“El amigo del Pintor”
Las cosas para él fueron mejorando con los días, comenzó a tener ingresos que nunca pensó posibles, comenzó a ser agraciado delante de todos los que el pueblo habitaba, sin pensar en que lo que había desatado esa noche seria más peligroso que la misma muerte.
Cada vez que soñaba era como una pesadilla, era como si en el fondo advirtiera que no podía continuar ocultando aquel secreto.
— ¿Le sucede algo? — su hermano últimamente lo veía extraño, era como si no fuera el mismo.
—No, solo que últimamente no he podido dormir bien…— dijo mientras caminaban por una de las calles de Hallen-Hill y en ese momento como si fuera una visión imprescindible, una mujer que caminaba al otro lado con una sonrisa hermosa parecía estar impresionada al igual que el al mirarse.
—Es muy bonita — al parecer su hermano quedo sorprendido con aquella chica.
—Lo es —
—Debería hablar con ella —propuso a sabiendas que su él era un poco tímido.
—Si debería —
En ese momento desde un espacio obscuro, la sonrisa de aquella mujer fue el vistazo para poner inicio a la maldición.
Con el tiempo aquella hermosa mujer fue conquistada por el hombre que conoció aquella tarde en el pueblo , los días pasaban y parecían bastante unidos, su hermano quien era su único familiar sonreía cada vez más, al parecer su felicidad si estaba a su alcance. Incluso aunque la familia de la chica era de una posición más alta que la suya lo aceptó como si fueran del mismo estatus.
El día en que él le propuso matrimonio fue uno de los más felices y a la vez uno de los más extraños al parecer ese día alguien vistió al alcalde cosa que no era muy común.
Pero aun así las cosas no eran tan extrañas, se continúo con los planes de boda, él creía por un momento que las cosas que soñaba se quedarían en eso sueños. Hasta que un día sin previo aviso dejo de soñar, cualquier cosa, sin importar que fuera, aunque claro en ese momento no era su prioridad el saber el porqué de sus sueños desaparecían.
Sin embargo los sueños son parte de la vida, sabía que algo le faltaba, que algo no estaba del todo bien, pero principalmente comenzaba a sentirse vacio. No tenía ganas de absolutamente nada, los colores que le parecían tan brillantes de pronto dejaron de serlo. Intento durante días recordar algo, lo que fuera de lo que soñaba pero en realidad no tenía ni idea de lo que era.
Al final el día de la boda llego, y aunque expresaba felicidad no podía dejar de pensar en lo absurdo que todo le resaltaba en cómo sin pensarlo dos veces, ante todos podía sonreír sin sentir ganas de hacerlo.
Todo le daba vueltas como si de una pesadilla se tratara. Porque eso era una pesadilla que estaba punto de comenzar. Mas cuando al fin pudo ver la verdad detrás de tal sentimiento de agonía, del porque se sentía inevitablemente triste.
Su hermano murió de una manera extra, no estaba enfermo, nadie lo ataco, simplemente fue por un encargo y jamás regreso. ¿Cómo se suponía que podía suceder eso?, simplemente no lo entendía.
Y él no entenderlo le causaba un dolor que jamás pensó sentir pero que estaba presente. Ahora solo se encontraba el junto a su esposa, por primera vez sonrió que las consecuencias de sus actos se cobraban caras. ¡Claro que lo sabia! Sabía que esa cosa se llevaría su corazón, pero no pensó que su corazón fuera su hermano carecía de sentido y no lo aceptaba.
Al final no pudo hacer nada más que irse, no soportaba cargar la culpa de la muerte su hermano. Durante su viaje a un nuevo horizonte no podía dejar de pensar en lo que dejo atrás. Algo que le asombro con el tiempo fue que sin pensarlo los años pasaron, pasaron lentos, dolorosos y felices. No podía negar que aun sentía felicidad gracias a su esposa pero eso era lo único que en ese momento podía hacerlo sonreír.
Hasta que el día final llego. A pesar de todo no podía decir que vivió una vida plena, en sus ojos no había nada de lo que se sintiera orgulloso porque nada le partencia, todo fue fruto de una maldición que termino con el pueblo donde una vez vivió.
En el final de sus días, de nuevo su verdugo apareció en aquella sombría y solitaria habitación, con el mismo semblante con el que la conoció años atrás. —Mentiste — susurro.
