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SIN MIEDO A NADA por Yui Taisho

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Notas del capitulo:

Bien esta es la segunda parte de Sin miedo a nada, mas que nada es para dejar en claro que fue de los personajes despues de 9 años

Bien sin mas espero que les guste mucho!!

P.D. se que no hace falta decirlo pero aun asi... los personajes no me pertenecen a mi, sino a J.K. Rowling.

SIN MIEDO A NADA: EPILOGO

 

9 AÑOS DESPUES

Es una noche fría de invierno, y dentro de una elegante mansión, toda una familia está sentada frente al fuego en una elegante sala, decorada con motivos verdes en alusión a Slytherin, y algunos floreros con rosas rojas; en una esquina, junto al ventanal se puede apreciar un gigantesco pino, decorado con todo tipo de esferas, velas, y listones de todos los colores; en la esquina contraria, también al lado de la chimenea se encuentra una estantería, rebosante de una gran cantidad de libros y algunos retratos mágicos; la chimenea es grande y enmarcada en piedra, arriba de ella también están colocados retratos mágicos y cada lado cuenta con un elegante florero, repleto hasta el tope con rosas; el juego de sala es verde cual esmeralda, en un sofá se encuentra sentada la pareja, mirando atentamente al fuego, mientras el más joven acaricia el cabello de  la niña que tiene en sus piernas, una pequeña de no más de seis años; sentado junto a las piernas de sus padres y sobre una alfombra verde jade esta un niño de nueve años, leyendo atentamente un libro, mientras de forma distraída, acaricia el pelaje del gato negro que descansa a su lado. Todo es perfecto, el Lord oscuro fue derrotado hace ocho años, Harry Potter pudo vencerlo a pesar de que muchos lo dudaban, las pérdidas fueron mucho menores de lo que se esperaban, y la gente por fin pudo vivir sin temores.

El cómo Harry Potter lo había conseguido era una larga historia, que se podía resumir a un simple “buena suerte” como el joven siempre decía; y el así lo creía, había tenido mucha suerte de tenerlo a el a su lado: Severus Snape, el hombre que asesinó a Alvus Dumbledore, que fue odiado por muchos y que al final marco la diferencia, si no fuera por él, Harry no habría tenido la fuerza necesaria para seguir, cuando Severus y Harry decidieron que estaban dispuestos a darle la espalda al mundo y vivir una vida feliz junto a su futuro hijo, todo se izó más fácil. Después de haberse confesado el uno con el otro y Harry confesarle al profesor que esperaba un hijo suyo ambos volvieron al castillo, en un principio todos estaban desconcertados y no tenían ni idea de que era lo que estaba pasando, Harry y Severus lo explicaron todo, y el segundo explico el motivo de sus actos, en un principio la mayoría pensó que lo mejor era detenerlo, pero les fue imposible, debido principalmente a que Harry se puso entre su pareja y quienes lo pretendía agredir; ese acto dejo a todos petrificados, y la única que daba la impresión de entender las acciones del niño que vivió era Hermione Granger, que solo lo miraba con una sonrisa compasiva y resignada, de hecho, ella les fue de mucha ayuda, porque se puso de su parte cuando ambos explicaron su relación a los atónitos estudiantes y maestros, ella fue la única que en un principio acepto esa relación, y en frente de todos los que estaban en el gran comedor (que era donde todos se habían reunido para oír la explicación de Harry y Severus) se puso de su lado, por primera vez, en todo el tiempo que el profesor de pociones le dio clases a la chica, jamás se dio cuenta de lo fiel que podía llegar a ser con sus amigos, y sintió una fuerte oleada de cariño asía ella, mezclada con la culpa por haberla tratado tan mal; el segundo en aceptarlo fue Ronald Weasley, que en cierta medida le alegraba saber el motivo por el que su novia se había vuelto tan inseparable de su mejor amigo; poco a poco, y después de una larga platica (cortesía la profesora McGonagall) todos fueron aceptándolo, la única, que hasta cuando ya no tenía a nadie respaldándola se oponía, era Gynevra Weasley, que al parecer no podía aceptar que “su Harry” prefiriera al malvado profesor de pociones; todos regresaron a sus respectivas casas, menos uno, Harry había pasado mucho tiempo alejado de su amor, y ya no estaba dispuesto a posponer su reencuentro.

