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El Hacker y el Estafador por Jaswhit

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Notas del capitulo: Jaswhit: Bueno, hola. Como ven no tardo nada en actualizar puesto que los caps se escriben solos xD y Lexy me golpea T-T

Lexy: Cállate o te arrepentirás

Jaswhit: =0

Advertencias: Horrores ortograficos que matarían a mi maestra de español. Claro, después de matarme a mi y a Matt77 xD

Disclaimer: Death Note es de Tsugumi Obha y Takeshi Obata. Y el fic, pues es de Matt77 aunque dice que ahora me pertenece, meor no le hago caso, no me quiero emocionar :3

Disfruten~
El estafador...

Las personas creen que los estafadores son seres sin escrúpulos, personas que no tienen nada que perder, que viven entre las sombras, entre pequeños, lúgubres y sucios callejones sin salidas. Escorias de la sociedad, seres que son capaces de hacer de todo por estafar y que su vida se define, entre lo ilegal y la falta de moral…

Las personas que afirman eso, es porque no me conocen…

Dormía plácidamente, entre mis sábanas de seda fina, mientras mi emporio, de mármol blanco y obras de artes costosas me rodeaban.

Vivía en la opulencia y la estafa era la base de mi negocio, es decir, era la fuente inagotable de dinero que invertía en la bolsa para blanquearlo y finalmente convertirme en el joven más poderoso y acaudalado de este lado de la cuidad.

Me estire al máximo, en mi cómoda cama, rasque mi cabeza y me libere de las sábanas, solo para colocar mis pies descalzos en el mármol frio de mi habitación.

Me puse de pie y camine hasta llegar al enorme baño, abriendo las llaves del agua, puse a llenar la tina, para darme un relajante baño. Mientras la tina se llenaba, camine hacia el espejo y detalle mi rostro.

-No siempre fue tan fácil- Murmure, viendo mis rasgos y las cicatrices, de mi lucha para llegar hasta aquí.

Suspire y pensé que la vida no siempre había sido tan fácil, mi frialdad y mi mal carácter, me habían asegurado, el poder, la respetabilidad y el dinero, pero no sin pagar un alto precio.

Ser un niño y jugar a un hombre, siempre trae consecuencias y más en un mundo, en que la lealtad, se mide a punta del acero de una fría arma.

Decidí, que era demasiada lastima por un día, así que me libere de mi bata de dormir, mis calzoncillos , entre a la tina y automáticamente se empezó a reproducir una de las más especiales obras del virtuoso del violín Paganini. Sí, soy un estafador, no soy un inculto…

Las burbujas llenaron la tina y sencillamente cerré mis ojos, dejándome llevar por las notas más hermosas, de este destacado violinista….

Una hora más tarde salí renovado de la tina, para que mis sirvientes preparen mis cosas para vestirme, solo como a mí me gusta.

Muchas de las personas que me rodean, dicen que mi atuendo es poco adecuado para un hombre de negocios, pero yo no les hago caso, pues no soy precisamente un convencional, sujeto de traje y de maletín y como mi ropa, que es flexible, elegante y ceñida, así también es mi actitud en los negocios.

Dos horas después de haberme levantado, salía de mi habitación, atravesando las dos imponentes puertas de madera fina tallada a mano, solo para encontrarme a mis múltiples asistentes.

-Señor, tiene una cita a las diez- Dijo una chica, mientras yo la veía de reojo.

-Necesitamos saber si va comprar o vender las acciones, de Entrex- Dijo otro asistente, más torpe que la anterior.

Caminaba rumbo a mi oficina y sin mediar palabra con estos dos seres, entre a ella cerrándoles la puerta en la cara.

Daba pasos largos y seguros, por la alfombrada oficina, mientras mi ojos se posaban en un chiquillo, no mayor que yo y que mis colaboradores, le habían capturado tratando de hacer "negocios" en mi zona.

Di otros pasos más hasta llegar a mi escritorio, corriendo la silla, que era más parecida a un trono que otra cosa, me senté y cruce mis piernas.

El aire era denso, no me gustaba esta parte de mi trabajo, pero como todo trabajo había cosas malas y cosas realmente malas.

Levante la mirada y pensé que había sido una excelente idea diseñar de esta forma mi oficina, ventanas largas, casi desde el piso hasta el techo, mi escritorio estaba un poco más elevado en una especie de escenario, mi silla muy grande y ostentosa y mi escritorio de caoba oscura, austero, pero elegante. En las paredes, cuadros de diferentes, artistas, obra de artes robadas y otras sencillamente compradas de forma legal, cortinas oscuras, le daban sensación de sobriedad, pero sobre todo realzaba mi poder sobre cualquier criatura que se atreviera a cruzar mis límites.

