Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuestro presente por Higary

[Reviews - 152]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! ¿Cómo están? Yo ya casi recuperada de la gripe de verano que me dio la semana pasada X.x (Kyuu: Se traumó porque hacía mucho calor y ella no podía tomar cosas frías ¬¬). Pasando a otras cosas, ¡muchas gracias por la recibida que le dieron a esta historia! A decir verdad no estaba muy segura ya que no quiero gastar más la trama de mis niños, pero esta idea me rondaba desde hacía meses y como había que festejar mis 6 años y los 60 fanfics (Kyuu: 62 ya en este momento ¬¬) los niños no podían quedarse fuera XD Y antes de que se me olvide, lean las notas finales porque ahí habrá una pequeña sorpresa para a quienes les gustó Tsuki no Hikari.Bueno, mejor les dejo para que sigamos con los festejos de esta semana (Kyuu: Ya subió también su nueva comedia romántica larga). Sin más por el momento: ¡¡a leer!!

 

El mural de agradecimientos: karolita (¡¡primer review!!), LEGNAEL, Zanzamaru, Saori Kamui, Izumi_sakachita, Noriko Dark, yume hinamori, Ia_Wittakker, sayu-san, hana-no-tenkai, Emina2040, KIRAdesu, Tsubame, dannymay (y momo!!), nechan, KAISER e Itzel. ¡¡Una disculpa porque no los hemos terminado de contestar!! TT//TT

 

Disclaimer: Naruto y sus personajes pertenecen a Kishimoto. Shizui y compañía son míos, ¡así que no te llevarás el crédito por ellos, Kishi-sensei!

CAPÍTULO 2: EL SELLO DE RESTAURACIÓN

 

Shizui se encontraba examinando a las personas afectadas. Algunos conservaban sus recuerdos intactos, pero otros se comportaban según la edad a la que habían cambiado. Por fortuna sus ropas se adaptaron a sus nuevas apariencias. Otros ninjas, entre ellos Shiro y Kai, llegaron para tratar de auxiliar a los afectados.

-¡Shizui!

-Kai-senpai, Shiro-san, ¿tienen alguna idea de qué sucede?

-No, pero nos encontramos con más gente así –explicó el Nara-. Lo que sea que ocurrió parece que afectó a adultos mayores de treinta años, no encontramos a nadie menor a esa edad que se hubiera convertido en niño.

-¡Aniki!

Los tres voltearon para ver a Itachi quien se aproximaba corriendo hacia ellos. Lo primero que pudieron notar fue que traía un bebé en sus brazos.

-Aniki, ¿qué está pasando en la aldea?

-No tengo la menor idea, otouto-chan. Debemos informar la situación a Hokage-sama. ¿Cómo están las cosas por la academia, Itachi?

-Extrañas, algunos profesores se transformaron en niños.

-Oye, Ita-chibi –llamó Kai-, ¿quién es el bebé que traes?

-Ah, sí –se lo mostró-, es Iruka-sensei.

-¡¿Qué?!

El peligris se lo arrebató y observó de cerca al pequeño. Tendría un año a lo mucho, su piel era un poco morena y el cabello café, todavía no poseía la cicatriz en la nariz, pero no cabía duda de su identidad.

-Tou-chan –lo abrazó-… No te preocupes, yo te cuidaré, alimentaré y hasta te cambiaré los pañales sin importar si no puedas volver a la normalidad.

-Primero deberías preocuparte por descubrir qué rayos pasó –le dijo Shiro con una gota en la cabeza

-Iré a la oficina de Hokage-sama –avisó Shizui-. Ustedes vayan por la aldea, busquen más ayuda para localizar a quienes se hayan vuelto niños. Debemos tener especial cuidado con los que perdieron la memoria y son bebés.

Los otros tres asintieron y se dispersaron.

