Decir que se había equivocado era poco, más bien metió la pata hasta el fondo y ahora no tenía ni la más remota idea de cómo solucionar las cosas con su ex novio, además el hecho de que Saga se la pasara todo el fin de semana en compañía de Camus lejos del departamento no hizo nada más que aumentar su depresión debido a la soledad, ahogando sus penas en alcohol mientras contemplaba el anillo que no hace mucho aun reposaba en uno de los elegantes dedos de Afrodita y que después de su plantón el sueco le había aventado.
Valiente hermano tenía, él sufriendo por el desinterés de Saga en su boda y el muy idiota se iba todo el fin de semana a celebrar quien sabe que cosas con Camus, definitivamente esa era la última vez que le ayudaba en algo a su gemelo, sobre todo porque después de lo sucedido con Dita el infeliz no fue capaz de quedarse con él y su angustia un maldito fin de semana
Era un idiota¡¡ los dos lo eran.
Él un completo imbécil ¿Cómo pudo haberse olvidado de su aniversario después de todo lo que le costó conquistar el corazón indiferente de su adorado adonis? sí fueron meses de insistentes citas que si bien casi siempre terminaban en el departamento del peli celeste, enredados entre las sabanas mientras tenían sexo salvaje nunca fueron un verdadero acercamiento sentimental, por lo menos no como a los que Kanon quería llegar. El corazón de aquel lindo chico en ninguno de sus encuentros iniciales había estado en juego, solo eran lo que él llamaba encuentros casuales o sexo casual. Y Kanon no quería eso, porque cuando le vio por primera vez en una fiesta ofrecida por el entonces novio de Saga, se enamoro y por más estúpido que suene, sí, fue amor a primera vista, por lo menos de su parte.
Y todo para Qué?
Para que ahora que tenia a Dita a su lado como lo quiso tener siempre, él fuera a echarlo todo a perder al olvidar su aniversario de novios. El caso era que ahora tenía que encontrar la manera en que Dita le perdonase, si tenía que arrastrarse por el suelo de su oficina lo haría aunque prefería no hacerlo…
El problema fue que al entrar al piso donde se encontraban sus oficinas y dirigirse a la del sueco, no lo encontró en ella muy por el contrario se topo con la hostilidad nunca vista del asistente de su novio, el chico que siempre le había tratado de manera amable y sin en cambio esa mañana no lo había dejado ni entrar, Shun fue muy claro al decir que Dita no lo quería ver ni escuchar.
Suspiro, desparramado en la silla de su escritorio miraba el techo en busca de una solución a su problema cuando la puerta se abrió y cual señal del cielo entro el mejor amigo de su amado, vestido con pantalón y camisa negros, con el cabello sujeto de un chongo a medio caer y ojeras apenas perceptibles bajo esos ojos azules como el cielo, él rubio definitivamente no había pasado un mejor fin de semana que él
- ¿Qué te trae por aquí Shaka?- pregunto curioso sobre todo por el semblante tenso que mostraba- a que debemos el honor de tu visita-termino socarrón
- necesito que incrementes el presupuesto para las losetas de mármol, su precio es un poco mayor al que tenía calculado por pieza lo que hace que el monto suba considerablemente
-No, ya he incrementado el presupuesto para las esculturas y al hacerlo me metí en serios problemas con el seguro para imprevistos así que esta vez tendrás que buscar soluciones por tu cuenta, busca otro tipo de pisos o un mármol diferente, que se yo¡ pero no voy a aumentar el presupuesto nuevamente para ese edificio y eso está fuera de discusión, además quedaste en que si incrementaba el capital para las estatuas no volverías a pedirme nada Shaka ¿o es qué acaso ya no te acuerdas?- dijo serio el gemelo menor regresando la vista a su pantalla
-Lo recuerdo muy bien pero parece que no entendiste Kanon, no te estoy pidiendo que aumentes el presupuesto, ya he encargado el pedido y únicamente están esperando a que les confirme para empezar a extraer las piezas de la cantera, tienes que hacerlo.
