Lunes 6:30 am
El carro de Apolo empezaba a salir por el este de la ciudad y los rayos nacientes de sol poco a poco iluminaban su habitación, rodeándolo de un suave calorcillo y llenándolo de un agradable confort en su cama matrimonial, adormilado escucho la melodiosa tonada de su despertador y teniendo cuidado de no aplastar ni despertar a su acompañante se estiro sobre esté para alcanzar el aparato, apagar la alarma y volver a acurrucarse en su lado del lecho.
Fue después de unos segundos que reacciono de forma violenta sentándose en la cama para a continuación desprender las cobijas de un tirón y descubrir quién era aquel que invadía su espacio sin permiso, la maraña de cabellos celestes esparcido por la almohada le reveló inmediatamente la identidad del invasor y dejándose llevar por la molestia, con los pies empujo fuertemente aquel cuerpo que cayó como costal de harina
- Uhmmmm- se escucho el quejido de Afrodita aun dormido, había olvidado que tenía el sueño pesado
Satisfecho con haber desterrado al invasor de su territorio y ver la cara de dolor que puso el de cabellera celeste en sueños, Shaka se levanto para tomar su ducha matutina, necesitaba llegar más temprano de lo normal para poder ponerse al día y terminar todos los pendientes antes del viaje de reconocimiento a la isla. Treinta minutos después salió, arreglado con un pantalón de vestir recto negro que le alargaba y estilizaba las piernas, una camisa igualmente negra y una coleta alta.
Ignorando al “bello durmiente” en el suelo, salió de su habitación dispuesto a desayunar algo ligero y viendo que Dita no despertaba para las 7:30 tomo sus cosas y se dirigió a la oficina, de reojo pudo observar todo el relajo de la sala el cual el sueco aun no recogía, lo que era la carpa estaba toda desparramada en el poco espacio entre los muebles, las copas y todo lo que pretendía utilizar arrumbados en la mesa de centro junto con el reloj que Milo olvido luego de su desafortunada despedida.
De solo recordar el fraude del viernes en la noche la bilis se le subía a la garganta, no podía creer que fue tan estúpido como para caer en los juegos un dandi región cuatro como Milo, de seguro fue el alcohol corriendo por sus venas, durmiendo sus sentidos y atontando sus neuronas ¿Por qué de que otra manera él hubiese encontrado tan irresistible? Sí, eso tuvo que haber sido porque no podía encontrar una razón más creíble para dejar siquiera que el griego le tocara
Vamos!!! Si ni siquiera era de su tipo!!!
Definitivamente había sido culpa del tequila y del castigo que les impuso a Minos y Aiacos por distraerlo del trabajo, cero sexo hasta que terminaran los pendientes, un castigo si bien merecido pero del que también salió afectado él, aunque jamás lo admitiría frente a sus amantes.
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Cuando Dita llego, eran cerca de la once de la mañana, con lentes oscuros que por poco le cubrían el rostro entero, el cabello celeste sujeto en una media cola despeinada, jeans desgastados y un polo verde con lo que Shaka sospechaba eran gotas de pintura morada. Enarco una de sus finísimas cejas esperando a que el sueco le ofreciera una explicación del porque de su mala apariencia, a lo que Dita no tardo en explicar que no pensaba arruinar su ropa de marca haciendo limpieza y que luego simplemente se había dado cuenta de lo tarde que era, así que no se había tomado el tiempo de cambiarse y helo aquí.
Y aunque esa no era la razón que él esperaba escuchar, termino aceptando la petición de su mejor amigo para quedarse en su oficina hasta que las cosas con Kanon se solucionaran o que le cambiaran su oficina que antes quedaba convenientemente en el mismo piso que el departamento de presupuesto.
Como fuera el caso, Shaka no estaba de ánimos para escuchar los reclamos de Dita y con resignación acepto la invasión a su oficina.
