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UN RETO JUNTOS por miau

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Notas del capitulo:

Hola, he aqui otro capitulo. Ahora que lo pienso, creo que me esta quedando muy rosa, por lo que trate de darle algo de dramatismo al capitulo, pero al final, al parecer, gano mi lado rosa (ademas de que no puse drama en genero) y el capitulo termino bien. En fin, tomen este capitulo como uno de los retos que tenian que pasar esta parejita. Despues de todo ¿Acaso no es un reto hablar con el suegro? jajaja. Les dejo con el fic.

CAPITULO VII: Papa, te presento a mi novio o esposo.

 

Las posibilidades de que hubiera una nueva vida en uno de los jóvenes que había visto en esa playa durante la misión era muy alta, aun así mantenía la esperanza de que la baja posibilidad de que eso ocurriera ganara al final.

Dos semanas después de cotejar los datos y sorprenderse por los descubrimientos que había hecho, aun no dejaba de sorprenderse y de soñar con ello en las noches “podría revolucionar al mundo o ponerlo de cabeza” se decía, sin embargo eso no hacia mas que desesperarla y tenia la necesidad casi maniaca de encontrar a esos jóvenes y explicarles la situación en el que ella los había metido (reconocía su cuota de culpa), pero no podía por el momento buscarlos, tenia mucho trabajo al mando del Dr. Fergus que parecía explotarla cada día mas, pero eso ya pronto acabaría solo unas semanas mas, a lo mucho un mes, y todo acabaría. Entregaría su tesis y tendría su puesto permanente en ese laboratorio de fertilidad para hacer los proyectos que quisiera, su jefe iba a seguir siendo Fergus-sensei, pero ya seria más independiente de él pues dejaría de ser su asistenta y los proyectos que haría iban a ser exclusivamente de ella.

 

 

Pasó exactamente un mes desde que regresó de sus  vacaciones y paralelamente desde que su padre viajo a las afueras de Francia y mañana por fin su papa regresaría.

Cogió el teléfono con premura y marco un numero ya conocido.

-          Alo

-          Hola Oliver

-          Tom ¿Paso algo? – la confusión en la voz del pelinegro era clara, pues Tom no solía llamarlo tan temprano en la mañana y menos un Lunes.

-          Etto… lamento interrumpir tu sueño Oli, pero es que…

-          No te preocupes por eso, dime ¿paso algo?

-          Bueno… mi papa regresara a Francia mañana y – titubeo un poco, sin embargo la duda paso rápido – Voy a decirle lo nuestro Oliver.

-          Entiendo, pero recuerda que no lo harás solo – la voz del numero diez de Japón sonó decidida. 

-          Entonces… ¿vendrás?

-          Claro que lo hare Tommy, recuerda que te lo prometí.

-          Pero… no tendrás problemas con…

-          No te preocupes por eso, además… - en un tono mas confidencial – quiero escapar de esta vigilancia y quiero verte o me volveré loco, de verdad Tommy solo tú puedes mantenerme cuerdo.

Tom rio suavemente ante las ocurrencias de su “esposo” hasta que se dio cuenta de algo.

-          Espera, ¿a ustedes también los vigilan?

-          Si… ¿Cómo que también? No me digas que...

-          Si.

Ambos lanzaron un suspiro de resignación. 

-          De todas formas Tommy, iré; estaré ahí el sábado. 

-          De acuerdo Oli, te esperare.

-          Si, te amo.

-          Yo también.

 

Cuando Tom colgó el teléfono se fijo en la hora, cogió su cosas apresuradamente y salió de su departamento, no debía de llegar tarde a los entrenamientos matutinos.

 

 

La semana paso volando, de manera llego el sábado y esa misma tarde un pelinegro llegaba a Francia.

El entrenador del Cataluña poco pudo hacer para detener la huida de Atom, que puso como excusa una “urgencia familiar” para salir corriendo ese sábado por la mañana, después del primer descanso matutino, sin dejarle explicar, al entrenador, que el entrenamiento se suspendía por ese día, pues notaba a todos los jugadores sumamente estresados por los entrenamientos y los partidos y les daría un pequeño descanso. 

-          Porque  los jóvenes tienen que ser tan impulsivos – Ya hablaría con Atom.

 

Cuando Oliver descendió del avión vio a la gran cantidad de gente que transitaba por el aeropuerto. Paso su vista por los alrededores mientras caminaba, hasta que lo vio. Corrió hacia esa persona y sin poderlo evitar lo abrazo.

