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-Miedo al vacio- por Aidell

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Notas del capitulo:

Hola, muuuchas gracias por leer, me da gusto que les haya gustado, en realidad me sorprendio sorprendio que la narrativa les gustase (en serio soy un lío para contar cosas, por eso me va como me va en clase de redacción jeje) y termine motivandome a escribir un poco más.

Este capitulo lo venía pensando desde ayer, pero honestamente no tenía ni idea de como escribirlo y aunque me complique toda y termine borrando parrafo tras parrafo (para quedar en lo mismo -.-") creo que quedo medio pasable XD

 

 

Tenía la garganta demasiado seca como para ser capaz de articular una simple palabra, roge internamente por una interrupción de quien sea o lo que sea, no me importaba en lo absoluto abrirle la puerta a algún vendedor, ni siquiera me molestaría tener que contar algún cuento repetitivo a los niños.

 

-          Naruto ¿me escuchaste? – pregunto Itachi acercándose – oye, no te ves bien ¿pescaste un resfriado? – insistió poniendo su mano en la frente.

 

-          No es nada – y así seria si por “nada” se entendiera “todo” – la situación es complicada y larga– dije esperando que no urdiera en el asunto.

 

-          Está bien aun si es complicada y  en cuanto al tiempo, la noche es larga. - Definitivamente Itachi era del tipo que accedería a formular una pregunta y aceptar que lo dejen sin respuesta.

 

-          Las historia es larga. – solté con un suspiro. – también podría ser extraña. – mi advertencia iba en serio.

 

-          Me gustan las historias largas y raras, no será un problema escucharla. – dijo caminando hacia la sala, en definitiva esa había dejado de ser mi noche, en este mundo hay solo tres cosas que realmente me molesta, las verduras, hablar del pasado y Sasuke.

 

Camine detrás de él y me senté lo más cómodo posible en el sillón, Itachi había llevado una botella de licor y unos vasos, él realmente no planeaba quedarse con dudas esa noche, sirvió un vaso y me lo paso con una sonrisa clásica de un barman.

 

-          No sé por dónde iniciar – reconocí dándole un sorbo al vaso, sentí el alcohol quemar un poco mi garganta, era más fuerte de lo que esperaba.

 

-          Por el inicio, no te líes tanto – ese comentario me hizo alzar la ceja “no te líes tanto” ¿a qué carajos se refería con eso? ¿acaso no era él quien me liaba con su jodida insistencia?

 

-           Eres molesto – dije mirándolo fijamente, pero eso solo alzo los hombros casi diciendo “ni que hacerle, así soy” su forma tan tranquila de ver el mundo me relajaba increíblemente, quizás esa sería la mejor y última oportunidad que tendría para sacar ese tema de nuevo al aire y dejarlos difuminarse lentamente, en lugar de tenerlo guardado solo para mí. – Veras, mi padre es un reconocido cirujano mientras que mi madre es una abogada sorprendente, los admiraba como todo hijo y aun lo hago, pero un día me entere que no eran mis padres biológicos, toda mi vida había avanzado sin saber  que esa no era mi familia, pero ellos eran amables, ni siquiera había diferencia en el trato y amor que daban a mi hermano mayor y a mí, pero aun así sentía que estaba en deuda con ellos, mis padres me amaban y nunca me exigían nada, pero sabía lo que esperaban, por eso decidí dárselos, era lo menos que podía hacer por los completos desconocido que me volvieron su hijo. – tome el resto de alcohol del vaso e Itachi lo relleno automáticamente. – ni siquiera sé porque te cuento esto. – confesé tomando el vaso que me ofrecía.

 

-          Yo también te conté algo de mi familia, con eso estamos a mano. – se acomodo mejor en el sillón e hizo un ademan para que continuara.

 

-           Venga, pero si te aburres solo avísame y me callo – él solo sonrió divertido y asintió con la cabeza. - La verdad es que vivir así era muy pesado; pero un día un niño se mudo a la casa de al lado, era más alto que yo, el cabello le llegaba a los hombros, delgado y con una piel tan clara que parecía no conocer el sol, yo no me le acerque para nada, pero todos los días escuchaba su música a todo volumen salir de su cuarto, había ocasiones en las que se oía el sonido de una batería y a su hermano gritarle que lo hacía mal, pero él seguía haciendo ese desastroso sonido. -  Itachi me miraba y por su expresión logre entender que recordaba esos  días. – Al salir de clase tomábamos el mismo camino para volver a casa, por lo que se me hizo costumbre verlo leer en el trayecto. – Itachi dio un trago, “nuestra madre odiaba que hiciera eso” dijo más para él que para mí, volteo a verme y supe que quería que prosiguiera. -  a mí en realidad me gustaba verlo caminar concentrado en lo suyo, esquivando baches, autos, doblando en las calles correctas, como si su cuerpo se mandara solo, tal vez suena algo extraña la forma en la que te narro esto.- deje salir un suspiro, aquí comenzaba lo bueno.-  podría decirse que ese chico se convirtió en mi primer amor, pero en ese entonces ni yo lo sabía.- mire a Itachi en la espera de algún comentario, pero nada.

