Flash Back
- ¡Idiota insensible! ¿Cómo le pudiste decir eso a Sakura-chan? ¡No te das cuenta que en verdad ella te ama! –
- ¡Puedes callarte de una maldita vez, dobe! ¡No sabes ni de lo que hablas! –
- Sasuke-teme, esta vez si te pasaste. No te quiero volver a ver, pensaba que eras mejor que esto. –
El rubio camino en dirección a la puerta dispuesto a irse pero un rápido jalón a su brazo lo hizo voltearse y no supo como termino estampado en la pared del lugar con un azabache viéndolo furioso.
- ¿Acaso querías que saliera con ella, Naruto? –
- N-no… pero tampoco tenias que ser tan duro con ella… teme –
El rubio se sentía algo extraño al tener a aquel chico tan cerca de él, presionando su cuerpo de aquella forma contra la pared.
- Yo no podía aceptarla, por que amo a otra persona. No quería darle falsas ilusiones.
- Pe-pero… -
- Mejor no hables –
Y sin darse cuenta, el azabache sello los labios del ojiazul en un simple beso que le decía todas esas palabras que el otro no se dignaba a decirle pues ya estaban de más. El blondo poco a poco comenzó a corresponder al beso, entendiendo que el tampoco podía engañarse por mas tiempo, se aferro al cuello del Uchiha para profundizar el beso, escuchando como la campana que indicaba el fin del receso empezaba a sonar.
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- Sasuke, ¿estás seguro de esto? –
- Confía en mi Naru-chan. Sakura ha salido con unas amigas. –
Ambos chicos estaban desnudos sobre la cama del azabache repartiéndose castos besos mientras sus manos se acariciaban lenta y dulcemente.
De los labios del otro salía el nombre de su amado con un cariño y amor incalculable que solo podía perderse en el silencio de ese cuarto a escondidas de los demás.
- Sasu, tengo miedo que Sakura-chan venga y nos vea –
- Solo tengo este momento para estar contigo y no pienso perderlo Naruto. Sabes que si yo hubiera podido escoger me hubiera casado contigo, con el dobe al que amo. –
- Sasuke-teme, yo también te amo.
Se dieron un suave beso antes de perderse nuevamente en las caricias del otro hasta que escucharon unas suaves y resonantes palmas desde la puerta de la alcoba donde se encontraba una pelirosa con los ojos acuosos y una mirada furiosa.
- Yo también los amo chicos. Sigan, sigan como si yo no estuviera aquí. –
- Sakura-chan –
- ¡Calla! ¡No quiero que vuelvas a decir mi nombre, Naruto! ¡Te odio! ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¡Sabias que yo te consideraba mi amigo y te acuestas con mi esposo! –
- ¡No le grites, Sakura! ¡Tú sabías perfectamente que yo me case contigo porque mis padres querían que me casara y como eras la más cercana a mí pensé que podríamos casarnos sin perder nuestra amistad! ¡Yo te dije que no te amaba! –
- ¡Cállate! ¡Solo no quiero volver a ver a este en mi vida! –
- ¡Perfecto! ¡No lo volverás a ver, pero yo si! ¡Lo amo! –
La pelirosa cerró la puerta con fuerza dejando a ambos chicos solos. El rubio rompió en llanto en brazos del azabache mientras este lo consolaba con dulces palabras diciéndole que todo estaría bien y que nunca lo dejaría solo.
Fin Flash Back
- Cumpliste tu palabra al decirme que nunca me dejarías solo… pero ahora me pregunto si fue una buena idea – el rubio mirada como dos cabezas azabaches desaparecían rápidamente en un carro hacia otro lugar dejando atrás a un ojiazul que no dejaba de ver la noche desde su balcón –
Al día siguiente, el pequeño se levanto temprano y se dirigió al cuarto de sus padres para verlos, pero al escuchar unos gritos prefirió quedarse en la puerta escuchando.
- ¿Hoy también vas a ir a verlo? –
- Sabes que si –
- ¡Ay! ¿Cuánto va a durar la estupidez de seguir viéndolo? –
- Siempre, y no es una estupidez –
- ¡Cuando me harte, me llevare a mi hijo y te quedaras con tu “amado rubio”! Así quizás aprendas a ver que esto que estás haciendo está mal –
- Mejor solo alístate que Satoru se va a levantar en un rato –
El pequeño solo se quedo callado un rato mas con la cabeza baja y luego se retiro en silencio a su habitación para hacerse el dormido; sabía perfectamente de quien estaban hablando y se sentía culpable de haber sentido algo de agrado por aquel joven rubio ya que ahora sabia que por culpa de él era por lo que sus padres peleaban a menudo.
- Acabare contigo, Naruto-san – susurro para luego escuchar como su puerta se abría y actuar como si nada hubiera pasado –
Satoru estaba decidido separar a su padre por completo de aquel individuo que amenazaba la estabilidad de su familia, así que se decidió que cada vez que su padre quiera ir a ver a su “amigo” él también debería ir para impedir cualquier cosa y también para conocer cosas que le ayuden a arruinar al Uzumaki.