-          Tommy, te extrañaba tanto.

-          Oli – el castaño solo se dejo abrazar por el moreno sin poner objeción para después separarse lentamente y salir del aeropuerto lo mas discretamente que podían.

 

La tranquilidad se instalo con ellos apenas pisaron el departamento del castaño. Se sonrieron mutuamente y se besaron con mimo, apenas unos besos superficiales que fueron la apertura a un gran beso que al parecer les quito el estrés, pues luego de el respiraron con tranquilidad.

-          ¿Cómo convenciste a tu entrenador? – formula la pregunta el jugador del equipo de Marsella, mientras posa su cabeza en el hombro del pelinegro.

-          No lo convencí exactamente – mientras abrazaba al castaño – pero ya le explicare cuando regrese.

-          Espero que no te cause ningún problema.

-          No te preocupes por eso, en este momento mi prioridad eres tú – beso su cabellera antes de atraerlo mas a su cuerpo. 

 

Hablaron entre ellos acerca de cómo les iba en sus respectivos equipos y como es que los tenían tan vigilados, por el torneo europeo, que no les dejaban ni respirar. Ya entrada la noche Tom preparó una sencilla cena para ambos y fue precisamente mientras comían que tocaron el tema de cómo le dirían al papa de Tom acerca de la relación que ambos llevaban. Hubo muchas hipótesis de las cuales se rieron, hasta que finalmente quedaron en que se lo dirían de frente y sin anestesia.

-          Espero que no se desmaye – fue la respuesta preocupada de Tom.

-          Yo espero que no me golpee – fue la opinión nerviosa de Oliver. 

Terminando de comer y conversar fueron a la cama de Misaki a dormir juntos – como siempre hacían cada que Oliver visitaba Francia – Se acurrucaron juntos y aunque normalmente hubiesen tenido algo de acción, esta vez no iba a poder ser por los nervios que sentían de finalmente confesar su relación a uno de sus familiares.

 

 

Despertaron muy temprano el domingo. Salieron a correr con el balón en los pies solo por diversión y nervios y cuando regresaron tomaron un baño y se alistaron para finalmente ver al señor Misaki.

 

Cuando estuvieron frente a la casa del padre del peli castaño ambos se tomaron las manos y se las apretaron en señal de animo al otro; ninguno de los dos podía negarlo estaban nerviosos, muy nerviosos. 

Tocaron la puerta y el papa de Tom abrió.

-          Hola hijo, que sorpresa, no me avisaste que venias.

-          Si te avise papa. Te dije que vendría uno de estos días.

-          Eso es muy vago Tommy.

Padre e hijo se abrazaron mientras se saludaban y es entonces que el señor Misaki noto la presencia del capitán de la selección nipona.

-          Oliver que sorpresa, no sabia que habías llegado a Francia.

-          Como esta señor Misaki – extendió su mano para saludar a su “suegro”.

-          Muy bien y al parecer tú también – respondió el saludo de Oliver.

Lo cierto es que el padre del peli castaño apreciaba mucho a Oliver. Lo consideraba el mejor amigo de su hijo y quien más apreciaba a Tom. Para él Oliver era el amigo mas querido de su hijo, aunque pronto averiguaría que algo mas. 

 

Invito a pasar a ambos muchachos a su casa y les ofreció algo de té. En cuanto sirvió las bebidas y se sentó frente a ellos noto el nerviosismo de ambos chicos.

-          ¿Qué pasa muchachos? – pregunto de forma risueña.

-          Papa… te acuerdas que dije – soltó algo de aire y continuo –… dije que tenia algo importante que decirte.

-          Ah, por supuesto. ¿Vas a decírmelo ahora?

-          Si – el nerviosismo del castaño era evidente a pesar de que tratara de controlarlo para hablar fluidamente.

El señor Misaki miro a ambos mediocampistas, los dos lucían nerviosos lo cual lo confundía.

-          A decir verdad, los dos tenemos algo que decirle – la voz de Oliver se oyó segura, aunque por dentro él estuviera temblando.

Escruto un poco a ambos chicos y lanzo un suspiro casi inaudible “Estos muchachos, de seguro se metieron en un problema o necesitan un consejo o algo por el estilo”.

-          ¿Es algo malo? – dijo el mayor de los tres casi con resignación.

-          No – respondieron a coro los menores, pues no consideraban su relación como algo malo.

El señor Misaki se relajo un poco, al parecer no era algo malo para los chicos “espero que tampoco yo lo considere malo” pensó.

