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Tenshi no Shinden por Hokuto

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CAP 2

Viernes por la noche. Se encontraría con Mika en Babylon como siempre en la pista de rock y electrónica. Ya la moda de los ritmos latinos se habían pasado y ahora todos los adolescentes se dedicaban al rock y la electrónica. Mika era de esas personas. Babylon era una discoteca que estaba de moda desde hacía un año, y todos los viernes iban ahí. Mika tenía a su primo en la barra por eso siempre tenía entradas gratis y las repartía entre sus amigos. Cada cual iba por su lado, Mika con su barra de amigas, pero cada tanto se le acercaba a Kaze para charlar y contarle de sus ligues, que poco le importaban pero él la escuchaba para no quedar mal. Lo hacía para ponerlo celoso o qué? Si era así no estaba funcionando... …l solamente se quedaba en la barra tomando algún trago moviendo el pie al ritmo de la música pero nada más. También solía sentarse en la zona de los sillones donde se estaba más tranquilo siempre y cuando no hubiera alguna pareja haciendo de las suyas que era la mayoría del tiempo. Bailar ni pensarlo! Cada vez que iba alguna chica lo invitaba y ya estaba cansado de decir que no... mejor no darles falsas ilusiones. Las de ahora si que eran rápidas, el tiempo de la caballerosidad se había terminado desde hacía mil años... no le gustaba mucho el ambiente pero le servía para distenderse un poco.

Eran las 10, en dos horas tenía que estar pronto. Se metió en la ducha después de regular el agua para que saliera tibia.

En eso sonó el teléfono... Kaze lo sintió como al cuarto timbrazo porque con el ruido del agua pasaba desapercibido. Pero no tenía ganas de contestar. Si era algo importante ya lo volverían a llamar.

Saltó el contestador automático. Después de la señal escuchó la voz. Era la de una chica, las palabras temblaban y se intercalaban entre los sollozos.

-Kaze... si estás ahí... contéstame... por favor...

Kaze salió disparado de la ducha. Tomó la toalla y se la ató a la cintura como pudo. Chorreando agua corrió por el pasillo (sosteniéndose la toalla que se le estaba cayendo) y tomó el tubo del teléfono.

-Aquí estoy.

-Kaze!- dijo la chica, la había tomado por sorpresa.

-Qué pasó?- le preguntó sintiendo que el corazón se le salía por la boca, un llamado así no podía indicar nada bueno.

-A papá le dio un infarto, se lo llevaron al hospital...- respondió la chica lo mas rápido que pudo antes de empezar a sollozar de nuevo.

Las pupilas de Kaze se contrajeron.

-Tengo miedo Kaze...

-No... no te preocupes Mirei, ahora mismo salgo para allá. Te veo en dos horas.

Colgó el teléfono. En ese momento hubiera preferido haberse ahogado en la ducha y de no haber recibido ese llamado nunca... Pero no era momento para divagar acerca de eso... los “si yo hubiera” nunca servían para nada. Pensar en cosas como esa siempre era inútil...

Se vistió la más rápido que pudo. Tomó su billetera y las llaves que estaban sobre su mesa de luz. Cuando fue a abrir la puerta estaba tan nervioso que no podía poner la llave en la cerradura. Respiró hondo para tranquilizarse.

Minutos después corría por la calle hasta la parada de taxis. Tomó uno para la terminal de ómnibus y cuando se bajó ni esperó por el cambio. Fue a sacar el pasaje pero... todas las compañías habían agotado los lugares. No tenían más hasta las dos de la mañana. Aquello no podía ser. Tanta gente viajaba a esa hora??? Intentó por otra compañía pero no tuvo suerte...

-Pero es urgente!- le dijo a la chica que atendía –Mi tío está en el hospital!

-Lo siento pero ese no es mi problema- le contestó la muchacha y siguió trabajando en la computadora.

Contuvo sus ganas de insultarla, después de todo ella no tenía la culpa. Se sentó en un banco resignado a esperar.

-Mierda!- dijo Kaze entre dientes.

Se llevó las manos a la cabeza y apoyó los codos sobre las rodillas. Sus ojos se humedecieron.

-No! Yo no voy a ...

Se secó las lágrimas sintiendo la ira consumiéndolo.

