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Nantaimori por Iratxe

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Notas del capitulo:

Weii~ Vengo como siempre a la actualización...mensual (?) Me merezco una leche o algo por tardar tanto.

 

Pero ya está aquí....un capítulo de emociones variadas~

 

Y antes de empezar aquí tenemos a nada más ni nada menos que DON TORTUGO :D

 

 https://pbs.twimg.com/media/BJGZEtyCEAAqULA.jpg

 

 

 

No, no me inspiré en este señor, pero a que mola?

La noche era tan oscura... a pesar de que el clima se estuviera suavizando en aquellos días...juraría que podía haberme perdido en medio de aquella oscuridad... Pero ya lo había hecho en la oscuridad de sus ojos. No estaba preparado para lo que ocurriría...

 

 

 

Recuerdo llegar al hotel con él. Nada del otro mundo, solo uno de esos tantos edificios que la gente utiliza para mantener relaciones con parejas no legítimas. Su peso se recargaba sobre mis hombros, a penas podía sostenerse por su cuenta. No hay recepcionista, es un trámite innecesario, simplemente pagas y obtienes la llave de tu habitación, conozco estos sitios, al fin de al cabo regentamos algunos.

 

 

 

''Habitación número 024, disfruten de su alojamiento'' – rezaba la pantalla de la máquina que ''amablemente me atendió''

 

 

 

Tomamos el ascensor directamente, Shinji no había vuelto a abrir la boca. Pensé que estaría cansado. ''Ahora se dormirá y con un poco de suerte estará tranquilo y podré acurrucarme a su lado el resto de la noche''

 

 

 

Me detuve un momento antes de entrar en la habitación; mi faceta de persona responsable y preocupada por los demás me hizo pensar en cual sería la situación actual de Ruki y Uruha, si estarían bien los dos solos en casa.

 

 

 

Pero el sonido de la puerta cerrarse y los labios de Tora tan cerca de los míos borraron todo rastro de aquella pareja en mi mente.

 

 

 

**

 

 

 

Esos dos energúmenos estaban a punto de comenzar una pelea estúpida sin ningún sentido. Tanto me daba si se mataban, pero no quería que causaran escándalo y que el personal del local llamara a las autoridades pertinentes y nos echaran de allí a patadas. Con esto en mente me levanté; apartando a Haido de mi lado, y me impuse con seriedad:

 

 

 

-Chicos, por favor, nada de conflictos...Miyavi, ya sabes que Kazuki hace esto solo por fastidiarte, no tiene ningún interés en Yuuki-miré al aludido-No te ofendas-me dirigí al pelirrojo esta vez, suspirando pesadamente-Kazuki... ¿No te da vergüenza? Aoi se desvive por ti...Está esperándote en casa ahora mismo, no malgastes tu tiempo en una zorra barata-hice una pausa-Mis disculpas de nuevo, Yuuki-

 

 

 

-El hombre del tumor tiene razón-proclamó el drogodependiente-No merece la pena, tengo a otra ''diosa'' en mi casa que se muere por estar conmigo-

 

 

 

La paz volvió a reinar, aunque los ojos de Miyavi seguían fijos en aquel sujeto de labios carmesí, refulgían de deseo...

 

 

 

-¿Te lo vas a llevar?-pregunté; este asintió despacio-Pues fin de la reunión-

 

 

 

-¿Llevarme?-Yuuki parecía aterrado-¿Llevarme a dónde?-

 

 

 

Tomé la mano de Hyde y abandoné la reunión para no escuchar los ''gritos celestiales'' que tendríamos a continuación.

 

 

 

-Pobre Yuuki-su vocecilla me hizo apretar el agarre de mi mano sobre la suya, era un acto reflejo que estaba intentando remediar-No sabe lo que le espera-

 

 

 

-Miyavi no es un mal tipo, cuidará bien de él-intenté tranquilizarlo mientras subíamos a nuestro coche, de vuelta a casa

 

 

 

-Pero ser la mascota del jefe es muy duro...Lo va a pasar mal-

 

 

 

-¿Acaso tú lo pasas mal conmigo?-me ofendí

 

 

 

-No...no es eso Gacchan...tú sabes que yo te quiero...-

 

 

 

