Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nantaimori por Iratxe

[Reviews - 72]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Wei~ -w- Vengo actualizando rápidamente porque esto ha sido una idea repentina xD Espero que os guste!

Cuando terminé de comer los sollozos de Aoki aún eran audibles, y la verdad es que me estaba desquiciando:



-¡¿Quieres dejar de llorar?!-me di la vuelta, molesto



-Deja de gritarme...-sollozó, se cubrió con la brillante tela de su traje y se convirtió en un pequeño bulto en el suelo



Me levanté y me dirigí hacia él, notando como temblaba al sentir mis pasos acercándose.



-Levanta-



Una orden simple, una sola palabra, ¿por qué me puso pegas?



-Ka...Kazuki por favor no...-estaba aterrado, podía sentirlo, y eso me hacía creerme poderoso-Te...te juro que no he estado con nadie más que contigo...pero por favor...no me pegues...-



Al escuchar eso algo se revolvió en mi interior. ¿Yo? ¿Pegarle a él? Yo no era de ese tipo, yo no quería hacerle daño, solo estaba enfadado porque me había puesto los cuernos. ¡Se merecía que le hiciera esto! ¡Que no hubiera hecho nada! Lo levanté de nuevo.



-¿Seguro que no me estás mintiendo?-inquirí



-Se...seguro-



Lo solté y volvió a caer al suelo.



-Demuéstramelo, compláceme-desabroché mi traje



-Pero...Kazuki... de verdad que me encuentro muy mal... ahora no... por favor... No me obligues a hacerlo...-



-¿Qué pasa? ¿Tienes la regla o algo así? ¿Desde cuando me puedes dar réplica?-



-Desde...desde nunca-admitió su debilidad ante mí



-Entonces hazlo-le ordené



**



Me sentía asqueado, por primera vez en mucho tiempo... El miembro de Kazuki golpeaba el fondo de mi garganta una y otra vez. Las arcadas me inundaban. Eso era yo para él, ¿verdad? Un juguete sexual, un culo y una boca para su disfrute personal, nada más. Estaba claro que yo no servía para nada más...ese era mi destino.



Tener sentimientos sale caro...



Casi me ahogo cuando se corrió en mi boca; tragué parte del líquido y escupí el resto en el suelo. Levanté mi cabeza solo para contemplar su expresión de éxtasis.



-Perfecto, cariño, perfecto-poco le faltó para aplaudirme, acarició mi cabeza como si fuera un perro a modo de premio



Cariño, ¿cuánto hacía que no me llamaba así? Se agachó para besarme largamente y me sentí algo reconfortado por ello.



-Muy bien... ¿Vamos a nuestro cuarto a por unos mimos post-orgasmo?-ronroneó en mi cuello-Si quieres te doy uno a ti antes-me besó de nuevo-Así te sentirás mejor-



Asentí levemente, si le tenía tranquilo con sus ''mimos'' todo iría bien para mí.



Así que acabamos en nuestra cama los dos, Kazuki me abrazaba y me daba besos de vez en cuando, así que podía respirar tranquilo, el peligro había pasado.



-Aoki~-canturreó, a la par que besaba mi mejilla-¿Me perdonas por haber pensado mal de ti hace un momento...?-sonaba arrepentido de verdad, como un niño pequeño



-Sí...-mentí, y me di media vuelta para no darle la cara



-¿Estás enfadado?-su cabeza en mi cuello



-No...-



-Sí que lo estás... Vamos, mírame-me dio la vuelta-¿Vas a llorar otra vez?-me acercó más a él-¿Eh?-



No contesté, solo dejé que me abrazara. Kazuki estaba tranquilo ahora...después de gastar tanta energía enfadándose conmigo habíamos llegado a un pequeño remanso de paz y tranquilidad. No sabía cómo de lúcido se encontraba hasta que me hizo aquella pregunta:



-Entonces... ¿Te sigues cortando?-



-Kazuki...no quiero hablar de eso-



-Yo sí... ¿por qué lo haces?-



-Ya te he dicho que me odio-



-Pero yo te quiero-lo murmuró sobre mis labios



Fui feliz solo con eso, qué estupidez.



Nos quedamos abrazados un rato, hasta que Kazuki se durmió de nuevo, había tenido una mañana ajetreada. Yo aún no había comido nada así que me levanté y regresé al comedor donde habíamos estado antes. Ya habían limpiado el suelo. Cerré un poco los ojos mientras esperaba a que las sirvientas a las que ya había alertado de mi necesidad me trajeran la comida. Cuando los abrí una bandeja se encontraba frente a mí, y también Kai.



