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Gato y ratón por minima

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Notas del capitulo:

Algo corto, pero de aquí en adelante creo que ocurrirán algunas cosas que pondrán en peligro otra vez a la raza de los gatos alienigenas

Malas compañías

-Hola, hola primita- la voz cantarina y jovial de uno de los príncipes del reino de los Mao se encontró alegre de encontrarse a su joven prima, incluso para él era su pariente favorita y también por un tiempo imagino la tentadora opción de cambiar a su hermano por ella, para luego replantearse esa idea y pensar que era mejor que fuera su prima.

-Ishaq... ¿tú sabes por qué User estaba arañado?-

-¿He?- eso no se lo hubiera esperado, ¿su hermano herido?

Eso tendría que verlo.

-¿No sabes?-

-No, no se Anat, ¿estas seguro de ello?-

-Yo lo vi con mis propios ojos- dijo en tono ofendido, ella nunca le mentía a su familia, bueno, casi nunca.

-Mmmm, bueno, luego te lo contara si se lo preguntas, y ya sabes, cuéntamelo después a mí- sabía perfectamente que si él se lo preguntaba directamente a su hermano este le daría la vuelta como si no lo hubiera visto o preguntado.

Por lo que para enterarse de cosas que concernía en su hermano, especialmente información vergonzosa que podía utilizar en su contra, optaba por ir a la fuente más confiable, la cual eran sus familiares, principalmente su madre o su querida prima.

-Ustedes dos deberían mejorar su relación un poco- comento la menor mientras sabia que otra vez tendría que servir de puente para uno de los príncipes para saber que le ocurría al otro, ya que Ishaq no era el único en usar ese método sino también al otro. 

-Sabes que los dos no somos muy unidos querida Anat, esa es el tipo de relación de hermanos y colegas que tenemos-

-Esta bien, nos vemos luego Ishaq-

La miro alejarse por el pasillo, para muchos Moswen era la hembra más deseada en todo el reino, para él era una cualquiera a comparación de su dulce prima.

+*+*+

A la reina le gustaba después de realizar sus deberes, entre ellos no solo los de madre y esposa sino también maestra en la academia, lo cual resultaba en conjunto tan gratificante como agotador, descansar en uno de los jardines invernadero dentro del palacio, un pequeño oasis dentro de ese mundo desértico con las plantas cuidadas para evitar su total extinción.

Era relajante y uno de sus lugares preferidos, así como sus hijos tenían las bibliotecas o salas de entrenamiento, ella tenia ese lugar, también era el lugar favorito de su pareja, podría ser a veces un dolor de cabeza pero era su amado esposo, y podía llegar tan cariñosos y apasionado como la vez que robo su corazón, sino fuera así lo hubiera mandado a freír gusanos del desierto por muy príncipe heredero que fuera en aquellos tiempos.

Oh que buenos tiempos, ahora se suponía que sus cachorros debían tener sus buenos tiempos, pero las cosas no podían ser tan sencillas.

-Madre- la voz de su hijo la saco de sus pensamientos, este se mostraba serio, presintiendo lo que ella quería hablar con él.

-Hijo, siéntate por favor-

Este obedeció sentándose delante de ella en una silla con respaldo reclinable, esta no pareció sorprendida por la herida en la mejilla de su primogénito, en realidad el ligero fruncir en su ceño y labio indicaba que estaba molesta. 

El primogénito de la dinastía de los Mau ya presentía que seria una plática incomoda, y jamás trataría a su madre o pelearía con ella de la manera en que a veces trataba a su padre aunque lo respetara. 

Especie cual especie fuera en el universo, la mayoría tenían un respeto especial a la figura materna, la que les da la vida, protege y alimenta cariñosamente.

