Capitulo 2. Cita 1
Después de las nada exitosas entrevistas, los padres – cada uno por su lado – escogieron a la candidata "perfecta" para su hijo. Pronto las citas darían inicio comenzando por la que escogió la mamá.
Ya todos estaban preparados, incluyendo a Linda, y en cuanto el timbre de la puerta sonó, la cámara enfocó a ésta, al momento en que la madre abría a su elegida. Con una sonrisa algo tensa le dio la bienvenida y la dejó pasar mostrando a…
— ¡MISA-MISA YA ESTÁ AQUÍ! — gritó eufórica la gothic lolita al entrar, vestida como normalmente se viste.
— Bienvenida Misa-Misa, en un minuto baja Matt. — respondió la madre sin borrar la sonrisa.
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Con Matt…
— Bueno, pues, yo soy Matt. Mis padres me buscan una nueva pareja porque dicen que no soportan a Linda, y yo honestamente la quiero, pero solo como hermana. Pero como no sé como terminar yo creo que aprovecharé la ocasión para de paso encontrar alguna chica. — dijo con un movimiento sugestivo de las cejas. ¹
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En la sala…
El papá miraba feo a la rubia tonta, mientras que esta había sacado una revista con su foto en la portada². Linda también la miraba feo, mientras que la mamá aun mantenía su sonrisa estilo Barbie. Cuando al fin se dignó a bajar el citado, después de arreglarse para la ocasión, Misa-Misa guardó la revista y se levantó del sillón emocionada.
— Matty, no vayas a esa cita, no tienes que ir sólo para darle el gusto a tus papis. — dijo Linda con voz chillona y lanzándose a Matt. …ste le sonrió algo nervioso mientras pensaba una excusa.
— Pero Linda, yo creo que es momento de conocer nueva gente. ¿No crees? — preguntó nervioso tratando de convencerla.
— Noooooo, Matty es mío. Dijiste que siempre estarías junto a mí. — la inmadura niña comenzó a chillar mientras que Matt trataba de deshacerse de su fuerte agarre. Después de unos minutos de puro jaleo el papá intervino y con toda la paciencia del mundo, aunque quisiera ahorcar a la niñata, los separó lanzando a Linda al sillón y a Matt hacia Misa-Misa, quien por pensar en la inmortalidad del cangrejo, terminó aplastada por el pelirrojo.
Luego de que se levantaron se encaminaron a la puerta seguidos por la cámara para dar inicio a su cita. Al salir los chicos, Linda se lanzó al piso comenzando a patalear y con cascaditas en los ojos. El papá solo rodó los ojos fastidiado y la mamá al fin borró su sonrisa.
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Dando inicio a la cita…
— ¿A dónde iremos primero?— preguntó curioso y emocionado éste Matt.
— Misa-Misa le enseñará a Matty lo que hace. — le dijo con un giño la rubia, que lo tomó de la mano y lo llevó a un gran edificio. Al entrar Misa-Misa mostró una tarjeta y al estar autorizados para entrar lo llevó al elevador, presionando el botón 30. Junto con ellos entraron los camarógrafos del programa y uno que otro empleado.
En todo el camino se escuchó una musiquita³ mientras el elevador avanzaba lentamente a su destino, en un muy tenso ambiente, del cual no parecía percatarse la chica rubia.
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Con los padres…
— ¿No van a hacer nada? Sólo están ahí en el ascensor. — bufó exasperado y aburrido Mathew. Linda aún soltaba lagrimitas, mientras tarareaba la musiquita del elevador. El papá la miró con ojos asesinos, pero ésta ni se inmutó. La mamá masajeaba sus adoloridas mejillas con un gesto de dolor. — Y dime, ¿Por qué escogiste a la tonta? — preguntó curioso el padre.
— Pues…me pareció la más decente después de las dos locas. Hubiera escogido al chico vestido de cuero, pero tú ya lo tenías en la mira. Jeje. — río la mamá por cómo se dieron los hechos.
— ¿Chico? — preguntó el padre con los ojos abiertos4º.
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El elevador…
Al fin sonó una campanilla indicando la llegada a su destino. Pronto, todos bajaron del ascensor y se fueron a sus respectivos lugares, excepto Misa-Misa que seguía en la luna. Antes de que las puertas se cerraran Matt la jaló del brazo despertándola de su letargo.
