Cogieron todas las cosas y se dirigieron hacia la zona del río. Iban a paso lento, no tenían prisa, y de todas formas, lo importante era estar tiempo juntos.
A cada paso que daban, la gente comenzaba a murmurar, los dos ninjas iban el uno junto al otro, tranquilos sin armar jaleo. La mayoría de las chicas se quedaban babeando al verles pasar, otras gritaban piropos a los dos muchachos, y otras muchas personas cuchicheaban sobre quienes serían las chicas con las que habían quedado.
Kakashi Hatake, el sensei de Sasuke y Naruto, llevaba unos minutos siguiéndoles sin que se diesen cuenta junto con Iruka, quien le estaba pidiendo celebrar el día de San Valentín como la pareja que eran.
-Kakashi déjales ya porfi…
-Jeje Lo siento mi pequeño Iruka.-Dijo guiñándole un ojo. -No puedo evitarlo, son mis alumnos.
-¿Les vas a espiar todo el día? ¡Es San Valentín! -Gritó el castaño.
-Solo un rato más, quiero ver si Sasuke-kun se declara a Naruto.
-O.o ¿Declararse? Vaya, ya veo que una semana sin hacer el amor conmigo te afecta jajaja
-Demasiado, sígueme Iruka.
El peliplateado agarró a su pareja de la mano y comenzó a correr por las calles de Konoha arrastrando tras de sí al pelicastaño.
-Pensé que ibas a seguir a tus alumnos.-Dijo Iruka un poco extrañado.
-Nah, tú quieres celebrar este día conmigo y yo quiero contigo.-Respondió el peliplata.
Iruka besó a su novio mientras llegaban tranquilamente a su casa, llevaban más de una semana sin verse, y lo único que querían en ese momento era estar juntos, aunque Kakashi era tan excesivamente cotilla que no lo demostraba en algunas ocasiones.
Entraron en la casa y los besos se volvieron más apasionados, pronto la ropa comenzó a estorbar, pero Iruka no quería ir demasiado rápido y Kakashi quería darle a su novio lo que quería. Llevaban minutos besándose sin parar, se separaban solo para coger aliento. Kakashi comenzó a besar el cuello del menor al tiempo que dejaba pequeñas marcas en él y le quitaba el chaleco que tenía puesto el jounin.
La ropa quedaba tirada por el suelo marcando el camino a la cama del mayor, mientras que ellos dos seguían besándose con pasión.
Iruka se abrazó al cuello de Kakashi, quien le cogió en brazos suavemente y le tumbó en la cama poniéndose sobre él. Los besos eran cada vez más ardientes, sus respiraciones aceleradas y entrecortadas, sus caricias cada vez más atrevidas; sí, lo estaban deseando, ambos querían hacerlo salvajemente, pero Kakashi no iba ha dañar a su novio, nunca le haría daño.
Cogió con suavidad su erección y comenzó a masturbarle lentamente mientras iba dejando un camino de saliva por su cuello.
-aah… aahh… maash aah
Iruka suspiraba de placer y hacía que Kakashi se excitase más de lo que estaba. Miraba el cuerpo de su amado, la visión era sumamente perfecta. El castaño estaba debajo suyo con el pelo alborotado, las mejillas teñidas de un rojo intenso, presa del placer, pidiendo más y más, sus ojos entrecerrados, sus labios entreabiertos y rojos, su pecho bajando y subiendo incansablemente debido a la falta de aire por los besos, sus pezones duros, y su miembro suave y erecto… mm sí, a Kakashi le encanta verle así, indefenso ante sus caricias… No pudo aguantarse las ganas de dejar de masturbarle con su mano y bajó con decisión al miembro del castaño. Comenzó a besarle la punta con suavidad y siguió repartiendo besos por toda su longitud, volviendo cada beso más erótico que el anterior… volvió a la punta de su miembro y la acarició suavemente con un dedo haciendo un poco de presión, arrancando gemidos de placer de su castaño que intentaba reprimir su propia voz. Dejó de torturarle con el dedo para meterse la punta del miembro en su boca, lo besaba, lo lamía, jugaba con el miembro de su castaño, le encantaba hacerlo. Lentamente fue bajando más, introduciendo su miembro más adentro… Kakashi parecía todo un experto en esos momentos, su lengua se movía con agilidad, subía y bajaba a un ritmo lento y suave que hacía que Iruka no fuese capaz de razonar nada… Los gemidos se intensificaron más y más. Una de las manos de Kakashi fue hacia las tetillas de su amado y comenzó a estimular sus pezones pellizcándole con fuerza, mientras con la otra mano se masturbaba a sí mismo…
-aahh… Kakashii… mmmm
Iruka sentía que se iba a correr, pero no quería hacerlo en la boca de su amado, quien disfrutaba cada vez que se corría dentro. Kakashi comprendió que su novio en ese momento estaba suplicándole que se apartase, él no quería hacerlo, pero sólo por el castaño, se apartó de su miembro lentamente, rozándole con los labios y haciendo que se corriese en su cara.
