Desliz
Capítulo 21 “Enloqueciendo”
El metal del locker donde Fénix había golpeado ahora estaba retorcido, con un poco de sangre de la chica.
-¿Pero qué he hecho?- se preguntaba una y otra vez la chica del ave mítica arrodillada en el suelo, sangrando su dolor.
El dolor de su corazón era indescriptible, Hécate la había dejado sorprendida con su propia llegada a la facultad, Nix no aparecía por ningún lado, desde hace tres días estaba desaparecida, los mensajes de móvil sin contestar ella sabría bien que hacer. Pero que hacer en esta situación. El fuego de la venganza se veía reflejado en los ojos de Fénix.
- Desgraciada, ahora piensas meterte en mi vida, no te saldrá el acto como esperabas- Fénix se levantó con el puño aun sangrando, tenia que avisarle a Nix lo que había sucedido, Hécate podría esperar la respuesta de las interrogantes que la había hecho anteriormente, mientras en los ojos solo había un solo nombre –Chris-
Fénix se dirigió hacia la oficina del presidente que actualmente le correspondía junto con Claudia y Nix.
- No puedes dejar que nadie te vea como la débil Fénix- la chica se decía a si misma recordándose que ella era la presidenta de la facultad de ingeniería, la mas reconocida en esa cuidad.
Lavando la herida de la mano derecha, recordaba como la sangre que antes la había excitado, ahora la estaba lastimando. La sangre de Nix, la propia que se había mezclado con la de ella mientras la hacia suya, aquel primer paso hacia la infidelidad, aquel primer paso de la chica del ave mitica hacia sus deseos mas profundos, La chica Nix, amiga por varios años, amante desde hace unos meses.
- ¿Y ahora que somos?... Dos extrañas que apenas hablamos. – dijo la chica mientras el ardor del alcohol era evidente en la mano recorriendo el brazo.
-Tendré que ir con Karen, ella sabrá que hacer en estos casos. – dijo la chica de fuego.
Mientras la caminata hacia la enfermería era lenta y pausada, la determinación de Fénix no cambiaba de decisión. Chris era el objetivo, el premio, si es que había alguno, era el liberar a Nix de lo que sea que la chica Hernanz le hubiese hecho.
- Presidenta- dijo Karen al ver a la chica en la estación de enfermería. – ¿Y ahora que la trae por acá?- dijo Karen al momento de ver la mano herida de la chica.
- Sabes que soy una torpe a veces- dijo con una negativa Fénix mientras le enseñaba la mano- ¿Puedes arreglarlo?- comento con culpabilidad.
Karen sonriendo saco las cosas para sutura de la herida.
– Sutura, antibióticos y analgésicos, es lo que puedo hacer por ti hoy Fénix. –Fue la respuesta invitándola a sentarse en aquella camilla cercana.
-Hazlo por favor- dijo la chica mientras veía por la ventana de la estación.
-¿Día rudo?- dijo Karen al poner la anestesia en la mano de la chica de fuego.
- El peor hasta ahora- dijo fénix sin dirigirle la mirada.
-Es por Nix verdad- dijo Karen mientras ponía el segundo punto de la sutura en la mano.
La chica de fuego se mostro sorprendida de lo transparente que podría haber sido en los últimos días, acaso los demás sabrían del amorío de ella con Nix.
FLASHBACK
-Me parece increíble que me trates aun bien, después de todo... bueno lo de Chris y eso…- Susurro mirando a la ventana.
Volteando hacia donde miraba Nix tomo de su barbilla y la giro hacia ella obligándola a mirarla a los ojos - Habrá pasado lo que haya pasado, soy mujer, soy Fénix, pero no soy una maldita desgraciada que después de todos estos años te dejara a tu suerte, También soy tu guardián lo recuerdas amor- dijo Fénix sonrojándose y dándose cuenta de su última palabra
- Lo siento, preciosa- sé que ya no se puede…
Nix sonrió ampliamente ante esas palabras, acaricio el rostro de Fénix con nostalgia.
-No te lamentes por nada... solo fue algo que se nos salió de las manos... Si, eres mi guardián, y yo de algún modo también el tuyo... Creo que ese vínculo, no puede ser roto aunque así quisiéramos...- Explico con pausa
- No me lamento, nena, y no tampoco ese vínculo podrá ser roto por ninguna de nosotras, ni siquiera alguien externo. - dijo sonriendo Fénix y tomando su rostro, mirándola directamente a los ojos. Recordando cómo fue esa primera vez con ella, recordando con nostalgia anhelando un beso más de su amor prohibido.
