Desliz
Capitulo 20 “Descubriendo la verdad”
Aquella sala de conferencias magistral estaba llena, miles de miradas se posaban sobre aquella chica, sintiéndose un poco nerviosa, sonreía con tristeza.
- Y les dejo con ustedes a la vicepresidenta del consejo de la Real Academia de Bellas Artes . Hécate Van Garrick , Que compartirá asiento con La presidenta de la Real Academia de Bellas Artes siendo juntas un equipo ejemplar. Y Asistirá a las juntas que se le convoque- Dijo el Rector de la Academia.
Las sonrisas y las palabras de sorpresa se daban en todo el Auditorio, toda la Academia estaba presente, todos los representantes de las universidades estaban ahí. Todos menos Fénix Ortigosa y Nix Fuentes.
La cara de Hécate estaba desilusionada, al ver el asiento de su novia, y futura esposa vacío como había estado su cama en las ultimas semanas. El reconocimiento de la vicepresidencia solo significaba una sola cosa, respeto.
Después de la ceremonia de premiación donde se presentaban cada uno de los logros de la Academia, Hécate, ya harta miraba el móvil sin respuesta. Era la semana deportiva en la Facultad de Ingeniería pero no significaba que Fénix estuviese tan ocupada como para olvidarse de la ceremonia de premiación de la Academia, y menos de la promoción a la vicepresidencia. El mismo lugar que ocupa esa mujer, de nombre Nix.
Al final de la ceremonia, Hécate se dirigió hacía su departamento, el traje de gala yacía en el suelo de la habitación pequeña adornada con obras de arte de todo el mundo y cuadros creados por ella, el instrumento con el que había tocado toda su vida estaba en la esquina de la pequeña habitación posado de una manera religiosa, con el estuche rodeando el instrumento, la regadera sonaba y el vapor salía de la misma.
La desilusión estaba a flor de piel de la joven de tez morena, ojos café oscuro, fuerte de corazón y determinada, estaba en el suelo de la regadera llorando su decepción.
-Fénix debería de haber estado ahí, desde la ultima vez que estuvimos juntas menciono algo de la semana deportiva, de las competencias de natación, del equipo de hockey, y de Nix.
El nombre le sabia a sangre, como si el mismo le cortara la lengua, como si el mismo fuese una daga que se le clavara en el corazón.
-Esa mujer, las dos tienen algo, lo sé, que acaso Fénix cree que soy idiota, que no la conozco. El nerviosismo cuando esta con ella, las palabras en doble sentido, hay algo con ellas dos.
Pensando amargamente en una infidelidad, Hécate se vestía para dormir sus decepciones, esperaba que el sueño le diera el alivio que tanto deseaba con Fénix, la mujer de fuego de la que ella se había enamorado hace unos años.
El amor no estaba encendido en ella, pero quería recuperarlo, ella quería conservar la llama de la chica de fuego, pero sospechaba que la mujer que siempre andaba con ella tenía el fuego del que ella carecía.
-¿Que tiene ella que no tenga yo amor?-. Pregunto al fino aire que rodeaba la habitación, sin respuesta.
La tristeza de la vicepresidencia tenia un precio, ahora era igual a la chica Nix, igual que ella tenia que andar atrás de la presidenta de la Real Academia de Bellas Artes, igual que Fuentes de la Facultad de Ingeniería.
-Maldita mi fortuna por ser tu semejante Fuentes, Juro que descubriré lo que le has hecho a mi mujer-. Maldiciendo a la mujer, se durmió intranquila, sin descanso, la noche no fue lo que ella esperaba.
El sueño la eludía y los recuerdos recientes la perseguían
Flashback
La competencia de natación será solo en unas horas, tengo que llegar- decía desesperada la mujer de tez morena en el volante de su auto, con camino a la facultad de Ingeniería.
En la entrada de la facultad.
– ¿Nombre? – preguntaba el guardia de seguridad.
– Hécate Van Garrick, prometida de la Presidenta Fénix Ortigosa. – dijo Hécate con seguridad.
