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Venganza por amor por luna de hielo

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El sitio era romántico, eso lo tenía que aceptar. Supo desde el momento en que vio las primeras velas por el atajo que daba a la costa, qué Kanon no había sido el encargado de dejar todo en su sitio y se veía a leguas, él gemelo era bueno para los números, las estadísticas y los planes financieros, pero aquello, no sabía ni como calificarlo.

Demasiada perfección.

Desde el sendero iluminado por pequeñas velas lo suficientemente distanciadas para dar una luz sutil que no atrajera la atención de los otros inquilinos y lo necesariamente cerca para no perderse o caer y rodar por la cuesta, eso era hasta el momento la visión favorita de Afrodita. ¡Maldito Shaka! Se había lucido y le tomo un momento retener lo suficiente sus emociones para no llorar ante la calidez que le recorrió el corazón al comprobar una vez más lo mucho que le conocía su amigo. 

Cientos de velas, de un agradable olor a moras se esparcían por la playa, algunas sobre pequeños montículos de arena que impedían que el agua las apagase otras colgaban en esferas de cristal de los arboles cercanos, alejado de la marea un palio de un azul celeste fungía como techo. El cuidado con el que los cojines estaban distribuidos para brindar mayor comodidad, pero sin que estorbasen, el limitado balanceo de los veleros que iluminaban el alto techo y que brindaban la suficiente luz para dar claridad a algunos objetos determinados sin correr el riesgo de que todo terminase incendiado, todo era perfecto.

Recorrió la vista, se emocionó al percibir el aroma a canela y romero del aromatizante natural que le encantaba, la canastilla de frutos ojos acompañada de pequeños tazones con chocolate blanco, crema de avellanas y crema batida, las copas de vino a los laterales de una botella que en ese momento seguía enfriándose. Sí, tal vez Kanon no había sido el encargado de organizar y dar forma a aquella cena, pero el haber soportado a Shaka y su mal humor solo por él, o el gastar lo necesario para tener aquello en un lugar alejado del mundo, le hizo tener esperanzas. No de regresar, bien sabia Dita, que él no aguantaría estar lejos de Kanon ni otro día más, sino de que el cariño que el gemelo le profesaba en realidad si era amor, como se lo había estado diciendo Shaka desde que se mudaran a aquel lugar.   

Camino unos cuantos metros más aún sin encontrar a Kanon, la brisa marina le pegaba la ropa al cuerpo.

Algo toco sus labios, entendiendo el mensaje Dita los abrió para permitir la entrada de un bocadillo que rápidamente identifico como chocolate amargo, ¿cómo había logrado Kanon mantener la consistencia dura con aquel calor infernar?  bueno aquella noche empezaba bien. Un par de grandes manos morenas le sujetaron de la cintura, el agradable calorcillo se coló en su pecho.

Extrañaba tanto eso, el contacto que con el paso del tiempo se volvió tan natural, que no sabía cómo vivir sin el.

 De pronto, el cálido aliento del griego choco contra su mejilla, el movimiento natural de los brazos lo encerró entre los mismos, no dolía, pero se había asegurado de impedir cualquier posibilidad de escape y a él le gustaba esa sensación.  

 

 

Fue cuando sintió una lengua recorrer sus labios, entones supo que la charla quedaría para después. La pasión, la lujuria y su libido se desbordaron en cuanto el griego le acerco a su cuerpo, Dita se vio rodeando las caderas morenas, sosteniéndose a duras penas mientras trataba de seguir el paso al manoseo de Kanon restregándose contra su abdomen, en movimientos desesperados que terminaron tirados en la arena besándose sin importarles tener una cama más cómoda a unos cuantos pasos.

—Lo siento—se disculpó Kanon con ese tono de voz tan sexy que al sueco le ponía los bellos de punta—

Lamento todo esto que hemos pasado por mi culpa, te pido perdón por cada una de las palabras que abandonaron mi boca ese y otros días, por cada estupidez mía que has aguantado, por mis celos incontrolables que soportas cada que me siento inseguro, no de tu amor sino de no ser lo suficiente como para mantenerte a mi lado por el resto de mis días.  Por el tiempo desperdiciado en nimiedades, por todas aquellas citas que cancele y que de cierta manera te han hecho sentir innecesario cuando de hecho eres todo lo contrario Dita. Eres la persona más importante de mi vida, podría seguir adelante sin ningún otro ser del universo incluso sin Saga, pero el tiempo que he pasado alejado de ti me ha demostrado que te necesito más que al aire mismo, mi alma y mi ser están incompletas si no es a tu lado. No tienes idea de cómo extraño tus besos, tus caricias y tus muestras tan extrañas de afecto, Afrodita hacer el amor contigo es la mejor experiencia de mi vida.

