Jinki paseaba por el barrio, estuvo todo el fin de semana pensando en Joon, su boca se secaba cuando pensaba en el pelirrojo con anteojos más bello que había visto jamás… Sin darse cuenta, llegó a una pequeña plaza que se encontraba en medio del barrio, la cual tenía una cancha de básquet.
Miró hacia adentro de la plaza, y pensó que estaba soñando… Joon estaba ahí, jugando, solo… Dudó en si debía acercarse o no. Su cobardía era nueva para él, jamás le había costado acercarse a alguien, pero cuando veía a Joon su confianza y hombría se iban al demonio… Se saboreaba los labios de solo mirar el torneado cuerpo de Joon, deseaba poseerlo, besarlo, amarlo… aún más que a Kibum… ¿acaso ya se había olvidado de él?
Estaba a punto de irse cuando Joon le gritó:
-Oye, ¿eres Jinki verdad?
Como un estúpido asintió con la cabeza, boquiabierto a más no poder… esto debía ser un sueño…
¿Quieres jugar? Preguntó Joon con una enorme y blanca sonrisa que derritió de amor a Jinki.
Éste no lo dudó y se acercó rápidamente a la cancha…
-Hola, buen día…
-¿Juegas conmigo? Por favor… Joon se quitó su chaqueta rápidamente, debajo tenía una diminuta musculosa que permitía apreciar cada uno de sus torneados músculos… y sus marcados abdominales…
Jinki pensó que había muerto, no pensó que la perfección se vería así… la saliva caía de su boca.
-¿Estás bien? Preguntó Joon, mientras Onew aún no bajaba de su nube de felicidad…
-Lo… si… siento… juguemos, pero debo decirte que no soy muy bueno…
Joon le guiñó el ojo, Onew sintió que su corazón iba a dejar de latir si él seguía haciendo eso, si seguía provocándolo no iba a responder bien…
Era un mano a mano, Onew era pésimo en los deportes, pero no quería desaprovechar ningún instante junto a Joon. Éste comenzó a botar la pelota, Jinki lo único que podía mirar era la hermosa sonrisa de Joon.
En un instante Joon bordeó a Jinki y dio un salto, hizo su slam dunk… con lo atónito que estaba Jinki, no se dio cuenta del roce que el abdomen de Joon tuvo con sus delicadas y sudadas manos: había tocado sus abdominales, y se sentían como el paraíso.
-Lo… lo siento… creo que te toqué, discúlpame, la cara de Onew estaba completamente roja.
Joon podía parecer tímido, y lo era, pero Jinki lo volvía loco…
-No te preocupes, todo está bien… dijo, acercándose al rostro de Jinki.
Onew estaba a punto de desmayarse de los nervios, Joon tomó su barbilla y le robó un apasionado beso con lengua. Jinki sintió que ahora si iba a desmayarse, su cuerpo flaqueó hacia adelante, sus manos tocaron nuevamente los abdominales de Joon, esta vez pudo sentir su dureza y su sudor atravesando la pequeña musculosa…
Reaccionó tardíamente, y se disculpó, Joon se acercó a él, se quitó su camiseta, tomó las delicadas manos de Onew y las puso sobre su cuerpo.
-Si quieres tocarme, solo hazlo…
Onew sintió que iba a morir, ¿por qué este chico tímido estaba comportándose así? ¿Todo el partido fue una excusa para seducirlo? ¿Por qué demonios le encantaba tanto?
Tocó el cuerpo de Joon con absoluto deseo, contorneó con sus suaves y largos dedos cada cuadrito de ese perfecto abdomen frente a él, miró a los ojos a Joon y le devolvió el beso… éste se acercó aún más y abrazó al rubio con furia, deseaba comérselo a besos…
Ese día en el casamiento todo su cuerpo le pedía besar esos rosados y anchos labios…
Jinki aún estaba estupefacto, el sabor de Joon era tan delicioso, sus abdominales lo volvían loco, quería morderlos, lamerlos… pero a la vez quería ser sumiso, quería dejarse amar por el pelirrojo…
Joon mordisqueó los labios de Jinki, esos labios que le quitaban el sueño, que lo hacían estallar de deseo, que hacía que sus pantalones estallasen… No dudó y se acercó a Jinki, lo acomodó sobre una banca y le quitó la camiseta, Onew sintió deseos de dejarse llevar.
Joon parecía hambriento, el cuerpo de Jinki era diminuto pero lo excitaba demasiado, su cuerpo era tan masculino, sus brazos tan anchos y fuertes, tan protectores… relamiéndose los labios comenzó a besar el cuello de Jinki, un territorio jamás explorado por nadie, succionó con pasión el cuello de porcelana del rubio, el cuerpo entero de éste flaqueaba y deseaba jamás dejar de sentir esas mordidas…
Joon siguió besando el cuerpo de Jinki, saboreó su miembro con fogosidad sintiendo a cada instante como el cuerpo de Jinki se calentaba más y más… no quiso quitar sus labios de algo tan delicioso, siguió relamiendo el sexo de Jinki hasta que este estalló de placer, era la primera vez que alguien le hacía eso, Jinki estaba exhausto…
-Me gustas Joon, me encanta cada centímetro de ti… dijo Jinki con los ojos entreabiertos y la respiración entrecortada.
-Tú también me encantas Jinki, desde la primera vez que te vi, por favor, déjame ser solo tuyo… Joon volvió a besar los carnosos labios de Jinki, no quería soltarlos jamás…