— Oh, ya llegamos. Bien. — dijo con un gritito y tomando de la mano a Matt lo llevó casi a rastras a una puerta que decía: ESTUDIO 8. Entraron y el pelirrojo quedó sorprendido. Era un gran estudio, con muchas escenografías, carritos de maquillaje, de ropa, de comida y muchísimas personas yendo de un lugar a otro.
— ¿Dónde estamos? — preguntó Matt mirando curioso para todos lados.
— Es el estudio donde trabajo. Me tomaré unas fotos para el calendario juvenil y tú, te tomaras unas fotos para un calendario edición especial. — le sonrió y lo llevó a donde estaban los maquillistas y diseñadores de vestuario. — Bien, él es Matt, y será el modelo para el calendario de edición especial. — los del equipo de diseño y maquillaje se miraron, sonrieron y viborearon5º a Matt. …ste se estremeció y les sonrió tímidamente.
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Con los padres y Linda…
— ¿Matty va a estar de modelo?— preguntó sorprendida Linda.
— Wow. Ya quiero ver a mi hijito modelando. — dijo orgullosa Miley.
— ¿Chico? — preguntó nuevamente el padre, aún no pudiendo entender como no se dio cuenta antes.
Despertando de letargo, el padre se unió con su esposa y la chiflada para ver como Misa-Misa modelaba conjuntos demasiado demostrativos mientras que los camarógrafos -del estudio 8- le tomaban las fotos en diferentes poses "sugerentes".
Pronto en la pantalla de televisión se enfocó a un pelirrojo con un bañador rojo6º. El pobre estaba súper sonrojado y apenas si podía mover un musculo. Los hombres de diseño se acercaron y comenzaron a moverlo como si fuera un muñeco poniéndolo en posiciones excitantes. Pronto Matt agarró confianza y comenzó a poner posturitas que a cualquiera le sacarían hemorragia nasal.
Miley lloraba por ver a su retoño como modelo, Linda estaba con los ojos exageradamente abiertos y el papá simplemente no podía creer que su hijo estaba posando tan sugerentemente, sobre todo con un bañador que apenas y le tapaba sus partes.
"Está en pelotas" pensó su padre aun sorprendido y se podría decir que cegado por semejante imagen. Se las pagaría la mocosa de Misa-Misa por corromper así a su muchachito.
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Con Matt en bañador…
…ste ya estaba más confiado y pronto se hizo amigo de la cámara, posando con sensualidad y mostrando más de lo que debería. Todos habían ido para ver como el chico pelirrojo posaba, dejando de lado cualquier cosa importante que tuvieran que hacer solo para verlo.
La última pose del pelirrojo fue la que más hemorragias y desmayos causó (incluso una que otra erección). Se sentó en un pequeño sillón de terciopelo rojo, frente a un fondo rojo con naranja, con las piernas abiertas, la cabeza hacia atrás mostrando su níveo cuello y una mueca fingida de placer, en una clara invitación al pecado. Y quien no quisiera, si por poco el camarógrafo que le tomaba las fotos se le echa encima.
Al terminar Matt se levantó ajeno a lo que había causado su sesión de fotos y se fue muy campante a vestirse. Al poco rato de salir miles de chicas y chicos lo empezaron a acosar como fans. Misa-Misa sonrió altanera y se acercó tomándolo del brazo para llevarlo a comer. El pelirrojo se dejó guiar con una sonrisa enorme por lo divertido que fue ser modelo durante escasos 10 minutos.
— Misa-Misa te llevará al restaurant del edificio. — le dijo tomándolo de la mano y llevándolo al lugar que la rubia había dicho. Bajaron en el elevador seguidos por los productores del programa, teniendo que escuchar nuevamente la estresante musiquita del ascensor. Ya deteniéndose éste, bajaron y entraron al establecimiento de comida. Los llevaron a una mesa aparte y desde dónde estaba Matt pudo ver que si bien, no era un lugar exageradamente lujoso tenía su estilo.
Mesas de madera con sillas acolchadas y forradas en terciopelo de colores, lámparas extravagantes y modernas adornando las mesas, meseros bien vestidos como pingüinos y poca luz en el lugar, dando un buen contraste con el color rojo vino de las paredes.
