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UN RETO JUNTOS por miau

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaa, ya se que pasaron las fiestas pero de igual manera les deseo un feliz año, porque para desearles feliz navidad llegue tarde, pero igual se las deseo.

Y como ven no estaba muerta, estaba de parranda (cantando)

Espero que disfruten el capitulo.

CAPITULO XI: Seré su doctora. Saliendo del hospital.

 

El latido del corazón del bebe desconecto totalmente al padre de Tom. En su trance escucho la voz de su hijo que le decía que seria abuelo y después de eso la voz preocupada de ambos jóvenes.

-          Señor Misaki/papa. ¿Estas bien? – le preguntaban.

-          ¿Como? – fue todo lo que atino a decir, aun en su propio limbo.

-          Déjeme explicarle señor – hablo la doctora.

Y entonces escucho la explicación de la doctora (la misma que le dio a los jóvenes (miau: retrocedan capitulo, no voy a volverlo a poner)), aunque sin hacerlo realmente, solo la oía, no entendía nada, aun no estaba listo para realmente comprender; pero su inconsciente, sabiendo que necesitaría la información después, sabiamente la guardo.

 

 

Después de terminar de explicarle al señor Misaki, la doctora regreso a ver la pantalla. Vio al feto y determino con exactitud el lugar donde se encontraba, pensó un instante y después saco un video para grabar al feto, le seria muy útil al momento de sacarlo del castaño.

-          ¿Qué hace? – Pregunto el castaño, viendo a la medico guardar una cinta en su bolso.

-          Grabe al feto.

-          ¿Lo grabo? – se escucho la voz de los jugadores en sincronización. 

-          Si, será muy útil después.

Ambos jugadores la miraron con confusión, pero Nicole los ignoro, para volver a tomar el aparato y pasar de nuevo la maquina por el abdomen de Tom pero evitando la zona que el feto había ocupado.

-          ¿Qué hace? – esta vez el que pregunto fue Oliver.

La medico metió de nuevo una cinta de video a la maquina y tranquilamente respondió:

-          Dejándole al doctor los resultados de la ecografía.

 

-          ¡¿Que?! – Gritaron ambos (miau: como que hay mucha sincronización en este capitulo -.-u).

-          No se preocupen, evite la zona que ocupa el feto. No podemos permitir que el medico vea lo que tienes adentro – Quito la manguerita del abdomen del joven Misaki y le paso un papel para que se limpiase el gel.

Tom agarro bruscamente el papel que le pasaba y con seriedad, mirándola a los ojos le dijo:

-          Lo que llevo dentro es mi bebe.

 

La doctora se sorprendió de la mirada tan seria, casi amenazante que le enviaba el castaño.

-          Vamos a quedarnos con nuestro hijo – la voz firme que salió de la boca del pelinegro jugador la hizo voltear a verlo. Examino a ambos y abrió sus ojos de la sorpresa del entendimiento que le llego de pronto.

-          ¿Están pensado en quedárselo?.

-          Si – fue la firme respuesta de ambos.

-          Eso es imposible. Para empezar esta situación ni siquiera debería de darse. 

-          Pero se dio – Tom cubrió su vientre mientras lo decía – y es la noticia mas grande que he recibido en mi vida.

-          Es un milagro – esta vez hablo el pelinegro – El milagro que nació de nuestro amor.

Ambos jugadores se miraron con una sonrisa, tomándose de las manos.

-          Escuchen, aun si quieren al… - pensó un poco en como llamarlo y ya que los padres, al parecer lo querían… - Bebe. Probablemente, tu cuerpo Tom, lo rechace y lo mate – Tom hizo el ademan de negar ello, pero la doctora continuo sin hacerle caso. – Lo mejor es deshacerse de él cuando todavía hay tiempo.

-          Por favor… - casi se le salían las lágrimas por las palabras de la doctora. Lo que hizo enfadar a Oliver. Entonces el pelinegro con el ceño fruncido estaba por reclamar a la doctora cuando la voz del mayor Misaki hizo presencia en la sala.

