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El décimo círculo por PokeGirl Uchiha

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Notas del capitulo:

¡Lo prometido es deuda! Un nuevo capítulo a una hora muy insana,pero como todos estamos de vacaciones no hay problema ¿verdad?

Bueno ok, hoy si estoy nerviosa, en este capitulito pasan muchas cosas que venían esperandose desde hace mucho. También cumplo ciertos compromisos que tenía con varias personas entre ellos poner una canción en español para el repertorio.

Este capítulo va con cariño para:

AndreaNoTwittea  por su cumpleaños.

Para Luca Navarro por su aniversario de bodas que fue hace días pero quería darle algo especial porque ella es muy especial.

Y a mi gato favorito: Carlo Magno porque es muy cool y en manera de compensación porque se quedó hablando conmigo hasta las 4 de la mañana un día :D

Disfruten!

 

Jensen se preguntaba a menudo que había hecho tan mal en sus vidas pasadas para que estuviera pagando por todo en esta vida. Mirando a Demian en el asiento del copiloto sabía que quien estuviera a cargo de las reencarnaciones estaba cabreado con él y no iba a dudar de cagarse en él las veces que pudiera.

— ¿No hablas, Jensen? — El menor de los hermanos se limitó a tener la mirada fija en el camino— Bien, no hables. Te contaré de lo bien que folla Clarissa…

—Adelante…

Demian le miró incrédulo, pero la indiferencia en el tono de voz de su hermano le dejó claro que iba muy enserio. — ¿Así que Misha te ha transformado en marica?

Desde que se habían encontrado en aquella discoteca meses atrás Demian no perdía oportunidad para intentar fastidiarlo, incluso había corrido un poco la voz entre los halcones, pero a Lupo le daba igual lo que ellos pensaran— ¿Tienes algún problema con eso? — Dijo sin perder la paciencia. Lupo no comprendía por qué esas acusaciones no le afectaban.

Mapelli silbó por lo bajo— Sabía que terminarías cayendo en sus garras…

Disminuyó un poco la velocidad— ¿Qué quieres decir?

Demian le miró de reojo y sonrió de lado— Ahora si nos estamos comunicando hermanito.

—Eres tú el que nunca ha querido comunicarse conmigo, Demian— Le recordó mientras sobrepasaba a un camión de carga.

—Bueno, lo estoy haciendo ahora. Por cierto, ¿te has peleado con tu noviecillo?

Lupo se limitó a dar un escueto: No. Marcus había ido a ver a su familia por dos semanas. Algo así como unas vacaciones, pero nunca pensó que le sentaría tan mal su ausencia, estaba de pésimo humor desde que él se había ido, y para Lupo eso era ya decir mucho. El apartamento se le hacía infinitamente solitario así que evitaba ir allí lo más que pudiera, lo que implicaba que ahora tenía que ir a casa más a menudo o pasaba hasta altas horas de la noche en la biblioteca de la universidad.

Jensen metió el cambio de velocidad con cierta fuerza al recordar, molesto, lo feliz que parecía Misha por escaparse de todo ese drama, lo había dejado de lado. Ni siquiera se molesto en invitarlo a ir a ver a su familia. No es que quisiera conocerlos, seguramente se habría negado, pero no le hubiera importado al menos escuchar una invitación de su boca. ¿Cuál era su problema?

Era cierto que él no lo había llevado nunca a su casa, pero era porque él ya conocía a su padre y a su hermano, dos personas que no eran nada gratas para Marcus, así que no le veía el sentido, pero él pudo haberlo invitado a ir a visitar a los suyos. Alejarse de todo el drama le hubiera venido bien. Ir al valle y escapar de ese horroroso frío.

—Y luego dices que no tienes problemas con tu novio…

La voz de Demian apenas fue un susurro, pero hizo molestar a Jensen, tanto que frenó de golpe, haciendo que su hermano casi se golpeara con el tablero del auto— ¿Podrías cerrar la boca? — Le espetó furioso—. Ya es suficiente malo que tengamos que hacer este trabajo juntos ¿sabes?

Demian se ajustó el cinturón de seguridad— Pero que sensibilidad, eso  te pasa cuando te juntas con maricas…

Lupo golpeó el tablero con fuerza— Y para con esa mierda porque no creas que soy tan estúpido para olvidar lo que vi en aquel almacén— Esperaba que su hermano lo negara de inmediato, pero no lo hizo.

—Vaya, creía que no te había importado que tu novio me estuviera besando…

Jensen apretó con fuerza sus puños— ¿Qué te traes con Misha? ¿Acaso estás enamorado de él?

Demian río— ¿Enamorarme? Oh, Jensen, en verdad eres más estúpido de lo que creía si crees que yo podría enamorarme de alguien como él.

—El estúpido serías tú por creer que alguien como él podría enamorarse de un ser tan asqueroso como tú.

— ¿En verdad crees eso? — Susurró mirándole peligrosamente— ¿Darías tu vida asegurando eso?

— ¿Qué quieres decir?

—Que tal vez alguien está idealizando demasiado a su tierno noviecito y que no le deja ver como realmente es Misha.

—Conozco a Misha mejor que nadie, tú no, fin de la historia.

Mapelli se quitó el cinturón de seguridad para acomodarse mejor— Oh, mi pobre y tonto hermano. ¿Crees que conoces a Misha? Ese es tu error. ¿Crees que realmente está contigo porque te quiere?

—Él me quiere…

—Él quiere lo que tú tienes para ofrecerle…

Jensen empezó a sentirse inseguro— Yo no tengo nada que ofrecerle…

—Pero lo tendrás, cuando seas el líder de los halcones. ¿Crees que Misha no va a pedirte el perdón de su patética deuda? — Al notar la expresión de Lupo continuó— ¿Enserio crees que él se quedaría a tu lado una vez que le perdones la deuda?

—Él se quedaría conmigo…—La risa de Mapelli le hizo sentir que estaba diciendo algo muy estúpido.

—En verdad, Jensen, el amor te vuelve muy estúpido— Le dijo por lo bajo mientras acortaba distancia—. Piénsalo tan solo un segundo: Misha ha llevado toda su vida en esta mierda, él quiere ser libre, ¿Crees que lo que tú le ofreces es tan poderoso como para que se quede para siempre a tu lado? — Lupo se quedó en silencio— La verdad, hermanito, es que cuando al fin tengas el poder estarás más solo que cuando no lo tenías…

—Misha es mi amigo…

— ¿Amigo? — Preguntó con divertido— ¿Ya no es tu amante? Si ni siquiera sabes qué son, como esperas que se quede a tu lado. Una amistad no es lo suficientemente fuerte como para arriesgarlo todo.

—Tú no conoces a Misha. Él es diferente.

— ¿Te has enamorado de él, Jensen? — Preguntó con una sonrisa de lado— ¿Qué hay de Clarissa? ¿Tan rápido te has olvidado de ella? ¿No que muy enamorado de ella? — Mapelli continuó— Tan enamorado como para declarártele en la playa. Una movida muy desesperada déjame decirte— Notó la vergüenza en los ojos del otro— ¿Creías que no me contaría?

—Eso…

— ¿Eso qué, Jensen? ¿Quieres quedarte con mi novia y de paso tener a Misha para ti solo?

—Yo no…

— ¿Qué tal si hacemos un pequeño intercambio? Misha a cambio de Clarissa…

Lupo le miró furioso— No son cosas, Demian…

—Siempre tan noble, Lupo, tratando a todos como si fueran tus iguales.

—Ya basta, Demian…

—Clarissa es una perra, ¿por qué tratar a las mascotas como iguales?

Lupo soltó un golpe, pero Mapelli lo bloqueó— No te permito que hables así de ella en mi presencia.

Demian le miró divertido— Creo que si Misha estuviera aquí te hubiera restado muchos puntos con él.  ¿No te das cuenta que las personas que son como tú, así de nobles, nunca llegarán a ser nada? ¿Así pretendes ser el jefe de los halcones?

—Yo no quiero ser el jefe. Sólo quiero una vida normal.

—Entonces déjame ser el jefe de los halcones…

Jensen le miró confundido unos segundos, entonces cayó en cuenta que estaban exactamente donde Demian había querido llegar desde el principio— Hay reglas que debemos seguir…

—No si matas a nuestro padre, entonces tú serías quién crearía las reglas…

—Estás loco— Susurró aterrado—. Estás hablando de asesinar a nuestro propio padre, Demian. ¿Cómo si quiera…?

— ¿Se me cruzó por la cabeza? — Lo cortó— Yo no le debo nada a ese maldito viejo.

—Es nuestro padre…

—No le debo nada y tú tampoco. Si lo eliminas, entonces serás el nuevo jefe de los halcones y al estar a cargo podrás renunciar al puesto y tener la vida que deseas.

—No…

— ¿Por qué no? Has asesinado a miles de personas uno más uno menos ¿cuál es la diferencia?

—Es nuestro padre…

Mapelli frunció el ceño— ¿Nos estamos poniendo moralistas? A la mierda con eso, Jensen. El viejo es lo que te tiene atado a esta vida. Renuncias al puesto, me nombras como el nuevo jefe y todos contentos.

Jensen le miró con seriedad— ¿Por qué debería confiar en ti?

—Porque también dejaré a Misha en libertad— Agregó—. Una oferta jugosa. ¿Eh? Tú y Misha juntos libres para irse a donde quieran a vivir donde quisieran. ¡Todos ganamos!

—No puedo matar a…

Demian lo cortó— Piénsalo. ¿Vale? Es una oferta que solo viene una vez en la vida.

Lupo le miró desconfiado— ¿Por qué complicarse tanto? Podrías eliminar a mi padre y luego deshacerte de mí. Tú no eres el que anda creando alianza con tus enemigos.

— ¿Crees que te considero como un enemigo, Jensen? ¡Oh, no te des tanta importancia! Para que fueras mi enemigo tendríamos que ser iguales— Lupo frunció el ceño—. Se llama ahorrar recursos. ¿Además crees que tendría algo de respeto entre ese arsenal de vejestorios? Ellos creen en esas mierdas del respeto de la familia tanto como tú. Fácilmente puedes hacer pasar la muerte de nuestro padre como un accidente y ellos te creerán. ¿Piensas que ellos confiarían en mí si llegara diciendo eso?

—No.

—Entonces todo está claro, ambos nos necesitamos para conseguir nuestros objetivos.

— ¿Pero perdonarías la deuda de Misha?

Mapelli río— Yo no hablé de perdonar la deuda, no soy tan altruista como tú, Jensen.

—Pero…

—Dije que liberaría a Misha de la deuda, pero alguien más debe hacerse cargo de ella. ¿Crees que dejaré perder una mano de obra eficiente por dejarme llevar por sentimentalismos? No, Misha sale y entra alguien más a pagarla, según tengo entendido tiene un hermano que está en edad suficiente para hacerse cargo de la deuda— Jensen se quedó en silencio—. Piénsalo y luego me lo dejas saber, pero no tardes demasiado, no vaya a ser que me arriesgue por el plan de eliminarlos a todos y el pobrecito Misha quede a mi merced— Jensen apretó sus puños con fuerza—. No es que no esté disfrutando este momento tan íntimo de hermandad, pero vamos a llegar tarde…

Lupo encendió el Mustang una vez más y aceleró, pero su cabeza aún daba vueltas a la conversación que acababan de sostener.

***

Lupo sentía que podría devolver el desayuno en cualquier momento, no entendía por qué, sus manos temblaban, incluso podía asegurar que estaba sudando frío— T-te quiero…— Creyó que cuando dijera esas palabras todas esas sensaciones desaparecerían, pero se había equivocado, todo se intensificó.

—Yo también te quiero, Lupito.

Jensen negó y sacó fuerza de donde no las tenía y tomó la mano de Misha— No, en verdad: Te quiero…— dijo intentando no lucir tan aterrado como en verdad se sentía, creía que en cualquier momento iba a desmayarse al no poder procesar lo que sentía, pero toda sensación desapareció cuando Marcus le sonrió.

— ¿De verdad?

Jensen sentía sus manos sudar, pero sonrió un poco— Sí…—Y después, todo pareció estar en su lugar. Sonrió como pocas veces se había permitido en toda su vida. Su mano acarició el rostro de Misha, quería aprender a acariciarlo como realmente era debido—Te quiero— susurró tan bajo que le provocó un escalofrío al otro—. Misha…—susurró mientras se acercaba él y cerraba sus ojos, pero justo antes de que sus labios rozaran le detuvo.

—Lo siento, tienes que despertar— Le explicó con tristeza.

Antes que Jensen pudiera decir algo sintió un dolor agudo en sus costillas. Al siguiente segundo abrió sus ojos y notó a una chica a su lado— La bibliotecaria te va a masacrar por dormir en su templo— fue lo único que le dijo.

El halcón alzó la mirada y notó a la bibliotecaria mirándole fulminante. La chica que estaba a su lado ahogó una pequeña risita, Jensen no comprendió bien hasta que notó que había estado babeando un poco y ahora tenía la página de sus apuntes pegada a su rostro. Avergonzado se la quitó del rostro.

—Lamento haberte despertado, se notaba que estabas soñando algo muy bonito.

Jensen intentó recordar lo que estaba soñando, pero no logró rescatar ni la más mínima imagen, sólo se sentía feliz— Sí, eso creo…— Jensen miró sus apuntes y luego la hora, aún era temprano para volver a casa, pero ya no sentía mayor deseo en seguir estudiando. Entonces notó que la chica lo miraba atento— Disculpa ¿tú eres?

La chica sonrió divertida— Allison…

Lupo asintió— Jensen— dijo mientras le tendía la mano, la chica divertida la estrechó—. Oye, tú eres amiga de Clarissa.

La chica asintió— Vengo en una misión especial— Jensen no entendió ni una palabra—. ¿Es verdad que eres hermano de Demian?

De repente la chica dejó de parecerle tan agradable— Sí…

—Bueno tú que le conoces mejor que nadie— Lupo iba a decirle que no lo conocía, pero la chica no parecía tener un botón de pausa—. ¿Cómo crees que reaccionaría si supiera que Clarissa está embarazada? — Jensen se quedó estático, pálido— Bueno si son hermanos creo que algo así reaccionaría…

—A-aguarda— dijo tomándole del brazo— ¿Clarissa está embarazada? ¿Pe-pero como pasó?

La chica parecía divertirse con esta situación— Oye no voy a explicarte los milagros de la naturaleza y…

—No es a eso que me refiero— dijo alzando un poco la voz nervioso— ¿Está embarazada?

—Bueno, es lo que todas creemos, ha tenido un retraso de dos meses y jamás le ha pasado. Ella está muy preocupada, ni siquiera ha querido hacerse la prueba de embarazo. En realidad ni siquiera debería estar hablando contigo, pero no sabemos cómo ayudarla.

Jensen echó sus cabellos hacía atrás— Está embarazada…—Demian era el padre y eso lo convertía a él en tío. Tío. Intentó ponerse de pie, pero sus piernas fallaron. Iba a ser tío.

—Oye, tranquilo, no es como si tú fueras el padre— le dijo la chica intentando tranquilizarlo.

Jensen palideció. Todo sería más fácil si él fuera el padre— Tengo que hablar con ella— dijo poniéndose de pie.

