Capítulo 18.- De regreso a casa
El grupo entero pasó en Italia dos semanas aproximadamente, Aioria ya había regresado a Japón y estaba tomando las riendas de la sociedad que tenía con Shura y con la ayuda de su hermano el castaño se estaba desenvolviendo bastante bien, el había hablado con todos sus representados, les había explicado la relación y el hecho de que “Los Santos de Bronce” no lo hubieran despedido ayudó a que lograra mantener a la mayoría de sus clientes, Ikky le había llamado a Aioria y le contó que luego de una conversación de corazón a corazón todos los miembros del grupo habían decidido posponer la gira, Shun aún no daba señales de querer retomar su vida pero Ikky quería darle algo de tiempo antes de botar todo a la basura, si su otouto necesitaba tiempo pues, eso es lo que le darían, se lo debían…
Shun fue dado de alta pero aún no quería volver a Tokio, él tenía la idea de que en Italia como nadie lo conocía no se sentía asediado, en casa no era lo mismo, ellos no eran un grupo excesivamente famoso pero con todo lo que había pasado que salió en las noticias, la verdad el peliverde no quería exponerse a asedios de la prensa ni mucho menos, eso sí… tendrían que volver en un par de meses, Aioria les había contado que su hermano tenía muy adelantado el caso en el juzgado, el castaño les había rentado un departamento en Milán, dijo que un cambio de escenario les haría bien los cinco chicos fueron para allá pero al cabo de una semana Hyoga, Shyru y Seiya volvieron a Japón, solamente Ikky se quedó con Shun en Italia, los otros tres chicos no podían abandonar así sus vidas
Shun caminaba mucho por la ciudad con Ikky, le gustaba la gente, el clima y todo lo de ese hermoso país, al inicio no hablaba, solo Ikky le contaba cosas y él hacía la mayor parte de la conversación, poco a poco Shun fue abriéndose con su hermano, aún no podía hablar de todo lo que pasó pero en apariencia Shun ya estaba un poco mas funcional, Pandora había recomendado un psicólogo de la Policía que podía ayudar y Shun aceptó ir, este psicólogo fue de mucha ayuda, además de que hablaba japonés tenía una forma muy particular de ver la vida y hacer hablar a Shun de lo que le pasó, la primera misión que se puso fue hacer que Shun acepte que no tenía la culpa, eso suena fácil en teoría pero no lo es, de cualquier manera el peliverde lo estaba intentando
Una de esas noches cuando volvían de cenar, ya en la puerta del departamento Ikky se tocó la parte de atrás del pantalón y puso cara de sorpresa
- Rayos, olvidé mi billetera en el restaurante… enseguida vuelvo, tu entra, está haciendo frío
- No quieres que te acompañe nissan?
- No… son solo un par de cuadras, ya vuelvo, tú entra
Ikky se fue corriendo por el pasillo, Shun lo vio con una expresión algo extraña, Ikkyestaba todo raro, bueno… Shun sacó su llave y entró al departamento y vio las luces encendidas y había alguien que lo esperaba dentro, era Afrodita que había estado esperándolo sentado en el sillón, al ver a su peliverde entrar se puso de pie y fue hasta él, todo este tiempo habían hablado por teléfono pero el peliceleste no podía viajar todavía o eso era lo que Shun creía, el cantante se quedó totalmente quieto mientras el mayor lo abrazaba, Afrodita miró a Shun con preocupación porque el joven no reaccionaba
- Shun???, soy yo… no te lo dije antes, yo… quería sorprenderte… estás bien?, lo siento yo…
Shun le tomó de la mano y la apretó, lentamente llevó su mano para acariciarle el rostro, el roce fue suave, Afrodita puso su mano sobre la de Shun y la besó, una lágrima cayó por la mejilla del menor la cual el peliceleste limpió y le sonrió, Shun ahí lo abrazó, el menor lo estrechaba con fuerza y empezó a llorar suavemente, mitad alegría mitad dolor
- Tranquilo amor, ya estoy aquí y te amo
- Cómo puedes amarme?, después de todo lo que pasó, yo…
- Tu nada… tú no fuiste responsable de nada
- Te hirió por mi culpa