-Siempre te estás quejando-le espeté, sin perder mi característica calma-Que si no te doy cariño fuera de casa, que si soy muy frío... ¡Podría tratarte mil veces peor de lo que lo hago! ¿Tú has visto cómo humilla Kazuki a Aoi en público? ¿Te gustaría que hiciera eso? ¡Yo siempre te he respetado! ¡Nunca he hecho nada que tu no quisieras!-

 

 

 

-No, pero...-

 

 

 

-Por el amor de Dios, Hyde, ¡a penas si lo saca de casa! ¡Lo trata como si fuera un maldito perro! Y tú recuerdas sus moratones en las reuniones en su mansión; te aseguro que no se cayó por ningún sitio...-comencé a argumentar

 

 

 

-Lo sé, lo sé...-

 

 

 

-¡Entonces no te quejes!-alcé la voz por primera vez, y se encogió en su asiento, cerrando los ojos fuertemente, como si esperara un golpe-No hagas eso, yo nunca te pondría la mano encima-me crucé de brazos-Me ofende que pienses eso de mí-

 

 

 

-Satoru...-raramente me llamaba así, solo en la intimidad y en momentos muy concretos-Yo no...no pienso que...que vayas a hacerme daño o a golpearme...pero tú no sueles alterarte...y cuando lo haces...cuando te enfadas...me gritas y...no tengo miedo, pero...me siento mal, y quiero llorar-agachó la cabeza y tuve que hacer mi mayor esfuerzo para no abrazarlo, besarlo y consolarlo durante el resto del viaje, en el fondo soy débil ante él, solo que no se lo demuestro para que nadie pueda ver esa parte de mí

 

 

 

-Hideto, ni se te ocurra llorar, serénate-mi voz volvió a sonar calmada-Todo está bien, pronto estaremos en casa-

 

 

 

-Allí dentro sí que me quieres, ¿verdad? Quizá no sea tan distinto de Aoi...-estaba enfadado, y eso solo significaba toneladas de indiferencia por tiempo indefinido para mí

 

 

 

-Yo siempre te quiero-volvemos a lo mismo, las discusiones son tan monótonas

 

 

 

No hubo más palabras.

 

 

 

**

 

 

 

Estaba claro que la diversión se había terminado, no tenía nada más que hacer allí, así que bajé de aquel escenario improvisado y me incliné, no por respeto, si no para recoger mi pipa del suelo, la necesitaba de nuevo.

 

 

 

-Ala, diviértanse dándose zaszas por detrás mutuamente-fue mi manera de despedirme, como si me importara lo que piensan de mí un travesti y una fulana a estas alturas de mi vida

 

 

 

Qué parejaza, ¿no? Van a salirles bebés con identidades sexuales muy dudosas... Joder, a mí que no me pidan que sea su padrino ni nada por el estilo. No me gustan los niños, y menos si son feos y llorones como los padres.

 

 

 

Raichu me llevó a casa en el coche, y esta vez me pasé todo el camino recostado en los asientos, mirando al techo, creando imágenes con los puntitos del material del que estuviera hecho... Me sentía tan relajado...

 

 

 

No quería salir del coche cuando llegamos a casa, pero tenía hambre. Así que cogí del brazo a la primera sirvienta que apareció:

 

 

 

-Oye cariño...-

 

 

 

-Dígame, Kumichou-

 

 

 

-Me gustaría comértelo todo pero... ahora tengo hambre de comida de verdad...-me aparté de ella-Ve y prepárame algo-

 

 

 

-Por supuesto-

 

 

 

-Bien~-sonreí-Llévamelo a...a... No sé, ¿dónde podría comer?-

 

 

 

-¿En el comedor, señor?-

 

 

 

-Sí, pues allí...¿Dónde está?-

 

 

 

-Por allí-me señaló una dirección-La segunda puerta a la derecha-

 

 

 

-Gracias ricura-

 

 

 

Segunda a la derecha, segunda a la derecha... Se me habrá olvidado antes de llegar y volveré a aparecer en otro jardín extraño, me voy a mudar a un piso de cincuenta metros cuadrados, como la gente normal, y así no me perderé más.