— ¿Eh? ¡Oh no! Me asesinaría si supiera que te dije. Nadie puede saberlo.

—Pero…

—Nadie debe saberlo.

Lupo estaba demasiado afectado con la noticia que no pudo contradecirla— Entonces averiguaré algo…

Se despidió de la chica y fue directo hasta su casa. No sabía que pensar, Clarissa siempre había estado en peligro, pero tal vez este bebé sería la salvación. Entró a la casa aún afectado con la noticia. Iba directo al despacho cuando escuchó a su padre hablar en la sala. La voz de Demian lo alertó. Lupo se acercó con lentitud hasta una de las columnas.

— ¿Entonces? ¿Ha llegado la hora?

—Aún tienes que conseguir borrar nuestros archivos de la base de datos de la policía. Después puedes deshacerte de Clarissa. ¿Seguro que la chica no va a traicionarnos?

—La tengo comiendo de la palma de mi mano. ¿Crees que soy estúpido?

El corazón de Lupo empezó a palpitar con fuerza. Iban a asesinarla. A ella. A Clarissa. No podían hacerlo. No iba a permitirlo. Llamó a Allison intentando saber donde podría encontrar a Clarissa: El centro comercial.

Aquella respuesta le pareció tan banal, pero estaba seguro que hubiera tardado una eternidad en dar con ella. Empezó a recorrer todas las tiendas. Justo cuando empezaba  a desesperarse la vio salir de una cafetería. Apenas la vio la tomó del brazo haciendo que el café helado que bebía se derramara un poco.

— ¡Oye y a ti qué demonios te pasa! — Chilló la chica.

—Estás en peligro. Tienes que largarte ya del país— Dijo Jensen desesperado—. Huye a donde tú quieras, pero no se te ocurra volver…

—Oficialmente estás loco. ¿A dónde crees que voy a ir? ¿Y con qué dinero? — Jensen la miró nervioso. Empezó a buscar en sus bolsillos— ¿Crees que lo que andas en la billetera…?

— ¿Tres mil dólares están bien? — Preguntó ansioso mientras sus dedos contaban torpemente el dinero— Puedes conseguir un vuelo barato y si economizas bien, podrías vivir bien unos dos meses y…

— ¡Ok! Para, para, para. No entiendo nada de esto…

Jensen la miró ansioso— Mape…Demian— Se obligó a corregirse— va a pedirte que hagas algo por él y…

—No sería la primera vez…

Jensen la miró extrañado— ¿Qué?

—No es la primera vez que me pide que busque información para los halcones— Comentó con tranquilidad.

Lupo la miró horrorizado— ¿Tú sabes…?

—Claro que sí, Lupo— Enfatizó—. Quiero ayudarlo…

— ¿Por qué?

—Lo amo…

Jensen la miró como si se hubiera vuelto completa loca— Pero él no te ama. Él ni siquiera te respeta, quiere asesinarte, Clarissa. Apenas le des lo que él te pida va a hacerlo…

—Ok, oficialmente estás loco. Demian nunca se atrevería a hacerme daño.

—Si crees eso, en verdad no lo conoces. A Demian no le importa nada. No le importas tú y mucho menos le va a importar el bebé que vas a tener…

Clarissa palideció— ¿Cómo lo sabes?

—Eso no importa, lo importante es que debes irte para protegerte a ti y a tu hijo o hija…

—No me importa él o ella…

Jensen le miró como si se hubiera vuelto loca— ¿Qué?

—Dije que no quiero al bebé…

—Pero es tuyo— Exclamó sintiéndose estúpido—. No es como si pudieras regresarlo y ya. No puedes…—calló al notar la expresión de Clarissa—. Tú no planeabas conservarlo…

La chica le miró con frialdad— En primer lugar no planeaba tenerlo.

Jensen le miró horrorizado— Pero es tú bebé no puedes hacerle eso. ¡Él no tiene la culpa!

La gente comenzaba a mirarlos, Clarissa le miró furiosa— Oye, está en mi cuerpo así que puedo hacer con él lo que me dé la gana.

Jensen le miró decepcionado— No, no puedes. No es justo que el pague las consecuencias de tus actos.

— ¿Y cómo pretendes que cuide de él? Mis padres me matarían apenas lo supieran, me echarían de la casa, ni siquiera podría terminar los estudios, no planeas que los dos nos muramos de hambre.

Jensen calló. No podía dejar que eso pasara— ¿Y si…?

— ¿Y si?

—Cásate conmigo…

La chica le miró como si hubiera dicho la mayor estupidez del universo— Ok, oficialmente estás loco. Siempre creía que eras raro, pero esto sobrepasa toda concepción que tenía de ti.

Jensen se empezaba a sentir impotente en toda esta situación, su padre nunca le importaría el bebé y mucho menos Demian. Él era el único que le importaba—Yo puedo protegerte, a ti, al bebé, podría criarlo como si fuera mi hijo, ni siquiera me importaría que fuera de Demian…

La chica bufó— Tú ves demasiada televisión. ¿Te estás escuchando a ti mismo? ¿Estás consciente de la locura que me estás pidiendo?

—Yo, te quiero— Le aseguró Jensen—. Podría protegerte, darte lo que te mereces, ese niño es también familia mía. Nadie se atrevería a hacerles daño si te casas conmigo— Él sería el jefe de los halcones y por lo tanto todos tendrías que obedecer sus órdenes.

Clarissa se quedó en silencio durante unos segundos— Hay un pequeño problema en todo tu brillante plan.

— ¿El cual?

—Yo no te amo— Le dijo molesta la chica—. Es más, me das lástima. Eres tan patético. ¿Te estás escuchando siquiera? Vienes aquí y me pides matrimonio, dices que te harás cargo de todo y mi vida será perfecta.

—Clarissa…

—Además tú eres gay…

—No lo soy…

— ¿Entonces estás negando que te vi besar a ese tipo, el tal Misha?

—Misha es diferente…

— ¿En qué es diferente? — Lupo se quedó en silencio. Clarissa solo se dio la vuelta, pero Lupo la sujeto—. ¡Suéltame!

—Estás en peligro…

—Eso ya lo dijiste, así que déjame decirte: No te amo, nunca te amado, no significas nada para mí. Me das lástima, siempre viviendo a la sombra de tu hermano que es mil veces más hombre que tú. — Jensen soltó el agarre—. Entiende de una maldita vez que sólo te necesitaba para lograr mis metas, ya las conseguí, así que ya no te necesito además, no es como si pudieras ofrecer mucho…

La chica se alejó de allí con paso seguro dejando a Jensen más confundido que antes, pero la principal pregunta allí era: ¿Por qué Misha era diferente?

***

El incesante sonido de su móvil despertó a Lupo con un pésimo humor. Había tenido que encargarse de cinco sujetos de la banda enemiga hasta altas horas de la madrugada y su plan de un perfecto sábado era dormir hasta que anocheciera. Buscaba dando manotazos, un tanto descoordinados por la falta de sueño, su móvil hasta que finalmente lo encontró. Si se trataba de Morello o Lyosha juraba que iban a pagar por perturbar su sueño. Al ver el nombre de Ethan en la pantalla redujo su ira a menos de la mitad— ¿Ethan? Estaba…—Calló al escuchar los sollozos del otro lado del teléfono— ¿Ethan? — No respondía. Lupo se sentó de golpe en la cama— ¡¿Ethan?! ¡Maldita sea, di algo!

—Y-yo…yo no quería— Susurró con voz entre cortada—. Créeme, créeme por lo que más quieras…

Lupo apretó con fuerza su celular— ¿Qué hiciste?

—Está muerto—Y luego sólo se escuchaba el llanto de Ethan del otro lado—. Lupo, te necesito…

— ¿Dónde estás?

—No lo sé— Su voz sonaba rasposa— me llevó una hora encontrar un lugar donde hubiera señal…

—Tranquilízate, Ethan. Todo estará bien…

La comunicación empezó a presentar interferencia—Lo maté— susurró desesperado.

— ¿A quién? — Preguntó temiéndose lo peor.

—A Samuel…

Lupo se echó sus cabellos para atrás— ¿Has llamado a alguien más?

—N-no…

—Bien— Dijo intentando tranquilizarse—. No hagas ninguna estupidez. No llames a nadie más. Iré enseguida…

—No sabes dónde estoy…

—Dije que iré enseguida— Le aseguró mientras se ponía de pie y buscaba sus zapatos y las llaves del Audi—. Ethan— Su voz sonó apremiante—. Todo estará bien…

***

Lyosha miró preocupado a Dante, lucía preocupado por algo. Su instinto le había dicho que no debió haber dejado que tomara esa llamada. Luego de unos minutos de verlo discutir con alguien colgó y se acercó a él — Algo le pasó a Ethan— Su voz sonaba nerviosa—. Lupo acaba de pedirme que rastree la llamada y que la borre del sistema—Aquello no sonó nada bien—. No puedo irme…

La vocecilla de la mujer del aeropuerto anunciando que el avión a Las Bahamas estaba a punto de salir retumbó en las paredes del aeropuerto— Dante, esto ya no te compete a ti…

El rubio le miró dolido— Pero necesito saber que él está bien. Si algo le pasa a Ethan…

Lyosha le tomó de los hombros— Lupo estará con él— Le aseguró—. Dante, sólo te estás lastimando. Haz la llamada, dile a Lupo donde está y luego olvídate de él— Odiaba cuando Dante le miraba de esa forma, su expresión era vulnerabilidad en estado puro—. No puedes seguir en la vida de alguien que claramente no quiere tu compañía— le dijo con tristeza—. Si Ethan quisiera que fueras en su ayuda entonces te hubiera llamado a ti…

Dante miró el móvil y luego los ojos miel de Lyosha que reflejaban auténtica preocupación por él— Haré la llamada…—susurró derrotado. El español se quedó cuidando el equipaje de Dante. La vocecilla de la mujer que anunciaba los vuelos que llegaban y que partían sólo lo hacían sentir más nervioso. Luego de diez minutos Dante volvió hasta donde él.

— ¿Mejor?

Dante negó— Lupo estaba nervioso, Lupo nunca está nervioso o al menos jamás lo he visto así. No puedo irme…

Lyosha tomó la maleta de Dante y se la puse en la mano— Claro que sí. El piloto ya te está esperando. No puedes dejarlo plantado…

—Yo le pago…

El español frunció el ceño— Claro y como tienes dinero, tienes derecho a hacer lo que se te pegue la gana— Dante iba a refutarlo—. Eso es exactamente lo que quisiste decir— Lo cortó—, pero el dinero no te ayudará a que te salgas con la tuya esta vez. Te subes a ese avión y te olvidas de todo…

—Pero Ethan…

Lyosha suspiró— Estará bien, todo estará bien.

— ¿Cómo lo sabes?

—Lupo va a cuidarlo, créeme todos queremos lo mejor para él, pero Lupo es en quién más confía y ambos sabemos que no hay nada que podamos hacer para cambiarlo.

Dante suspiró derrotado— Entonces ¿Me avisarás si pasa algo?

—Por supuesto…

—No quiero que me mientas, Lyosha. Si algo le pasa a Ethan…

—Tendré que decírtelo. Estoy consciente de eso— Le aseguró el español—. Enserio, tomate el tiempo necesario para aclarar tu mente, te hará mucho bien.

—Eso espero…

—Buscas a Kevin, dile que vas de parte mía él se encargará de ayudarte a localizar a Lamire en caso que ya esté en condiciones de vivir solo— Odiaba ni siquiera saber en qué condiciones se encontraba su bonito.

—Kevin, entendido. No te preocupes, todo estará bien, le daré a Lamire tu carta y le pondré tu detallito cursi.

El español se sonrojó un poco— Más te vale— Metió sus manos en sus bolsillos—. También más te vale que busques un buen ligue para quitarte la abstinencia que te manejas porque no te hace ningún bien…

—Lyosha…

—Oye, solo digo, si te sientes tentado a ligarte con alguien no tiene nada de malo. Es más, te haría mucho bien, ya sabes, seguir adelante.

—Prometo intentar divertirme, es lo más que puedo prometerte…

—Suena bien para mí— Le aseguró antes de abrazarle—. Ten cuidado, me llamas para que venga a recogerte ¿vale?

—Gracias y más te vale que cuides el Bentley…

***

Ethan apretaba con fuerza el móvil en sus manos para intentar controlar el temblor de sus dedos. Cerraba los ojos con fuerza, pero sólo veía a Samuel sin vida. Él lo había matado. Tembló ante esa idea. No había querido, sus manos forcejaron con las de Samuel, él sólo había querido desamarlo, pero de un momento a otro lo que apretó fue el gatillo.

Cerró sus ojos con fuerza sintiendo que se iba a volver loco si seguía viendo la sangre en su ropa— Lupo, ¿dónde estás? — Susurró desesperado. Llevaba tres horas en ese lugar y temió que él también lo hubiera abandonado.

Recordó las palabras de Mapelli ¿Y si era verdad? Y al final todos lo abandonaban— No quiero estar solo— susurró desesperado. También pensó en todo el daño que había hecho, en especial a Dante. Nunca había querido lastimarlo. ¿Y si al final en verdad sólo podía causar dolor a quienes lo rodeaban?

Ethan tembló ante esa idea. Estaba maldito —Alguien, ayúdeme— susurró en voz baja, le faltaba el aliento.

Samuel está muerto.

Yo lo maté…

El móvil se escapó de sus manos. Estas empezaron a temblar con fuerza. Ethan se abrazó así mismo intentando evitar que los espasmos, pero todo su cuerpo tembló. Ahogó un sollozo. Todo empezó a dar vueltas. Abrió sus ojos y sintió que el aire le faltaba.

Vas a quedarte solo, querido Ethan.

La voz de Mapelli sonó con fuerza en su cabeza. Él no quería ser un halcón, quería una vida normal.

Soy un asesino…

Gritó sintiendo como su garganta dolía. Su cuerpo se paralizó y por más que quiso moverse no pudo hacerlo. Quedó tendido en la hierba que crecía a un costado del camino de tierra, lloró, era lo único que podía hacer. Lloró hasta que no pudo más y perdió el conocimiento.

A lo lejos le llegó una voz. No comprendía nada, pero sabía que tenía que abrir los ojos, esa voz lo llamaba y sonaba al borde de la desesperación. Ethan los abrió con dificultad, al principio no comprendió que hacía Lupo allí  y luego recordó: Él había asesinado a Samuel.

—Y-yo no quería...

El halcón lo estrechó en sus brazos. Ethan cerró sus ojos dejando que unas lágrimas cayeran— Estás aquí…

—Te dije que vendría.

—Lo maté…

Lupo asintió— Lo sé, no te preocupes. Nos desharemos del cadáver.

—No quería, pero iba a matarme, dijo que era lo mejor…

—Ethan, él estaba loco, perdió a su esposa a su hijo, no le des importancia a sus palabras.

—Mi mamá le dijo que sólo traía destrucción y muerte...