 

El joven Uchiha llegó corriendo a la Torre del Hokage y se encontró con un escenario similar al que había en el resto de la aldea. Miró a un grupo de ninjas de distintas edades (todos muy jóvenes) reunidos, al parecer estaban recibiendo instrucciones.

-¿Qué sucede? –se les acercó

Los ninjas le dieron espacio, comenzaron a separarse y fue entonces que el ojiazul se topó con un niño de once años y cabello oscuro peinado en forma de piña. Le recordaba bastante a Shiro cuando niño y fue entonces que dedujo su identidad.

-¿Shikamaru-san?

-Shizui –suspiró él, aliviado-. Entonces como deduje los más jóvenes no se vieron afectados, menos mal. Tsk, esto es problemático, no sabemos con exactitud qué está sucediendo.

-Lo supuse, por eso vine a informar a Hokage-sama.

-Creo que eso tendrá que esperar.

-¿Por qué lo dice?

-… Acompáñame, lo verás por ti mismo.

 

Subieron a la oficina de su líder y Shikamaru entró sin tocar. Shizui abrió la boca cuando vio a un pequeño rubio de dos años sentado sobre escritorio mientras jugaba felizmente con un pergamino.

-Es… ¡Qué lindo! –exclamó embelesado

Shikamaru se golpeó la frente y unas risas se escucharon en la habitación.

-Jajaja, Shizui reaccionó igual que nosotros.

El ojiazul volteó para encontrarse con los tres ex alumnos de su rubio progenitor: Amano Takuma, Kimura Izumi y (su sensei) Fujiwara Yashiro, ¡pero de doce años! Los reconocía perfectamente pues esas eran las apariencias con las que los conoció en su ida al pasado.

-¡Yashiro-sensei, Takuma-san, Izumi-san!

-Sí, nosotros también nos vimos afectados por lo que sea que haya ocurrido –suspiró su maestro-. Cuando vinimos a avisar a Naruto-sensei, lo encontramos con esa adorable apariencia.

-Entonces ustedes conservan todos sus recuerdos –dedujo el ojiazul

-Yashiro y yo sí –contestó Izumi-, en cambio Takuma sólo los que tenía hasta los doce años.

-Por fortuna a esta edad ya estábamos bajo el mando de Naruto-sensei, pero de todos modos fue impactante –Takuma se llevó una mano al pecho y se sonrojó-. Estoy casado con Izumi y tenemos dos hijos.

-Hablando de ellos, ¿dónde están Takashi-kun y Hotaru-chan?

-Por suerte su niñera es joven –dijo Izumi-, así que están bien con ella, no le pasó nada.

-Shizui –llamó Shikamaru-, busca a Shiro y Kai y regresa aquí con ellos. Nos reuniremos con Sasuke y decidiremos qué medidas tomar en ausencia del Hokage.

-Bien. Primero llevaré a Otou-chan a casa.

Se acercó al niño quien volteó a verlo durante algunos segundos y luego rió estirando sus bracitos hacia él. Al moreno casi le brillaban los ojos cuando lo cargó.

-¡Otou-chan, eres tan lindo! No te preocupes, prometo que encontraré una forma de regresarte a la normalidad.

-Shizui, date prisa –le dijo Shikamaru

-Lo siento, ya me voy.

-Esperen, tenemos otro problema.

Todos voltearon a la ventana donde se encontraron a un Kakashi de diez años, era imposible no reconocerlo, pero lo impactante era el pequeño azabache de ojos negros y aparentes tres años que pataleaba para que lo soltara.

-Auch, oye, cálmate.

-¡¿Otou-san también?!

Kakashi ingresó a la oficina aún batallando con las pataditas que el menor le tiraba. Shizui, con Naruto en brazos, se les acercó de inmediato.

-Oh, Naruto quedó peor –observó Kakashi

En cuanto miró al pequeño rubio, Sasuke dejó de patalear por unos instantes, pero luego su forcejeo se hizo peor al querer ir con el niño ojiazul que lo observaba con curiosidad.