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b34;b34;Dónde estabas cuando toda mi alma
Se partía en pedazos preguntando por ti
Cuando el frio me caló hasta en los huesos
Y un profundo silencio te alejaba de mí
Dónde estabas cuando todo mi tiempo
Se perdía en buscarte para hacerte reír
Cuando tantas noches desesperadas
Suplicaba a tu boca que mintiera por mí
Dónde estabas cuando todo acabo
Dónde estabas cuando el sol se durmió
Dónde estabas cuando toda mi alma se cayó del balcón. b34;b34;
Y hora ¿Qué diablos era aquello? Y no, no se refería al idioma de la canción, estaba casi seguro de que era español, y de que Dita se había vuelto loco después de estar 2 horas seguidas pegado al maldito ordenador en busca de música que “calmara” su dolor. Y sí, decía “calmara” entrecomillado porque a cada canción se le notaba más el aura de amargura que se cargaba y al que estaba arrastrándolo también.
Y todo porque Kanon no aparecía rogando su perdón.
Maldito Kanon, donde esta cuando se le necesita!!!
Trato de ignorarlo por centésima vez y seguir con los pendientes que dejo la semana pasada.
Todo marchaba sobre ruedas y estaba seguro que para el final de esta semana la mayoría de pedidos estarían hechos y los planos solo necesitaban adecuarse a los espacios correspondientes.
Al final había aceptado seis de los proyectos de Camus(que después de todo se puso a trabajar): cuatro habitaciones y dos suites, cuatro de Mu: tres jardines y una terma, que se complementaban con los otros ocho proyectos suyos, lo que lo dejaba con dieciocho habitaciones base (muy pocas a su gusto) para el primer edificio inspirado en los elíseos griegos y contaba con cerca de 90 habitaciones, 5 suite de lujo y cinco termas de diferentes tamaños, pero era casi obvio que en la mayoría de ellos jugarían con la imaginación e inspiración en los dioses y héroes míticos.
b35;No, no pasa nada si el amor no es perfecto
Siempre y cuando sea honesto
Y no, ya para que pedir perdón, no es correcto
No puedo compartir lo que no se me dio
No soy el dueño de tu corazón
Yo soy quien sobra en esta habitación, no b35;
Otra vez!!!
Trato nuevamente de ignorarlo y concentrarse únicamente en el trabajo atrasado del viernes, en verdad que trataba pero Afrodita cada vez se volvía más desesperante, llevaba apenas dos días separado de Kanon y ya lo tenía arto!!! con el concierto de canciones despechadas y dolidas que desde el sábado en la mañana se escuchaba a todo volumen en el departamento y como si con eso no fuese suficiente se había atrevido a invadir si habitación con el pretexto de que no había podido dormir.
Lo peor de todo es que algunas de las canciones le recordaban el fiasco vivido con Milo y eso es lo que lo podía de más mal humor, porque aquello era algo que se le atravesaba en el orgullo y no lo dejaba continuar sin el deseo de venganza susurrándole al oído.
Concentrándose nuevamente en las hojas de costos que le había dejado Minos en la mañana, se percato de que las losetas de mármol calacata (italiano) superaban ligeramente el presupuesto por pieza que tenía contemplado, lo que haciendo cálculos incrementaba considerablemente el costo de los pisos… ni hablar tendría que discutirlo con Kanon y en caso de que este se negara a subir el presupuesto pues tendía que conformarse con el mármol carrara (toscano) como segunda opción.
Era apenas medio día y el asomo de una jaqueca empezaba a punzarle la sien, Shaka observo desesperado a Dita que simplemente no se callaba, pero el sueco en medio de su nube gris ni noto la pesada mirada del rubio que ahora se lamentaba el momento en que dejo a Dita quedarse en su oficina.
Por el ruido y porque ahora sería él quien tendría que subir hasta el departamento de costos para hablar con Kanon y no al revés…
Fue hasta que Mu entró con cara de pocos amigos y desconecto el maldito aparato que el peli-azul reaccionó.