Kakashi se relamió sensualmente y besó a su novio con pasión.
Lentamente, comenzó a introducir su miembro en la entrada de Iruka sin haberle preparado ni nada, quería hacerlo, quería prepararle para eso, pero no podía aguantarlo más, tenía que poseerle ya.
-aaah du… ee… duele… Kakashii… aah
-relájate… ahm… pa…pasará pronto ahh…
A ambos les dolía hacerlo así, a Iruka le dolía más, y por eso mismo su cuerpo inconscientemente se contraía, haciendo que el miembro de Kakashi fuese prácticamente encerrado y le dejase sin poder moverse. La sensación era molesta, pero no le importaba, ese pequeño dolor que le producía le excitaba cada vez más… lentamente, fue metiendo su miembro más adentro… Iruka se acostumbró por fin a la sensación, nunca antes lo habían hecho sin preparación, y en ese momento, varias lágrimas se le salían involuntariamente. Kakashi al verle así se arrepintió, bajó su rostro hacia el rostro de su amado y comenzó a besar cada lágrima del castaño y cada parte de su rostro hasta llegar a sus labios y comenzar a besarle con ternura… pidió permiso para introducir su lengua, y pronto se encontró con la lengua del castaño, explorando ambos la cavidad del otro…
-mmm aaah
Iruka movió sus caderas suspirando entre beso y beso dándole a entender a su novio que ya no le dolía. Kakashi comenzó con un vaivén lento y suave y sin dejar de besarle. Le acomodó para poder penetrarle más cómodamente y pasó sus piernas por encima de sus hombros.
-aaah… ahh sii… aahh maas ahhh maasmm… sigue así mmm
El peliplateado comenzó a embestirle cada vez más fuerte entrando y saliendo de su interior…
-¡ah! – Iruka arqueó la espalda cuando el jounin entró con fuerza - ¡Ah! – otra vez, cuando salió - ¡AH!
Kakashi continuó entrando y saliendo del cuerpo de su amado con rapidez. Se deleitó en los gemidos de placer que el chuunin soltaba con cada embestida. Sus manos se entrelazaron en el oscuro cabello de Iruka, sus labios se encontraron en un apasionado beso. Cambió ligeramente el ángulo de la embestida e Iruka gritó de placer cuando esto hizo que su próstata fuera golpeada de lleno. El mayor continuó embistiendo en aquel mismo ángulo.
-Kakashi… yo… voy a… voy a… – la mano del mayor se unió a la suya en su miembro.
El cuerpo de Iruka se tensó. Un gritó de placer fue arrancado de su garganta cuando un intenso orgasmo lo golpeó, haciéndole ver las estrellas.
Frente a él, Kakashi se encontraba al borde del clímax. Ver al castaño sacudiéndose en su placer, unido a la contracción de los músculos en torno suyo, lo llevó el límite. Oleadas de placer lo recorrieron de la cabeza a los pies, y con un ronco gemido dejó su cabeza caer sobre el pecho del más joven.
-aahhh
-mmm te quiero Iruka.-dijo algo cansado.
-yo … aah… también te quiero Kakashi.-respondió el menor respirando entrecortadamente.