- No… me hirió porque está loco, se obsesionó contigo y todo lo tuyo, me odiaba y con pasión porque yo representaba algo en tu vida, no te das cuenta?, él es el único responsable de todo lo que pasó, tu fuiste una víctima en todo esto
- Yo no quiero ser una víctima
- Entonces no lo seas, no dejes que esa alimaña acabe con tu vida, te robe la alegría, apague tu fuego o trunque tu futuro
- Es… complicado
- Mira yo entiendo, ven siéntate y así charlamos – Afrodita llevó a Shun hasta el sillón y se sentaron en él
- Tu has puesto tu vida en espera y eso está bien, forzar las cosas nunca le ha hecho bien a nadie pero… tienes que pensar en las cosas que son importantes, tu hermano está aquí contigo, tus amigos están resolviendo todas tus cosas por ti, Aioria se está encargando de todos los asuntos legales por ti, pero… en algún punto tienes que tomar las riendas de tu propia vida, nadie te la puede dar viviendo
- Yo no puedo volver…
- No puedes volver a casa?, mira yo no puedo asegurarte que estás sano y salvo, seguro al 100% todos los días de tu vida, pero quién lo está?, la vida tiene muchas cosas muy desagradables a las que estamos expuestos, nadie está libre de los accidentes, de las enfermedades, de los lunáticos desquiciados, pero no por eso te vas a esconder lejos de todos y de todo lo que alguna vez fue importante para ti
- Tú lo haces sonar fácil
- No… no es fácil ni mucho menos, enfrentar las cosas que nos han hecho daño y nos han dejado huella es sumamente difícil pero indispensable hacer
- Yo no se… si pueda…
- Shun… tu eres una de las personas mas fuertes que conozco, tu saldrás adelante, tienes a tu familia y a tus amigos apoyándote, recuerda que lo que no te mata te hace mas fuerte, recuerdas lo asustado que estabas cuando aún no le decías lo nuestro a tu hermano y mira lo bien que lo ha tomado, si hasta se fue a dormir en un hotel hoy
- Mi nissan sabía que vendrías?
- Claro… el me dejó la llave con el conserje y yo pude entrar, lo que pase con el grupo es secundario, te lo quería decir para que no te presiones por eso
- Por qué lo dices?
- Hablé con Seiya ayer, ellos la verdad están preocupados por ti, esperan que pronto vuelvas a casa, quieren verte sonreír otra vez, Seiya me dijo que había hablado con los muchachos y si tienen que disolver el grupo lo harían, no te remplazarían pero tranquilo que no te guardan rencor por eso, tu eres su hermano y solo quieren verte bien
- El grupo… ahora todo es tan diferente, lo que antes en verdad me importaba ahora ya no es igual
- Bueno eso es normal, pero tienes que recuperar tus prioridades, recuperar tu vida y vivirla, no puedes quedarte estancado, eres muy especial para vivir escondido no te parece?
- Especial?
- Especial para mi – Afrodita tomó su mano y la apretó, se acercó suavemente buscando sus labios pero Shun lo esquivó
- Si no estás listo para esto lo entiendo, solo quiero decirte que te amo y nada lo cambiará, si me escuchaste?
- Dita… él…
- Él ya no puede dañarte, solo tiene el poder que tu le des, no dejes que controle tu vida, regresa a casa, regresa a mi amor mío, regresa a mi
Shun abrazó a Afrodita que le correspondió el abrazo y estuvieron en el sillón por un largo rato, solo le abrazaban y acariciaban suavemente sin hablar, Shun estaba pensando en todo lo que Dita le había dicho, en lo que había hablado con su psicólogo, en lo que le decía siempre su nissan y todos tenían razón, no podía quedarse en las sombras por mas tiempo, debía volver y enfrentar su realidad, sus decisiones no solo lo afectan a él, habían muchas personas que dependían de él, Shun se puso de pie y le tendió la mano a Afrodita que la tomó, el peliverde lo llevó a su habitación, entraron y esta vez Shun buscó los labios de Afrodita, fue un beso muy dulce y corto, cargado de amor y emoción
- Tienes razón en lo que dices pero… yo no puedo hacerlo todo de golpe, necesito tiempo para organizar mi cabeza y mi corazón, necesito ayuda la que ya tengo pero lo que mas necesito es tenerte a mi lado, me abrazas?
