-Van a cambiar un par de cosas en esta casa-me aclaré la garganta y me dirigí a Uruha en primer lugar-Tú, eres mi hermano y a partir de ahora te comportarás como tal. Dejarás de usar esos trajes y ese horrible maquillaje, te vestirás como un hombre y dejarás de servirnos como reclamo sexual. Tus obligaciones se han extinguido, a la mierda-me acerqué mucho a él-Mis responsabilidades sobre ti ahora se limitan a las de cualquier otro hermano mayor, te enviaré a vivir lejos con la mayor brevedad posible y te pasaré algún tipo de pensión mensual hasta que encuentres un trabajo-puse un dedo sobre sus labios-No me rechistes-carraspeé-Ahora, en cuanto a ti-miré a Ruki-Está claro que no has satisfecho a Akira, pero me ha cedido todo derecho sobre ti, así que no es ningún problema... Te convertiré en mi nueva mascota-
Pude ver el miedo en sus ojos, pero no me importó.
-Y dicho esto, ya está. Uruha, seguirás durmiendo en esta habitación. Ruki, tú te vienes a la mía en cuanto te vistas-miré el reloj, ya era algo tarde, buena hora para dormirse, o para tener sexo, según cómo se mire
Ruki tomó su ropa entre sus temblorosas manos y me lo llevé de la habitación, haciendo caso omiso a sus súplicas para que desistiera, así como a las de Uruha. Encerré a este último antes de salir y apreté mi agarre sobre la muñeca del pequeño para que dejara de protestar.
-¡Tora suéltame! ¡Reita! ¡Akira, por favor!-chillaba, clamando por ayuda
-Ni se te ocurra llamarle así-le di una bofetada-Obedéceme-
Cerró la boca al sentir el golpe y le llevé a mi cuarto, lo tiré a la cama sin ningún cuidado y cerré la puerta; una sonrisa ladina enmarcó mi rostro observando su cuerpo desnudo frente a mí.
-No me toques...-pidió Ruki, cubriéndose con las manos para que dejara de mirar algo que ya había visto, lo que me pareció un gesto muy mono, aunque algo inútil
-Oh, claro, ya te ha tocado suficiente Shima, ¿verdad?-me puse sobre él en la cama e inmovilicé sus muñecas por encima de su cabeza-Debes estar cansado...-
-¡Me haces daño!-
-Estás muy rebelde hoy, ¿eh?-tomé una de mis cuerdas para atarle las muñecas detrás de la espalda-Cuando te compré no eras así. Vamos a ver si mi inversión mereció la pena.-lo tomé fuertemente del cabello y le hice ponerse de rodillas en la cama-Chúpamela-
-¡No!-
-No estás en posición de pedir nada-empujé su cabeza contra mi entrepierna para que me obedeciera
La escena era realmente erótica; Ruki, con su rostro angelical, negándose, pero siendo empujado hacia mi erección por mi mano, desnudo y con las manos atadas a la espalda... Digno de cualquier película porno. Por supuesto yo no iba a gemir, no era propio de mí.
-Dios, eres torpe, ¿eh? Reita no te ha enseñado cómo chupar una polla correctamente-enarqué una ceja-¡Hazlo más rápido!-le ordené y sentí cómo se atragantaba al obedecerme, pero no le hice caso y empecé a mover mis caderas para penetrar esa boca-Si se te ocurre vomitarme encima te juro que haré que te lo tragues-le advertí, al sentir que sus arcadas cada vez eran más frecuentes
Por suerte contuvo sus náuseas y finalmente consiguió que me corriera en su boca, pero se apartó en cuanto lo solté, y escupió todo mi semen sobre las sábanas, dejándolas manchadas y pegajosas. Luego siguió tosiendo un rato más.