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Eran las 5 de la mañana. Kaze al fin había llegado al hospital del pueblo y corría por el pasillo para encontrarse con su prima. Pero al ver su rostro se detuvo a medio camino. Estaba llorando... sus lágrimas silenciosas se deslizaban por sus mejillas. Los médicos estaba con ella. Por favor! Solo tenía 12 años! No había venido nadie más???

La chica de ojos ámbar y cabello color café recogido en una larga trenza que caía sobre su hombro, saludó a Kaze cuando lo vio llegar. En seguida volvió a esconder el rostro para que él no la viera. Entraron los dos a la sala guiados por uno de los médicos. Su tío yacía en la camilla... aún con el suero conectado pero no respiraba. La persona a la que pudo llamar padre en algún momento... estaba muerto. Y esa escena además, le era familiar....

Su mente vagó por sus recuerdos. De pronto su vista empezaba a nublarse. Recordó a un niño en una sala parecida... observando a alguien en la camilla... avanzó con pequeños pasos hasta el panel de control de todos aquellos “cables” que estaban conectados a esa persona que tanto quería... pero que estaba sufriendo... su pequeña mano se había movido al panel y presionó un interruptor.... Segundos más tarde, sintió que el pitido que emitía el aparato iba disminuyendo a medida que se apagaba y que él se iba alejando de espaldas... sin comprender todavía lo que había hecho. Lo último que vio fue una línea verde en la pantalla... continua... estática... hasta que la puerta se cerró.

Unos brazos que rodearon su cintura lo hicieron despertarse. Su prima hundió la cabeza en su pecho y se largó a llorar. …l la abrazó sin saber que decirle... pero... acaso existían palabras...???

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Eran las ocho de la mañana. No entendía porqué ella decidió asistir... a aquel lugar... Kaze trató de convencerla de lo contrario pero no pudo. Qué sentido tenía? La sala velatoria era espantosa... tenía un ambiente totalmente lúgubre. La oscuridad solo era interrumpida por la tenue luz de los dos candelabros a los costados del féretro. Y sobre este, en la pared, se alzaba un enorme crucifijo... De seguro un recuerdo que no se le borraría nunca... y más para su prima, una chica llena de vida. Porqué siempre el destino tenía que castigar a los que menos hacían daño...? Que había hecho ella para merecer eso? O su padre que era la persona más afectuosa que conoció jamás.

Mirei lo tomó de la mano... tal como cuando era pequeña y tenía miedo... Y no se separó de él sino para ir al baño. En ese momento una mano se apoyó en el hombro de Kaze. Volteó para ver de quién se trataba.... era su padre.

-No esperaba verte por acá, hijo.

Kaze le quitó la mano y le dedicó la mirada más llena de odio que podía darle.

-Hey! Que es esa actitud hacia tu padre?

-Mi padre está muerto- dijo evitando su mirada.

Su padre no dijo nada, Kaze supuso que se estaba conteniendo para no gritarle porque ganas no le faltaban.

-Qué estás haciendo aquí?- le preguntó Kaze.

Sabía que eso lo molestaría pero él no se iba a quedar callado. Cuando era niño le tenía miedo, pero ahora... ahora era diferente.

-Yo? Vine a visitar a mi cuñado, como corresponde- dijo arreglándose el cuello de la camisa.

-Dónde estabas anoche?

-Trabajando- le dijo medio ofendido por la pregunta.

Kaze volvió a mirarlo con odio.

-Mirei estaba sola con los médicos!- le gritó haciendo que algunos de los presentes voltearan a mirarlo.

-Y qué? No era mi obligación estar ahí- dijo su padre cruzándose de brazos.

Kaze no podía creer esas palabras. Se contuvo de no golpearlo. No podía hacerlo aunque quisiera. En eso llegó Mirei que lo estaba buscando. Kaze fue hacia ella dejando su ira atrás... Pero de volver a cruzarse con su padre otra vez no pensaba reprimirse nada más.

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Ese día, después del entierro Kaze llevó a su prima con lo de su abuela, que era la que iba a hacerse cargo de ella de ahí en más. Mirei estuvo muy alterada durante todo el día y no quiso comer nada de lo que su abuela le ofrecía. Kaze intentó animarla pero no con mucho éxito, en realidad era difícil tratar de reconfortar a alguien cuando uno mismo se siente igual de destruido.

