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ENREDOS DE OFICINA por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, este capitulo está dedicado al romance, espero que les guste

Capítulo 2.- Primer encuentro

 

Seiya caminaba por el pasillo deseando alejarse lo mas rápido posible de su encuentro extraño del tercer tipo, él nunca había hecho esto, ese extraño le había parecido tan sexy en el bar, todo él enigmático, solo y con una copa en la mano se le había acercado, habían charlado, una cosa llevó a la otra y antes de que pudiera reaccionar ya lo tenía en su cama… cómo pudo ser tan estúpido??

- Oye!!!, espera Seiya – Seiya decidió no bajar por el elevador y estaba en las gradas bajándolas lentamente hasta que se le pasara el sonrojo

- Qué quieres? – respondió el joven regresando a ver a Ikky que estaba en los alto de las escaleras pero bajaba rápidamente hasta donde él estaba

- Por qué tan arisco?, estás bien? – el tono del peliazul era una mezcla de preocupación  curiosidad, lo que haya sido hizo que el menor bajara un poco la guardia

- Si… lo siento, es que…

- Primer día, nuevo trabajo, me lo dijiste anoche… pero tranquilo que lo harás muy bien, no te estreses además vas a trabajar con Shun, él te cuidará – Ikky puso una mano en el hombro del castaño a manera de apoyo

- Qué diablos tiene Shun que todo el mundo parece amarlo y con locura? – preguntó Seiya con un dejo de tristeza

- Shuny es muy dulce, eficiente y sabe todo de todo el mundo, se sabe el movimiento de toda la papelería y los flujogramas de a donde va todo, lo mas importante es que él es generoso con sus cosas y con su tiempo y te ayudará sin pedirte nada a cambio, tu solo pégate a él como chicle las primeras semanas y llévale chocolates pero no los que tienen maní, esos no le gustan, si le llevas una dona rellena de dulce de leche es capaz de besarte, mira que te lo estoy diciendo

- Tu… lo conoces muy bien…

- Algo, pero tranquilo que lo estás haciendo muy bien, verás que te va a ir genial, solo respira Seiya y estarás bien – Ikky sostenía a Seiya de los hombros y lo miraba a los ojos mientras le decía esto, el joven estaba algo asustado pero agradecía los esfuerzos del mayor para  tranquilizarlo y hacer que se sienta mejor, Seiya respiró profundamente un par de veces para sonreír finalmente

- Gracias Ikky

- Mmmm… suena bien – el mayor sonrió muy sensualmente

- Qué cosa?

- Mi nombre en tus labios aunque yo quisiera poner otra cosa en ellos – el peliazul le pasó el pulgar por sus labios y lo miraba ahora con deseo

- Por todos los dioses – Seiya se soltó del agarre de Ikky, se dio la media vuelta y bajó solo un par de escalones mas porque el mayor se le adelantó y le cerró el paso parándose delante de él

- No te vayas, no te parece cosas del destino que entraras a trabajar precisamente en esta empresa y te hayan mandado a dejarme trámites a mi en tu primer día?, eso hay que aprovecharlo no te parece?, por qué no nos encontramos hoy en la noche casualmente en el mismo bar?

- Para volver a tener sexo casualmente en mi casa?

- Podemos variarlo e ir a la mía no?

- No Ikky, hoy me dijeron que hay una política de…

- No relaciones amorosas??, si lo se, pero eso solo aplica a los de tu departamento, yo trabajo aquí, otro departamento, otro piso, otro jefe, otro todo, hay un vacío legal en lo de las relaciones amorosas interdepartamentales y mira que te lo digo yo que soy uno de los abogados, que dices… nos vemos hoy en la noche? – insistió el peliazul tomando la mano de Seiya y entrelazando sus dedos

- No se…

- Ok., hagamos una cosa, yo voy a estar en el bar, si quieres tu solo llega allá, este es mi número, llámame… - Ikky le dio una tarjeta con su nombre y sus teléfonos, en el reverso estaba escrito a mano el teléfono de su casa y otro número celular

- Ok.,

- Chao cosita rica – Ikky lo tomó entre sus brazos y le plantó un sorpresivo beso ahí mismo, diablos…!!!, este peliazul besaba como los dioses y el castaño no pudo oponer resistencia y terminó correspondiendo el beso con pasión

- No me digas así – dijo Seiya sin aliento cuando el beso se rompió

- Qué te parece… caramelito – dijo el mayor besándolo ahora en el cuello sin soltarlo lo que aprovechó para acariciar su espalda

- Tampoco – Seiya sonreía pero miraba aprehensivo a lo alto de las escaleras, si alguien abría las puertas y los descubría en eso?, en su primer día??... que vergüenza…

- Ricurita?