 Pasaron los meses, y la verdadera guerra contra Lord Voldemort dio comienzo, hubo incontables batallas, la mayoría de ellas indiscutibles victorias, y todo gracias a Harry Potter, que sorprendió a muchos al demostrar sus habilidades como estratega, él se convirtió en la cabeza de la Orden del Fénix, y demostró ser digno reemplazo de Dumbledore, incluso sorprendió un poco a Severus, que aunque sabía que las habilidades de su amor eran subestimadas, jamás imagino que fuera tan brillante; y cuando alguien le llegaba a preguntar al joven el origen de sus inagotables energías, el siempre respondía “solo intento pagarle al mundo la dicha que me ha brindado” muchos se desconcertaban ante eso, solo unos pocos sabían su verdadero significado, y que tanto el como el pocionista solo seguían luchando para conseguir un mejor futuro para él bebe que crecía dentro del joven.

Todo término a lo largo de un año, un mes antes de que Harry diese a luz consiguió derrotar al Señor Tenebroso, y con su muerte la paz regreso al mundo mágico. Como el suyo era un embarazo masculino y exclusivamente mágico, nunca mostro más que un pequeño bulto a la altura de su vientre, que podía pasar desapercibido entre las ropas que usaba. En la batalla final contra Voldemort, Harry tuvo suerte de escabullírsele a Severus, que se reusaba fervientemente a dejar a Harry enfrentarse al Lord, y mucho menos permitir que muriese en sus manos; afortunadamente Harry se había informado bien, y había descubierto la forma de burlar una vez más a la maldición asesina, era algo que solo él podía hacer, y crucial para la derrota del mago oscuro; todo salió como el chico lo había predicho, la maldición le pego de lleno, pero no afecto ni a él ni al bebe (que había protegido mediante complicados hechizos, y sobre todo gracias a la magia, que desde el momento en que decidió darle la vida a su pequeño le había obsequiado; era prácticamente lo mismo que había hecho Lily con él, la diferencia es que él no había dado su sangre para su bebe, sino su magia, logrando así el escudo perfecto, que garantizaba la protección del bebe, y por tanto del mismo Harry, porque si la madre moría antes del parto él bebe también lo aria) sino que destruyo la parte de Lord Voldemort que habitaba en él, el séptimo Horrocrux; cuando el Lord se jacto de haber terminado con la vida del niño que vivió, delante de todo el colegio, Severus se sentía morir, y estuvo a punto de perder el control de si, de no ser porque Harry termino rápidamente la actuación, y enfrente de todos le puso punto final a la guerra.

Severus estuvo molesto con Harry por el susto que le propino cerca de tres semanas, pero se le pasó cuando su novio entro en trabajo de parto, posible mente esa se convirtió en la peor experiencia de Harry; curiosamente, la magia que había permitido la existencia del bebe, era la misma que estaba haciendo sufrir a la madre, porque no permitía un parto por cesárea, no dejaba que nadie se acercara al bebe, por lo que la única salida que les quedo fue el parto natural; Harry apenas lo pudo resistir, como era su primer parto, su cuerpo no estaba precisamente preparado, pero al final lo logro, dio a luz a un precioso hijo barón, con ojos tan verdes como los de su madre.

No hubo nadie que no rebosara de felicidad por el recién llegado, resulta que el pequeño era prácticamente irresistible; Hermione se había auto proclamado la tía consentidora del pequeño Albus Severus, nombre que eligieron ambos padres, el primero lo eligió el maestro pocionista, en recuerdo al amado director Dumbledore, y el segundo cortesía de Harry, que quería que todos supieran que amaba a su pareja más que a nada, y aunque al mayor en un principio no le pareció, al final no se pudo negar; Ron, aunque intentaba resistirse al encanto del bebe, siempre terminaba cediendo como todos los demás; todos los Weasley continuaron queriendo a Harry como uno más de la familia, y por lo tanto también aceptaron a Albus, todos menos uno: Gynevra jamás acepto la unión de los dos hombres, y mucho menos la existencia del bebe, su odio hacia la nueva familia termino por dejarla sola, ya que ni sus hermanos ni sus padres la soportaban despotricando contra todo el mundo por su infelicidad, además, consideraban una ofensa que la mismísima familia Malfoy se hubiera vuelto inseparable de los Snape, y que ellos, que desde un principio habían amado a Harry se distanciaran, solo porque una de ellos los odiaba.

