar un poco.

Lyosha asintió antes de perderse en el pasillo. Dante terminó de apagar las pocas luces que quedaban encendidas. En el horizonte se empezaban a ver los primeros rayos de sol, un amanecer que no traía ninguna ilusión de un nuevo día.

Cuando entró a la habitación Ethan estaba acostado en la cama. Se había tardado más de lo que había esperado, así que era normal que lo encontrara dormido. Se acostó del otro lado de la cama y cerró sus ojos intentando no sentir que en efecto por su culpa Lamire ahora estaba muerto.

***

La mañana siguiente solo trajo más asentado el sentimiento de desolación. La mayoría había despertado tarde. Ethan apenas y había podido dormir, por lo que había salido a primera hora de la mañana en el Jaguar a comprar víveres para todos.  Había tomado la billetera de Dante así sin más. Sabía que no le importaría.

Había regresado a las siete con todos los víveres. Lupo era el único despierto a esa hora y tal como supuso andaba buscando algo que comer— Enseguida preparo algo— Se apresuró a decir Ethan mientras le enseñaba todas las bolsas.

En poco tiempo empezó a cocinar algo. Los siguientes en despertarse fueron Alessandro y Ariel quienes solo se sentaron en el comedor sin decir la gran cosa. Todos lucían apagados. Dante  fue el siguiente en despertar. Fue hasta Ethan— Tome un poco de dinero para comprar la comida, espero que no te moleste— Se apresuró a decir sin mirarle.

—No me molesta. Te lo agradezco, lindura— Ethan no dijo nada más— ¿Dónde está Lyosha?

—No se ha despertado o al menos no lo hemos visto salir de su habitación— Le explicó Alessandro.

Dante le miró preocupado—Quizás debería ir a echar un vistazo…

— ¿Solo tú puedes ir? — Soltó de repente Ethan— ¿Qué acaso eres el único que se preocupa por él?

El silencio se hizo más tenso. Todos miraban a Ethan quien no despejaba la vista de la sartén—Yo voy— Dijo luego de unos segundos Ariel mientras se ponía de pie e iba a buscar a Lyosha.

Tocó la puerta pero nadie respondió. Volvió a insistir, pero tampoco obtuvo respuesta—Lyosha. Soy Ariel. ¿Puedo pasar? — Intentó abrir la puerta, pero tenía llave fue cuando empezó a preocuparse. Golpeó la puerta con más fuerza—Lyosha abre.

Alessandro fue el primero en llegar — ¿Qué pasa?

Ariel le miró preocupado—No sé. No contesta y la puerta está con llave.

Alessandro le quitó y empezó a golpear la puerta con violencia— ¡Lyosha abre esa maldita puerta en este instante! —No respondía— ¡Lyosha es una orden de tu jefe, de tu amigo y de la persona que va a patearte el culo si no abres esa puerta en este mismo instante! —Lupo y Dante llegaron de inmediato— Dante ve por la llave de la habitación si no quieres que la tire en este instante.

Ethan había sido el único que no se había movido de su sitio, lo cual fue conveniente puesto que si lo hubiera hecho no hubiera notado al español caminando por la playa. Dante iba saliendo con el manojo de llaves en ese momento—Lyosha está en la playa…—Dante se paró de golpe y salió corriendo al balcón. Respiró aliviado al notarlo. Sin embargo cuando notó la mirada sombría de Ethan le hizo comprender que Lyosha no debía ser su única preocupación.

Entró de nuevo a la casa y les indicó que Lyosha estaba en la playa— Deberíamos dejarle a solas. Es lo mejor en estos momentos— Dijo Alessandro mientras les indicaba a todos que no lo molestaran.

Estaban desayunando cuando el noticiero matutino empezó y como era de esperarse estaban en la nota principal. Todos tenían la mirada bien puesta en las noticias que nadie notó en el momento en que Lyosha entró a la sala y pasó hasta la barra a tomar una taza con el café que Ethan había preparado.