— Buenas tardes, ¿que se les ofrece?— preguntó el mesero de unos 20 años castaño y porte engreído7º entregándoles la carta del menú. Matt la hojeo y estuvo a punto de pedir una hamburguesa de carne roast beaf cuando la rubia lo interrumpió con su chillona e insoportable voz.
— Dos ensaladas gourmet con aceite de manzanillas8º por favor. — pidió con una sonrisa y mostrando todos sus dientes. El mesero de fue y llegó otro, de cabello negro, tez blanca y ojeras marcadas. Su apariencia contrastaba con el traje de pingüino que tenía puesto. Caminaba algo encorvado y no mostraba expresión algunas9º.
— ¿Desean vino tinto o blanco?— preguntó monótonamente.
— Tinto — pidió nuevamente la rubia. El mesero asintió y les llenó dos copas de un exquisito vino tinto. Se inclinó un poco y se fue dándole paso al otro mesero quien traía la comida de los chicos citados. Cuando ambos pasaron uno al lado del otro se mandaron una mirada cómplice10º, cosa de la que se percató Matt pues no tenía nada más que hacer que observar a la gente mientras Misa-Misa se retocaba el maquillaje. Al final el castaño llegó con la "comida" dejándoselas delante y partiendo a paso rápido por dónde se fue el anterior mesero.
Matt miró con asco disimulado su plato de plantas y lo comió lentamente imaginando que era una deliciosa hamburguesa, claro, sin éxito. Al final se tragó el vino de una para quitarse el horrible sabor y espero a que Misa-Misa terminara. Cuando le chica termino llegó otro mesero¹¹ que recogió los platos tomo la tarjeta de Misa-Misa y les dio el recibo de la comida. Se levantaron listos para irse cuando salió un castaño muy desalineado¹² quien les sonrió y los despidió con un hasta luego.
Se dirigieron a la limusina de la rubia y partieron nuevamente a la casa del pelirrojo.
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Con los padres…
Linda estaba desmayada en un charco de sangre con la imagen de Matt aun muy presente, Miley había grabado el programa y el papá lloraba desconsolado al ver a su único hijo en esas poses.
— Oye, como que los meseros tenían algo ¿no? — dijo la mamá pensativa. También se dio cuenta de las miradas furtivas, su notable desaparición y el aspecto del joven al despedir a su hijo del restaurant.
— Que se yo, no me ando fijando en los muchachitos— dijo notablemente ofendido. "Pero tiene razón, esos dos tenían algo" pensó para sí, admitiendo que si se fijo en los chicos. Quién no lo haría.
La cerradura de la puerta se escuchó y pronto entraron Misa-Misa y Matt. Ambos sonriendo. Claro, los dos por cosas totalmente distintas. Misa, por que Matt resulto ser un exito en su trabajo y Matt, bueno, el aun pensaba en lo chido que fue ser modelo. La madre se levantó nuevamente sonriendo y recibió a su hijo con un abrazo y a Misa-Misa con un beso en la mejilla.
— Se la pasaron de maravilla ¿verdad?— dijo la mamá sin dejar de sonreír.
— Sí — dijo con un gritito la rubia tonta. Después se despidió y se fue dando saltitos.
— Sigue mi candidata — "O candidato" pensó desconcertado.
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ACLARACIONES IMPORTANTES
1º Matt es un pervertido, pero lamentablemente no será chica lo que encuentre.
2ºMisa-tonta-Misa es modelo y vanidosa, por eso la revista con su fea foto en la portada.
3º La típica musiquita clásica que hay en los elevadores lujosos.
4º Si, el papá es tan tonto y despistado (ya veo de donde lo sacó Matt) que aún ni se enteraba de la sexualidad de Mello.
5º Viborear: Mirar de arriba abajo a una persona. Es incomodo que lo hagan ¬¬
6ºImaginen a Matt en tanga roja *se desmaya por hemorragia*
7ºSí chicas y chicos, metí a Light Yagami como mesero, muajajajajaja.
8° La ensalada la inventé yo. Si quieren un poco, pues…no sé. Junten ensalada, jugo de manzana y condimentos elegantes. : 3
9° Otra vez, sí, chicos y chicas, metí al gran L vestido de pingüino.
10° Mirada pícara diría yo.
11° Claro que llegó otro, salen meseros de los árboles. Además de que L y Light están ocupados haciendo cositas malas. *mirada pervertida*
12° Después de "jugar" el pobre apenas si se pudo arreglar.
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