-Por favor - Insistía Natasha Law, con su hijo de lado.- Por favor, mi hijo no está mostrando mejoría alguna. Esta vez, de nuevo, él estaba en el elevador con ése joven. Sé que mi hijo es incapaz, está confundido por las malas manías de Bellot. Lo sé, es mi hijo de quien hablamos, doctor Yagami. - Light asintió incómodamente. Intentando no demostrar las ganas que tenia de sacar a Natasha del consultorio. Su ensayo de buena madre ya se lo sabía, al derecho y al revés - ¿Es acaso mi culpa, doctor Yagami? ¿E echo algo malo?- Elle bufo sin que su madre se percatara y rodó los ojos. Light sintió simpatía por que el pequeño pensaba lo mismo que él - No he podido estar presente siempre. A lo mejor busca una figura dulce que le cuide, que le esté abrazando y que le proteja. Siempre le cuido, doctor. Él lo sabe. A lo mejor... No debí de enseñarle a cocinar, ni alimentar el gusto que tiene por los dulces, los dulces son más de niñas... Las visitas a Candyland.- Aclaró.
-Señora Law, por favor salga. Tengo que hablar con su hijo.
-Pero doctor, no es mi culpa, quiero que le ayude. Ayude a mi hijo. Si es necesario que expulse a Bellot del edificio departamental, lo haré. Él es el corruptor.
-Ya veremos señora.
-Y doctor - Light apretó la pluma casi al punto de romperla. - ¿Mi hijo se quedará así?- Sólo la verdadera angustia de la madre, evitó que Light le dijera que si, que lamentablemente se hiciera a la idea. De que él no hacia milagros. Pero era antí hético mentir. Y no deseaba una llamada de atención de la sociedad de psicología ni siquiera, por lo que valía una buena broma cómo era el ver a Natasha Law llorar.
-Déjeme hablar con su hijo.
-Esperaré afuera - Obviamente, pensó Light. - Elle, atiende al doctor Yagami. Hazle caso, obedécele.
Apenas Natasha cerró la puerta, Light suspiro. Rápidamente, fue a cerrarla con el seguro interior. Natasha era la clase de persona que interrumpiría la sesión si se le daba la oportunidad.
Ya habían perdido diez minutos... Mismos que tendría que recuperar.
Elle examinó la oficina y sus ojos deductivos, pasearon sobre el escritorio, divinamente ordenado, ni un lapicero y hoja escapaba de lugar; las paredes eran divinamente decoradas por cuadros y le llamó la atención la imagen de Freud, pequeña a comparación de un paisaje de ensueño, demasiado mágico para pertenecerle a un loquero; el sillón en el que debía de sentarse, quedaba en frente de Light, si quisiera podrían mantener contacto directo todo el tiempo... También había una mini sala tras el sillón, Elle comenzaba a pensarle el objetivo a su existencia.
-¿Terminaste? - Le pregunto de buen humor - Tengo galletas por si quieres.
-Le gusta Freud - Light dio un brinco en su lugar. Asombrado porque el pequeño reconociera la cara de Freud - Pero no es su maestro, usted sigue a alguien más... Entonces, Freud fue el maestro del suyo... Entre los seguidores de Freud, pues, creo que...
-Espera un momento - Pidió medio desesperado. Light fue a su cajón, saco el archivo perteneciente al caso y, bueno, no había nada en Natasha Law que le dijera que su hijo de cinco años era un genio. Natasha Law era una mujer de inteligencia promedio.- Elle, quiero que hagas algunos tests, será rápido o lento. Te tomaras el tiempo que quieras y déjame te digo...
-Ninguna respuesta es incorrecta -Light casí sufre otro soponcio - Estos test son de procesos cognitivos... No tiene pinta de ser un cognitivo o cognitivo-conductual.
-Elle, ya regresó. Espérame un momento.- Elle asintió feliz de la vida - Te dejó dulces para que comas lo que quieras en lo que vuelvo. Sé que te gustan.
-¿Puedo acabármelos todos?.
-Adelante.
Light corrió, ignorando a Natasha que trato de detenerlo a medio camino para saber cómo seguían las cosas con su precioso hijo. Light técnicamente, le importo un comino si es que Mía estaba ocupada, o estaba a mitad de una importantísima sesión, ningún pasaje con hipnosis sería más relevante en Leo que el que se sentaba en su consultorio atascándose de glucosa.