-          ¡¿Cómo que deshacerse de él?!

 

 

Trataba de asimilar las cosas. ¿Su hijo embarazado? Eso es lo que su mente no captaba. Iba volviendo a la realidad cuando escucho la voz decidida de los jóvenes defendiendo a ese ser vivo que iba a ser su nieto. “Mi nieto” eso si lo capto su conciencia y entonces salió en su mente toda la explicación de la doctora y lo entendió “Voy a ser abuelo” Ya no importaba como, iba a ser abuelo, aunque de una forma muy poco ortodoxa.

El señor Misaki iba a empezar a felicitar a su hijo cuando escucho lo último de la doctora: “Lo mejor es deshacerse de él cuando todavía hay tiempo”.

No lo pudo evitar, su boca soltó sola lo que iba decir.

-          ¡¿Cómo que deshacerse de él?!

La sala de ecografías quedo en silencio, cuando el señor Misaki exclamo aquello.

-          Como puede estar pensando en deshacerse de mi nieto – miro retadoramente a la doctora.

-          Papa – el castañito lo llamó con alegría. Su padre había aceptado a su hijo.

El castaño mayor miro a su hijo y le sonrió.

 

 

La doctora Nicole guardo silencio y los observo un momento “Después de todo podría ser interesante” pensó. Veía que los jóvenes defendían a esa criatura con vehemencia “Al parecer realmente lo quieren” algo dentro de ella se enterneció y sacudió un poco la cabeza para quitarse ese sentimiento, pero no funciono; el amor que destilaban esos dos jugadores contagiaba a cualquiera. “Puede que no sea un experimento al 100%, porque no estoy en el laboratorio y además es mi deber ayudarlos, pero eso no significa que no pueda tomar apuntes y observar como se desarrollara el feto” dio un suspiro mental “lastima que ese bebe no podrá ser mi proyecto” (miau: si lastima -.-) “Lo tomare como un estudio de campo” fue su excusa para mirar todo lo que pasaba con ojos de científico y olvidarse de las cursiladas.

-          De acuerdo. Seré su medico personal en lo que al embarazo se refiere – dijo sin mas –. Tratare de que conserven al bebe, pero no les aseguro nada.

Tres pares de ojos la miraron y dos de ellos suspiraron aliviados, mientras que el tercero, Tom, la miro con los ojos brillantes, agradeciéndole.

 

La doctora salió de la sala de ecografías para traer la silla de Tom, aunque también lo hacia para escapar de lo agradecimientos de sus pacientes y del padre de uno de ellos (Oliver, Tom y el señor Misaki). Agarro la silla de ruedas y en ese momento algo se le vino a la cabeza “Porque siento que olvide algo” se dijo y repaso un poco en su reciente actividad (costumbre que tenia para recordar algo) y los ojos se le abrieron, al mismo tiempo que escuchaba unos pasos en ese pasillo tan poco transitado. “¡El doctor Jean Freiz!” recordó entonces y como alma que corretea el diablo entro a la sala de ecografías con la silla de ruedas.

-          Vámonos de aquí – índico a las tres personas mientras tomaba su bolso.

-          ¿eh? – ese ¿vocablo? O lo que sea y la mirada de no entender nada de todos le hizo dar cuenta que no sabían de que hablaba.

-          El doctor Freiz viene y a no ser que quieran que se entere sobre el bebe, deberemos irnos de aquí.

Los jóvenes se alarmaron.

 

 

Oliver tomo rápidamente a Tom y lo ayudo a sentarse. El señor Misaki entonces se apresuro a llevar la silla y salieron los cuatro a toda prisa. No les convenía que otro medico, además de la doctora Rosee, supiera del bebe, pues Dios sabe que le harían. En cuanto a la medico, aun no sabían si confiar en ella al total, pero el hecho de que se supiera responsable (culpable) por lo que pasaba y que desde un principio les había ofrecido ayuda hacía que confiaran un poco en ella.