 

 

 

-Hey-una mano en mi trasero me sobresaltó

 

 

 

-¿Ah?-me di la vuelta-¡Don tortugo!-me colgué de su cuello como una adolescente lo haría del de su novio-cari-pichurri-cielo-bonito-cosa-¿Qué haces aquí?-

 

 

 

-Trabajo aquí-

 

 

 

-Trabajar, trabajar... Lo que tú haces no es trabajar-incliné mi cabeza-¿Te apetece echar uno rapidito antes de comer?-

 

 

 

-Lo siento-apretó mi trasero entre sus manos-No me gusta la gente que se mete con mis tortugas-

 

 

 

-Oh, vamos-me restregué contra él-Tengo hambre y quiero amor-

 

 

 

-Pídeselo a Aoi-san, está deseándolo-

 

 

 

-Aoi-san, Aoi-san, ¡qué pesaditos estáis todos con Aoi-san!-me enfurecí

 

 

 

-Quizá es que deberías hacerle caso...-se apartó de mí-Hazme un favor y fíjate en él la próxima vez que te lo tires... Quizá todas las marcas que tenga no sean tuyas-

 

 

 

-¿Qué estás insinuando? ¿Me engaña con otro?-alcé una ceja

 

 

 

-No cómo tú lo haces... Adiós, Kazuki-

 

 

 

-¡Espera, Don Tortugo! ¿Cómo te llamas realmente?-

 

 

 

Se giró y curvó sus labios para regalarme una sonrisa.

 

 

 

-Dime Kai-

 

 

 

Kai... Ese era él...

 

 

 

Me sentí algo desorientado porque no pude ver cómo desaparecía, ¿sería un efecto del opio?

 

 

 

**

 

 

 

Miré a aquel hombre con desesperación, ¿llevarme? No quería que me llevaran a ningún sitio. ¡Yo no era una prostituta! Solo trabajaba, daba espectáculos... Y se me daba bien.

 

 

 

¡Era una persona digna! Quizá no había estudiado lo que mis padres querían, quizá me había escapado de casa... Pero disfrutaba bailando.. y el trabajo estaba bien remunerado. Me gustaba mucho, no quería que esto cambiara...

 

 

 

-Señor... ¿qué va a hacer?-

 

 

 

-Te vas a venir conmigo a casa-me dijo, tomándome las manos

 

 

 

-¿Qué? ¡No! Nononono...-me eché atrás-Por favor...-

 

 

 

-No, no tengas miedo-se acercó a mí de nuevo-Soy un buen chico...-

 

 

 

-No...no lo dudo...-tragué saliva-Pero no quiero irme a su casa, señor...-

 

 

 

-Llámame Miyavi-

 

 

 

-Miyavi...verá creo que se ha confundido...yo no soy ''ese tipo de chico''-

 

 

 

-No quiero pagarte para que me des sexo, quiero que seas mi pareja-

 

 

 

-Pero no le conozco-

 

 

 

-Te encantaré, vamos, ven conmigo-me tomó la mano y salimos de la sala

 

 

 

-No, por favor...-me revolví y pedí ayuda al llegar a la recepción-¡Señora, ayúdeme!-

 

 

 

-Me lo llevo-Miyavi inclinó un poco la cabeza-Mis hombres le enviarán la compensación pertinente, señora-

 

 

 

-Claro, encantada de contar con usted, señor-

 

 

 

¿Así? ¿Tan poco valgo? Me resistí todo lo que pude pero Miyavi me agarraba con firmeza. Me metió en el coche y temí por mi vida, ¿qué me haría? Me encogí en el asiento, intentando cubrirme. Sentí sus manos sobre mí y contuve la respiración.

 

 

 

-Siéntate bien-

 

 

 

Cerré los ojos y le obedecí, esperando que hiciera lo peor, pero lo único que hizo fue abrocharme el cinturón de seguridad.

 

 

 

-No quiero que te pase nada-se abrochó el suyo propio

 

 

 

-Gracias-

 

 

 

-Relájate...no voy a hacerte daño, en serio...-agachó la cabeza-No soy malo-

 

 

 

Por alguna razón le creí...por alguna razón me tranquilicé.