Pensaba quedarse hasta el miércoles, el jueves volvería a su apartamento. Esa noche Kaze se sentó en el banco de madera en el patio de la casa. Miró el cielo. Sin las luces de la ciudad las estrellas se veían mucho más brillantes... La ciudad... sí, ahora que recordaba... Saiki... seguiría yendo al cementerio? Se acordaría de él incluso? Bueno... tampoco había transcurrido tanto el tiempo, pero para Kaze cada minuto que pasaba era una eternidad. Al cerrar los ojos casi podía verlo ahí a su lado sonriéndole...

-Saiki...

Estaba tan lejos... Necesitaba verlo de nuevo... oír de nuevo su voz... esa voz que lo hipnotizaba.. que hacía olvidarle todas las preocupaciones... que le hacía sentir que lo más importante era el presente... ese tiempo llamado eternidad... Necesitaba escuchar un “todo estará bien”, y sentir quizá (por qué no?) un abrazo. Lo extrañaba... tanto que deseaba llegar al cementerio y sentirlo entre sus brazos... pero era obvio que nunca le daría para hacer eso. Qué pensaría de ese cambio tan repentino? Era estúpido...

Ahhhhh... Tenía la mente echa un caos! Quería dejar de pensar por un momento pero no podía. Todo le daba vueltas en la cabeza... ya incluso había perdido el sueño.

-Kaze?

Sintió la voz tímida de Mirei a sus espaldas. Estaba recostada contra el marco de la puerta. Parecía que ella tampoco podía dormir... llevaba su camisón blanco puesto y se restregaba los ojos.

-Que pasa?- le preguntó Kaze.

-No... nada...- dijo ella y se sentó a su lado.

Sus dedos jugaban nerviosamente con su cabello. Presentía que estaba tratando de decirle algo pero no sabía cómo o por donde empezar. Hasta que al fin se decidió.

-Kaze...

-Si?

-Puedo ir a vivir contigo?

Kaze no se esperaba esa pregunta. Ella lo miraba ilusionada. Era obvio que la idea de quedarse con sus abuelos no era algo que le entusiasmara... pero era imposible. Entendía como se sentía pero no podía permitir que ella dejar al colegio y todos sus amigos atrás... no le iba a hacer nada bien. Además no estaba acostumbrado a convivir con otra persona desde hacía mucho tiempo... y aunque se tratara de su prima... ella nunca iba a estar bien con él. Lo mejor era que se quedara con su abuela.

La madrugada del jueves ya estaba de vuelta en su apartamento en la capital. Sin ánimos de hacer absolutamente nada más se tiró en la cama para dormir.

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El timbre sonó. Kaze abrió un ojo y miró el reloj. Eran las 12 y media. Se dio cuenta de que todavía estaba con la ropa del día anterior. Desde cuando había adoptado la costumbre de dormir vestido??? Fue hasta el corredor y atendió el portero automático.

-Kaze! Soy Mika! Puedo pasar?

Kaze destrabó la puerta. Minutos después sintió el ascensor abrirse y los pasos por el corredor. Abrió la puerta y se encontraron cara a cara. Mika se veía preocupada, y por la mochila había venido apenas salió de clases. Kaze trató de no denotar ninguna emoción, aunque sabía que tratándose de su amiga eso no iba a servirle de nada.

La hizo pasar. Mika se sentó en el sillón del living mientras Kaze fue hasta la cocina y sacó de la heladera dos latas de refresco de naranja.

-Quieres?- le preguntó ofreciéndole una lata.

-No gracias- dijo ella sin quitarle la vista de encima.

Lo estaba poniendo nervioso. Kaze bajó la mirada al suelo sin poder verla a los ojos.

-Que pasó?- le preguntó -No fuiste a la discoteca el viernes. Pasé llamando todo el fin de semana y nadie contestaba hasta me vine hasta acá y todo. Y hoy tampoco fuiste a clases.

-Perdón por preocuparte- le dijo Kaze dejando la lata en la pequeña mesa junto al sillón.

-Pero que pasó...?- preguntó Mika intentando encontrar su mirada.

El silencio los envolvió por unos instantes hasta que Kaze se decidió a hablar.

-Mi tío murió la madrugada del sábado. Mirei me llamó antes de ir a Babylon... me dijo que había tenido un infarto. Le dije que salía para allá pero cuando llegué a la terminal no quedaban más pasajes. Llegué como a las 5 allá... y... mi tío ya había muerto... y yo... yo no pude hacer nada...