 

-          ¿qué? – pregunto al notar que lo veía sin continuar. – eso ya lo veía venir, sabes, soy del tipo que cree que si alguien busca el verdadero amor debe comenzar por ser bisexual, uno nunca sabe en qué forma llegara. – explico al ver que seguía callado, en conclusión, Itachi era demasiado extraño. 

 

-           De acuerdo. – por lo visto mi historia seguía siendo de su interés. – el primer día que hablamos fue gracias a la lluvia, yo había olvidado llevar un paraguas y tenía la esperanza de que a la salida dejase de llover, pero no fue así, si no al contrario, me detuve en la salida, no había otra opción además de correr, pero entonces ese chico se me acerco y me dijo “Vámonos” solo teníamos 12 años, pero sus facciones vistas de cerca eran muy maduras, abrió el paraguas y muy apenas nos cubrió a ambos, sé que es estúpido, pero yo estaba muy feliz y nervioso, no sabía cómo comportarme ni que decir, pero él comenzó a hablar, me dijo su nombre y las razones de su mudanza, también me hablo un poco de su hermano mayor. – pensar que lo vine conociendo 14 años después y además me hospedo en su casa, esa coincidencia realmente apesta. - al día siguiente volvió a llover y nuevamente el paraguas lo olvide en casa. – Itachi me observo con una sonrisa que significaba “Si, claro, lo que digas” lo ignore y seguí. – sin más me volví a quedar de pie en la puerta y él me volvió a hablar, pero esta vez no llevaba paraguas consigo, me miro o más bien dicho escaneo y dijo “Hoy te tocaba a ti traer paraguas ” tan idiota era en esos tiempos que le ofrecí disculpas y él se rio; nos volvimos a ir juntos, pero esta vez corriendo bajo la lluvia, aunque solo al principio porque de repente él me detuvo y dijo “me gusta la lluvia ¿a ti no?” asentí y comenzamos a caminar mientras veíamos a todos correr. – me quede en silencio un momento tratando de pensar en cómo continuar la memoria.- Itachi ¿alguna vez te has preguntado porque la gente corre bajo la lluvia si ya esta mojada? – negó con la cabeza. - Bueno, él me pregunto eso, le dije que no sabía, que era simple instinto, correr para no mojarse más,  “o tal vez aun no saben que están mojados y nada ganan corriendo” dijo despreocupadamente. – me reí un poco al recordar a ese Sasuke y me resulto inevitable el preguntarme como habría sido la vida si él no hubiera cambiado, Itachi siguió en silencio, era obvio que sus pensamientos no estaban tan distantes de los míos.-  la verdad es que mi vida dio un cambio de 360 grados cuando Sasuke entro en ella, al principio seguía la vida como debía seguir, pero un día mientras lo veía dibujar,  me pregunto si él no me caía bien, me sorprendí mucho ¿cómo podría no caerme bien alguien como él? Le aclare que no era eso; no recuerdo bien lo que me dijo a continuación, pero fue algo así como “si no quieres hablar esta bien, solo me da gusto que yo no te moleste”. Supongo que cuando lo vi contento me anime y  le hable de mi familia, de la diferencia entre lo que era y lo que debía hacer, él me miro con una expresión un poco cómica y dijo ¿realmente crees que ellos se arrepentirán de ser tus padres solo porque seas tú mismo? Yo creo que a ellos no les importaría si fueran un maestro o el presidente, solo quieren que estés bien y en realidad él tenía razón, desde entonces eso de las expectativas dejo de preocuparme y volví a ser como era, pero ahora con Sasuke, sabes, pasar el tiempo con él era lo mejor, pasábamos horas escuchando  música en su cuarto, jugando videojuegos , pero mayormente compitiendo, si el trepaba un árbol yo buscaba uno más alto para subir, si yo rompía record en atletismo, él rompía mi record, incluso competíamos por la popularidad entre las chicas, pero al terminar la escuela media mi familia se mudo y no volví a ver a Sasuke hasta 3 años después en la universidad, pero todo en él era distinto, no había vuelto a hablarle, pero solo con verlo supe que su personalidad había dado un cambio radical. – Itachi comenzó a ver por la ventana, seguramente pensando en ese “algo” que cambio a Sasuke.