-¿Vas a besarme o solo me miraras esperando permiso para ello?- agrego con sarcasmo Nix, conocía perfectamente esa mirada de Fénix.
- No tenía idea que para eso tendría que pedir permiso - sonriendo la mujer del ave mítica seguidamente besando a Nix, Con el fuego en los labios, y en sus manos. Mientras que sus lágrimas fluían, el beso duro lo que dura un solo instante, pero para ellas el beso pudo haber sido la eternidad de la vida en la llama de sus corazones de nuevo ardiendo en sus labios y sus manos.
Fin FLASHBACK
-Las veces que estábamos juntas eran arruinadas por Chris Hernanz. – dijo Fénix al aire fino que rodeaba la habitación.
Karen terminaba de suturar a la mujer de fuego.
-Bien Fénix ahora nada de movimientos bruscos, o se te abrirá de nuevo la herida- dijo Karen entregándole una receta medica y unos analgésicos junto con los antibióticos.
-Es que acaso me he quedado enamorada de una ilusión, es que acaso me he quedado varada en la ilusión de tu amor…- dijo la chica al fumar un cigarro en el capo de la camioneta estacionada en el mirador junto a la interestatal.
La tristeza junto con la soledad le hacía sentir más frio, más odio hacia ella misma.
-El hacerte el amor en mi mente, en mis sueños, haberlo podido materializar y sentir todo el placer que nunca antes había sentido… Las ilusiones se rompen con el tiempo, las personas cambian, las cosas se han salido de control.- Aquellas palabras tan crudas y llenas de verdad, le dolían a medida que las pronunciaba.
-El tiempo es ahora o nunca-. Endureciendo su mirada, dejaba caer el cigarrillo, antes de salir de aquel lugar.
-o-
Bajo de la camioneta a mala gana, sus guardaespaldas custodiaban la entrada de aquel pequeño apartamento. Caminando escaleras arriba, se sintió miserable al ver a la mujer que amaba de espaldas, boca abajo en la cama, dormida, era visible que había estado llorando y las heridas de su espalda le erizaron la piel. Sintió ganas de llorar, de salir corriendo, pero camino despacio, rodo con cuidado una silla cercana y se sentó al lado de la chica, tomo con delicadeza su mano y la beso mientras lloraba en silencio.
-Perdóname Nix...-. Susurro mientras lágrimas de frustración, de odio hacia sí misma, de culpa, de vergüenza corrían por sus mejillas. Como había podido ser tan desgraciada, tenía vagos fragmentos de lo que había hecho aquella noche, estaba muy drogada, perdió los estribos y había hecho un profundo daño a su prometida.
Viveka ingreso al apartamento una hora después, su hija estaba sosteniendo la mano de Nix quien seguía dormida, estaba más que claro que la chica no había logrado descansar y el sedante que le dio en una de las capsulas había surgido efecto. Le hizo señas a Chris para que se levantara y viniera junto a ella.
-Esta sedada, le di un analgésico fuerte junto a un leve sedante, no ha dormido bien y estaba muy adolorida. ¿Te das cuenta de lo que hiciste?-. La reprocho colocando en la mesa de noche tres paquetes de gasas especiales, una pomada y varios rollos de vendas.
Chris se mantuvo en silencio mirando el piso, no tenía ánimos de discutir se sentía muy mal consigo misma.
-No vas a volver a drogarte, estas volviéndote loca, perdiendo el poco juicio que tienes y no estoy dispuesta a que en un maldito ataque de rabia o celos, la mates y te hunda la familia fuentes, no solo a ti, a toda la familia… -Obligo a su hija a mirarla a los ojos- Tomate estas pastillas, te ayudaran a dormir y a relajarte, ve a la habitación de huéspedes que hay en la planta de abajo, me hare cargo de ella hoy, por una maldita vez obedéceme sin hacerte la rebelde, esto es serio Chris..- Ordeno mirando lo herida y arrepentida que estaba su hija.
-Está bien… Por favor llámame si algo ocurre…-. Tomando la caja de medicamentos, miro a Nix, la beso en la frente y se marchó sin más.