-Vaya, su alteza ha despertado-sonrió



-No fastidies, que me duele la cabeza-



-Pues entonces no te esfuerces, yo te daré de comer...-tomó un trozo de carne con los palillos-Vamos, di aaah...-



-Tú lo que quieres es que me quite el velo, idiota-me quejé



-Te recuerdo que ya te he visto sin él-



-Pues no lo harás nunca más-



-Venga, un trozo de tela no te hace distinto, no te va a matar el quitártelo un poco... Eres una persona normal, como cualquiera-al final le dejé que me quitara esa molesta tela y permití que me alimentara, tenía hambre después de todo-Estás muy mono así...-



-Gracias-fue todo lo que dije



-Tienes que alimentarte bien, para seguir siendo tan hermoso como ahora, recuerda eso...¡Oh, y cúrate esas feas heridas, no quiero que se infecten!-fue su última frase



Se fue, pero no escuché la puerta correrse.



Qué desubicado estoy.



**



La condición física y psicológica de Uruha empeoró en los días siguientes al incidente entre Tora y Reita... Pero no se deprimió, no fue ese tipo de cambio, al contrario, se convirtió en una prostituta cada vez más demacrada, por así decirlo... Perdió un par de kilos en solo unos días, hasta el punto en el que llegué a pensar que vomitaba y tuve que controlar todas sus comidas para cerciorarme de que no lo hacía. Hablaba frente al espejo mientras se arreglaba durante horas...Era prácticamente lo único que hacía. Peinaba incesantemente su cabello, como una lamia junto al río. Estaba obsesionado con mantenerse deseable, pues la única razón que se le ocurrió para que Tora no lo quisiera fue que no era lo suficientemente atractivo para él. Ya no transpiraba aquel aura de humildad y majestuosidad que tenía cuando lo conocí... Ahora sus ropas eran suntuosas, y su maquillaje recargado. Procuraba ''exhibirse'' todo lo que podía, pero estaba claro que no le daba resultado. El interés de Tora seguía centrado en Reita, y no parecía tener intenciones de cambiarlo. Pasaron prácticamente todas las noches siguientes juntos, y era fácil escucharles...



En cuanto a nuestra relación, Uruha se estaba convirtiendo en ''doña despechada'' así que solo me quedaba esperar a que viniera a mí. Tuve paciencia, y fui recompensado, solo una semana después del incidente Uruha me abordó antes de ir a dormir.



-Ruki...-desabrochó su bata-He estado pensando sobre esto...y creo que estaría bien...si tú y yo...-la dejó caer-Le damos qué decir a esos dos...ya sabes...una revancha. Por nosotros, para desahogarnos, para divertirnos...-



No iba a ponerme en plan: ''Oh, Uruha, pero tú no me quieres, esto está mal, no deberíamos hacerlo'' Soy bajito, no retrasado. Así que me acerqué a él y tomé lo que me ofrecía. Lo besé, manchándome con el intenso carmín que utilizaba ahora. Cuando me separé de él me parecieron incluso sexys las líneas rojas que habían quedado al rededor de sus labios después del contacto.



-¿Quieres ir a la cama?-pregunté



-Ni de coña...-se subió al tocador-Hagámoslo aquí mismo, a Tora le gustaba, hahaahah-una risa desquiciada más propia de un maníaco que de él



-No hables de Tora ahora, por favor-le cerré la boca abriéndole las piernas



Tomé su miembro entre mis manos y me lo metí a la boca sin pensarlo, porque si me lo hubiera planteado dos veces probablemente me hubiera detenido, algo asqueado por la idea. Lo lógico sería haber perdido todo prejuicio respecto al sexo estando en esa casa, pero no era así. Movía mi lengua al rededor de la punta del glande de Shima mientras notaba como se iba endureciendo con el pasar de los segundos.



-Ah...Ruki...-me agarró del cabello, instándome a que me lo metiera más profundamente en mi boca-Más...ah...eres genial...ah...-



Sabía de sobra que me estaba mintiendo, no soy idiota, yo era un maldito inexperto en esto después de todo. Uruha solo quería montar escándalo para molestar a Tora, pero me daba bastante igual a esas alturas. Dejé mi tarea y volví a sus labios, en el fondo quería acallarlo.



-¿Quieres que... me ponga yo encima?-pregunté, tímidamente



-Oh, tu primera vez como activo, qué honor...-bajó del tocador y se dio la vuelta, alzando el trasero-Espero que sepas lo que tienes que hacer con esto...-pude ver su sonrisa a través del espejo, no me quitaba el ojo de encima



-¿Quieres que te prepare...o..?-pues no, lo cierto era que no tenía ni idea de qué hacer



-Hahahahhah-una risa aguda por su parte-No necesito preparación alguna, por favor, estoy sobrado de experiencia ¡Vamos, hazlo rápido!-



Obedecí, tanteé un poco su entrada antes de introducirme y lo hice echarse hacia delante al penetrarle, temí que se golpeara con el espejo.