-Me entere de tu… platica con Moswen esta mañana-

-Te lo iba contar madre-

-Si… claro, como tu inesperada sorpresa con tu mascotita-

-Madre-

-Bueno, esta es tu oportunidad hijo mio, cuéntame, porque dentro de poco estarás muy ocupado-

-¿Cómo?-

-Pronto te asignaran una nueva misión, no afuera, aquí se necesita nuevos maestros, ya hay nuevos cadetes listos para aprender y sabes la escases de personal últimamente-

-¿Fue idea de…?-

-No, tú padre no tubo la idea, el consejo sabe lo excelente guerrero que eres, y como últimamente estas libre de momento…-

-Ya veo-

-Además de que seguro ocuparas tú tiempo libre “jugando”- eso último provocó un tono ligeramente purpura oscuro en las mejillas del joven príncipe –pues anda y habla- 

-Ejemp… pues como supongo que sabrás, “platique” con Moswen, y ella no… recibió muy bien mi decisión de no continuar con nuestra relación…- hiso una pausa esperando a que su madre dijera algo pero no dijo nada –a pesar del tiempo juntos, note que mi relación con ella ya no podía continuar-

-Ah…-

-Madre… admito que mi forma de decírselo fue muy directa, pero necesaria para continuar con nuestras vidas-

-¿Estas completamente seguro de tú decisión?-

-Así es madre-

Ella se quedo callada un momento, sabia que su primogénito ya tenia la edad suficiente para tomar sus propias decisiones, errar y caer sin que ella estuviera a su lado cuidándolo, pero siempre estaría ahí por si necesitaba consejo y un apoyo silencioso, eso no quitaba que muchas de sus decisiones y sus consecuencias le dieran dolor de cabeza, como su padre y hermano, sus amados hombres y dolores de cabeza.

-Mi querido hijo, sé que eres lo suficiente mayor para tomar tus propias decisiones, y te apoyo, pero ten cuidado, una mujer despechada es peligrosa-

-Jabari me comento algo parecido, pero Moswen ya es una adulta, no una joven que maquilara planes contra su ex solo porque terminaron-

Si, muy adulta, igual que su hijo, pero eso no quitaba que las rabietas no solo las experimentaran los más jóvenes si no incluso los más viejos, y muchas veces podían ser peores.

No era solo por ser su madre, pero sabia que su hijo era un gran partido, aunque ser precisamente hijo del rey no atraía a las mejores hembras sino aquellas llenas de codicia, esperaba que Moswen fuera una de las pocas que se habían acercado a él porque realmente se sintiera atraída por su hijo y no buscando algo más, y si realmente lo había querido alguna vez, aceptara esta decisión, que sabia que era bien para ambos.

Pero hasta el más sabio y viejo puede pecar de ingenuo.

+*+*+

Ambos se miraron, analizándose fríamente, era uno de esos momentos en que podría decirse desde el punto de vista de que estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado… o en el momento adecuado y lugar correcto.

Sus figuras parecían estatuas, no se movían ni un milímetro, ella seguía con su mano alzada y él se había quedado en el marco de la puerta.

Tenían mentes brillantes, pero aun así no sabían que hacer, hasta que el ruido del exterior los hizo mirarse nuevamente y salir ambos por la puerta patéticamente como gatitos asustados, si los atrapaban a cualquiera de los dos en esos aposentos las consecuencias serian nada agradables.

No era huida, era una retirada estratégica, se dijeron a ellos mismos para evitar pensar que realmente habían huido siendo que eran guerreros.

Coop que había permanecido inconsciente en todo ese momento no se percato de nada, 


Unas cuantas zancadas más y estaban en uno de los pasillos en que el castillo se conectaba a uno de los tantos centros de entrenamiento; se miraron nuevamente, ninguno mostro signos de agitación y alteración, demostrándose como estatuas nuevamente ante el contrario, claro signo de defensa.

De todos, nunca se imaginaron encontrarse con el contrario en esa situación, habían sido extremadamente cuidadosos.

-Así que a la famosa Moswen le interesa la nueva mascota del príncipe- el primero en hablar es él, mostrándose seguro pero a la vez dudoso, debe ser cuidadoso con lo que hace.

-Si, se podría decir-

-Ja y es tanto tu interés que querías calcinarlo- el sarcasmo no es lo suyo, pero le había salido bien.

Ve el ligero seño fruncido, apenas una fracción de segundo, pero suficiente para saber que la hecho enojar, y de por si lo enojada que seguro esta por su reciente, muy reciente ruptura con el príncipe, será “fácil” de manejar.

-Lo que haga… no le incumbe a alguien como tú- dijo la hembra, mirándolo superiormente, confiada en que su palabra más peso que la suya.

-Así es, no me incumbe… pero veo que tenemos algo en común-

Moswen se muestra por un momento interesada, pero no cree que ella o ese científico podrían tener algo en común.