-Habla- Murmure.

-Señor, por favor, solo tenía hambre y quería comer- Alego el chico, que temblaba en la silla.

-¿Hambre? ¿Comer?- Cuestione- Si tenías hambre, ¿porque no robaste pan?, si querías comer ¿por qué no trabajaste, para mí?- Guarde silencio por unos segundos, para luego gritar-pero tu decidiste, robar un restaurante que está bajo mi protección y usando mi emblema. Dame un motivo, para no pedirle a mi gente, que te torture y luego te desaparezca- Añadí, suspirando lentamente y tratando de volver a mis casillas.

-Solo pido una oportunidad- Murmuro el chico. Ciertamente no era mayor que yo y era bastante patético. Lo mire fijamente y apoye mis codos sobre la mesa, para observarlo con detenimiento

-Bien, te daré tu oportunidad- el chico comenzó a sonreír, pero antes de que se llenara de felicidad, levante mi mano y agregue- Si logras decirme, quien es el artista que toca esta pieza- Con una señal, la música de fondo, aumento el volumen reproduciendo el inconfundible violín. El chico temblaba y sudaba, mientras trataba de reconocer quien era el autor de tan hermosa melodía.

-Es…-el pequeño trago grueso- Es…Mozart- Concluyo y yo sonreí con malicia.

-Error- Di una señal y mis guarda espalda lo tomaron por el brazo y yo me levante de mi silla, caminando hacia el chico- Es Paganini, un virtuoso del violín- Dije dando cortos y pequeños pasos- Es mi interprete favorito, ¿sabes por qué?- le cuestione, mientras me acercaba más a él y el chico que temblaba con más fuerza- Cuando era niño se contagió con sarampión, dijeron que había muerto, pero por cosas de la vida, el chico no murió y por la misma suerte no fue enterrado vivo. A los ocho años compuso una sonata, de gran dificultad y belleza y es precisamente la que escuchas, pero lo que más me gusta de Paganini, es que su virtuosismo, no solo logro su reconocimiento y riqueza si no que creo el mito eterno de que su habilidad inhumana para tocar, fue producto de un pacto con el diablo- Me detuve frente al chico, que ya era un manojo de nervios-Paganini, no fue un hereje, fue un genio, alguien que podía tocar un violín de una sola cuerda , que podía memorizar cientos de partituras, tocaba doce notas por segundo y que todos los maestros no le querían enseñar, porque él ya lo sabía todo- Levante mi mano y le señale, para luego enturbiar mi mirada- Te dejo a tu Mozart, porque yo soy Paganini- tome su rostro con mi mano derecha y me acerque a él- Dime, ¿soy real o un mito?- El chico rodo sus ojos y finalmente se desmayó, en los brazos de mis guarda espaldas.

-Esta vez sí se lució, jefe- Dijo un enorme sujeto, sonriendo, mientras yo soltaba el rostro del pillo.

-Llévenlo a su casa, con este susto le será suficiente, no volverá a robar y devuélvale el dinero a restaurant y denle el diez por ciento, como señal de disculpas- Dije girando y caminando hacia mi escritorio.

Me senté en mi silla, mientras las pesadas puertas se cerraban

-Un problema menos- Murmure, llevando mis pies al borde de la mesa y reclinándome en mi silla.- Me hubiese gustado, que los antiguos jefes practicaran la condescendencia - Añadí viendo a los lados, tratando de tener a alguien que me escuchara, pero no había nadie que lo hiciera.

La soledad, había sido mi compañera, junto a la habilidad con los negocios y pensé en ese preciso instante que era una ironía que mi riqueza, proviniera del único sentimiento que podía aliviar mi soledad.

El amor, el antiguo mito del amor, que te hace ciego, sordo, mudo y torpe, por lo visto y que muchas personas estaban dispuestas a pagar millones, solo por tratar de conseguirlo.

La fórmula muy sencilla y yo el genio que la había descubierto, esa noche fría de invierno cuando un pobre sujeto quería lanzarse de un puente, después de descubrir que su novia le engañaba con su mejor amigo.

Yo le veía desde lejos, en una esquina desde mi hogar hecho de cajas de cartón mientras la amargura de su llanto llenaba esa calle y ese puente. …l se lamentaba de su torpeza y se echaba la culpa a si mismo de lo que sucedía y me sorprendí, pues, no comprendía, como alguien no podía imaginar su existencia, sin la otra persona y como el mundo, podía estar tan desconectado del dolor y el sufrimiento de alguien más.

La brisa soplaba, mientras yo contemplaba como el sujeto se subía al borde del puente y estirabas sus manos, como si tratara de volar. El golpe del viento tempestuoso de esa noche, golpeaba su cuerpo, agitando su traje y su corbata…

-Ya no importa- grito a la oscuridad, cerró los ojos y se inclinó hacia delante, para que la gravedad hiciera su trabajo.

