Una mañana mas y un nuevo día para sumar al calendario, daba gracias a dios por que esa semana hubiese terminado por fin, que tan largo podrían hacerse 5 días? Pregúntenselo a Sasuke Uchiha, en tan poco tiempo anhelaba con cada fibra de su ser que llegara el sábado, para así poder descansar de la rutina que le estaba matando.
No quería admitirlo pero era molesto ser interrumpido a altas horas de la noche, por un rubio cabeza hueca entrando a hurtadillas a la habitación alumbrando su camino con una mini linterna naranja que sabe dios de donde sacó, o ser despertado por el golpeteo en la puerta de una chica que aduras penas podía articular palabra, en verdad estaba cabreado, pero mucho mas por la simple razón de permanecer solo todo el día, Naruto ya no estaba mas allá del tiempo necesario en la habitación, se estaba saltando clases y se sentaba a comer con Hinata, solos los 2. Y por extraño que parezca, nunca podría haberle gustado mas un sábado, se estiró perezosamente sobre la cama, sintiéndose realmente liberado, giró a ver con disimulo la cama de su compañero, sorprendiéndose de inmediato al notar que estaba vacía, así que apoyándose sobre los codos buscó tener una mejor vista, para encontrarlo alisando el pantalón de dril negro que llevaba puesto mientras se miraba al espejo
-Teme siento haberte despertado- le saludó con una radiante sonrisa mientras tomaba la camisa blanca- saldré a dar una vuelta llegaré después del almuerzo
-como quieras- y de nuevo cayendo en la rutina, que acaso no se podían despegar un solo minuto?
-neeee Sasuke estas molesto?- se sorprendió al sentir la cama hundirse por un peso extra y aun mas con el intruso que caminaba a gatas sobre su lecho- sé que no tienes muchos amigos, por eso me disculpo por dejarte solo casi todo el tiempo, pero entenderás que Hinata también necesita pasar tiempo conmigo, pero si tu me lo pidieras…
-y quien esta diciendo que yo quiero estar contigo- respondió con jactancioso ante el comentario- además ya estas grandecito para ver con quien te revuelcas- ahora si se había pasado con el cometario, hasta él se había percatado de ello
Para su sorpresa no hubo golpe o queja alguna, por el contrario, el rubio se acurrucó junto a él abrazándole por la espalda mientras colocaba las pernas detrás de las suyas (estilo cucharita que llaman) para con dulzura acercarse a su oído
-Si no supiera que eres un bastardo arrogante juraría que estas celoso sa-su-ke-kun- aquellas palabras no podían sonar mas risibles, un Uchiha celoso, bah, los celos eran para los débiles y los Uchiha no lo eran.
-humm- mujo ladeando la cara para culminar con el roce de los labios de Naruto en su oreja- como quieras usuratonkachi
Ante tal respuesta, Naruto solo se levantó de la cama, cerrando su camisa y apuntando lentamente cada botón de la misma, los pasos del mismo hacia la puerta eran pesados y pausados, como esperando que algo mas saliera de la boca del moreno, sin embargo nada salió de ellos, como podía alguien ser tan jodidamente obstinado
-que pases una buen día teme- le dijo antes de cerrar la puerta abandonando por completo la habitación.
Una almohada voló hacia la puerta, estrellándose de lleno en el sitio donde hace un par de segundos estaba el rubio, cuantas ganas de golpearlo inundaban cada centímetro de su ser, su ira se descargó sobre el colchón, odiaba aquel sentimiento, esa pesadez en su pecho, ese dolor que le ahogaba, por que aquello que quería siempre se escapaba de sus manos?.
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I-ta-shi- kun- canturreaba Deidara colgándose del cuello de un moreno acariciando lentamente su brillante cabello- ya todo esta listo para mañana, Sasori llevará a tu hermano, estas seguro que fue buena idea postularlo?