 

 

 

**

 

 

 

La luz estaba apagada, y podía sentirlo tan cerca... Me había acorralado contra la puerta. Mi cabeza se había detenido, no podía pensar con claridad:

 

 

 

-Shinji...-solo pude pronunciar su nombre

 

 

 

-Calla-sonó autoritario

 

 

 

-Vamos...a dormir...-traté de mantenerme calmado

 

 

 

-¿No eras tú el que rogaba por un pene hace un rato? Ahora tienes uno enterito para ti si lo quieres-apegó su cuerpo más aún al mío, para que lo sintiera-No sé de qué te quejas-tomó mis manos y las puso por encima de mi cabeza

 

 

 

Tragué saliva y me volví valiente.

 

 

 

-Tora-

 

 

 

-¿Qué?-

 

 

 

-Aparta-me libré de su agarre-Ahora vete a dormir y yo haré lo mismo-me dirigí a la cama

 

 

 

Soy retrasado mental, Shinji quiere follarme y no le voy a dejar. Idiota, Akira, idiota...

 

 

 

-Akira-de repente lo tenía en frente de nuevo, su rostro levemente iluminado por la luz de la noche, a penas podía distinguirlo

 

 

 

Y entonces me besó. Era lo que quería, ¿por qué no podía reaccionar? Su boca sabía a tequila y tabaco... Era una sensación pegajosa...sus labios contra los míos...

 

 

 

Me mordió y gemí del gusto. Fue algo natural...Me salió solo...

 

 

 

-Repite eso-

 

 

 

-Shinji, no...-

 

 

 

-Que gimas-me agarró la entrepierna y cedí a su petición-Así...-empezó a masajear mi miembro por encima del pantalón-Muy bien, Akira-

 

 

 

-Mm...-me apoyé en sus hombros-Shinji...ah...-

 

 

 

-Así me gusta-rodeó mi cintura con una mano y metió la otra bajo mis pantalones, siguiendo con su tarea por encima de la ropa interior-¿Te gusta, verdad?-

 

 

 

-Me...me gusta-

 

 

 

-Vamos, tienes una tarea que hacer-sacó su mano de mi pantalón-ya sabes a qué me refiero-

 

 

 

Por supuesto que lo sabía. ¿Pero estaba dispuesto a hacerlo? No me disgustaba la idea de darle sexo oral a Tora, no soy un santo, después de todo, pero si que me disgustaba la idea de que una relación que hasta entonces había sido igualitaria se convirtiera en el tipo de relación que podría tener un amo con su mascota.

 

 

 

Pero...por desgracia para mí, por mucho que en mi cabeza mis principios estuvieran organizados y no quisiera arrodillarme ante nadie... Tora no era un don nadie.

 

 

 

Así que me hinqué de rodillas y desabroché el pantalón que llevaba mi acompañante. Vamos, Akira, has hecho esto muchas veces, no hay tanta diferencia solo porque sea él. Saqué su miembro de la ropa interior sin siquiera quitarle los pantalones. Y lo hice. Puse toda mi alma en aquella mamada, y sé que Shinji la disfrutó. ¡Sé que lo hice mejor que Uruha! Porque sinceramente, el sexo oral no es el punto fuerte de ese niño, precisamente.

 

 

 

-Akira...joder...-había sido todo lo que había dicho antes de venirse en mi boca, lo tragué todo como una buena puta, por supuesto-No sabes lo cachondo que me has puesto... ¿Por qué nunca me dijiste que se te daban tan bien estas cosas?-

 

 

 

-Nunca preguntaste-

 

 

 

-Levántate-volvió a ordenarme, y le obedecí gustoso

 

 

 

Me tiró sobre la cama, y mi cabeza volvió a funcionar. ¿Realmente iba a hacer esto? ¿Podría cargame una amistad de toda la vida por una puñetera noche?

 

 

 

Akira, llevas años lamentándote porque Tora ni te tocaba. Ahora lo tienes encima de ti, mordiéndote el cuello. Por favor, por una vez, disfrútalo.

 

 

 

Mañana arrepiéntete si quieres. Pero al menos lo tuviste una noche.

