-al área de mantenimiento de la rama yaoi, ellas nos dejan usar su máquina al parecer, pero podrías ayudarme yukina es que son muchos papeles y no puedo con todos, agradecería si me pudieras ayudar-
-claro, te ayudare kisa-san, pero no sé si me necesiten aquí-
-a yuki-kun, puedes irte, no pasa nada, a no quise escuchar su conversación pero yo, sumimasen-, en eso abrazo fuertemente el brazo de mi yukina, como era posible que hiciera eso, mi enojo era enorme, ya no estaba sentido ahora era furia, ese chico rubio con lentes y complexión delgada, era mucho para mí, era súper mega adorable.
-o natsume no necesitas disculparte está bien…-
-yukina apúrate, no tengo todo el día para sacar las copias-
-hai, kisa-san-, por ultimo vi como el dejaba a yukina, pero le jalaba para darle un beso en la mejilla, que acaso era el día de regalar besos, esto era el colmo.
-sabes que, suéltalo o me voy!!- grite tan fuerte como pude, después de eso las miradas de casi todo el departamento estaban sobre mí y más la de yokozawa.
-ey kisa, que es todo ese escándalo!!- fue lo único que escuche de parte de uno de mis jefes y Salí corriendo con la mitad de los papeles.
Solo corría al área de mantenimiento para acabar con este escándalo y salir pronto de aquí, pero en eso unos brazos me jalaron.
-kisa-san, a donde vas-
-lejos de ti...-
-porque??!-
-porque ya andas acompañado, así que déjame-
-oye estas equivocado-, después de eso me metí al área de mantenimiento, era un pequeño closet por así decirlo con la copiadora a un lado y trapeadores y artículos de limpieza al fondo.
-porque me traes aquí-
-no es aquí a donde ibas-
-sí, pero no contigo-
-estas equivocado natsume, es solo un viejo amigo que va a la librería, somos conocidos de la escuela y el empezó a trabajar aquí como asistente de un mangaka, así que no nos vemos mucho, tales no lo aparente pero es mayor que yo por 5 años, el solo me vio y me saludo y lo salude por cortesía como en los viejos tiempos y él es muy empalagoso por eso no me molesto que me abrasara o me besara en la mejilla-
-eto… eso no lo sabía-
-él es solo un amigo, pero al parecer tu también tienes otro amigo-
-él es solo un compañero de trabajo que molesta a todo el mundo-
-entonces demuéstramelo-, rápidamente me tomo de la cintura y me beso fuertemente en los labios, el beso, se empezó a tornar apasionado, mi oxigeno comenzó a faltar y mi lengua era sacada de mi boca para profundizar el beso, hasta que el oxígeno se nos hacía necesario me aparto del agarre.
-yukina…-
-lose, esto, en tu trabajo, yo, no sé qué decir-, temblaban sus labios, la voz le faltaba, pero esa cara roja de vergüenza me la opacaba esos ojos tan masculinos.
-eso no me importa tonto, bésame!!-, lo tome de la playera atrayéndomelo hacia mi con fuerza, dándole un apasionado beso, esos que solo la experiencia te ase dar.
-kisa-san, si sigues así no poder parar-
-y quien dijo que pares, Baka, tómalo como lo que dejamos pendiente-
Ese fue el gatillo que disparo todo, sus manos se posaron en mi cintura y mis manos a su cuello, no podía creer lo que pasaba, estaba besando a mi novio en el trabajo, escondidos en un armario de limpieza con una copiadora, pero mis pensamientos fueron interrumpidos, cuando una mano traviesa se introdujo a mi pantalón, tomo mi miembro y comenzó a masturbarlo, con delicadeza, volviéndome loco, pero no podía quedarme atrás y baje una mano mía y la pose en el trasero de mi novio, apretándoselo, sintiéndolo, estrujándolo, ese sí que era un trasero digno de ser tocado.
-kisa-san, sácalo-, fue lo que me pidió esa hermosa boca, así que no tuve más remedio que hacerlo, desabroche su pantalón y saque su gran miembro, me dio mucha sorpresa que este ya estaba erecto, mientras que el mío apenas empezaba a pararse, y recordé el porque estaba así, el motivo de mi preocupación, el jamás se la bajo cuando me fui, al también se le avía echo tarde, quiere decir que lleva toda la mañana y parte del día en esas condiciones?, me sentí algo responsable y saque el miembro del pantalón, junte los dos penes y los comencé a masajear, escuche los gemidos roncos de yukina en mi oído, era hermoso, sus sonidos me encendieron aún más, así que seguí masturbándonos, hasta qu el tomo el control de la situación.
-kisa-san, ven a mí-, dijo con una voz tan sensual que me cautivo, en eso enti como 3 dedos eran insertados de una en mi entrada.
-ah!, yukina… que crees que haces…-
-te preparo, rápidamente, tienes que volver al trabajo no-
-el trabajo ah, las copias-, me di la vuelta, para agacharme por los papeles y en eso algo duro y caliente empezó a entrar en mí, -yukina!!!-.
-la maquina es automática, parece, que tal si la dejamos sola un buen rato y mientras continuamos-, metió un boncho de papeles y le puso el numero más grande que encontró.