 

—¡Que discurso tan bonito! ¿También lo preparo Shaka? — Afrodita estaba conmovido, apenas y podía retener las lágrimas, pero si en algo tenía razón su mejor amigo es que no le podía poner las cosas tan fáciles a Kanon, el gemelo debía entender que un discurso bonito y unos cuantos los siento no arreglarían siempre sus ofensas y malas acciones.

­—Todo lo que he dicho me ha salido del corazón Dita, por favor créeme, es verdad que había preparado un discurso, pero el verte esta noche tan hermoso a la luz de las velas y la luna llena me ha puesto tan nervioso que no me acuerdo ni del inicio. Todas y cada una de las palabras son los pensamientos que invadieron mi mente estas semanas al no tener el derecho de besarte y estar a tu lado. Shaka, ese demonio que tienes por mejor amigo solo ayudo con la decoración, pero hasta un tonto como yo entendió que lo demás corría por mi cuenta—.

 

—¿Y si digo que no? ¿Si ya no quiero regresar contigo? Si ya no estoy dispuesto a que me releves siempre a segundo plano ¿qué pasa si ya no te amo? — Kanon se tensó visiblemente ante lo último, en todo momento no había soltado a afrodita del abrazo en que lo tenía preso, sin embargo, sus brazos le apretaron más ante su última frase.

—Entonces yo me encargare de volver a enamorarte, te convenceré de decir que sí. Haré que quieras regresar conmigo y entonces cuando al fin vuelvas a amarme, haré de mi prometido lo más importante del mundo por encima del trabajo, por encima de Camus, más aún por encima de Saga— estaba convencido de que lograría recuperar el amor de su amado y en un arrebato de adrenalina se atrevió a preguntar algo que ni él mismo se había planteado hasta la fecha— Afrodita ¿Te casarías conmigo?

 

Aquella pregunta lo tomo desprevenido, no estaba preparado para ella porque Shaka no había hecho ningún comentario sobre el matrimonio, el calor se le fue del rostro y comenzó a sudar frío. No es que dudara del amor que sentía hacia Kanon, lo que pasaba es que el sueco no conocía un solo matrimonio que hubiese funcionado como se suponía que eran para toda la vida. Sus propios padres se la pasaban viajando con sus amantes cada uno por su cuenta, sumándole a eso tenía la mala experiencia de ver como las parejas cambiaban en cuanto las cosas se volvían serías y él no quería que eso les sucediese a ambos. Él quería al Kanon de siempre, el irresponsable impuntual que hacía que su enfado bajase con tan solo abrir la boca y darle un original cumplido. No quería que se cansara de su compañía al tenerlo las 24/7.

 

Kanon fue testigo de cómo la mente de Afrodita se llenó de temores luego de su propuesta. Shaka se lo había advertido y no es que él no conociera esa tendencia de su pareja de evadir los compromisos. Cuando le dio el anillo de su madre se lo entrego como un voto, una promesa de permanecer a su lado aun si las cosas no funcionaban entre ellos porque en aquel entonces aún aspiraba a lograr despertar el amor del peli celeste, así que pensar en matrimonio estaba fuera de lugar, aunque él ya le amara con locura.

 

Supo que tenía que distraer la mente del otro antes de que regresara a Grecia nadando de sentirlo necesario, así que, lo beso como aquellos primeros besos luego de confesar sus sentimientos, caricias dulces prodigados de sus labios capturando el sabor durazno de Dita.  

Aunque las cosas entre ellos nunca duraban demasiado siendo tiernas y lentas.

 

Fue curioso que ninguno de los dos recordara el efecto que la luna llena tiene sobre la marea, aunque claro como lo harían si estaban más entretenido en desvestirse el uno al otro. Por desgracia la naturaleza no les dejó olvidarse para siempre de ese pequeño detalle, de pronto Dita se vio arrastrado por una ola del tamaño suficiente como para cubrirles aun estando tierra a dentro. Sintió el cuerpo de Kanon revolcarse a su lado pero el potente sabor a sal que dominaba en su garganta le impidió siquiera gritarle unas cuantas apreciaciones sobre los estúpido que era, escupió el agua salada apenas a tiempo para volver a tomar aire antes de que otra ola les engullera.

Maldijo a Shaka, maldijo a Kanon, se maldijo a sí mismo.

¿Cómo había sido tan tonto para no recordar el pequeño detalle de la marea alta? el griego había permitido que los planes de su mejor amigo salieran a la perfección, esto era a lo que se refería Shaka cuando hablo de una sorpresa para ambos, tenía que ser.  Enojado cogió su playera que con la fuerza de la manera había terminado de desprenderse de su cuerpo y miró a Kanon de reojo con el único propósito de constatar que aún se encontraba ahí, si así era le diría unas cuantas cosas antes de irse.