- Claro mi niño tonto, hoy y siempre
Shun llevó a Afrodita hasta su cama y ambos se acomodaron en ella, al peliverde le costó dormirse, últimamente tomaba medicación para dormir pero estaba cansado de ello, por primera vez en mucho tiempo se sentía algo funcional, se sentía amado y comprendido, Afrodita había presenciado parte de lo que pasó con Shura y aún así lo amaba, ya no podía seguir preocupando a todos, además pronto sería el juicio y tendría que ver a su verdugo una vez mas, pero… ya no se escondería, lo enfrentaría, por su bien y el de todos
A la mañana siguiente Ikky llegó a su departamento, caminó sigilosamente por allí hasta que llegó a la habitación de Shun, la puerta estaba entre abierta, el peliazul se asomó un poquito y sonrió, Shun estaba acurrucado en el pecho de Afrodita, ambos dormían serenamente, Ikky entró en la habitación, tomó la manta que estaba en una de las sillas y los cubrió con ella, se habían quedado dormidos con la ropa puesta y sobre las cobijas, tendrían frío…
Afrodita estuvo en Italia una semana y en esa semana Shun decidió que volvería a casa, Ikky estaba muy contento, su otouto estaba mejorando, aún no hablaba de lo que pasó con él pero la verdad no había necesidad, el hecho de que se estuviera reponiendo era lo que importaba, cuando llegó a Japón no pudieron evitar la acumulación de personas en el aeropuerto, habían montón de jovencitas y muchachos que tenían pancartas de apoyo y mensajes de esperanza, Shun no pudo evitar sonreír, Ikky tenía razón, en el mundo hay mas personas buenas que malas, en la casa de Shyru hubo una reunión de los más íntimos, el grupo, sus parejas (lo que incluía a Afrodita), Aioria y Aioros, Saori, June y sus amigos mas cercanos, no mas de quince personas se reunieron, eso funcionó bastante bien para Shun, pero se sorprendió al ver llegar al detective Belini a la fiesta, y ahora que pasó??, se preguntaba Shun pero sus preguntas fueron respondidas cuando el fiero policía se pasó la noche hablando con Aioria
La semana siguiente Shun entraba a la penitenciaría, pasó pacientemente por todos los controles y fue llevado a una sala que tenía varias mesas con sus respectivas sillas, mas o menos a los quince minutos vio salir al joven de cabellos lilas que fue su compañero de celda, el muchacho se acercó a él y lo abrazó con fuerza
- No lo puedo creer… cuando él me lo dijo yo… simplemente no lo puedo creer, gracias… te has ganado un puesto en el cielo… gracias
- También me da gusto verte Mu
- Yo te agradeceré toda la vida y no me mal entiendas pero… por qué me ayudas?
