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Todo empezó con un café por _Xaya_

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Notas del capitulo:

Me paso fugazmente a traeros esto, espero que os guste tanto como a mí =3


Doy las gracias a mi querida Ginna por aguantar el pedazo bombardeo de traducciones por el que la hice pasar xD


Link in inglish: Capítulo uno.


Recuerdo, esto es una traducción, el fic original pertenece a Rasengan22 que amablemente me ha dejado traducirlo y ponerlo aquí~

 

Disclaimer: La serie de Naruto no me pertenece, sino que es única y exclusivamente de Kishimoto-sensei.

 

Naruto estaba sentado en la mesa de un rincón de Starbucks. El tiempo que hacía era pésimo. No paraba de llover a intervalos, cosa que fastidió sus esperanzas de irse al lago con una barca. Eso también explicaba por qué la tienda estaba tan ridículamente abarrotada. Cada mesa y cada una de esas cómodas sillas que compartían una otomana estaban ocupadas.

No hacía mucho más que pasar el rato. Ya había repasado sus contactos en el teléfono, enviado un mensaje a alguien que estuviera en un radio de 24 kilómetros para ver si querían salir a tomar algo, pero nadie estaba disponible. Ya había repasado su e-mail, Facebook, Twitter y Tumblr. Había buscado apartamentos que no se podía permitir aunque no hubiera nada de malo en el que estaba viviendo. Fue a las páginas de Kayak, Travelocity y Orbitz sólo para ver cuánto le costarían unos billetes a Alemania simplemente porque nunca había estado ahí. Maldito Starbucks y su decisión de ofrecer wi-fi gratis.

La mesa en la que estaba sentado estaba junto a la pared, cerca del lugar en el que la gente podía coger azúcar, pajitas, servilletas o lo que fuera. Y, sólo fue por casualidad, y por el ruido, que levantó la cabeza cuando se abrió la puerta y entró un nuevo cliente. Su pelo negro estaba pegado a los lados de su cara por la lluvia. Llevaba la bolsa de un ordenador portátil detrás del hombro y se estaba buscando la cartera. Eso fue todo de lo que se dio cuenta el rubio antes de decidir buscar algo por Youtube. Se había traído los auriculares, así que los buscó por su mochila y los conectó al ordenador. Unos minutos más tarde, después de que se terminara el primer video, volvió a levantar la mirada y vio al hombre de antes de pie cerca de su mesa, café en mano y buscando un sitio libre. Naruto volvió a echarle un vistazo a la tienda, pero todos los asientos aún estaban ocupados. Había sitio suficiente para dos personas en su mesa, así que se quitó los auriculares y decidió llevar a cabo su buena acción del día.

—Oye —dijo lo suficientemente fuerte como para atraer la atención del otro—. Eres bienvenido si quieres compartir conmigo. —Apuntó con el pulgar hacia atrás—. Por aquí también venden por si necesitas algo.

El otro hombre lo miró un momento, estrechó los ojos, aparentemente decidiendo si podía fiarse de aceptar la oferta de Naruto. Aunque el rubio no tenía ni idea de si era posible que pasara lo que fuera en que pudiera estar pensando el otro, en una cafetería llena de gente. Maldita sea, llevaba ropa normal y era obvio que sólo quería ser amable. El extraño volvió a mirar con esperanza a su alrededor, pero viendo que no tenía otra opción, cabeceó y tomó el asiento.

—Gracias —dijo, casi sonando como si le molestara la cortesía de Naruto.

—Claro.

Volvió a ponerse a escuchar música, aunque un segundo después vio cómo el moreno conectaba a su portátil un extremo de un cable para cargarlo.

—¿Quieres que lo conecte? —preguntó el rubio extendiéndole la mano.

Recibió una mirada cautelosa.

—¿Sospechas mucho de los desconocidos, no? —Naruto hizo una risita.

—¿Tú no? —El moreno le pasó el otro extremo del cable y el rubio lo conectó por él.

—Hm. No particularmente. Tengo algo de sentido común, ¿pero es que mi sudadera te parece sospechosa?

—Sí —contestó—, podrías ser un matón.

Naruto se mofó, pero estaba sonriendo—. ¿Un matón con su portátil en Starbucks?

El otro tenía una pequeña sonrisa de medio lado en la cara—. ¿No estamos en horario escolar?

—Voy a tomarme eso como un cumplido. Quieres decir que parezco más joven de lo que soy. Por cierto, soy Naruto.