Debido a que Draco había sido salvado de la tarea que el Lord le había asignado gracias a Snape, los Malfoy decidieron que había llegado la hora de cambiar de bando, no sin antes recolectar toda la información que pudiesen y entregársela a la Orden, en parte, fue gracias a esto que el lado de la luz le tomo gran ventaja al oscuro, y por lo tanto, los Malfoy fueron absueltos de todo, y se les recompenso, a petición de Harry Potter; a partir de ese momento las dos familias se hicieron prácticamente una sola, tanto Lucius como Narcissa insistieron en que el pequeño Albus los llamara abuelos, y Draco no estuvo feliz hasta que el niño lo llamo tío, convirtiéndose esta en la tercera palabra que pronuncio (mamá y papá habían sido las primeras dos respectivamente) para asombro de todos, incluso la enemistad que había habido entre Hermione y Draco desapareció a la hora de consentir a su hermoso “sobrino”. A ninguno de los dos padres les molestaba que tanto “tíos” como “abuelos” se pelearan por la atención del pequeño.

El pequeño niño crecía rodeado del amor de sus padres y de los que lo rodeaban, después de unos dos años Ron y Hermione se casaron y tuvieron a una niña: Rose Waesley, que creció como la prima de Albus. Y tres años después de haberse embarazado por vez primera Harry volvió a embarazarse, esta vez dando a luz a una niña: Eileen Lily, nacida por las mismas fechas en que Hermione tuvo a su segundo hijo, Hugo Weasley. Eileen tenía rasgos contrarios a los de su hermano mayor, ambos eran una combinación perfecta de sus dos padres, Albus tenía los ojos verdes como su madre, el cabello negro y lacio como su padre, piel blanca y confección delgada; Eileen por otro lado tenia ojos tan oscuros y penetrantes como los del padre, y un cabello negro tan rebelde como el de la madre, y con una piel igual a la de su hermano.

Ambos niños tenían un carácter muy parecido, y nadie podía negar que su destino era pertenecer a Slytherin, los dos estaban siempre deseosos de aprender cosas nuevas, a pesar de su corta edad, Albus ya era capaz de elaborar una poción de segundo año, y Eileen a sus seis años mostraba un envidiable control de la magia, y para asombro de muchos, ambos niños compartían el mismo rarísimo don de su madre, ellos también hablaban parsel.

-Madre-dijo la pequeña volteando para ver el rostro de Harry que le sonreía con dulzura-¿Mañana veremos a los abuelos y a nuestros tíos?

-Si querida, en la mañana iremos a ver a tía Mione, y en la noche vendrán para la cena de víspera de navidad tus abuelos y el tío Draco.

-¡Qué bueno! Tengo muchas ganas de verlos-dijo la niña animadamente mientras se recostaba en los brazos de Harry.

-Pero Eily-dijo en medio de un suspiro Albus, que finalmente distrajo su atención del libro-si los viste el 19, cuando celebramos mi cumpleaños.

-Y me dirás que no quieres ver al tío Draco hermano.

-Sabes que no, claro que quiero ver al tío, pero no hay motivo para ser tan impacientes.

-¿Y que si yo quiero serlo?-le contesto desafiante la menor.

-Pues es muy tu problema-diciendo esto volvió a sumirse en su lectura-solo no me des molestias, hermanita.

-¡Tú eres el que se la pasa molestándome hermano!-le grito molesta en parsel

-No es mi culpa haber nacido antes que tú, Eileen, te amo como mi hermana, pero te juro que puedes llegar a ser molesta, así que…  

-Si yo fuera tu no terminaría esa frase, Albus.