 

El cuarteto camino con cuidado, mas fue inevitable. Antes de llegar al pasillo que conducía a la habitación del joven castaño se encontraron con el doctor Jean, que al parecer venia molesto y cuando los vio se molesto más.

-          ¿Qué hacen aquí?.

-          Ah doctor – haciendo uso de sus dotes actorales, Nicole salió al rescate. –Debió de ser urgente lo que tuvo que hacer, se demoro mucho, tanto que pensé que no regresaría y nos había abandonado – dijo con sutileza, buscando hacer sentir culpable al doctor por haberlos dejado sin mas en la sala de ecografía. Y funcionó, un poco.

“No es mi culpa que algún chistoso llamara diciendo que era algo urgente del colegio de médicos y me hiciera llamar por el megáfono y cuando voy a contestarle, el muy desgraciado ya había colgado; aunque me dijeron que era mujer. Maldita, desgraciada” pensó el medico, sin atreverse a exteriorizar sus nobles pensamientos.

-          Si, fue algo urgente – mintió – Vamos a hacer la ecografía – Se dirigió a Tom para llevárselo y hacerle la dichosa prueba, pero fue interrumpido por la doctora.

-          No se preocupe doctor – se interpuso en el camino de Freiz – Yo ya hice la ecografía y he de decir que soy muy buena en ello, así que creo que observara todos los detalles en el video que le deje en la maquina – La sonrisa de Rosee resplandecía, como enorgulleciéndose de su buen trabajo y claro que era bueno.

-          Eh… pero – eso descoloco al medico.

-          El paciente necesita descansar – miro con dureza al doctor y este se sorprendió al ver esa mirada en una mujer de conducta tan informal.

-          Claro – fue todo lo que pudo decir, antes de seguir caminando y ver el video que esa doctora había hecho de la ecografía.

 

Cuando el medico se alejo, la sonrisa de Rosee se borro. 

-          Él es una molestia – dijo la medico. Los tres presentes se sorprendieron de su rápido cambio de actitud. Sin duda esa mujer seria actriz de no ser medico. – Tienes que salir de este hospital – se dirigió al joven castaño.

-          Lo se. Hablare con el doctor Freiz para que me de el alta, después de todo el dijo que no encontró nada malo en mi.

-          Ni lo encontrara. Estas embarazado, no enfermo – le recalco la mujer – Vamos.

 

Llegaron a la habitación del castaño y este fue inmediatamente trasladado a la cama por Oliver, que cargándolo, lo dejo con cuidado sobre ella.

-          No era necesario que lo hagas, pero gracias – fue el avergonzado agradecimiento de Tom, que estaba con las mejillas rojas.

-          De nada – el pelinegro le vio con una sonrisa y se acerco a besarle la frente.

-          Cof, cof – interrumpieron los mayores.

Los jóvenes solo se avergonzaron más.

 

-          Iré a mi casa a revisar la cinta – dijo la doctora – ¿Quieren una copia? – mostro el video.

-          Si – fue la respuesta inmediata de Tom, hasta que cayo en cuenta de algo - ¿Por qué va ha revisar la cinta?

-          No estará pensando en deshacerse de nuestro hijo ¿verdad? – la voz de Oliver salió amenazante. Esa mujer casi hacia llorar a Tom, no podía aún confiar en ella.

-          Dije que les ayudaría; aunque pensé que lo haría de un modo diferente a como lo hare ahora. – La mujer suspiro al ver que el pelinegro la seguía mirando con ojos amenazantes – Les ayudare a tener a su hijo – miro con firmeza a Atom – Les doy mi palabra de que hare mi mejor esfuerzo para que ese bebe nazca y este con ustedes y yo nunca falto a mi palabra – la seguridad de su voz ablandó la desconfianza que aun tenían de ella.

-          Te creemos – hablo el castaño – Mi papa, Oliver y yo, te creemos – le sonrió a la doctora – Nos pondremos en tus manos Nicole Rosee sensei.

La mujer de ojos azules se sorprendió ante lo dicho por Tom y casi se sonrojo al oírle llamarle sensei a ella, nadie nunca la había llamado así.