Mi corazón latía a mil por hora y desde mi escondite, corrí hacia donde estaba el sujeto, para sostenerlo, por el borde de su chaqueta. Lo tome con todas mis fuerzas y apoye mi pierna derecha en el borde del puente y jalándolo logre atraerlo hacia mí, frustrando su acto suicida.

Entre llantos y blasfemia, el sujeto me pregunto, ¿Por qué? ¿Por qué lo había detenido? Pues la muerte era el único antídoto para su pena. Mi respuesta, aunque seca y directa, logro acallar la ira del sujeto.

-El amor no existe- El hombre me miró fijamente y como si le hubiese revelado una gran verdad.

-¿Tu nombre niño?- me pregunto secando sus lágrimas.

-Mihael Keehl – El sujeto se acercó a mí y agito mi cabello amarillo-Pero me dicen Mello

-Desde ahora serás, simplemente Mello- Señalo.

Yo tenía catorce años y había pasado algo de tiempo viviendo en las calles, tratando de sobrevivir, en uno de los barrios, mas ostentosos y a la vez más peligroso de la ciudad.

Para mi suerte o mi desgracia, el sujeto que había salvado, era uno de los jefes de la mafia más poderoso de toda la ciudad y desde ese entonces me convertí en su protegido, en un hijo para él.

El tiempo paso y yo crecí y como era lógico pensar, todo su imperio quedaría en mis manos, pero yo no quería eso, sus negocios eran por demás turbios y yo no pensaba vivir tan al margen de la sociedad, así que un día le propuse mi plan y todo se inició con esa página web… www_tu_media_naranja_com

El golpe fuerte de las pesadas puertas de mi oficina me sacó de mis recuerdos. Un chico de lentes gruesos, pálido y de vestimenta patética, entro a mi oficina, sin siquiera anunciarse.

-Más te vale que…- Mis palabras fueron cortadas, pues vi su carnet de identificación. Pertenecía a sistema y en honor a la verdad nunca espere ver a ninguno de estos chicos aquí.

-Señor Mello, tenemos un problema- Dijo casi sin aliento…

No habían pasado veinte minutos de la llegada del nerd a mi oficina, mientras yo descendía a las entrañas de mi negocio.

Cientos de computadoras, ordenadas en hileras, confirmaban transacciones y trataban de mantener a flote de mi negocio.

-¿Qué sucede?- pregunte, mientras entraba a la sala de computo

-Un hacker, entro al sistema, logrando bloquear a www_tu_media_naranja_com y a cuarenta de sus páginas hermanas- dijo el Nerd, ingresando a la sala, donde cientos de nerds como él atendían llamadas telefónicas-Abrimos una línea, para mantener el contacto con los clientes y confirmarles las citas, pero el personal para atender esas citas son escasos y ya no nos damos abasto- Comento el chico, mientras me mostraba la enorme pantalla que dominaba en la sala computo, donde una gráfica mostraban el descenso de las visitas a las páginas.

-Son solo cuarenta páginas- respondí- ¿las restante están a salvo?- Pregunte.

-Ese es el problema señor Mello- contesto el chico ajustando sus lentes- …l detecto las cuarenta paginas en media hora, al finalizar el día, toda la red, estará así-El nerd, pulso una tecla y en la pantalla, vi el malvado anuncio, 'Disculpe la molestia, en este momento estamos realizando mantenimiento de esta página.'- Si no complacemos sus exigencias- Añadió el chico y yo busque una barra de chocolate en mi bolsillo, la destape con lentitud y hundí mis dientes en ella. Suspire mientras mascaba y me relajaba con el sabor del chocolate.

-Muy bien- conteste de golpe- Busquen la página con menor flujo de cliente- Todos los presentes comenzaron a teclear detectando la página hermana bloqueada de menor visita- ¿Quién es el mejor nerd aquí?- grite y de la nada detrás de un enorme cubículo una pequeña mano se levantó.- Por favor acércate- le pedí y lentamente el mejor de los nerd se abrió paso entre las maquinas hasta llegar a mi.-¿Nombre?- le cuestione, viendo al chico con cierta, digamos que, desconfianza.

-David- Contesto un poco nervioso.

-¿Edad?-

-Doce, señor Mello. Soy el…-trato de decir algo pero de la nada salió un sujeto.

-Es mi hijo señor- Dijo el hombre llegando al lado del pequeño.-Perdone es que hoy no hay escuela y…- Levante mi mano para hacerlo callar, no me interesaba sus excusas.

