Desliz
Capitulo 3: Filosa amante
Plagada de sudor Fénix encontraba de nuevo el ritmo de su respiración, junto con Nix en el pecho satisfecha y con una sonrisa que no solo marcaba su marcado gusto por la joven mas alta.
-No solo eso fue demasiado rico y excitante, fue fuego en las manos- la beso de nuevo probando el sabor de su intimidad en los labios de la joven piel canela.
-No te conocía el gusto por el sadismo cariño- dijo Nix aun recargada en el pecho de Fénix.
- Y aun no has visto nada- Fénix tomo la daga he hizo un corte mínimo en la muñeca, disfrutando del corte y lamiendo su propia sangre. – Es hora de que me veas, en un marcado sadismo en el sexo- dijo Fénix levantándose del abrazo de Nix haciendo que esta se acostara boca arriba mientras Fénix examinaba las heridas de su amante, mientras Nix la miraba con cierto miedo y excitación.
Tocando el cuerpo de Nix, noto que sus propias uñas estaban muy marcadas y algunos rasguños no eran solo heridas superficiales, eran ya heridas un poco profundas. Lamiendo con deseo la sangre de su amante, tomando desprevenido su corazón, comenzó a cortar y a lamer la sangre de nuevo de las heridas hechas tanto con sus uñas anteriormente como con la daga ahora.
–Tienes el fuego en la lengua, por lo que veo- dijo Nix gimiendo un poco de dolor combinado con excitación.
La música tecno sonaba a lo lejos, movía los cuerpos de las dos, Fénix debía de tener el cuerpo de Nix, poseerla, tenerla vulnerable, tenerla en el orgasmo.
Tomo de nuevo la daga e hizo varios nuevos cortes, mientras Nix soportando la excitación gemía de placer en la cama, teniendo el cuerpo de Fénix sobre ella lamiendo las heridas, provocando el placer, humedeciendo su intimidad, volteándole para ver su rostro.
-Veo que tu afición por la sangre es intensa- susurro Nix, jadeando, al sentir de nuevo, aquel filo cortar su piel.
-No he podido controlarme, no después de que casi lo hacemos en la pista de baile- de nuevo tenia la sangre en su boca, la hemoglobina de su piel era deliciosa, y tenía el sabor preciso que ella buscaba.
Dejando de lado la daga comenzaba a tener el cuerpo de la joven en su posesión, los senos aun sin atender buscaban una compañía, la boca de Fénix, las manos de esta, la lengua por los pequeños pezones de la joven iban formando rocas.
Nix se estremeció ante el toque, sus senos eran parte de sus puntos débiles, sintiendo como un corrientazo le recorría la espalda, gemía quedamente.
La intensidad de la joven ojos miel, no tenía precedentes, besaba con intensidad los labios de Nix, mientras bajaba lentamente a la humedad de la joven, notando como a cada centímetro que se acercaba a la intimidad de la joven, esta gemía quedamente, teniendo aprisionada a Fénix por el cuello, y parte de la espalda, enterraba las manos cada vez más, mientras que la mano de Fénix seguía bajando, y estimulaba la parte más intima de su ser.
-No pares, no te detengas.- suplicante dijo la joven Nix, al oído de Fénix, mientras esta mostraba caballerosidad al tener el contacto de la humedad de Nix en sus dedos, tocaba lentamente, tocaba y se iba del contacto, Acto seguido subió la mano, y chupo uno de los dedos que antes había estado en la humedad de Nix, mientras la miraba atenta y excitada.
– Anda, hazlo ya, no me deje con las ganas.– Comento en un jadeo la joven de ojos oscuros.
-Dejo lo mejor para el final - avanzo rápido con la mano hasta llegar a la entrada de su amante, cuando un dedo penetro por fin su intimidad, haciendo que Nix tuviera un pequeño grito ahogado en el pecho de Fénix.
-Anda vamos, grita- exigió Fénix ante el acto de Nix.