Lupo lo estrechó con fuerza— Clarissa también está loca— Probablemente siempre lo había estado—. No le hagas caso a nadie, Ethan, lo importante es que tú sepas quien eres…

—Ese es el problema— Dijo con un hilo de voz—. Ya no tengo idea quién soy o en qué me he convertido…

Lupo le miró preocupado— Tranquilo, lo primero es que deshacernos del cadáver ¿de acuerdo?

Ethan asintió y dejó que Lupo lo guiara hasta el Audi. Subieron al auto e Ethan le indicó el camino que había recorrido para haber conseguido un lugar donde la señal del móvil diera.

Al llegar hasta el auto deportivo Lupo bajó— Quédate aquí— Le ordenó. El halcón caminó hasta donde estaba el cuerpo sin vida de Shiheflit. La bala había dado justo a la altura del corazón. Una muerte inmediata. Miró los alrededores, no comprendía como nadie los había descubierto, ni siquiera los guardabosques.

Shiheflit lo había guiado a una de las mayores reservas el país, y había utilizado uno de los caminos secundarios, lo había planeado todo bien. Iba a asesinar a Ethan y dejar su cuerpo a los animales salvajes. Lupo presionó con su pie el cadáver— Te salió mal la jugada— Susurró lleno de odio, la sola idea que alguien se hubiera atrevido a ponerle una mano encima a su sobrino le hizo hervir la sangre.

Fue hasta la cajuela del Audi. Estaba buscando una pala cuando sintió a Ethan a su lado— Te dije que te quedaras en el auto…

—No quiero estar solo— Susurró mientras se apegaba a él.

Lupo se giró — Lo sé, pero tenemos que salir de aquí pronto.

— ¿Qué vas a hacer con el cuerpo?

—No podemos llevarlo a su apartamento y hacerlo pasar por un suicidio por el ángulo del disparo. Tendremos que enterrarlo aquí.

Ethan se estremeció— ¿Aquí?

—Sí, no podemos arriesgarnos a que nos paren con un cadáver en el maletero. Aguarda  en el auto mientras cavo y…

—No. Voy a ayudarte…

—Ethan, no creo…

—Estoy bien— Le aseguró mientras se inclinaba al maletero del Audi, quitó unas cuantas armas antes de lograr dar con una de las dos palas.

Lupo tomó la otra y le indicó dónde empezaran a cavar. Hicieron un agujero de cinco metros donde la hierba no había crecido mucho. Lupo en todo momento miraba de reojo a Ethan por temor que reaccionara mal en cualquier momento, pero su sobrino tenía la mirada perdida y trabajaba como un autómata.

Una vez estuvo lo suficiente profundo arrastraron el cuerpo hasta el agujero. Ethan iba a echar la primera palada con tierra, pero Lupo le detuvo— Estaba pensando…—Empezó intentando cuidar sus palabras lo mayor posible— Que tal vez lo mejor sería incinerar el cuerpo. Ya sabes, así evitas que el fantasma nos persiga— Dijo intentando aligerar el ambiente, pero no lo consiguió. Ethan seguía mirando inexpresivo el cadáver de Samuel dentro de la fosa—. Además es casi imposible que lo encuentren así.

—Está bien…

—También deberíamos quemar tu camisa— Ethan estaba cubierto de sangre y tierra, éste se quitó la camisa y la arrojó dentro de la fosa.

Lupo fue por un poco de gasolina que siempre cargaba de reserva y lo roció sobre el cuerpo. Tomó una hoja seca que estaba cerca de allí y le prendió fuego antes de arrojarla al cuerpo. Lupo estaba alerta por si el humo llegaba a elevarse demasiado y llamar la atención de alguien, lo menos que necesitaba era que alguien los encontrara en esos momentos y tener más cuerpos que incinerar.

—Nunca quise hacerle daño, señor Shiheflit…

Lupo miró a su sobrino que venía el cuerpo de Samuel arder. Una vez se aseguraron que el fuego había consumido todo el cuerpo volvieron a cerrar el agujero. Ethan insistió en ayudar a Lupo a evitar que la tierra pareciera que había sido removida, pero no tuvo mayor éxito convenciéndolo.

Media hora después Lupo se le acercó— Ethan, ¿estás en condiciones de manejar?

El azabache asintió— ¿Por qué?

—Será más fácil si dejamos el auto de Shiheflit en su casa. Si supongo bien, nadie sabía que ustedes dos estarían juntos. Una desaparición siempre es mejor que un homicidio— Le pasó las llaves del Audi—. Ethan, todo estará bien…

—No prometas cosas que no podrás prometer—Susurró con voz lúgubre—. Maté a ese hombre, Lupo. No me vengas con que las cosas van a mejorar porque claramente todo apunta a que todo se volverá peor.

—Tienes una vida por delante, Ethan, no dejaré que este error te cueste caro…

Miró las llaves de Audi y luego a Lupo— Tengo miedo de perderme a mí mismo— Creía que ya lo estaba haciendo.

—No lo harás— Le aseguró el halcón—. En el baúl hay una camisa extra. Póntela. Ve a mi apartamento, espérame allí —Lupo se dirigió hasta el auto de Shiheflit, con suerte podría devolverlo sin mayores dificultades.

— ¿Por qué haces esto? —El halcón se volteó confundido—. Soy un asesino…

Lupo sonrió con tristeza— Creo en ti y aún veo todo lo bueno que hay dentro de ti, Ethan. Yo aún no pierdo la fe en que lograrás evitar el destino que tú ves ineludible— Subió al automóvil y arrancó.

***

Alessandro intentó moverse, pero unos brazos alrededor de su cuerpo se lo impidieron. Al abrir los ojos se encontró con unas pupilas brillantes de alegría y rebosantes de amor— Ahora tú eres el dormilón…

— ¿Qué hora es? — Preguntó aún somnoliento.

—Hora de comer— Comentó el pelirrojo con tranquilidad—. De nuevo.

Alessandro sonrió y se quedó mirando largo rato el techo de la cabaña. Suspiró al sentir los dedos de Ariel rozar su cuerpo— Ricura…

El pelirrojo se acomodó en el pecho de Alessandro una vez más— Extrañaba esto.

— ¿El hacer el amor hasta quedar prácticamente inconscientes y sólo levantarnos de la cama para comer? — Cuestionó con una sonrisa mientras acariciaba los cabellos del menor.

—Eso es un plus— Comentó el pelirrojo con tranquilidad—. Me refería a esto: Tú y yo juntos.

Alessandro cerró sus ojos dejándose embriagar por esa tranquilidad. Todo parecía tan perfecto en esos momentos, allí los dos alejados del mundo, de todos los problemas.

— ¿Puedo hacerte una pregunta? Es bastante personal y no tienes que responderla si no quieres.

Alessandro volvió a abrir los ojos y notó a Ariel bastante nervioso, le indicó  que se sentara unos segundos, para que él se acomodara mejor, una vez sentado también lo atrajo hacia él, dejándolo entre sus piernas— Puedes preguntar todo lo que quieras.

Ariel dudó unos segundos, tenía el rostro ladeado para ver a Alessandro a los ojos— ¿Por qué casi nunca te lo quitas? — Preguntó mientras señalaba el anillo que colgaba en su pecho desnudo.

— Es una larga historia y en realidad sigo intentando comprenderla— El pelirrojo le miró un poco desconfiado—. Perteneció a mi padre, lo recibí cuando él murió.

—Lo siento…

—Está bien, apenas y lo recuerdo.

— ¿Entonces qué te ata a él?

—Supongo que el pasado.

— ¿Sólo eso?

Alessandro sonrió un poco— Misha lo usó un tiempo— Admitió—. De hecho, creía que lo llevaba puesto cuando yo…

El pelirrojo se apegó más a él— Lo siento…

—Está bien— Susurró acariciando los cabellos del otro.

— ¿Lo extrañas mucho?

Alessandro lo estrechó entre sus brazos— ¿Estás consciente que esta conversación puede hacerte más daño a ti que a mí?

—Estoy consciente.

—Lo extraño, pero eso no significa que no sea feliz a tu lado.

Ariel sonrió un poco— ¿Nunca te has pensado como serían las cosas si él aún viviera?

No le gustaba mucho el rumbo de esta conversación, pero se había prometido ser más abierto con Ariel— No, no tendría sentido, pero supongo que las cosas no hubieran cambiado mucho.

— ¿Tú fuiste su primer amor?

—No…

Ariel le miró sorprendido— ¿Enserio?

—Enserio, él estaba enamorado de alguien más cuando lo conocí y aunque él siempre quiso negarlo, era algo evidente.

El pelirrojo le miraba incrédulo— ¿Y qué pasó? — Preguntó con curiosidad— ¿Llegaste y le hiciste ver que eras mejor que el otro tipo?

Alessandro sonrió un poco— No, o no sé— Ahogó una risa nostálgica al recordar todo lo que había pasado—. Es complicado. Nuestra relación siempre lo fue.

—No lo entiendo ¿Por qué? Si tú eres tan…increíble.

Alessandro le besó — Pues esta persona tan increíble no conseguía que Misha dejara de pensar en su primer amor— Le explicó con tranquilidad—. A veces me pregunto si en verdad estábamos hechos uno para el otro o si simplemente terminamos juntos porque él no logró que la persona a la que amaba le quisiera de la misma forma.

Ariel frunció el ceño— Pues Misha era un idiota por seguir pensando en alguien más y no fijarse en la persona que tenía frente a él. No entiendo cómo no podía ver todo lo que yo veo en ti…

Alessandro sonrió— Bueno, basta de hablar del pasado— Cortó la conversación por lo sano—. Deberíamos concentrarnos en tu futuro. ¿En verdad no vas a aplicar a ninguna universidad? Aún tienes oportunidad de entrar a unas muy buenas.

Ariel le miró con tristeza— Alessandro…

—Quiero que tengas un buen futuro, Ariel, no tienes que privarte de tus sueños.

—Te tengo a ti, eso es suficiente— Le aseguró mientras se sentaba para quedar frente a él—. No necesito nada más.

—Eso piensas ahora, luego vas a querer más…

Ariel sonrió sarcástico— No vayas a empezar con esas cosas que querré un trabajo, un auto deportivo, una casa,  hijos y todo esas patrañas.

Alessandro se inclinó hacia él— Bueno dudo que nosotros dos podamos tener hijos, aunque si nos ponemos positivos y tomamos en cuenta que cuando Civella despierte seguro le va a dar un paro al ver que tiene dos hijos. Podemos quedarnos con Chris y criarlo como nuestro hijo para así hacerles la vida más fácil a tus padres, dudo que el viejo Aarón esté en condiciones para volver a pasar por la paternidad y esta vez con dos hijos.

Ariel río— ¿Es enserio? ¿Quieres que nos quedemos con Chris?

Alessandro le gustaba escuchar reír a Ariel, amaba su risa, de un momento a otro se encontró apreciando hasta aquellas acciones banales— Si eso implica que te conviertas en un adulto realizado con su vida entonces sí, además admítelo Chris tendría dos padres muy guapos.

—No quiero bajarte de tu nube, pero no creo que sea sano que criemos a un bebé considerando nuestros actuales trabajos.

Alessandro acostó a Ariel en la cama sintiendo a plenitud su desnudez. Sonrió— Bueno, siempre puedo cambiar de trabajo para irlo a traer al Kinder y llevarlo al parque a jugar con el perro— Ariel le miró sorprendido—. Oye no pongas esa cara, no tengo problemas con tener un perro, podemos mudarnos a Silver Beach y…

—No, no es por eso ¿es enserio? ¿Lo de dejarlo? — Preguntó extrañado— ¿Es que ya no quieres ser más un halcón?

Alessandro le miró fijamente— Si eso implica poder tener toda una vida a tu lado, entonces ya no quiero serlo.

Ariel sonrió —Has cambiado— Susurró mientras le acariciaba —. Ambos lo hemos hecho…

Alessandro lo sabía. Hacía mucho que ya no era la persona que siempre fue, Ariel lo había cambiado y estaba seguro que éste no sabía ese gran don que tenía de poder transformar a las personas—Tú lo has hecho posible— Susurró antes de rozar sus labios y dejarse embriagar por el amor que el menor tenía para darle sin medidas.

***

Dante había llegado a Barcelona casi a la media noche y aunque no tenía mucho sueño decidió esperar al día siguiente para ir a buscar a Lamire al hospital. El saber que Ethan estaba bien le hizo sentir un poco más tranquilo, sólo un poco, pero eso no fue suficiente para que pudiera conciliar el sueño. Apenas amaneció salió rumbo al hospital. No le fue muy difícil de dar con él a pesar que nunca había estado allí.

Dante entró a la sección de urgencias siguiendo las indicaciones del español, a esas horas no había mucho movimiento. Se acercó hasta el mostrador donde un médico parecía terminar de llenar unos papeles— Hola, disculpa, estoy buscando al doctor Beltrán.

El hombre le miró de pies a cabeza— Vaya, es la primera vez que alguien tan guapo viene a buscarme.

— ¿Tú eres Kevin?

El hombre sonrió divertido— Y hasta te sabes mi nombre, vaya eso me deja un poco en desventaja. No es que no me sienta halago con todo esto, pero ¿tú eres?

—Oh, lo siento, soy Dante— Dijo tendiéndole la mano, la cual Kevin estrechó—. Dante Di Ferrer, soy amigo de Lyo…De Nicolás, venía a hacerle una visita a Lamire y me dijo que tú podrías ayudarme a localizarlo.

Nicolás se apoyó en el mostrador— ¿Así que eres amigo de Nico?

—Sí.

Dante no supo a qué se debió de esa mirada tan minuciosa—. Ok, ven, Lamire está por empezar su terapia, si no tienes prisa puedes esperarle.

—No, no tengo prisa, vengo de vacaciones— Comentó mientras caminaba junto a Kevin por los pasillos.

— ¿De vacaciones en esta época del año?

—Sí. Yo las necesitaba…

Kevin le miró de reojo— ¿Huyendo de algún admirador o admiradora?

Dante sonrió un poco— En realidad soy yo el admirador obsesionado…

Kevin sonrió mientras tomaban el elevador— Vaya, eso si no me lo esperaba, creía que eras del tipo a que la gente acosaba.

—Supongo que esos tiempos ya pasaron— Comentó mientras metía sus manos en su abrigo.

— ¿Y conoces desde hace mucho a Nico?

—Un par de años.

— ¿Y no te has acostado con él o eres demasiado hetero para hacerlo?

Dante sonrió de lado sin despegar la mirada de las puertas del ascensor que en esos momentos estaban cerradas— Fuimos novios un tiempo o lo más cercano a eso, así que hasta allí te lo dejo. Creo que a ti no hace falta preguntarte eso…

—Así que eres gay— Canturreó feliz.

Dante le miró de reojo, había caído en su trampa— Bisexual…

—Interesante— Las puertas se abrieron en ese momento. Ambos salieron y le guió por un pasillo—. Listo. Llegamos. Lamire estará allí adentro, con suerte podrás hablar con él media hora. Su terapia dura aproximadamente una o dos horas en todo lo que esperas a que salga puedes invitarme a desayunar, termino mi turno en media hora.

—Kevin, oye…

—En media hora, búscame a la salida de urgencias— Lo interrumpió con una sonrisa antes de perderse por el pasillo. Dante negó con la cabeza, pero no pudo borrar la sonrisa de su rostro. Apenas abrió la puerta su mirada se encontró con la de Lamire.

