Desliz
Capitulo 17: Pesadilla real
La noción del tiempo la perdió al caer desmayada, sintiendo dolor en sus muñecas y presión en los brazos, Nix se quejaba, algo mareada, abrió los ojos, pero no veía nada, una venta oscura tapaba sus ojos, sintiéndose angustiada, intento liberarse sin lograrlo, unas esposas ataban sus muñecas y la mantenían suspendida al ras con el suelo, de alguna clase de soporte.
-Hasta que despiertas –comento alguien en la estancia- dormiste más de lo que pensé y ya estaba perdiendo la poca paciencia que me quedaba…-. Agrego con sarcasmo.
Un escalofrió recorrió la piel de Nix, al sentir los dedos de Chris, acariciando despacio sus hombros, fue consciente de su desnudez, a la par que su acosadora recorría su anatomía.
-¿Qué vas a hacer? ¿Violarme? ¿Ta hace sentir más poder, abusar de mujeres? ¿Cómo puedes hacer algo así, siendo tu también una mujer?-. Exclamo Nix mientras forcejeaba.
-No, no me gusta violar mujeres… Disfruto someterlas, poseerlas, recalcar mi poder sobre ellas –fue la torcida respuesta- en teoría no voy a violarte, voy a proclamarte mía, aunque te niegues…-. Riendo seguidamente, se separaba de Nix para admirarla desnuda, le encantaba aquel cuerpo.
-¿Qué te hace pensar que te daré el maldito gusto? –Exclamo Nix- Hazlo si te hace sentir grande, ultraja mi cuerpo, pero jamás, y grábatelo en la maldita y retorcida mente que tienes, JAMAS vas a poseerme, ni a mi alma, ni a mis sentimientos… Mi cuerpo es solo un recipiente, tómalo como quieras, pero eso no será suficiente…- afirmo seguidamente.
Chris se limito a sonreír, mientras acariciaba el rostro de Nix despacio.
-Ahórrate el intento de manipulación mi pequeña Nix… -fueron las palabras- se que hasta tu soberbia y tu rebeldía tiene un límite, tengo mucha curiosidad…- rozando las marcas cicatrizadas del cuerpo de Nix- ¿Eres masoquista de profesión o solo juegas rudo con Fénix?- interrogo, apretando como un botón, una herida en el pecho de la chica, aun en proceso de sanación.
-¿Y cuál es la diferencia? Lo que yo haga y disfrute con mi cuerpo, no es algo de tu incumbencia…- espeto la chica, evadiendo aquella pregunta.
-Es curioso… -comento levantándose para tomar entre sus manos un látigo- Si eres amante al dolor, al final disfrutaras mucho de esto…-. Blandiendo con rapidez el objeto en sus manos, el primer golpe sorprendió a Nix, estremeciéndola, solo atino a morderse el labio y respirar para no gritar.
-Resístete, si, porque cuando empieces a quejarte, a gritar y llorar… Sera mayor mi éxtasis…- sonriendo con malicia, dejo que aquella pieza de cuero, marcara seguidas veces la espalda de Nix, permitiendo que los golpes se repitieran, para dañar mas una determinada zona.
-Maldita desgraciada…-. Susurro Nix, al borde de lágrimas, el dolor comenzaba a ser insoportable, había dejado de sentir su espalda, su piel quemaba, palpitaba como si tuviese vida.
-Me sorprende tu aguante –comento Chris preparando una jeringa- veamos si tu mente es tan fuerte como tu temple…- sonriendo satisfecha al oír la queja de Nix al sentir la aguja penetrar su piel, seguido al quejido de sentir aquel desconocido liquido penetrar su piel.
-¿Qué has hecho?- susurro Nix, sintiéndose mareada de golpe, acalorada.
-No fue la gran cosa, es el doble de una dosis de principiantes, alucina para mi Nix, piérdete en fantasías, muéstrame tus miedos y dame las herramientas que necesito, para que seas absolutamente mía…-. Sonriendo con soberbia, se apodero de aquellos labios con deseo, forzando a su lengua a profanar la boca de la joven que sometía, convirtió ese pasional beso en francés, mordiendo aquellos labios, dejo sus manos vagar por el cuerpo bajo sus manos, sin pudor, acariciaba cada rincón a su alcance.
Dejando pasar los minutos precisos, quito la venda oscura, Nix sintió sus ojos mas sensibles de lo normal, le era imposible enfocar con claridad, todo a su alrededor era borroso, confuso, su sistema nervioso estaba alterado, el mínimo movimiento la sobre sobresaltaba, la aturdía, sentía que perdería la cordura en cualquier momento.
-shhh relájate mi princesa –susurro seguidamente- estas en buenas manos, ahora confiésame tus temores Nix, vamos dime a que le temes ¿A qué te haga mía y lo disfrutes? –Interrogo tomando entre sus manos los pechos desnudos de la chica- parece que tu cuerpo está igual de sensible que tus sentidos –lamiendo con avidez, provoco un escalofrió en el cuerpo de la chica- ¿Amas a la maldita de Fénix? ¿Sabes que solo está jugando contigo verdad? –Afirmo pellizcando los pezones con fuerza- No creerás realmente que se puede amar a dos personas al mismo tiempo, a ella le da todo su ser y a ti solo las migajas…-. Exclamo seguidamente.
-Mentira… -susurro con esfuerzo Nix- es absurdo que te explique, pero nuestra conexión va mas allá de una simple palabra…- dejando escapar un marcado quejido imposible de evitar, expreso el dolor de sentir nuevamente aquel látigo golpear su lastimada espalda.