- Pero ¿qué?- pregunto Dita con cara contrariada
- Ya basta- dijo irritado Mu – llevas con la música a todo volumen desde que llegaste y francamente ya me canse de estar escuchándote
- Dímelo a mí- comento Shaka- que lo escucho así desde el sábado y no he podido salir por miedo a que haga otra estupidez
- No entiendo en que les afecta… es que acaso no pueden comprender mi desdicha?- dijo el sueco contrariado
- Desdicha? … Desdicha!!!- era la primera vez en todo lo que llevaba de regreso que escucho al peli-lila alzar la voz- Dita estas dando pena!!! ¿qué no te has dado cuenta que todo el departamento de diseño ya se entero de que terminaste con Kanon, que eso incluye también a Camus y eso fue sólo por tu culpa?
- No me menciones a ese imbécil- grito Dita- lo que menos quiero es saber algo de semejante idiota!
- ¿Te refieres a Kanon o a Camus?- intervino el hindú, su dolor de cabeza ya era algo seguro.
- A los dos! Maldita sea- fue el grito agudo de Dita mientras salía azotando la puerta recién instalada
- ¿Crees que lo ofendí?- pregunto Mu algo preocupado viendo temblar los cristales
- Solo dijiste la verdad- suspiró- dale tiempo a que se acostumbre o a que vuelva con Kanon, en cualquier caso no dijiste nada que no fuera verdad
- Camus no tardara en correr la voz a los demás departamentos, mañana toda la empresa sabrá que terminaron
- Ummm, de todas formas tarde o temprano se iban a enterar… ahh ¿tienes aspirinas?- pregunto el rubio malhumorado
- Tan mal te fue?- comento Mu curioso- a ti no suele dolerte la cabeza y no sé porque sospecho que Milo Escorpios tiene mucho que ver con ese dolor
- No sé a qué te refieres
- Oh vamos Shaka!!- se río pícaramente el peli-lila- el viernes llegaste con él de quien sabe dónde, porque en la oficina no estabas cuando te llame y luego de lo de Dita… se quedo contigo en el departamento, los dos solos sin nada ni nadie que los interrumpiera y me vas a decir que no paso nada después de cómo se comían con la mirada!!! No te creo!!!
- No, no paso nada- Mu noto la irritación en el tono de voz de Shaka y alzo uno de sus puntitos en signo de interrogación, Shaka lo ignoro y camino hacia la puerta, el ariano frunció el ceño
- ¿a dónde vas?-
- Con Kanon, necesito revisar el presupuesto de los pisos en elíseos y no puedo traerlo acá por obvias razones- dijo mientras señalaba el escritorio donde Dita se había instalado y salía.
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Milo escuchaba la conversación que mantenían los hombres que trabajaban para Shaka, llevaba cinco minutos escuchándoles y hasta ahora no habían dicho nada importante sobre el rubio, se la pasaban comentando tonterías sobre sus encuentros sexuales con las secretarias de la empresa y esa charla empezaba a cansarlo. Porque después de lo del viernes lo único que le interesaba saber es si había comentado algo de su penosa actuación y a quien lo había hecho.
Vestido de manera casual con pantalones de mezclilla y una camisa de algodón azul marino que se le pegaba al cuerpo, el griego se dirigía a la oficina que compartía con Aioria para arreglar los últimos detalles del contrato con la constructora encargada del proyecto.
- ¿Sabes si ya encontraron al chucho?- pregunto el sujeto con cabello plateado y fleco tan grande que le tapaba los ojos, demasiado cabello para el gusto de Milo pero el tipo parecía sentirse cómodo de esa manera, a él más le recordaba a un pastor ingles
- A Thor? No, no lo han encontrado y no quiero imaginarme la que se les va a armar si no lo encuentran antes de que Shaka llame para saber cómo esta- respondió el otro que sin duda había sido el que beso al rubio la primera vez que los vio. Recordar aquel detalle no le agrado a Milo
- Sigo sin entender cómo es que no se dieron cuenta de que semejante animal se había escapado
- De acuerdo con Lune estaban tan entretenidos tratando de rescatar el mobiliario de Rada que no se acordaron de él hasta que oscureció- el pelinegro dijo de manera burlona
- El problema con los costo sin duda los ha beneficiado, Shaka esta tan ocupado con los presupuestos que apenas se da tiempo de comer
- Y eso provoca que también a nosotros nos tenga abandonados- suspiro el pelinegro
Milo se tenso involuntariamente, el rumbo que tomaba aquella conversación no le agradaba, su estomago se comprimió con tan solo imaginar al rubio hermoso entre esos dos zoquetes haciéndoles exactamente lo mismo que le hizo a él la noche del viernes, por un momento sintió celos. Por Dios celos!!!