- Adiós Ikky – dijo Seiya empujando suavemente a Ikky que le robó otro beso y acarició su rostro

- Hasta la noche mi niño hermoso – dijo finalmente el mayor antes de subir las escaleras y entrar por la puerta de escape a su piso

 

Seiya no pudo evitar sonreír y acariciar sus labios ausentemente mientras bajaba las gradas, cuando llegó a su oficina Shun lo miró inquisidoramente pero con rapidez se concentró en las explicaciones que el peliverde le hacía del sistema que ahora manejaría, al final del día Shun estaba muy contento, Seiya le cogió el truco al sistema y entendía todo bastante rápido, Aioros respiró tranquilo cuando escuchó el reporte de Shun, cuando llegó la noche Shyru se quedó un ratito mas con Seiya ayudándole con algunas dudas y cosas porque Shun prácticamente salió corriendo de la oficina, solo dijo vagamente que tenía una cita ardiente y salió como alma que lleva el diablo, casi a las ocho de la noche Seiya salió y después de pensarlo un poco se decidió y fue al bar, Ikky estaría allí?, bueno… así no estuviera, a él le hacía falta un trago, había sido un día pesado

 

El castaño entró al bar y se sentó en la barra, Ikky no estaba allí, Seiya suspiró y se acomodó en el taburete, le daría al peliazul quince minutos de tolerancia, se acabaría su cerveza y se iría, el cantinero le sonrió mientras le pasó la bebida, Seiya le dio un sorbo y sonrió recordando la noche anterior, igual que ahora él había entrado al primer bar que había visto y también había ordenado una cerveza, la estaba bebiendo lentamente con una sonrisa en sus labios y no notó cuando el asiento junto a él se había ocupado por un peliazul que estaba comiendo un par de manís del posillo de la barra

- Esperas a alguien? – preguntó el mayor que vestía traje

- Ohh… hola… no, no espero a nadie – respondió el joven con una sonrisa algo sorprendido, su acompañante lucía imponente y a su criterio era muy atractivo

- Perfecto, no te molesta si te acompaño?

- Claro que no, tu tampoco estás con nadie?

- No… solo se me antojó un trago y vine… gracias… - el peliazul había ordenado lo que parecía ser un whisky con hielo, tomó un sorbo y suspiró – lo que me hacía falta – dijo sonriéndole al menor que le sonrió también

- Día duro en el trabajo ah?

- Un poco…hay días y días, y tu?, por qué tan feliz?

- Se me nota?

- A cien metros…

- Conseguí trabajo y empiezo mañana

- Bien por ti, ya luego te veré en unas pocas semanas estresado hasta la médula y contándome de tu jefe que es un idiota

- Cómo sabes si mi jefe va a ser idiota o no?

- Todos los jefes son unos idiotas, esa es una regla general de la vida laboral

Entre risas y anécdotas de “la vida laboral” ambos desconocidos (porque no se habían dicho sus nombres) ordenaron otra ronda de tragos y una mas le siguió y otra y otra, cuando el peliazul ya iba en su quinto whisky se acercó muy suavemente y le besó el cuello al castaño pero lo hizo de una manera muy sensual lo que lo hizo estremecer y el menor sonrió

- Quieres irte de aquí? – propuso el mayor susurrándoselo en la oreja con esa voz ronca tan sexy que tenía

- No se…

- A algún lugar mas privado, para conversar un ratito o algo

- O algo?

- Ajá… que dices?, vamos?

- Vamos…

El mayor buscó los labios del mas joven y se unieron en un beso bastante travieso y todo sexy, el mayor quería profundizar el beso pero el menor no le dejaba, finalmente el peliazul se levantó, sacó su billetera y pagó la cuenta, tomó al joven de la mano y lo sacó del bar, ya en la calle lo arrinconó a la pared y ahora si lo besó con fuerza explorando con su lengua aquella boca que le resultó por demás placentera, el mayor estaba jalando la camisa del mas joven para sacarla del pantalón y coló sus manos dentro de ella para acariciar directamente el pecho del menor pero el castaño se revolvió empujándolo suavemente hasta soltarse

- No aquí… no así… vamos… mi casa está cerca – dijo el castaño entre jadeos

- Fantástico…

 

Seiya sonrió y saltó un poco en el asiento cuando sintió una mano en su cintura y que alguien le besaba la nuca, el castaño se volteó y era Ikky el que llegaba, rápidamente el mayor se sacó el saco, se lo dio a uno de los meseros y ordenó un whisky

- Pensé que ya no venías – dijo el castaño tomando un trago de su cerveza

- Y perderme un trago contigo… nunca mi preciosidad

- No te cansas de hacerte el sexy?

