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ALGUIEN COMO TU por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo la continuacion, Shaka hace su debut en el pasado y se puede ver como ellos se conocieron, espero que les guste

 

Capítulo 4.- Como caído del cielo

 

Ikky y Shun estaban en el auto dirigiéndose al acuario a buscar a Julián el que los recibió apenas llegaron, no se sorprendió por la visita, después de la conversación que había tenido con su hermano el día anterior era muy probable que Shun viniera a buscarlo

- Vaya que sorpresa… en que los puedo ayudar? – dijo el peliazul apenas los dos hermanos entraron a su oficina – No trajeron a mi sobrino?

- Julián venimos a pedir tu ayuda una vez mas – dijo Ikky directamente, no había por qué andarse con rodeos

- Si es por Hades… lo siento, no hay nada que yo pueda hacer – dijo el mayor sentándose en su silla y reclinándose lo mas posible

- Julián, tu prometiste… - Shun empezó a hablar pero fue interrumpido

- Y lo he cumplido, pero lastimosamente Shun las cosas son diferentes ahora, hace cinco años mi hermano era un bueno para nada que vivía a mi sombra, ahora… las cosas son muy distintas, él maneja todos los negocios de la familia y sin ningún tipo de ayuda, no tengo que decirte lo valioso que es eso

- Los negocios de la fachada dirás – dijo Ikky

- Si… pero son varios y los ha convertido en un imperio, él financia todas nuestras operaciones, por él ya no necesitamos el apoyo de nadie y nos hemos fortalecido inmensamente, Hades se relaciona con los bancos, tiene sobornada a toda la policía, en fin… es la pieza clave de toda nuestra organización, lo siento Shun, pero en este punto… si mi hermano algo quiere pues… ya no hay nada que yo pueda hacer para impedirlo

- No entiendes, él quiere que yo deje a mi esposo y me vaya a vivir con él – se notaba la desesperación en la voz del peliverde

- Si me lo dijo, Shun tu tuviste la oportunidad de huir y no lo hiciste, claro que la segunda opción es dejarle a Max y escapar

- NO… yo no me puedo separar de mi niño – eso claramente no era una opción

- Entonces no hay nada que yo pueda hacer

- Pero…

- Lo siento, en verdad, yo se y entiendo lo que debes estar sintiendo pero si me permites decírtelo Hades siempre te ha amado, acepto que lo que hizo trajo muchas consecuencias pero si no te opones ahora todo sería mejor

- Pero yo amo a mi esposo

- No se que decirte, las cosas son como son y no hay nada que podamos hacer

- Vaya amigo que resultaste ser – dijo Ikky muy molesto, Julián solo sonrió

- Soy tu amigo Ikky, pero Hades es mi hermano y Max mi sobrino, la familia es lo primero

- Yo soy solo un capricho para Hades – Shun buscaba apelar al sentido común del peliazul pero al parecer no iba a tener éxito

- No, no eres solo un capricho, si fuera así hace mucho tiempo que él no te buscaría, con el niño y todo, mira… Hades ama a Max pero por que le recuerda a ti, sabe decir que se enamoró de tus ojos y fue justo lo que su niño tiene de ti, te ama, en un sentido bastante retorcido pero te ama

- Vámonos Ikky, no vamos a encontrar ayuda

- Lo siento Shun, pero siempre puedes elegir, tu vida con tu esposo o tu hijo

- Eso no es justo, no tendría por qué elegir, no se por qué Hades me hace esto

- Él siempre te ha deseado pero mas que eso, yo creo que tu eres el único que se le ha resistido, por eso te busca con insistencia, tu… eres el único al que no ha podido conquistar y eso le duele en el orgullo

- Es un imbécil – Shun esta frustrado

- Cuidado Shun – esa fue la primera vez que Julián cambio de tono, ahora era amenazante y una chispa brillaba en sus ojos, eso no lo había visto antes