—No, no mentí, nosotros no mentimos —
—Mi hermano —
—El murió por tu causa, pero no directamente, hay cosas que se omiten tal es el caso de tu amigo el pintor —
— ¿Que tiene que ver el con esto? —
—Más de lo que crees, más de lo que puedas imaginar —
—No entiendo —
—Ni necesitas hacerlo, después de todo vas a morir — ahora lo recordaba, estaba postrado en la cama esperando a que ese fatídico momento llegara. — Pero no te preocupes, seguramente en algún momento volverán a verse y cuando ese momento puedes culparle por la muerte de tu familiar —Sentir la muerte fue más fácil de lo que pensó, porque de repente todo se volvía sin sentido.
Así había sido su vida, sin sentido. ¿Qué pasaría después de que muriera?, ¿A caso su hermano estaría del otro lado?... ¿Qué hay más allá de la muerte? ¿Qué...?
Su vida termino en ese momento. Y Jamás sabría la resolución de la historia que comenzó.
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Chiaki se sentía demasiado cansado , quizá estaba en algún lugar donde todo estaba fuera de lugar, no recordaba bien como es que había llegado, pero sí que seguramente no saldría vivo. Intento levantarse pero
—Chiaki—
—An…—dijo cuando sintió que alguien lo llamaba y reconocía perfectamente su voz.
—A los fin despiertas —le pareció extraño el tono de voz que utilizaba con él, era como si ya no lo considerara su enemigo o algo parecido.
— ¿Por qué no me has matado?—curioso pregunto.
—Yo nunca he querido matarte —
—Mientes —
—No miento y lo sabes, pero no es momento de hablar ¿Sabes dónde estamos? — algo estaba mal lo sentía.
—En Hallen-Hill —respondió con seguridad
—No exactamente —
— ¿Qué quieres decir?—
—Este lugar es “otra cosa” —
— ¿De qué hablas? —
—Lo que dice es cierto — fue como un balde de agua fría el escuchar de nuevo su voz, quiso levantarse del suelo pero se dio cuenta de que todo le daba vueltas.
— ¿Tori?—
—Calma Chiaki, solo escucha —
— ¿Cómo me pides que me calma?, De repente la chica que siempre me ha querido muerto habla como si eso nunca hubiese pasado y tú que se suponía estabas aquí porque no se… le das la razón. Nada tiene lógica —Argumento sintiéndose cada vez peor.
—Se que no es algo que se crea fácilmente pero así es — Hatori lo ayudo a levantarse. Con cuidado de no lastimarlo.
— ¿Qué sucede realmente aquí?, Se suponía que estamos en Hallen-Hill reconstruido pero a ahora me dicen que estamos en otro lugar del cual nunca he escuchado — estaba alterado en su vida podría si quiera imaginar nada de lo que le estaban contando.
—Escucha puede que suene algo sin sentido, porque lo es, así son ellos, les gusta ver el sufrimiento y agonía que general por generaciones, generaciones de no más de tres décadas. No tenemos tiempo pronto vendrá el eclipse — Si bien el lugar solo contaba con velas que daban una poca de luz, podía ver como An miraba atreves de la enorme ventana de la habitación.
— ¿Que Eclipse? —
—Escucha Chiaki, nada de lo que te digan es cierto, probablemente intente que creas que estás loco pero no lo estas. Todo esto sucedió — ahora estaba un más confundido, ellos le veían como si fueran a morir.
—Tori yo... — quería poder seguir hablando.
—No es un sueño, hace mucho que dejo de serlo— sonrió acariciado su cabeza, el dolo reflejado en sus ojos era frustrante.
— ¿Que ocurre realmente aquí? — se armo de valor, porque de pronto lagrimas salieron de sus ojos.
—Todos vamos a morir. Aquí y ahora Chiaki yo siempre te amo, antes y después, esto no es un sueño — tal vez no lo era, pero si no lo era entonces ¿Porque parecía uno?, de pronto toda su vida, la vida que una vez conoció parecía tan lejana.
De pronto se dio cuenta de que el cielo tomaba un color rojizo, lo que fuera a suceder en ese momento seguramente crearía aun más preguntas que tal vez no podría responder en un tiempo. Aun con todo sabía que la respuesta a las palabras de Hatori ya había sido contestada, no fue él quien las pronuncio, y aun así sentía que provenían de su corazón.
Se abrazo a él, como forma de decir Adiós.
En la ventana An observaba lo que sucedía a fuera, una vez mas todo salió mal. Lo supo cuando a lo lejos todo se teñía de rojo y el fuego comenzaba a consumir todo. La maldición no terminaría tan fácilmente. Al contrario de lo que se creía tal parecía que comenzó a tomar más fuerza conforme pasaban los años, aunque ella lo intento varias veces no logro si quiera acercarse al final. Seguramente Ritsu ya estaba viendo con tristeza como todo se volvía caos y en el centro de todo aquello que se alimentaba del odio que esto producía. Seguramente la próxima vez sería peor. Pero por esa noche. Todos debían morir.