 

-          ¿volviste a hablar con él? – pregunto una vez que hubo acomodado sus ideas.

 

-          Sí, pero él no me reconoció, fue un día en la cafetería de la universidad, pregunte si podía sentarme con él y “haz lo que quieras” fue su respuesta, el comienzo fue complicado, él no decía más de seis palabras y yo quería saber todo de él, sin embargo con comenzamos a hablar más y más, muy dentro de seguía siendo una persona amable, pero no era sencillo llegar a él, incluso estando cerca se podía sentir claramente esa barrera que no me permitiría atravesar.

 

-          Pero aun así comenzaron a salir ¿cierto? – su comentario me dejo sin habla. – he estado pensando. – dijo llenado ambos vasos. – Sasuke, me hablo un poco sobre esto, me dijo que había comenzado a vivir con su amante, un chico de su universidad, al principio me tomo por sorpresa, pero estaba claro que le importaba muy poco lo que yo podría pensar, Naruto, él y yo no nos llevamos tan bien como podrías estar creyendo; cuando mi madre murió Sasuke tenía 14 años y yo 21, mi estadía en la casa era un suplicio, las discusiones con mi padre eran diarias y estaba por volverme loco, así que deje la casa y a Sasuke, decidí ir a estudiar al extranjero y cuando volví me entere que una semana después de mi partida mi padre había llevado a una mujer embarazada a vivir con ellos, una chica de mi edad para ser exactos; fue un golpe bajo para nosotros, mi madre no llevaba ni un mes muerta  y él ya estaba metiendo a su amante, al regresar Sasuke no era el mismo, al principio ni siquiera quería verme, pero poco a poco fue cediendo.

 

Por lo visto el dejar a Sasuke solo era algo que Itachi no podía perdonarse y ahora estaba yo allí reabriendo sus heridas, me sentí un poco culpable por hablar del pasado, pero eso era algo de lo que él mismo había decidido hablar, suspire y tome el restante de mi vaso, en definitiva todos teníamos un pasado con el cual cargar y no podíamos huir de él y mucho menos cambiarlo.

 

-          ¿Por qué se separaron? – pregunto regresando el tema. – no es por ser impertinente, pero él era feliz cuando estaba contigo. – escuchar eso venir de otra persona era complicado de aceptar, pues yo en ese entonces también lo creía. – fue como si algo del antiguo Sasuke hubiera vuelto. – no sabía que decir. – cuando él venia y hablaba de ti su expresión era diferente, como la de un niño cuando encuentra un gran tesoro.

 

El silencio lleno la habitación por algunos minutos, pero la mirada de mi interlocutor me dejo claro que esperaba una respuesta.

 

-          No te confundas. – dije con algo de frialdad, cosas que no paso desapercibida. - ese “gran tesoro” no era yo, quizás se divertía conmigo, pero nuestros sentimientos no se parecía en nada. – Itachi no dijo nada pero se sentó al lado mío. – yo lo amaba, lo amaba tanto que le habría dado mi vida si él me la hubiese pedido, confiaba que no me lastimaría, después de todo había sido él quien me la había regresado años atrás. – me quede callado, como odiaba quedarme sin habla, como odiaba que aun con tantos años pasados mi voz amenazara con quebrarse solo con hablar de él. Esta había sido la maldita causa por la que nunca pude hacer realmente feliz a Hinata, la quería, incluso podría decirse que la amé, pasar los días a su lado se había vuelto mi razón, pero Sasuke no accedía a salir de mi mente, ocasionalmente soñaba con el pasado, con esos buenos momentos juntos, entonces me despertaba y veía a Hina a mi lado, durmiendo tranquilamente, eso me hacía sentir la persona mal desgraciada del mundo, sabía que una relación así era totalmente injusta para ella, pero la tranquilidad que me brindaba era algo que simplemente no podía dejar, la necesitaba. – Desde el principio fui yo quien estaba enamorado, me confesé y acepto a salir conmigo, al principio fue como estar en un sueño y el día que me propuso vivir juntos sentí que la vida estaba resuelta, me graduaría de la universidad, conseguiría un trabajo y cada día volvería a casa con la persona que amaba, no había nada más que pudiese pedir, cuando encontramos el que sería nuestro departamento comenzamos con la mudanza, parecíamos una pareja de recién casados discutiendo por la decoración, estaba feliz; pero nada dura para siempre y eso lo supe el día de la graduación, Sasuke no había ido a la ceremonia y no contestaba las llamadas, cuando todo termino no pude marcharme inmediatamente a casa así que volví en la tarde, él no estaba, pensé “habrá ido a buscar algo para la cena” después de todo ese día era importante, tome mis zapatos y los escondí para que no supiera que había llegado, mi plan era sorprenderlo; pasaba el tiempo y no llegaba, la noche anterior no había conseguido dormir por los nervios, así que sin darme cuenta caí dormido, desperté al escuchar demasiado ruido, mire el reloj y pasaban de las 10pm, había dormido 4 horas, al salir de la habitación escuche la voz de Sasuke “¿estabas aquí?” dijo separándose de la chica que había comenzado a devorar como si su vida dependiera de ello, se acerco a mí pero no lo deje tocarme, solo le dije que por mí no se detuviera, que ya me iba yendo. – Itachi me miro cálidamente y con delicadeza revolvió mi cabello, la empatía de Itachi hacia mí era real, pero aun así no fui capaz de confesarle que ni siquiera pude aguantar las lágrimas hasta salir del departamento, quería conservar un poco de mi orgullo. – desde ese día no lo he vuelto a ver, al cabo de los comencé a trabajar para la editorial Hyuga y salí al extranjero