-pero ah,… de pie yo… ah-
-no lo aremos de pie, sino mejor-, abrió la impresora y me sentó en el cristal duro de la máquina, mientras ponía el saca copias, eran fotos de mi trasero las que salían de allí.
-no, esas impresiones…ah-
-shh, que tal si alguien nos oye o ve eso, tendrás que tomarlas tu solo, porque yo ando muy ocupado-, comenzó a embestirme fuertemente, sacándome lágrimas de dolor con placer.
-Baka!!, ah, ha!, no tan rápido ah-, con una mano me sostuve en la espalda de yukina y con la derecha comencé a tomar las hojas a como pudiera de la máquina, pero eso no funcionaba, yukina, no me escuchaba y yo no podía estar muy cuerdo en nada, opte por dejarme llevar, el tener sexo en la oficina no se da todos los días., -ah!-.
-kisa-san ah, ere hermoso, mm, te amo-
-yukina, ah,nnnnn ahh, más duro aaaa, rómpeme, con todas tus fuerzas,aaaaaahhhhh-
-sera un honor gggrrr!-, sus embestidas eran fuertes, ni la maquina se quedaba quieta, la juventud en su cuerpo era notable, me tenía envuelto en placer, solo quería tenerle dentro de mí, sentir como golpeaba con su viril miembro mi próstata, la cual lo anhelaba con muchas ansias, era un caos el cuarto, los papeles regados por todo el piso, la pasión nos empapaba, sentía sus manos tomando mis piernas y colocándolas en sus hombros, cuando lo logro comenzó a levantarme la camisa hasta el cuello, besándome los pezones con fuerza, no podía soportar que me diera tanto placer, el era el único que podía hacer que me sienta asi de bien en el sexo.
-yukina aaaaah, es bueno hahhaha, muy bueno, haha-
-tú también kisa-san, eres exquisito-, me tomo preso entre sus besos, no podía dejar de besarlo, tome una mano y jalaba sus hermosos cabellos castaños y los moldeaba a mi antojo, era una sensación extrema, el saber donde estábamos, el que estábamos haciendo y el cómo, era una sensación que no podía dejar pasar.
-más ha, más duro,, quiero más… yukina!!-.
-a kisa-san…-, ya era inevitable el final, mis gritos de súplica eran inmensos, solo quería correrme de una vez, y él lo estaba consiguiendo, masturbándome de esa manera y entrando y saliendo de mi interior con tanta rudeza, era algo hermoso.
-QUE RAYOS HACEN!!-, esa voz.
-KKYYYAAAA!!. TALKANO…..-, era mi jefe el que abrió la puerta, se nos avía olvidado ponerle seguro a la habitación, -esto no es lo que parece-.
-los dejare solos, kisa, regresa al trabajo cuando termines-, serró la puerta y no sabía si preocuparme o darle menos importancia hasta que se escuchóvoces del otro lado de la puerta.
-ey masumune que es todo ese escándalo-
-a takafumi, no es nada solo pongo este letrero en la puerta-
-ey no puedes poner ese cartel ahí-
-porque no?-
-el cartel dice “ocupado por dos calientes de mierda, no abrir en media hora o una hora”-
-que tiene de malo?-
-quítalo y vete al trabajo-
-….-
-kisa-san, ya no escucho nada-
-ni yo, creo que deberíamos parar-
-lose pero-, en eso se movió un poco y mi cuerpo reacciono, al parecer no estaba listo para el trabajo.
-sabes que terminemos de una vez, tenemos una hora-
-a, kisa-san, me vuelves loco-, sus penetraciones comenzaron a ir mas fuerte cada vez, ya mi cordura se avía ido por la borda.
-yukina!, ah apúrate-, eso activo el libido de yukina y comenzó a embestirme cada vez más rápido y sin piedad alguna, hasta que lo inevitable paso.
-te amo kisa-san, nnnnn-
-yuki….aaaaahhhh!!-, nos corrimos juntos en un gran y sonoro gemido.
-a esto, kisa-san que..-
-no hables o me arrepentiré-, me acomode los pantalones y vi que yukina se acomodaba los suyos y supuse que se iría a su trabajo y no estaba satisfecho con eso, -yukina, iras al trabajo-.
-creo que sí, no lose-, en eso vi mi oportunidad, tome su pene en mis manos y lo apreté con la mano fuertemente y lo masturbe rápidamente.
-KISA-SAN!!-
-no creas que estaré de acuerdo en que te vayas así nada más-.
-pero….-
Rápidamente, lo bese, dándole a entender el apasionado sentimiento que tenía.
-kisa-san-, dijo en tono seductor.
-vámonos-
-eto…-
-si hablas, me arrepentiré, así…. Que sígueme-, lo tome de la mano y salimos corriendo del cuarto, no quisimos ver a nadie a la cara, pero sentí que muchas personas nos observaban con mucha atención, hasta que llegamos al ascensor, en cuanto se serraron las puertas no soportamos el estarnos viendo, en un fuerte impulso nos terminamos besando apasionadamente, no quise soltarle, era uno de esos pocos momentos en la vida en los que una persona siente la necesidad de estar con su pareja.