-Qué puta más sucia estás hecha-le miré asqueado
-Por favor déjame volver con Uruha-
-¡¿Aún tienes fuerzas para pedirme cosas?!-lo empujé de nuevo para dejarlo tumbado sobre la cama-¡¿No has tenido suficiente con lo que te he hecho antes?!-le grité
-¡No me grite!-empezó a llorar miserablemente
-Oh, ¿que no te grite? Como si eso fuera lo peor que pudiera hacerte. Mira, no vas a volver a ver a Uruha nunca más porque me aseguraré de mandarlo muy lejos de aquí y nos dejará de molestar, a partir de ahora solo seremos tú y yo, pequeño-apreté uno de sus pezones entre mis manos y se quejó-¿Entendido?-
-En...entendido-
-Muy bien, ¿ahora en que estaba?-sonreí de nuevo abriendo sus piernas-Me apetece repetir lo que hemos hecho antes...-
-No...no por favor-empezó a sonar desesperado-Más no...aun me duele...-
-¿Cómo tengo que decirte que no tienes derecho a opinar?-le propiné otra bofetada-No lo tienes y punto, a partir de ahora solo quiero que abras tu boca para gemir, ¿entendido?-
Asintió con la cabeza y me enterré en él sin miramientos. A diferencia de la primera vez ahora me costó más entrar dado que el pequeño no había sido previamente calentado por mi ex-putita personal.
-¡Aaaaah! ¡Tora, para por favor! ¡Me duele, joder!-se quejaba, pero no tenía pensado contentarlo, me importaba una santa mierda si gritaba, sangraba, o lo que fuera
Aún podía escuchar los gritos de Shima en la otra habitación, y esperaba que los del rubio fueran lo bastante fuertes como para hacer que dejara de oírlos.
Después de saciarme, dejé a Ruki prácticamente inerte en la cama, sin poder moverse, adecué mi ropa y salí de la habitación, dejándolo encerrado de nuevo. Volví a llamar a la puerta de la habitación de Akira, esperando una mejor respuesta que la anterior:
-Akira ábreme la puta puerta-
-¡¿Qué coño has hecho?!-me gritó desde dentro
-Desahogarme, si tú no quieres, me quedo con Ruki-
-Ya veo que eso es todo lo que valgo para ti-
-¡¿Pero qué coño te pasa?! ¡El sexo es solo sexo! ¡Somos amigos!-
-¡No entiendes una mierda de lo que pasa!-abrió la puerta y me enfrenté por primera vez en mi vida al Akira dominante-¿Pero sabes qué?-una sonrisa malvada digna de mí apareció en su rostro-Ya me importa una mierda lo que hagas. Me voy de aquí-
-¡¿A dónde?!-
-A dar un paseo-salió de casa sin que pudiera impedírselo
***
-Señores-una voz detrás del telón-El espectáculo está a punto de comenzar-
-¿Qué coño has preparado Megaman?-Kazuki giró su cabeza en mi dirección, ni siquiera me había dado cuenta de que estaba a mi lado
-Mantente en silencio y presta atención-le pedí
Las luces se apagaron, y sentí una mano paseándose por mi entrepierna.
Contuve la respiración. Mantén la calma, Gackt, tú siempre lo haces, ¿verdad?
En un principio pensé que sería Hyde reclamando mi atención de una manera indiscreta, pero no. El que me estaba acariciando de esa manera era Kazuki, ni más ni menos.
-¿Pero qué haces?-le espeté en voz baja
-Sssh...que nos perdemos el espectáculo-me regañó agarrando fuertemente mi miembro, y contuve un quejido
El telón se abrió y Kazuki no pudo más que apartarse de mí ante la magnificencia del espectáculo. Yusura circus; fuego, colores, complicadísimos atavíos japoneses para todos los integrantes del show, contorsionistas qué realizaban acrobacias imposibles, mujeres ligeras de ropa, todo lo necesario para que Kazuki reptara hasta rozar el escenario.
-Joder, esta vez sí que te has superado, Gundam-san-
Supongo que eso era una especie de elogio por su parte, y si no lo era me lo tomé como tal. Ahora Yuu estaba a mi lado, y no tardó en hacer una reverencia al darse cuenta.
-Por favor discúlpelo-
-No es problema-le dediqué una sonrisa para que se relajara
-Un espectáculo maravilloso, no esperaba menos de usted, Gackt-san-
-Muchas gracias, lo elegí con recelo, son grandes artistas...-
-Ya lo veo-apreció, maravillado por la reciente llamarada que había salido de la boca del especialista
-Guapaaaa, ¿a qué hora sales? ¡Esa tela sobra!-Kazuki persistía en su intento de ''flirteo'', aunque supiera que no tenía posibilidades con aquella preciosa chica tatuada de pies a cabeza que flotaba por encima del escenario solo sujeta a un pequeño trapecio
Podía ver la sonrisa de Aoi decaer a medida que el espectáculo avanzaba y las alabanzas de Kazuki iban subiendo de tono, y sentí lastima por él.