—Hola, Naruto —dijo, apretó el botón de encendido de su ordenador y acercó la silla a la mesa.

El rubio echó la cabeza a un lado—. ¿No tienes nombre?

—Sí, pero no se lo doy a matones sospechosos que se saltan clases.

—Bien. Sólo para que lo sepas, mi verdadero nombre no es Naruto. Es el nombre falso que les doy a los desconocidos cuando me preguntan…

—No te lo he preguntado —interrumpió el moreno.

—Sí, pero querías hacerlo, y como tú, yo también tengo que ir con cuidado. Es como cuando las chicas dan un número de teléfono falso.

—¿Así que ahora te comparas con una chica? —El moreno quitó la tapa a su café y le dio un sorbo—. ¿Así que ahora eres un matón transexual que se salta las clases?

—¿Y qué si lo fuera? ¿Sería un problema? —preguntó Naruto, haciendo ya rato que había apagado el volumen de su ordenador.

—Sólo lo sería la parte de un matón que se salta las clases.

El rubio apoyó la barbilla en una mano—. Qué tolerante de tu parte —dijo sarcásticamente—. ¿Eres… de aquí?

—Vivo en este pueblo, sí —contestó secamente.

—Oh, ¿te estoy molestando con mis preguntas?

—Aún no diría que me molestas.

—Está bien. —Naruto se puso sus auriculares y encendió el volumen.

—¿Quieres algo más para beber?

—¿Eh? —Tiró de uno de los cables—. ¿Has dicho algo?

—Te he preguntado que si quieres algo más para beber. —Señaló el vaso vacío del rubio.

Naruto pestañeó unas cuantas veces—. ¿Por qué?

—Porque has dejado sentarme aquí. Si quieres otro, te lo compro.

Naruto empezó a sonreír—. Eh, no tienes por qué hacer eso. Parecías tan estú… eh, erm, ridículo. Ahí de pie.

—¿De verdad?

—Sí, como el niño que todos odian en el colegio y que va a la cafetería y sólo se queda ahí de pie porque no hay ninguna mesa en la que se pueda sentar.

—¿Hablas desde la experiencia?

Naruto estalló en risas—. Eres muy gracioso.

—No estaba intentando ser gracioso. ¿Quieres algo para beber o no?

—Ya que te ofreces, claro. Em, ¿un café mocha? Con eso ya está bien.

El moreno se excusó y se levantó de la silla. Naruto lo miró mientras pedía su café. No necesitaba más cafeína en las venas, ¿pero quién se negaría a un café gratis? No dejó de mirarlo, no de una forma provocadora, sino más bien con curiosidad. Tenía que sonsacarle su nombre de una vez o se volvería loco. Tenía una voz suave y le recordaba a los gilipollas con los que se había cruzado alguna vez por la ciudad, pero al final se había sentado en su mesa sin darle demasiadas vueltas. Le estaba comprando una bebida, y, más o menos, lo había animado con un poco de conversación. ¿No podía ser muy malo, verdad?

Su compañero de mesa retomó su asiento pasándole a Naruto su café, en un tamaño mayor al que él había pedido.

—Estoy un poco preocupado por ofrecerte más cafeína.

El rubio tomó un sorbo a través del agujero de la tapa, saboreando la nata y lamiéndosela de los labios—. ¿Por qué? ¿Es porque hablo demasiado? Sí, si querías que me callara, probablemente ha sido un grave error, pero tal vez pronto empiece a rebotar contra las paredes y entonces podrás tener la mesa para ti solo.

—Ah, has descubierto mi plan.

Naruto hizo una risita—. En serio, dime tu nombre.

—¿Puede ser falso como el tuyo?

—Por supuesto.

—Entonces, Sasuke.

—¿Sasuke? —Naruto hizo otro trago—. Sí, seguramente es falso, pero servirá.

—Me alegro de que te guste, Naruto.

—¡Te has acordado! Debes de ser uno de esos hombres de negocios, como ese que va y te sacude la mano y más tarde te dice su nombre y contestas algo como “encantado de conocerte, Naruto” y entonces lo miras de forma intimidante. ¿Eso sale en un manual?

Sasuke se quedó mirándolo.

—¿Qué?

—Eres raro, pero sí… soy un hombre de negocios, pero que diga tu nombre es más por educación.

—¿Ah, sí? ¿Tus padres son buena gente?

—Lo eran. —Pareció ponerse tenso—. Pero ya han fallecido.

