No era el mejor restaurante de la ciudad pero debía admitir que la vista era de lo mejor, después de la función Milo había insistido en ir a cenar y como a él no le iba deber favores acepto con la única condición de que sería él quien pagara la cena, contrario a lo que normalmente le pasaba el peli azul acepto de inmediato, eso fue un punto a su favor ya que Shaka odiaba que sus citas se negaran a compartir los gastos.
Se encontraban en uno de los tantos cafés al aire libre que la cuidad ofrecía este en particular estaba cerca de la playa razón por la cual apenas y habían alcanzado una mesa, tardaron cerca de 25 minutos en llegar y tuvieron que esperar otros cuantos antes den encontrar lugar, pero según Milo las crepas que vendían en el lugar valían la espera y esperaba que en verdad lo valieran porque se moría de hambre. Apenas había probado algo de lo que Afrodita llevo en la mañana ya que su mente estaba concentrada en otras cosas. Trabajo por supuesto.
En fin, el chiste es que ahora que la endorfina había salido de su sistema, estaba preguntándose ¿el por qué diablos había aceptado salir con ese tipo? si nunca lo había soportado y siempre supo que el desagrado era mutuo. Pero que más podida hacer si la pata ya la había metido y ahora se encontraba de frente a ese hombre esperando que trajeran su cena, tal vez esa era la razón de su repentino mal humor: tenía hambre.
- ¿Tardaran mucho en traernos la cena? Muero de hambre
- Vaya!! así que si comes- dijo Milo burlón- yo que pensaba que eras de esos que se les “olvida” comer
- Omitiré tu comentario-dijo con fastidio- tengo hambre
- Uhmm no creo que tarden muncho en traer nuestra orden, soy amigo del dueño-
- No me digas!!!- dijo sarcástico- y porque eres amigo del dueño nos dejaron 15 minutos en la puerta ¿no? ¡Qué considerado!
- No empieces rubio- ese era el problema con ellos recordó Milo, no soportaban estar en un mismo espacio sin que lo peor de ambos signos zodiacales saliera a flote- mejor dime ¿qué te pareció el espectáculo?
- Estuvo bien- (me encanto)- en este tipo de danzas la música y los colores siempre están relacionados con la coreografía, cada movimiento expresa un sentimiento, levantar una mano puede significarlo todo, o bueno al menos eso he leído…como sea… nunca imagine que te gustaran este tipo de cosas Milo, siempre te creí más de americano o box , ya sabes deportes de mucha fuerza física y poco intelecto - comento Shaka mientras se seguía preguntando ¿Cómo fue que dejo botado su trabajo para terminar la noche junto a ese hombre? – debo admitir que fue una gran sorpresa
- No soy tan inculto como crees Shaka- respondió con algo de molestia- puede que no lo parezca pero mi madre era una fanática de las bellas artes y me enseño a apreciar cada una de ellas, hasta hace unos meses iba con regularidad al teatro o la opera
- En serio?- una fina ceja arqueada de mostraba su incredulidad- vaya eso sí que es una sorpresa, llegue a pensar que solo era una táctica para llamar mi atención… una que apenas funciono por si te lo preguntas
- No todo gira a tu alrededor- respondió molesto el peli azul- no es la primera vez que asisto a este tipo de eventos ¿Cómo, si no, piensas que conseguí un palco cuando la plaza entera estaba llena? Eso es porque lo rento desde que mi madre aún vivía, tan solo pensé que entre los demás tu serías el único que disfrutaría realmente algo así y no me equivoque, parecías niño chiquito en una feria- dijo con burla- no hagas que me arrepienta de haberte invitado y ya cierra la boca- a penas las palabras salieron, Milo maldijo su imprudencia, adiós a su plan de llevarlo a su cama esa noche.