- Oh disculpe usted señorita, puede pasar.- Dejando aquel auto entrar.
El deportivo paso, y el estacionamiento estaba vació aun los autos no llegaban a llenar el mismo, la camioneta de Fénix estaba estacionada donde decía presidenta de facultad, que orgullo tenía Hécate de ser la Prometida de la presidenta de la Facultad de Ingeniería, la competencia era dentro de unos minutos, afortunadamente no había llegado tarde como lo había previsto.
Caminando hacia el gimnasio de la facultad se emocionaba que Fénix fuese el centro de atención de todas las miradas, era la protagonista de la misma competencia y la estrella de la disciplina de nado libre de 200 metros, la emoción estaba al borde.
Los vítores y los ánimos se hacían oír cuando Hécate abría la puerta del gimnasio, los presidentes de las diferentes facultades con los vicepresidentes tomaban el asiento, los demás competidores tomaban asiento, las banderas con el nombre de la chica de fuego y los gritos al unisonó, Fénix! Fénix! Fénix!, todo la emocionaba.
Diviso a lo lejos a Nix, la mujer que siempre andaba con ella, en la facultad, no tenia buena espina, la promoción a vicepresidenta estaba siendo mantenida en secreto aun hasta para los presidentes.
Todos guardaron silencio cuando se anunciaron las competidoras de nado libre de 200 metros, los gritos fueron los mas fuertes cuando el nombre de Fénix salió del micrófono.
-¡¡Suerte amor!!-. Grito Hécate desde las gradas, saludando con la mano a su prometida.
Una risa algo burlona hizo que Hécate mirara a su lado, allí estaba Chris, mirando con odio la piscina donde su prometida estaba compitiendo en ese preciso instante.
Se miraron en silencio, en ausencia de palabras pero sus ojos podían expresarse con libertad.
-¿También piensas tu que soy una ingenua?-. Soltó de golpe Hécate mirando a la joven de mirada gris verdosa.
-¿Que intentas decir?-. Fue la respuesta de Chris manteniéndole la mirada.
- ¿Crees que Nix y ella no han tenido algo mas que amistad?, tan ingenua eres, tan ciega- dijo Hécate con desprecio, mirando a Chris sorprendida ante sus palabras.
-¿Estas escuchándote? -articulo Chris recuperando la compostura ante aquella afirmación- Es tu novia ¿No deberías confiar en ella?.- Intento evadir el tema, no le convenía que Hécate pudieses saber las cosas.
- Tan poderosa la heredera de la familia Hernanz, y tan estúpida la señorita -espeto con odio- Y claro que debería de confiar en ella, pero hay un límite para la estupidez... Yo sé que hay algo mas entre esas dos -agrego aun con desprecio- no es normal ese afán de estar juntas y más aun en esta semana...-. Puntualizo con la mirada más oscura de lo normal.
Los vítores de la competencia eran evidentes Fénix iba ganando a los primeros 100 metros.
Chris miro perdida la piscina, del lado de la meta se encontraba Nix mirando con una enorme sonrisa a Fénix en plena competencia.
-La palabra confianza no la tengo en mi diccionario, pero puedo decirte una cosa Hécate, no te equivoques, mira mas allá de tu nariz y quizás te des cuenta que la única estúpida no soy yo...-. Espeto dándose la vuelta.
-Y por cierto, cuando estés mas cerca de ellas dos, veremos que tanto de lo calmada que dices ser y aparentar ante otros, se mantiene...Estoy segura que sabrás con amargura lo que se siente al verlas juntas...- Caminando gradas abajo se marchaba.
- No eres la única que puede jugar a la desgraciada Chris Hernanz- le grito por sobre la victoria de Fénix - ni la única que puede hacerlo mejor-. agrego más que como una amenaza.
Chris se giro mirándola mientras sonreía antes de marcharse sin agregar nada mas.
Fin Flashback
Mas que sueño la sensación de que Fénix la hubiese engañado la perturbaba demasiado, como era posible que la Chica de fuego que la había jurado amor eterno la hubiese engañado con la vicepresidenta.