-era mejor- respondió acariciando con ternura el brazo que le rodeaba- Sasuke es obstinado, hubiera buscado la forma de entrar
- pues la respuesta al reto fue bastante fuerte, en verdad deseaba hacer méritos- las mejillas del rubio se tiñeron de carmín al recordar la expresión del Uchiha menor en aquel “intimo” video- pero te vez mejor cuando lo haces para mi -afirmó al oído mordiendo el lóbulo con delicadeza- lo que me preocupa es Kabuto, ha estado muy al pendiente de los nuevos integrantes
-crees que trame algo con Genyumaru?
-no lo creo estoy seguro- reconoció recostándose en su hombro- no te preocupes impediremos que le haga algo a tu hermano
-gracias dei, - agradeció con ternura mientas se levantaba del escritorio-debemos irnos ya, la reunión para asignar a los kohai empezará pronto
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-na…na…naruto…pasa algo?- preguntó Hinata armándose de valor al ver que su novio llevaba ya rato ausente
-ha? Si Hinata ese vestido esta lindo- afirmó sin siquiera fijarse en la peli violeta
-deberíamos regresar…- afirmó con tristeza mirando al piso
-claro, también tengo hambre dattebayo, vamos a comer ramen- la respuesta entristeció mas a la chica, era tímida, pero no tonta y no era necesario ser un genio para notar que algo le pasaba a su acompañante
-no estas a gusto… verdad Naruto- afirmó en voz baja llamando por fin la atención del mencionado
-claro que si… me gusta estar contigo- una verdad a medias sellada con un beso en la frente, las lagrimas de la ojiperla no se hicieron esperar, la tristeza de saberse querida pero no amada era mas de lo que ella pudiera soportar
- eres… un … idiota- espetó con ahínco mostrándole una faceta desconocida para el rubio, antes de salir corriendo sin rumbo fijo.
No supo cuanto tiempo corrió por las calles, chocando con las personas que caminaban por la acera mirándola con desdén, el atardecer se posaba ya sobre ella ocultando bajo sombras las lagrimas que caían por sus mejillas, acaso no merecía ser amada? No era suficiente el desprecio de su padre en casa para ahora sufrirlo a manos del chico dueño su corazón desde que tenia 12?. Se acurrucó abrazándose a si misma sollozando amargamente, las bosas de las compras se desparramaron por la acera rebelando su contenido, pero no le importaba, su tristeza nublaba su mente haciéndole desear no haberse ilusionado.
-es mejor regresar- se dijo a si misma después de un rato para obligarse a levantar del piso y recuperar la compostura
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El tiempo fuera de la escuela sentaba de maravilla, el aire fresco acariciaba sus mejillas jugueteando con sus flecos, aquel parque le traía recuerdo, hace mucho, cuando era un chiquillo de 6 años solía jugar allí bajo la mirada de su madre. La extrañaba, su muerte fue repentina y con ella se había ido también su familia, Mikoto era la amalgama de los Uchiha, la única capaz de apaciguar las aguas con tan solo una sonrisa.
Caminó de a poco hacia los columpios, el del medio siempre había sido su favorito, aun conservaba algo del azul cielo de la pintura en la madera, se sentó asombrándose de caber en el, estaba seguro que le quedaría chico. Era curioso estar allí a esa hora, el sol de la tarde dibujaba sombras en la arenilla y las risas infantiles llenaban el ambiente.
-Por eso decía que te conocía de algún lado gatito- una voz conocida le hizo poner en pie de golpe.
- eres tu de nuevo- espetó al recién llegado-por fin me dirás tu nombre?
- tan ansioso estas de saber si soy o no Naruto?- respondió mofándose el rubio ante el notorio interés del moreno
-se que no lo eres?