- Vámonos Ikky, solo… vámonos

- Yo te recomendaría no salir de la ciudad, no te arriesgues Shun, tu sabes cuales son nuestros alcances

- Si lo se… lo recuerdo muy bien

 

Ya en el auto Ikky manejaba y hablaba pero Shun no lo estaba tomando en cuenta, estaba recordando como se dieron las cosas, cómo fue que todo cambió para él cuando Shaka llegó a su vida…

 

***

La depresión le ganó a Shun que no quería saber nada de nada, no comía, no dormía, tenía unas ojeras muy pronunciadas y por su estado había tenido que dejar todo tipo de medicación, el pobre peliverde se quería morir, se alejó de todo y de todos, efectivamente se aisló y se encerró en si mismo, la verdad Shun temía a Hades, temía que cumpliera sus amenazas y matara a todos aquellos que eran importantes para él, solo Seiya dijo que no le importaba, que sería su amigo siempre, eso era un consuelo pero no lo ayudaba con el mayor problema que tenía, el bebé…, Shun no quería a la criatura pero tampoco era opción la de practicarse un aborto, había pensado en dar al bebé en adopción pero al final de primer trimestre de su embarazo decidió que eso tampoco era una opción, él no podría vivir consigo mismo si se deshacía de su hijo, Ikky lo apoyaba en todo, al fin y al cabo eran los dos contra el mundo, su amigo Seiya dijo que le ayudaría en lo que pudiera pero… que puede hacer un chico de secundaria igual que él??

 

Julián mantuvo su promesa y los hermanos no volvieron a saber nada de Hades en mucho tiempo, el peliazul jefe de la organización sectorial de esa zona de la ciudad había amenazado con cortarle todas las fuentes de dinero a su hermano menor y de mandarlo a vivir en Okinawa con sus abuelos, Hades no había renunciado a Shun ni mucho menos pero aceptó las condiciones de Julián por el momento, además entraría a un programa de rehabilitación, Hades tenía un problema serio con el alcohol y las drogas, por eso hizo lo que hizo, por eso había secuestrado a Shun sin medir las consecuencias de sus actos, pero esa era una de las condiciones de Julián para dejarlo intervenir de mejor manera en su organización, si no lo hacía así era una carga y un riesgo para el resto

 

Ikky buscó y buscó un nuevo trabajo, el peliazul quería sacar a su hermanito de su barrio lo antes posible, antes de que notara su embarazo, sus amigos de la Universidad lo ayudaron y consiguió un puesto en una firma consultora bastante grande, su sueldo era mejor que el que tenía ahora, eso le daba la posibilidad de en un futuro abrir el restaurante que siempre quiso y sin mas tomó a Shun que estaba en su cuarto mes de embarazo y se mudaron al centro de la ciudad, lejos del alcance zonal de Julián, esto lo hicieron sin decir nada a nadie, ni siquiera a Seiya, simplemente una mañana ambos hermanos desaparecieron, ni siquiera se llevaron sus muebles, solamente empacaron su ropa y desaparecieron, la ciudad de Tokio es inmensa, las probabilidades de que los encuentren eran remotas o por lo menos eso era lo que tontamente Ikky pensó, el hermano de Shun no estaba consiente del alcance de Julián o Hades, pero por un tiempo todo funcionó muy bien, a Shun lo atendían en el hospital zonal que era público y ahora estaba terminando la secundaria a distancia, Ikky decía que tenía que estudiar igual a distancia la Universidad, por él y por su hijo, le tenía que dar un mejor futuro que lo que a ellos les tocó vivir

 