-¡No seas ingenua! –obligando a Nix a mirarla a la cara después de abofetearla, le lamia el labio ahora roto- lo que sienten la una por la otra es atracción, lujuria, ganas de tener sexo y una obsesión por conocerse en medio de su estúpido juego de coqueteo y dominación… -separándose de Nix, lubricaba un arnés antes de colocárselo- hoy voy a enseñarte, lo que una verdadera obsesión, transformada en un enfermizo amor y deseo, pueden ocasionar….-. Sosteniendo a la chica de la cintura, aspiro su aroma, deleitándose con los sollozos de impotencia, dolor y angustia.
-No hagas esto, deja de hacerme daño…-. Suplico al sentir la textura de aquel objeto rozar su intimidad, intentando cerrar las piernas, en un intento por protegerse.
-Esto es solo el comienzo…-. Fueron las crudas palabras, antes de penetrar a la chica, despacio pero con fuerza.
La estrechez la hicieron sonreír mas grande, las quejas comenzaron a extasiarle, por más que Nix lo intentara, el dolor le ganaba a su temple, la droga magnificaba todo lo que sentía, dejando fluir sus lagrimas, sollozaba en cada embestida, gritaba al sentirse penetrada con mayor profundidad que la habitual. Chris lo disfrutaba, ella misma podía sentir en su interior cada embestida, se le erizaba la piel y se estremecía al oír aquellas quejas, los gritos y los sollozos de su víctima.
-No te resistas… -susurro al oído de la chica- Ya antes has hecho el amor con violencia, con dolor y has obtenido satisfacción, así que déjate llevar, disfruta mis atenciones y conviértete en mi esclava…-. Deteniendo de golpe la penetración, dejo que aquel gel estimulante recorriera el cuerpo de Nix, por más que se resistiera, aquella sustancia, potenciaría sus sensaciones, aun resistiéndose, su cuerpo conspiraría con su subconsciente para disfrutar del dolor y transformarlo en placer.
El primer traicionero gemido escapo de sus labios al sentir la boca de Chris lamer su intimidad, una ráfaga de calor atravesó su cuerpo, cuando su punto más sensible comenzó a ser atendido con vehemencia, succionando, mordiendo despacio y penetrando con sutileza Chris sonreía al percibir el sabor de la excitación en su boca, entre mezclado con la sangre de la anterior brusca penetración.
Las manos se deslizaron a los pechos desnudos, masajeando con firmeza, fuerza y pasión, pellizcaba y apretaba de forma rítmica la sensible piel.
En aquel punto Nix se había perdido producto de los efectos de la droga, las sensaciones eran insoportables, el dolor comenzaba a excitarle, olvidando completamente su posición, se dejo llevar, estando completamente a merced de su agresor.
Cuando el primer orgasmo hizo eco como el grito dado en la estancia, Chris se penetro a sí misma, antes de penetrar con el otro extremo del arnés a Nix, estaba al borde del clímax, obligando con su cadera a la chica a seguirle el frenético y violento ritmo, alcanzo repetidas veces el clímax.
No se detuvo en aquel punto, continuo torturando a Nix hasta cansarse, sin escatimar posiciones, sin medir su violencia, dejándose llevar por el cumulo de emociones de rabia, odio y obsesión, solamente se detuvo cuando la chica oji negro, no pudo más y se desplomo inconsciente.
Con la respiración entre cortada, jadeando e intentando recuperar el aliento, Chris beso aquellos labios sintiéndose satisfecha.
-Se que una parte de ti lo disfruto tanto como yo… Ahora eres mía Nix, solamente mía, he marcado tu cuerpo, tu consciencia y tu alma para siempre…-. Riendo a carcajadas, se dejaba caer en el sofá cercano, admirando el maltrecho cuerpo de Nix frente a ella.
-o-
-¡Por favor no!-. Exclamo asustada, despertando de golpe.
Con la respiración y el corazón acelerados, se llevo la mano a la cabeza adolorida y aturdida, mirando a su alrededor desconcertada, se encontró en su habitación, en medio de la madrugada.
-¿Fue una pesadilla?-. Comento al aire, intentando incorporarse, pero el dolor que sintió en la espalda, fue como un rayo partiéndola en dos, con la mano temblorosa busco el interruptor de encendido de la lámpara ubicada en la mesita de noche junto a su cama.
Aun mareada y aturdida, se levanto de la cama, con gran esfuerzo llego a la habitación de baño, palideció al mirarse la espalda, estaba cubierta por un vendaje, mirando sus muñecas enrojecidas, se marcaba claramente las esposas que antes la sostenían, rozándose inconscientemente la cadera, un quejido escapo de sus labios al caer arrodillada, su entre pierna estaba igualmente adolorida, producto de aquella violación.
-Como pudiste…-. Sollozo abrazándose a si misma mientras se dejaba caer en el suelo, los recuerdos acudieron a su mente sin piedad alguna, recordando toda aquella tortura, lloro, grito, sollozo y se lamento hasta que el cansancio la venció.
No había palabras para describir todo lo que su corazón sentía, había sido ultrajada, humillada, doblegada y manipulada, el terror apareció como un mensaje automático para con su agresora, si había sido capaz de hacerle todo eso sin el menor escrúpulo, no podía siquiera imaginar, lo que podría hacerle si la acusaba, sabía que Chris poseía conexiones con los bajos fondos, su drogadicción, su familia.
Para Nix en aquel momento el pánico se apodero de ella, Chris había obtenido su cometido, ahora la chica sería incapaz de enfrentarla, cuestionarla o contradecirle, la tenía en sus manos como tanto deseaba.