-Ustedes son hermanos y deben comportarse como tales, y Eileen no pongas esa cara triunfante, que Harry allá regañado a Albus no quiere decir que tú no tengas culpa, si no fuera porque tienes una actitud tan desafiante con tu hermano la discusión no hubiera empezado-Sentencio cortante Severus.

-Pero papá…

-Sin peros Eileen, Albus tiene un comportamiento diferente al tuyo, pero no olvides que es tan obstinado como tú, y si lo provocas de esa forma es lógico que te contestara, y no quiero que luego no te aguantes.

-¿De quién crees que te estas burlando?-le siseo la niña a su hermano que tenía una sonrisa burlona en el rostro.

-Pues de mi hermana menor-contesto en el mismo idioma, con una perfecta sonrisa adornando sus facciones, una sonrisa obviamente heredada de su padre

-Tu…

-No me provoquen, que ustedes puedan hablar sin que su padre sepa lo que dicen no quiere decir que también funcione con migo. Eileen, a pesar de que eres muy astuta cuando te enojas pierdes la concentración, si quieres ser una gran Slytherin eso no se debe repetir; y tu Albus, Eileen es tu hermana menor, y debes tratarla como tal, no olvides que ella es tres años menor que tú, y tu actuabas exactamente igual que ella a su edad. Se los advierto, no tolerare más peleas ¿me entendieron?

-Si madre-contestaron los dos al unísono bajando la mirada

-Así está mejor-les felicito Harry con una dulce sonrisa en los labios, muy diferente a la expresión amenazante y severa que había adoptado hace unos momento-ahora suban a sus habitaciones y prepárense para dormir.

-Bien-diciendo esto Albus se puso de pie y dejo su libro sobre un pedestal que se encontraba cerca de la chimenea-vamos Eileen, te ayudare a cepillarte el cabello.

-Si hermano-la niña tomo la mano que le ofrecía su hermano y se puso de pie, para después salir de la estancia y caminar escaleras arriba hasta la habitación que compartía con él, en un principio ambos tenían habitaciones separadas, pero como seguido la niña en la madrugada despertaba a su hermano para que la dejara dormir con él, optaron por cambiar la cama de la pequeña a la habitación del otro.

-Es increíble como después de haber peleado se llevan tan bien, como si nada hubiera pasado-dijo el mayor mientras tomaba entre sus brazos a su pareja.

-Tienes razón, eso siempre me ha admirado, ojala que nunca cambien.

-Dudo mucho que lo hagan, si, no puedo negar que cuando se pelean pueden llegar a odiarse, pero nunca les dura demasiado, ellos se aman, solo mira como a pesar de que Albus odia que lo molesten cuando está concentrado en algo siempre termina protegiendo y ayudando Eileen cuando esta se lo pide; y a pesar de que ella odia que Al se comporte como el mayor, siempre termina cediendo ante esto y actuando como la hermana pequeña que es.

-Cierto, ambos son unos pequeños caprichosos, pero son mis pequeños caprichosos, y los amare eternamente

-Harry…sabes, aunque siempre supe que amabas a Albus desde que estaba en tu vientre, jamás imagine que fueras a ser tan buena madre, no sé, tal vez imaginaba que ibas a ser muy consentidor

-Pero si soy consentidor, es solo que no dejo que se les suba a la cabeza; sabes a la perfección que mientras dependa de mí, y que decir de los Malfoy-puntualiza con ironía, causando una sonrisa en el rostro del mayor-jamás les faltara nada, pero no por eso deben ser malcriados, y te juro que cuando Sev nació tenía mucho miedo de que fuera a ser como su abuelo.

-Eso no lo sabía-dijo Severus con una expresión calculadora-¿Por qué no querías que fuera como tu padre?