Una mañana Shun caminaba al hospital para su chequeo de rutina, el peliverde estaba ahora de seis meses de embarazo y tenía una barriguita no muy grande para su tiempo pero el médico siempre lo había encontrado bien, el joven acostumbraba caminar por un parque cercano todas las mañanas para respirar aire puro y hacer un poco de ejercicio, su embarazo no le había dado muchos problemas o achaques, solo dormía… dormía en la tarde y toda la noche, Ikky le sabía decir que eso era porque ya luego no podría dormir nada entonces era la forma de que la madre naturaleza le compensara su sufrimiento futuro, Shun dentro de todo y después de hablarlo hasta el cansancio con Ikky al fin como que tenía un cierto sentido de tranquilidad, se había hecho a la idea del bebé, una inocente criatura que no tuvo la culpa de como fue concebida, pero precisamente por esa razón Shun lo amaría y lo criaría en un ambiente de paz lo mas lejos posible del animal ese que lo engendró

 

En su caminata Shun iba distraído y se chocó con un joven rubio que iba leyendo el periódico distraído también, el peliverde hubiera aterrizado sobre su trasero si el extraño no hubiera soltado todo lo que tenía en las manos para poder atraparlo antes de que cayera

- Estás bien?

- Si… gracias au au au au – Shun se dobló y puso sus manos en su vientre sosteniéndolo y haciendo una mueca de dolor, el rubio lo ayudó a llegar a la banca en donde el joven se sentó y respiraba con dificultad

- Te golpeé muy fuerte?

- No… a veces me pasa, mi bebé está moviéndose o acomodándose o algo, no te preocupes, no es nada

- Como no va a ser nada si te pusiste pálido?, déjame llevarte al hospital de aquí cerca

- Allá mismo iba – Shun seguía respirando entrecortadamente al parecer su bebé no se acababa de acomodar o algo

- Te sientes bien?

- Si… es solo mi chequeo de rutina – dijo el joven ya sentándose de mejor manera y sonriéndole al extraño

- Te acompaño entonces, yo trabajo allá, soy Shaka por cierto

- Yo me llamo Shun, gracias, pero no tienes que molestarte

- No es molestia, y te choco y encima me agradeces?, eres extraño, de cuántos meses estás?, ya sabes qué es? – el rubio le ayudó a ponerse de pie y empezaron a caminar lentamente atravesando el parque en dirección al hospital

- Es un niño y estoy de veinticinco semanas – dijo Shun acariciando su pancita

- Y has pensado en un nombre?

- No… eso no lo tengo todavía

Shaka y Shun caminaron tranquilamente hablando de varias cosas, al rubio le pareció muy dulce el joven, ahora le estaba contando que había conseguido una cunita y que su hermano le iba a ayudar a armarla este fin de semana, cuando llegaron al hospital varios médico se quedaron mirando a la pareja que entraba con la boca abierta, Shun no entendía la razçón hasta que una de las enfermeras saludó a Shaka y ahí cayó en cuenta que el rubio le había dicho que trabajaba ahí

- Ven… voy a pedir una silla de ruedas para ti – dijo Shaka dejando a Shun sentado en la salita de espera para ir a la estación de enfermería

- No estoy inválido – dijo Shun al viento porque Shaka ya había desaparecido para volver a aparecer al minuto con la silla de ruedas

- No… pero estás pálido, déjame atenderte, soy médico después de todo – Shaka ayudó a Shun a sentarse en ella y lo llevó por el hospital hasta los ascensores

- No eres muy joven para ser médico?

- Está bien… me descubriste, soy residente pero me graduaré muy pronto cuál es tu médico regular?

- El Dr. Kotara en el tercer piso – las puertas del elevador se abrieron y entraron a él

- Voy contigo hasta que llegue… vienes con alguien?

- No… mi nissan está en el trabajo y no tengo a nadie mas

- Ohhh… bueno, si me permites yo te acompañaré hoy, está bien?