Se contabilizan hasta el momento cincuenta muertos y pérdidas económicas alrededor del millón de dólares. La gobernación de Silver Beach ha catalogado estos actos como terroristas y han redoblado los esfuerzos para la captura del resto de los halcones de los cuales no se tenía mayor pista. Hasta el momento el único capturado permanece en la sala de operaciones desde hace cinco horas, los doctores están haciendo lo posible para salvar su vida pero su estado es crítico. A continuación daremos lectura a las bajas de los…

La tasa se hizo añicos e hizo que todos se sobresaltaran. Lyosha tenía la mirada perdida en el televisor—Lamire… Está vivo…

—Lyosha…

El español estaba pálido en el momento en que miró a Alessandro—Hay que ir. ¡Tenemos que ir a salvarlo! Morello, tenemos que…

Todos miraban a Alessandro, pero fue Lupo quien se adelantó— Lyosha, es demasiado peligroso. Lo has escuchado quieren nuestras cabezas en bandejas de plata. No podemos ir simplemente a la boca del lobo además no sabemos si es él primer lugar, puede ser una trampa.

—Es él. Es él. Lupo, es él. Créeme. Lo sé— Lo sentía: era Lamire.

Morello miró a todos en la sala—Lyosha no podemos entrar a ese lugar…

La expresión dolida de Lyosha hizo sentir culpable a Alessandro— Claro, no podemos porque no es Ariel.

—Lyosha…

—Si fuera Ariel no te importaría arriesgarnos, Morello, y lo sabes. Ya nos arriesgamos una vez por él— Miró a Ariel que le miraba culpable—. Sabes bien que mini Morellito me agrada, pero no es justo que ahora no vayamos a hacer lo mismo por Lamire. Si nadie va ayudarme entonces iré a salvarlo yo solo…

—No, no lo harás. Yo voy contigo— Se apresuró a decir Ethan.

—Estás loco si crees que voy a dejar que te arriesgues de esa manera— Dijo Lupo tomándole del brazo, pero Ethan se liberó del agarre.

—Lyosha tiene razón. No es justo que no nos arriesguemos por Lamire. Cuando fuimos a salvar a Ariel fue igual de peligroso y ninguno puso ninguna objeción. ¿Por qué esta vez ha de ser diferente? — Sus ojos se encontraron con los del español que le miraba sorprendido. La verdad él mismo estaba sorprendido de su reacción, pero Lamire era su amigo y también se iba a arriesgar por él.

Lupo era el menos convencido de salir a rescatarlo—Es una locura. No tenemos un plan además aunque lográramos entrar, nos sería imposible salir de allí sin que alguien nos viera.

Morello le miró con seriedad e intentó ser razonable—Lupo, hay que intentarlo. Lyosha tiene razón. Lamire haría lo mismo por nosotros.

—Es una locura. No hay manera que me convenzan de entrar sin darme un plan que tenga al menos un diez por ciento de probabilidad que funcione.

— ¿Qué tal un plan con un ochenta por ciento de probabilidad que funcione? — La voz de Ethan sonó demasiado segura para el gusto del halcón mayor. Lupo no respondió a la primera— ¿Qué dices?

—No hay manera…

—Sí. Si la hay— Salió corriendo hasta el Jaguar. Había hecho bien en hacer una parada antes de dirigirse a Silver Beach. Abrió el baúl del auto. Cuando lo cerró se sobresaltó al ver a Ariel allí.

— ¿Sabías que esto iba a pasar?

— ¿Cómo podría saberlo?

—No lo sé. ¿Cómo es que siempre sabes cosas que pocos saben? Alessandro, lo de la redada.

Ethan le miró como si se hubiera vuelto loco— Ariel ¿qué estás insinuando?

—No lo sé, pero no comprendo es como sabes cosas que no todos saben…

Ethan le miró con seriedad— No voy a sostener esta conversación en estos momentos. No cuando Lamire puede terminar en la cárcel.

—Entonces ¿por qué no me dices que llevas en esa mochila? No soy idiota. Sé que es la misma que llevabas el día que entramos en el edificio de Shiheflit en San Peter— Ethan no respondió nada—. Creía que solo habías tomado la computadora de Samuel…

Ethan su expresión se volvió sombría— Yo nunca dije que solo eso había tomado.

Ariel sintió un atisbo de miedo al notar como Ethan le miraba— ¿Siempre dices verdades a medias?

—No lo sé. Eso deberías decírmelo tú que eres el experto. Ahora si me disculpas voy intentar salvar a Lamire aunque mis métodos no te parezcan.

Ariel le miró entrar a la casa y sintió que estaba ante Mapelli o Lupo en lugar que su mejor amigo. Entró a la casa y notó como Ethan mostraba lo que a simple vista parecía una tablet— Necesito que alguien entre al hospital y la ponga uno de estos en la habitación de Lamire o por lo menos en el piso dónde él pueda estar— Mostró un pequeño dispositivo de color negro —. Es parte de los nuevos dispositivos que el señor Shiheflit había estado trabajando antes que su edificio explotara. Te permite escanear todo un lugar de más de quinientos metros a la redonda.