-Ni con la edad cambias, Sasuke –se burló el peligris-. Auch, ¡me mordió!

Soltó al Uchiha y éste caminó hacia Shizui quien se agachó a su altura y puso frente a él a su otro progenitor. Sasuke le agarraba el cabello con curiosidad y de pronto lo jaló para abrazarlo como si fuese un peluche.

-¡Otou-san, suéltalo! ¡Vas a lastimarlo! –trataba de separarlos

-Me pregunto si Shizui reaccionará así porque se preocupa o por su complejo de posesividad –decía pensativo Yashiro

-Con él todo es posible –respondió Kakashi

-Rayos, esto nos pone en una situación más complicada –suspiró Shikamaru sobándose la sien-. Shizui, llévatelos a casa, que tus hermanos los cuiden. Debemos protegerlos bien, sería terrible que algo les pasara o que los atacaran. Mientras esto se resuelve quiero que tomes voz y voto en su lugar dentro de la aldea.

-Entendido, Shikamaru-san. Otou-san, suelta a Otou-chan –vio al niño negar con su cabecita y hacer su agarre más fuerte-. De acuerdo, entonces los cargaré así juntos, ¿entendido? –ahora lo vio asentir

-Me sorprende que el mini Uchiha bastardo sea tan obediente con Shizui –murmuró Takuma

-Quizá sea el llamado de la sangre –opinó Yashiro

 

Shizui se marchó llevándose a los niños. Justo después de eso una niña rubia de doce años abrió la puerta de una patada e ingresó a la habitación trayendo a rastras a un joven de cabello azul y ojos rojos, ya que estaba atado de pies y manos. Los presentes miraron a los recién llegados.

-¿Por qué esas caras? –preguntó ella- ¿Y dónde rayos está Naruto? Aquí traigo al responsable de esto.

-¿Tsunade… sama? –preguntó Izumi

-¡Claro que soy yo! –contestó enojada

-¿De niña era tan plana? –susurró Takuma

-Me pregunto cómo le hizo para desarrollarse tanto –dijo Yashiro

-¡Los oí, mocosos! –gritó ella, golpeándolos

-Afortunadamente conserva sus recuerdos y fuerza, Tsunade-sama –habló Shikamaru-. ¿Dice que este hombre es el culpable?

-¡Ya dije que no fue intencional! –alegaba él

-¡Silencio! –ordenó la rubia y carraspeó- Les presento a Arima Keigo, golpéenlo si quieren.

-¿Eh? –la miró el aludido

Takuma ya se estaba tronando los nudillos, de modo que Izumi lo sujetó para detenerlo.

-Oigan, debemos guardar la calma –dijo Kakashi-. Arima Keigo, ¿el mago del ninjutsu?

-Correcto –contestó Tsunade, molesta-. Al idiota le salió mal un nuevo jutsu que creó y como resultado afectó a varios de los habitantes de Konoha.

-Tsunade-sama, no necesita ser tan cruel conmigo –pedía Keigo-. Ya le dije que encontraré la forma de revertir mi jutsu de restauración de chakra. No debe ser tan complicado… espero.

-Más te vale regresarme a la normalidad –amenazó sujetándolo de la ropa-, o de lo contrario juro que te haré sufrir, kukuku.

-Da miedo… -murmuraron los demás

-Yashiro, dile a Shizune que venga, ayudaremos a Keigo con el jutsu –dijo la rubia a lo que el chico asintió-. Por cierto, no me dijeron dónde está Naruto.

-Sólo digamos que está algo… indispuesto –respondió Kakashi

-… ¿Hokage-sama también fue afectado? –preguntó Keigo y sintió tras de él el aura siniestro de la Godaime

-Esto se pondrá feo –comentó el Nara con fastidio

 

Fumiya, Kazuomi, Taro, Miku, Madoka y Yuichi observaban a Neji y Lee, sus respectivos senseis. Ambos parecían de siete años, el Hyuuga estaba fastidiado con lo ocurrido mientras que el pelinegro hacía ejercicios, emocionado.

