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Venganza por amor por luna de hielo

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Notas del capitulo:

 de incumplida como siempre, pero no con el retraso de un año casi, les traigo un nuevo capi, espero que les guste 

y nuevamente les deseo una feliz navidad, si todo sale bien nos vemos el jueves o viernes (dependiendo de que tan borracha termine en noche buena ;) 

 

Afrodita picaba sin ninguna gana su plato de fruta, eran cerca de las siete de la mañana y hasta el momento  únicamente se encontraban en el comedor las secretarias de los departamentos de construcción finanzas, es decir,  Marín y Shaina, el idiota de Camus y su imbécil de su prometido y él, que como buen antisocial se encontraba alejado de los otros cuatro.

 

En realidad no siempre se le encontraba de tan mal humor en la mañana, pero llevaba mes y medio separado de Kanon y ya no aguantaba la necesidad de sus caricias y sus besos, le extrañaba y no podía volver con él porque le había prometido a Shaka que esperaría el tiempo necesario para darle una verdadera lección al gemelo menor. Empezaba a arrepentirse de esa promesa.

 

De pronto vio bajar a la feliz pareja que no lo había dejado dormir durante gran parte de la noche y mucho se temía que así sería durante el tiempo que duraran en ese islote alejado del mundo, y maldijo la necesidad de Shura y Aioros por comerse a besos en pleno desayuno ¿Qué acaso no les bastaba con el concierto de gemidos que se aventaron anoche? Movía la fruta de un lado a otro cuando vio viajar a Mu, le saludo levantando el tenedor y volvió a fijar su atención en la melón chino que examinaba desde hacía 10 minutos.

 

-          Mala noche?- pregunto el peli lila sentando al frente

-          Pésima- respondió el sueco sin despegar la vista del plato hasta que escucho un tenue gracias y levanto la vista para ver a Mu besar a Aioria, Dita casi quiso vomitar por tanta miel a su alrededor.

-          Buen día Afrodita- saludo del castaño

-          Ni tan buenos- respondió de mal humor  

-          Es que acaso no te dejaron dormir?- se burlo Mu y Dita escucho una risilla muy molesta

-          Créeme Aioria, no querrás escuchar los que tu hermano gritaba a media noche- y sonrió de medio lado al ver al griego atragantarse- basta con que sepas que no dejaba mucho a la imaginación sobre quien mordía la almohada.

-          Por qué no puedes dejar de ventilar la vida intima de los demás?- se quejo Mu dándole  golpecitos en la espalda a su pareja, mientras volteaba alrededor observando a quien los podría haber escuchado y dándole gracias a los Dioses por que la gran mayoría estuvieran todavía en el bufet- ¿acaso es mucho pedirte un poco de discreción? Dios!! Desde que terminaste con Kanon te has vuelto más irascible.

-          No me menciones a Kan… ¡Santa Madre del cielo! He de suponer que lo pasaste muy bien anoche- exclamo Dita a la persona que caminaba a espaldas de la pareja, con el suficiente volumen como para llamar la atención de los que se encontraban en el comedor ósea casi todos.

 

Shaka le dedico una mirada asesina mientras maldecía que la salida de la estancia estuviera justo al otro lado de las escaleras y que tuviese que atravesar todo el comedor para salir de ahí, sabía bien a lo que Dita se refería, el golpe en su labio parecía más una mordida de pasión que lo que en realidad era, su único consuelo es que ya se había desquitado con el causante de todo y que por lo menos hasta la tarde estaría encerrado en su cubículo privado sin recibir a nadie, ni escuchar comentarios como el de Afro o las preguntas que sin lugar a dudas le haría Mu. Dejo salir un suspiro cansado y cuando estuvo a punto de salir diviso la mueca de celos que le dedico Saga, por lo menos él no fue el único que paso un mal momento.

Milo espero a asegurarse de que el rubio sicópata  de sus sueños abandonara el comedor para hacer acto de presencia, con lo que no contaba es que  a penas entrar todo mundo se le quedara viendo, los más cercanos directo a la marca que el caníbal de Shaka le había dejado cerca del cuello, esa mañana había despertado con un insoportable dolor en su espalda y cuando quiso darse cuenta estaba boca abajo con el rubio encima de su cadera y mordiéndole el cuello sin compasión, Milo maldijo a todos los dioses que recordaba y le exigió al rubio que se apartara mientras este apretaba cada vez más el agarre sobre sus brazos y preguntaba que le había hecho ¿Quién se iba a imaginar que alguien tan delgado tuviese tanta fuerza?