— ¿Dante? — Dijo sorprendido.

—Hola, Lamire. Te ves bien— Aún estaba sentado en la silla de ruedas, pero había algo en su semblante que le hacía lucir más sano.

— ¿Qué haces aquí? — Preguntó el coreano sin salir de su asombro— ¿Le pasó algo a Lyosha?

—No, no— Se apresuró a tranquilizarlo—. Él te extrañaba y no tenía manera de comunicarse contigo así que me mandó a ver si estabas bien.

Lamire le miró extrañado— ¿No ha tenido noticias mías? Pero si Lupo vino aquí hace solo una semana…

— ¿Lupo?

—Sí, le pedí que le dijera a Lyosha que estaba bien. ¿Estás seguro que no le dijo nada?

Dante le miró extrañado— No, no que yo sepa, supongo que se le ha debido pasar por alto, ha tenido unas semanas muy ajetreadas, ahora es el padrino de Naomi y Chris.

— ¿Lupo? — Preguntó incrédulo.

—Aunque tú no lo creas. Han pasado varias cosas: Ethan ganó una beca, aunque en teoría eso no lo sé…

— ¿Por qué no? Es decir, ustedes dos son pareja…

Dante desvió la mirada— Sí, eso es algo de lo mucho que ha pasado, Ethan y yo ya no estamos juntos…

—Lo siento, yo no…

—Está bien, es decir, estaré bien.

—Lamento que las cosas no hayan funcionado.

Dante le miró con tristeza— Yo también, pero supongo que son cosas que uno no puede controlar, pero estábamos en que las cosas en general supongo que están bien— No había motivos para mencionar la muerte del chico, Will, el amigo de Ariel y que al parecer tuvo algo que ver con Lyosha—. Morello está bien, sigue recibiendo bastante trabajo de Mapelli, pero con Lupo y Lyosha se encargan de todo.

— ¿Y no hubo ningún problema fingiendo que yo…?

—No, no todo está en orden. Si Mapelli hubiese sospechado algo hacía mucho hubiera dicho algo ¿no crees?

Lamire asintió, pero no se sentía muy seguro ante esa aseveración. Mapelli era de los tipos de cuidado y podía jugar muy bien a pretender que no sabía nada— Estaba preocupado por todos…

—No te preocupes, están todos bien. ¿Y tú?

El coreano sonrió un poco— Bueno, al final hubo una pequeña complicación después de la intervención, debido a que  necesitaba más de una operación después de lo de Silver Beach, así que tuve otra cirugía casi de emergencia, pero no le digas nada a Lyosha o se pondrá histérico, ahora estoy bien…

—Se te ve mucho mejor de salud, pero eso no implica que estés más feliz ¿verdad? Si te hace sentir mejor Lyosha también te extraña muchísimo— Le aseguró Dante—. Oh, antes que lo olvide— Se rebuscó en su abrigo—. Lyosha te manda esto— Dijo entregándole una carta— Y me pidió que diera este CD— Dijo mientras se lo pasaba.

Lamire no pudo evitar mostrar su felicidad al tener la carta y el CD en sus manos— Gracias— Las últimas semanas sin el español habían sido una tortura.

La puerta de la habitación se abrió— Oh, Lamire, no sabía que tenías compañía…

—No es nada, yo quedé de ir a desayunar con Kevin— Lamire le miró extrañado— Bueno, él lo arregló de un momento a otro.

—Seguro querrá llevarte a la cama— Comentó despreocupadamente. Las últimas semanas, se había hecho muy cercano a Kevin y había descubierto que era un buen tipo, claro eso hasta que recordaba que se había acostado con Lyosha y eso hacía que una venita de celos surgiera.

—Sí, pero no creo que eso pase— Comentó Dante mientras se ponía de pie—. Volveré en una hora ¿vale?

—Me parece bien— Vio como Dante salía de la habitación. Su terapeuta sonrió— Tu amigo es muy guapo— Exclamó la mujer.

—Es demasiado perfecto para ser verdad— Comentó despreocupado Lamire—. ¿Está bien si leo esto primero?

—Adelante, yo preparo todo.

Las manos de Lamire temblaban de ansiedad. Apenas fue capaz de abrir el sobre sin romperlo. Sonrió apenas vio la letra de Lyosha.

Hola  mi bonito:

Creo que es la quinta carta que intento escribirte sin que suene demasiado cursi, así que espero que esta vez quede bien. No sabes lo estresante que es no saber nada de ti ¿o sí lo sabes? Espero que te la estés pasando igual de mal que yo, sino me sentiré profundamente ofendido de ser el único en esta relación que parece un adolescente desesperado. Eso sí, el hecho que esté desesperado por verte no significa que me he acostado con alguien. No señor. Te he sido jodidamente fiel, mi mano es testigo de eso, creo que se me va a caer de tantas veces que me he masturbado pensando en ti. Ok, eso no sonó muy romántico, pero no lo tacharé para que te conste que estoy pasando por la abstinencia más larga de mi vida y no es nada bonito. Espero que cierto coreanito me sea igual de fiel porque si no te juro que te asesino Kim Dong-Yul ¿Lo escribí bien verdad?

El punto es que te extraño. Mucho. Muchísimo. Demasiado. ¿Ya mencioné que te extraño? Quiero verte, mi bonito. Espero que Kevin te esté ayudando en todo lo que necesites. Si necesitas algo no dudes en decírselo a Dante, tiene estrictas órdenes de complacerte en todo lo que no tenga un carácter sexual, sino lo hace entonces dímelo que lo haré pagar. Espero que estés bien y que ya puedas ir a conocer Barcelona. El acuario es genial, aunque la gente nunca lo aprecia lo suficiente. La “Sagrada Familia” es enorme. Dato curioso aún no está terminada, dicen que probablemente esté hasta el 2025. ¿No te parece una locura? Si puedes ve al estadio también, es genial. Pensándolo bien, no vayas al estadio, irás hasta que yo esté contigo ¿eh?

Yo estoy bien, las cosas por aquí no han cambiado mucho, solamente que no estás y de repente todo me parece tan triste y vacío, pero intento no extrañarte demasiado porque si no me vuelvo loco. Ya verás que pronto nos reuniremos. Estoy feliz de haberme enamorado de ti. No sé de donde coños salió lo último, pero vale, tampoco lo tacharé.

Te amo.

Ok eso si fue demasiado cursi, pero también lo dejaré porque espero recibir una carta que contenga al menos un “Te amo” también y ok, lo siguiente es muy cursi no sé de donde salió, pero escuché esta canción y no sé, supongo que pienso en ti cada vez que la escucho y espero que te guste. ¡Oh por si te lo preguntas! La canción se llama No veo la hora de Noel Schajris. Espero que estés feliz con mi carta. ¡Más te vale que lo estés!

Te amo y hasta aquí dejaré esta carta…

Me voy…

Adiosito…

Solamente tuyo, y mi mano puede dar fe de eso.

Lyosha o Nicolás. No Nico ¿eh?

 

Lamire tenía una radiante sonrisa cuando terminó de leer la carta tanto intentó esconder su mirada para que su terapeuta no creyera que se volvió loco. No pudo evitar volverla a leer una y otra vez.

—Bueno, creo que alguien ha recibido buenas nuevas del novio desaparecido…

Lamire no borró su sonrisa— No realmente, él nunca se ha desaparecido, siempre está conmigo— Le aseguró—. ¿Hay alguna radio donde pueda poner esto? — Preguntó mientras le pasaba el CD.

—Por supuesto, vamos a sacarle lucro a esa felicidad extra para esta terapia— Dijo mientras tomaba el CD y lo ponía para dejar sonar unas notas de piano— ¿Listo?

—Sí…

***

Lupo abrió la puerta de su apartamento y dejó en el suelo a Carlo Magno que de inmediato empezó a pasearse por el apartamento como si ya fuese el amo y señor del lugar. El halcón no dijo nada al respecto y caminó hasta la habitación donde estaba su sobrino. El gato se escabulló entre sus piernas y fue hasta su dueño intentando recibir un poco de atención de parte suya, pero Ethan seguía mirando por la ventana o al menos Lupo quería convencerse que eso hacía. Lucía tan ausente, como si estuviera muerto en vida. Carlo Magno incluso le mordió la mano al sentirse ignorado, pero no obtuvo ningún resultado.

Lupo entró y dejó una mochila con ropa en la cama— Te he traído una ropa y tu cepillo de dientes— No hubo respuesta—. ¿Seguro que no quieres nada de comer? Tengo incluso pizza ya sólo para meterla al horno— Silencio. Lupo se estaba volviendo loco y eso que él amaba los largos silencios. Se sentó a la orilla de la cama y puso una mano en los cabellos de Ethan—. Sé que esto es difícil, pero lograrás superar esto, como todos los problemas a los que te has enfrentado siempre— Lupo estaba desesperándose—. ¡Maldita sea, Ethan! Di cualquier cosa. ¡Lo que sea! No has abierto la boca desde que ayer, no has comido, no has dormido y me estás preocupando tanto que incluso estoy pensando seriamente llamar al enclenque pelirrojo para que te haga volver  a la normalidad…

Ethan giró su rostro hasta Lupo—No…

El halcón se sintió aliviado al escucharlo hablar— ¿No quieres que llame al enclenque?

La expresión de Ethan fue de profunda agonía— No, no…—Empezó a respirar erráticamente—. No, Ariel no puede saberlo. No se lo digas, no le digas a nadie— De un momento a otro Ethan estaba perdiendo el control—. ¡Lupo, no puede saberlo!

—E-Ethan tranquilízate…

—No, no se lo digas por favor, va a odiarme— Dijo en un atisbo de pánico—. Ariel va a odiarme y yo me muero si eso pasa…

Lupo lo tomó de los hombros— De acuerdo, no le diré nada, pero cálmate. Cálmate por favor— No fue tan fácil hacerlo, incluso cuando Ethan volvió a su mutismo, Lupo dudó que en verdad estuviera bien—. Nadie sabrá nada, lo prometo, pero tienes que tranquilizarte. ¿Entendido? — Ethan asintió aún nervioso. Sus manos temblaban y tenía que tomarlas con fuerza para evitarlo— Así está mejor. Ahora vas a esperar que te prepare algo de comer y luego vas a dormir…

—No puedo, no puedo dormir…

—Ethan…

—No, soñaré con Samuel, así como no podía evitar soñar con Matías cuando yo... —Mordió su labio y ahogó un gemido de dolor—. No quiero verlos, no a ellos…

—Tranquilo, no lo harás, te daré una pastilla para dormir y no soñarás nada ¿de acuerdo? — Ethan le miró inseguro, pero asintió— Buen chico— susurró el halcón—. Ethan, estaba pensando que quizás lo mejor sería que te mudaras conmigo…

El azabache le miró fijamente— ¿Crees que voy a suicidarme o algo parecido?

—No, pero me sentiría mejor si estoy cerca de ti para ayudarte con todo esto…

—No quiero molestar…

—No es molestia— le aseguró el halcón— ¿Qué dices? ¿Quieres vivir con este viejo cascarrabias?

Ethan se limitó a abrazarlo— Ahora si seremos una verdadera familia ¿verdad?

Lupo cerró sus ojos y lo estrechó con fuerza— Sí, lo seremos. No dejaré que nadie vuelva a hacerte daño, Ethan.

—Aún puedo tener una vida normal ¿verdad?

—Sí, aún puedes. Puedes ser o tener lo que tú quieras, Ethan.

—No quiero estar solo…

—No lo estarás, ya nunca más tendrás que estarlo, tampoco tendrás que volver enfrentarte al mundo tú solo.

—Gracias, papá…

—Te quiero, hijo…

***

Las siguientes dos semanas pasaron en un abrir y cerrar de ojos y antes que Ariel pudiera darse cuenta su vida en la escuela había terminado. Cuando el timbre sonó ninguno se movió de inmediato. Todos se quedaron mirando unos a otros. Era la última vez que lo escuchaban. Ethan fue el primero en ponerse de pie, una vez lo hizo todos los demás empezaron a hacerlo y a despedirse de todos.

Ariel fue hasta Ethan y sonrió con cierta nostalgia— Será extraño ¿verdad? — Ethan seguía recogiendo sus cosas. El pelirrojo estaba preocupado por él. Las últimas semanas lo notaba más ensimismado en sus pensamientos— Ethan…

El azabache alzó la mirada y sonrió al ver a Ariel— Lo siento, estaba pensando ¿me decías?

Eso era lo que más le preocupaba al pelirrojo, últimamente pensaba mucho y que de la nada se hubiera mudado con Lupo era demasiado sospechoso. Había intentado averiguar algo del lado de Alessandro puesto que él también estaba sorprendido, pero sin mayores éxitos. Ariel había agotado todos los medios posibles por intentar saber cómo ayudar a Ethan, pero se había quedado sin ideas.

Salieron juntos del aula y todos los estudiantes de menor curso aprovecharon de despedirse una última vez de Ethan— ¿Qué se siente retirarte de la escuela como una leyenda viviente?

El azabache sonrió— No soy una leyenda.

—Claro que sí. Será muy extraño ¿verdad? No volver aquí…

—Siempre podemos volver, pero no será igual— Le recordó el azabache mientras pasaba su mano sobre los hombros de Ariel—, pero tú eras quién quería terminar con esta tortura…

El pelirrojo se detuvo para mirar su escuela y sonrió con nostalgia— Quería que terminara para poder dedicarme por completo al trabajo, pero si todo esto no hubiera pasado, estoy seguro que hubiera disfrutado más todo. Ahora que acabó siento que siempre fui ajeno a este ambiente…

Ethan besó en la mejilla al pelirrojo, era pequeños acercamientos que tenía desde que hablaron para el cumpleaños de Ariel— Si te hace sentir mejor yo también me sentía ajeno a todo esto— le susurró al oído.

—Y sin embargo…

—Y sin embargo disfrutamos los momentos aquí ¿verdad, Ari?

El pelirrojo asintió— Por supuesto ¿cómo no disfrutarlo si estoy con mi amigo súper especial? — Caminaron hasta el parqueo de la escuela. Los últimos días había conseguido lograr sacar su licencia para conducir la Ducati sin ningún problema. También había logrado que las cosas con su madre de alguna manera se arreglaran, incluso Emily había empezado a darle refuerzo en matemáticas y lenguaje a los niños de la calle por las tarde, lo que implicaba que al menos Ariel sentía un poco de menos peso sobre sus hombros—. ¿Y ya sabes a quienes vas a llevar al acto de graduación?

—Estaba pensando en Lupo, pero no sé si le gustaría, si no va entonces creo que vendría solo…

—Siempre puedes invitar a Lyosha, estoy seguro que le gustaría venir. Yo tengo la invitación de mi madre y de Alessandro, me sobra una aún, pero no sé si tú quieres llevar a Lyosha.

Ethan intentó hacer caso omiso al hecho que Alessandro iba a estar allí— Seguro, le preguntaré, ¿entonces no vas a llevar a nadie más?