-¡Siento como mi juventud florece de nuevo! –gritaba él con alegría

-¡Primero preocúpate por saber qué nos ocurrió y cómo podemos volver a la normalidad! –regañó su amigo

-Tou-chan –llamó Taro-, Neji-sensei tiene razón

-Como digas, hijo –alzó el pulgar derecho

-Suerte que Hinata ni Tenten están en la aldea –murmuraba el de ojos blancos

-Es escalofriante que los padres sean más jóvenes que los hijos –susurró Yuichi a Madoka

-U-Un poquito –contestó ella con pena

-También deberíamos buscar a Hokage-sama y Sasuke-sama –sugirió Miku-. Con esto nuestras misiones y entrenamientos se suspenderán.

Fumiya asintió y observó a Kazuomi quien no apartaba la mirada de Taro y Madoka que intentaban tranquilizar a sus respectivos padres. Sabía que para el castaño aquél tipo de escenas eran complicadas y dolorosas, pues él había perdido a su familia tiempo atrás.

-Kazu-chan –llamó-, ¿qué vas a hacer?

-No me digas así, Bakamiya –se encogió de hombros-. Veré en qué puedo ayudar, no tengo que buscar a nadie.

-Oye…

-Ni se te ocurra sentir lástima por mí, eso no va contigo –lo miró con enojo-. Si lo haces, te golpearé.

-Torpe –sonrió de medio lado-, eso sería lo último que sentiría por ti, no eres tan débil.

-Ja, al menos lo reconoces.

En medio de todo eso Madoka pudo ver la forma en que esos dos se miraban y se sintió incómoda por alguna razón. Miku también se percató de ello, pero no dijo nada. Ella sabía lo cerrado que era su hermano, así que el hecho de verlo preocuparse por alguien ajeno a la familia le alegraba.

 

Shizui invocó a tres zorros de distintos colores para avisar a sus hermanos que debían ir a la casa. Una vez todos estuvieron reunidos, los tres menores observaban con curiosidad (y claro, fascinación) a sus dos pequeños padres que jugaban con una pelota. El ojiazul mayor les explicó la situación desatada en la aldea y los cambios que habían sufrido Shikamaru, Kakashi, Iruka y los ex alumnos de su rubio progenitor.

-¿Eh?, ¿Neji-san y Lee-san también? –preguntó el azabache

-Sí, pero ambos conservan sus recuerdos –informó Miku

-Ya veo, esto se está complicando más de la cuenta. Bueno, debo ayudar a Shikamaru-san con la protección de la aldea ya que en estos momentos tenemos a varios ninjas fuera de combate y la seguridad de Konoha ha disminuido. Y eso no es todo –se puso serio-, nuestros padres no son ninjas ordinarios, debemos priorizar su seguridad. Por eso, Miku –la miró-, quiero que te ocupes de cuidar a Otou-san.

-Claro, Shi-chan aniki.

-E Itachi, te encargarás de Otou-chan, ¿entendido?

-¡Confía en mí, aniki!

-Necesito que tú me ayudes a patrullar la aldea, Fumiya –lo observó-. Le diré a Shikamaru-san que te ponga al frente de un escuadrón para ello, tus agudos sentidos serán vitales.

-Bien, pero –se acercó a él para hablarle en voz baja- aniki, ¿te parece sensato hacer que Itachi cuide a Otou-chan?

-Nuestro otouto-chan es alguien muy confiable.

-Lo sé, pero ambos conocemos su carácter tan… peculiar.

-Descuida, estoy seguro que estarán bien. Serán un niño hiperactivo cuidando a otro niño hiperactivo. Si alguien puede seguirle el ritmo a Otou-chan, sin duda es el gran Uchiha Itachi.