 

Incapacitado para defenderse de una manera en la que jamás se imagino a Milo no le quedaba de otra más que contarle lo ocurrido, al final Shaka se bajo de él no sin antes proporcionarle semejante gancho al hígado que le dejo jadeando aire.

 

Milo se sirvió un poco de cereal bajo la pesada mirada de Saga y recorrió nuevamente la larga mesa para sentarse junto a Aioria y los otros.

 

-          ¿Pasaste buena noche, Milo?- pregunto socarrón Afrodita, sin embargo Milo lo ignoro y se dedico a ingerir su desayuno, el resto del tiempo se la paso escuchando lo que decían aquellos tres sin participar en la conversación, terminando su cereal recogió su plato y salió por el mismo pasillo por el que había desaparecido Shaka.  

 

*/*/*/*

 

Shaka paso encerrado en su oficina temporal buena parte del día, más por la importante carga de trabajo que por no ver a los demás, al final de cuentas él era el encargado de que todo saliera tal y como lo quería Saori y no pensaba fallar en su trabajo. Hacía un par de horas Minos había tocado la puerta y respetando su privacidad había permanecido fuera hasta que él le permitió pasar, claro que tuvo que dar una explicación sobre el golpe en su labio y Minos aunque no muy convencido dejo de preguntar.

 

La sesión de besos y caricias vino después,  ya que el día anterior no habían tenido tiempo para ellos dos y a Shaka no le gustaba descuidar la relación personal que tenía con ninguno de los dos, si se ponía a pensarlo, era raro o más que eso, en realidad ellos tres eran los únicos que conocía envueltos en semejante trato y aunque a veces formaban un trío y lo disfrutaba como nunca, a él le gustaba más el sexo de parejas, por ello permitió que Minos lo cogiera de la cadera y apartara los papeles del escritorio mientras lo sentaba sobre el mismo.

 

Las manos del albino recorrieron su costado aun sobre la camisa aguamarina y profundizaba los besos, Shaka sabía que aquello solo era un preludio de los que le esperaba en la noche y contento disfruto del tierno encuentro que su amante más salvaje pocas veces le dedicaba, la manos grandes del inglés desabotonaron la camisa acariciando su clavícula e inspeccionando que ninguna marca ajena a ellos se encontrara en su piel, sonriendo al comprobar que el rubio decía la verdad sobre el accidente de anoche  bajo sus labios a donde se posaban sus manos y después de una última caricia mordió su carne hasta dejar una marca, lamio y beso el lugar para disfrazar el dolor con placer acariciando los rosados pezones. Cuando se separo dibujo una sonrisa de esas que solo les dedicaba a ellos,  beso su nariz antes de abrochar nuevamente su ropa.

 

-          Te espero al anochecer en la misma playa ala que te llevo Aiacos- susurro jadeando en su oído cuando el ultimo botón fue puesto en su lugar- lleva una pañoleta, la necesitaremos- termino besándole nuevamente pero esta vez mucho más fuerte y exigente, tal como era su costumbre. Shaka solo pudo temblar de la anticipación recargado en el escritorio con el cabello despeinado y la respiración agitada, llevaría dos corbatas y mucho, mucho lubricante.

 

*/*/*/*

 

El poco tiempo en el que se pudo deshacer del constante fastidio en el que se estaba convirtiendo Camus, Saga lo aprovecho para ir a hablar con el hombre que sin proponérselo le estaba haciendo la vida un infierno, Shaka se le había metido nuevamente por los ojos y no conseguía saciar el deseo que lo consumía cada que lo veía de lejos o de cerca, el maldito rubio era el responsable de que sus pantalones le apretaran casi todo el tiempo y es que con tan solo imaginar todas las posiciones que solían practicar cuando más jóvenes y las nuevas que seguramente podrían intentar se le paraba el amiguito y ni como bajarlo hasta que se corría.

 

En ese tiempo que llevaba el regreso de Shaka se había masturbado como lo no hacía desde que era adolescente y para qué negarlo si ahora que lo veía en su nueva actitud de descaro total, besándose con aquellos tipos sin ningún cuidado o inclinándose mientras estudiaba los planos le prendía como ninguno otro.