Mika lo abrazó y Kaze pudo descargar lo que se había tenido que reprimir mientras estuvo con su prima. Mika nunca lo había visto llorar... pero de seguro había algo más... no era solo la muerte de su tío... no podía ser solo eso... era una rabia acumulada de mucho tiempo...

-Si no quieres ir a la secundaria por esta semana yo hablaré con los profesores... –dijo Mika al notar su respiración más pausada.

Kaze asintió con la cabeza. Se sentía estúpido en realidad... no podía creer que se había echado a llorar en frente de ella.

-Perdoname... - dijo levantándose para ir al baño a lavarse la cara.

-No fue tu culpa... digo... lo que pasó...- le dijo Mika.

-Si lo fue...- respondió Kaze disminuyendo su tono de voz- desde siempre todo ha sido mi culpa...

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Saiki lo esperó ese día también... No creía que Kaze fuera a venir, pero quería mantener la esperanza de que quizá volvería a verlo.

Después de esperarlo hasta que el sol empezara a caer, se convenció de que definitivamente no iba a venir.

Se acurrucó en el banco de piedra echando una última mirada al camino. El sol comenzó a ocultarse detrás de una glorieta que tenía una enorme cruz de mármol sobre la cúpula. Empezó a hacer frío una vez que las estrellas se hicieron visibles... Saiki se abrazó a si mismo y cerró los ojos..

-Kaze... ya no te veré más? Vas a volver algún día? Por qué.. de pronto... me siento tan solo...? Sabía que no ibas a venir hoy... pero porqué quise esperarte?

Por más que intentó, Saiki no podía dormirse. Estaba echado boca arriba en el banco de piedra. Miró al cielo. Había algunas nubes a lo lejos que amenazaban con lluvia quizá al día siguiente. El rocío de la noche era helado... como la fría luz tenue de la luna... Aún no estaba llena, pero no le faltaba mucho, unos días más y ya a vería en todo su esplendor.

De pronto un ráfaga helada lo hizo estremecerse... Algo no estaba bien... no era cosa del clima... entonces qué...? .... Sintió movimiento sobre su cabeza... levantó la vista y vio caer unas plumas... eran plumas negras... Las contempló en su recorrido al suelo...inmóvil. Se desesperó al sentir pasos, pasos secos que venían de entre las lápidas y se escuchaban cada vez más cercanos...

-Cuanto tiempo no?... Saiki.

Saiki contrajo sus pupilas asustado al reconocer aquella voz. Lo miró. Era un muchacho muy alto. Tenía el pelo corto y negro, que caía sobre su frente. Sus ojos oscuros llenos de desprecio ....

-Tetsuya- susurró Saiki.

-Levántate!- le ordenó el muchacho.

No le dio tiempo a Saiki de efectuar un solo movimiento. Lo tomó del cuello de la remera y lo arrojó contra el suelo. Al caer sobre el pedregullo se lastimó los codos... las piedras en punta le habían abierto la piel...

-Y? Todavía nada? No averiguaste algo?!

Se levantó aturdido sosteniéndose los brazos solo para que Tetsuya volviera a tirarlo.

-Habla!- le dijo dando un paso hacia delante.

Saiki se levantó nuevamente sacudiendo las piedras enterradas en sus rodillas. Aunque no quería hacerlo, le contó lo poco que sabía sobre Kaze.

-Eso no es nuevo para mi- le dijo Tetsuya enfadado- no sabes donde vive siquiera?!

Saiki negó con la cabeza bastante nervioso.

-No te escucho.

-N-no... – alcanzó a decir.

-Imbécil! Y para eso estuviste como dos semanas? Te estás burlando de mi?

Empezó a avanzar hacia él.

-No! No es eso!- dijo retrocediendo un paso con miedo.

Tetsuya cuando estuvo lo suficientemente cerca, le dio un puñetazo en la cabeza que logró tirarlo al suelo ya por tercera vez.... Saiki se llevó una mano a la cara e intentó pararse... un hilo de sangre salía de su boca. Le había partido el labio. Miró a su atacante con todo el odio del mundo... nunca creyó poder detestar tanto a alguien.