- Seiya… me ofendes, yo no me hago el sexy, yo soy sexy y tu lo sabes

- Ajá… que no se te suba a la cabeza

- Y cómo te fue en el primer día?

- Cansado, Shun me mareó con todos los nombres de todo el mundo, a la final no se quien es quien pero todos son muy amables conmigo… hasta ahora por lo menos – el castaño sonreía pero Ikky hizo una mueca extraña

- Solo ten cuidado, es una empresa grande, y en especial esa oficina es bastante conflictiva, poniendo mi mejor interés en ti solo puedo decirte que no confíes mucho en la gente, no le cuentes tus cosas personales a nadie porque todo lo que digas puede ser usado en tu contra, en Shun si puedes confiar, a Shyru no lo he tratado mucho pero Shun dice que es buena gente, Aioros me agrada pero ese jefe tuyo… uy…

- A qué te refieres?, a Saga?

- Solo digamos que yo trabajo para el buen gemelo y tu para el gemelo maléfico – Ikky sonrió y apuró su whisky mientras hacía señas y pedía otro

- Tanto así?

- Si… ese tipo es bipolar o algo, le cogió bronca a Shun un tiempo y luego por las puras se empezó a portar todo amable y hasta lo ascendió luego de jurar que lo iba a botar, ese tipo está loco, con él es con quien mas cuidado debes tener

- Lo tendré en cuenta

 

Un par de tragos mas y les dio hambre, por lo que luego de pagar la cuenta Ikky llevó a Seiya a un restaurante de comida mexicana y comieron tranquilamente entre risas conociéndose un poco mejor, cuando acabaron de comer caminaron un ratito por las iluminadas calles del centro de Tokio hasta que llegaron al edificio en donde vivía Seiya, como la noche anterior Ikky en el portal del edificio había tomado al joven entre sus brazos y se besaban suave y despreocupadamente

- No me vas a invitar a pasar? – preguntó el mayor besando el cuello del castaño y acariciando lentamente sus costados

- Quieres un cafecito? -  preguntó el dueño de casa todo pícaro

- Luego… primero te quiero a ti desnudito y enredado en mi – Ikky bajó sus manos a las caderas de Seiya y lo atrajo totalmente a su cuerpo

- Qué grafico… - Seiya sonreía y le acariciaba la azulada cabellera, el castaño no lo sabía pero ese era uno de los puntos débiles de Ikky y lo ponía a mil

- No me digas que no te gustaría estar enredado en mi, entre tus piernas – los susurros de Ikky directamente en su oreja hacían vibrar a Seiya, esa voz…lo podía convencer de cualquier cosa

- Hace calor o soy yo

- Tu irradias calor, vamos arriba… - insistió el mayor

- Qué demonios tienes que no me puedo negar – dijo Seiya zafándose del agarre de Ikky y girando sobre si mismo para buscar la llave de entrada al edificio, Ikky lo abrazó por la espalda y le besaba la nuca

- Magnetismo animal? – susurró el mayor entre besos

- Puede ser – Ikky volteó a Seiya y lo besó lenta y profundamente hasta dejarlo sin aire, en verdad que las cosas se iban calentando

 

Seiya sonrió y se volteó otra vez para abrir la puerta del edificio mientras Ikky continuó con los besos en su nuca pero lo mas divertido de todo era que no tenía las manos quietas y lo toqueteaba por todos lados, cuando subieron al elevador Ikky tomó a Seiya entre sus brazos, lo levantó del suelo e hizo que le rodee el cuerpo con sus piernas mientras se besaban con pasión, cuando llegaron al piso correcto entraron con prisas al ya conocido departamento y fueron directo a la cama, cayeron en ella entre risas y con prisas se fueron desnudando, Seiya no era necesariamente muy experimentado que digamos, había tenido uno que otro novio en la universidad pero hasta que se acostó con Ikky la noche anterior en verdad entendió cómo era hacer el amor con un hombre de a de veras, el peliazul era por demás apasionado y sabía muy bien lo que hacía, nadie le había hecho sentir tantas cosas juntas al castaño, el mayor tenía una forma de acariciarlo muy sensual, como si lo conociera de toda la vida y supiera exactamente como tocarlo para encenderlo, a Ikky el castaño le parecía sumamente sexy, se notaba que no tenía muchas horas de vuelo pero se guiaba por instinto y tacto

