¿Recordáis que no tenía conciencia de cuánto tiempo llevaba encerrado en aquel lugar? Miyavi despejó esa incógnita a los tres meses:
-Yuuki-se acercó a mí y me besó-Tenemos que hablar de algo...-
-¿Qué pasa?-
-Bueno... En un par de días será la reunión trimestral... ya sabes...tú asististe a la última-un beso en mi cuello-Pero esta vez me gustaría que vinieras como mi pareja...-
No supe qué responder.
-No tengo otra opción, ¿verdad?-
-Bueno, para que se te haga más ameno he pensado en...que salgamos hoy-
-¿Salir...al exterior?-se me iluminaron los ojos
-Sí...pero tienes que prometerme que no te escaparás-
-¡Lo prometo!-me lancé a sus brazos-Gracias, Miyavi, gracias...-
Me llevó en coche, y no podía dejar de mirar por la ventanilla; la luz, las calles...todo me apasionaba como si fuera nuevo para mí.
-Te voy a llevar a mi pastelería favorita-Miyavi parecía incluso más emocionado que yo
Pero en cuanto salimos del coche no me pude contener; y eché a correr. Ni siquiera grité pidiendo ayuda o algo similar, solamente corrí. Quería sentir que podía hacerlo, sentir el suelo bajo mis pies... Todas esas cosas que a una persona normal le parecerían irrelevantes... Pero yo llevaba tres meses encerrado, me sentía el hombre más especial de la tierra solo por poder caminar por mí mismo...
Pero pronto mordí el polvo, o las baldosas, más bien. Dos de los gorilas que nos habían acompañado me inmovilizaron y volví al coche.
Y por primera vez desde que lo conocía, vi a Miyavi enfadado:
-¡Me has mentido!-me gritó-¡Yo...yo he sido bueno contigo, Yuuki! ¡No me lo puedes negar!-
-N...no-me encogí en el asiento
-¡Te he dejado salir porque confiaba en ti! ¡¿Y así me lo pagas?!-me cogió del cuello de la camisa, y sentí como el tejido quería resquebrajarse por la fuerza que estaba aplicando
-Lo... lo siento... ¡Pero llevo tres meses encerrado!-
-¡Yo no te he hecho nada!-me empujó y me golpeé la cabeza contra uno de los asientos traseros-¡Ni si quiera te he tomado!-se puso sobre mí-Pero ahora quiero hacerlo-
Parecía que iba a echar espuma por la boca. Forcejeé con él pero no pude apartarlo de mí.
-¡No te resistas!-me gritó de nuevo-No quiero hacerte daño, relájate joder-
Me convertí en un peso muerto sobre los asientos, y su agarre sobre mí se debilitó también.
-Sí que confías en mí-suspiró y se dejó caer sobre mi cuerpo-No me hagas estas cosas...-eso había sido un ruego, como el de un niño pequeño-¿Te has hecho daño en la cabeza?-parecía preocupado
-N...no...-
-Volveremos a casa...Estarás seguro ahí...-
-Miyavi...por favor... No...no...yo quiero salir de nuevo...-
-Pero...volverás a huir...y no puedo permitirlo...-
-No, de verdad que no...-me aferré a su cuello-Por favor...-
-Vale...pero he cambiado de planes...-pulsó el botón para comunicarse con el chófer-¿Podríamos ir a la playa, por favor?-
-Por supuesto, señor-
-Gracias~-
-¿A la playa?-pregunté
-¿Qué? Me gusta-una sonrisa amplia-Dame un beso tú ahora-hizo un puchero
Le concedí el capricho mientras nos poníamos en marcha. Podía oler el mar, y tenía muchas ganas de salir de allí por fin. Me resigné a no huir de nuevo, y tomé la mano de Miyavi al bajar del coche, pero aún sentía la mirada de aquellos guardaespaldas sobre mí, vigilándome.
-Vamos por allí...-señaló algún lugar en el horizonte
Me divirtió el hecho de que Miyavi hiciera como que estábamos solos aunque fuera mentira. Era adorable...realmente el tipo de chico con el que hubiera salido en el instituto.
-Vamos a sentarnos aquí-se quitó su chaqueta y la puso sobre la arena-No quiero que te manches-
-Gracias...-tomé asiento
Estábamos resguardados por las rocas, y el lugar estaba desierto. Me dejé caer sobre el hombro de Miyavi.