La expresión del rubio cayó, y se sentía mal por haber preguntado. Su pulgar se movía por un lado del vaso, formando círculos—. Lo siento.

Sasuke se encogió de hombros.

—Si te distraigo del trabajo, puedo callarme.

—De alguna forma, lo dudo. Vine a hacer trabajo, pero sólo porque mi apartamento se ha quedado sin electricidad.

—¿Entonces trabajas desde casa?

—Normalmente trabajo desde casa dos días a la semana.

—¿Los otros días viajas a la ciudad?

—Sí.

Los ojos del rubio brillaron—. Puedo adivinarlo.

Sasuke levantó una ceja—. ¿Adivinar qué?

—Que eres de la ciudad. Con eso de que vas vestido casi todo de negro, sospechas de los desconocidos aunque esto sea un pueblo pequeño y esa indiferencia, y…

—Creo que lo pillo.

—¿Te gusta trabajar en la ciudad? ¿Cómo es que no vives ahí? Entonces no tendrías que hacer una hora de viaje cada vez que vas y vuelves.

Sasuke se pasó la mano por el pelo y suspiró—. Acabo de empezar. No estaba seguro de si quería vivir en la ciudad, además acabo de pagar una importante porción de una deuda que debía mi hermano. Así que, para ser honestos, ahora mismo no puedo permitirme vivir ahí.

Naruto se dio cuenta de que todo el rato se estaba metiendo en un campo de minas con el tema de la familia. Quería culpar a la cafeína de ello en lugar de pensar que era algo insensible o que estaba espeso—. ¿Vives con tu hermano?

Sasuke lo miró de forma rara—. No. Vivo solo. O, bueno, tengo un gato.

Naruto casi escupe el café—. ¿Tienes un gato? ¿En serio?

—¿Es raro tener un gato hoy en día?

—No, supongo que no. —Echó la cabeza a un lado y se rascó la barbilla—. Sólo es que no te habría tomado por alguien a quien le gustan los gatos, pero supongo que tiene sentido. Estás viviendo solo en un apartamento. Probablemente no tienes muchos amigos si acabas de mudarte aquí y acabas de empezar un trabajo, así que te has cogido un gato para no estar tan solo. —El rubio se frotó un ojo con el dedo, fingiendo lágrimas mientras sonreía a Sasuke.

—¿De dónde sacas todo esto?

—Eh, mi mente divaga. Deberías ver los sueños que tengo. No terminan nunca y también son muy vívidos.

—No creo que quiera saberlo. —Los dedos de Sasuke empezaron a teclear.

—Ooh, ¿estás escribiendo un e-mail?

—No es de tu incumbencia, pero sí.

—¿A tu novia?

—Eso tampoco es de tu incumbencia.

Naruto se apoyó en su silla, aguantando el equilibrio sobre las dos patas traseras—. Eso debe de ser un sí. A no ser que hayas entrenado a tu gata para que entre en su e-mail. Considerando que sea hembra.

—De hecho, es macho. —Sasuke parecía distraído. Naruto le dio unos cuantos minutos para que terminara lo que estuviera haciendo—. Así que, ¿a qué te dedicas, Naruto? Aparte de a venir al Starbucks a mitad del día.

—Oh, ¿cómo trabajo? Trabajo para mi padre. Vende barcas.

—¿Barcas? —Sasuke levantó la mirada de la pantalla.

—Sí, barcas. Las pones en el agua y flotan.

—Gracias por la información. No sé si he conocido nunca a nadie que vendiera barcas.

—Ahora ya lo has hecho. Además, hoy iba a ir al lago, pero entonces empezó a llover, aunque el meteorólogo había prometido que haría sol, pero supongo que así es como van estas cosas.

—Por supuesto.

—No te bebes el café. ¿No te gusta?

—No me gusta mucho el café.

—¿Eh? ¿Entonces por qué lo has pedido?

Sasuke pasó un dedo por el borde de su ordenador—. Parece de mala educación entrar para conseguir algo de internet y no compres nada para beber.

—Sí, pero tienen otras cosas además de café. ¡Podrías haber comprado un brownie! Parece un malgasto.

—Le daré algunos sorbos. Y, no me gustan los brownies.

—¿A quién no le gustan los brownies?

—A mí. A los diabéticos. A la gente alérgica al chocolate.

El rubio sacudió la mano—. Sí, sí. Lo pillo. Eres un ave rara, ¿lo sabías?