- No tienes que hacerlo

- Es mi responsabilidad, tu eres mi paciente ahora, estoy pensando en especializarme en pediatría aunque me gusta mucho cirugía general

- Si te especializas en pediatría podrías ser el doctor de mi bebé

- Pues si…

 

Shaka estuvo sentado en la salita de espera del Dr. Kotara por mas o menos media hora acompañando a Shun hasta que el médico lo haga pasar al consultorio, en ese tiempo ambos conversaron de todo un poco, el peliverde era un joven muy simpático y se notaba ilusionado cuando hablaba de su bebé, inconscientemente acariciaba su barriga mientras hablaba y le preguntaba a Shaka de su carrera, Shun le dijo que quería ser maestro de escuela pero que tenía que terminar la secundaria primero, al rubio la verdad no le dio corazón para preguntarle sobre el padre del niño que obviamente estaba fuera de su vida o ya lo habría mencionado, solamente mencionó a su hermano, vaya… tan joven y con un niño en camino, al rubio se le encogió el corazón al pensar en aquel hermoso muchacho de ojos verdes que vestía ropas sencillas y sonaba ilusionado al hablar de su bebé, el que aún no tenía nombre, se despidieron cuando el médico llamó a Shun y Shaka se fue a cambiar de ropa con la imagen de este dulce muchacho en su cabeza, sus compañeros que lo habían visto no sabían que pensar, el rubio era muy reservado, no sería nada raro que aquel jovencito fuera su pareja y nadie lo conociera…

 

A lo que Shun salía se encontró en la planta baja con Shaka que ya estaba vistiendo sus ropas de residente y llevaba puesto una bata blanca, el rubio se acercó al peliverde el cual feliz le contó que pudo escuchar el latido del corazón de su bebé y le enseñó una captura del ultrasonido, en efecto era un niño y se veía bastante bien, el rubio acompañó al joven a la puerta y le llamó un taxi, Shun dijo que no era necesario que caminaría a casa pero el joven doctor se impuso y lo subió al auto, Shaka se quedó en la puerta del hospital hasta que el taxi se perdió en el tráfico, su amigo Bian llegaba al hospital y le palmoteó la espalda a su colega que parecía perdido en sus pensamientos

- Qué calladito te lo tenías… bueno, nunca te preguntamos si estabas casado –dijo el castaño doctor con una sonrisita al rubio que se notaba estaba nervioso

- Ohh… no, él no es mi esposo, no estamos casados – intentó explicar Shaka

- Bueno… eso ya no es requisito en estos días, no me lo tomes a mal pero tu novio es una belleza, y de cuanto tiempo está – el castaño seguía haciendo conversación asumiendo que Shun era la pareja de Shaka

- Veinticinco semanas – respondió el rubio automáticamente

- Y ya pensaron en un nombre para el bebé?

- No todavía – Shun mismo le había dicho que aún no se decidía

- Cómo se llama tu novio?, si llegaba antes me lo hubieras presentado?

- Se llama Shun y no te lo hubiera presentado – el rubio sonrió y se adelantó al caminar en la vereda

- Por qué no?

- Se hubiera espantado

Bian jalo del brazo al rubio y riendo juntos entraron al hospital, la verdad Shaka no supo por qué no desmintió todas las cosas que Bian había dicho, lo mas probable era que no se volviera a encontrar con ese muchacho de hermosos ojos verdes, pero… soñar no cuesta nada…

 

Shun esa noche muy contento le contó las novedades a su nissan de su visita al médico y con una sonrisa se fue a dormir, a la mañana siguiente en su caminata diaria por el parque, el joven peliverde se llevó una sorpresa bastante desagradable, él estaba sentado en una de las bancas del parque mirando a los niños jugar y acariciando su pancita mientras se mecía suavemente y sonreía, Shaka tenía un break en la mañana, había salido de una cirugía algo larga y se le antojó un café pero no le gustaba el de la cafetería del hospital y decidió estirar las piernas e ir hasta el kiosko de café del parque cercano, eran mas o menos las 10:30 de la mañana y luego de comprar su café el joven doctor vio que el muchacho de ayer estaba disfrutando del sol e iba a acercarse a él, dudó unos momentos, no sabía con que pretexto hacerlo y en medio de la indecisión vio como otro llegó antes

 