-¿Estás bien aquí?-me rodeó con su brazo y me apegó más a él
-Sí...-
-Bien-me besó-¿Hay algo que pueda hacer por ti...?-su mano acariciando mi mejilla
-Si...estuviéramos...-una mirada de reojo a los guardaespaldas-Más solos...Podrías...-una risita tímida de mi parte
-Entiendo...-hizo una pausa-Todo el mundo fuera-un gesto y aquellos tipos desaparecieron-Pongámonos cómodos-me tumbó con cuidado en la arena procurando que no me saliera de su chaqueta, y se puso sobre mí-No sé si es el sitio más adecuado para esto-una risita traviesa mientras levantaba mi camiseta-Pero me gusta esto-
-No me importa que estemos aquí...-
-¿Te gusta la idea de que nos puedan ver?-lamió mi cuello y me estremecí-Porque a mí sí...-
Me dejé hacer mientras Miyavi seguía besándome y abrazándome dulcemente, enredé mis piernas a su cintura y procuré seguir el ritmo de sus besos.
-Yuuki...-una voz suplicante-¿Está bien si te quito los pantalones?-
-Está bien...-levanté las caderas para ayudarle a quitarlo
-Si te da vergüenza seguir podemos ir al coche...-sugirió
-Miyavi, soy streapper, ¿te crees que me da vergüenza que me vean en boxers?-
-No... pero quizá esto...-acarició mi miembro por encima de la ropa interior, haciendo círculos con su mano-...sí que te la de-
-Mm...Miyavi...recuérdame que te haga un streap tease un día de estos...-arqueé la espalda-Así...ah...-
-Lo haré...-apartó su mano y me mordió por encima de los boxers-¿Has estado antes con algún chico?-
¿Qué clase de pregunta era esa? Ya soy mayorcito.
-Claro que sí...-cerré los ojos
-¿Qué? Era solo una pregunta, yo he estado en tu pellejo.-me quitó los boxers y volvió a la altura de mis labios-Y no es agradable cuando ''te profanan sin preguntar''-
-Pues no te preocupes, la mía es una cueva ya explorada-lo tranquilicé-Y quítate ya los malditos pantalones-pedí, dado que el roce entre mi erección desnuda y sus vaqueros me estaba resultando molesto
-Lo siento, lo siento...-un último beso antes de ponerse de rodillas sobre la arena-Ahora voy-tan solo se desabrochó el cierre de los pantalones para bajarlos y sacar su propia erección-Oye, eres flexible-bromeó, al ver mis pies descalzos apoyados en la arena, uno a cada lado de su cuerpo, y separó aún más mis piernas-¿Vamos allá?-
-Vamos allá-asentí, y mi cabeza se fue a la mierda, o más bien a la arena, cuando me penetró por primera vez, pero no me importó en lo absoluto-Aahhh...joder Miyavi-me agarré a su espalda
-Te estás manchando-sonrió
-¡Me da igual! ¡Vuelve a hacer eso!-
-Como quieras...-me obedeció
Rodamos por la arena sin dejar de hacer el amor... Cualquiera que nos hubiera visto hubiera pensado que estábamos rodando una peli porno. Acabé teniendo arena donde nunca debería haber llegado la arena. Cuando terminamos ni siquiera podía ubicar mi ropa.
-No te preocupes por nada-Miyavi me dio un último beso-¡Fulgencio!-gritó-¡Trae una toalla, una manta o lo que sea para mi niño!-
Aquel tipo inmediatamente obedeció.
-¡Miyavi!-lo golpeé-¿Para qué llamas a nadie? ¡Ahora sí que tengo vergüenza!-me quejé
-No pasa nada-tomó la manta que le tendía aquel hombre que ya había regresado-Toma, tápate-me cubrió con ella y se abrochó los pantalones-Nos vamos a casa, a duchar, nyaahh-maulló contra mi mejilla-Vamos-me cogió en brazos
-Miyavi, puedo andar...-
-¿Con lo que te he hecho? Lo dudo-una sonrisa boba en su cara, y se metió al coche conmigo-Vamos a casa-ordenó-Gracias Yuuki-me dio un beso
Me tumbé en su regazo y dormí como un lirón el resto del camino.
****
El humo del tabaco bajaba hacia mis pulmones, pero lo sentía en mi cerebro. Recliné mi asiento y estiré mi cuello para expulsarlo. ¿Debería apoyar mis pies en la mesa? No, la educación prevalece sobre la comodidad.