Oliver también le sonrió, si Tom confiaba en esa mujer, él también lo haría.

-          Confiaremos en usted sensei. 

-          Le agradecemos su ayuda Rosee sensei.

Nicole, se azoro; tres personas llamándole sensei.

-          Gracias por su confianza. Hare mi mejor esfuerzo – Oculto un poco su rostro para que se le pase el sonrojo y una vez que lo logro, tomo su bolso y se dispuso a salir. – Revisare el video para verificar que el bebe no tenga nada malo – miro a los jóvenes y al castaño mayor – Tienes que salir de este hospital Tom – Habló con mas confianza hacia las tres personas presentes.

-          Hare los tramites para sacarlo de aquí – Se apresuro el señor Misaki y salió de la habitación. 

-          Escuchen – Fijo su vista en los jóvenes – Tienen que ir a la clínica donde trabajo, la dirección esta en las tarjetas que les di. Tienen que ir el sábado de preferencia.

-          ¿Por que?

-          Primero, para revisarte adecuadamente; segundo, para explicarles los cuidados que deben tener e informarles del video; Por ultimo, tiene que ser un sábado, porque ese día casi no hay nadie en la clínica y laboratorio y podre revisarte tranquilamente sin que nadie se entere.

Ambos jóvenes asintieron entendiendo las razones.

La mujer se despidió y se dirigió a la puerta; sin embargo recordó algo de pronto y se giro para decirlo antes de salir.

-          No tomes ningún medicamento ¿De acuerdo? – El aviso fue exclusivamente para Tom. – Los espero el sábado, adiós – y salió del cuarto del castaño.

 

Solos en la habitación de hospital, los jugadores se miraron y sonrieron. Oliver se sentó en la cama y abrazo al castaño por la cintura, le beso la frente y se quedó ahí, abrazando a su esposo.

 

Tom estaba feliz, todo había pasado muy rápido; pero era feliz, además se sentía muy seguro en los brazos de Oliver. Se acomodo en el pecho del pelinegro y se quedo ahí, sintiendo la calidez que desprendía su amor.

 

-          Es increíble que vayamos a tener un hijo – hablo el oji negro, aun abrazando a su esposo.

-          Si – el castaño estaba tranquilo, hasta que algo se le vino a la cabeza – Oli.

-          Mmm

-          ¿Qué pasara ahora? – El pelinegro vio su esposo con un gesto interrogante.

-          ¿A que te refieres?

-          Bueno, yo quiero seguir jugando futbol y se que tu también; pero no quiero dejar solo a nuestro hijo.

-          Ambos podemos seguir jugando – lo pensó un poco mejor y agrego – puede que ahora mismo tu tengas algunas limitaciones para jugar, pero cuando nazca nuestro hijo podrás volver a hacerlo.

-          Sé eso y no me preocupa, puedo estar de baja por unos meses; pero… - calló un momento – ya no quiero estar lejos de ti, viéndonos solo unas pocas veces; quiero que estemos juntos siempre y… - Oliver lo interrumpió.

-          Y que seamos la familia que somos – acaricio un poco el vientre del peli castaño -  Yo también he estado pensando en eso, por eso cuando acaben los partidos hablare con el DT del Cataluña para que me recomiende a un equipo francés, cualquiera.

-          ¿Jugaras aquí? – se sorprendió.

-          Puedo hacerlo. Además, tengo que decírselo a mis padres cuanto antes.

-          Espero que lo tomen bien.

-          Yo espero lo mismo Tommy.

-          Sabes Oli, yo puedo trasladarme a España – se rio un poco.

-          Eso seria bueno, así ya no tendría que trasladarme – se rio un poco también – pero – hablo un poco serio – no quiero que te esfuerces y cambiar de ambiente podría ser muy pesado para ti y nuestro hijo. 

-          Es cierto – sonrió, al él realmente no le importaba donde estuviera, siempre y cuando Oliver y ahora su hijo, estén con él. 

 

Se quedaron en su cómodo silencio, mirándose, acariciándose y besándose de vez en cuando. Eran felices, su burbuja estaba en pleno apogeo; hasta que el señor Misaki entro interrumpiéndolos.