-La pequeña cosita en la habitación de tu pareja, o para ser más exactos la mascota y juguete sexual, de tú expareja-

Un brillo peligroso en su mirada, tal vez debió tener más de tacto.

-¿Acaso quieres disfrutar revolcarte con el nuevo capricho de User?-

-Nada de eso, lo mio es más un interés antropológico y científico-

Ambas miradas se conectan nuevamente, algo esta pasando por la mente de la hembra.

Un nuevo juego ha empezado.

+*+*+

Se sentía cansado, a pesar de que la plática con su madre no había durado mucho, tenía ganas de regresar a su lecho, donde su mascota descansaba.

Abrió la puerta, como casi siempre el cuarto estaba iluminado por esa lámpara azul, encontró la silueta del castaño terrícola acostado aun durmiendo, se había pasado las ultimas veces que lo había tomado, así que atribuyo su cansancio a su inconciencia, tal vez debería seguir el consejo de su amigo, ser un poco más “delicado” por lo menos de vez en cuando, no dejaría que su mascota se perdiera por descuidos suyos, aunque le era difícil contenerse una vez que lo tenia entre sus brazos, saboreando su piel lacerada por cortes y mordidas, aspirando ese embriagante aroma, y ver esas expresiones de dolor, miedo y rabia en sus ojos, y era solo suyo. 

Camino un par de pasos y con la suave luz repaso con su mirada cada detalle que conocía a la perfección en ese cuerpo joven y delgado, su preciosa obra en esa piel tan suave y firme hecha con sus propias manos, y también dientes, era realmente satisfactorio.

Pero la que más le causaba orgullo era aquella que cubría las sabanas en sus caderas, símbolo que ya había cicatrizado con los cuidados adecuados.

Se quito las prendas que le cubrían hasta quedar completamente desnudo, su cuerpo como una escultura tenia un brillo casi fantasmal bajo esa luz, se acercó al lecho y retiro las sabanas, no había nada mejor para descansar y relajarse que abrazar el cuerpo de su mascota embriagándose con su aroma.

Coop se removió un poco en su inconciencia, nada que un firme agarre en su abrazo no arreglara para hacerlo permanecer contra su cuerpo, pronto el calor y aroma del otro lo relajo hasta dejarlo dormido, y en la inconciencia de ambos, sin percibirlo ninguno, Coop pareció en un movimiento inconsciente acurrucarse en el cuerpo del otro, y User sonrió al sentir la calidez del cuerpo del otro más cerca si se podía.

Los cuerpos suelen reaccionar en contra de lo que la mente consiente quiere.

*+*+*

El universo es inmenso, una infinidad de planetas y cuerpos flotando en el espacio, con sus fuerzas y misterios particulares, algunos mas estables que otros, otros destinados a vagar erráticamente hasta chocar contra otro cuerpo y destruirse, a veces dejando huellas como los cráteres de la Luna en el sistema solar de la Tierra, o destruyéndose ambos dejando polvo y añicos como el cinturón de asteroides en este mismo lugar.

Parece increíble que a pesar de la cantidad de planetas que existen en el universo, el numero de galaxias y sistemas solares, las condiciones adecuadas para que algún planeta pueda ser sustentable de vida son pocas, por lo que muchos consideran “milagrosos” aquellos planetas con una vida desarrollada hasta ser tan compleja hasta ser llamados como una civilización.

Las posibilidades en como se desarrollaron estos organismos pueden llegar a ser infinitas, pero a la vez limitadas considerando las condiciones en que se desarrollan, por ejemplo, la Tierra, tercer planeta hacia el sol, como la mayoría en la creación del universo comenzó como una bola de roca fundida hasta que se enfrió y con el tiempo la atmosfera cambio, gases se condensaron y por primera vez las tierras cubiertas de fuego conocieron el agua en forma de lluvia, apaciguando las llamas que no se extinguieron del todo, concentrándose ahora solo en el centro del planeta.

Muchos piensan que esto fue el primer paso para que esa roca estéril pudiera sustentar cualquier tipo de vida, aunque aun para muchas razas en el universo es aun misterio el origen de la misma vida, ¿la energía se volvió solida?, ¿una serie de minerales y químicos formando los primeros seres unicelulares?, ¿algo más cercano de lo divino?