-Porque, aunque sea mi padre, y yo lo ame incondicionalmente, no puedo negar que no fue que se diga una muy buena persona; él siempre fue terrible contigo, y era un elitista que se sentía superior por ser un Griffyndor y pertenecer a una larga familia de estos; cuando tú me decías que mi padre había sido un cerdo yo no te lo quería creer…

-Harry esto no es necesario, escucha él es tu padre y yo no quiero que tú lo odies, así que mejor…

-Severus déjame terminar-atajo cortante el azabache-sé que él es mi padre, y no importa cuánto trate jamás podre odiarlo ni a él ni a mi madre; pero eso no quita el hecho de que yo no les tenga mucha estima, es más, ahora mismo me consuela el que sé que yo bien pude haber entrado a Slytherin, y que tengo la certeza de que la familia Potter, reconocida por haber sido puramente Gryffindors se acabara con Severus y Eileen, jamás se lo he demostrado a nadie, ni siquiera Hermione o Draco lo saben; cuando las personas me preguntan qué a que casa quiero que vallan los niños, o cuando me cuestionan por si no me decepcionare si ellos son elegidos por las serpientes, yo siempre les digo que amare a mis hijos estén en la casa que estén, y estoy seguro de que todos piensan que trato de resignarme a que mis propios hijos pertenezcan a Slytherin, jamás podrían imaginar que es lo contrario, yo deseo que nuestros hijos pertenezcan a tu casa, no tienes idea lo feliz que me sentí cuando por primera vez me percate que ellos habían heredado en gran medida tu carácter y tu personalidad; aunque estoy seguro de que fuera como fuera yo los amaría por igual, creo que si uno de ellos actuara más como Gryffindor que el otro, posiblemente le tendría un poco de menos cariño, aunque claro, siempre conservaría la esperanza de que únicamente se pareciera a mí, y no a generaciones anteriores de Potters; bueno, creo que a ti también te acabo de aclarar algunas dudas, o ¿no es así?

-Sí, la verdad siempre tuve algo de incertidumbre por el “que sentirías si nuestros hijos actúan más como yo que como tú”, me invente muchas teorías, pero jamás considere siquiera como posibilidad, el que tú te sentirías feliz por eso, de cierta forma, me alegra poder al fin saber la verdad.

-Lamento no habértelo dicho antes, es solo que, yo también tenía un poco de miedo por tu reacción.

-De mi reacción, ¿Pero por qué? ¿Tan mal creíste que yo iba a reaccionar?

-Pensé que me acusarías de no amar suficiente a mis hijos, o que te enojarías con migo por no querer que se parezcan mucho a mí.

-Bueno, en lo segundo si te doy algo la razón, quiero decir, yo te amo mucho y me gusta tu forma de ser, te hace único, y deberías estar orgulloso de eso, eres la única persona que ha conseguido sacar mi lado bueno y tierno, cosa que ni tu madre conseguía bien.

-Me alegra mucho que me digas eso, y te digo, no es que me moleste que se parezcan a mí, es solo que no quiero que se note mucho que son Potter, es por eso que cuando los registramos no insistí en ponerles mi apellido.

-Ya veo, esa era otra duda que tenía guardada, la verdad esperaba que  no quisieras que tu apellido se perdiese, pero veo que me equivoque, esto me hace sentir como si no te conociera-la última frase llevaba un dejo de tristeza, lo que provoco cierto arrepentimiento en Harry.

-Sabes muy bien que no es eso, este lado de mi no se lo mostré jamás a nadie, incluso te lo oculte a ti, yo mismo hasta hace un tiempo intentaba negarlo, pero ahora ya no, sentí que había llegado el momento de que lo supieras.

-Me alegra que no me hicieras esperar mucho más.

Apenas hubo terminado esta frase tomo los labios del menor en un bese lento y lleno de amor, habían pasado muchas cosas desde aquel fatídico día en que se creyó morir al alejarse de Harry, ahora eso no eran más que oscuros recuerdos, todas las marcas que había dejado en el Lord Voldemort su niño se encargó de curarlas y borrarlas; si, Harry Potter siempre seria su pequeño niño, no importa cuántos años pasen, o que sus cabellos cambien del negro al blanco, nada de eso importara mientras lo tenga a él, y claro, a su nueva familia que fueron un precioso regalo que por mucho tiempo temió no merecer, pero que ahora por fin estaba seguro de que ya no le debía nada al mundo, había pagado su deuda años atrás con la ayuda de Harry, de su Harry.