Ariel dudó unos segundos— Estaba pensando en Dante— dijo con cierta cautela—. No sé exactamente cuando vuelve, pero creía que sería apropiado hacerlo, ya sabes estuvo allí para el bautismo de Chris y Naomi y ha sido muy bueno con ambos— Al ver la expresión de Ethan decidió no seguir—. Aunque si tú te sentirías incómodo podría no invitarlo…

—No, no. Supongo que tienes razón, ha sido muy bueno con ambos, lo correcto es invitarlo.

Ariel le miró un poco desconfiado mientras subía a la moto— ¿Seguro? No quiero que luego te sientas incómodo.

—No, no está bien. Invítalo.

—Y bien ¿no vas a subir? — Preguntó el pelirrojo.

—Creía que irías a ver a Alessandro, por cierto ¿Por qué no está aquí? Pensé que al ser el último día de clases estaría aquí…

— Le pedí que no lo hiciera. Es mi último día como estudiante, así que me gustaría pasarla con mi mejor amigo.

Ethan sonrió al escucharlo hablar así— ¿Y no se molestó?

—Está siendo más comprensivo o al menos está luchando por serlo— Admitió el pelirrojo, aunque sabía que en la noche pagaría las consecuencias con su cuerpo, pero bien lo valía para ver a Ethan sonreír de esa manera—. Entonces ¿nos vamos?

***

Dante chocó su copa con la de Kevin. No tenía idea de cuantos tragos llevaba encima, pero estaba seguro que eran más de seis y le estaban pegando fuerte. Las últimas dos semanas habían sido de lo más extrañas.  Viendo los ojos negros que parecían querer quitarle la ropa a manotazos era solo una manera de confirmar que en verdad habían sido extrañas.

— ¿En verdad te vas mañana? — Preguntó acercándose a él peligrosamente.

—Sí, ya sabes no puedo dejar mucho tiempo desatendido mis negocios.

—Claro, claro eres un empresario— Dijo Kevin con una sonrisa de lado—. Bueno, creo que debería hacer esta última noche muy memorable…

Dante contuvo la respiración cuando el otro se acercó peligrosamente a sus labios, siempre era así, Kevin se acercaba, pero no hacía nada más, al parecer entendía que no estaba listo para nada. Aquellos ojos negros no dejaron de ver sus labios, pero de un segundo a otro se dejó caer en el asiento.

El rubio le miró algo apenado— ¿Quieres que nos vayamos?

—Sí, me gustaría…

Salieron del bar y empezaron a caminar por las calles hasta el apartamento de Kevin que no quedaba muy lejos de allí. Ese silencio lo estaba matando, sabía que la había embarrado por completo. Durante su estadía el estar con Kevin le había sentado mucho bien; sin embargo, sabía que el otro esperaba algo más de él y no estaba tan seguro de poder dárselo. Al llegar a la entrada de los condominios el español se paró, dejándole claro que hasta allí llegaban los dos juntos.

—Mañana tengo turno todo el día…

Dante asintió— Está bien— Le tendió la mano y notó un brillo de decepción en la mirada del doctor—. Fue un placer, Kevin.

Estrechó la mano que le ofrecía— En verdad lo amas ¿verdad? Al tal Ethan— Dante no respondió nada—. ¿Y está guapo al menos? — Dante sonrió un poco y sacó su móvil y le mostró una foto de Ethan. Kevin soltó un silbido— Ya veo porque no puedes olvidarle, está muy guapo.

—No es sólo el físico…

—Lo sé, se nota que lo amas, pero el que sólo tú lo ames no ayuda mucho ¿verdad? — Kevin hizo su última movida—. ¿No has pensado que tal vez tienes miedo de acostarte con alguien más por temor a que dejes de amarle?

—No, no, eso sería imposible…

Kevin sonrió de lado— Y sin embargo, aquí estás sin haberte liado con nadie desde que cortaron…

— ¿Me estás provocando, Kevin? Sabes que eso no va a funcionar conmigo ¿verdad?

El español río— Claro que lo sé, sólo me gusta molestarte un poco— Puso sus manos en el abrigo del otro—. Creía que para estas alturas del juego, querido Dante, sabía que cuando me gusta algo simplemente lo tomo— Lo atrajo con fuerza hasta él y le besó. Sus alientos alcoholizados se mezclaron. Sus bocas se rozaron con desesperación. Retrocedieron dando pasos poco coordinados hasta que chocaron contra una de las paredes del edificio. Dante lo acorraló entre la pared y su cuerpo.

Se separaron jadeantes. Dante tenía apoyada una mano a la altura de la cabeza de Kevin— Me voy mañana…

—Lo sé, no estoy buscando una historia de amor, sólo sexo…

Dante sonrió un poco— ¿Aún seremos amigos por la mañana?

—Sólo si eres bueno en la cama, no me junto con tipos que sean malos en el sexo…

Dante río al escucharlo hablar así— Entonces después de esto vas a querer que sea tu mejor amigo— Susurró antes de besarle de lleno. Sintiéndose un poco más libre cada vez que su lengua rozaba con la de Kevin.

***

Ethan bajó del metro de San Peter, pasó por una pequeña florería y continuó con su camino. Esa tarde con Ariel lo había dejado mucho más tranquilo. Al entrar a Tabú  encontró a Hayley limpiando unas mesas para ahora en la noche. Apenas lo vio se quedó como si hubiese visto un fantasma.

—Creí que no volvería a verte— Dijo recuperando la compostura—. No contestas mis llamadas y apenas respondías mis mensajes.

El chico se ruborizó— Lo siento, estas últimas semanas han sido de locos. Me has hecho falta…

La chica relajó su semblante— Vienes aquí con un ramo de flores y diciéndome que me extrañas. ¿Qué clase de chica crees que soy, Ethan Lenz? — El azabache se sonrojó un poco—. Bueno, tienes suerte. Soy exactamente de ese tipo de chica que perdona una desaparición con unas flores y una disculpa como esa.

Ethan sonrió más relajado— ¿Estás muy ocupada?

—Siempre puedo escaparme unas cuantas horas, pero debo volver antes de las nueve ¿te parece bien?

—Perfecto— Dijo tendiéndole su brazo. La chica lo tomó y salieron juntos de Tabú.

De a poco Ethan intentaba recuperar su vida, pero a veces el recuerdo de Samuel le llegaba con demasiada fuerza y se quedaba estático no sabiendo que hacer con él. Ethan estaba consciente que si no fuera por Lupo hacía mucho hubiera cometido una locura, pero el halcón siempre estaba allí como un padre cuidando de él. Se sentía seguro a su lado y desde que vivían juntos en verdad las cosas parecían ir mejorando para él. Aunque claro, ahora tener a alguien pendiente con él implicaba tener que recibir llamadas para recordarle que no debía llegar muy tarde a casa, por eso mismo a las ocho estuvieron de vuelta en la disco.

— ¿Desde cuándo tienes niñero?

Ethan se sonrojó un poco al escuchar eso— No hace mucho, pero es más como un padre que  un niñero. Lo siento, la estaba pasando bien…

—Yo también, no te preocupes, ya habrá otra ocasión ¿verdad?

Ethan asintió— De hecho hay algo que quería preguntarte— le dijo con cierto nerviosismo. Se lo había pensado mucho los últimos días—. Mi graduación es en unos días y pues no sé, me preguntaba si quisieras ir conmigo a la fiesta…

A la chica le brillaron los ojos— ¿Enserio? ¿Quieres que vaya contigo a la fiesta?

—Sí. Me gustaría. Tengo invitaciones para el acto, pero no sé si te gustaría ir…

—Uff, no. Creo que paso del drama de ver a los padres llorando orgullosos de sus hijos, pero la fiesta estaría muy bien. ¿Es una cita?

—Es una cita— Apenas terminó de pronunciar esas palabras, Hayley le besó con suavidad. Ethan se dejó guiar por el beso, pero nuevamente Ariel apareció en sus pensamientos. Presionó con más fuerza el cuerpo de la joven contra el suyo, sus dedos se hundieron en su cabello, pero en su mente sólo había cabida para el recuerdo del pelirrojo.  Durante toda la tarde había luchado contra sus instintos para no incomodar a Ariel, pero la verdad es que no podía verlo sólo como un amigo, lo necesitaba.

—No es que sea aguafiestas— Dijo la chica mientras se separaba—, pero creo que esto mejor lo dejamos para después de la súper fiesta de graduación ¿qué dices?

—Estoy de acuerdo…

La chica le besó una última vez— Gracias por las flores, son mis favoritas…

—No lo he olvidado— Le aseguró el chico. Se despidió de Hayley y emprendió su camino hasta la estación del metro. Apenas había caminado unas cuantas cuadras cuando una camioneta negra se detuvo frente a él.

Ethan se puso en guardia, la ventana de la camioneta bajó— Hola, Ethan.

—Mapelli…

— ¿Subes? — Preguntó mientras la puerta era abierta. El azabache miró a todos lados — Bueno, creo que debo de dejar los modales de lado y obligarte a hacerlo…

Ethan subió resignado— ¿Me has estado espiando?

— ¿Crees que tengo el tiempo para espiar a adolescentes? No te des tanta importancia, querido Ethan, iba llegando a Tabú, cuando te vi con tu amiguita. No sabía que volvías a batear para el lado de los aburridos.

Ethan le miró molesto— Eso no es de tu incumbencia. ¿Qué quieres?

Mapelli sonrió antes de indicar al conductor que avanzara— Olvidaba que contigo no hay que andar con rodeos. ¿Qué ha sido de ti pequeño, Ethan? No te he visto en mucho tiempo—Ethan no dijo nada—. Vaya, contigo no se puede tener una buena conversación padre-hijo.

—Tú no eres mi padre— Le dijo venenosamente.

Mapelli no se inmutó — Sin embargo, es mi sangre la que corre por tus venas, pero si no quieres hablar de eso entonces pasemos a cosas más importantes. Debo decir que estoy impresionado, Ethan, una cosa es asesinar a Matías, pero otra muy diferente es hacerlo con el pobre Samuel…

Ethan palideció— ¿Qué quieres decir?

Un brillo malicioso apareció en las pupilas de Mapelli— Sé que tú tienes una buena explicación para esto— Dijo mientras le enseñaba la primera plana del periódico local: “Multimillonario desparecido”.

Había visto la noticia esa misma tarde con Ariel y aunque le había negado no saber nada al respecto no sabía si le había creído. Ahora llegaba Mapelli a preguntarle lo mismo y empezó a preguntarse si no tardaría la policía en llegar a preguntarle a él.

—No tengo ni la menor idea— Comentó intentando lucir calmado, pero sus manos empezaban a sudar.

Mapelli empezó a leer el periódico —Una lástima por Shiheflit, algo me dice que a estas alturas debe estar muerto.

— ¿Por qué debería de saberlo?

La camioneta seguía recorriendo San Peter e Ethan se preguntó a donde se dirigían— Cierto, ¿qué sabrás tú? Sólo eres un niño que está listo para ir a la universidad ¿o me equivoco?

—No, no lo haces.

Mapelli dejó el diario a un lado— Sabes algo, Ethan. Me simpatizas. Eres un buen chico, un poco inestable, pero supongo que con la infancia que has tenido eso no debería de sorprenderme— El azabache le miró molesto— ¿Te he ofendido acaso? ¿He dicho alguna mentira? —No hubo replica—. Como te decía, me agradas. Puedes llegar lejos, todo está en saber quiénes son tus verdaderos aliados. A mí me gusta considerarme como un aliado para ti.

—Tú no eres un aliado…

— ¿No? ¡Qué pena! Aún cuando siempre he intentado ayudarte.

Ethan no cambió su semblante —Lo único que has querido desde que nos hemos conocido es hacerme un halcón.

—Exacto, allí es donde intento ayudarte. Intento hacerte ver que tú no perteneces a ese mundo. Tú naciste para ser un halcón, para mandar no para ser mandado.

—Te recuerdo que en todo caso si tu brillante plan de convertirme un halcón funcionaria entraría para trabajar para ti.

—Pero serías el líder de tu propio grupo ¿No te gustaría? Tendrías el poder para hacer lo que quisieras.

—No me interesa.

—Podrías tener a quién quisieras.

—Dije que no me…

—Podrías tener a firedoll— Ethan calló—. Te gustaría ¿verdad? Que firedoll fuera tuyo…

—Ariel no quiere estar conmigo…

— ¿No? Bueno, siempre se le puede persuadir un poco — Ethan entró en un profundo mutismo— Ambos podemos ayudarnos mutuamente. ¿Qué dices, Ethan? Yo te doy a firedoll, y tú me ayudas con mis planes.

La mirada de Ethan se volvió sombría— ¿Qué quieres?

Mapelli sonrió de lado— Bueno, hay un pequeño halconcito revoltoso por allí que me está dando problemas.

— ¿Quién?

—Vaya, tú no andas con rodeos, se trata de Morello, creo que debes estar un poco familiarizado con él— Pronunció— ¿Qué dices? Tú matas a Morello y yo te doy a firedoll.

—Estás loco, nadie puede matar a Morello…

— ¡Oh vamos! El tipo no es inmortal. Claro que se puede asesinar.

— ¿Y si es verdad entonces por qué no lo haces tú?

— ¿Y dejar mi bella rutina? Lo siento, Ethan, no está en mis planes, pero si no quieres perfectamente puedo conservar a Ariel para satisfacer mis placeres.

—Prometiste no tocarlo, tenemos un acuerdo.

—Y lo he respetado— Le recordó el líder de los halcones—. Tienes razón, tonto de mí por apresurar las cosas. El año aún no termina y nuestra apuesta sigue en pie.

—Sí, y vas a perderla.

—No lo sé, Ethan, algo me dice que estos días andaré con suerte y a lo mejor logre todos mis propósitos antes que termine el año— La camioneta se detuvo y Mapelli abrió la puerta—. Bueno, nuestra conversación llega hasta aquí.

Ethan salió de la camioneta intentó azotar la puerta, pero Mapelli puso la mano— Por cierto, un consejo gratis, intenta no encariñarte con los pocos amigos que te quedan. Todos siempre algún oscuro secreto que ocultarte.

—Vete al infierno…

—Aún no tengo intenciones de llegar allí, pero gracias por la invitación y una última cosa: Deberías ensayar mejor tu pequeño teatrito de: “No sé nada de Samuel Shiheflit”, porque no me lo tragué ni por un segundo…

***

Dante sonrió cuando vio a Lyosha consultar su reloj una y otra vez— ¡No temas! ¡He vuelto! — Exclamó sobre el bullicio del aeropuerto. Sonrió al ver la cara de alivio del español y como se acercaba a él y lo abrazaba— Lo siento, no nos dejaban despegar en Barcelona, por eso el retraso ¿Qué creías que no iba a venir?

—Pudiste haber cambiado de parecer y haberte quedado unos días más.

—No, sé lo ansioso que estabas porque te trajera esto— Dijo con voz cantarina mientras sacaba un sobre. Lyosha casi se lo arrebata de la emoción.

— ¿Cómo está?

—Bien, extrañándote, creo que tu carta le hizo mucho bien.

Salieron del aeropuerto mientras Dante le ponía al día con todo lo que respectaba a Lamire. Subieron al Bentley y se dirigieron a la mansión Di Ferrer— A todo esto, disculpa, no he preguntado cómo te sentaron estas vacaciones.