-y como es que puedes estar tan seguro
-los ojos, supongo, ese dobe nunca miraría de esa forma
-jeh eres el primero en notar alguna diferencia- soltó con una risilla traviesa -incluso nuestros padres nunca pudieron diferenciarnos
-debió ser duro- afirmó sin darle mayor importancia
-nop, era divertido, hasta que Naruto decidía ser el de nuevo
-…-no pudo dar una respuesta a ello, que acaso Naruto podía ser diferente a como era?
-siempre fue el consentido de mamá y papá, su tierno bebe, en cambio yo… digamos que no soy una pera en dulce
- se nota a leguas- certificó con altivez
-jajajajjaja- la risa estridente llenó el parque haciendo que algunos niños que jugaban cerca les miraran de solapo- dime ese día encontraste el brazalete?
A su mente vino aquella tarde de otoño, cuando lloraba por aquel brazalete de su madre ya fallecida que había tomado sin permiso del joyero, y el cual buscaba con desesperación en la caja de arena, recordó también a ese chiquillo vulgar que se ofreció a ayudarle si le daba un beso, que por lógica rechazó, pero al fin de cuentas el niño rubio de rodillas raspadas le ayudó a buscar hasta que llegaron por el en un coche
-eras ese niño?
-si y siento haberte confundido con una niña- se disculpó con una sonrisa aun en los labios- pero no eras muy masculino
-lo se…- afirmó a su pesar, debía aceptarlo, cuando su madre lo presentaba a sus amigas lo primero que le decían era ”eres una linda nena”
-ahora es diferente, te estas convirtiendo en un apuesto hombre- aquellas palabras llegaron repentinamente, un ligero sonrojo se posó en sus mejillas siendo disimulado por los amarillentos rayos del sol sobre ellos.
Sin darse cuenta, se encontraban ya a pocos centímetros el uno del otro, el aliento del rubio entraba por sus fosas nasales haciéndole erizar la piel de la espalda, solo basto un movimiento para verse preso de unas manos que agarraban su camisa y unos labios que le besaban con pasión, los labios del ojiazul eran calientes y esponjosos, se movían con seguridad, la lengua que invadió su boca sabia exactamente como incitarle.
-Llévame a un sitio mas… intimo- le propuso en un susurro cuando se hubieron separado, no necesitaba mayor invitación, el hechizo de aquel beso aun no se había roto.
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-bien, ya tienen todos las carpetas?- preguntó un chico delgado ajustando sus gafas, mientras repasaba una a una las carpetas dispuestas delante de aquellos sentados a la mesa- entonces podemos dar inicio
Un chico de no mas de 17 años se sentó a la cabeza de la mesa, sus ojos amarillos estaba puestos única y exclusivamente en el mayor de los Uchiha, Itachi, se podía decir que eran rivales, pero eso era crear un lazo amable entre ellos, Orochimaru, que era como se hacia llamar en aquellas reuniones, era el único de los dos que se esforzaba por incomodar al otro, su odio rayaba con la idolatración que no caía solamente hacia Itachi, sino hacia cualquiera de su familia.