Ariel miró a todos que parecían hacerse la misma pregunta que él se había hecho en su momento: ¿Cómo consiguió eso? Sin embargo ninguno parecía reparar en ese detalle importante en ese momento. Nadie a parte de él y Dante quien le dirigió una mirada intentando pedirle una explicación que ni él mismo tenía.

Ethan puso el dispositivo en medio de la mesa y apretó el botón que tenía en la superficie y solo vio como parecían salir unas especies de pequeñas patas robóticas que se anclaron a la mesa. El color negro cambió automáticamente al café de la mesa— Cambia acorde al color de la superficie que se coloca, así que el único problema sería no recordar dónde lo han colocado— En ese momento la aparente tablet se encendió dejando a relucir el logo de la compañía S&S. Ariel pensó que aparecían una serie de aplicaciones a continuación, pero se quedó con la boca abierta al notar como en lugar de eso aparecía un holograma de la casa de Dante y de las casas próximas. La mesa del comedor mostraba un punto rojo intermitente y no solo revelaba la estructura del edificio sino que aparecía un pequeño holograma predeterminado de un hombre.

Todos miraron a Ethan sorprendidos. Alessandro fue el primero en dar unos pasos atrás y notó como el hombrecito que en teoría era él en el holograma  también se movía la misma cantidad de pasos.

Ethan miró a Lupo— He aquí el ochenta por ciento del plan. Solo necesitamos que alguien sepa con exactitud dónde está Lamire y ponga el dispositivo. De allí solo es de colarse adentro y llevar alguna que otra arma por si las dudas. El resto del plan dependería de Morello que es quien tiene más experiencia en estas cosas.

Lyosha miró esperanzado a Morello quien a su vez miró a Ariel solo un segundo antes de decir— Hay que hacerlo. No hay mucho tiempo. ¿Has traído mi móvil Dante?

Este se lo pasó — Bien. Vayan a prepararse. No hay mucho tiempo. Haré unas llamadas para asegurarnos y saber a qué nos enfrentamos. Esta vez creo que necesitaré que todos hagan una parte. Incluido tú, ricura— Ariel le miró sorprendido pero asintió. Alessandro miró con seriedad a Ethan—. Eres el único que está entero igual que con Lyosha. Entrarás con él así que ve a prepararte.

Ethan asintió antes de ir hasta la habitación. Estaba terminado de desnudarse cuando Dante entró. Le miró unos segundos— No lo hagas— pidió sintiéndose derrotado.

Ethan le dio la espalda—Tengo que hacerlo.

—No. No tienes. Tú no tienes que hacer nada. Ya le has dado suficiente.

—Es mi vida. Puedo meterme en todas las misiones suicidas que desee— Entró al baño y se dejó que el agua fría le cayera directo en la cara. Dante entró en la ducha con él.

—Lo sé. Sé que es tu vida, Ethan, pero te pido que no lo hagas. No quiero que salgas lastimado.

La mirada de Ethan inquietó a Dante— ¿O no quieres que rescatemos a Lamire para poder quedarte con Lyosha y conmigo? ¿A qué juegas Dante? Primero te besas con Lyosha y luego como si nada vienes a dormir conmigo.

—Ethan…

—No lo niegues. Los vi anoche. Tardabas demasiado y quería saber si estabas bien, pero por lo que vi estabas en perfectamente.

—No es lo que tú piensas…

— ¡¿Entonces qué es?! — Su voz retumbó con fuerza en el baño— He visto como lo tratas. Sé que aún sientes algo por él.

—Lo quiero. Es mi amigo y formó parte importante en mi vida. Además no es justo que vengas a reclamarme cuando yo también tengo que soportar tu trato con Ariel.

Ethan le miró molesto— No estamos hablando de Ariel.

—Claro, nunca hablamos de él— Vio a Ethan ir perdiendo del control poco a poco.

—Estamos hablando de ti y de Lyosha. ¿Aún lo amas?

—Te amo a ti— Susurró mirándole a los ojos con seguridad—. Te amo a ti, pero a veces siento que a quien amas es a Ariel y no a mí por eso en ocasiones no soporto la manera en que siempre lo estás cuidando.