 

Claro que Camus era el que disfrutaba de semejante deseo y aunque no lo dijera sabía que el peli verde ya se había dado cuenta de que era su hermanito quien lo traía loco, así que no le permitía separarse por mucho tiempo sin saber que era lo que estaba haciendo. Aun así, su prometido no le daba más cuidado del que merecía el repentino interés desmedido  de Saga por su hermanastro, al final de cuentas y a pesar de los años el gemelo mayor siempre regresaba a su lado por qué Camus tenía algo que, por más que lo intentara Saga no podía resistirse a su cuerpo. Pero ahora, ahora todo estaba cambiando.

 

Saga siempre supo que lo que lo unía al francés no era amor, sino más una bien obsesión malsana a lo que le ofrecía en la cama y por esa razón fue que se atrevió a trasgredir la barrera que su amistad con Milo suponía por vivir una vez más el placer de estar entre las piernas de Camus, aunque claro una vez que ese límite fue brincado nada le impidió repetirlo hasta el final; lo mismo paso con sus nacientes sentimientos por Shaka, en aquellos tiempos y a pesar de la apuesta inicial el gemelo en verdad se había planteado dejarlo todo por la paz y olvidarse de la bendita apuesta, de hecho,  le había hecho el comentario a Camus pero cuando este le advirtió que si no botaba a Shaka jamás volverían a tener sexo,  hizo un balance en el que el rubio y sus sentimientos salieron perdiendo, al final, para Saga, las cosas no habían llegado a mayores.   

 

Y ahora, se encontraba ahí, haciendo guardia y esperando el momento en que nadie pasara para entrar al tráiler que fungía como oficina de diseño y en el que después de unas cuantas averiguaciones estaba seguro de que solo se encontraba Shaka, cuando el momento indicado llego Saga entro con sigilo por la puerta lateral y lo que encontró dentro lo lleno de celos. Era cierto de su rubio se encontraba en el interior pero no estaba solo sino muy bien acompañado, aun con la sangre hirviendo de furia decidió esconderse detrás de un archivero y esperar hasta que el estúpido amante de su Shaka saliera.

 

Cuando el sonido de los besos se rompió y se escucho la puerta ser cerrada salió de su escondite encontrando al rubio aun recargado en su escritorio, aprovechándose de su letargo Saga lo tomo por la espalda y lo obligo a recostarse en el mueble, aprovechando su peso a su favor le sujetó las manos con una de las suya y comenzó a besarle con furia mientras que un aturdido Shaka comenzaba a forcejear, Saga metió la manos por debajo de la fina camisa y acaricio la piel nacarada para después intentar bajar el pantalón y fallar en el intento, entonces y para desesperación del ojo azul metió la mano libre dentro de pantalón y ropa interior comenzando a masajear el miembro de Shaka mientras lamia sus pezones.

 

-          ¿Es a esto hasta donde te has rebajado Saga?- dijo el rubio con furia en sus palabras mientras luchaba por soltarse- ¿a un violador cualquiera, que toma a la fuerza lo que no le pertenece? – volvió a preguntar esperando una oportunidad de golpear al gemelo.

-          Te deseo- respondió besando detrás de su oreja- más de lo que te imaginas, más que nunca, has prendido dentro de mí una llama que no puede apagar ni tu mismo hermano, quiero hacerte mío y no me importa el precio, su tengo que hacerlo a la fuerza lo hare aunque por tu reacción no te obligare tanto- dijo mientras seguía acariciando el semierecto miembro del Shaka y le daba vuelta para quedar boca abajo y facilitarle el acceso a su entrada.

-          Shaka, necesito que revises el modelo de las lámpara que utilizaremos en los … ¿qué demonios crees que estás haciendo, maldito hijo de puta?- grito Mu mientras se abalanzaba sobre el peli azul y lo apartaba de su amigo- lárgate ahora mismo, si no quieres que Saori se entere de esto y te eche  a la mierda, maldita basura- dijo interponiéndose entre él y su amigo, a Saga no le quedo de otra más que salir del tráiler, los gritos del ariano empezaban a llamar la atención de los trabajadores y lo que él menos necesitaba era un escándalo o que lo despidieran.

-          Por todos los dioses, ¿Shaka, estas bien?

-          Maldito hijo de perra, juro que lo matare cuando tenga oportunidad- contesto agitado- gracias Mu, confieso que estaba a punto de rajarle la cara  dijo mientras soltaba la navaja que siempre guardaba para la papelería- Shaka miro a su amigo que le veía preocupado, el peli morado jamás había visto esa mirada en el hindú y no dudo ni por un instante en que éste habría hecho más que solo cortarle la cara a Saga.

 

 

 

 

 

 

 


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