 

En pocos minutos la habitación del joven castaño se llenó de gemidos, jadeos y frases inentendibles mientras la pareja hacía el amor con abandono, a Ikky le parecía fantástico todo esto, Seiya lo estrechaba con fuerza mientras él se movía en su interior, el joven le arañaba la espalda y se arqueaba en la cama al sentir las caricias del abogado en todo su cuerpo, el peliazul besaba el cuello y los labios de su amante que tenía los ojos fuertemente cerrados y lo llamaba por su nombre

 

Esa noche fue toda pasional, repitieron la dosis varias veces hasta que cayeron rendidos y exhaustos, abrazados se durmieron profundamente para despertar al día siguiente con el sonido del reloj despertador, el castaño de un salto se despertó y apagó el aparatito de un manotazo, se estiró como gatito pero se volvió a acurrucar en el pecho de Ikky que lo jaló y lo abrazó posesivamente

- Buen día chiquito

- Buenos días, ah… no quiero ir a trabajar

- Si a eso vamos pues yo tampoco, me gustaría quedarme toda la mañana en la cama contigo

- Eso sería rico – dijo Seiya en medio de un bostezo

- Mejor vamos a bañarnos, yo tengo días pendientes de vacaciones pero tu no, así que arriba bonito y vamos a la ducha

Seiya llevó a Ikky a su ducha, se bañaron, se vistieron (Ikky con la ropa del día anterior y ni modo, la ropa de Seiya era muy pequeña para él pero dijo que no había problema, que él ya tenía un plan de contingencia), desayunaron y fueron a la oficina, Ikky se desvió a una cafetería de la esquina y cinco minutos mas tarde ya estaba en su oficia con una camisa limpia, corbata que le combinaba y un terno limpio y recién planchado (cortesía de su ototo), Seiya llegó a su oficina con una sonrisa en los labios, Shun en cambio estaba que le llevaba el diablo

- Y a ti que te pasa?, no te fue bien en tu cita ardiente de anoche? – preguntó el castaño al ver el obvio mal humor de su compañero

- No me hagas acuerdo de eso que estoy que reviento, el muy estúpido… ahhhhh… no me hagas caso Seiya – dijo el peliverde con frustración

- Lo siento

- Y tu por qué tan feliz? – preguntó Shun al ver la sonrisita en Seiya que no se le borraba con nada

- Por nada – el castaño se encogió de hombros

- Conociste a alguien verdad?

- Algo así

- Me alegro por ti, pero mejor vamos a acabar lo que empezamos a hacer ayer antes que a Aioros le de un infarto o algo

 

Seiya pasó la mañana perdido en su trabajo, Shun se fue tranquilizando poco a poco y mas o menos para las diez de la mañana su mal genio se había esfumado en gran parte por los comentarios sugestivos de Death Mask, Shun decía que le incomodaba, que el peliazul era un idiota y muchas cosas mas pero disfrutaba de sus insinuaciones y eso no se podía negar, como que le ayudaba a inflar su maltrecho ego o algo así, al que Seiya se dio cuenta Shun dedicaba miradas asesinas era a Hyoga, el rubio de Adquisiciones que se lo notaba incómodo y le rehuía la mirada al peliverde, Seiya tenía la impresión de que la cita ardiente de Shun era con aquel sujeto pero aparentemente había ido mal, bueno… si Shun no se lo cuenta él no se lo iba a preguntar, no estaban en ese nivel de confianza todavía

 

A la hora del almuerzo los tres chicos de presupuestos fueron a comer en el salón comedor de la empresa, la comida no era fantástica pero tampoco era tan mala como Shyru solía decir dándose ánimo a si mismo y poder comerla, se sentaron los tres primero en una msa bastante grande, Seiya iba a hacer notar esto pero no dijo nada porque poco a poco, uno a uno se les fueron uniendo varias personas del mismo departamento y la mesa se llenó rápidamente, las conversaciones en esa mesa iban de todo un poco, desde los destinos de trámites, cosas que pasaban con los proveedores, quién había pedido que cosa, chismes de los pasillos, comentarios de lo que habían visto en la tele, de sus parejas, de sus aventuras sexuales y demás cosas, las risas y el humor eran los detonantes de los almuerzos siempre y eso a Seiya le parecía fantástico, todo este último tiempo al castaño le había tocado comer solo y ahora comer en un grupo tan grande con compañía le resultaba perfecto

 

La tarde pasó sin pena ni gloria, el castaño estaba sentado en su cubículo frente al computador, estaba haciendo unos comprobantes cuando su teléfono celular sonó

- Aló?