-Si no cumples con lo acordado te mataré a ti y a Kaze personalmente.... y sabes que soy capas de eso. Ya no tendré tanta paciencia contigo así que lo que vayas a hacer, hazlo rápido.

Tetsuya hundió las manos en los bolsillos y se giró para marcharse....

-No lo voy a hacer- dijo Saiki poniéndose de pie con dificultad. Su cabello claro cubría su rostro.

-¿Qué has dicho?

Tetsuya se volvió a enfrentarlo.

-Dije que no lo voy a hacer!!!- le gritó apretando los puños.

No importaba lo que fuera a pasarle... ya no iba a dejar que Tetsuya lo manejara a su antojo. Y menos para lastimar a Kaze....

Tetsuya sonrió. Rara vez el chico se revelaba de esa manera.

-Tu decisión no vale nada Saiki... sin importar el camino que elijas el resultado va a ser el mismo...- le dijo haciéndole recordar su posición - Pero bueno, si lo prefieres del modo difícil...

Se abalanzó sobre él. Saiki intentó darle pelea pero era demasiado para su pequeño cuerpo. Tetsuya era mucho más grande, más alto y tenía mucha más fuerza. Lo tomó del pelo y le dio un rodillazo en el estómago. Aún cuando estuvo tirado sobre una lápida, siguió pateándolo hasta que se cansó.

-Sabes lo que te conviene Saiki... no hagas más estupideces como esta- le dijo en un tono frío.

Se arrodilló a su lado, sujetó su rostro y lo acercó hacia si obligándole a que lo viera a los ojos. La mirada de Saiki se había humedecido a punto de llorar pero él mismo no se permitía soltar las lágrimas.

-No...- le suplicó sabiendo lo que le esperaba.

-Cállate- dijo Tetsuya y selló sus pequeños labios con un beso.

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NoTaS dE lA aUtOrA: Holas!!! Cuanto tiempo no? Pensar que debí empezar con las notas mucho antes pero en fin, aquí me tienen, soy la autora de este fic y espero que lo estén disfrutando. Realmente aprecio mucho sus comentarios jamás pensé recibir tan rápido respuesta de la gente de esta web. Veo que este fic les gusta y haré todo lo posible para que siga así!

Ahhh no saben como me estoy encariñando con mis personajes!!!

Kaze es mi favorito, en realidad al principio del fic iba a ser Kaze era como una versión masculina mía más extremista... pero ya no lo es. En sí el Kaze que tenía en mente si se parecía un poco más a mi pero en el transcurso de la historia lo fui cambiando muchísimo y lo único que tenemos en común son las cosas que le gustan: los cementerios, dibujar, buenas notas en clase de dibujo =P , "moverse" (digamos caminar y hacer gimnasia), lo que piensa sobre los bailes (hasta por ahí nomás) y algunas cosas más, y sobretodo las decisiones que toma son decisiones en las que yo me pongo en su lugar y pienso que haría. Tengo pensado cuando termine el fic hacer una lista de “secretos de creación del fic y los personajes” para develar cosas, situaciones y sentimientos que me han inspirado a escribir :)

Luego viene Saiki que es mi niño consentido, ahhh lo adoro es un uke precioso y no me quedó para nada más dibujado XD Saiki es el personaje misterioso de la historia del que ni siquiera yo sé que esconde. Mis personajes es como que cobran vida y de repente hacen cosas por su cuenta! Jeje Aunque en opinión de una amiga Kaze es más uke que Saiki... es que en este epi en particular ha sacado su lado uke! Quizá el problema es que Saiki es un chico que intenta ser más fuerte y ese ánimo de “crecer” a veces lo hace parecer algo seme... Además Kaze es más como yo, un fluffy seme =P

No puedo adelantar nada de Tetsuya!!! Eso lo verán después ;) Es un personaje que realmente me gusta porque además de ser más lindo que Kaze (en mi opinión)... maltrata a Saiki XD *Hokuto adora los ukes maltratados*

Y no sé que les ha parecido Mika! Es una chica a la que quiero mucho porque si bien a simple vista parece media insoportable lo hace de buen corazón, y es una excelente amiga que siempre está dispuesta a ayudar a Kaze en lo que sea y levantarle el ánimo aún contra la voluntad de su amigo :)

Me extendí mucho!!! Bueno eso pasa por olvidarse de los comments del epi uno....

Besos para todos!!!

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