Y así como en la tierra se creo vida por sus condiciones especiales, otros planetas en sitios totalmente diferentes en el universo sufrieron sus respectivos cambios y evoluciones, algunos antes, otros tardaron más, otros a pesar de que algún momento aunque sea un organismo unicelular se desarrollara, se extinguía por causas que jugaron en su contra, como siendo demasiado débil o poco adaptable, o el planeta sufría una nueva metamorfosis que erradicaba cualquier posibilidad a favor.

Podría decirse que es un juego de suerte, las posibilidades de que los primates evolucionaran hasta los homosapiens no pudo haber sido si los dinosaurios no se hubieran extinguido, como la gente reptiloide en un planeta a unos años luz de distancia.

También es un juego de suerte la rapidez en que evolucionan, o que se den más temprano que tarde que no están solos en el universo o que es posible ir mas haya del firmamento que ven.

Los Mao son una de las razas que podría decirse que se desarrollaron temprano, pero no la primera, tampoco la ultima, una de tantas en el intermedio del tiempo y espacio, cuando descubrieron la forma de viajar en el espacio, vieron la posibilidad de no solo extender sus dominios, sino también de evitar su extinción, como ya se comento, es cuestión de suerte, y la suerte de los Mao se vio opacada por una sombra de hambre y muerte en esas tierras que se volvieron estériles y desérticas.

En los primeros planetas no había vida inteligente, pero como avanzaban encontraban otros pueblos una bienvenida hostil, provocando que así varios recursos se pudieran desperdiciar y perder, por lo que encontraron como solución, volverse en una de las razas mas poderosas y bélicas conocidas, dominando de forma eficiente nuevas tierras.

A miles de guerras en su historia se redactaron de esta manera, pero no siempre eran así, muchas otras civilizaciones formaron pactos y alianzas con ellos, pero a la vez que creaban aliados y conquistas, así también enemigos.

Los Mao no eran los únicos pueblos en el universo que buscaban expandir sus dominios, pero otros tenían métodos mas “salvajes” para hacerlo, preferían aniquilar a todo el que se opusiera en vez de aceptar la rendición de sus enemigos de buenas a primeras, devorarlo todo hasta que no quedara nada y seguir así planeta por planeta sin dejar nada salvable a su paso, este era el caso de los Iyack, que hace poco se enfrentaron al imperio que parecía invencible, los Mao.

Estos Iyack, seres con una fuerza descomunal, y con la mayoría de sus armas e invenciones robadas a otras razas conquistadas, huyeron de su planeta cuando ellos mismos agotaron sus recursos, encontrando planetas con el tiempo que podrían satisfacer sus necesidades, hasta que de nuevo la suerte, hiso que se encontraran con un imperio de igual fuerza o superior.

No fue en el planeta natal, sino en uno que se encontraba en sus dominios, a pesar de ser pocos guerreros felinos, mostraron una resistencia como ningún otro, varios de los guerreros Iyack fueron eliminados, y su orgullo fue herido.

¿Cómo esos escuálidos seres pudieron con ellos?, patéticas creaturas que se creían verdaderos conquistadores aun cuando dejaban a los aborígenes con vida.

Fue que decidieron pegarles donde seguramente les dolería más, atacando su cuna, su planeta madre, encontrar algunos aliados no fue difícil, algunas razas se unieron a ellos solo para ver como sufrían esos malditos felinos.

Oh, pero nuevamente su orgullo fue apaleado cuando ni con sus ataques y sucias estrategias lograron vencerlos, muchos guerreros habían perecido, incluso su gran líder Mishack Yiyack, a menos, del quien más tarde sabrían, era el príncipe de esa raza de estirados felinos.

Pero no se rendirían, es por eso que Denesh Yiyack, hijo del líder caído de su raza, recordaba con odio y veneno al guerrero que había ejecutado a su padre ante sus propios ojos, y quien lo había dejado marcado al tratar de atacarlo por la espalda.

Su brazo, o más bien, la falta de este, sustituido por una garra mecánica del más resistente acero, era un recordatorio de lo que debía de hacer, eliminaría a ese príncipe bastardo, pero antes se encargaría que sufriera de las peores maneras posibles.

Notas finales:

Mi cerebro es pudin duda... dudadey... muchisimas gracias por sus comentarios y por su tiempo al darle una oportunidad al leer mi fic :), aunque creo que tardare en actualizar, como ya dije antes mi cerebro es pudiiiiin


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