Cada instante la humedad de Nix se hacía más notoria, mas presente en los dedos de Fénix, un dedo la volvía loca, dos la destruiría, Fénix espero a que su amante tuviera el suficiente espacio para poder introducir otro dedo en su intimidad, mientras que su boca no tenía más que ir a los senos de la joven, chuparlos con destreza, rasguñarle con fuerza y lamer las heridas, dejar que la Sangre fluyera, que ardiera y lamer seguidamente.
El placer comenzaba a quemarle, sentirse penetrada de aquella forma, excitaba a Nix sobre manera, aun cuando su estrechez, hacia que sintiera algo de dolor, le gustaba, era indescriptible aquella sutil mezcla de placer y dolor juntas.
Eran los sonidos de la excitación, o solo las sensaciones las cuales podrían haberse juntado en ese momento, cuando la atención al cuerpo de la joven, logro tener efecto en Nix y en Fénix al mismo tiempo.
No había palabras para describir los sentimientos de las dos, una encima de otra sangrando, haciendo el amor, gimiendo quedamente, respiraciones entrecortadas, y dolores mezclados, sangre y humedad.
Mordidas esparcidas por el cuerpo, A Fénix le favorecían con el don de colmillos, cosa que Nix encontraba excitante, dejando marcas por todo el cuerpo de sus colmillos, tomo la decisión de bajar hasta la intimidad de la joven, y hacer con su lengua lo que con sus dedos ella no podría hacer.
Comenzó a masajear el clítoris de la joven en círculos con la lengua, mientras embestía a la joven, de manera caballerosa y fuerte al mismo tiempo, su lengua lograba gemidos latentes en la joven piel canela, acto seguido comenzó a morder ligeramente el clítoris de la joven, haciendo que esto hiciera arquear a la joven.
Aquel movimiento la hizo gemir con fuerza, ya no podía contener sus gemidos, sentir cada embestida sumado a las atenciones que la boca de Fénix le daba, era realmente excitante, sublime, adictivo. Moviendo despacio y sugerente su cadera, a la par de aquellas embestidas, se aferraba a la cabellera de su amante, con sus manos.
-No-No te detengas...-. Exigió Nix entre jadeos- Un poco mas fuerte...-. Susurro seguidamente, incitando con su cadera a Fénix.
Continuo de nuevo un poco más fuerte, mientras Nix tomaba en sus manos la cabeza de Fénix, y la presionaba fuerte a su intimidad, sus embestidas eran más fuertes, mientras el clítoris de la joven asomaba a la lengua de su amante, deseando más atención, desea, presa del deseo y la lujuria, deseaba sentir aun mas placer del recibido en ese instante.
Con la mano libre de Fénix lograba alcanzar parte del cuerpo de Nix, alcanzando parte también de las heridas que parecían construidas del fuego, al momento de tocarlas parecían fuego, ardiendo, Prendiendo mas y mas A Fénix, mordía con fuerza a la joven, mientras esta se retorcía y ahora ya no eran jadeos o gemidos, eran gritos de placer.
Eran los gritos que había deseado desde el principio de esta sesión, el dolor del cuerpo de Fénix por las heridas provocadas eran excitantes, pero los cortes en el cuerpo de Nix lo eran aun mas, y sin precedentes, con la lengua en su clítoris, con dos dedos en la humedad de su amante, podría bien Fénix tener el orgasmo deseado.
Acto seguido comenzó a construir con su lengua y sus dedos el orgasmo de su amante, sin tener límites en las embestidas, tuvo en sus manos la humedad y la vulnerabilidad de la joven, sin que esta se diera cuenta los gritos inundaban la habitación, la sangre invadía sus ojos, y su boca aun seguía lamiendo el clítoris de la joven causando que la espalda se arqueara, las manos no encontraran lugar más propio que el de posarse en la cabeza de Fénix, y apretar fuerte contra su sexo, contra su humedad.
Fénix supo que había logrado el orgasmo de la joven porque esta no abría los ojos, y se relajaba completamente en la cama, segundos después de haber ahogado un fuerte grito y arquearse casi de forma sobre humana.
Respirando entrecortadamente Fénix recostó a la joven más pequeña entre sus brazos, para acariciarla con calma, relajándose, sintiendo su calor.
–Esos gritos son los que un día nos van a matar –. Comento sonriendo antes de dejarse vencer por el cansancio y el sueño.