La puerta del ascensor se abrió en el quinto piso y por acto reflejo dirigió la vista hacía la entrada, maldijo su suerte mentalmente mientras que veía aquella inconfundible melena azul adentrarse. Es que acaso los Dioses estaban en su contra!!
Solo faltaba aquello, que el desgraciado de Saga subiese en el mismo elevador en el que él venía como si no hubiese muchos otros, solo esperaba que no se atreviera a pararse a un lado suyo, suspiro cuando vio como se recorría a la esquina contraria en la que él estaba para hacer espacio a su asistente y por un instante sus miradas coincidieron, Milo dejo que el desagrado que sentía se reflejara en su rostro y de inmediato desvió la mirada por lo que no alcanzo a ver como Saga alzaba las cejas y sonreía con tristeza.
Regreso su atención a la conversación que en ningún momento se había detenido e ignoro a los demás ocupantes, tal parecía que no se había perdido de mucho pues aquellos dos seguían con lo mismo
- Sabes que para él su trabajo esta antes que todo lo demás Aiacos, ya deberías estar acostumbrado- comento serio el peli-plateado
Así que el pelinegro se llamaba Aiacos pensó curioso Milo
- Ya lo sé, pero no me digas que tú no te mueres por tenerlo debajo… o arriba de ti, moviéndose de la manera tan deliciosa en que lo hace con esa afiladas caderas y besando sus adictivos labios sabor a durazno nuevamente… son 15 días de sequia Minos- replico el tal Aiacos y Milo pudo notar como la conversación de esos dos empezaba a llamar la atención de Saga que disimuladamente miraba de reojo hacia ellos, una sonrisa maligna se formo en sus labios, disfrutaría, claro que lo haría, saborearía la pequeña venganza no planeada que esos dos idiotas le estaban ofreciendo.
Y después destruiría la imagen que se había formado en su cabeza de Shaka teniendo sexo con los estúpidos esos. Por un momento se pregunto si a Shaka le agradaría enterarse de cómo ventilan sus intimidades, pero desecho la idea ya que no estaba en una mejor posición que ellos y no quería salir humillado… otra vez
- Ummm, tampoco es que te mantuvieras célibe, que me dices de la recepcionista, el encargado de las fotocopias, la linda pelinegra de contaduría, vamos si hasta te le insinuaste a su secretaria
- Cállate- reclamo el tal Aiacos- ruega a los dioses que Shaka no se entere de eso si no el que va a tener que mamármela esta noche serás tú en lugar de él
Y ahí estaba, el momento que Milo estaba esperando. Fue todo un poema ver como la cara de Saga se descomponía ante las palabras del peli-negro, pudo ver la rabia y el coraje apoderarse de aquellas pupilas esmeraldas y los puños bronceados estrujar el folder que llevaba en manos cuando giro su rostro hacia él. Sonrió con burla.
Saga salió hecho un demonio apenas las puertas se abrieron y se perdió en su oficina con un portazo, los achichicles de Shaka también bajaron en ese piso aunque no alcanzo a ver hacía donde se dirigieron porque las puertas se cerraron nuevamente.
Solo le quedo ligero mal sabor de boca al enterarse de que Shaka los vería aquella noche… y nuevamente los celos.
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Era lunes… y él… había llegado con el brillo característico de un fin de semana lleno de sexo
Y no cualquier sexo!! No claro que no, sino uno totalmente pasional y salvaje, de esas pocas veces en las que Saga lo había sorprendido después de tantos años como amantes y lo había dejado exhausto y adolorido.