Ya era como la tercera vez que iba a aquel departamento y siempre era lo mismo; ellos conversaban, se sonreían, hablaban acerca de cosas del pasado y luego se quedaban mirando hasta que el menor los interrumpía, al hacer eso, su padre o el ojiazul decía para que comieran algo, si era tarde o que ya era hora de irse a casa hasta otro día que pudieran ir.
El pequeño Uchiha había aprendido varias cosas de esas visitas que tenía a casa del rubio. Descubrió que aquel blondo había vivido solo desde que termino sus estudios en la universidad y que a menudo recibía visitas de sus amigos pero quien más le visitaba y con el cual mantenía mas contacto era con su padre, cosa que no le agrado mucho al menor.
Una de las preguntas que le hizo el menor para fastidiarle era del por qué no se había casado, cosa a la que el ojiazul le respondió con una sonrisa que hizo que sintiera pena por el rubio pero que intento deshacer rápidamente pensando en que era por su familia, e intento guardar las emociones que surgieron por la respuesta del mayor.
“Porque amo a una persona y aunque lo tenga que esperar toda la vida, mis sentimientos no se libran de la esperanza de poder estar junto a ella”
Satoru no sabía que pensar de esa respuesta que le dio el Uzumaki. ¿Acaso le decía que iba a perder a su familia porque su padre les dejaría por él? ¿Qué no se rendiría hasta quedarse con su padre? Quería poder odiar completamente a aquel chico pero no podía, había algo en aquel rubio que le impedía odiarlo por completo, pero tenía que intentarlo.
Uno de esos días que regresaban de casa del rubio, Sasuke estaciono el carro en la entrada de la casa y se volteo para hablarle a su hijo seriamente ya que había notado que este tenía algo raro desde ya hace un tiempo.
- ¿Satoru, me quieres decir algo? –
- No lo creo, Sasuke. –
- ¿Sasuke? ¿Desde cuándo me llamas así? –
- Depende… ¿Hace cuanto pensabas abandonarnos por aquel supuesto amigo tuyo? –
- Eh… ¿Hablas de Naruto? –
- ¿De quién más podría estar hablando? ¿O es que hay mas amantes, papá? –
- Yo… - El mayor de los Uchihas solo suspiro fuertemente, nunca hubiera querido hablar de esta manera con su hijo pero sabía que era algo que no podía evitar – Aun no lo entiendes, Satoru – dijo tranquilamente notando como su hijo comenzaba a enojarse cada vez más por lo simple de su respuesta –
- ¿Qué más quieres que entienda, papá? Naruto-san y mi mamá rompieron relaciones porque ella se entero que la engañabas con él, y aun tú lo sigues viendo a pesar de estar casado con mi mamá. –
- Hasta ese punto tienes razón, Sato, pero ahí no cuentas la parte que tu madre sabía que yo no la amaba tanto como amo a Naruto –
- Pues yo no quiero que se separen por culpa de ese… así que o terminas con él… o terminas conmigo papá. –
- Satoru… - Sasuke miro a su hijo con verdadero dolor, nunca pensó en escoger entre las dos personas que amaba; miro la mirada segura de su hijo y no pudo evitar pensar en Naruto y el dolor que le iba causar dejarlo – Yo… - bajo la cabeza y presiono fuerte sus manos – te escojo… - en su mente una imagen de Naruto empezaba a dolerle y lloraba internamente que pudiera perdonarlo por aquella decisión –
Satoru se sorprendió al ver tal desprendimiento de dolor de parte de su padre, nunca había visto a su padre de aquella manera y le entristecía verlo así pero ya había tomado la decisión de no dejar que su familia se separe y lo iba a cumplir. Estaba convencido de que al poco tiempo su padre se iba a olvidar de aquel rubio y estaría más atento a su mamá y a él.
El tiempo pasó y Sasuke cumplió su promesa, no volvió a ver a su amado rubio; intentaba poner toda su atención a su familia pero a pesar de todo su esfuerzo su mente le hacía recordar la felicidad que había tenido con el blondo y lo que ahora le estaba haciendo a este.
Satoru había visto como su padre ahora pasaba mucho más tiempo con él y con su madre pero parecía que a ella en vez de alegrarle le diera igual, ella pasaba de compras o hablando por teléfono mientras el azabache miraba por la ventana con un rostro de profunda soledad.
- Papá… ¿en verdad te duele tanto? – se pregunto el menor cuando una noche vio a su padre en la ventana de la sala llorando a lágrima suelta el nombre del rubio –
Satoru se pregunto en aquel momento ¿Cuántas veces su padre habrá estado llorando solo? No quería que su papá estuviese destrozado, solo quería que su familia fuese feliz porque desde que tenía memoria nunca ha tenido esa familia de películas y mangas que tanto soñaba.
Satoru sentía una punzada de dolor en su pecho. No quería ver triste a su padre, pero tampoco quería que su familia se separe y que tenga que escoger con quien vivir. El ya había visto a sus amigos que tenían a sus padres divorciados y no le gustaba como ellos tenían que vivir solo con uno de sus padres, ¿acaso el podría escoger con quien vivir? No, no podría. Amaba a sus dos padres, no podría escoger a ninguno de ellos.
“Olvídate de Naruto-san rápido” pensaba el menor mientras regresaba a su habitación, intentando alejarse de esos lastimeros sollozos de su padre que aun resonaban en su cabeza como intentado recriminarle su acción.