- No estoy aquí para atender tus caprichos Shaka… según tengo entendido para eso son los dos hombres que se la pasan pululando alrededor de las secretarias
- Que insinúas?- el rubio tenso la boca ante la indirecta
-Oh vamos Shaka- comento burlón el mayor- ¿crees que para alguien en esta empresa es secreto que tu y esos dos son amantes? Y no te molestes en negarlo, por favor si no eres nada discreto y yo no sé donde hayas trabajado antes, pero es claro que se te olvida que en este edifico hay cámaras de seguridad hasta en el estacionamiento.
- Te atreves a insultarme Kanon- pregunto divertido- a mí… que soy probablemente la única oportunidad que tengas de volver con Dita- sonrió satisfecho ante la rigidez repentina en el rostro del gemelo- vaya¡ eso quiere decir que tal vez eres muy valiente o un completo idiota y considerando que dejaste plantado a mi amigo el día de su aniversario y que rebajaste su relación a puro sexo… me inclinaría más por la segunda opción. Y solo para que te quede claro, no lo niego, Aiacos y Minos son mis amantes y no tienes idea de cómo disfruto que sea así- sonrió pícaramente
- Y que podrías hacer tu?- dijo Kanon con voz sarcástica y ligeramente incomoda
- Ah, no lo sé, en principio decirle a Afro que tal vez y solo tal vez está exagerando y sugerirle que hable contigo antes de desecharte- Shaka hablaba todo casual y Kanon pudo ver que a pesar de no mostrar interés, la situación de ellos dos lo molestaba en verdad, a lo mejor y con mucha suerte podría sacar algo de ahí
- Aja, y que obtendrías tu a cambio, porque no querrás convencerme de que lo harías desinteresadamente, o sí?
- Claro que no¡¡ digamos que además de sacar a Dita y sus irritantes canciones de mi oficina… espero también que concedas el aumento
- Eres capaz de vender la felicidad de tu mejor amigo? Vaya Shaka, no sabía que fueras tan ruin- el comentario hizo enojar al diseñador y desde su asiento Kanon vio como el rubio se cargaba en el respaldo de su sofá, cerraba los ojos con fuerza y después de unos segundos le observaba de manera desinteresada
Mala señal…
- no te equivoques Kanon… yo no juego con la felicidad de Afrodita, sé muy bien que si no es contigo no tardara en encontrar a otro hombre que le haga feliz… y que además lo tenga como prioridad únicamente a él. Parece que no terminas de entender que lo que está en juego no es el futuro de Dita, sino el tuyo- Shaka hablaba con tranquilidad, pero en sus ojos se veía la rabia hacía griego- ¿Acaso imaginas siquiera el daño que le hiciste? No sólo heriste su orgullo que ya es algo, también abriste una vieja herida que llevaba años tratando de cerrarse y gracias a que tu estupidez o ignorancia son muy grandes mi “mejor amigo” como tú lo llamaste… ya no te tiene confianza- cayó únicamente para observar el impacto de sus palabras y tras sentirse satisfecho continuo- yo lo único que trataba de ofrecerte era una oportunidad de recuperarla, no por ti, tu mera existencia para mí es menos que un cero a la izquierda, sino por el hombre al que yo considero como un hermano. Pero ya que no te interesa mi ayuda, me retiro.
Tratando de que se le pasara la bronca que para Kanon apenas era perceptible (en esos momentos agradecía los años de meditación que le permitían ocultar gran parte de sus reacciones o por lo menos las más violentas) Shaka respiro hondo y exhalo despacio mientras se levantaba del sofá de piel negro en que se había sentado, acomodo un mechón que se había salido de su peinado exprés y se encamino hacia la puerta.