Contrario a lo que el peli azul esperaba en el rostro de Shaka se formo una sonrisa, algo sarcástica pero al fin sonrisa, justo cuando iba a comentar algo, la mesa en la que estaban sentados vibro y el rubio se levanto a responder la llamada, salvando a Milo de meter aun más la pata.
Shaka no tardo en regresar a su mesa, tomo su abrigo y dio las gracias,el griego lo noto algo intranquilo así que también tomo su abrigo y lo siguió, cuando salió del café Shaka ya le hacia la parada a un taxi.
- ¿Qué sucede?- pregunto intrigado por la conducta del menor
- Era Dita, algo salió mal
- Ya veo, entonces vamos- tomo del brazo a Shaka y lo guio hasta el auto.
Tardaron aproximadamente 30 minutos en llegar al edificio en donde vivía con Dita, no habían estacionado el auto y el rubio ya se había dado una idea de cuan bebido estaba su amigo que en ese momento forcejeaba con fuerza para soltarse del agarre en el que Mu lo tenía tratando de controlar el mal carácter de Dita quien maldecía todo aquel que se le venía a la mente, apenas el auto tuvo un alto parcial Shaka se bajo justo en el momento en que Dita se soltaba del abrazo de Mu y corría hacia la avenida, Mu grito asustado y Shaka en un reflejo alcanzo a jalar del brazo al peli celeste antes de que un auto le pasara por encima, ambos cayeron aunque Shaka se llevo la peor parte al golpear el suelo con la cadera tratando de que Dita no se desnucara.
- Dejame morir- chillaba histérico el sueco- quiero morir sin mi Kanoncito quiero morir- fue lo único que se escucho, segundos después Mu soltó un suspiro de alivio y Milo expulso todas las maldiciones que había estado conteniendo cuando vio caer a ambos
- YA BASTA!!!- el grito cayo a Dita que se quedo viendo asustado los turbios zafiros, Shaka nunca le había gritado de esa forma, mejor dicho, nunca lo había escuchado gritarle así a alguien, por lo que prefirió guardar silencio esperando que el rubio se calmara- es que a caso te has vuelto loco!!! O qué demonios te pasa!!! Estuviste a punto de morir imbécil… y por poco me llevas a mí también entre las patas ¿qué diablos te sucede???
- Yo … Shaka yo no- tartamudeo nervioso
- Tu no que!!!
- Yo no quería…. Yo
- Shaka es suficiente- dijo Milo apretando la mano del rubio que seguía bastante alterado – vamos levántate, se te esta manchando el traje - aquel comentario hizo reír a Shaka que se separo del cuerpo de Dita y riendo nervioso se sentó en la banqueta y cubrió su rostro con la manos mientras Milo le abrazaba para consolarle. Mu ayudaba a levantarse a Dita que seguía algo asustado por el grito de Shaka, se le había bajado la borrachera al ver la expresión de su mejor amigo, justo en ese momento cayó en la cuenta de que el auto que estuvo a punto de arrollarlo venia lo suficientemente rápido como para matarlo al instante y que si Shaka no hubiese reaccionado rápido no solo él hubiese muerto.
- Lo siento Shaka- dijo Dita arrodillándose para quedar al nivel del rubio- lo siento, lo siento, lo siento, lo siento- repetía mientras lo abrazaba con fuerza y las lagrimas volvían a salir de sus ojos celestes.
Después de un rato Shaka se tranquilizo, se sentía cansado y no solo por lo que había pasado sino también porque los últimos 15 días habían sido realmente pesados y esto había sido la cereza en el pastel, agotado sobre todo anímicamente separo de sí a Afrodita, le acarició la mejilla y con una sonrisa turbia se levanto.