—Eso puede ser un insulto, viniendo de ti.

—¿Y eso por qué?

—¿De verdad?

Naruto se echó hacia delante, bajando la pantalla de su ordenador para que pudiera mover la silla más cerca de la mesa—. No soy tan raro. Sólo tengo un subidón de cafeína. Que, por cierto, tú me has comprado. Y me gusta tener conversaciones con extraños. Soy una persona sociable, y eres algo interesante.

—¿Algo?

—Sí, bueno, no quería que se te subiera a la cabeza. ¿Así que cuál es el nombre de tu gato?

—Eh, no tiene.

—¿Tu gato no tiene nombre? ¿Cómo el de Desayuno con diamantes? ¿Es que simplemente lo llamas Gato?

—No lo llamo de ninguna forma. Era de mi madre, y hace unos años, cuando murió, me lo llevé.

—¿Así que lo has tenido durante años y no le has puesto un nombre? Pensemos en uno, ahora. ¡Tienes que ponerle nombre, Sasuke!

El moreno apoyó un codo en la mesa—. ¿Tengo que ponerle uno?

—Debes hacerlo, quiero decir, ¿y si tus padres nunca te hubieran puesto un nombre?

—¿Entonces qué pondría en mi certificado de nacimiento?

—¡Cállate! Estoy hablando en serio. Me sabe mal por el pobre animal. ¿Qué personalidad tiene? ¿De qué color es? ¿Es un gato bueno?

—No lo sé. —Sasuke miró su teléfono después de que vibrara. Estaba enviando algo. Lo cerró y miró al rubio—. Es un gato. ¿Qué puedo decir?

—Vale, así que cuando entras en el apartamento, ¿viene corriendo hacia ti o tienes que buscarlo?

—Normalmente está al lado de la puerta cuando llego a casa.

—¿Ves? Entonces es un buen chico, así que no lo llames algo como… —Naruto volvió a apoyarse en el respaldo de la silla y cruzó los brazos—. Satán o algo así. No sé. Dale un nombre bonito.

—¿Satán?

—Cállate, he tenido un pedo mental. Está bien, así que un nombre bonito para gato. Nunca he tenido uno, pero supongo que algo como… Suerte o… ¿Mitones?

—Esos nombres son horribles —dijo el moreno.

—Joder, ¿por qué no buscas en Google nombres populares para gatos?

—Vale, lo haré. —Sasuke empezó a teclear.

—Bien, entonces yo también.

—¿Por qué? Seguro que escogerías alguno estúpido.

—Bueno, ¡siento mucho no estar familiarizado con los gatos! —Naruto lo convirtió en una competición. Tecleó rápidamente en Google: nombe… tecla de retroceso… nombres poul… tecla de retroceso… nombres populares de gatos—. ¡Malditos dedos! —Clicó el primer link y examinó la lista—. Estos nombres son una mierda. Oh, espera, este me gusta. ¿Porthos? ¿Humphrey es un nombre de gato popular? Qué raro. ¿Has visto algo?

Los labios del moreno formaban una línea—. No mucho.

—Ohh. ¿Ollie es un nombre mono? ¿Qué te parece ese? Y mira el número dieciocho, ¡ja! ¡Mitones! Te lo dije.

—Eso sólo significa que no eres original.

—Oh, vamos, Sasuke. Es mejor que llamarlo Gato y no darle ningún nombre.

—Tal vez su falta de nombre es mi homenaje al arte moderno o algo así —refunfuñó.

—¡Ja! Quieres decir a algo como… ¿Y si ninguno de nosotros tuviera nombre?

Sasuke echó un bufido—. Eres un idiota. Aunque Ollie no está mal.

—¡Ves! —Naruto rió—. O, no sé. Tal vez tienes una película o un actor o una banda favorita… ¿podrías ponerle un nombre de algo que sea más especial que lo que hemos encontrado en una búsqueda de dos minutos?

—Tampoco te vas a dar cuenta de si lo llamo así o no. Ollie está bien.

Más te vale llamarlo así. Ollie es un nombre muy bueno. Debe ser el diminutivo de Oliver. Oh no, eso es deprimente. ¿Oliver era ese huérfano? —Por alguna razón, se encogió después de decir la palabra “huérfano”.

—Está bien.

Naruto se tapó la boca—. No pienso siempre lo que digo.

—De verdad, está bien. No me he ofendido.