Viveka suspiro frustrada, aun cuando estaba muy enfadada con su hija, reprenderla de mal modo, seria provocar su descontrol. Tocando la frente de Nix se aliviaba al no sentirla caliente, descubriendo con cuidado su espalda, procedió a colocarle las gasas húmedas superficialmente, cuando la chica despertara le colocaría la venda junto al medicamento. El reloj marcaba casi las 7:00 pm. Sería una larga noche, lo que realmente le preocupaba era el hecho de que la chica tuviese que jugar mañana aquel partido de hockey, había averiguado y el equipo rival era nada más y nada menos que la universidad polideportiva, el actual campeón estadal, el entrenador querría a Nix a toda costa en la pista y no tenían excusas para evitar que participara sin evitar que Karen la revisara y se diera cuenta de sus heridas. Mordiéndose el labio nerviosa, buscaba una solución desesperada.
-o-
El sol le molestaba en los ojos, ante la luz y el calor Nix se removió incomoda despertando algo asustada, la espalda le dolía pero no con la misma magnitud del día anterior. Mirando alrededor de su habitación, vio a Chris salir del baño con el uniforme del equipo de hockey, el pánico se apodero de ella, levantándose de golpe, intento alejarse de ella.
-Espera Nix por favor ten cuidado si te mueves bruscamente te harás daño en la espalda…- Intentando acercarse, se detuvo al ver que a cada paso que daba, Nix retrocedía.
-Mira sé que no tengo excusa, que lo que hice fue una atrocidad pero de verdad perdóname…- Pidió con lágrimas en los ojos- No sé qué me paso, estaba muy drogada, de verdad yo te amo, sé que estoy enferma pero por favor permíteme de alguna manera reparar el daño que te hice…- Suplico con la mirada.
-Por favor vete, no te quiero cerca me hiciste mucho daño Chris, te juro que no le diré nada a Fénix, que no te acusare pero no me hagas más daño te lo suplico…-. Rogo aquella mirada oscura llena de temor, al borde de lágrimas.
-Nix por favor cálmate –intervino Viveka- Chris tiene que entrar a rehabilitación lo antes posible, sus problemas con las drogas están destruyendo su psiquis y no proyecta de forma adecuada el amor que siente por ti, voy a protegerte, no volverá a hacerte daño, pero necesito que me ayudes, que la ayudes a recuperarse…-. Pidió seguidamente ante la cara de sorpresa de las dos adolescentes.
-¡S-se ha vuelta loca acaso! –Exclamo Nix fuera de si- ¿Cómo pretende que ayude a la persona que me ultrajo como le dio la gana, sin ninguna contemplación, que me humillo, y juega conmigo como si yo fuese su maldito juguete?-. Grito con lágrimas en los ojos.
-Por qué no tienes más opciones…- sentencio la más adulta- Lo único que mantiene a Chris cuerda eres tú, eres su obsesión y su salvación, no puedo obligarte. Pero tú mejor que nadie sabe, que si permitimos que se siga drogando y se siga hundiendo, cometerá una locura. O matara a Fénix o te matara a ti…- espeto con firmeza la mujer.
-No soy una asesina ¿Qué te volviste loca?-. Intento defenderse Chris ante las palabras de su madre.
-¿Estas segura de tus palabras? Tampoco eras capaz de hacerle daño a lo que más amas y mírale la espalda al amor de tu vida. Eres una dama estando sana, no con dos jeringas de heroína en el cuerpo y sabrá dios que más porquerías, así que vete haciendo la idea de que no volverás a consumir esa basura Chris Hernanz o cooperas por las buenas, o te enviare a una clínica y te internare allí sola…- Amenazo a la chica con autoritarismo.
Las dos chicas se miraron sin saber que decir, la madre de Chris no estaba jugando, y para qué negarlo, tenía la maldita razón. Nix estaba cada vez más inmersa y prisionera, sin decir más camino a la ducha, cerrando la puerta de un golpe violento, golpeo el lavamanos frustrada, llorando amargamente.
¿El mundo de había vuelto loco? ¿Ella se había vuelto loca? No sabía qué demonios había pasado, como era posible que estuviese siendo una esclava de la familia Hernanz por su miedo, por su cobardía y por proteger a la persona que más quería.