- Que tenga buena tarde Kanon- dijo con extrema educación mientras abría la puerta
- Espera Shaka- suspiro de alivio cuando el otro volteo a verle enarcando una ceja- lamento si te ofendí, pero he tenido un fin de semana de perros y me desquite con el primero que tuve oportunidad, por desgracia fuiste tú- los ojos azules se le quedaron viendo como examinando si decía la verdad y tras analizarlo un momento, su compañero de trabajo inclino la cabeza en aceptación a su disculpa, el gemelo sintió que podía continuar- Que los dioses me libren porque siento que estoy haciendo un trato con el mismísimo Hades… pero acepto.
Shaka sonrió con verdadero gusto y su sonrisa le pareció a Kanon de lo más diabólico que vio en su vida
- No te preocupes Kanon, papá solo atiende a personas como ministros o presidentes, ya sabes asuntos entre naciones, pero bueno, si me aceptas un consejo… sería prudente que atiborraras la oficina de Dita de Rosas, con los mensajes cursis que a él le gustan y que mandaras unas cuantas a mi oficina- la puerta se cerró tras el rubio y aun así el gemelo pudo escuchar la risotada que le helo la piel.
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Shaka no puedo evitar que una carcajada de puro gusto emergiera desde su garganta he inundara el piso apenas salió de la oficina de su ahora “socio”, ver todo sumiso a Kanon era un espectáculo digno de apreciar y la frase con la que termino aceptando el trato sin saber a ciencia cierta sus condiciones no hizo más que adornar su caída. A fin de cuentas, un golpe a su orgullo era el precio mínimo por el daño que le causo a Dita.
Un precio justo por reavivar en el sueco la llama de inseguridad que causo el poco interés de sus padres en él, y al mismo tiempo un daño mínimo por regresarle al peli celeste esa sensación de no ser suficiente para mantener a los demás a su lado. Porque si Afrodita lo conocía mejor que nadie, él conocía al peli celeste de la misma forma, Shaka sabía perfectamente el daño que el rechazo de sus progenitores causo en su autoestima y aunque al final fue lo mejor que creciera con su tío Albafica ya que este le brindo la estabilidad que jamás obtuvo en los internados a los que le mandaban (y la posibilidad de conocerse) Dita nunca supero el hecho de ser un estorbo en la vida de sus padres.
Y justamente por saberlo es que no soportaba ver sufrir a su amigo y quedarse de brazos cruzados, muchas veces sirvió como pañuelo ante las lágrimas de Dita victima de la impotencia de ser niños pero si ahora podía brindar una solución, lo haría. No sin antes hacer sufrir al responsable, claro está.
Todo el placer que le inundaba momentos atrás desapareció en el instante en que su mirada se cruzo con la del gemelo mayor que en ese justo momento salía del ascensor con una carpeta negra en la mano, irritado ante su mala suerte Shaka planto en su rostro una sonrisa cínica y paso al lado de Saga sin tomarle la más mínima importancia, entro al ascensor del que el mayor había salido segundos antes y pulso el numero de su piso. Algo con lo que nunca conto es que el peli azul en vez de seguir su camino fuera tras él y presionara el botón de emergencia deteniendo así el aparato en el que se encontraban, enarco una fina ceja en forma de pregunta cuando su ex amante tomo su brazo izquierdo y lo presiono con fuerza.
- Se puede saber qué demonios haces?- inquirió el rubio aun con la sonrisa plantada en los labios y tratando de soltarse, ante el movimiento brusco de Shaka, Saga incremento la presión y atrajo al rubio hacia su cuerpo, la sonrisa del menor desapareció cuando el aroma de su colonia inundo sus fosas nasales, esa maldita colonia le trajo malos recuerdos.