Los siguientes minutos de silencio fueron incómodos, por lo menos para Naruto, pero Sasuke no parecía muy molesto. Estaba leyendo algo en la pantalla.

—Estás inquieto —dijo Sasuke.

—Jeje. Lo siento. —Se quedó quieto—. ¿Cómo pudiste darte cuenta?

—Tu rodilla acaba de golpear la mía.

—¿D-de verdad? ¡Lo siento! No me he dado cuenta.

—Para de disculparte.

—Eh… —Tuvo que morderse el labio para no disculparse una tercera vez—. Está bien. ¿Así que cuando vayas a casa empezarás a llamar Ollie a tu gato? ¿De qué color es? ¿No será negro verdad?

—Eso es algo racista de tu parte —contestó Sasuke con una sonrisa de medio lado.

—Cállate. No quise decir eso.

—No es negro. Es naranja.

—¿De verdad? ¿Y eso no es un poco… brillante para ti?

—Ni que pudiera escogerlo, pero no, es un buen gato.

—¿Quién? —Naruto sonrió.

Sasuke lo miró enfadado.

—¿Quién? —repitió con alegría y repiqueteó los dedos encima de la mesa.

—Ollie —masculló.

—¿No te sientes mejor? Ahora el pobre animal tiene una identidad. Te viene a saludar a la puerta y todo, por lo menos ten la cortesía de darle un nombre. ¿O es que tenías miedo de acercarte a él?

—¿Eh?

—Me refiero a lo de darle un nombre. ¿Eso te asustaba? ¿Tienes problemas con el compromiso?

—¿Qué eres, un terapeuta?

—No. Vendo barcas, recuerda. —Naruto hizo una sonrisa de oreja a oreja y se rascó la nuca. Se estaba divirtiendo.

—Piensas que eres gracioso, ¿verdad?

—Suelo hacerlo cuando estoy borracho, sí, definitivamente. ¿Soy el primero que te lo dice?

—¿Es que tienes la edad suficiente para beber? —preguntó Sasuke.

—¡Por qué sigues diciendo eso! Por supuesto que sí. ¡Tengo veintitrés años!

—Claro. —Sasuke sonaba como si no le creyera.

—¿Quieres ver mi identificación?

—La verdad es que no.

—Bien, porque entonces verías mi nombre real, que desde luego, no es Naruto.

—Ajá. —Sasuke dio un sorbo a su café.

—Ah, bien. ¡Bebes algo de tu café! Bueno, dime, no lo tomes a mal, pero, acabas de mudarte aquí, quiero decir… si quieres… tal vez, ¿podríamos quedar un día de estos?

Sasuke dejó lentamente el vaso en la mesa.

—¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? —Naruto se frotó la boca por si tenía un bigote de leche.

—Suena como si me tiraras los tejos. Sólo para estar claros, ¿no me estas pidiendo una cita verdad? ¿Es por eso que me has pedido que me sentara?

—¿Qué? —Naruto sacudió la cabeza vehementemente a modo de negación y levantó las manos—. ¡No! Sólo he pensado en enseñarte el pueblo, o presentarte a algunos de mis amigos. Sólo he pensado que estaría bien…

—Estoy bien, Naruto. Soy mayorcito. Puedo arreglármelas.

—Bueno, sí. No quise decir lo contrario. Sólo quería volver a quedar porque me gusta hablar contigo.

—Vale. ¿Cuál es tu número?

—¿Eh?

—Tu número de teléfono. Dámelo. —Sasuke abrió su móvil.

—¿De verdad? Vale. —Naruto le dictó el número. Entonces su teléfono vibró—. Oh, guai. —Escribió el nombre de Sasuke—. Bien entonces. Sí. Tal vez en un futuro pueda conocer a Ollie.

—No te anticipes. —Los lados de los labios del moreno empezaron a sacudirse formando una sonrisa.

—Sí, no quiero ir demasiado rápido. Tal vez primero deberíamos salir a cenar —dijo divertido, sacudiendo las cejas.

—Creía que habías dicho que nada de esto sería gay.

Naruto hizo una risita—. Hoy en día lo llaman bromance*, Sasuke. Es perfectamente legal.

—Aunque supongo que es algo hipócrita de mi parte que diga eso.

Naruto continuaba sonriendo—. ¿Por qué?

—Porque… —Sasuke inspiró y expiró lentamente—. Soy gay.

—¿Eh?

—No voy a repetir eso.

—Espera. ¿Que eres qué?