 

-          Pese a todo, las cosas no resultaron tan malas para ti. – dijo señalando la habitación donde dormían Aoki y Kazuki, asentí llenando ambos vasos.

 

El resto de la noche avanzo sin preguntas, de vez en cuando notaba a Itachi meditabundo, pero al percatarse seguía con la conversación banal que habíamos iniciado debido a un tácito acuerdo en el decidimos dejar el tema, él ya sabía lo que quería y yo podía quedarme en paz sabiendo que no tenía más que ocultar.

 

Pasaron las horas y no supe cuando caímos dormidos, el viaje nos tenía agotados y si a eso le agregamos la limpieza al llegar y las conversaciones que tomamos, no era de sorprender que estuviéramos exhaustos tanto física como psicológicamente.

 

 Al día siguiente desperté en mi habitación, pasaban de las 10 de la mañana y mi cabeza no dejaba de palpitar, ni siquiera me atrevía a abrir los ojos ni mucho menos a moverme, comencé a desperezarme, pero un peso extra no me dejo moverme, voltee lentamente a mi derecha y vi a Itachi durmiendo plácidamente, eso me molesto, yo resaca y él tranquilo soñando quién sabe qué, sentí la necesidad de pellizcarle las mejillas, pero no fui capaz, seguí recostado, me sentía demasiado mal como para levantarme, o volver a dormir.

 

Cuando me gire en la cama vi quede frente a Itachi, por primera vez vi su rostro de cerca, sus facciones era muy atractivas, sus pestañas largas caían delicadamente, realmente su parecido con Sasuke era asombroso, toque un poco su mejilla izquierda y él se removió en la cama para seguir durmiendo plácidamente ajeno a las consecuencias del alcohol, en serio quería golpearlo.

 

Cerré los ojos un poco y estuve a punto de caer dormido, pero unos pasos me hicieron regresar, me senté en la cama preparándome para explicarle a los niños porque no iríamos hoy a su futura escuela y el porqué Itachi estaba dormido allí, en dado caso de que quisieran preguntar.

 

La perilla de giro y yo intente poner mi mejor cara, Aoki había heredado la tierna preocupación de su madre mientras que Kazuki había heredado mi facilidad para gritar.

 

-          ¿Aún dormido? ¿hasta qué hora pien…? – decía abriendo la puerta, pero calló al instante, sentí un sudor frio bañar mi cuerpo. - ¿Naruto? – pregunto Sasuke tan pasmado como yo a la vez que avanzaba hacia mí.

 

Sin embargo cuestión de segundos su mirada paso de mí a Itachi, aún dormido. – Lamento la interrupción.-  dijo arrojando un juego de llaves a la cama para luego salir de la habitación cerrando la puerta de golpe. Me deje caer y puse los manos en mi cabeza que no dejaba del palpitar; cerré los ojos intentando entender lo sucedido, verlo había sido inesperado, sus ojos, sus labios, no había cambiado nada.

 

Voltee a ver a Itachi y pellizque sus mejillas, tan fuerte como me dio la gana, con un carajo ¿Cómo diablos podía dormir tan ajeno a la realidad?

Notas finales:

bien pues eso a sido todo por este momento, honestamente tenía animos de escribir algo medio predecible e irlo liando más y más, ok exagero un poco.

Espero que les haya gustado, la verdad yo me entretuve mucho escribienlo porque este pobre capitulo no terminaba por quedar, lo movía de un lado y de otro y nada, incluso llegue al punto de inciar el capitulo tres y modifidar este a cada rato. En serio, mis respetos a quienes llevan más de un fic, vete a saber como le hacen para no terminar metiendo unas cosas con otras.

En fin, muchas gracias por leer.

 

 

 


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