-Otou-san, yo me ocuparé de ti –le decía la chica, sonriendo-. ¡Eres tan lindo! –sujetó al azabache y restregó su mejilla con la de él. Curiosamente el niño se dejaba hacer- Soy tu preciosa hija Miku. Anda, dilo.

-… -la miraba con una mezcla de vergüenza y seriedad

-Tranquilo, que no te dé pena –sonrió con dulzura

-… Mi…ku.

-¡Kyaaa! ¡Sí! –volvió a restregar sus mejillas

-Ya sea enojada o emocionada, nee-chan da miedo –comentó el rubio ojinegro-. Otou-chan, tú llámame Ita-chan.

-¿Ita-chan? –ladeó su cabecita, mirándolo

-¡Tú eres aún más adorable! –gritó Miku empujando a su hermano y arrebatándole al ojiazul para abrazarlo

-… Cofcof, debemos irnos –avisó Shizui-. Por favor cuídenlos bien, imouto, otouto-chan. Avísenme si algo sucede. Andando, otouto.

-Como digas, aniki.

 

Los hermanos regresaron a la oficina del Hokage y se encontraron con una niña rubia gritando y regañando a un joven peliazul mientras Shizune trataba de detenerla para que no cometiera asesinato.

-Eh… ¿qué sucede? –preguntó el moreno

-¡Shizui, Fumiya! –les sonrió la niña

-Es Tsunade Obaa-san –informó el pelirrojo al ver a su hermano desconcertado

-¡¿Qué?! –la miró de arriba abajo- Ehem, lo siento, Obaa-san, no te reconocí. Hola, Shizune-san.

-Hola, chicos –saludó ella

-¿Quién es él? –preguntó el pelirrojo señalando al desconocido

-Arima Keigo, el idiota responsable de lo que está ocurriendo en Konoha.

-¡Tsunade-sama, no me haga sentir peor! –alegó el aludido

-… De modo que Otou-chan y Otou-san están así por culpa suya –siseó Fumiya mirándolo fijamente

-Tranquilo, otouto –lo sujetó de un brazo, por si acaso-. No quiero que manches tus manos con su sangre –sonrió de manera tétrica-. Mejor deja que yo me encargue, kukuku.

-¿Q-Quiénes son esos chicos tan peligrosos? –susurró Keigo con miedo

-Uchiha Shizui y Namikaze Fumiya –contestó Shizune-, dos de los hijos de Hokage-sama y Sasuke-san.

-O-Oigan, ya estamos investigando una forma de anular el jutsu –explicó Keigo con nervios-, de modo que no pueden asesinarme antes de que logre revertirlo.

-Descuiden, chicos, seguro hallaremos una solución –dijo Tsunade y sonrió con malicia-. Éste chico es gran admirador de Naruto y dudo que quiera dejarlo como un chiquillo de dos años.

-… ¿Admirador? –repitieron los hermanos emanando un siniestro chakra que seguro venía de su lado Uchiha

-Tsunade-sama, ya deje de empeorar las cosas –pidió Shizune al ver a Keigo ponerse pálido

-Se lo merece por convertirme en niña –se tocó el pecho plano con expresión triste

-Al fin volvieron –apareció Shikamaru en la puerta-, vengan conmigo, chicos. Tenemos trabajo por hacer.

-Sí.

-Espero que resuelvas esto pronto, Arima-san –dijo Shizui, sonriendo, y junto con Fumiya siguieron al Nara

-¡Esos chicos dan miedo! –declaró Keigo abrazándose- ¡Se nota que son hijos de Uchiha Sasuke! ¡No se parecen al amable Naruto-sama!

-Pues en realidad Shizui-kun tiene bastante de su personalidad amistosa –comentó Shizune

-Aunque tuviste suerte de que no te atacaran –añadió la rubia leyendo un libro con calma-, ellos son muy sobreprotectores con su familia. Y yo en tu lugar trataría de no encontrarme con Uchiha Miku, porque ella no tendrá reparo alguno en molerte a golpes, jajaja.

