Allí todos sus análisis se fueron abajo, se desequilibraron, y se empezó a poner nervioso, la clase ya había terminado, asi que tomo sus libros y apuntes y salió muy apurado del salón, sin ver que otra persona iba entrando, chocaron mezclándose sus documentos con los de la otra persona.
-¡lo lamento! ¿estas bien?- decía aquella persona rubia colocando sus manos en los hombros de gaara, para poder ponerlo con los pies sobre el piso y agacharse a recoger todo, gaara no dijo nada y también se arrodillo a recoger sus cosas.
El rubio fue más rápido y ordeno sus papeles también, colocando de nuevo una mano sobre el hombro de gaara.
-¿estás bien?- le volvió a preguntar, mostrando una cálida sonrisa.
Gaara lo vio, y asintió. Era la primera vez que detallaba el rostro de alguien, le pareció tan inusual esa cara, y se puede decir que era la primera sonrisa sincera que había visto.
-que bien..- dijo aquella persona esbozando aun mas su sonrisa. –Auff..parece que perdí la clase ¿eh?- el joven se levanto ayudando a gaara también a hacerlo, viendo la cara de confundió del pelirrojo.
-¡ah! jejeje, disculpa, mi nombre es Uzumaki Naruto, se supone que tenía que estar en esta clase pero me perdí y se me paso la hora- explicaba aquella persona rascando la parte alta de su cuello. Gaara aun lo seguía observando cómo embelesado, notando cada gesto estúpido que el individuo hacía. Naruto frunció el ceño, extrañado de que esa persona lo mirara tan raro y aun sin responderle.
Gaara se dio cuenta de este último gesto y se carraspeo la garganta, se supone que le están entablando conversación, ¿que hay de su aura negra que alejaba a todos?, ni siquiera sabía cómo hablar bien, que tenía que decir.
-eh..me llamo Gaara- se limito a decir, sin notar que un rubor de vergüenza alumbraba su rostro.
Naruto volvió a sonreír pero levemente, notando que el pequeño chico que tenía delante no debería ser tan sociable.
-Gaara..¿cual es tu siguiente clase?- pregunto colocando sus manos detrás de su cabeza y comenzando a andar hacia las escaleras. Luego se giro notando que el pelirrojo no le seguía.
-gaara-kun..tengo entendido de que tenemos un receso por clase..¿qué tal si me enseñas la escuela?- le propuso con otra de sus sonrisas. Gaara lo miro confundido, el chico no sabia su horario, y tampoco sabía que el encargado de mostrarle la escuela a los nuevos es el consejo estudiantil, seguro le sacaría de quisio, pero como no tenía nada que hacer, un favor a una simple bestia no podría hacerle perder un brazo.
Camino por el pasillo y paso por al lado del rubio asintiendo de forma afirmativa, a su respuesta el rubio camino más deprisa para colocarse a su lado detallando cada rasgo de su nuevo compañero. Bajaron las escaleras y luego de cruzar un montón de salones se encontraron en la entrada de uno de los jardines.
Naruto sonrió sorprendido, no se había dado cuenta que, a pesar de que esa escuela tenía muchos jardines, todos estaban muy cuidados y decorados.
-bien, aquí está el jardín secundario, allá están los baños, y si cruzas ese edificio encontraras la cafetería, mas allá la cancha y el auditórium, la enfermería esta en el segundo piso del edificio F y en su primer piso la oficina de control de estudios- dijo gaara ya con mas confianza, señalando con su mano todos los lugares que mencionaba. Naruto lo miraba como si todavía le faltara mucho por decir, le aburría, pero pasar el rato con alguien de cara tan linda le ponía de buen humor.
-¿algo más?, si tienes preguntas o estás inconforme con algo, esta la oficina de consejo estudiantil por allá-. Y dicho esto gaara se dispuso a caminar de vuelta al salón de su siguiente clase, ya muy molesto, si primero, aquel chico le causo una gran impresión pero ahora le molestaba que fuera tan incompetente como para no saber las simples cosas de una escuela.
-Gaara-kun-, ya estaba a punto de rebosar la copa, y se volteo hacia naruto para decirle que..
-Gracias gaara-kun- le dijo sin más, gaara se quedo con las palabras en la garganta. Naruto lo miraba con una sonrisa iluminada en el rostro, y por primera vez sintió dos punzadas en su pecho. Se dio la vuelta y se apresuro a subir al salón, por las escaleras sostuvo con su mano derecha el lugar donde su corazón lanzo un latido rápido.
-¿Taquicardia?,¿ con dolor de estomago?, esa persona me enfermo de algo- pensaba gaara inocentemente sin saber que su nueva enfermedad era la más mortal del mundo, hacia que murieras y vivieras de nuevo, que tu propia respiración dependiera de alguien y que tu corazón se detuviera continuamente…