-Te amo más que a mi propia vida-dice Severus una vez que el beso fue roto después de unos efímeros segundos.

-Yo igual-le contesta el joven recargando su cabeza en el pecho del mayor-nunca me dejes, protégeme, como lo prometiste la primera vez que me tomaste entre tus brazos, ámame eternamente.

-Lo are Harry, pero a cambio vuelve a cantarme esa canción

-¿Canción? ¿Cuál canción?-pregunta el azabache mirando con ojos confusos al de ojos negros.

-La que cantaste cuando te tome por primera vez en mis brazos, recuerdo que dormiste con migo toda la noche y despertaste con los primeros rayos de sol, después de dedicarme una hermosa sonrisa te pusiste a cantar; la verdad no recuerdo la canción, pero si recuerdo que la amo porque tú la cantaste-la última frase consigue que las mejillas del joven se tornen rosadas, y que el mayor ría al ver esto-por eso me gustaría poder recordarla, así que ¿me la cantaras?

Harry se queda por unos segundos en silencio mientras disfruta de las caricias que le propina su esposo, al final lo mira a los ojos y le responde:

-Siempre que quieras, por toda la eternidad.

Y así, mientras las primeras palabras comenzaban a salir de la boca de Harry, el profesor de pociones se volvió a jurar amarlo por toda la vida, sin miedo a nada.

 

 

SIN MIEDO A NADA

Me muero por suplicarte

Que no te vayas, mi vida,

Me muero por escucharte

Decir las cosas que nunca digas,

Más me callo y te marchas,

Mantengo la esperanza

De ser capaz algún día

De no esconder las heridas

Que me duelen al pensar

Que te voy queriendo cada día un poco más.

Cuanto tiempo vamos a esperar

 

Me muero por abrazarte

Y que me abraces tan fuerte,

Me muero por divertirte

Y que me beses cuando

Despierte acomodado en tu pecho,

Hasta que el sol aparezca.

Me voy perdiendo en tu aroma,

Me voy perdiendo en tus labios que se acercan

Susurrando palabras que llegan a este pobre corazón,

Voy sintiendo el fuego en mi interior.

 

CORO

Me muero por conocerte,

Saber que es lo piensas,

Abrir todas tus puertas

Y vencer esas tormentas que nos quieran abatir,

Centrar en tus ojos mi mirada,

Cantar contigo al alba

Besarnos hasta desgastarnos nuestros labios

Y ver en tu rostro cada día

Crecer esa semilla,

Crear, soñar, dejar todo surgir,

Apartando el miedo a sufrir.

 

Me muero por explicarte

Lo que pasa por mi mente,

Me muero por intrigarte

Y seguir siendo capaz de sorprenderte,

Sentir cada día

Ese flechazo al verte,

Que más dará lo que digan

Que más dará lo que piensen

Si estoy loco es cosa mía

Y ahora vuelvo a mirar el mundo a mi favor,

Vuelvo a ver brillar la luz del sol.

 

CORO

Me muero por conocerte,

Saber que es lo piensas,

Abrir todas tus puertas

Y vencer esas tormentas que nos quieran abatir,

Centrar en tus ojos mi mirada,

Cantar contigo al alba

Besarnos hasta desgastarnos nuestros labios

Y ver en tu rostro cada día

Crecer esa semilla,

Crear, soñar, dejar todo surgir,

Apartando el miedo a sufrir.

 

CORO

Me muero por conocerte,

Saber que es lo piensas,

Abrir todas tus puertas

Y vencer esas tormentas que nos quieran abatir,

Centrar en tus ojos mi mirada,

Cantar contigo al alba

Besarnos hasta desgastarnos nuestros labios

Y ver en tu rostro cada día

Crecer esa semilla,

Crear, soñar, dejar todo surgir,

Apartando el miedo a sufrir.

 

 

Notas finales:

Bueno eso fue todo. Les agradesco mucho a los que se dieron tiempo para leer mi fic y a quienes me dejaron reviews. Y porfa comenten quiero saber que les parecio, bueno chau y arigatou ^-^


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