- Hola chiquito… me extrañas? – dijo Ikky al otro lado del auricular

- Cómo conseguiste mi número? – Seiya sonreía, este peliazul si que era intenso

- Soy abogado cariño y de los buenos, yo obtengo información de los sitios menos probables, pero no me has respondido la pregunta, me extrañas?

- Un poquito

- Mentiroso

- Eso nunca lo sabrás

- Seguimos en plan casual y nos encontramos por accidente otra vez?

- Hoy no puedo

- A dónde vas?

- Quedé de ir con Shun y Shyru por unos tragos, tu sabes… algo como bienvenido al Departamento o algo

- Ohh… me vas a dejar con las ganas, pero bueno… diviértete pero no mucho, mira que yo me entero de todo – el tono de Ikky era por demás fresco, a la final no eran novios, estaban en plan de… sexo??, rayos…

- Ok., siempre nos podemos encontrar por accidente mañana verdad?

- Si… no tomes muchas margaritas y nos vemos mañana

- Como sabes que vamos a ir a tomar margaritas? – cómo diablos Ikky lo sabía todo??, en verdad los chismes volaban en esta empresa

- Soy adivino, hasta mañana cosita rica, duerme bien

- Ya te dije que no me dijeras así

- Bye

 

Seiya colgó el teléfono y sonreía, esa noche salió con sus dos nuevos compañeros de trabajo y si jefe y la pasaron genial, en verdad fueron a tomar margaritas pero a la segunda Seiya ya renunció a mas, Shun se tomó cinco, Aioros tres y Shyru siete, cuando salieron Seiya los llevó a todos a sus respectivas casas, cuando los dejó se regresó a su casa en verdad se sorprendió de ver a Ikky parado afuera de su edificio fumándose un cigarrillo, el castaño se bajó del taxi y fue hasta donde el mayor lo esperaba, Ikky botó el cigarrillo y lo aplastó con su zapato, apenas el castaño se acercó sin darle chance a nada el peliazul lo tomó entre sus brazos y lo besó con pasión

- Qué diablos haces aquí?

- No podía dormir y salí a caminar, no vivo muy lejos de aquí y hasta darme cuenta ya estaba aquí, en tu puerta mi niño hermoso, necesitaba un beso antes de ir a dormir, no se que tienes, eres como un imán y no me pude resistir

- Es mas de media noche Ikky

- Ya lo se… pero igual tenía que verte, no te digo que extrañaba tus besos

- Estás loco – Seiya sonreía entre halagado y preocupado

- Pues si… pero loco por ti…

- Qué es eso? – Seiya señaló una funda que estaba en las escaleras de acceso al edificio

- Una muda de ropa para mañana

- Chico precavido

- Yo siempre, ya déjame entrar que tengo frío

- Y si yo no volvía hoy en la noche?

- Me encontrabas abrazado a la vereda mañana en la mañana

- No eres un psicópata o algo así verdad? – el castaño frunció el ceño cuando preguntó esto

- No… aunque siempre hay que mantener las opciones abiertas no? – Ikky respondió tomándose su tiempo lo que hizo reír a Seiya

- Rayos… en verdad estás loco

- No… solo un poco posesivo pero no te preocupes, yo quiero todo menos hacerte daño, lo que mas quiero aurita es hacerte el amor, así que abre la puerta chiquito y lo hablamos adentro si?

- Qué voy a hacer contigo?

- Hazme tuyo

- Suena bien

Ikky y Seiya entraron al departamento entre besos y pasaron la noche juntos, el departamento de Seiya no era muy grande, tenía una sola habitación que era bastante amplia, un baño muy bien puesto, una cocina pequeñita y una salita con una barra que servía de comedor, sus muebles eran sencillos pero bonitos y modernos, a Ikky le gustaba este departamento sabía decir que tenía todo lo que ellos necesitaban, todo este cambio de eventos y situaciones, esta rutina se fue asentando para el castaño que se fue adaptando bastante bien a su nuevo trabajo, a sus compañeros, al ambiente de oficina y sobre todo a su nuevo y fogoso amante

 

Notas finales:

Desde mañana un sondeo un poco mas detallado de la oficina, el trabajo, el jefe y los demas chismes

Espero que les haya gustado, cuidense mucho y nos leemos pronto, saludos, bye


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