Presté atención a los papeles perfectamente ordenados sobre mi mesa; presupuestos de diferentes locales de todo tipo, ideales para cualquier celebración. Sin embargo esta no era una fiesta ordinaria. Fruncí el ceño al no encontrar ninguna que me agradara.
-Gackt, soy yo-tres contundentes golpes en mi puerta
Apagué el cigarrillo en el cenicero y despejé un poco el humo con mis manos.
-Pasa, está abierto-
Hideto se abrió paso con su ropa y su pelo desarreglado, y se apoyó en mi hombro.
-Gackt....vuelve a la cama...-rodeó mi espalda
-Estoy ocupado organizando la reunión trimestral..-
-Tienes gente que puede hacer eso por ti... Ven conmigo...-colocó un mechón rebelde de mi pelo detrás de mi oreja
-Sabes que me gusta encargarme yo mismo de estas cosas... Vete a dormir-
Pude ver su expresión amargada sin girarme siquiera. Salió de la habitación y me dejó solo de nuevo. Respiré profundamente e intenté pensar con claridad.
Esa noche resolví todos los detalles que restaban sobre la reunión; local, bebidas, coches para traerles, y una buena salida de emergencia por si acaso...
Volví a la habitación de madrugada y Haido ya estaba durmiendo en la cama. Me tumbé junto a él y lo abracé por detrás.
-Es muy tarde...-se quejó
-Lo siento, ¿te he despertado?-me disculpé
-Estaba esperándote-se giró y se acurrucó en mi pecho-No me apetece mucho ir mañana con esos tipos...solo quiero estar contigo...-me besó para darle peso a sus palabras
Respondí a su beso acercándolo más a mí; mis momentos de intimidad con Hideto era realmente lo mejor del día...aunque no se lo dijera. Demostrar afecto no es mi fuerte, pero realmente amo a Hyde. A veces él no entiende esta parte de mí, pero espero que lo haga algún día.
Esa noche no hicimos el amor. Me desperté al alba y dejé que él durmiera un poco más. Tomé una ducha rápida y bajé en nemaki a la cocina.
-Gackt-sama, el desayuno de hoy-dejó una bandeja sobre la mesa-El tamagoyaki está recién hecho, procure reservarlo para no quemarse-
Palabras amables, personal agradable. Estoy solo en la cocina ahora, frente a mi enorme desayuno. Realmente no me gusta comer tanto por las mañanas, pero lo mejor es ir reduciendo la cantidad de comida que ingieres a lo largo del día, y eso es lo que hago. Solo una vez hube terminado me levanté. No había señales de Hideto, ¿seguiría durmiendo? Comprobé mi reloj, las ocho y media. Sabía donde encontrarlo.
Caminé por el paseo de madera exterior que rodeaba el jardín y corrí la segunda puerta. Una sala aparentemente vacía, con una puerta de madera que amenazaba con romper el aspecto tradicional de la casa. Giré la manilla y cambié el tatami que había estado pisando hasta ahora por el elegante parqué. Cerré la puerta detrás de mí, la oscuridad me envolvía casi por completo, y me agradaba. Avancé un par de pasos alentado por la luz de las velas, que aún notaba lejana.
Esta era probablemente la sala más especial de toda la casa; la biblioteca. La mandé construir especialmente para él. Su ''trono'' en el centro de la misma, lo había elegido con cuidado en una de las mejores tiendas de muebles.
-¿Leyendo desde tan temprano?-una sonrisa fina se dibujó en mis labios, y me senté frente a él, en un sillón bastante menos suntuoso que el suyo
-Sí, anoche me quedé con ganas-ahora la sonrisa fue suya
-¿Has desayunado algo?-
-Como siempre-hizo un ligero movimiento de cabeza sin apartar la vista de su libro, señalándome la pequeña mesita donde se encontraba una taza de café a medio terminar
-No comes nada bien...-
-Eso ya lo sabes, y no me preocupa en lo absoluto-pasó página
-A mí sí-apoyé mi espalda en el respaldo del sillón, y seguí observándolo
-¿A qué hora es la reunión?-preguntó
-Tenemos todo el día, yo me encargaré de todo como buen anfitrión, así que tendremos que llegar antes... pero será después de la cena, así podremos excusarnos en cuanto el alcohol se les suba demasiado a la cabeza-
-Buen plan-dejó el libro sobre la mesilla-¿Y después tendrás algo de tiempo libre para mí?-preguntó-Hace mucho que no...-
-Lo sé. ¿Pero desde cuando planeamos nuestros encuentros sexuales? Soy organizado, pero no tanto.-me quejé
-No te creas... Tengo que ingeniármelas para mendigar un poco de tu amor-hizo un mohín
-Sabes que no se me da bien eso...-
Se levantó y depositó el libro con cuidado en una de las estanterías.