- vamos a dentro- dijo al darse la vuelta y encaminarse a la puerta del edificio- necesito un vodka… no mejor una botella
Los demás entraron un rato después de él encontrándolo cerca de la cantina, Mu acompaño a Dita al sanitario y Shaka se dejo caer en el sofá de descanso redondo con una botella de lo que parecía ser tequila, con los ojos cerrados Shaka agarraba fuertemente el cuello de la botella y un suspiro salió de sus labios. Milo pudo observar el verdadero cansancio en el rostro del rubio, y preocupado se acerco a donde estaba
- ¿no crees que es una bebida demasiado fuerte? – pregunto tratando de calmarlo y calmarse, ahora se daba cuenta de que para todos había sido una impresión bastante fuerte
- no, no lo creo- dijo mientras se llevaba la botella a los labios y hacia una mueca al tragar.
Milo ya no dijo más y solo le quito la botella para él mismo darle un trago antes de pasársela nuevamente.
- Tienes razón, no lo es-
*/*/*/*/*/*/*/*/*/*
Londres, Inglaterra
-maldito perro del demonio, hijo de su pe#%a madre nada más que te agarre y colgare tu gruesa y peluda piel en la puerta de entrada, hare contigo un abrigo y se lo mandare por paquetería al malagradecido de tu dueño- susurraba Radamanthys en voz baja mientras exprimía su ropa de una forma poco practica (4 o 5 prendas a la vez), sus reclamos eran una letanía de vulgaridades que muy pocas veces los peli plateados le habían escuchado hablar a su jefe. Pero ellos lo entendían, al menos lo hicieron al llegar al departamento del rubio.
Muy temprano ese día Radamanthys había llamado a la oficina requiriendo de sus presencias en su departamento, Lune y Valentine no tardaron en acatar la orden, el primero resignado y el segundo algo curioso por ver lo que pasaba, si en algo estaban de acuerdo los dos, eso era en que tendría que tratarse del perro de Shaka, perdón, del perro que tenía Shaka como mascota.
Ese perro logro colmar la poca paciencia de Radamanthys más pronto de lo aconsejable, tan solo la primera noche acabó con la bonita colección de plantas que el rubio tenía en la terraza. Lune al principio no lo creyó posible, no por Thor, todos en la oficina sabían que ese perro era el mismísimo diablo, si no porque honestamente quien creería que a él arisco rubio le gustase la jardinería??? Pero nada más de entrar a la dichosa terraza y ver el revoltijo entre tierra húmeda, hojas, tallos y unos cuantos pétalos comprobó lo dicho por Rada, Valentine se empezó a carcajear cuando recordó la exclamación acusatoria del cejón como él lo llamaba “si hasta los tulipanes se comió- dijo con la indignación de una madre- se los comió”. Esa tarde a ellos les toco hacerse cargo del jardín destrozado y del perro. No es necesario agregar que fue más fácil encargarse del jardín que del perro.
Después fueron los zapatos, sus favoritos y Radamanthys ya quería castrar al animal, así una lista interminable de “travesuras” que el perro hizo durante sus ratos a solas, arranco la argolla incrustada en la pared y rompió más de 10 cadenas, mordió un sillón de cuero, orino en la alfombra del despacho, deshojo una constitución completa, bueno esa no les preocupo mucho a ninguno de los tres. Pero ese no era el caso… esta vez Thor había sobrepasado todo limite al romper la manguera que abastecía la lavadora, como era lógico el liquido al no tener con que detenerse se empezó a derramar por todo el cuarto hasta que la cantidad de agua supero el pequeño escalón a desnivel he inundo la sala. Ahora ahí estaban ellos tres tratando de salvar todo lo que fuera posible de aquella inundación, cosa arto complicada porque el rubio gustaba de muebles antiguos de madera y para lograr ponerlos en un suelo seco tuvieron que sacarlos al pasillo, claro que cargándolos porque Radamanthys no iba a permitir que los arrastraran.
- Por cierto- dijo Lune suspirando después de trabajar toda la tarde- ¿Dónde está Thor?
- Cierto Rada, no lo he visto en todo el día- dijo Valentine
- Con suerte y si es inteligente, estará ya muy lejos- respondió molesto el rubio, esto se lo pagarían, ese maldito perro y su primo.