- Y tú, que crees que haces exhibiéndote de esa manera por toda la oficina, ten un poco de la decencia que mostrabas cuando niño y respeta el lugar donde trabajas, deja de besuquearte con esos tipos por todos lados
- De qué demonios estás hablando? … ya suéltame imbécil- exigió Shaka golpeando el abdomen de Saga para que le soltara
- Hablo de que todo el maldito edificio sabe que te revuelcas con esos idiotas, en serio Shaka ¿es que ya estas tan resignado a simple diversión? que te metiste en su matrimonio para no sentirte solo, si es así a mi me encantara volver a tenerte en mi cama las de 6 a 8 y ya no tendrías que estar rogando amor a idiotas como Milo
Shaka no pudo controlar el impulso de golpearlo, mando al diablo cinco largos años de meditación y dirigió un puñetazo directo al pómulo derecho del peli azul lo que causo que este chocara contra las puertas del ascensor y se lastimara el hombro ante el impacto, Saga se tomo el brazo derecho e hizo una mueca de dolor, quien diría que el rubio pegara tan fuerte.
Shaka aprovecho el desconcierto del gemelo mayor para sujetar su miembro sobre el fino pantalón y presionarlo con fuerza haciendo que Saga se doblara ante él
- Eso quisieras cierto, Saga?- dijo con voz ronca- te mueres por volver a estar conmigo y revientas de rabia cada que me ves sonriéndole a alguien así se Milo o la mismísima Saori- rió seductoramente- acéptalo, tienes celos… ¿Qué pasa? Acaso el culo de Camus ya no es suficiente para ti? Ya no te entretiene de la misma forma en que lo hacía cuando tú y yo éramos novios o… ¿será que mi hermanito perdió la fogosidad que tanto te prendía? A lo mejor el enorme miembro de Milo lo dejo tan satisfecho que ya no le excitas– Shaka le hablaba al oído a Saga, con voz agitada y sugerente mientras seguía presionándole su miembro al que sentía ponerse duro ante su voz y a cuestas del orgullo del peli azul- si es así no me sorprendería, ese hombre sí que sabe cómo moverse- finalizo casi jadeando.
- Te acostaste con él¡¡¡¡- recrimino Saga con un jadeo
- Y tú qué crees? Ha sido una de las mejores sesiones de sexo que he tenido – contesto riendo Shaka y le soltó justo en el momento en el que el ascensor abría nuevamente sus puertas, el hombre de mantenimiento pregunto si se encontraban bien, ignorante de lo que acaba de pasar.
- Solo ha sido un ataque de ansiedad, pero va a estar bien ¿cierto, Saga?- pregunto con fingida preocupación
El gemelo asintió y Shaka salió con el peso de su mentira a cuestas, sabía que se arrepentiría de ello pero lo hecho estaba hecho, solo rogaba a los dioses que Milo no se enterara de su charla con Saga o en verdad no podría quitarse a ese griego idiota de encima.
Cuando entro a su oficina la música había cesado y un ligero aroma a rosas inundaba el lugar, Dita alzo la vista y sonriente tomo la mano de Shaka
- Vamos a comer, muero de hambre… se me antoja algo italiano, por cierto, ¿Dónde estabas?- movió la cabeza negativamente como contestación- por cierto, hablo la chica del mármol para confirmar el pedido, dijo que tendrían la mitad de las piezas para fin de mes y que las otras la entregarían conforme las fueses necesitando… ¿Shaka, cuando decidiste cambiar el calacata por el carrara?
- El precio del mármol italiano era mucho mayor al que tenía contemplado, así que esta mañana llame a la Toscana para hacer el pedido- dijo encogiéndose de hombros- no te enteraste porque aun no llegabas- explico y antes de Salir vio (como señal de que Kanon siguió su consejo) a dos enormes arreglos de rosas rojas que adornaban la mesa de té y el escritorio de su amigo. Shaka sonrió ante la espontanea alegría de Dita y satisfecho le siguió hacia el restaurante.
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35° C a la sombra, era el día más caluroso de Grecia en décadas y para no perder la costumbre con su mala suerte, ahí estaba él, ellos en realidad bajos el deshidratante sol mediterráneo en medio de una conferencia de prensa a la cual no le veían fin. Todos ellos “cómodamente” sentados bajo distintas carpas instaladas estratégicamente en la parte más plana de la isla, formando un medio círculo alrededor del podio donde su amada jefa daba desde hacía 10 minutos un discurso.