- las carpetas que se han entregado contienen una información básica sobre los chicos que estarán aquí mañana, los nominados ya han sido enterados y sus respuestas evaluadas, una en particular que nos ha mostrado un miembro prometedor- comentó fijándose en Itachi dedicándole una sonrisa altiva- bien, entonces la primera será… Hyuga Hinata
-si no es molestia, yo me aré cargo de instruirla Orochimaru sama- respondió un chico de tez blanca y cabello oscuro y largo haciendo una leve inclinación
- seria lo mas apropiado, al fin de cuenta fuiste tu mismo quien la postuló- respondió el joven enmarcando una ligera mueca que bien podría ser tomada como una sonrisa
-agradezco su voto de confianza no lo defraudaré – concluyó el menor antes de sentarse
-oh!- exclamó dejando ver una sonrisa socarrona- el siguiente es Namikaze Naruto
-nadie postuló a ese chico- objetó de inmediato Itachi golpeando la mesa al levantarse
- yo lo hice- confesó el chico de gafas sentado a la derecha de orochimaru- todos aquellos que fueron postulados por los demás no recibieron objeción alguna, no veo por qué el mio si deba tenerlo- espetó el peli gris devolviéndole la mirada
-por su puesto que si, ese chico es un becado, no podemos dar el gusto de ser delatados por el
-en efecto es becado, igual que otros 3 nominados que no tuvieron objeción- rebatió orochimaru ante el comentario del moreno
- pero no hemos visto su prueba- afirmó deidara apoyando a su compañero
- no ha habido necesidad, su expediente es bastante llamativo, un chico algo problemático, con falencias disciplinarias por cosas realmente sin importancia, bueno en deportes, excelente estudiante con un notorio problema de concentración, futuro heredero de la industria Uzumaki, es decir tu próximo socio Itachi kun,- mensionó orochimaru sin borrar su sonrisa prepotente- no le veo porque no deba estar entre nosotros si es un material interesante para pulir sus habilidades, además es el compañero de habitación de tu hermano, estuvo presente en su prueba y ahora es pareja de hinata hyuga, vamos no podemos separar a la feliz pareja- convluyó forzando una voz considerada
- que sea su novio no es un motivo de peso para que ingrese al club- puntualizó el rubio en un afán por ayudar
- te recuerdo deidara kun que esa es la justa razón por la cual ingresaste a este club, así que si tuviste la oportunidad de entrar para estar con Itachi, por que no el joven Namikaze para estar con la señorita hyuga-rebatió el ojiamarillo - bien ya que esta aclarado y decidido, me parece que el mas apropiado para ser el sempai de este chico
- seré yo- exclamó Itachi interrumpiendo el discurso
- estas seguro? Quizás deberías esperar a ver quien será el siguiente
-no importa, seré el sempai de Namikaze
-bien, si así lo quieres el siguiente en la lista es Uchiha Sasuke
-si me lo permite- se escuchó una voz tranquila proveniente de un chico de tez morena con una cicatriz sobre la nariz – me gustaría hacerme cargo
-no será posible- afirmó un pelirrojo- en este momento estas a prueba, Iruka kun, así que no podemos arriesgarnos a que tu “cercanía” con los maestros y las directivas sea un inconveniente
- Sasori tiene razón, por eso yo me aré cargo de el hay algún problema con eso?- aquilató mirando retadoramente a Itachi mientras este hacia una leve mueca
- no, no importa, se sempai de quien quieras Genyumaru
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La habitación estaba casi totalmente a oscuras, solo la luz de la luna que se colaba por las ventanas permitía divisar a aquellos que entre jadeos y suspiros se devoraban a besos cada centímetro de la piel. La mente de Sasuke estaba perdida, ausente casi por completo, presa de las caricias que le propinaban las manos de aquel rubio tan parecido a Naruto; una pequeña corriente helada recorrió sus muslos al sentirse libre de su pantalón, mientras la calidez de esa boca endemoniada le derretía en placer su hombría, sus oscuros orbes solo veían los destellos dorados de la melena subir y bajar rítmicamente haciéndole estremecer hasta el mas pequeño musculo
-kurama- escuchó desprenderse de aquella boca en un susurro
-eh?- preguntó saliendo de la ensoñación
-mi nombre… es kurama- repitió pausadamente para luego darle un beso fugaz
-uchiha Sasuke- que manera tan extraña de presentarse, a su corta edad nunca pudo haberse imaginado una presentación como esa
-me gusta más gatito- ronroneó empujándolo a la cama
- espera… esta no es mía- agregó al caer sobre las mantas blancas y rojas de la cama
- mejor a un- concluyó el rubio subiéndose sobre el vientre del contrario mientras se quitaba la camiseta
- es de tu hermano
-… Naruto duerme contigo?, valla, no me lo esperaba -respondió kurama pasando lentamente una mano por la colcha - pero que mas se puede hacer, siempre me gustó jugar en su cama
-pero… seria irres…
-es mas excitante así…- le calló cortante sacándole la camisa
Decidió seguirle el juego, en verdad seria descarado hacerlo en la cama de otra persona, pero era Naruto, nunca se daría cuanta de lo que había pasado, además seria como su venganza personal por hacerle pasar malas noches.