—Bien, creo que hice lo correcto en haberme alejado de todo.

El español sonrió de lado— Eso se traduce en que has follado.

Dante se sonrojó un poco— No fue algo que planeara— La risa de Lyosha lo hizo sobresaltarse—. Ya, no es gracioso.

— ¿Y quién fue él o la afortunada? Si es hombre y vive en Barcelona ten por seguro que debo de conocerlo—Dante desvió la mirada— ¿No vas a contarme de tu aventurilla?

—No fue nada serio. Él me lo dejo claro y yo también…

—Así que si fue un hombre— Comentó sólo para molestarle un poco más—. Eso está muy bien, las tipas son un poco más complicadas.  ¿Y bien? ¿Qué tal estuvo? ¿Follaron todas las noches?

—Sólo una…

Lyosha apartó la mirada de la calle— Es broma ¿verdad?

—Te dije que no fue algo que haya planeado, en mi defensa diré que Kevin fue muy persuasivo y…

El Bentley frenó de golpe. Lyosha lo miraba con la boca abierta— ¡¿Te has acostado con Kevin?!

— ¡Una vez! — Exclamó— ¡¿Y por qué no me advertiste que el tipo se me iba a insinuar a la primera?!

Lyosha siguió con la marcha— Bueno, al aparecer no te molestó que lo hiciera. Joder, creía que habías superado la manía de acostarte con todos los que yo lo había hecho.

—Te recuerdo que eras tú el que se acostaba con todos los que yo lo había hecho antes que anduviéramos.

El español sonrió de lado— Tus compañeros estaban muy guapos y yo no tenía la culpa de estar cerca cada vez que terminaban borrachos.

—Idiota…

Lyosha iba a replicar cuando notó la Harley fuera de la mansión de Dante— ¿Le dijiste a Morello que regresabas ahora?

—No. No se te ocurrió decirle que fui a ver a Lamire ¿verdad?

— ¿Y enfrentarme a su ira por haber desobedecido sus órdenes? No, señor, no estoy lo suficientemente loco para hacerlo— Detuvo el auto móvil frente a la mansión. Dante bajó con su maleta.

— ¿No vienes?

— ¿Estás loco? Morello a estas alturas debe saberlo, huiré de su ira el mayor tiempo posible. Luego te regreso del Bentley— Dijo el español con una sonrisa antes de acelerar.

— ¡Vuelve aquí cobarde! —Exclamó Dante molesto justo en el momento que la puerta principal se abrió.

Alessandro miró por donde había salido Lyosha— Has vuelto de tu pequeño viaje por Barcelona— Dante tragó hondo—. ¿Sabes? Si no quieres que nadie sepa dónde estás no decírselo a Tessa.

Dante frunció el ceño— Bueno, ya sabes lo que he estado haciendo todo este tiempo. ¿No vas a matarme por no decírtelo?

—No— Le dijo con seriedad mientras se acercaba para tomar la maleta de Dante—. Hay algo que debí haber hablado contigo hace mucho.

—Me estás preocupando…

Alessandro sonrió un poco— Creo que mejor lo hablamos adentro— Comentó—. Por cierto— Sacó una tarjeta—. Es de parte de Ariel dice que está bien si no quieres ir.

Dante vio la invitación— Dale las gracias— Comentó con una sonrisa mientras entraban a la casa— ¿Quieres algo de tomar?

—Preferiría hablar contigo, si no te sientes muy cansado.

Esas palabras fueron el indicador que no les esperaba una conversación nada agradable. Dante le indicó que lo siguieran al estudio. Una vez adentro cerró la puerta con llave para que nadie los interrumpieran— ¿Vas a decirme de qué va todo esto?

Alessandro estaba apoyado en el escritorio mirando por la ventana— Hemos sido amigos durante muchos años. Tú me dijiste que podría contar contigo para lo que fuera…

—Claro que sí— Le aseguró Dante—. Eso nunca ha cambiado.

— Hicimos una promesa hace mucho y yo quería saber si ibas enserio…

—Por supuesto.

Alessandro miró a Dante— Tengo un plan, Dante. Uno grande para asesinar a Mapelli. No es algo que pueda explicarte en estos momentos, pero si todo funciona bien podré eliminarlo antes que él lo haga conmigo.

— ¿Qué necesitas?

Alessandro rodeó el escritorio y apoyó sus manos en éste, se quedó en silencio unos segundos antes de alzar la mirada—Que estés a salvo— Le pidió—. En caso que algo salga mal  que seas capaz de largarte de aquí y no volver nunca. Si todo se va por el escusado estoy seguro que Mapelli va a intentar hacerle daño a todos los que me importa.

— ¿Solamente eso?

—Llévate a Lyosha, Mapelli no va a dudar en asesinarlo. Ve a Barcelona y también llévate a Lamire no me importa a donde pero tienen que desaparecer si algo llegase a salir mal.

— ¿Qué hay de Ariel?

Alessandro le miró con cierta agonía— Sabes bien que Ariel no irá a ningún lado sin su familia ni Aarón…

— ¿Entonces planeas dejarlo a merced de Mapelli? ¿Eso es lo que estás diciendo?

— ¡Por supuesto que no! — Alzó la voz— Si estoy haciendo todo esto es porque quiero que sea libre, porque quiero que Mapelli deje de atormentarlo.

—Pero si mueres…

—No lo haré, si vengo a decirte esto es porque sabes que soy demasiado precavido y me gusta tener todo bajo control.

Dante le miró preocupado— ¿Y si fallas? ¿Qué será de Ariel?

—Lupo cuidaría de él…

Dante río sarcástico— ¿Enserio? ¿Lupo? ¡Lupo odia al chico, Alessandro! No puedes pedirle algo así.

—Él prometió que cuidaría de él, porque yo prometí cuidar de ése en caso que algo le pasara a él. No es algo que nos haga feliz a ninguno de los dos, pero es una garantía de que al menos alguien estará allí para cuidar al otro.

— ¿Y tú en verdad lo harías? Proteger a Ethan, porque te recuerdo que no es santo de tu devoción.

Alessandro frunció el ceño— Sabes bien que siempre cumplo mis promesas.

—Lo sé.

—Entonces cuento contigo para proteger a los otros en caso que algo salga mal.

— ¿Estás seguro de esto?

—Ya no hay marcha atrás. El plan fue puesto en marcha hace mucho…

***

Ariel se miró frente al espejo. Sonrió al ver al chico que le devolvía la mirada. Lucía feliz, aún cuando Mapelli siempre rondaba cerca había encontrado razones para serlo. Se lo debía a muchos.

Se arregló el birrete un poco más. No podía creer que finalmente había llegado el día. Iba a graduarse y aunque no era exactamente como se lo imagino había aprendido que muchas veces los planes que tenías no salen a la perfección, pero eso no significaba que no pudiera disfrutar de esos momentos. Esa tarde había ido a ver a Aarón y el haber visto a su padre de alguna manera le hizo sentirse mucho más cerca de él.

Alguien besó su mejilla— Creo que mejor te quito de allí antes que te conviertas en el próximo narciso.

— ¿Y quitarte el puesto? Eso nunca— Dijo Ariel con una sonrisa al notar que Alessandro también se había vestido muy elegante para la ocasión. Llevaba a Chris en sus brazos—. Estás muy guapo.

—Lo sé, por eso evito usar este tipo de ropa muy a menudo, sino imagínate el trabajo que tendrías espantando a todos los que quieran un pedazo de mí.

Ariel rodó los ojos, pero río— Creo que mejor te quito a ti del espejo— Se dio la vuelta cuando notó lo que Chris llevaba puesto— ¿Y eso?

—Bueno, pues como no iban a ir formales creo aproveché de darle un regalito a Chris— Comentó con tranquilidad— ¿Te gusta? Se la compré un poco grande, ya sabes, a esta edad crecen bastante a prisa.

—Van a decir que es tu hijo— Comentó con una pequeña risa ver a su hermano con una chaqueta de cuero.

—Querrás decir nuestro hijo, si es idéntico a ti—Le recordó antes de besarle—. ¿Qué dices? ¿Le decimos ya a Emily que nosotros criaremos a Chris?

—No seas bobo. No le diremos eso a mi madre.

— ¿No me dirán qué? — Preguntó la aludida que en esos momentos iba entrando con Naomi en brazos.

—Que te ves muy guapa con ese vestido— Se apresuró a decir Ariel—. ¿Nos vamos ya?

—Sí. Ya estamos listos.

Subieron al Bentley que Dante le había prestado a Alessandro. Media hora después todos estaban ya reunidos con Lupo e Ethan. Emily no perdía oportunidad de tomar fotografías.

—Creo que deberías decirle a tu madre que deje un poco de batería…

Ariel sonrió un poco— No quiere perderse ningún momento, ya sabes, cuando papá despierte querrá ver toda la graduación.

A los pocos minutos llegaron Lyosha con Dante— ¡Mini Morellito! ¡Mini Lupito! — Exclamó el halcón abrazando a Ariel con fuerza— ¡Felicidades!

Su madre aprovechó de tomarles una foto con Lyosha. Ariel abrazó a Dante también cuando este lo felicitó; sin embargo, la verdadera tensión se sintió cuando se acercó a Ethan— Felicidades— Dijo tendiéndole la mano

El azabache sonrió un poco— Gracias— Dijo estrechándola— ¿Enserio? Me estoy graduando y lo único que merezco es un apretón de manos.

—No quería incomodarte…

—No lo haces— Dijo abrazándolo un poco, haciendo que la tensión de todos se disipara. Al poco tiempo todos estaban sentados en sus respectivos asientos. Ariel e Ethan estaban uno junto al otro sonriendo en todo momento. Era una graduación, así que no había manera que las personas estuvieran tristes.

A mitad de la ceremonia Emily se quedó sin batería con la cámara, por fortuna Dante había llevado una cámara de video y documentó todo, Alessandro y Lupo también tomaron muchas fotografías.

—El discurso de este año está a cargo de un alumno que se ha ganado el respeto de toda la comunidad educativa por su perseverancia y sus deseos de superarse: Ariel Miderhive.

Todas las miradas cayeron directamente en Ariel.

— ¡¿Por qué no me dijiste que Ariel iba a dar el discurso?! Hubiera traído una mejor cámara— Le reprochó Dante a Alessandro.

—No lo sabía…

Ariel se colocó en el atril y sonrió a todos. No había querido decírselo a nadie, sino se pondría más nervioso. Sacó una serie de hojas de su túnica. Sus manos temblaban a causa del nerviosismo — ¿Qué se siente? —  Les pregunto a todos—   ¿Qué se siente haber logrado llegar a la meta? Es curioso como ahora todos los problemas que antes parecían que eran el fin del mundo ahora son pequeñas anécdotas para recordar y reírse de ellas y nos preguntamos ¿en verdad fui tan bobo para preocuparme por eso? Todos hemos crecido a lo largo de los años. Nos hemos ido formando metas, ideales, valores. Esas cosas son las que nos llevaran a hacer algo en el futuro. Son los sueños los que nos obligan a seguir adelante, a no retroceder, a no bajar nunca la guardia.

 Su voz por fortuna no lo traicionó en ningún momento a pesar de lo nervioso que se sentía— Nuestro viaje juntos ha terminado, pero la vida sigue y es cierto, puede que lo que haya allá afuera nos asuste, pero mientras tengamos claros cuales son nuestros sueños y quienes somos en realidad, no debemos temer a la vida. Y si aún así llegase un momento en que creeremos que todo se nos viene abajo, debemos recordar que siempre habrá allí un buen amigo— Pronunció mirando a Ethan— o una familia amorosa que estará allí para apoyarte y quizás con un poco de suerte también podremos contar con aquella persona con la que queramos forjar nuevos sueños y que nos ayude a descubrir que la vida vale la pena incluso cuando tu mundo se viene abajo— Una tímida sonrisa se dibujó en los labios de Ariel justo en el momento en que su mirada se encontró con la de Alessandro.

—Miren esto, Alessandro está a punto de llorar por esa tierna declaración de amor— Exclamó Dante enfocando a Alessandro.

El halcón permanecía serio y sólo le dio un manotazo a la cámara—Déjame escuchar, idiota y deja de filmarme— Exclamó haciendo que volver a fijar la cámara en Ariel.

—Es tiempo de crear nuevos sueños e ir alcanzarlos— El lugar estalló en aplausos. Ariel iba a retirarse del escenario cuando una maestra lo llamó y el pelirrojo le miró sorprendido, pero asintió y volvió al atril—. Bueno, rompiendo un poco la tradición, este año me han permitido anunciar el premio al estudiante honorario de nuestra promoción. Estoy muy orgulloso de anunciar que este año el premio va para una de las mejores personas que he tenido el privilegio de conocer: Mi mejor amigo, Ethan Lenz.

Lupo fue el primero en ponerse de pie y empezar a aplaudir. Ethan aún parecía confundido con la noticia y sólo hasta que los otros lo pusieron de pie fue que captó que debía subir por su premio, su mirada se cruzó con la de Lupo quién no dejaba de aplaudir. Apenas recibió su premio Ariel lo abrazó con fuerza.

La ceremonia terminó poco después. Ethan corrió hasta Lupo quién lo abrazó con fuerza— ¿Lupo estás llorando? — Preguntó el azabache asombrado.

—Por supuesto que no. Ni una lágrima ha salido de mis ojos…

Ethan sonrió al ver los ojos llorosos del halcón— Vale, pero si quieres hacerlo no hay problema, mira todos los padres lo están haciendo…

—Sí, es cierto, pero en mi caso no hay manera de describir lo orgulloso que me siento de ti— Exclamó el halcón mientras se reunían todos para ir a cenar juntos—. Oh, por cierto. Te lo has ganado— Comentó mientras le pasaba unas llaves.

Ethan le miró extrañado mientras las tomaba— ¿Qué me vas a regalar tu Audi? — Bromeó el chico.

—No, no exactamente. Es algo que le tengo mucho más aprecio y espero que tú también sepas apreciarlo— Ethan miró sorprendido el Mustang clásico que estaba en el estacionamiento. Ethan caminó con lentitud hasta el auto—. Éste fue mi primer auto…

—Lo sé, creía que lo habías vendido o algo…

— ¿Estás loco? Nunca podría deshacerme de este auto son demasiados recuerdos los que guardo— Los pocos buenos recuerdos que tenía: Las horas en la carretera junto con Misha, las noches sentados en la capota viendo la ciudad, eran demasiados buenos recuerdos que no podía desechar como si nada—. Sin embargo, creo que un cambio de dueño no le vendría nada mal. ¿Te gusta?

Ethan estaba sin palabras— Y-yo no sé qué decir, es decir, sé lo que significa para ti. ¿Estás seguro?

—Nunca he estado más seguro de algo— Él ya no había sido capaz de conducirlo desde que Misha murió, su recuerdo estaba demasiado impregnado en ese auto y el manejarlo sólo le producía una profunda soledad, pero no podía deshacerse de él—. Sólo promete cuidarlo bien.

Ethan lo abrazó con fuerza— Lo prometo.

Los otros miraban la escena de lejos—Puff, Lupo presumido— Murmuró Alessandro—. Sólo quería apantallarnos a todos.