Simplemente fue fantástico y hasta se estaba pensando volver a dejarlo por un rato en abstinencia solo para tener otro de aquellos encuentros bestiales que tuvieron el sábado y domingo. Porque sí, ese fin de semana Saga actuó como una verdadera bestia, un demonio sexual ávido por devorarlo y él sin ningún temor se dejo poseer.
Y claro que Camus estaba más que satisfecho y completamente seguro de que nada arruinaría el resto de la semana… ni siquiera el molesto de su hermanastro que siempre conseguía dejarlo en ridículo o el regaño que recibió esta mañana de su amante por meter en “problemas” a su gemelo, suspiro e hizo esos pensamientos a un lado, nada pero nada arruinaría su buen humor. Y estaba decidido a mantenerlo.
O eso creyó hasta el momento en que puso un pie en el piso donde se encontraba su oficina, a lo largo y ancho de todo el departamento de Diseño sonaba una estridente música de mal gusto proveniente de el despacho de Shaka, Camus frunció el ceño lo que hizo que sus características cejas bífidas tomaran una forma extraña
¿es que acaso su “hermanito” ya se había vuelto loco, por fin?
No, no tenía tanta suerte
Resignado abrió su oficina justo a tiempo para no tener que escuchar los gritos en sueco que profirió Afrodita mientras se dirigía a quien sabe dónde. Gritos que fueron audibles porque la música había parado, agradeció al alma misericordiosa que detuvo esa tortura.
A diferencia de lo que Saga, Afrodita y seguramente Shaka pensaban él no tenía la intención de causarle problemas a Kanon con su novio, por más que no soportara al sueco.
Pero ante las constantes negativas de Saga de ayudarlo con los planes de la boda no le quedaba de otra que recurrir al gemelo menor para que diera su opinión al respecto. Tampoco era como Saga planteaba las cosas, por supuesto que no estaba obsesionado con la boda, pero también debían de tomar en cuenta que cuando la construcción del primer edificio terminara y ellos empezaran con los interiores, se pasarían cerca de once meses de trabajo continuo en aquella isla y tendría muy poco tiempo para cualquier planeación externa, por ello quería tener todo listo antes de partir y no se merecía que lo tacharan de obsesivo.
Pero en cierto modo Saga tenía razón en que a él, le venía de maravilla no tener que invitar al peli-celeste y que aquel problema entre ambos le beneficiaba, pero no por eso planearía todo un circo para arruinar la vida marital de Afrodita y de paso la de Kanon, después de todo lo al único que realmente no soportaba era a su medio hermano.
Shaka llego a su vida cuando él tenía doce años, su padre viudo desde que él tenia cinco se volvió a casar con la madre del rubio y que para ese entonces tenía diez años, en realidad el que su padre se casara de nuevo no era el motivo por el cual le tenía rencor a su hermanastro, porque a pesar de lo que todos pensaron en su momento Camus entendía que su padre Dégel necesitaba el cariño de una mujer y hasta había aprendido a quererla como a una madre.
El problema era Shaka, siempre fue él, Shaka y su cabello rubio, Shaka y sus buenos modales, Shaka y sus notas perfectas, Shaka y su buena condición física, como si fuese su culpa haber nacido con asma o que se le dificultaran las ciencias naturales, o hasta que le gustara mas cocinar con su nueva madre que lavar el coche de su padre.
Desde que Dégel se caso de nuevo, se la pasaba comparándolo con Shaka y siendo el rubio dos años menor que Camus, este simplemente no pudo soportarlo y creció culpando a Shaka del alejamiento con su padre.
Y con los años el resentimiento también creció.
Por eso cuando vio la cara de admiración que su "pequeño hermano" le dedicaba a Saga considerablemente más grande que ellos y que para ese tiempo ya era novio de Camus, no pudo evitarlo y apostarle al griego que no podría llevarse al niño a la cama en menos de tres meses, enamorarlo y luego botarlo y Saga acepto.
Vaya!!! que acepto..