-Se te dan mal más cosas de las que crees-tomó otro volumen y se sentó de nuevo
El trasfondo de aquellas palabras era mucho mayor de lo que me podría imaginar, pero no quería pensar en ello, así que lo dejé solo y me dediqué a ultimar los detalles de aquel día. Las relaciones diplomáticas son una parte importante de este negocio, aunque no lo parezca. Tienes que mantener un equilibrio complicado, ser lo suficientemente amable como para llevarte bien con ellos, pero lo suficientemente agresivo como para que no te tomen el pelo.
A tan solo una hora del evento me engalané con mi mejor traje de Louis Vuitton, me gustan las cosas elegantes. Peiné mi cabello hacia atrás con algo de gomina, y le pedí a Hyde que viniera acorde conmigo. A diferencia de los otros dos jefes a mí no me gusta travestir a mi ''mascota''. Creo que se ve mejor vestido de hombre. Me gustan los hombres después de todo, ¿verdad? No tiene caso vestirle de mujer entonces. Sin embargo los asistentes apreciarían que se exhibieran ''algunos trozos de carne'' en la velada, así que había previsto un pequeño espectáculo para amenizarla.
-Gackt, ha venido el coche-me advirtió Hyde mientras sacaba los puños de mi camisa fuera de la chaqueta de mi traje
-Ahora mismo voy-una última mirada al espejo para conseguir mi propia aprobación y me giré para tomar la mano de Hyde discretamente y dirigirme a la salida
El local era maravilloso, comprobé que nuestro salón estuviera impecable antes de posarme frente a la puerta para recibir a mis invitados. El primero en llegar fue Miyavi, como siempre tres minutos antes de la hora acordada, es un impaciente. Esta vez había elegido un traje menos ostentoso que en la anterior ocasión, pero no menos extravagante. Parecía un niñato de instituto con esos vaqueros rasgados y esa camiseta multicolor. A su lado; Yuuki, sin saber qué hacer, lucía una gabardina negra, y recé porque llevara ropa debajo.
-Gacky~-fui a estrecharle la mano, pero me dio un fuerte abrazo, y esta quedó en su entrepierna
-¡Oh!-se apartó de mí y se hizo el ofendido-Antes invítame a cenar al menos...-dramatizó
-Idiota-intenté no perder la calma ante él
No saludé a Yuuki porque no lo consideré propio. No conocía las normas que impondría Miyavi para con la cercanía hacia su mascota...así que preferí reservarme.
Y por fin llegó el plato fuerte de la noche. Kazuki con Aoi. El primero llegó alborotando, como siempre, por suerte lo había previsto y el personal era lo suficientemente flexible como para dejar pasar sus gritos y naderías. Llevaba el pelo tan alborotado que parecía que acabara de levantarse de la cama, y por su ropa podría decir que era un prostituto barato de Minami. La verdad es que no distaba mucho de la realidad.
Y luego estaba él... Apareció rodeado por un aura encantadora, pero más triste de lo que me gustaría... Su cabello perfectamente cepillado...su kimono impecable... Parecía un ángel. El velo negro aún cubría su rostro, y era lo único que lamentaba. ¿Por qué un jefe tan ''moderno'' como Kazuki mantenía una costumbre tan arcaica como esa? Aoi era hermoso. Recuerdo haberle visto sin el velo por error en una ocasión. En esa época él era descuidado, y solía pasear por sus dependencias sin él... Y lo vi...hermoso y etéreo en mitad de la habitación... Si me hubiera encontrado en mi adolescencia probablemente me hubiera peleado con Kazuki por él, pero ya soy un hombre maduro, y no estoy para esas cosas.
-Gackt-sama...-me tendió la mano, y la besé
-Aoi-san, está hermoso esta noche, noté su falta en la última reunión-
-Me encontraba indispuesto-se disculpó
-Lo suponía....-solté su mano, sin pasar por alto el hecho de que cuando la manga de su kimono se deslizó un par de centímetros hacia abajo debido a la postura en la que se encontraba, pude apreciar que su muñeca estaba vendada-Kazuki...-lo miré de reojo
-¡¿A mí no me das un besito en la mano?!-se quejó-Me siento marginado-
Genial, hoy estaba en modo indignación...