- Yo tuve mucha suerte de tenerte de compañero de celda, tu… aquella vez me contaste tu historia, yo tenía muchos problemas en ese entonces los cuales se complicaron exponencialmente pero… lo que intento decirte es que yo la pasé muy mal, hubieron muchos momentos en los que quería morir y matar a alguien que me hizo mucho daño, te recordaba… tu historia, como tu hiciste lo que hiciste para proteger a tu hermanito que tanto amas, últimamente me he puesto a pensar sobre muchas cosas de mi vida, yo no estuve en tu misma situación pero pasé por algo muy duro, tu no mereces estar aquí por proteger a tu hermano así como tu hermano no merece estar en donde está por protegerte a ti, mi abogado es buenísimo
- No tengo con que pagarte…
- No quiero que me pagues, esa noche que pasé en ese lugar tu… me ayudaste sin siquiera conocerme, sin siquiera proponértelo, este es solo mi agradecimiento, espero que salgas libre Mu y retomes tu vida
- Nunca esperé que algo así me pudiera pasar a mi, gracias Kotara Shun, mi hermano y yo te debemos la vida
- Aioros se encargará de tu caso, oye… si me pudo liberar a mi también lo podrá hacer contigo, él es muy hábil y tiene una relación extraña con el detective en jefe, se odian pero se respetan
Aioria había hablado con la gente de la compañía disquera pero aún no tenían una nueva fecha para la gira, Shun estaba mucho mejor pero no habían dicho nada de retomar todo donde lo dejaron, Ikky se levantó una mañana y se llevó la sorpresa de su vida, Shun estaba en el sillón de la sala, tenía su típico cuaderno de garabatos y algo escribía con dificultad porque tenía la guitarra apoyada en sus piernas, Ikky se quedó estático, no quería interrumpir el momento, tan concentrado parecía Shun que parecía que estaba dentro de una burbuja o algo así, el peliverde llevó sus manos a las cuerdas y algo entonó mientras balbuceaba lo que sea que haya escrito, balbuceaba porque tenía el lápiz en la boca, Ikky lo había visto hacer lo mismo cientos de veces, pero… ahora era especial, habían pasado mas o menos cuatro meses desde su desaparición pero al parecer ahora todo estaba encajando nuevamente, Shun alzó la mirada para encontrar la sonrisa de Ikky
- Quieres escuchar lo que escribí esta mañana?
- Claro…
- Me falta pulirle largo pero escucha a ver si te gusta
Shun tocó en la guitarra lo que al parecer era una balada, la música no era triste, era más bien algo como íntimo, personal, Shun cantó lo que tenía que era ya casi la canción terminada y decía:
Al borde del abismo,
solo a un paso de caer.
Se me apaga la vida,
No hay nada en este momento
salvo tu dulce voz.
Un alma ya perdida,
Un incompleto ser
Llegaste hasta mi orilla
Clavándote en mi triste
y solo corazón
Y hoy te quiero demostrar
Todo lo que yo siento
Entregándote todo lo que yo soy
Debo confesar que solo te puedo amar
Quiero entregarte en pleno mi corazón.
Quiero aprovechar todo lo que me entregas
Y amarte hasta que duela de la pasión.
Debo confesar que es todo lo que siento
Al borde del abismo
solo a un paso de caer.
Yo quiero que tú entiendas
Que eres todo para mí
No hay nada en este mundo
Que me llene tanto
como lo haces tú
Mi idea es confesarte
Que voy a ser mejor
Si tú estás a mi lado
Cogiéndome la mano
Ya no existe el temor
Y hoy te quiero demostrar
Todo lo que yo siento
Entregándote todo lo que yo soy
Mi mundo ha colapsado
Al chocar con el tuyo
Al borde del abismo
Tan cerca de tu voz
Quiero que me ames como lo haces ahora
Sin importar nada de tal y como soy
No puedo ya vivir si no estás conmigo
Al borde del abismo,
A un roce de tu piel
- Lo amas verdad?
- Muy obvio ah?
- Bueno… si tu estás feliz yo estoy feliz por ti, cómo se llama la canción?
- Al borde, te acuerdas del borrador que no podía escribir?, cielos eso parece tan lejano…, bueno me parecía muy forzada la letra, esta mañana como que todo fluyó, me vino un flash y este es el resultado, sabes nissan cuando lo conocí yo estaba al borde de todo, estaba muy confundido, él me hizo ver muchas cosas, al igual que ustedes me ha ayudado a superar muchas cosas, me tiene una paciencia de santo, yo hasta ahora no puedo… tu sabes… por eso y muchas cosas mas en verdad creo que me ama
- Cómo no te va a amar, mira nada más, esos ojos, esas piernas, esa naricita, esas largas orejas esponjosas y esa colita de algodón
- Nissan por todos los Dioses – Shun se sonrojó a más no poder, Afrodita le decía conejito de cariño cuando estaban solos, aparentemente Ikky lo había oído y no perdió oportunidad de molestar a su otouto
- No hay nada de malo “conejito” - Ikky se levantó del sillón y se fue rápidamente por el pasillo, Shun le lanzó el cuaderno pero no consiguió darle al blanco, el peliverde sonreía y meneaba la cabeza, ahora Ikky lo molestaría el resto de la vida.