-          Muchachos – los llamo – Es hora de irnos.

Los jóvenes se separaron y miraron al mayor.

-          Papa. ¿Me dieron el alta?

-          Si, aunque tú medico todavía no lo sabe.

-          ¿eh?

-          Digamos que me aproveche de que los periodistas han prácticamente sitiado el hospital y le dije al director que te llevaría a un lugar mas seguro, además de que no habían encontrado nada malo en ti, aunque tuve que prometerle que vendrías mañana a recibir los resultados de los exámenes que te hicieron – El Castaño mayor mostro orgulloso el papel firmado dando el alta.

-          Bueno, mañana este lugar estará mas tranquilo – El pequeño Misaki sonrió y trato de levantarse.

-          Déjame a mi – Oliver paro su acción y con delicadeza lo cargo como a una princesa.

-          Oliver – la vergüenza de Tom era notoria en sus mejillas.

-          Te llevare – Su esposo le mando una sonrisa y a Tom no le quedo mas remedio que apegarse a él y esconder su rostro en el pecho del pelinegro, estaba avergonzado. Oliver sonrió y así lo llevo hasta el pasillo donde estaba la silla de ruedas.

El padre de Tom seguía a los jóvenes, se sentía feliz por ellos y más feliz por él, porque iba a tener un nieto. (n.n)

 

Caminaban y buscaban una manera de salir del hospital sin que los periodistas los descubrieran. Finalmente y tras dar muchas vueltas encontraron una salida. La parte trasera del hospital parecía tranquila, así que aprovechando eso los tres salieron, pararon un taxi y subieron en el, sin embargo no podían llevarse la silla de ruedas, por lo que Oliver, al ser el ultimo en ingresar al vehículo, tuvo que volver a dejar la silla de ruedas. Cuando el pelinegro dejo la silla a una enfermera, salió a prisa del hospital y fue cuando el sonido de un click lo alerto, volteo el rostro y vio a un hombre de mediana edad sosteniendo una cámara “Un fotógrafo, demonios” apresuro su paso y se metió al taxi.

-          Arranque – su tono imperativo no admitía discusión. El padre de Tom lo miro confundido y mientras el coche partía, le dio la dirección de su casa al conductor.

-          ¿Qué paso? – Tom sospechaba que algo pasaba, su esposo no era de actuar así. 

-          Me tomaron una foto, creo que era un paparazzi – ambos castaños se miraron con miedo.

-          ¿Nos habrá visto? – La preocupada voz de Tom salió.

-          Espero que no Tommy, sino todo podría complicarse.

-          No creo que nos hayan visto – hablo el señor Misaki – Sino toda la turba ya se nos habría venido encima. Creo que solo te sacaron la foto a ti Oliver.

-          Puede que sea cierto – lo pensó un poco – Apuesto a que se preguntaran que hacia en el hospital – suspiro con cansancio.

-          Lo siento Oliver – el castañito se sentía triste, aunque no sabia exactamente de que.

Oliver se alerto y abrazo a su esposo.

-          No te preocupes Tommy. Todo estará bien, además ¿Qué tiene de malo con que salga de un hospital? Todas las personas tienen que visitar uno alguna vez – le sonrió a su esposo y le beso la frente con cariño.

-          Si, tienes razón – el joven peli castaño se tranquilizo y le devolvió la sonrisa al pelinegro.

“Las hormonas del embarazo” pensaba el señor Misaki al verlos, después de todo el sabia de esas cosas, por algo había sido padre.

 

Continuara…

 

Notas finales:

Muchas gracias a aquellas personas que se toman la molestia de leer mi fic y mas (muchas mas gracias) a aquellas que me dejan un comentario. Espero me perdonen por haberme perdido tanto y se que pueden haber muchas excusas, pero justo ahora me da flojera decir (escribir) sin embargo han de saber que estoy trabajando para darles mas capitulos, solo no se desesperen y gracias por los animos y el apoyo. 

miau.


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