 

 

 

**

 

 

 

Sabía que Kazuki estaba en casa; el aroma a opio se extendía por todos los pasillos de la mansión en cuanto cruzaba la maldita puerta. Era mediodía, así que me dirigí al comedor para alimentarme un poco, aunque tenía planes de vomitarlo más tarde, había que aparentar para sobrevivir. Sin embargo; algo llamó mi atención en el jardín antes de que pudiera abrir la puerta. Era aquel tipo de nuevo, como si fuera una visión:

 

 

 

-Hey...-me acerqué a él, haciendo que mis pies descalzos chapotearan sobre la hierba encharcada del jardín-Tú...-

 

 

 

-Aoi-san-su sonrisa iluminó el jardín entero-Acérquese-me extendió la mano, y por alguna razón la tomé-Tengo que enseñarle algo...-

 

 

 

Nos acuclillamos frente al estanque.

 

 

 

-Mira, esa es mi tortuga favorita...-señaló a una que se encontraba tomando el ''sol'' fuera del agua-Se llama Mipou, está un poco aletargada normalmente, pero es una buena chica-

 

 

 

-A quién me recuerda...-murmuré, irónicamente

 

 

 

El silencio reinó entre nosotros solo por unos instantes:

 

 

 

-Aoi-san-

 

 

 

-¿Sí?-

 

 

 

-¿Me permite?-

 

 

 

Me tomó la mano y levantó dulcemente la manga de mi traje, dejando al descubierto las marcas que había vuelto a hacerme aquel día. Me sentí avergonzado y no fui capaz de mirarlo a los ojos durante más tiempo:

 

 

 

-Bonitas marcas, un trabajo tan pulcro requiere mucha práctica-sonrió irónicamente

 

 

 

-Cállate...ah...-me sentí idiota al no conocer su nombre

 

 

 

-Soy Kai...-inclinó su cabeza-No deberías seguir haciendo esto...Te estás haciendo verdadero daño, y no solo hablo de lo físico-y, dicho esto, sentí un pequeño mareo, y cuando volví a abrir los ojos, había desaparecido

 

 

 

Había vuelto a huir...

 

 

 

**

 

 

 

Estaba siendo una noche dura; Uruha lloraba, y yo me sentía culpable. Pero en el fondo sabía que había hecho bien; necesitaba que él tuviera esa reacción, que pensara un poco... Que se diera cuenta de que a Tora él no le importa. De que no va a venir a salvarlo... Estaba convencido de ello, no tenía ningún miedo a ser descubierto, y aunque lo fuera, a ese idiota le importaba bien poco lo que yo hiciera o dejara de hacer con Uruha.

 

 

 

Quizá incluso se uniría. ¿Será ese tipo de depravado? No quiero averiguarlo... Me disgusta la idea de tener contacto con él. Parece tan frío y cruel... seguro que es un tipo sadomasoquista y dominante al que le encanta infringir daño para asegurarse su propio placer...

 

 

 

Qué asco...

 

 

 

No podía hacer mucho por el estado de Uruha, pero al menos sabía que no me odiaba, ya no se resistía a tenerme sobre él, creo que en el fondo le gustaba que le diera calor, pues hacía algo de frío esa noche...

 

 

 

De vez en cuando le besaba... Por una parte porque me apetecía, por otra para consolarlo y por otra para aprovechar la oportunidad, no sabía cuando sería la próxima ocasión en la que los dos estaríamos juntos de esa manera...

 

 

 

Él no me correspondía...quizá porque seguía resentido, o quizá porque estaba medio dormido...pero no me importaba, chocar sus labios con los míos era suficiente para mí por el momento...

 

 

 

Eran las cuatro de la mañana y había vuelto a despertar; no sabía si realmente tenía ese tipo de rutina del sueño o era debido a mi presencia, así que levanté mi cabeza de su pecho, donde se encontraba apoyada, y sonreí:

 

 

 

-¿Cómo estás?-

 

 

 

No respondió, pero no me importó que no me hablara, sonreí y le di otro beso.

 

 

 

-Deja de hacer eso-

 

 

 

-Pues corresponde...-

 

 

 

-Solo lo hago con Tora-

 

 

 

-Hay muchas cosas que haces con Tora y no conmigo, y hay muchas cosas que Tora hace con otros y no contigo, cambiemos eso-

 

 

 

Soy un manipulador cruel, ¿verdad? Uruha tiene razón. Soy un ser despiadado...pero a veces hay que ser malo para conseguir lo que quieres, y es el papel que me ha tocado jugar esta vez. ¿Haber sido semi-violado por Reita será suficiente para expiar mis pecados? No lo creo, pero es un principio, al menos.