-Gackt-tuve que girar mi cabeza para enfrentarme a un Hyde a punto de derramar sus lágrimas sobre el parqué-Salgamos de aquí, por favor...-me suplicó
-¿Hideto...?-acaricié su cabeza con mi mano izquierda-Tranquilo...-
-Tranquilo no-empezó a llorar sin importarle que Aoi, Miyavi y Yuuki nos miraran extrañados, pensando quizá que yo le había maltratado de una u otra manera-Vamos, por favor-
-Está bien, está bien...-me levanté, cediendo a sus deseos-Caballeros, me despido-
Kazuki se giró inmediatamente.
-¡¿Pero las putas se quedan, verdad?!-
-Sí, se quedan-le tranquilicé-Adiós a todos-rodeé los hombros de Hyde con mi brazo y salimos de allí sin hacer caso a las despedidas del resto de invitados
Una vez fuera me dirigí al coche, pero Hideto frenó en seco.
-No...no quiero ir a casa-sollozó
-¿A dónde entonces?-alcé una ceja
-No lo sé...No quiero estar en casa...no quiero sentirme encerrado...contigo-
Eso dolió.
-Vamos, deja de llorar-le sequé las lágrimas con las puntas de mis dedos-Métete en el coche y pensaremos a donde ir-
Asintió y tomó asiento en la parte trasera del vehículo, convirtiéndose al instante en una pequeña bola de lágrimas y sollozos.
-Hideto... ¿qué es lo que te ocurre?-inquirí cerrando la puerta del coche, nos empezamos a mover instantáneamente, y tecleé un comando para el chófer, indicándole que nuestro destino no era nuestro hogar
-Nada...no pasa nada...nunca pasa nada...-siguió llorando-Gackt yo no puedo seguir así... No puedo ver cómo pasas de mí y en cuanto aparece Yuu dejo de existir para ti...Y luego en casa sigues actuando como si me quisieras...por favor deja de mentirme...no puedo soportarlo más-
Me quedé en silencio un momento, y le tomé del mentón.
-Hyde, mírame-sus ojos llenos de lágrimas se enfocaron en mí-Te quiero-dicho esto le besé, con la esperanza de que se calmara de esta manera, pero no lo conseguí
-No me digas que me quieres si me vas a tratar así...No me mientas-
-No te miento-volví a besarle, acariciando su nuca-Te quiero de verdad, Yuu no me importa ni la mitad de lo que tú lo haces...-
-¿No te irías con él?-
-Claro, y Kazuki me mortifica-sonreí de medio lado-Por mucho que me atraiga Yuu...que se queda solo en eso, en una simple atracción, él está tan enamorado de Kazuki que ni siquiera se percataría de mi presencia...-
-Mejor-Hyde se secó las lágrimas-Y si lo hace le pego-hizo un puchero-Pelea de mascotas en el barro, ¿no se supone que eso os gusta?-
-Solo si sales tú...-lo besé de nuevo, poniéndome sobre él en los asientos del coche
-¿A dónde estamos yendo, Gacchan?-me mordió la oreja y le devolví el mordisco en su cuello-Quizá deberíamos parar en el hotel más cercano-
-¿Y por qué no lo hacemos en el coche?-le quité la corbata y desabroché su camisa, besando sus pezones con mimo, a sabiendas de que eran uno de sus puntos erogenos a destacar
-¿Tú? ¿Manchando de semen uno de tus preciosos coches tapizados de cuero? No me lo creo-
-Los coches son coches-le desabroché los pantalones-Puedo sustituirlos por otros iguales solo con dinero, tú eres tú, no sois comparables-
-Me alegra mucho escuchar eso...-esta vez fue Hideto el que se lanzó a besarme a mí-Te quiero...-
-Yo a ti también...-retiré sus pantalones seguidos de sus boxers y empecé a masturbarlo, mirándolo directamente a los ojos, perdiéndome en su expresión de placer, me encantaba hacer eso-¿Está bien así, Haido?-
-Ah...-cerró sus ojos y clavó sus uñas en mi espalda, aún cubierta por mi traje-Está bien....-
-Mm...-pasé mi brazo libre por debajo de su espalda arqueada y lo levanté un poco para pegarlo a mí mientras seguía masturbándolo con fuerza-Hyde... ¿Me prometes que no volverás a tener celos de nadie? Quiero que creas en mí...por favor....-dejé de tocarle y le miré de manera seria-Por favor Hyde-
Acarició mi mejilla antes de murmurar un quedo ''te creo'' y nos volvimos a fundir en un nuevo beso. Me sentí realmente reconfortado.