—Tengo citas con hombres.

—Oh… eso está bien.

—¿De verdad? Sólo he pensado que es mejor dejar eso claro antes de que pase algo raro.

—Sí, completamente. Nada de esto es raro ni nada. Sí. Claro.

—¿De verdad? No me gustaría que lo fuera.

Naruto sacudió las manos—. No, no lo malinterpretes. Me parece bien. Estoy algo sorprendido de que… me lo dijeras, ¿sabes? Estoy… raramente feliz. De alguna forma.

—¿Feliz de que me gusten los hombres? —Sasuke echó la cabeza un poco hacia un lado.

—Feliz de que me pudieras decir que te gustan los hombres. Porque, sólo… aprecio tu honestidad. Y esas cosas.

—Qué elocuente. Vas a eliminar mi número en cuanto te vayas, ¿verdad?

—¡Por supuesto que no! —gritó el rubio, llamando la atención, entonces bajó la voz—. No. Pienso que eres genial. No me importa que seas gay. Tampoco te estaba pidiendo una cita ni nada. Quiero decir, no es que no seas… ya sabes, ¿un chico guapo? Y eres sarcástico, algo que es bastante divertido, y ahora voy a callarme porque parece que te esté tirando los tejos, cosa que no estoy haciendo.

—Naruto. Está bien. Ya veo que no debería haberte comprado ese segundo café.

—¿Quieres…?

—¿Hm? —La voz de Sasuke era suave.

—¿Quieres ir a cenar? No he comido nada, y podemos ir a ese restaurante de pasta que hay en la esquina.

Sasuke apoyó la espalda en su silla, pensando—. Un italiano no suena mal. Aunque es un poco pronto para cenar.

—Entonces podemos ir a tomar algo antes, y entonces podemos tener más momentos incómodos mientras nos vamos conociendo.

—Supongo que puedo terminar el trabajo más tarde.

—¿Es raro que te esté pidiendo de salir a cenar? —preguntó el rubio—. Nunca he tenido un amigo gay, no estoy seguro de si hay fronteras o algo así.

—¿Por qué? ¿En caso de que te tire encima de la mesa y te viole?

—Bueno, no. Por supuesto que no. Cállate. Esto es nuevo para mí, sólo quería que te sintieras cómodo.

—Agradezco tu preocupación, pero estoy perfectamente cómodo con quien soy.

—Yo también —sonrió el rubio—. De verdad. Será genial. Tal vez puedas llevarme de compras. Mi padre dice que no me visto muy bien para trabajar.

—Claro, por supuesto. El típico estereotipo de hombre gay al que le gusta ir de compras.

—¿No te gusta? Pareces elegante.

—… Gracias.

—¿Vamos entonces? Estoy seguro de que a alguien le gustaría tener una mesa libre. ¿Quieres que conduzca yo o quieres ir en coche separados?

—Yo conduciré —dijo Sasuke. Cerró su ordenador y empezó a ponerlo en la bolsa mientras Naruto hacía lo mismo con el suyo.

Mientras salían, el rubio sostuvo la puerta abierta para Sasuke, que estaba cerca detrás de él—. Después de ti.

—Qué caballeroso —contestó con sequedad.

Aún estaba lloviendo un poco.

—¿Cuál es tu coche? —preguntó Naruto.

—Ese. —Sasuke apretó el botón de su mando a distancia y se encendieron las luces de un Toyota Prius que había cerca.

—Ooh, un coche eléctrico —dijo Naruto contento—. Sólo he estado en uno.

—Intenta no tocar nada. —Entró en el coche. Naruto le dio otra ojeada antes de entrar.

—¿Te refieres al coche o también se aplica para todo lo demás? —Se rió mientras se abrochaba el cinturón.

—Oh, guau. Estoy empezando a arrepentirme de haberte dicho mi preferencia sexual.

—Ohh, vamos Sasuke. Sabes que este es el principio de una relación preciosa.

Notas finales:

*Bromance: para los que no lo sepan (puesto que ahora es un término bastante conocido), es la unión de “brother” (hermano) y “romance”. Se llama así a un tipo de relación entre chicos que es muy unida pero sin llegar a nada sexual.

¿Qué os ha parecido? Esta vez voy a hacer algo nuevo, actualizaré este fic cada semana. Así que esperad el siguiente capítulo para el sábado por la tarde, o en su defecto, el domingo por la mañana (horario español xD).

Besos~


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