-          Y bien ¿Qué es? – pregunto con paciencia el mayor.

-          Veras papa… yo… yo… - dio un suspiro y lo dijo de sopetón – tengo novio.

-          Jajajajaja. Hijo, me asustaste, pensé que era algo realmente malo – los dos jóvenes lo miraron sorprendidos – Felicidades ya era hora ¿Cuándo conoceré a tu novia?

-          Creo que escuchaste mal papa – el nerviosismo regreso a ambos al notar que el mayor, al parecer oyó mal – Tengo un novio, aunque es técnicamente mi esposo – dijo el peli castaño en voz baja lo ultimo aunque fue escuchado por el señor Misaki.

-          ¿Cómo que te casaste? – la actitud risueña del mayor y lo que decía estaba haciendo pensar a ambos mediocampistas que el mayor si había escuchado bien desde un principio, solo que cayó en la negación – y ¿Cuándo me presentaras a tu esposa? – y al parecer no se equivocaban.

-          Papa – Empezó de nuevo el pequeño castaño – escúchame bien – dio un suspiro mas y se lleno de valor nuevamente, al hacerlo descubrió que ahora costaba menos decirlo – Tengo un novio o bueno ya es mi esposo, aunque sin nada legal sino por nuestra libre voluntad y… - sacudió la cabeza, estaba saliéndose del tema – el punto es que en un hombre.

Padre e hijo se vieron fijamente a los ojos y en ese momento el hombre mayor salió de la negación para caer en la ira, ira que expreso levantándose de golpe de su asiento al tiempo que golpeaba la mesita de centro de su sala.

-          ¡¡¡¿QUÉ?!!! – fue el gran alarido del padre de Tom.

Ambos jugadores japoneses de pusieron de pie, pero solo el castaño trato de acercarse a su progenitor a riesgo de que este lo rechazara.

-          Papa – la mano de su padre en posición de stop le impidió avanzar hacia él.

Lo cierto es que el señor Misaki trataba de calmarse y no perder el control. Su propio carácter – amable y pacifico, mucho del que le heredo a Tom – impedía que se comportara de manera violenta y que le gritara a su hijo las cosas insensatas que pensaba producto de la furia. Se cubrió los ojos con una mano en pos de pensar y procesar lo que había escuchado.

 

Los más jóvenes se miraron preocupados. Los ojos de Tom empezaron a aguarse, Oliver lo abrazo en respuesta, no quería que su amor sufriera, pero no había nada que pudiera hacer, salvo estar a su lado dándole su apoyo.

Tom por su parte se sentía terrible, ahora pensaba que la idea de decirle a su papa la verdad acerca de una parte de su vida era un error, sin embargo al mismo tiempo pensaba que era lo mejor para saber a que atenerse; aunque lo que mas quería ahora era echarse a llorar y lo único que le impedía ahora llorar a lagrima viva era sentir el reconfortante abrazo de Oliver.

 

El señor Misaki aun procesaba la noticia que había recibido y medio se sus cavilaciones se hizo la famosa pregunta que se hace todo padre cuando su retoño ha errado – según sus percepciones - ¿Qué he hecho mal? Quedo pensando un poco mas y se dio cuenta que estaba siendo demasiado cerrado, como si fuera un conservador empedernido y no hubiese recorrido el mundo y como si no fuese un artista que veía lo bello de la creación. Sacudió su cabeza. Era cierto él era ese tipo de persona, una persona que veía lo bello sin juzgarlo, solo admirándolo, y su hijo era una de las personas mas bellas que había visto; Tom era tan amable, pacifico, comprensivo, tenía tanta buena voluntad, poseía un espíritu limpio y puro. Su hijo era arte y él lo sabía, por algo era un artista.

El padre del numero once de Japón respiro profundo y sonrió al pensar en todas las cualidades de su hijo, un hijo que nunca le había fallado como tal. Soltó todo el aire que había retenido decidiéndose a ser más abierto de mente (como debería de ser) y diciéndose así mismo que su hijo no le había fallado o todavía no lo había hecho.

 

El mayor de los tres varones destapo su rostro y volteo a ver a su hijo y… se encontró con una imagen que le aclaro las cosas y tacho la pregunta que, como todo padre, se había hecho; él no había hecho nada mal, había educado a su hijo de una manera adecuada y le había enseñado a admirar la belleza de la naturaleza, del mundo, de las personas.