Levantándose antes de que otra ola lo siguiera arrastrando camino hacia las lámparas a lo lejos, escucho a Kanon toser tras él, pero no se detuvo llego a la carpa tan solo para tomar una toalla y seguir con su camino con el único propósito de hacer pagar al responsable de aquella fechoría. Para Dita aquella noche se había ido al traste.

Antes de siquiera poder dar un paso más en dirección de la casa comunitaria en la que se hospedaba su próxima victima una mano le jalo con fuerza, con la suficiente mala suerte para que otra ola alcanzara al gemelo y este le terminase arrastrando a él.

Esta vez maldijo en voz alta, se retorció para soltarse del agarre de Kanon, grito para hacer patente su ira y en un acto de desesperación total, le mordió. Kanon volteo a verle sorprendido aunque en ningún momento disminuyo la fuerza de su agarre, le atrajo con más fuerza y sosteniendo su nuca con la mano libre, le beso, fue un beso lleno de enojo, brusco. Afrodita recordaba pocas veces en las que el gemelo se hubiese comportado de esa manera con él, de pronto la conciencia de que el oxígeno era necesario para vivir se hizo presente, pero muy por el contrario el beso no disminuyo su fuerza sino hasta que estuvieron ambos tumbados sobre el colchón que esta vez se vio lo suficientemente alejado de la marea.

......

—Eres una persona retorcidamente buena­—

­­—No sé de qué hablas—respondió Shaka sin despegar la vista de la computadora portátil.

—¿En serio pretendes que crea que conociendo lo cuidadoso que eres para todo tu trabajo, pasaste por alto que hoy precisamente es luna llena?

—¿Le temes a los hombres lobo?- pregunto con sorna  alzando la cabeza para observar fijamente el peli azul-en cualquier caso, no es de tu incumbencia Milo.

—No. No lo es, pero debo de aceptar que me muero de ganas por ver si Dita y Kanon aparecen al alba o se verán tragados por la marea- sonrió irónicamente- en todo caso no dejo de pensar que es un poco sucio de tu parte jugar con los sentimientos de tu mejor amigo de esa manera.

—No tendría ninguna razón para contestarte Milo- respondió Shaka con enojo- sin embargo, no crees que es sumamente hipócrita que seas precisamente tú el que quiera darme clases de moral, después de que planeaste utilizarme a mí como peón en tu venganza contra Saga, o qué ¿acaso crees que no lo sabía? ¿Pensaste que nunca me iba enterar que tu repentino interés no era otra cosa más que el demostrar a tu ex pareja que puedes follarte a quien tú quieras incluido a su querido hermanito? Pues bien, vete enterando que no fuiste al único al que le pusieron los cuernos, que posiblemente tú los tenías incluidos desde que empezaste tu relación al igual que yo. Así que dime, porque yo tendría pagar por los platos rotos, ser utilizado y seguramente botado una vez que Saga y Camus lleguen al altar, porque créeme Milo, lo harán.- no pudo reprimir el toque de amargura en su voz-  Pues bien, te advierto no soy el suplente de nadie, no tengo que pagar por tus obsesiones, no me interesa formar parte de una estúpida venganza, porque al final de cuentas ya no me importa ni remotamente lo que hagan con sus vidas— estaba enojado. Cansado de que todo el mundo creyera que tenían el derecho de reclamarle cosa alguna como si los demás fueran peritas en dulce, Shaka se estaba hartando del ambiente que le rodeada en aquella estúpida isla, así que no se dio cuenta de que en medio de su exabrupto se había acercado demás al griego con la intención de encararlo, entonces Milo aprovecho la oportunidad y lo beso.

-¿te estas apresurando Shaka?, afirmar que mi interés en ti se limita únicamente a unos planes de venganza  ¿no es menospreciarte demasiado? Acepto que en el instante en que te vi nuevamente con te esos ajustados pantalones y esa actitud de diva que te cargas supe que sería una paga perfecta para la traición de esos infelices, pero desde aquella noche después de lo que paso Dita todos esos planes están puestos en segundo término.  Por más idiota que suene, me gustas Shaka, me gustas más que como una follada o cualquier venganza estúpida, me he dado cuenta de que eres increíble, inteligente y me muero de celos cada vez que escucho a tus amantes hablar sobre las noches que pasan contigo, porque lo que más deseo en este momento es meterte en esa cama y no dejarte salir en lo que resta de la estancia, que te he soñado mamándomela  como en aquella noche y sí, que es en ti en quien pienso mientras me ducho a media noche después de sentir tu cuerpo pegado al mío.

 

 


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