Maldito el día en que Saori Kido decidió que ese sería el momento perfecto para colocar la primera piedra del conjunto hotelero, es que acaso su jefa no pudo escoger otra temporada del año? No, tenía que ser justo a mitad de verano cuando el sol en esa parte del planeta se mostraba inclemente, no cabe duda de que esa mujer es una bruja.
O una Idiota.
Al final, ahí estaban ellos, toda la comitiva de las empresas Kido pretendiendo ponerle atención al interminable discurso de Saori y a pesar del calor a Milo no le fue problema apreciar lo bien que aquel traje blanco le quedaba a la peli lila, los pantalones le ajustaban bien en todas partes resaltando su redondito trasero y la blusa azul rey acentuaban la palidez de su tez y claro, dirigían la vista a ese increíble busto. La verdad es que si en esos momentos no estuviera más interesado en su venganza, hace rato que la hubiese conquistado, al fin de cuentas no había chico o chica que se escapara a sus encantos. Todos caían rendidos ante él, todos excepto uno.
Shaka
El causante de sus desvelos desde hace algunos días no quería ni verlo y Milo podía entender la razón: orgullo. El bendito orgullo y lo entendía sobre todo porque en un principio él tampoco quiso cruzarse en el camino del rubio, era un golpe para su orgullo de macho la forma en la que habían terminados las cosas entre ellos, bueno ni siquiera habían comenzado para ser exactos. El caso era que los cargos de conciencia por dejar a medias al muchacho y la profunda decepción de sí mismo por su lamentable actuación no lo dejaban en paz, todo eso conjugado con el hecho de que desde aquel día no lograba satisfacer su deseo sexual con ningún otro amante y tenía el mal presentimiento de que no quedaría del todo complacido hasta que no terminara lo iniciado con Shaka.
Y ahí estaba él, en medio de la nada muriendo de calor, escuchando una charada que para nada le interesaba y con una profunda insatisfacción.
Miro alrededor con el propósito de sacar al rubio diseñador de su mente o por lo menos de distraer a la misma de la insolación que de seguro le daría, recorrió con la vista a sus compañeros, desde las secretarias de departamento hasta los más altos ejecutivos había formado parte de la comitiva de viaje, Marín y Shaina charlaban bajo de una de las pocas carpas instaladas tras el podio, a unas cuantas carpas a su derecha Aioria sacudía con rapidez su camisa, el pensar que faltaba poco para que se desnudara en plena conferencia le hizo sonreír sobre todo porque su compatriota era muy capaz de sacarse por lo menos la camisa.
Kanon se encontraba a su lado (no por gusto, obviamente) y sudaba a mares, Milo estaba seguro de que ese traje gris de etiqueta a medio abrochar no hacía nada por su dueño, además de que el gemelo menor no dejaba de apuñalar con la vista a uno de los “asistentes” de Shaka que cómodamente platicaba con Dita mientras sostenía una sombrilla para protegerlos a ambos de los rayos solares justo en frente de ellos, Kanon hizo una mueca de ira y tenso la mandíbula en el momento en que la risa de Afrodita se dejó escuchar.
Se le hizo imposible no voltear a ver a su ex mejor amigo y a su ex novio, el peinado siempre perfecto de Camus desapareció además mantenía los ojos cerrados para protegerlos de la luz, el idiota de Saga seguro se estaría cocinando bajo ese traje negro, tenía las cejas fruncidas y el semblante algo tenso y mantenía la vista de un punto en especifico. Milo dirigió su vista al mismo lugar del que Saga no la apartaba encontrándose con una imagen que hizo a su pecho hervir y sintió el gusanito de los celos crecer en su interior.