Mía le lanzó una mirada asesina apenas entrara. Light la ignoro y fue a tomar un vaso para servirse vodka. Mía guardaba una botella y entre los cambios de pacientes, si es que lo necesitaba... Se empinaba un traguito.
Makishima Shougo pidió una silenciosa explicación y Mía no supo darle razón.
Cinco minutos fue lo que Light tardo en explicar la situación, cosa que incluso a Makishima intereso.
-Olvídalo, Shougo.- Ordenó Mía - Elle es un niño y no le pondrás las manos encima.
-¿Pedófilo? - Cuestiono Light sin importarle ofender al paciente de su jefa. De ninguna forma le apetecía que ese tipo se acercara a Elle, al pequeño e inteligente Elle.
-Terrorista - Contesto Mía, quitada de la pena. Makishima sonrió y le mostró la navaja de afeitar que llevaba consigo a Light, que pronto perdió el color. Era increíble que la jefa se dejara estar con un tipo tan peligroso y con la puerta cerrada, sin poner sobre aviso a seguridad.- Está canalizado por un crimen especifico. Nada importante. Ignóralo, Light.
-Pero, él es peligroso.
-Estoy consiente. Y Kougami Shinya también sabe que mi seguro les dejara en la bancarrota como el joven Makishima me hiera o asesine. - Makishima sonrió de nuevo. Básicamente él no asesinaba a nadie, de no ser absolutamente necesario. Para eso tenía muchas piezas que encontraban la muerte en sus manos, demasiado interesantes para ignorarlas - Ahora vamos, quiero conocer a tu nuevo paciente. Suena interesante. Llévalo a la cámara de Gessell. Quiero ver su comportamiento.
Una vez dentro de la cámara de Gessell, los vidrios resguardaban a Mía para que no fuera vista. Estaba tomando notas rápidamente. Elle apenas entrara en la habitación, fue directamente contra el espejo, quedándosele viendo, tratando de hallar la falla en el.
Se cansó al notar que no encontraría nada y fue con Light.
-Dime, Elle: Tu mami está muy estresada - Elle asintió - Y sabes porque.
-Me encontró besándome con Bellot Birthey. Es el adolescente que vive en los departamentos de enfrente del complejo.- Detallo, contento por recordar a Bellot. Y por tener a alguien dispuesto a escuchar sobre Bellot, sin que quisiera mandar por la policía de buenas a primeras- Su ventana da directamente frente a la nuestra. Hay ocasiones en las que me encuentro saludándolo antes de dormir. Ya se hizo costumbre.- Light ya no sabía de qué asombrarse, si por la pronunciación impecable o por la lógica que Elle mostraba con su relato conciso. Quizá tuviera que impresionarse por el grado de condicionamiento que Elle imprimía.
-¿Elle... Bellot te dijo algo antes de besarte? - Mía también lo sospechaba. Bellot Birthey era una figura peligrosa; Era un adolescente que besó a un menor varón, cuando lo que debía de haber hecho era, buscar a una mujer igual de hormonal que él. No era normal que Bellot Birthey le gustará un cincoañero. No sería de extrañar si el sujeto forzara a Elle.- Veo que a ti te encantan los dulces... - Y aunque Light tampoco estaba satisfecho en cómo manejaba el interrogatorio, se obligaba a ser consiente en que Elle no era un niño normal. Elle no se dejaría engañar por dibujos o otro tipo de tretas, que se usaban para la terapia infantil. Elle podía aguantar el estrés que desataba un interrogatorio. No lo estas martirizando, se dijo Light - ¿Te dio dulces?.
-Si.
-¿Después de que Bellot hiciera algo?.
-Antes... Bellot es muy guapo - Mía escupió su bebida. - Es alto. Atlético. Amable. Bueno, en una ocasión se puso muy violento. Bellot tiene el cabello negro, cómo yo. Es muy inteligente, eso me gusta.- Light con las orejas rojas, apuntaba todo lo que Elle decía.- Siempre salía a recoger el periódico para poder ver a Bellot. Y cómo ya dije, Bellot es inteligente, sumó dos más dos.
-¿Le gustas a Bellot?.