-Ah...-un gemido seco que no llegó a su fin salió de su garganta-Perfecto...-



Apoyé mis manos en el mueble para una mayor comodidad.



-Mira al espejo-me sugirió él, pero por alguna razón intuí que no era a mí a quien le hablaba-Ahora sí que te parezco hermoso, ¿verdad? ¡¿Verdad?!-movió sus caderas para incitarme a que me moviera dentro de él



-Lo eres, lo eres-le susurré, escondiendo mi cabeza en su cuello-Eres precioso...ah...-quería calmarlo, que estuviera cómodo



No, realmente no.



Quería salvarlo. Ya sabéis, ese tipo de complejo de salvador, de mesías, que tienen los jóvenes. ''Yo puedo con todo, yo ayudaré a todas las almas atormentadas'' Ese tipo de idea era la que rondaba por mi cabeza.



Quizá no fuera la correcta.



**



Akira y yo ya habíamos pasado unos días juntos, teniendo sexo a todas horas y en todos lados... La verdad es que se convirtió en la única forma en la que conseguía desahogarme... Seguía queriendo a Shima, claro, pero un ''parche'' de vez en cuando le viene bien a cualquiera...



Una terminología un poco cruel para el pobre Akira, ¿no? Él es un buen chico, después de todo, solo quiere ayudarme, no es que le esté utilizando o algo por el estilo. Lo nuestro solo estaría mal si hubiera sentimientos amorosos de por medio, pero solo éramos buenos amigos, ahora con derecho a algo más. Y nos iba bien de este modo, me gustaba cómo estábamos.



Poco a poco dejé de interesarme por lo que hacía Uruha, bueno, lo intenté al menos. Y es que mi voluntad no era tan fuerte como cabría esperar de alguien de mi talante. Por mucho que lo intentara no podía evitar preguntarme si aquel pequeño rubio le habría dado duro, aunque dado su actitud sumisa supuse que no, no creía que tuviera la suficiente sangre en las venas. Hasta que llegó el día en el que pude escucharlos en pleno acto, alto y claro:



-Ah....Ruki...más...por favor...ah-esos eran los gemidos de Shima, no cabía duda, y algo se revolvió en mi interior al percatarme de ello



Con la intención de aliviar mi recién adquirida tensión me puse sobre Akira -el cual por cierto estaba a punto de quedarse dormido- en el sofá del salón.



-Aki...-le mordí la oreja-Hagámoslo de nuevo...venga...-



-Estoy muy cansado, Tora...-



Primera negativa, pero no tenía pensado rendirme.



-No te preocupes, lo haré yo todo...-mordí su cuello, y quizá le hiciera daño, porque se quejó y me apartó de él



-¡Ah! ¡Shinji, ya vale, suficiente!-quedamos los dos sentados-¡Estoy harto de esto!-



-¿Eh?-estaba desconcertado-¿Ya no te gusta hacerlo conmigo? ¿Te he exigido demasiado? ¿O es que te he hecho daño?-interrogué



-¡Me gusta el sexo alocado y salvaje como al que más! Pero estoy harto de que me utilices como tu juguete sexual para desahogarte cada vez que Uruha se te ofrece en bandeja de plata sobre la mesa del comedor. ¡Fóllatelo de una vez y luego reza diez ave marías para expiar tus pecados si es lo que quieres, pero a mí déjame en paz!  ¡No soy la putita de nadie, y mucho menos la tuya!-fue lo último que gritó antes de encerrarse en su cuarto



Me quedé un poco desconcertado por esa reacción, ¿no había sido un poco exagerado? Podría simplemente haberme dicho que quería dejarlo...



¿Qué debería de hacer ahora?



**



Estaba tan embelesado teniendo a Uruha para mí que no prestaba atención a las voces que se escuchaban fuera de la habitación. El mundo podría haberse acabado y ni siquiera me habría enterado.



La primera ronda había sido inigualable, y Uruha se me había lanzado como una leona para la segunda, aunque yo aún no estuviera ''del todo listo'', no sé si me explico. Shima me tenía debajo de él, lo haríamos sobre la cama esta vez... Mis manos por encima de mi cabeza y mi mente asumiendo que yo sería el pasivo en aquella ocasión.