A los lejos se podía ver la inconfundible figura del rubio caminado muy pegado al estúpido pelinegro llamado Aiacos, sus ropas se veían revueltas y el largo cabello rubio estaba bastante despeinado, ahora que recordaba no le había visto desde que llegaron en la mañana y las fachas en las que los dos se encontraban daban una clara idea de que estuvieron haciendo. Regreso la vista a Saga y ahora pudo ver que lo que en un primer instante catalogo como fastidio no era más que deseo e ira, deseo por aquel hombre con la camisa pegada el torso por el sudor y aquellos carpís medio mojados ceñidos al cuerpo e ira seguramente porque no era él el que lo tenía en semejantes condiciones. Resoplo frustrado cuando aquellos dos se besaron entes de sentarse junto a Dita y el tal Minos.
Ya más de cerca se percato de que Shaka sufría como todos los estragos del calor, pero a diferencia de los demás el sudor le hacía ver más apetecible. Y algo en su parte baja despertó “abajo” le dijo mentalmente a su entrepierna.
- Los celotes están de a peso- comento sardónicamente Kanon
- Eso creo, o acaso te da igual ver a Dita coquetearle al inglesito ese?- refuto Milo aparentando indiferencia y por el rabillo del ojo capto el puño del mayor contraerse
- Ese maldito rubio es un manipulador, me dijo que me ayudaría y solo se la pasa revolcándose don esos dos
- No me digas que le pediste ayuda a Shaka, ju ju juuu ay Kanon tu sí que sabes hacer las cosas en grande – comento divertido aunque en realidad no separaba la vista del frente- no dudes en que el rubio de ayudara… pero lo hará a su manera y eso puede tardar algunos meses
- Y tú que sabes? O hora me vas a decir que lo conoces muy bien
- Oh no, para nada… sólo se lo que Aioria me comenta y según él, Mu le ha dicho que Dita y el crecieron juntos y que Shaka le cuida como si fuera su cachorrito
- Pues valiente madre es, si le abandono durante 5 años- bufo
- Y estas seguro de que lo hizo?- pregunto intrigoso- como sea el caso es que te metiste a la morada del diablo y ahora juegas bajo sus reglas- dijo aprovechando que Saori por fin termino de hablar para cambiarse de lugar.
Camino hacia una de las playas vírgenes de la isla y mientras la brisa marina jugueteaba con su cabello, Milo buscaba la manera de arreglar las cosas con el diseñador aunque en esos momentos su musa lo había abandonado.
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- a donde fuiste?- pregunto el peli celeste a quien acababa de llegar
- dimos un paseo por las playas- respondió tranquilo Shaka sabiendo a donde quería llegar el otro
- sí, me puedo imaginar qué clase de paseo dieron ustedes dos- dijo irónico, una risotada de Aiacos se escucho y algunos invitados voltearon a verlos
- oh deberías de probarlos lindo- le aconsejo el pelinegro con voz sugerente- pero te recomiendo que lleves una toalla si no quieres terminar con arena en los pantalones- rio nuevamente mientras le guiñaba el ojo
- Shaka, donde ha quedado tu decencia- Dita fingía estar escandalizado
- creo que la perdí en algún lugar de la playa- contesto todo inocente
- de que hablan?- pregunto Mu que acababa de llegar junto con Aioria, se veía que él griego en realidad la estaba pasando mal, sudaba a mares y bebía sin detenerse una botella de agua
- Shaka tuvo sexo en la playa- soltó como si nada el sueco- mientras todos nosotros nos moríamos de calor- Aioria comenzó a toser ante con el repentino comentario de Dita, Mu inmediatamente acudió su ayuda y mientras daba golpecitos en la espalda a su novio reprendió a Dita con la mirada
- Es que tú no puedes ser más discreto?
- qué? Si a Shaka no le molesta, por que a ti si?-
- de hecho si me molesta- dijo el rubio pero como de costumbre Dita omitió su comentario
- no es correcto que estés informando a todo el mundo sobre las relaciones intimas de los demás
- no las difundo, además tu llegaste preguntando
- pero podías contestar cualquier otra cosa
- quién te entiende Mu? Luego estás diciendo que te excluimos de nuestras conversaciones
- pero no tienes que publicar la vida privada de Shaka para informarme Dita, porque no de una vez te pones un megáfono y lo públicas para que la prensa se entere
- y aquí vamos otra vez- dijo resignado el rubio mientras que los otros tres seguían el vaivén de la discusión entre sus amigos- ¿estás bien, Aioria?