-No. Bellot dice que no puedo gustarle. Que es ilegal que le guste- Guau, alguien con escrúpulos, se dijo sórdidamente Light.- Así que acepté el trato, de que se mudaría para no enamorarme más, si me enseñaba a besar. - Light y Mía se atragantaron con su saliva a la par - Acepto. Eso fue lo que mamá vio. He de admitir que llevábamos todo el día practicando y que quería que también hubieran lecciones nocturnas, pues Bellot se iría pasado mañana y mamá no lo sabe.
-La sesión terminó, Elle.- Y por vez primera, Light estaba contentísimo de terminar. Consternado por la mente de Elle, Light intentaba recordar algún caso similar, ya fuera en algunos textos, revistas, periódicos o casos de camaradas. - Te espero la semana siguiente.
-Doctor, Light Yagami: cierre la boca.
Elle lo dijo.
Elle lo sugirió....
Pero Elle puso su boca sobre la de Light.
Y la quito con un chasquido de más.
-Un beso de ratón, dice Bellot.
Light reacciono hasta que Mía le sacudía de la gabacha.
-¡Te besó! ¡Te besó! - ¡Ya lo sabía! Mía no tenía que repetírselo - ¡Dame a ese niño! Light, quiero tener de paciente a Elle Law.
-Pues te friegas... Elle es mío.
-El que te besará no te da derechos sobre él.
-Es mi paciente. Me niego a cedértelo. Es más, fue su madre la que acudió a mí.- Mía hizo puchero - Sabes que no es recomendable cambiar de medico sin la confianza de por medio y francamente, con la cara de desesperada que traes, si le pides a Natasha llevar el caso: te botara. Natasha me prefiere.
-Claro, prefiere tener a quien ligar a espaladas de su marido.- Se defendió Mía - Cómo no soy un hombre joven y apuesto, Natasha ni me mira. Pensé que quería la mejoría de su hijo y no una refriega.
A la semana siguiente, Elle estaba muy triste.
-Bellot se fue.- Gimoteo lastimeramente. Ni siquiera había tocado los pastelillos que Light le trajo, en afán de hacerle la terapia más llevadera.
-Algún día volverás a verlo.- Consoló. Tratando de presionar los puntos activadores en Elle para que le dijera las cosas.
-Ojala.
-Elle... - Elle le miro - ¿Te gustan los niños?
-No. - Light le puso un pastelito en las manos.
-¿Entonces porque los besas? - Y se señaló. Elle ni protesto para corregirle que no quería comer nada.
-Besó a hombres.... A Bellot y a usted - Le explico - Y sabes Light - Light no dijo nada sobre el descarado tuteo - Sabes tan bien como yo, que la sexualidad de un niño no se puede determinar. Precisamente porque la persona es asexual... Mejor dicho, sexual... Hasta que se decanta por alguna etiqueta.
¡¡Ese era un secreto mundial!!
¿Cómo jodidos era que el chiquillo lo sabía?
-Elle, el niño no tiene un género sexual establecido porque no tiene la experiencia para determinarse. Como bien has dicho, el niño se define hasta que prueba. Y la experimentación se da alrededor de la adolescencia... Para finales de esta, en la postadolecensia, se decide el género que la persona tomara.
-¿Entonces, que es lo que estas preguntándome, Light? Cuando bien sabes que es erróneo decir que un menor de edad es homosexual...
-Claro, la naturalidad del asunto es lo que la gente no entiende, Elle... - Y fue cuando Light cayó en cuenta... Elle entendía de qué iba el problema.
-Sí, lo sé Light; Me pregunto...¿Qué serias de no haber caído bajo las reglas sociales, Light? ¿Qué serias de haber puesto algo de resistencia? ¿Qué serias de haber tenido una madre feminista y un padre de la nueva masculinidad? ¿Quién serias ahora, si en vez de imponerte carros y espadas para jugar, te hubieran dejado elegir sin decirte lo que era correcto para un hombrecito?.... ¿Hubieras elegido una manta rosa para pasear por los parques, si es que tu padre o tíos, ó la mismísima madre no les diera pena admitir que su hijo gusta más del tranquilo tono rosa y no azul, porque el rosa pastel es forzosamente de niña y es imperdonable que un niño lo cargue, porque ya es muestra de homosexualidad y vergüenza? - Light no supo que contestarle. Elle estaba siendo honesto. Estaba aprovechando su estado natural de Filosofó que le daba su edad, para cuestionarse las reglas sociales , tomando el campo de batalla más complicado. Tratando de conquistar, lo inconquistable.