Hades estaba por el centro de Tokio haciendo un encargo de Julián, ese no era su territorio y pocas veces se los veía por esos rumbos pero tenía que retirar un paquete para su hermano mayor, el pelinegro estaba ya de vuelta cuando vio caminar por la calle a Shun, una rabia impresionante llenó al mayor por varias razones, la primera era que Shun se le había desaparecido hace mas de dos meses sin dejar rastro y Julián le impedía buscarlo, la segunda era que su Shun estaba esperando un hijo y por el tamaño de su barriga lo mas probable era que fuera suyo, el pelinegro parqueó el carro en una calle transversal y siguió a una corta distancia a Shun que caminaba tranquilamente sin darse cuenta que lo estaban siguiendo, el joven llegó al parque, caminó un poco, compró una botellita de agua y se sentó en una banca a mirar a los niños jugar, el pelinegro no lo aguantó y fue hasta donde su pequeño estaba y de un jalón lo puso de pie

- Hades… no… no… - Shun entró en pánico al ver quién era el que lo había jalado y más aún al ver la expresión en el rostro del mayor

- Creíste que podrías escapar de mi?, crees que soy un estúpido al que puedes burlar? – Hades lo sacudía y le gritaba mientras el menor quería soltarse pero no podía, Hades era mucho mas fuerte que él

- Suéltame… me haces daño… mi bebé – se quejó el peliverde con miedo y desesperación, ahora no solo temía por su vida sino por la de su hijo

- De quién es?, HABLA!!!!

- Es mío… solo mío… suéltame…

Hades estaba zarandeando a Shun que lo miraba aterrorizado, Shaka miraba todo esto desde el otro lado del parque, las personas que estaban cerca de ellos dos se alejaban rápidamente, nadie iba a ayudar a Shun, nadie…, el jovencito estaba solo, pero él no podía permitir una cosa así, el joven de ojos verdes estaba esperando un hijo y el animal ese lo estaba lastimando por lo que sin pensarlo dos veces el rubio botó el café y corrió hasta donde estaba Shun y aquel desconocido, el médico llegó justo a tiempo para evitar que Hades lo golpeara, el pelinegro ya había levantado la mano para hacerlo pero Shaka lo impidió y empujó al agresor que soltó a Shun que se tambaleó pero no cayó porque Shaka lo ayudó a recuperar el equilibrio

- Y este quien es??, otro de tus amantes?, el padre de ese bastardo? – Hades gritó en medio del parque

- Mira… no se quien seas tu pero este no es ni el momento ni el lugar para esto, vete antes de que llame a la policía – contestó el médico con calma, a él no le gustaban los escándalos públicos ni mucho menos

- Doctorcito de cuarta… no sabes quien soy yo?

- Claro que se quien eres tu, eres un vulgar y corriente abusivo que intenta golpear a los indefensos, por qué no te metes con uno de tu tamaño?... cobarde…

- Estás muerto pedazo de imbécil… acabas de firmar tu sentencia de muerte… y tu… eres un cualquiera, no se como me pude fijar en ti si llevas el hijo de otro en tus entrañas

- Lárgate – repitió Shaka parándose defensivamente frente a Shun que estaba pálido y con el rostro desencajado

Hades no dijo nada mas, solo miró a Shun con resentimiento, como el parque se empezó a llenar de curiosos Hades solamente se dio la media vuelta y se fue, ya saldaría sus cuentas sin tantos testigos…, el joven peliverde se llevó una mano al pecho y empezó a llorar, Shaka se acercó a él y lo abrazó, Shun se refugió en su pecho y lloraba amargamente con desesperación, la pesadilla en su vida había vuelto, por qué??, por qué??