- Si, gracias por preguntar Shaka- respondió el castaño, antes de señalar a los otros dos con la cabeza- siempre son así?- esa pregunta atrajo la intención Minos que para ese momento estaba divertido con el dime y diretes
- desde que recuerdo ese es su modus vivendi- explico- eso se debe a que todos fuimos educados de formas distintas y Mu siempre trata de inculcar algo de discreción a Dita pero, él es demasiado extrovertido como para fijarse en si alguien le escucha o si con sus comentarios ofende a alguien… ¿acaso nunca los viste discutir? pueden pasarse horas sin que ninguno cambie de opinión
- ellos no pasaban mucho tiempo juntos antes de que tu llegaras- dijo Aioria con la vista fija en Mu- y cuando se veían generalmente solo estaba juntos un par horas
- y como terminaron siendo amigos?- pregunto Minos que para ese momento abrasaba al rubio, Aiacos hacía rato que sentó pero se mantenía atento a las dos conversaciones
- en realidad no lo sé- Shaka frunció el seño, jamás se había preguntado aquello- Afrodita y yo nos conocemos desde niños, obviamente tenemos cosas en común pero gracias a Dios no son tantas… a Mu lo conocimos en bachillerato y fue como algo natural el estar siempre juntos… a diferencia de los que muchos creen es él el que nos controla a Dita y a mí, no en el mal sentido de la palabra sino que más bien es el más sensato de los tres.
Y siempre fue así, Shaka recordaba a Dita y Mu discutiendo en cualquier lugar a donde fueran, en el museo, en el parque, incluso en las fiestas el peli lila les controlaba el alcohol que ingerían, era como la mamá gallina.
La reunión después de la presentación fue tranquila, no hubo desfiguros y todos tomaron poco recordando que al día siguiente comenzarían a trabajar durante casi un año sin interrupciones, las habitaciones donde se hospedarían estaban ligeramente separadas de las zonas de construcción y se quedarían ahí hasta que terminaran. Los edificios con casi 20m de largo por “casa” (aunque para Shaka aquello se parecía más a una barraca militar) tenían lo necesario para las personas que se quedarían en cada una de ellas y variaban de 50 a 60, aunque por suerte a ellos por ser los encargados de la obra les habían asignado una vivienda con separaciones solidas, tres baños y un comedor lo bastante grande para las 15 personas que la habitarían de manera permanente.
Debido a que un cuarto estaba reservado a las personas de mantenimiento y otro era para cuando Saori se quedara en la construcción solo quedaban 7 habitaciones disponibles por lo que tuvieron que sortear las plazas, exceptuando por las parejas ya que acordaron darles una habitación a cada una para evitarse posibles escenas incomodas así que al final quedaron Saga y Camus en una, Mu y Aioria en otra, Aioros y Shura del mismo modo, gracias a la “suerte” a Aiacos y Minos les toco juntos aunque esperaban a otro compañero porque la suya era la única habitación de tres plazas y Marín y Shaina quedaron en la misma habitación hasta ahora.
Shaka se acerco a la urna al igual que Dita y ambos tomaron un papelito, cuando los desdoblaron vieron cada uno con un numero diferente y con un poco de gracia Dita encogió los hombros mientras Shaka ponía los ojos en blanco, Shun fue el siguiente y resulto que compraría la habitación con Dita, Shaka se tenso… solo quedaban dos personas y ninguno de los dos le agradaba como compañero de cuarto, por un lado tenía al reflejo de Saga y por el otro al estúpido de Milo, ¿es que acaso los Dioses le odiaban? Observo a Kanon desdoblar el papel y cuando lo mostro a los demás quiso matar a alguien.
El mismísimo dios Momo estaba burlándose de él en ese momento, remarcado en color rojo el boleto del gemelo menor tenía el mismo número cinco que poseían Minos y Aiacos…