—No seas malo. Nunca había visto a Lupo tan…humano— Exclamó el pelirrojo sorprendido—. En verdad Ethan es una especie de ángel para despertar sentimientos en Lupo que tiene las emociones de una roca.

Alessandro sonrió— Tú eres el único ángel aquí ricura— Le aseguró el jefe de los halcones antes de voltear a donde estaban Lupo e Ethan: — ¡Hey ustedes dos! Lamento arruinar su momento, pero todos tenemos hambre.

—Eso es matar el momento…

***

A la mañana siguiente Ariel despertó pasado el medio día. La celebración se había postergado hasta altas horas de la madrugada y aunque le hubiera gustado seguir celebrando con Alessandro, prefirió postergarlo para esa noche después de la fiesta.

Salió de su habitación y notó un regalo en la mesa del comedor — ¿Y esto? — Preguntó a su madre quién estaba jugando con los gemelos.

—Oh, con todo lo que sucedió ayer no tuvimos tiempo de dártelo: Es nuestro regalo de graduación de parte de Alessandro y mía, pero el crédito va más para él, pensó que te gustaría.

Ariel abrió el regalo y miró su flamante tablet nueva.

— ¿Te gusta?

—Me encanta, pero mamá no debiste molestarte esto debe costar una fortuna.

—Por eso te digo, el crédito va más de parte de Alessandro, deberías llamarlo para agradecerle además creo que le bajó unas aplicaciones y no sé que más porque me pidió quedársela unos días.

—Eso haré— Comentó con una sonrisa mientras tomaba su móvil y llamaba a Alessandro estaba a punto de colgar cuando finalmente respondió en un tono bastante malhumorado— Hola, lo siento ¿te desperté?

—No— Contestó bastante cortante.

Ariel valoró si lo mejor era llamar en otro momento— Sólo quería agradecerte por mi regalo de graduación, recién lo voy viendo— Alessandro solo soltó un sonidito que le dio a entender que debía cortar—. Yo creo que estás ocupado así que mejor dejamos esta conversación para más noche…

— ¿Más noche?

—Sí, ya sabes, cuando vengas por mí para que vayamos a la fiesta de graduación— El silencio de Alessandro no le sentó nada bien—. Por favor, no me digas que lo olvidaste— Dijo sintiéndose bastante dolido.

—Estoy algo ocupado, Ariel...

— ¿Alguna misión?

—No es eso…

—Entonces no quieres ir.

—Ariel— La voz de Alessandro sonaba cansada—. No quiero pelear y menos por una tontería como un baile de adolescentes.

—Vaya ahora mi fiesta de graduación es una tontería. Si no querías ir podrías habérmelo dicho hace mucho, así hubiera conseguido alguien que fuera conmigo…

—Lo siento, no sabía cómo decírtelo.

El pelirrojo apretó con fuerza su teléfono— Bien, iré solo porque mi novio es demasiado genial como para dedicarse a algo tan mundano como un baile de graduación.

—Ariel por favor…—Colgó.

***

Alessandro tiró con fuerza el teléfono contra el sofá— Mierda, justo lo que necesitaba en estos momentos— Se pasó la mano por la cara y miró todos los papeles que tenía ante él, cada detalle estaba siendo minuciosamente cuidado, el tiempo se le estaba acabando, lo sentía, por lo que no había dormido nada— ¿Qué? — Preguntó a Lupo quién le miraba sobre unos papeles que tenía en sus manos.

—Nada, me sorprende que en verdad no vayas a ir a ese tonto baile.

—Creo que tú sabes muy bien qué pasó la última vez que fui a un baile de un colegio— La sonrisa de Lupo lo hizo molestar—. Además aún hay muchas cosas que hacer. Si al final logro que Ariel esté a salvo habrá valido la pena que me odie unos cuantos días— Lupo no emitió ningún comentario— Por cierto ¿cómo fue tu baile?

—Ni idea, no fui…

Alessandro sonrió de lado— No sé porque eso no me sorprende.

Lupo miró todos los papeles y siguió examinándolos — Ethan irá— Dijo luego de unos minutos de largo silencio—. Al parecer tiene una especie de cita con alguien que no es Dante así que tu enclenque pelirrojo se la pasará solo y amargado todo el baile.

— ¿Y me estás diciendo esto por…?

—Porque estoy harto de estar examinado esta mierda y me vendría bien un buen descanso, pero sólo sucederá si tu no vas a ese estúpido baile.

Alessandro sonrió— ¿Quieres que vaya al baile? ¿Es enserio?

—Dije que quiero descansar.

—No lo sé, los bailes no me traen buenos recuerdos, si quieres puedes irte yo aún tengo que ver unos detalles.

Lupo se puso de pie— Era exactamente lo que esperé escuchar desde hace ocho horas— Comentó tomando las llaves del Audi y poniéndose de pie. Tomó el pomo de la puerta y miró a Alessandro que aún trabajaba—. ¿Sabes? No importando como resulten las cosas creo que siempre  te arrepentirías de no haber ido a ese estúpido baile…

***

Ethan estacionó el Mustang unas cuadras más debajo de lo habitual. Eran las seis de la tarde, con suerte llegarían solo con un elegante retraso al baile de media hora. Se miró en el retrovisor y sonrió al verse en el espejo. Quizás no fuera la cita que le hubiera gustado, pero estaba feliz de ir con Hayley. Salió del apartamento y recorrió las dos cuadras hasta el apartamento de la chica, lo más probable que aún no estuviera lista, pero ya iba preparado mentalmente para eso, para lo que no estaba preparado era para ver a Mapelli en la entrada del condominio.

— ¿Qué haces aquí? — Preguntó amenazante, haciendo que el séquito de guardaespaldas que lo acompañara se pusiera en guardia.

—Ethan, que increíble coincidencia  ¿También te ha llamado Hayley?

El azabache le miró sorprendido— ¿De qué hablas?

—Tu amiguita me citó aquí a esta hora por alguna razón desconocida, algo muy temerario si me permites decir, puesto que soy yo quién cita a las personas y no al revés, pero hice una excepción movido por la curiosidad.

—Mientes…

— ¿Recuerdas mi consejo de la última vez? Creo que alguien no lo ha estado siguiendo…

Ethan frunció el ceño— Yo no necesito consejos tuyos, así que vete, aléjate de Hayley no voy a dejar que le hagas daño.

Mapelli sonrió de lado— Siempre tan noble y tonto, Ethan, ¿no has pensando que aquellos quienes quieres proteger son los que más daño te hacen?

—No voy a sostener esta discusión contigo.

—Lo sé, debería estarte dando pruebas en quién deberías confiar— Comentó mientras ponía su mano en la entrada del condominio, pero Ethan se lo impidió haciendo que todos los guardaespaldas se tensaran.

—Tranquilos, chicos, Ethan es inofensivo.

—Yo no apostaría tanto por ello— Le espetó—. Tú no entras allí.

— ¿Tienes miedo que nuevamente la razón esté de mi parte?

El azabache dudó unos segundos— ¿Cómo sabré que no es otra de tus trampas?

—Yo nunca te he tendido trampas— Le aseguró— ¿Qué tal si subes por la escalera de incendios?

Ethan soltó la mano de Mapelli— Bien, pero si llegas a hacerle algo te juro que…

—Sí, sí, ya sé tus amenazas, mejor usa tus energías para subir hasta el piso de tu amiga.

Ethan le lanzó una mirada de advertencia antes de rodear el edificio y trepar por la escalera de incendios.

***

Mapelli fue recibido por la chica quién estaba terminando de arreglarse, llevaba un largo vestido azul con un pronunciado escote enfrente— Muy elegante —Comentó el jefe de los halcones—. He recibido tu llamada y admito que has despertado mi curiosidad— La chica caminó hasta frente al espejo y tomó su cadena de oro—. Permíteme— Dijo Mapelli mientras la tomaba y se la ponía en su cuello—. ¿Una ocasión muy especial? — Le preguntó cerca de su rostro.

—Es sólo un tonto baile de graduación.

—Vaya, creía que a las mujeres les gustaban estas cosas, ya sabes los bailes, la atención, los vestidos. He de decir que no tienes mal gusto con lo último.

— ¿Te gusta? Se podría decir que tú me lo compraste con todo el dinero que sueltas.

Mapelli sonrió de lado— Veo que le has sacado mucho lucro a nuestra pequeña sociedad— Comentó con tranquilidad—. ¿Para qué me has hecho venir, Hayley? No creo que sea para presumir tu vestido.

—Esta noche veré a Ethan, por eso te cité temprano, no quiero que nos vea juntos.

—Debería sentirme ofendido con ese comentario.

La chica sonrió de lado mientras terminaba de ponerse lápiz labial— ¿Quieres saber algo de firedoll?

Mapelli miró de reojo por el espejo y notó a Ethan moverse entre las sombras de la habitación de la chica— ¿En verdad estás dispuesta a venderme información de Ariel? Creía que después de la muerte de tu novio habrías desistido de tu plan.

La chica se giró para encarar a Mapelli— El que Will ya no esté no significa que no pueda manipular a otros para que me suelten información de Ariel y Morello. Ahora tengo a Ethan que es tan ingenuo que me soltará todo lo que quiera saber incluso con más facilidad.

—No deberías subestimar a alguien como Ethan, querida Hayley, es de mucho cuidado.

La chica se echó hacia atrás el cabello— ¿Ethan? Por favor, es un solo un chico demasiado ingenuo y cree que todo el mundo es igual bueno que él. Nunca sospecharía nada de mí, sólo debo hacer carita de niña buena y tendré todo lo que quiera en un instante— Dijo chasqueando sus dedos.

—Muy confiada de tus dotes femeninos.

—Por supuesto, Ethan es lindo, pero no puedo vivir de la bondad que hay en su corazón. Yo tengo mis propios planes e Ethan es sólo un instrumento que me ayudará a conseguirlos más rápido.

— ¿Así como lo fue Will: Sólo un instrumento?

La chica sonrió con cierta maldad— Así como lo fue Will, es una lástima que haya descubierto mi pequeño plan de espiar a Ariel y su estúpido novio.

— ¿Entonces no te arrepientes de nada? Después de todo una cosa es aprovecharte del enamoramiento de otro y otra muy diferente quitarle la vida a alguien.

La mirada de la chica se ensombreció— El asesinar a Will no estaba en mis planes, pero sabes bien que soy de las que no se retracta de sus acciones. Así que no dudes que no voy a parar hasta conseguir todas mis metas.

Mapelli sonrió de lado— Está bien, pequeña, sólo espero que sepas que te estás metiendo en un juego muy turbio— Su móvil empezó a sonar—. Es una pena que nuestra charla llegue a su final, pero tengo otros asuntos que resolver y tú una fiesta a la que asistir, así que sólo diviértete.

Hayley vio como Mapelli salió del apartamento antes de girarse para buscar su cartera de noche. Entró a la habitación y encendió la luz, sobresaltándose al notar a Ethan en medio de la habitación— ¡Dios, me has asustado! — Dijo llevándose la mano al pecho— ¿Cómo entraste?

Ethan tenía una mirada que hizo temblar a Hayley— ¿Así que un instrumento más? — Susurró el azabache mientras caminaba alrededor de la chica. El ambiente se volvió denso, peligroso.

—Ethan…

El chico se puso detrás de Hayley, ella intentó girar, pero él no se lo permitió la tomó con fuerza de los brazos— Te ves hermosa esta noche— Le susurró al oído—. Estás casi perfecta. ¿Sabes qué es lo que te falta?

La chica empezó a temblar al escuchar a Ethan hablar de esa manera todos sus sentidos gritaban peligro— Ethan, puedo explicarlo y-yo— Calló al sentir algo frío pasearse por su garganta, sólo alcanzó a ver la empuñadura de un halcón antes de que un dolor agudo la paralizara.

—Un poco de rojo— Susurró Ethan mientras hacía un pequeño corte en la garganta de la chica—. Siempre te gustó el rojo ¿verdad?

—E-Ethan ¿qué estás haciendo? — Sollozó a causa del dolor.

—Estamos jugando—Exclamó el azabache mientras pasaba sus labios por el cuello de la chica— No tendrás miedo ¿verdad? Después de todo no tuviste miedo cuando mataste a Will…

—Ethan yo— Calló al sentir la daga haciendo una nueva corte esta vez a la altura en su pecho— Ethan, para por favor…— Suplicó temblando mientras unas lágrimas caían por sus mejillas.

El chico tomó con fuerza uno de los brazos de Hayley e hizo un largo corte a lo largo de éste haciendo gritar a la chica la cual intentó alejarse de él, Ethan paró de inmediato—. No, no, no debes de gritar— Le advirtió con voz ausente—. Si no vas a obligarme a matarte…

— ¿Qué? — La chica intentó soltarse, pero Ethan la estrechó contra la pared donde estaba un espejo y puso las manos de la chica contra su espalda y las sostuvo con una sola mano— Ethan, suéltame…

El chico la presionó con más fuerza— ¿Sabes algo? —Susurró amenazante— Durante toda mi vida he estado rodeado de persona que me han dado órdenes— Con su mano libre paseó su daga por la mejilla de la chica—. Estoy harto de ellas; también lo estoy de ser utilizado por otros— Sus pupilas se habían oscurecido. Quitó con la daga parte de los cabellos de la chica—, el juego se terminó…

La separó del espejo y la obligó a que se mirara en el espejo. El elegante moño que antes tenía ahora estaba deshecho, el cabello se le escapaba, y su rostro estaba cubierto de lágrimas, el maquillaje estaba corrido— Ethan, déjame explicártelo…

—No, no hay nada que explicar. Tú mataste a Will…

—Yo no quería…

Ethan presionó con fuerza la daga contra el cuello de la chica haciendo brotar un nuevo hilillo de sangre— No fue eso lo que le dijiste a Mapelli. ¿Si hubieras tenido la oportunidad me hubieras asesinado a mí también?

—No, no, yo te amo…      

Una sonrisa despiadada cruzó el rostro de Ethan— Creo que esta pregunta debí hacértela en otro momento, no cuando estoy a punto de matarte…— Al escuchar eso la chica intentó forcejar con más fuerza, pero Ethan clavó su daga en el hombro de la chica haciendo que gritara de dolor. El azabache la giró y le tapó la boca sintiendo como parte de la sangre  se impregnaba en su ropa.

Hayley intentaba poner distancia entre ellos ahora que tenía las manos libres, pero fue en vano—. Nunca más, Hayley, volveré a caer en tus trampas. ¿Sabes por qué voy a matarte? — La chica tenía los ojos cerrados con fuerza. Las lágrimas caían copiosamente por sus mejillas— Te estoy haciendo una pregunta…— Dijo furioso Ethan hundiendo más la daga en el hombro haciéndola gritar con más fuerza, pero apenas fue un triste gemido debido a que Ethan en ningún momento dejó de taparle la boca, en un rápido movimiento sacó la daga — ¿Sabes por qué voy a matarte? — Hayley negó abriendo sus ojos que reflejaban todo el pánico que sentía en esos momentos—  No creas que es una simple venganza. No es mi estilo, voy a matarte porque se lo prometí a Ariel, le prometí que si alguna vez encontraba a la persona que había sido asesinado a Will entonces le haría el favor de devolverle todo el sufrimiento que le ha causado ¿Una última palabra? — Dejó de taparle la boca y retrocedió un paso sin dejar de sostener la daga.