 

Shaka llevó a Shun hasta la banca y se sentó junto a él hasta que se calmara, disimuladamente tomó su muñeca para sentir su pulso que estaba acelerado y esperó pacientemente a que el joven se calmara, cuando Shun se tranquilizó y secó sus lágrimas Shaka lo miraba algo preocupado, el joven estaba pálido y se notaba su desesperación y su miedo

- Quién era ese tipo Shun? – preguntó el mayor con voz baja

- No es nadie – respondió el muchacho secando sus lágrimas

- Es el padre de tu hijo verdad? – el joven solo bajó la mirada y asintió

- No te preocupes, tu eres joven y muy hermoso, estoy seguro que todo es un mal entendido y que las cosas se solucionarán entre ustedes

- No… eso no es… es complicado… no me preguntes… debo irme – Shun seguía asustado y se puso de pie rápidamente, tomó su saco y su botellita de agua

- Te acompaño a casa – dijo el rubio poniéndose de pie también

- No es necesario

- Si lo es… soy tu médico y yo digo que si es necesario, estás pálido y eso no me gusta, debes recostarte un ratito y controlar la presión, uno de estos sustos no es bueno para tu bebé, vamos… yo te llevo a tu casa, dónde vives?

- Solo a tres cuadras, en serio no te molestes

- No es molestia… señala el camino, yo te ayudo

Shaka tomó al joven del brazo y caminaron lentamente hasta uno de los edificios de departamentos de la zona, Shun quería mandar a Shaka del portal pero el rubio insistió en llevarlo hasta su casa, el peliverde ya no puso objeción y fueron al séptimo piso y entraron a un pequeño pero acogedor departamento, Shaka llevó a Shun a su habitación y lo acostó, de uno de los bolsillos de su mandil saco un aparatito portátil para medir la presión, de esos que se ajustan a la muñeca del paciente y se colocó el estetoscopio en las orejas para escuchar su corazón, Shun aún estaba muy agitado por lo que el doctor lo arropó y le fue a hacer un té, luego de tomarlo el joven peliverde estaba dormido en menos de cinco minutos

 

Shaka no sabía que hacer, si irse y dejarlo solo… no… ese idiota podría regresar, mejor esperaba hasta que el joven despierte por lo menos si su hermano se demoraba en llegar, y estaba sumido en esos pensamientos cuando la puerta del departamento se abrió y un peliazul de aspecto fiero entró pero se paralizó al verlo en medio de la cocina

- Quién eres tu?, dónde está Shun?, si le hiciste algo te juro que…

- Tu eres su hermano?

- Si, esta él bien? – la ira de Ikky pronto se transformó en preocupación

- Si… ahora está dormido, mi nombre es Shaka, soy médico en el hospital de aquí cerca, tu hermano tuvo un problema hoy en el parque

- Problema?, qué problema? – Ikky caminó directo al cuarto de Shun y se tranquilizó cuando lo vio dormido acurrucado en su cama

- Fue una coincidencia la verdad… - Shaka le contó todo lo que vio y escuchó e Ikky al igual que su hermano palideció, el mal nacido ese los había encontrado y ahora lo peor de todo era que ya sabía que había un niño de por medio – él es el padre del niño verdad?

- Si… demonios, gracias Shaka por ayudar a mi ototo pero si nos disculpas tenemos cosas que hacer – Ikky se levantó y le señaló la puerta al rubio que no dijo nada mas y se dirigió a ella pero al abrirla aquel pelinegro del parque estaba parado afuera y al verlo adentro del departamento de su Shun la rabia le volvió a ganar y se le lanzó un puñetazo que lo derribó, le hubiera dado una golpiza de no ser por la intervención de Ikky que lo sujetó y lo arrinconó a la pared, con toda la conmoción Shun se despertó y salió del cuarto para ver a Shaka en el piso y a su nissan sosteniendo a Hades que luchaba por liberarse, no pudo mas y dio un grito que detuvo a todos

- BASTA!!! - Todos se quedaron inmóviles, el peliverde fue hasta donde estaba Shaka y lo ayudó a levantarse

- Hades… por favor vete, no tienes nada que hacer aquí – dijo Shun con toda la calma que fue capaz de demostrar

- Es cierto… ese es tu amante – reclamó el pelinegro con indignación

- Y qué si lo fuera? – contestó el joven desafiante

- Tu eres mío

- Yo no soy tuyo… lárgate de mi casa, no quiero volver a verte – Shun seguía pálido pero hablaba con determinación