La noche rodeaba a la chica, las sabanas se pegaban a la piel, las lágrimas eran incontenibles aquella sensación era como un puñal que se le clavaba mas con cada lagrima que recorría sus humedecidas mejillas.
Flashback
- La promoción de la vicepresidencia era hoy, Fénix debería de saberlo. – dijo para sí Hécate.
Mientras caminaba por el campus vio como Fénix se dirigía a las puertas del gimnasio mientras hablaba con la chica de los ojos gris verdosos, visiblemente molesta, Mientras caminaba vio a su asistente Claudia.
-Tengo entendido que su promoción es hoy señorita Van Garrick- dijo con todo respeto Claudia.
-Si, así es Claudia, ¿sabes a donde se dirige Fénix? – dijo propiamente a Claudia.
-Creo que detrás de Chris Hernanz, disculpe tengo un poco de prisa señorita Van Garrick.- dijo Claudia muy propia y retirándose.
-Detrás de la señorita Hernanz, eh?- comento a la nada Hécate.
Los pasos la volvían aun más ansiosa, el sudor frio le perlaba la frente, oyendo gritos de violencia, las puertas de los vestidores estaban abiertas, las cámaras estaban apagadas, y solo se oían dos voces familiares.
- Exquisitamente en el rostro te voy a dejar el puño si sigues hablando de lo que no te corresponde, hija de puta- se oyó la voz de Fénix alterada.
Lo pensamientos le nublaban la vista a Hécate, ¿Que estaba pasando?
-Sigue hablando, sigue hablando, imbécil, sigue hablando, es mas dame el motivo para matarte, Chris- Exclamo Fénix fuera de sí misma, fuera de la mujer paciente que siempre había sido junto con ella.
-Voy a dejarte algo bien claro... – dijo la que parecía Chris, mientras se oyó un ruido fuerte provenientes de uno de los casilleros.
-Hablo con toda propiedad, porque así te duela y se te destruya el alma Nix ahora es MI MUJER y por eso la hago mía cuantas veces me de la maldita gana ¿Me copias?- Agrego con autoridad la chica de mirada verde.
- Así que vete haciendo la idea y no te pases de la raya conmigo, porque si deje que ese día me golpearas en los pasillos fue porque me agarraste desprevenida…-
Los ojos de la chica ojos café oscuro se abrieron desmesuradamente, al saber que Fénix había golpeado a Chris. Y esta nunca le había informado, espero paciente hasta que pudiera oír mas, más de lo que ella sospechaba.
-…pero dos veces no te servirá la misma conmigo, así que bájate de la maldita nube de reina, ocúpate de mantener tu relación con Hécate que siendo ella ahora Vice presidenta de bellas artes, si te descuidas te la bajan también por inepta...-
Sus oídos no daban crédito a lo que ella estaba escuchando, Chris ya sabia que ella iba a ser la vicepresidenta de la Academia, como era posible que Fénix siendo su novia, estuviese tan indiferente ante ello.
-Desgraciada ahora veras… -. Exclamo Fénix
Mientras los pasos la acercaban a la escena donde vio a Fénix tomando a Chris del brazo tomándola de la chaqueta, pegarla a la pared y estaba por golpearla por lo Hécate decidió intervenir.
-¡Fénix basta!-. Se escucho aquel grito de autoridad en la estancia que Hécate no sabía que poseía.
-¿Qué crees que haces?-. Reprocho separándola de Chris.
-H-Hécate…- Balbuceo la joven de mirada miel, sintiéndose en shock al ver a su novia.
-Ja la otra cabrona llega al rescate…- Con visible molestia en el tono de voz, Chris se acomodaba la chaqueta arrugada.
-Vete de aquí Chris, no compliques más las cosas por favor. Déjanos en paz...-. Pidió Hécate con cortesía.
-Aquí la que tiene que dejar de meterse en mi relación con Nix, es tu novia. Porque con sus arranques de celos, pareciera que ellas fuesen amantes y nosotras dos unas estúpidas…-. Soltó llena de ira, antes de marcharse.