Y es que no soy el tipo de persona que medita todas y cada una de sus decisiones, que se preocupa por cada detalle. Si he ''escogido a Hyde'' ha sido porque estoy completamente seguro de que le amo, y de que quiero seguir junto a él.
¿Eso es el amor, no?
Al menos, para ''un ciborg'' como yo, esa es su máxima expresión.
**
Han pasado tres meses desde que ''tomé a Ruki como mío''. Hoy tenemos el día libre porque como Kazuki se va de ''reunión festiva organizada por Gackt-sama'' no está de humor para que cuando vuelva le enviemos trabajo atrasado.
Así que estamos solos en casa Akira Ruki y yo. Ruki está en mi cuarto, recuperándose de nuestra última sesión de sexo, y Reita estaba en el salón, viendo yo qué sé qué programa interesante en la televisión.
No habíamos hablado desde que se fue la última vez. Ni una sola palabra. Tantos años de amistad desembocados en nada. NADA. La más vacía y simple nada.
Nada.
Joder.
Ni un ''te odio'' o un ''Ruki es mío''... Lo hubiera preferido, ¡algo por favor! Akira grítame, pégame, haz lo que quieras pero deja de pasar de mí... No puedo aguantarlo... Me senté a su lado en el sofá como un grito desesperado de atención.
-¿A dónde mandaste a Uruha?-
¿Me había hablado? Me quedé de piedra, no podía creerlo.
-Tora, responde.-
No me había llamado Shinji...
-Está con Shou...-respondí, finalmente
-Vas a lloriquear eternamente si no lo traes de vuelta, lo sabes, ¿no?-
-¿Por qué ahora me hablas?-inquirí
-Vivimos juntos, si no hay ninguna interacción entre nosotros, esto se vuelve aséptico, y me irrita-se cruzó de brazos
-Entiendo... Akira... ¿si me disculpo podremos volver a estar bien...?-
No soy el tipo de hombre que se disculpa. Pero lo haría por Akira.
-No. Esto no es algo que se arregle con una disculpa.-
-¿Y con qué se arregla?-
Haría lo que fuera por recuperar lo que teníamos. Aunque ya no tuviéramos sexo...solo quería que volviéramos a ser los colegas inseparables que habíamos sido hasta ahora...
-¡¿Quieres saber cómo se arregla, Tora?! ¡Se arregla dándote cuenta de por qué me he enfadado contigo, porque parece que no te enteras!-
-¿Te enfadaste porque...te...estaba utilizando para...el sexo?-me aventuré
-Bien, ¿y por qué me molestó eso cuando en un principio nuestro ''rollo'' fue una relación de mutuo acuerdo?-
Se me dan muy mal estas cosas.
-¿Porque...dejé de tratarte como a un igual?-
-¡A parte de eso! Discurre un poco, Tora-
-No...no lo sé.-
-Lo suponía-se levantó-Llevas todos estos años esbozando un ''no lo sé'', podrías dejar de enfocarte en otras cosas y empezar a hacerlo en mí de vez en cuando-salió del salón y se encerró en su cuarto
Poco me faltó para echarme a llorar. ¡De verdad que no sabía a qué se refería! De verdad... Yo estaba intentándolo... Pero no podía imaginarme por qué Akira, quien siempre fue mi lado calmado, se había enfadado tantísimo conmigo...
No quería que nos separáramos de aquella manera... No quería...
¿Y por qué te importa tanto Akira, Shinji?
''Colegas antes que putas'' ¿Verdad? Pero no era solo eso... Ahora que ''lo había probado'' me preguntaba como sería convivir con él siendo algo así como novios... Quizá esa sería la solución a todos mis problemas...
O solo el principio de ellos.
Pero no tenía una opción mejor, ¿no? Ahora mismo no podía estar peor. No iba a contactar con Uruha, pues me lo había prometido a mí mismo, el sexo con Ruki no me satisfacía en lo absoluto, y mi mejor amigo se había convertido en una pared de hielo para mí.
Muy bien, Shinji, ahora sí que la has cagado.
Felicidades.