“La belleza de las personas” pensó lo ultimo al ver a los dos mas jóvenes abrazarse, brindándose apoyo mutuamente, brindándose aquello tan hermoso llamado amor y fue cuando recordó algo que había leído accidentalmente, hace muchos años, cuando quería expresar el amor en el arte, “el alma no tiene sexo”. Sonrió ante ese recuerdo y la escena que le había recordado esa frase tan maravillosa. 

-          Hijo – hablo para llamar la atención de su único hijo.

-          Papa – Tom se separo del abrazo tan confortable en que lo tenía Oliver para dar la cara a su padre.

-          Perdóname hijo, no debí exaltarme de esa manera – abrió sus brazos cariñosamente, como cuando Tom era un niño, para invitar a su hijo a ir hacia él.

-          Papa – El peli castaño, voló de los brazos de su pareja hacia los brazos de su padre.

-          Es solo que me descontrole. Pero con todo esto me hiciste recordar tantas cosas, la principal de ellas en porque soy un artista.

-          ¿Entonces no estas molesto por mi elección? – pregunto el castañito con temor.

-          No voy a decirte que no me desilusiona – sintió a su hijo temblar en sus brazos – pero tu has escogido tu propio camino, así como tu propio concepto de belleza ¿y sabes? – le susurro al oído – el amor que escogiste también me parece bello.

-          Tom se sonrojo por lo dicho por su padre, sin duda su padre se había dado cuenta que su novio, bueno esposo, era Oliver.

 

El señor Misaki no tenia dudas de que su hijo amara a su novio, que estaba seguro era Oliver, pues de no ser así, nunca se habría atrevido a confesarle a él la relación que tenían. Solo faltaba saber si el susodicho también sentía lo mismo por su hijo, aunque eso le había quedado claro al ver como abrazaba a su hijo. 

-          ¿Lo amas? – salió la pregunta del peli castaño mayor.

-          Si – respondieron ambos muchachos, sin saber exactamente hacia quien había sido la pregunta.

-          Así que tu eres su novio – miro de frente al pelinegro deshaciendo de paso el abrazo que daba a su hijo – Oliver.

-          Si señor – respondió el pelinegro con aplomo. En sus ojos se notaba la determinación. 

-          ¿Amas a mi hijo?

-          Con toda el alma.

-          ¿Mas que al futbol? – pregunto el señor solo para fastidiar al joven que pretendía llevarse a su hijo.

-          Si – la firmeza con que respondió el pelinegro sorprendió al mayor.

-          Ya veo.

Poso su vista en Oliver un momento y después repaso con sus ojos a su hijo. De alguna manera entendía porque habían terminado juntos.

-          Parece que tendré que olvidarme de tener un nieto – dijo teatralmente para bajar toda la tensión que se había acumulado en el ambiente – y ni hablar de la ilusión que me hacia preparar tu boda hijo.

-          Bueno respecto a eso – empezó el capitán Japonés.

-          Nosotros – continúo el castaño.

-          Ya nos casamos – término la frase quien la había iniciado.

-          ¡¡¿COMO?!! – El señor Misaki empezaba a pensar que no sabía nada de la vida de su hijo.

-          No nos casamos legalmente, debió a que nuestro matrimonio no es aceptado en muchos países, usted sabe – explicaba el jugador del Cataluña – Pero aun así la ceremonia que hicimos tuvo un gran significado para nosotros.

-          Papa, nosotros nos reconocemos mutuamente como esposos. Mira – mostro el collar con el dije que representaba su unión (como si fuera su anillo de casado)

El padre de Tom miro fijamente lo que le mostraba su hijo y después fijo su vista en los movimientos del pelinegro, que también sacaba su collar con dije, y poso su vista en ambas joyas. Al parecer sus “anillos” de casados eran bastante peculiares.

 

-          Respecto a sus nietos – Oliver miro sonriente al padre de su esposo – todavía no hemos hablado de ello con Tommy, pero podríamos idear algo para tenerlos.

Tom sonrió a su esposo, es cierto que no habían hablado de ello, por Dios todavía eran muy jóvenes para tener hijos, pero, como bien decía Oliver, podrían idear mas adelante como tener hijos.

-          Por ejemplo podemos adoptar o alquilar un vientre – aporto de manera jocosa el peli castaño menor.

-          Creo que lo mejor seria un vientre de alquiler – la seriedad fue puesta por el mayor – no creo que les permitan adoptar, ya saben por que motivo.

Ambos jóvenes miraron confusos al mayor por sus palabras serias, ellos no estaban considerándolo todavía, porque como ambos pensaban, eran muy jóvenes para tener hijos. 