-David, ¿crees que puedes levantar esa página?- Le cuestione, viéndolo a los ojos.

-Sí, señor Mello- Contesto seguro

-Hazlo- le ordene. El pequeño corrió hacia la computadora más cercana y en la gran pantalla, aparecieron cientos y cientos líneas de códigos, tecleados por aquel niño.

Con la última sentencia, el chico pulso enter y su antídoto, a este terrible virus fue liberado en la pequeña página hermana y casi de forma automática, la pagina apareció activada.

Todos sonreían y aplaudían al pequeño niño, pero yo sabía que no era todo, que algo no estaba bien porque era demasiado fácil, así que en menos de cinco minutos, el caos comenzó.

La gran pantalla se pixelo, y desapareció a la pequeña página hermana, para así darle paso a un mensaje del hacker, en un fondo blanco y con letras negras.

No pueden levantar mi bloqueo Ahora esta página, fue destruida y su dominio liberado…También encontraran que las mayorías de las transacciones de su centro de llamadas, han sido reembolsadas a los clientes.

-Verifiquen eso- Ordene y un nerd corrió a su computadora, solo para encontrarse que lo que había dicho el hacker era totalmente cierto y eso no era lo grave, lo realmente fatal es que ponía en evidencia que este engendro podía predecir nuestros movimiento. -Es un nerd piensa como un nerd- murmure

Así que con esto quiero advertirle, que cualquier otro movimiento, no solo las cuarenta páginas serán bloqueados, si no que destruiré toda la red…Les restan diez horas….Matt77.

Todos los presentes se quedaron fríos, solo esperando mi reacción. ¿Que debía sentir? ¿ira? ¿Rabia? ¿Impotencia?... Pues no lo sentía, de cierta forma, sentía que por fin era retado, por alguien que podía darme la batalla, tal vez alguien cuyo intelecto, no se quede a la mitad o sea igual al de un mono, ¿curiosidad?, tal vez, la curiosidad de tener un juguete nuevo.

-Déjenme solo- Murmure y eso fue suficiente, como para que todos los trabajadores, comenzaran a salir del lugar. Tenía que pensar como detener a este desgraciado hacker, que atentaba con la seguridad de mi imperio.

Veía como todos mis empleados salían, siendo el último en salir, el pequeño David

-Perdone señor, no pude- murmuro agachando la cabeza, mientras yo pensaba que este David, le quedo pequeño a Goliat- Pero si desea un consejo, pues le diré, que acepte reunirse con el sujeto, pues todo este control, debe hacerse desde su computador central, si logra detener el ataque desde allí, sus páginas se levantaran y todo regresara a la normalidad- Añadió, para luego caminar hacia la puerta y dejarme completamente solo.

-¿Reunirme?- murmure, con dudas. Camine hacia una pequeña impresora y encontré una nota, lo que parecía ser la primera del hacker, así que en voz alta comencé a leer- Hola, soy un hacker y se lo que están haciéndole a estas pobres personas, son unos estafadores. No intenten, solventar el problema, pues me apropiare del site completamente. Lo sacare de la red y un mensaje se disparara a la policía y créanme que estos se mostrara muy interesados en ustedes más que en mí. No estoy en búsqueda de dinero, no quiero poder y tampoco busco mujeres, así que se preguntaran ¿qué deseo?. Quiero hablar con la mente detrás de esto, consíganme una cita y a esa persona le expondré mis exigencias…Tienen veinte y cuatro horas. Matt77 - Termine de leer la nota y lleve una barra de chocolate a mi boca.

Me sentía acorralado, ¿cómo es posible, que me planteen a mí la posibilidad de reunirme con un hacker? Un hacker, que quiere atentar con mi negocio.

Tragarme mi orgullo, no era una opción viable, aunque al parecer era la única opción que este maldito geniecito me había dejado.

Suspire, viendo hacia el techo, cuando mi cerebro grito. Perder una batalla no implica perder la guerra y yo puedo ser muy persuasivo, con nuestro pequeño y osado hacker.

Sonreí y clave mis dientes en mi barra de chocolate, para así tomar asiento en una silla, frente a la maquina cuarenta y ocho.

Hola, soy el estafador…Si quieres verme, deberás buscarme en dos horas, en el candado sin la llave…Te estaré esperando.

Envié mi mensaje y me levante corriendo de la silla. No tenía tiempo que perder, pues solo tenía dos horas para alistar todo…

-Si quieres guerra, guerra tendrás- Murmure, caminando hacia la salida, para buscar a David, el juego había comenzado.
Notas finales: Lexy: Bueno, gracias por leer, esperamos subir el próximo a más tardar mañana.

Jaswhit: Uy, que pasará?

Ale: Dejen REVIEW :3

Las tres: Adios

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