- Como sea- dijo encogiéndose de hombros aparentando una calma que no sentía- iré a bañarme
- Creo que no le ha hecho muy feliz el resultado- comento Aiacos- debo de decir que a mí tampoco, sin ofender pero no eres mi tipo- Kanon solo le miro ceñudo ante el comentario fuera de ligar del peli negro y la risa alta del tal Minos
- Da igual- respondió el gemelo- tan solo aléjense de Dita- luego el también abandono la estancia con una mirada de odio total dirigida hacía Minos, los dos ingleses amantes de Shaka siguieron y también dejaron la habitación dejando a un Milo que seguía sin asimilar lo que acababa de suceder.
Cuando regreso de su baño se encontró con que Milo ya estaba acostado en un lado de la cama, el maldito estaba dejando las cosas claras, si no quería dormir con él tendría que hacerlo en el suelo, con un largo suspiro Shaka dejo sus cosas de Baño a un lado de su mitad de cuarto??? Por Dios hace cuanto que no compartía una habitación? Prácticamente desde que llegó a la casa de Camus y por espacio no podían dormir en cuartos separados, y ahora después de tanto tiempo véanlo aquí compartiendo la cama con él hombre que le recordó lo que era sentirse comparado, lo peor de todo es que nuevamente sufría un golpe a su ego por culpa de Camus, maldita la hora en la que acepto este trabajo, maldita Saori Kido por hacer una casa tan pequeña, y maldita su mala suerte, porque entre todos con los que pudo estar en esta situación precisamente tenía que acabar con el idiota que dormía sin enterarse de su malestar .
Cogiendo su almohada, por lo menos esas si eran individuales, la coloco con fastidio en el medio de la cama como una barrera para que al idiota no se le ocurriese propasarse en la noche, estaba consciente de que aquello era bastante infantil e infructuosos pero le brindaba cierta seguridad, aun con la bronca encima trato de conciliar el sueño y en medio de la oscuridad, después de la centésima maldición se quedo dormido.
Milo se volteo cuando escucho la respiración acompasada de Shaka, el saber que a su lado tenía al hombre que se había estado robando sus sueños en los últimos días, separados tan solo por una ridícula almohada, dios santo… en serio sudaba?
No entendía que era lo que le pasaba cuando estaba con Shaka después de esa fatídica noche, simplemente era como si su cerebro dejara de funcionar de la manera adecuada solo con tenerlo cerca y una punzadita molesta en el estomago lo arrasaba, los primeros días creyó que algo lo había causado indigestión pero cuando el asunto persistió solo cuando veía al rubio de lejos supo que todo andaba mal con él.
Comprendía perfectamente cuál era el problema, se estaba enamorando, la razón por la que no se dio cuenta desde el primer momento fue porque simplemente olvido que era la sensación de inseguridad cuando de alguien que te gusta se trataba, desde los 15 no se sentía la llamadas mariposas en el estomago, pero no era igual, lo que comenzaba a sentir por el hombre a su lado no se parecía a nada de lo que hubiese sentido nunca con Camus ni con ninguno otro y eso lo asustaba, lo contrariaba porque si se enamoraba entonces no podría lograr su venganza, una de la que se olvidaba cada que veía esos ojos celestes tan profundos y peligrosos como el mismo océano, o ese cabello rubio cogido en un semi chongo que se desbordaba por los lados y enmarcaba su rostro nacarado, la forma en la que fruncía ligeramente el ceño cuando algo no le convencía o la costumbre de morderse el meñique cada que pensaba en algo dios eso era tan sexy.
Y ahí estaba nuevamente, como un idiota sonriendo mientras recordaba esas estupideces, el gran Milo (apellido), arquitecto reconocido en Europa, constructor de varios complejos turísticos en Italia, Grecia y Francia, seductor y amante de experiencia, empalándose con tan solo recordar el movimiento de caderas de ese hombre . Gimió cuando sintió el cuerpo de Shaka voltearse y mover una pierna por debajo de las cobijas rosando su muslo. Si definitivamente estaba sudando.
Espero a asegurarse que Shaka no se despertaría con su movimiento y cuidando de no golpearle se dio la vuelta para quedar de frente al motivo de sus pesadillas, parecía totalmente otra persona, más un ángel que un simple humano, al menos esa era su impresión y aunque sus facciones no cambiaban tanto de un estado al otro era notorio el cómo su cuerpo se relajaba y el ceño desaparecía.
Viéndolo se le hizo imposible no recordar a su madre, la esperanza que tenía de que al final encontrara a una mujer adecuada para compartir su vida, y si, mujer porque al final de cuentas y, a pesar de todo lo que lo amaba su madre no pudo dejar de lado sus prejuicios esperando que al final su único hijo regresara al buen camino y dejara de lado a los muchachitos con los que en aquel entonces salía. Al final Milo nunca cambio sus gustos aunque aprendió a apreciar las bondades de los dos géneros en la cama, las únicas veces que se había enamorado lo había hecho de hombres.
Y ahí estaba otra vez volviendo al tema del enamoramiento, ¡es que maldita sear52; ¿Qué demonios le pasa esos días? Para empezar hace cuanto tiempo no se acordaba de su madre y ahora este rubio idiota le hacía rememorar cosas que era mejor mantener en el pasado, se dio la vuelta de manera tan brusca y si mantener el más mínimo cuidado que le dio tremendo codazo a Shaka en la boca pero para sorpresa del peli azul el ojiazul ni se movió y aunque estaba seguro que en la mañana su labio se vería realmente mal Milo ignoro lo sucedido y se dedico a conciliar el sueño. O al menos lo intento.