 

Shikamaru llevó a los chicos a otra oficina. Al entrar se sorprendieron al ver ahí de pie a Gaara quien se encontraba hablando con Kakashi.

-¡Gaara-san! –dijo Shizui- Creí que había vuelto a Suna.

-Así era, pero por culpa del idiota de Sai tuvimos algunos… contratiempos –se sonrojó levemente-. Nos retrasamos un poco y estábamos aún cerca cuando unos extraños trozos de papel nos alcanzaron –explicó-. Mi defensa de arena me protegió, pero algunos de mis escoltas resultaron afectados por ese extraño jutsu. Por suerte a Kankurou no le pasó nada, así que lo envié directo a Suna mientras traje a los que se convirtieron en niños para ver si aquí alguien sabía algo sobre esto.

-Ya les estuve informando cómo está la situación –dijo Kakashi-, por lo que han decidido permanecer en Konoha hasta que reviertan el jutsu y nos regresen a la normalidad.

-Ahora que hablan en plural, ¿dónde está Sai-san?

El Kazekage bufó y se frotó la sien.

-Anda, sal.

Entonces pudieron ver como una cabecita se asomaba con timidez detrás de la pierna derecha del pelirrojo. Era un niño de tres años, tanto el cabello como los ojos los tenía negros, su piel era blanca y se agarraba al pantalón del adulto.

-¡¿Sai-san?! –exclamaron tanto Shizui como Fumiya, sorprendidos

Ante semejantes gritos el niño volvió a refugiarse tras la pierna de Gaara. Ambos hermanos intercambiaron miradas consternadas, pues era difícil creer que ese tímido pequeño en verdad fuera el peculiar Sai.

 

Las cosas parecen complicarse para algunos, jaja. ¿Keigo recibirá más amenazas?, ¿Gaara podrá con un pequeño y tímido Sai?, ¿Miku e Itachi de verdad serán buenos niñeros para sus padres? Esto y más en el siguiente capítulo: La invasión de los niños.

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

Si hubo horrores ortográficos les pido disculpas, pero no me acuerdo si volví a revisar el fic X_X (Kyuu: Les pedimos paciencia, Higa-chan tenía demasiadas cosas que transcribir y muy poco tiempo -_-). Espero que les esté gustando, yo me he divertido de lo lindo atormentando a Gaarita, jajajaja (Gaara: Creí que a quienes disfrutabas atormentar era a Sasuke y a Neji ¬.¬) Es sólo por esta vez, Gaarita XD (Kyuu: Y un poco en el otro fic, kukuku) (Gaara: u.u). Como siempre saben que esperaré sus comentarios con saludos, golpes, felicitaciones, amenazas, jitomatazos, pedradas, cebollazos, flores, bombas y demás. Ya subí mi nueva comedia romántica larga, Romeo v/s Romeo, por si gustan pasar a leerla (Kyuu: Ahí ya se aclaró cuándo se actualizará),no olviden visitar mi blog donde encontrarán además de las famosísimas secciones de El rincón del tío Kyuubi y Descubriendo los más oscuros secretos de los personajes de Naruto (Kyuu: Con la visita de los hermanos de la arena. Y por cierto la siguiente vez tendremos a Kai y Kazuomi, para que les vayan enviando preguntas) una pequeña escena especial de Tsuki no Hikari, la escribí con todo mi cariño y ojalá les guste. Bueno, ahora sí es todo, la siguiente semana regreso con la tercera parte de este fic y un nuevo oneshot, pero esta vez de D.Gray-Man *o* (Kyuu: Desde hace mucho que Higa-chan quería escribir un fic enteramente yullen ¬¬0). Se me cuidan mucho y nos leemos luego. Bye byeee!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).