-Estas diciéndome que la sociedad dicta el género...- Elle asintió vigorosamente. Light notó la peculiar manera en la que Elle estaba sentado. Con las piernas plegadas a su plexo y sin las zapatillas deportivas que traía en un inicio. Incluso, Elle se mordía insistentemente el pulgar. Light no sabía si alegrarse por encontrarse una competencia tan divertida veinte años menor... Tenía que ser ilegal lo que estaba haciendo. La sociedad no le premiaría si se enterasen de la terapia de Elle..- Elle, estás sugiriendo que la sexualidad en estado puro cómo hombre y mujer no existe, que es fabricada. ¿Y quién se tomaría la molestia de dictar una mentira como esa? No se puede sustentar... Hombre y mujer existen, y se necesitan.
-Correcto y no estoy diciendo lo contrario, Light. - Light jalo una disimulada sonrisa, satisfecho por lo que escuchaba. Al parecer, Elle no caería en su trampa. El pequeño tenía unas ideas demasiado firmes.- Pero estamos discutiendo género, no sexo. - ¡Oh! El pequeño sacaba las garras ante el tecnicismo. Light estaba más que satisfecho por encontrarse un pasatiempo en las terapias. Hasta por poco se le olvidaba que Elle era su paciente - Light, biológicamente el macho y la hembra existen para la reproducción. Sólo la hembra es capaz de parir... Bueno, y los hipocampos machos. - La imaginación de Light voló demasiado rápido para su bien... Elle se veía encantador y perturbador con una prominente panza de seis meses de gestación: una, porque Elle era un niño de cinco años y la otra, porque no podía sentir nada por su paciente. - Basados en esta lógica, Light, el sexo únicamente sirve para la perpetuación de la especie... Incluso la violación es aceptada. Se tiene que perpetuar la especie, dicta el instinto primario animal - Y Light no quiso preguntar el cómo un mocoso de cinco años, entendía la palabra “Violación”- Pero, concordarás en que el humano no es un animal...
-Respira, come.... A evolucionado - Y Elle no le estaba diciendo algo que Light no supiera ya. Ese tema se debatía en las aulas de preparatoria - ¿En dónde es que entra tu observación de que el hombre no es un animal?.
-Su cerebro... Su conciencia... Su inteligencia... Su anti naturalidad. - Enumero Elle. A Light le había dolido especialmente la última observación. - El humano no es un animal con la misma naturalidad con la que lo son otros; El hombre crea... El hombre creó el tercer mundo... El mundo de las ideas.
-Y al crear las ideas, dicta cómo tienen que ser las cosas. - A completó.
-Y antinaturalmente, el hombre, se dá cuenta que el sexo ha dejado de ser importante para la preservación... Pues en la actualidad, el hombre da pie a los sentimientos, en la actualidad: impera la razón e ignora los instintos.- Light no estaba muy seguro en eso - El hombre se da cuenta de que no quiere una mujer... La mujer descubre que el hombre no le interesa, hay mujeres que deciden cambiar de sexo y a la inversa. Se habré un mundo de evolución... Aunque siempre este existió.
-Y dentro de todo el caos que acabas de formar....¿Dónde estás tú, Elle?
-Light, soy una persona... No una etiqueta. Soy parte de la humanidad, de la historia y si sus otras partes se ciegan y no quieren reconocer al mundo, que los trajo la ley del humano, ni modo. No soy un miope.
-Nuestros cerebros funcionan....
-Ya descubrí a quien perteneces, Light... Me has dado tantas pistas - Light lo miró con los ojos desorbitados. - Tu maestro es Erich Fromm, por supuesto que ese empirista te va como anillo al dedo. Te gusta armonizar, fortalecer y unificar al individuo, mientras que sólo tomas como datos los hechos y las acciones mías.
-Serias un grandioso psicólogo, Elle.
-Prefiero ser detective.
Y Light reconsideraba por primera vez, cambiarle el paciente a Seto Kaiba.