 

 

 

-Eres malo...-

 

 

 

¿No va a volver a llorar, verdad? ¡Si es que no sé de donde saca tanta agua! ¡Tendría que haberse deshidratado ya! ¡Aaahh! Me puse nervioso y solo atiné a acallarlo tarareando una canción de cuna. Qué estúpido, ¿no?

 

 

 

-¿Qué haces?-preguntó, en un sollozo

 

 

 

-Tenía la esperanza de que te calmara...si los besos no lo hacen-

 

 

 

Un poco más de silencio, su respiración se volvió más pausada.

 

 

 

-Ruki-

 

 

 

-¿Sí?-

 

 

 

-Dame otro-

 

 

 

No podía haberme pillado más desprevenido.

 

 

 

-¿Ah?-

 

 

 

-Que me beses-

 

 

 

Volví a inclinarme para besarle y todo fue muy rápido; tomó el papel dominante en el beso, me mordió, jugó con su lengua como quiso, y lo deshizo todo en un instante.

 

 

 

-Ahora duérmete-forzó mi cabeza contra su pecho-Y calla-

 

 

 

¿En serio pretendía que me durmiera ahora? ¡No podía!

 

 

 

O eso pensé...porque los latidos acompasados de su corazón en mi oído fueron la mejor canción de cuna...y caí redondo. Buenas noches a ti también.

 

 

 

**

 

 

 

¿No os habéis preguntado quién soy yo? El criador de tortugas, por supuesto. ¿Y cual es mi papel en esta historia? ¿Por qué solo he interaccionado con Aoi y con Kazuki hasta el momento? ¿Por qué puedo entrar y salir a mi antojo de la casa más peligrosa de todo Osaka aunque nadie me haya contratado? ¿Y por qué sé tantas cosas? Soy un personajillo pintoresco y austero, no cabe duda... ¿Pero quién o qué soy yo?

 

 

 

Quizá yo solo sea el espectro de sus deseos incumplidos. Quizá yo solo sea su conciencia...Quizá yo solo sea...un simple ser inmaterial.

 

 

 

Todo lo que hago no tiene una mente humana o una personalidad detrás... Son simples símbolos que emanan de sus mentes confusas...

 

 

 

¿Kai? ¿De dónde sale eso? Es un nombre que ambos conocen, simplemente eso... ¿Mi imagen? Puedo ser alguien con quien se cruzaron alguna vez de manera casual, incluso uno de sus sirvientes despedidos a los que solo vieron una vez. La memoria humana almacena rostros de una manera increíble... Este fenómeno también se da en los sueños, es por eso que en ellos nos encontramos con personas aparentemente desconocidas en algunas ocasiones. Pero no lo son... no las recordamos, pero nuestro cerebro sí.

 

 

 

Por supuesto, no solo mi imagen física es diferente para ambos, sino también la psicológica, personal, o como queráis denominarla:

 

 

 

Aoki solo quiere alguien que le aprecie, que le diga que es hermoso...Es por eso que mi imagen ante él es la de un chico atento que le aconseja que deje de hacerse daño... ¿Alguien más se ha fijado en el detalle de Mipou? ¿En que es un simple anagrama de Opium? Esa palabra no sale de su atolondrada cabecita...

 

 

 

Y luego está Kazuki, el kumichou. No es que sea un caso perdido, pero si se quiere desintoxicar necesitará una fuerza de voluntad de la que carece... Su ''yo'' bajo el efecto de las drogas solo desea alguien que le contradiga, porque le encanta reafirmar su puesto como líder de la manada. Y ese es mi papel, porque como ya he dicho, quizá yo solo sea el fantasma de sus deseos frustrados.  

Notas finales:

NANAANANANANAN yastaa~

He patinado mucho con lo de Kai, verdad? Entono el mea culpa~

 

Por otra parte... acabo de dar por finalizado el otro fic que andaba continuando así que terminaré el one-shot que tengo a medias y~volveré por aquí!

 

Mucha suerte a todo el mundo -w-


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