-Ahora te enseñaré todo lo que me moría por hacerle a Tora y él no me dejaba-



Iba a reprocharle de nuevo el hecho de que lo mentara mientras estábamos en aquella situación, pero me di cuenta de que no serviría de nada una segunda reprimenda al respecto. Así que me limité a obviar el hecho de que Shima lo estuviera haciendo con Tora y no conmigo en su mente y procuré disfrutar de las atenciones que me brindaba. Se tomó la libertad de dejarme marcas por todo el pecho, a sabiendas de que Akira no volvería a tocarme, y de que si lo hacía por cualquier razón, tampoco le importaría que las tuviera. Bajó su cabeza un poco más para dar un par de lametazos a mi erección, pero si darme lo que realmente quería. Se dirigió ahora a la cara interna de mis muslos, cubriéndolos con sus besos húmedos, haciendo que me sintiera pegajoso tanto por fuera como por dentro...



**



-Akira, ábreme la puerta, por favor-



No me hubiera tomado esas molestias por nadie más, solo lo hacía porque era él. ¡Era mi mejor amigo de toda la vida, joder! Nos habíamos enfadado en contadas ocasiones, y no me gustaba un pelo. Al fin de al cabo él era la única persona que me entendía, a la que podía contarle todo lo que me ocurriera, y no quería fastidiar mi relación con él por una estupidez semejante.



-No quiero verte, ¡vete y móntate un trío con tus putas, tanto me da, te regalo a Ruki si lo quieres en mi puesto!-



Era difícil razonar con él así, por lo que me rendí. Me quedé un momento cavilando respecto a su última frase. La verdad es que estaba caliente después de todo... Quizá estaría bien cortarles ''la inspiración del momento''. Así que con aplomo y decisión me dirigí a la habitación de donde provenían los incansables gemidos. Abrí la puerta sin vacilar y me encontré al que hasta ahora había sido mi mascota practicándole una felación a alguien que no era yo.



-Siento interrumpiros-una sonrisa socarrona por mi parte-Parece que os estáis divirtiendo sin mí-me acerqué a la cama-Apártate, Shima-



Me obedeció, no sin antes reprochar:



-Tora, ¿qué demonios haces aquí?-



-Es mi casa y hago lo que quiera, dime tú qué estás haciendo con el pobre Ruki-este iba a levantarse, pero le puse una mano en el pecho y no se lo permití-Quédate ahí-le ordené-¿Ni siquiera lo has preparado, Shima?-dramaticé, tanteando con mis dedos su estrecha entrada-Le dolerá-introduje dos dedos al mismo tiempo, arrancándole un grito a Ruki



-¡Tora, déjalo, le estás haciendo daño!-intentó detenerme



-¡Shima, fuera!-lo empujé con mi mano libre



Nunca le había puesto la mano encima, nunca lo había empujado de esa manera, pero en aquel momento no pensé en ello, solo levanté a Ruki de la cama.



-Ahora estate quieto- me desabroché la cremallera solo para sacar mi miembro despierto-Veamos si vales lo que pagué por ti-y dicho esto lo puse a cuatro patas y lo penetré de una sola vez



Un grito de dolor y placer, y luego más gemidos, no hay mucho más que contar, realmente.



Fue un visto y no visto, Shima no quiso atender a lo que pasaba. Fue solo un desahogo, ni siquiera duró lo suficiente como para clasificarlo como un polvo. Dejé a Ruki transpirando en la cama, me abroché el pantalón y proclamé mi autoridad sobre ellos de nuevo:



-Van a cambiar un par de cosas en esta casa-me aclaré la garganta y me dirigí a Uruha en primer lugar-Tú, eres mi hermano y a partir de ahora te comportarás como tal. Dejarás de usar esos trajes y ese horrible maquillaje, te vestirás como un hombre y dejarás de servirnos como reclamo sexual. Tus obligaciones se han extinguido, a la mierda-me acerqué mucho a él-Mis responsabilidades sobre ti ahora se limitan a las de cualquier otro hermano mayor, te enviaré a vivir lejos con la mayor brevedad posible y te pasaré algún tipo de pensión mensual hasta que encuentres un trabajo-puse un dedo sobre sus labios-No me rechistes-carraspeé-Ahora, en cuanto a ti-miré a Ruki-Está claro que no has satisfecho a Akira, pero me ha cedido todo derecho sobre ti, así que no es ningún problema... Te convertiré en mi nueva mascota-



Pude ver el miedo en sus ojos, pero no me importó.



-Y dicho esto, ya está. Uruha, seguirás durmiendo en esta habitación. Ruki, tú te vienes a la mía en cuanto te vistas-miré el reloj, ya era algo tarde, buena hora para dormirse, o para tener sexo, según cómo se mire



Notas finales:

Wou~ Tengo inspiración ya para el próximo capítulo, pero empezaré a escribirlo cuando termine las clases, el día 11 >w<

 

Mucho amor y felicidad y pasaos por mi nuevo fic Ero Words -w-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).