El agua seguía cayendo sobre ellos. Ethan no sabía bien que decir— No lo amo. No a él. Es a ti a quien amo o a quien creo amar. No lo sé. Nunca he sentido esto antes y solo sé que me muero de celos cuando hablas con Alessandro o al ver cómo te preocupas por Lyosha. No tienes una idea cuanto me enferma verte con ellos porque sé que los has amado y que yo no puedo hacer nada al respecto. Odio sentirme así porque saca lo peor de mí aunque empiezo a dudar que tenga algo bueno en mí. Cada día siento que me pierdo a mí mismo, Dante.

—Entonces yo me encargaré en ayudarte a encontrarte a ti mismo siempre—Le aseguró acariciando las mejillas del otro—. Ámame a mí y verás que no hay nada de malo entregarse a alguien. Descubrirás que puedes amar y eso algo que no cualquier persona pueda hacer, no una mala.

Ethan no quería perderse así mismo, pero a veces no comprendía por qué hacía ciertas cosas— No quiero herirte…

—Ni yo a ti. Así que hagamos que esto funcione. Te amo.

Ethan se apegó a la pared y sintió las baldosas frías se estremeció ante el frío y la intensidad con que hablaba Dante. Se apegó a él y buscó sus labios. Ethan se rindió ante sus sentimientos y pasó las manos alrededor del cuello de la persona que reclamaba su boca; sus sentimientos; su alma, una que creía que era solo sombras. Tembló al sentir como las manos del otro se deslizaban por su cuerpo desnudo— Dante. Te amo…

— ¿De verdad?

—Sí. Ya no tengo dudas—Se iba a entregar a él y esperaba que eso fuera suficiente para evitar convertirse en algo que nunca quiso en primer lugar—. Te amo, Dante Di Ferrer. Me muero de celos cuando te veo con alguien que no sea yo.

Dante sonrió a su pesar—No hay nadie más en mi vida a parte de ti— Ethan buscó quitarle la camisa que ahora estaba completamente empapada y apegada a la piel de Dante. Sus bocas no dejaban de acariciarse en ningún segundo. El baño se llenó de jadeos. La mano de Dante empezaba a dirigirse hacia el sur cuando escucharon llamar a la puerta.

—Tengo que hacerlo. Estaré bien. Ellos me necesitan.

Dante le miró con tristeza— De acuerdo, pero dime que esto no se hará una costumbre.

Ethan sonrió y asintió— Te lo prometo. Después de esto solo seré Ethan. Solo eso y nada más— Quería su vida normal. No una dónde tenía que irrumpir en hospitales para salvar a sus amigos. Mucho menos quería una vida donde todo explotara y mataran por drogas.

Cuando ambos salieron de la habitación todos estaban en la mesa reunidos. Lupo solo alzó una ceja al mirar como Dante no estaba con la misma ropa que hace unos minutos atrás— ¿Tenemos un plan?

Morello sonrió— Claro que lo tenemos. Esta será nuestra verdadera misión. Esto apenas empieza…

Notas finales:

¡Hasta aquí este capítulo! :D Ahora viene especial aniversario:

A) Kira Senju me convenció a hacer una especie de preguntas & respuesta así que para los que quieran saber más de los personajes o de ambos fics pues aquí se las dejo: http://hnh-ks.blogspot.mx/2012/05/feliz-primer-aniversario-parte-1.html?zx=dcfb1f5123d6dfe1

Espero que la disfruten :)!

B) En honor al primer añito de IDA & EDC he decidido hacer un plus! :B! ¿En  qué consiste? ¡En lo que ustedes digan! Pueden escojer la escena que quieren que reescriba o algo que quieran saber que solo ha sido mencionado las escenas a elegir están:

1. La primera vez que se hablaron Ethan & Ariel.

2. Los momentos más memorables de Lamire & Lyosha desde el punto de vista del sexy español.

3. Marcus confensándole a Aaron que es gay.

4. La primera vez de Ariel & Alessandro desde el punto de vista de Morello.

5. La vez que cortaron Alessandro & Ariel POV Morello :)

6. La procreación de los gemelos Miderhive...

OK no ese último no xD Dejemoslo a la imaginación de las masas xD :D Así que tienen 5 opciones y trataré de tenerlo listo para la otra semana :) Y creo que lo publicaría en el mismo lugar dónde esta el extra de Ethan que hice en infierno para evitar la sobrepoblación de fics :) ya luego les dejaría el link así que espero que les guste la iniciativa :D Así que ya saben voten voten por medio de un review que escena quieren que sea la  que se conozca :B!

C) ACTUALIZO EL LUNES! :D

Gracias a todos por leer y apoyarme, espero que les haya gustado este capítulo :D!!! Un beso~


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