—Ethan, créeme, yo no…por favor, para esta locura, tú no eres así— Ethan se quedó en silencio unos segundos—. ¿Qué pasó con el chico del que me enamoré? El que siempre se preocupaba por otros, que era incapaz de hacerle daño a alguien…

El semblante de Ethan cambió—Hayley, y-yo— miró la daga que tenía en la mano—. ¿Qué estaba a punto de hacer? — Sus ojos se llenaron de lágrimas— Por todos los cielos, yo casi…—Miró a la chica que tenía diversas cortadas y su pulcro vestido azul ahora estaba lleno de sangre—. Hayley, yo…—El chico la abrazó con fuerza.

—Ethan, t-todo está bien— Dijo temerosa a su tacto, sus manos temblaron cuando abrazaron al azabache y después un dolor agudo la recorrió.

Ethan se separó un poco de ella y notó el brillo de maldad en sus pupilas— Lo sé, ahora todo está bien, mi querida— Susurró apegándola un poco más a su cuerpo, para luego enterrar un poco más la daga en la espalda a la altura de la médula espinal. Sacó la daga sólo para terminar de hacerle un corte a la altura de la yugular. Una sonrisa sombría se dibujó en el rostro del chico al notar como la vida se le escapaba a Hayley hasta que finalmente sólo sostenía un cuerpo sin vida al cual soltó sin mayor cuidado.

Se inclinó para recoger la daga y limpiarla con su camisa, total ya estaba bastante cubierto de sangre debido al forcejeo con Hayley. Al alzarse se vio reflejado en el espejo, sus cabellos desordenados, la sangre sobre su traje, pero sobretodo ese brillo de venganza en su mirada fue lo que hizo que no se reconociera; sin embargo, aquello no lo alarmó en realidad se sintió libre, libre como no lo hacía desde hacía mucho tiempo.

Escuchó unos pasos en el apartamento y se puso en guardia, al ver a Mapelli en él como contemplaba a la chica ahora sin vida de alguna manera no lo alarmó— ¿Necesitas ayuda para deshacerte el cuerpo? — Preguntó el halcón con la naturalidad de quién le ofrecía a alguien más ayuda para preparar una taza de té.

Ethan se limitó a responder: —Creo que me vendría bien un poco de ayuda…

***

La música estaba a tope, todo mundo parecía pasárselo bien en la fiesta excepto Ariel. Había llamado a Ethan más de una docena de veces, pero nunca contestó su celular. Así que allí estaba él sentado patéticamente al lado de la mesa de ponche. Varias chicas lo habían invitado a que su uniera a su grupo, pero el pelirrojo se había quedados sin ánimos. ¿No se suponía que las fiestas siempre eran divertidas?

Miró la hora, pasaban de las once, aún era demasiado temprano para regresar a su casa. Bufó y notó como la hora de disco estaba a punto de acabar cuando un grupo de sus compañeros se le acercó — Allí estás. Necesitamos tu ayuda el tipo del grupo que contratamos no ha llegado, se ha perdido de camino acá. ¿Crees que podrías subir un rato a suplirlo? — Suplicaron.

El pelirrojo sonrió— Al fin haré algo en esta fiesta— Exclamó. En poco tiempo se hizo dueño del pequeño escenario improvisado y empezó a pasársela bien con el grupo que habían contratado para la fiesta.

La música fue bajando de a poco la intensidad hasta que empezaron los acordes “Iris” de los Goo Goo Dolls. Las luces del gimnasio bajaron de intensidad. Ariel vio como los que no tenían pareja inventaban la excusa de que iban por algo de tomar o al baño. Unos más temerarios y sin pareja aprovechaban de pedir un último baile a la persona que los había traído locos durante todo el año y que nunca se habían atrevido a confesar.

Una venita de envidia lo invadió al ver a todos allí pasándosela bien con esa persona especial. Al llegar al primer coro  las puertas del lugar se abrieron y notó a Alessandro que rápidamente fijo su mirada donde él estaba. Ariel no dejó de cantar, pero no apartó la mirada del halcón quién caminó con paso decidido hasta donde él. Justo empezó a la parte instrumental cuando Alessandro llegó al escenario.

—Anda baja…

— ¿No ves que estoy ocupado? — Pronunció algo molesto haciendo que su voz resonara sin querer en el micrófono haciendo que todos lo voltearan a ver. Los de la banda se miraban extrañados, pero seguían tocando— Además creía que este lugar no era tan genial para alguien como tú.

—Ariel, deja de pelear por el micrófono— Exclamó Alessandro—. Vine para disculparme…

—Bueno pudiste disculparte hace como tres horas que el baile inició y no hacerme parecer como un idiota en todo este tiempo.

Alessandro sonrió un poco apenado— Me he quedado dormido, creo que te debo una disculpa por eso…

—Pues más vale que empieces porque no creo que te perdone tan rápido…

Alessandro se encogió de hombros— Sabes que me gustan los retos— Comentó solo para subirse al escenario.

— ¿Qué demonios estás haciendo?

—Empezando mí disculpa— Y sin agregar nada más en un rápido movimiento lo cargó en sus brazos.

— ¡Alessandro! ¡Deja de avergonzarme frente a todos!

El mayor sólo sonrió divertido— Yo no soy el que está gritando con el micrófono— Dijo quitándoselo—. Lamento eso, me llevaré a su cantante, bailaremos unas cuantas canciones y luego nos iremos para tener nuestro sexo de reconciliación.

— ¡Alessandro!

El halcón se echó al hombro al pelirrojo que intentaba bajarse, y luego le lanzó el micrófono a uno de la banda— Tú canta…

—Pero yo sólo…

—Dije que cantes— Le ordenó con esa autoridad que nadie era capaz de rebatir—. Y ustedes, empiecen de nuevo con esa canción.

Alessandro bajó de un pequeño salto del escenario y se abrió paso entre las personas para llegar al centro de la pista y bajó a Ariel— ¡Eres un idiota!

El halcón se limitó a apegarlo a él y a tomarlo de la cintura y de su mano antes de empezar a moverse lentamente al ritmo de la canción que empezaba de nuevo.  Las parejas de a poco volvieron a sus asuntos.

—No estás ni la mitad de perdonado— Murmuró el pelirrojo mientras apoyaba su cabeza en el pecho de Alessandro mientras bailaban lentamente.

—Pues luego me esforzaré en la cama— Le susurró Alessandro—. Lamento haberte hecho creer que no vendría…

— ¿Por qué cambiaste de parecer?

—Porque quiero estar contigo en todo los momentos que sean importantes para ti.

Ariel alzó su rostro y sonrió— Gracias por venir…

—Estoy feliz de haberlo hecho.

—Yo también— Susurró antes de atraerlo hacia él y besarle con lentitud—. Te amo.

Alessandro sonrió sin abrir sus ojos— Yo también— Susurró contra sus labios—. Te amo…

***

Al día siguiente Ariel despertó entrado el medio día. Alessandro aún no había despertado. La noche de ayer había sido algo que jamás podría olvidar. Se levantó y buscó sus pertenecías que habían quedado regadas por todo el departamento.

Su felicidad se esfumó cuando vio un mensaje de Mapelli citándolo para esa misma tarde. Indicándole que Morello no iría por él. Guardó su móvil y fue hasta donde estaba Alessandro y le besó para despertarlo— Tengo que irme…

— ¿No desayunas? — Preguntó somnoliento.

—No te preocupes, mi madre me llama— Mintió. No quería arruinar lo hermoso de la noche anterior por alguien como Mapelli—. ¿Cenamos esta noche?

—Por supuesto— Dijo Alessandro para besarlo una última vez antes de dejarlo ir.

Ariel fue corriendo hasta su casa y se duchó lo más rápido que pudo. Se despidió rápidamente de su madre diciéndole que tenía trabajo con Dante esa tarde y salió del apartamento, pero se detuvo a mitad del pórtico al notar el Mustang frente  a su entrada.

Ethan bajó de él aún con su traje de graduación cubierto de sangre. Ariel corrió hasta él al verlo en ese estado— ¿Estás herido? — Preguntó alarmado al mismo tiempo que veía a todos lados de la calle.

—No…

— ¡Pero estás cubierto de sangre! — Exclamó aterrado tomándole del rostro, pero al notar sus ojos supo que algo no iba bien.

—Lo sé, es de Hayley— Pronunció el chico con tranquilidad—. Está muerta…

Ariel se quedó en blanco al escuchar eso, ni siquiera pudo quitar las manos del rostro del azabache— ¿Pero qué pasó? ¿Los atacaron o…?

—Yo la maté…

Ariel soltó el rostro de Ethan pálido y retrocedió— Es broma ¿verdad?

— ¿Luzco como alguien que está bromeando?

Parecía un asesino en serie— Fuiste tú— Susurró el pelirrojo— El que mató a Samuel ¿verdad?

—Ese fue un accidente…

Ethan intentó acercarse a él, pero Ariel retrocedió asustado— ¿Y lo de Hayley?

—Lo de Hayley lo hice porque te amo…

El pelirrojo le miró incrédulo— Te has vuelto completamente loco…

—No, no lo he hecho— Dijo acortando distancia y tomándolo por la cintura—. Te amo, te amo, te prometí que iba a encontrar a quién mató a Will, que lo iba  a hacer pagar y lo hice. Era ella: Era Hayley. Ahora podemos estar juntos— Dijo el azabache tomando con fuerza al pelirrojo para besarle.

Ariel forcejó con él hasta que logró separarse— Estás loco, Ethan, necesitas ayuda…

El azabache empezó a mostrarse molesto—No, no necesito ayuda. Estoy harto que todos me digan la misma mierda, lo único que necesito para estar bien es a ti.

Ariel no reconoció al chico que estaba frente a él— Entiende que yo no te amo— Dijo empezando a desesperarse. Sus ojos se llenaron de lágrimas—. Sólo quiero a mi mejor amigo de vuelta…

—Estoy aquí…

—No, no es cierto. Este no es el Ethan que es mi mejor amigo. Éste es alguien más que no puede llegar a ser siquiera mi amigo, porque asesina a personas por las razones equivocadas.

— ¡Todo lo hice por ti! — Gritó furioso— ¡Tú me convertiste en esto!

— ¡Yo no te convertí en nada! — Dijo Ariel desesperado— ¡Tú fuiste el que ha terminado de esta manera y no sé cómo demonios hacer que el viejo Ethan vuelva!

—No puedes traerlo de vuelta, Ariel, es demasiado tarde…

Ariel miró preocupado hacia su casa por temor que su madre saliera y viera a Ethan en ese estado— Aún hay personas que podemos ayudarte, Lyosha, Dante, Lupo, yo…

—No quiero nada de ellos maldita sea ¡Te quiero a ti! ¡¿Qué tengo que hacer para demostrarte lo mucho que te amo?!

Ariel lo miró sombríamente— Nada, ya me has dejado muy en claro lo que eres capaz de hacer y jamás me sentí más decepcionado de ti en toda mi vida…

***

Mapelli terminó de firmar unos papeles y se los dio a uno de sus hombres para que los llevara a donde correspondía. Si algo odiaba era el papeleo y la estúpida burocracia. Miró la hora y su móvil. Firedoll llevaba una hora de retraso y no había respondido ninguna de sus llamadas. Empezaba cabrearse cuando finalmente lo vio entrar al despacho.

Ariel lucía nervioso, tenía los ojos irritados a causa de las lágrimas, no podía creer lo que Ethan había hecho. Había tenido que detenerse a mitad de camino hacia San Peter para intentar digerir todo lo que Ethan le había dicho.

—Llegas tarde…

—Lo siento, no volverá a pasar. ¿Para qué me mandó a llamar?

—Estos jóvenes de ahora siempre andan tan aprisa. ¿Es que ya nadie disfruta las buenas conversaciones de antes? — Al ver que Ariel no respondía nada se limitó a cruzarse de brazos—. Estás aquí porque tengo que hacerte una pregunta, firedoll. Una muy personal.

—Adelante…

— ¿Qué hay entre tú y Morello?

Ariel tardó unos segundos en reaccionar— ¿Perdón?

— ¿Estás sordo? Mi pregunta es sencilla: ¿Qué hay entre tú y Morello?

Ariel se había imaginado ese momento un millón de veces en el pasado año, pero jamás pensó que sería así: Directo, sin irse por las ramas— Nada, apenas y le conozco— Dijo con toda la seriedad posible— ¿Por qué lo pregunta?

—No, por nada, rumores que se escuchan por allí…

—Un hombre como usted no debería fiarse de los rumores— Sugirió lo más tranquilo posible—. Después de todo no siempre resultan ciertos.

Mapelli sonrió— Tienes razón, firedoll, que idiota he sido. Ya sabes, tú eres mi propiedad y no me gusta que nadie se meta con lo que es mío.

—No hay nada entre Morello y yo…

Mapelli volvió la vista a sus documentos haciendo sentir más nervioso al pelirrojo, sentía que el corazón se le podría salir en cualquier momento— ¿No son siquiera amigos?

Los nervios lo estaban empezando a traicionar—No, no lo sé, es decir sólo llega a recogerme, me trae a Tabú y nada más, es decir a veces hablamos una que otra trivialidad para no hacer tan incómodo el viaje…

Mapelli asintió— Supongo que eso está bien. Ya puedes retirarte, firedoll.

Ariel se sintió un poco más aliviado al escuchar eso, la vida volvió a su lugar— Con permiso— Dijo dispuesto a largarse de allí en ese momento.

—Lamento haberte hecho venir, es que después de lo de Misha pensé que él querría aprovecharse de ti. Sabes lo de Misha ¿verdad?

Ariel apenas y se giró— No estoy tan seguro a lo que se refiere, después de todo no es mucho lo que sé sobre Misha Popov— Al ver que Mapelli seguía ocupado en sus documentos decidió salir de allí.

—Miderhive…

— ¿Sí? — Preguntó mientras se giraba por completo temiendo que hubiera hecho algo malo justo en esos momentos.

—No te llamaba— Explicó Mapelli mientras apartaba la mirada de los documentos un segundo—. Era una corrección, el apellido de Misha, no es Popov, es Miderhive.

La expresión de Ariel fue de total extrañeza— No creo comprender lo que trata de decirme…

Mapelli sonrió— El apellido de Misha es Miderhive. Misha Miderhive, aunque claro, Misha sólo era el sobrenombre con el que era conocido entre los halcones. Su nombre verdadero era Marcus. Marcus Miderhive...

Notas finales:

¿Valió la pena la espera? ;) Si el mundo no se acaba el viernes actualizo la próxima semana. :D Gracias a todos por sus reviews ¡Ya son más de mil y jamás se me hubiera ocurrido llegar a esta cifra exhorbitante! 

Ya saben siempre son bienvenidos sus impresiones :) Gracias a todos los que dejan review. Estoy ansiosa de leer sus impresiones de este cap.

PDT: Para los que no lo sabían, este y el próximo es mejor leerlos acompañados (?)


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