- Ese niño es mío – dijo el pelinegro señalando el vientre de Shun

- No… no es tuyo

- No me lo niegues

- Es la verdad, no es tuyo

- Es mío – dijo Shaka poniéndose de pie frente a Shun y listo para enfrentar a este estúpido una vez mas de ser necesario

- Qué?? – Hades no salía de su asombro

- El niño es mío, Shun y yo estamos juntos desde hace algún tiempo, y este es mi hijo, vete de aquí antes de que llame a la policía, esta vez es en serio no es una simple amenaza, vete de una buena vez quienquiera que seas – Shaka hablaba con una calma y una seguridad únicas lo que desubicó al intruso

- Eso no es cierto – dijo Hades finalmente, aún no lo creía

- Si es cierto, vete Hades – dijo Shun tomando la mano de Shaka y parándose junto a él

- Tu… y tu bastardo me las pagarán – Hades salió hecho una furia del pequeño departamento, Shun se sentó en el sofá, Ikky fue a su lado y lo abrazó mientras el joven lloraba, Shaka no sabía que hacer, si irse o no, la verdad no se explicaba por qué dijo lo que dijo, pero ahora ya lo hizo y no le quedaba mas que esperar algún tipo de explicación, se acercó a la ventana y vio como en la vereda Hades estaba fumándose un cigarrillo y de pronto de agarró a patadas a un basurero metálico hasta sacarlo de su marco y fue a parar al otro lado de la calle, sin duda este era un tipo violento, no se lo imaginaba de pareja de este dulce muchachito a menos que…

- Él… te forzó verdad?, por eso huiste? – dijo el médico volteándose para mirar a Shun que seguía en brazos de su hermano

- Ikky te lo contó?

- No… era lógico pensarlo

- Shaka… no sabes cuanto te lo agradezco pero no sabes en el lío en el que te has metido – Shun se puso de pie y tomó la mano del rubio que lo miró y le sonrió

- Yo no le tengo miedo a las rabiatas de un niño rico

- Él no es solo un niño rico, su hermano… Julián Solo… es el jefe del cartel del norte – dijo Shun, Shaka no sabía quienes eran ellos

- Son gansters Shaka – corroboró Ikky desde el sofá al ver la cara de confusión que tenía el rubio

- Y ahora ya nos encontraron nissan, qué vamos a hacer?

- Voy a llamar a Julián – dijo el peliazul poniéndose de pie y sacando el teléfono de su bolsillo

- Es mejor que me vaya – Shaka hizo intención de caminar hacia la puerta pero Shun sujetó su mano y lo jaló para no dejarlo ir

- No… tu no te puedes ir, si Hades te encuentra afuera en serio te mata, ese tipo está loco

- Quédate por favor, no quiero que te pase nada por nosotros – dijo Ikky saliendo de la habitación y caminando hacia la cocina

- Tengo que llamar al hospital

- Llama desde aquí pero por favor no te vayas – rogó el peliverde

- Está bien – sonrió el médico

- Voy a llamar a mi trabajo, luego a Julián, por qué no le cuentas todo el rollo a tu doctor ahora ya está metido en esto lo menos que se merece es una explicación ototo

- Pues si… siéntate Shaka…

Shun le contó toda la historia a Shaka que miraba con profunda pena y admiración al muchacho que a pesar de todo se había negado a abortar y quería salir adelante con y por su hijito, en ese momento decidió que hizo bien en ayudarlo y lo seguiría ayudando, no era justo lo que le había pasado, ahora Shun además de su hermano lo tenía a él para protegerlo

 

 

Notas finales:

Las coincidencias... las coincidencias, a mi me gustan las coincidencias en las historias, será que muchas cosas me han pasado a mi por coincidencia (las mejores la verdad aunque las peores también)

Nos vemos en la continuación mañana, cuidense mucho y gracias por leer


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