-          Pero para pensar en tener hijos, jovencitos; están a muchos años – rompió toda seriedad al decir eso, haciéndoles ver a los jóvenes que les había jugado una especie de broma – Sin embargo, cuando decidan darme nietos espero que me avisen con anticipación, sea cual sea el método que usaran para dármelos.

Lo ultimo dicho por el mayor les hizo sabes a ambos mediocampista que contaban con su apoyo para su relación, no solo ahora, sino también para el futuro. 

Por su parte del papa de Tom se dio cuenta que no debía de olvidarse de tener nietos, después de todo había muchas maneras en las que esos jóvenes podrían hacerlo abuelo. (miau: pero no se imagina la manera en que se convertirá en abuelo jajaja)

 

Más relajados los tres se sentaron a conversar y a contarle algunas cosas, específicamente la parte del matrimonio, al padre del peli castaño. El mayor reía y se sorprendía por la ocurrencia de los jóvenes. Durante la conversación el Misaki mayor se entero de que era el primer familiar de los jóvenes que se enteraba de su relación, pero que algunos de sus amigos ya estaban mas que enterados de su relación, cosa que molesto un poco al mayor, pero que dejo pasar al entender el temor de ambos jugadores.

-          Y ¿Cuándo planeas decírselo a tus padres Oliver?

-          Iré a Japón cuando termine la liga europea, en un mes más, y se los diré entonces.

El padre de Tom asintió a lo dicho por Oliver.

-          Espero que lo tomen bien.

-          Yo también señor  

 Pasaron tiempo mas hablando, tanto que al darse cuenta ya era hora de la comida (miau: almuerzo en mi país)

-          Parece que se nos fue el tiempo.

-          Oliver – el peli castaño menor miro a su esposo como recordando algo.

-          No te preocupes Tommy. Reserve el vuelo para la tarde.

El menor Misaki asintió aliviado.

 

El mayor miraba atentamente como se trataban ambos jóvenes, como hablaban y como se veían. “No hay como negar que se aman. Casi veo las rosas flotando a su alrededor”.

Tosió disimuladamente para llamar su atención.

-          Parece que se entretuvieron mucho conmigo – Miro a su hijo – porque no llevas a Oliver a uno de los restaurantes del centro.

-          Papa…

-          Porque no nos acompaña señor Misaki, así conversamos mas – intervino el pelinegro.

-          No quiero importunarlos, además tengo mucho trabajo que hacer.

-          Pero… ¿No comerás, papa?

-          Lo hare después.

El peli castaño menor frunció el ceño y miro con decisión a su padre.

-          Prepare la comida. Oliver y yo comeremos contigo – miro a su esposo y este asintió sonriéndole.

-          A mi no me molesta – exteriorizo – además podre probar la comida de Tommy – agrego viendo al mayor de los peli castaños.

-          Es cierto, no he tenido la oportunidad de preparar algo desde que me gradué de chef. 

-          Oliver ¿sabias que Tom estudio para ser chef? – pregunto el mayor.

-          Claro que si. Sé que también lo invitaron a una academia de nutrición, la cual acepto. Yo lo se todo de Tommy – dijo orgulloso el pelinegro.

El mayor miro a ambos jóvenes y como dándose por vencido le dio permiso a su hijo de preparar la comida al mismo tiempo que él se dirigía a su taller a terminar su trabajo.

 

Cuando entraron a la cocina ambos jugadores se pusieron a buscar los ingredientes. Tom preparo la comida y bajo la atenta mirada de Oliver, quien lo ayudaba en lo que podía (pasándole las cosas).

Cuando la comida estuvo lista, Oliver se encargo de poner la mesa y llamar al señor Misaki, mientras que Tom servía la comida.

Todos la pasaron bien durante la comida. Oliver alababa la habilidad culinaria del jugador del Marsella al igual que el padre de este. Durante su conversación salió el tema de que Oliver estudiaba pedagogía en preparación física deportiva.

 

Después de la comida Oliver se despidió de su suegro (miau: si, del papi suegro) y fue hacia el aeropuerto (acompañado por Tom). Se despidió de su peli castaño y partió hacia España. 

 

Continuara…

 

Notas finales:

¿Les gusto? ya me lo diran en los comentarios jejeje. Respecto a las profesiones de Oli y Tom (aparte del futbol) no se me ocurrio nada mas ¿alguna queja al respecto? jejeje pueden intentarlo, pero se quedara asi.

El buzon esta abierto.

miau


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