Chris esta vez tenia la razón, Hécate se sentía como una estúpida, mirando a Fénix sorprendida y en shock.
-¿Me puedes explicar que estaba pasando Fénix? ¿Qué está ocurriendo contigo y con Nix?-. Exigió la joven a su prometida.
Visiblemente sorprendida y confundida Fénix sabía que estaba en un problema.
- Tú sabes bien lo que pasa con Nix…- susurro tratando de salir de la confusión y maldiciendo entre dientes a Chris por mencionar a Nix en esos momentos.
- Entonces no hay nada...- comento Hécate con la mirada sospechosa viendo como Fénix intentaba esquivar la mirada cada que podía -¿Acaso me crees estúpida?- termino la frase acercándose a Fénix, sintiendo su miedo a través del sudor de la frente, mirándole como su pecho se hundía ante la declaración y su aparición.
- Como tu superior, te exijo que dejes de darme ordenes, y dejes de sospechar de Nix, es solo una amiga, que conozco mucho antes que tu a mi...- dijo Fénix escondiendo la mirada, tratando de escapar de la situación en la que se había metido.
Hécate la miro herida... Cerrando con fuerza los puños.
- ¿Crees enserio que me seguiré creyendo esa excusa? ¿Que son solo 'amigas'? Mírate Fénix, estas alterada y fuera de ti misma, porque Nix tiene pareja. ¡Déjala que se hunda sola en esa relación enferma con Chris si es lo que ella quiere!- Espeto con odio.
-Soy TU NOVIA no hagas gala de tu posición como Presidenta por encima de mí para darme ordenes, si estoy aquí es porque nuestra escuela tiene competencias hoy ¿Estas tan perdida pensando en esa maldita amiga tuya que no te acuerdas que TU PROMETIDA será presentada hoy como Vice Presidenta?.- Agrego al borde del llanto.
La declaración había dejado helada a la mujer de fuego, era cierto y lo peor del caso es que si, lo había olvidado.
- Hécate... por dios, lo siento...-. Expreso Fénix aun impactada.
Alterada aun intento abrazar a la más joven.
Las lagrimas eran incontenibles después de los gritos y las declaraciones, mientras Fénix intentaba abrazar a Hécate. Su relación se estaba desmoronando mucho antes de lo pensado.
-Suéltame Fénix..- Separándose de la más alta Hécate la miraba dolida.
-Cuando vuelvas a comportarte como la mujer de la que me enamore, caballerosa, atenta, y sobre todo ENTREGADA A MI, entonces hablaremos. Mientras sigas siendo la imbécil que eres, comportándote como una idiota y haciéndome daño, no te quiero cerca...-. Exclamo con lágrimas en los ojos, dándose media vuelta y saliendo del gimnasio.
Después de lo sucedido Hécate corrió a su automóvil y corrió a la promoción de la Academia.
Fin Flashback
La madrugada era la presente a esas horas.
-Ahora a seguir con esta tortura, que todos estos años tratando de ser alguien en la facultad me costaron, tiempo, sangre y lagrimas-. La mujer de tez morena se vio al espejo, había llorado toda la noche y los ojos no le hacían el menor favor de hacerle ver un buen aspecto.
-La Vicepresidenta Hécate Van Garrick-. Dijo de nuevo la mujer, sintiendo el corazón destrozado y la venganza formándose como un tsunami de enormes proporciones en su alma.
Había pasado por muchas cosas para conquistar a Fénix, juntas habían vivido miles de cosas como pareja, como amigas, como confidentes. Siempre supo que Fénix miraba diferente a Nix, pero también sentía que Fénix era solo suya, hasta ahora. Algo le gritaba que tenía que actuar, no quería desconfiar más aun, pero tenía que llegar al fondo de todo aquel asunto y si Nix había sido capaz de tocar lo que era suyo, dejaría de ser la mujer amable, sensata y amorosa que había sido siempre, porque Fénix era suya, la quería como su esposa y nadie iba a venir a quitarle a su mujer.