-Pasemos, tengo algo preparado-abrí la puerta y los dejé pasar primero
-Gackt, ¿habrá putillas?-esa era la única preocupación de Kazuki
¿De verdad? ¿Con Aoi delante? Idiota. ¿Cómo podía tratarle así? Pasaba de él como de la mierda. Y para lo único que le hacía caso era para darle palmadas en el trasero. Me pareció de lo más degradante pero como siempre me mantuve callado.
-Aún es pronto para eso, podéis sentaros en la barra-les sugerí, y me coloqué tras ella-¿Qué tal si bebemos un poco antes? Puedo preparar lo que me pidáis.-
-Uuuh... tenemos un barman sexy~-canturreó Miyavi
-Calla y pide algo-forcé una sonrisa
-A nosotros danos un par de... Sex on the Beach-unas risitas acompañando a la petición, que interpreté como una broma burda sobre sus idilios sexuales, pero preparé el cóctel sin rechistar
Saqué la botella de vodka y le di un par de vueltas en mi mano antes de echar una parte de ella en los vasos.
-Wooou-Kazuki me miró anonadado-¿Pero tú a qué te dedicas por las noches, Mr. Malabares? ¿Le das vueltas al pene de Hyde?-
-Kazuki, controla la lengua-alcé una ceja mientras vertía el licor de melocotón en los vasos
-Eres un soso-se quejó
-Ya está-serví las copas a mis invitados silenciosos y me dirigí al escandaloso de turno-¿Tú qué quieres?-
-Hazme una mamada, amor-
Me quedé unos segundos sin saber qué contestar.
-Ya sabes cielo...un chupito con...Bailey's...Kahlúa....Y un montón de nata encima-se relamió los labios, y sentí un escalofrío
-Ya sé lo que es-volví a mi actitud normal y saqué el vaso-¿Os pongo dos?-miré a Aoi buscando una respuesta en sus ojos
-Claro, por qué no, vamos a tirar la casa por la ventana-
Preparé los chupitos y los dejé en la barra.
-Atención señores, ya sabéis que la manera tradicional de beber esto es sin manos...chupando-alzó las cejas-Y por eso...-se giró en el taburete para enfrentar a los ojos de Aoi-Vamos a volvernos locos-le quitó el velo y lo dejó en su regazo-Por esta vez-
Me quedé anonadado...era realmente precioso. Me sentía idiota, tan embobado por una cara bonita... Pero todo se fue a la mierda cuando tomó el vaso entre sus labios y lo alzó, succionando el contenido con avidez. Me quedé quieto observando cu cuello estirado, y su nuez subir y bajar en cada succión. Cuando dejó el vaso de vuelta en la barra me miró avergonzado, un poco de nata escurría por la comisura de sus labios.
-Aoki, te has manchado...-esa era la voz de Kazuki, del cual me había olvidado hace rato, aunque él también había tomado su ''mamada''-Ven aquí-lo tomó de la barbilla y lo besó, devorándolo, lo cual me pareció de lo menos adecuado, y no solo por los celos-Ya está-entonces le puso el velo de nuevo, y el hechizo se rompió
Me di cuenta de que Hyde había estado mirándome todo el rato y me dirigí a él:
-¿Quieres algo?-
-Dame a mí uno de esos también-lo dijo con un tono de acritud terrible, pero no tardé en servirle su copa-Mm...-lo miró dubitativo y lamió un poco de la nata-delicioso-me miró directamente antes de metérselo a la boca y echar la cabeza hacia atrás para tomárselo
-Bien, todos contentos-volví a mi pose de tipo duro y traté de ignorar a Hyde lamiéndose los labios después de tomarse su copa-Ahora se sirve el plato fuerte-salí de detrás de la barra y los guié por el salón, frente al escenario-Tomad asiento, por favor-
Todos se acomodaron y yo mismo me senté junto a Hyde.
-Señores-una voz detrás del telón-El espectáculo está a punto de comenzar-
-¿Qué coño has preparado Megaman?-Kazuki giró su cabeza en mi dirección, ni siquiera me había dado cuenta de que estaba a mi lado
-Mantente en silencio y presta atención-le pedí
Las luces se apagaron, y sentí una mano paseándose por mi entrepierna.
Contuve la respiración. Mantén la calma, Gackt, tú siempre lo haces, ¿verdad?