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No podía evitar sentirse mal por haber huido de aquella forma, y si Naruto la había ido a buscar y si aun lo estaba haciendo?, con lo poco que conocía al chico podía estar segura que aun no regresaba, que estaría perdido buscándole, un suspiro se le escapó, se detuvo en la puerta que dividía los dormitorios femeninos de los masculinos y decidió ir a buscarle a la habitación.
No tardó mucho en llegar, su corazón latía como loco y sus rodillas parecían gelatina, Namikaze Naruto siempre la había hecho sentir de esa forma, desde aquella vez que le vio corriendo en la pista de atletismo con los codos y las rodillas totalmente ensangrentadas, ese chico era todo lo que a ella le faltaba; aspiró profundamente, y golpeó la puerta sosteniendo la respiración… nadie contestó, la luz estaba apagada pero podía jurar que al entrar al colegio pudo ver sombras en esa habitación
-na…naruto kun… estas allí?- unos cuantos ruidos se escucharon dentro, y una ligera risilla llamó su atención- Naruto… eres tu?
-naruto no está- le respondió la voz de Sasuke desde el otro lado –que no estaba contigo?
-si… pero…regresé sola- afirmó con vergüenza, no quería decirle al moreno que se habían peleado
-ese idiota te dejó tirada?
-no… yo me tuve que ir- mintió
- cuando llegue le diré que te busque, ahora lárgate que estoy durmiendo
-lo siento… ne… Sasuke kun… podría hablar… un momento contigo?
-tiene que ser ahora? Estoy cansado
-Prometo que no tardaré
-Tsk esta bien, dame un momento
Sasuke la izo esperar, no mucho, pero si el tiempo suficiente para replantearse el haberle pedido que charlaran, sin embargo, no rea momento para dejarlo, Sasuke se molestaría, la puerta ante si se abrió, y la tibia atmosfera que se guardaba dentro la acogió de inmediato, el moreno le izo un ademan para que entrara mientras el encendía la luz. Los ojos perla de hinata se abrieron como platos al ver la imagen que le presentaba Sasuke, no podía negar que el Uchiha se veía simplemente hermoso, pero mas allá de su sensual aura estaba lo que le impactaba, su rostro se veía mas pálido resaltando un ligero sonrojo, sus pupilas, unos milímetros mas grandes, le daban una mira mirada mas penetrante, los labios estaban hinchados y rojos y sobre el cuello de la camisa de la pijama azul podía verse asomados las hendiduras causadas por un mordisco en su clavícula, quiso alejar una imagen de su mente, pero entonces sintió el aroma característico del sexo
-creo que no es un buen momento
-ya estas aquí, así que habla
-no hay problema, vendré en otro- la mirada inquisidora de l moreno le obligó a hbalar- … Sasuke, sabes que tipo de persona… le gusta a Naruto?
-eres su novia, no? Que no es obio?
-quiera creer que soy su tipo, pero seria mentirme a mi misma…tu eres un amigo cercano, por favor, dime que tipo de chica le gusta- le pidió casi supluicandole
-amigo cercano? Le conozco hace 2 semanas, no soy su amigo cercano
-Ha?- no entendía lo que le decía, si no eran amigos, por que Naruto solo le hablaba del Uchiha… a no ser que…- ne sasuke…a ti que tipo de persona te gusta
-no es de tu incumbencia
-los siento pero te gustan las chicas de grandes pechos? O los chicos que te hacen reír
- a que viene esa pregunta?- dijo respondiendo una pregunta con otra, y sin fijarse muy bien en sus palabras solo le respondió -solo me fijaría en alguien que valiera la pena