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Venganza por amor por luna de hielo

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Notas del capitulo:

hola °u°

soy una impuntual ya lo sé o.O

además creo que eso del humor no es lo mio... así que cambie de genero el fic... porque de verdad trate de recrear situaciones graciosas pero mi mente dramatica no me deja así que les pido una disculpa a los que leen el fic intentando reirse un poco y terminan llorando o con un nudo en la garganta...

tambien se que les prometi la continuacion de la cita entre Shaka y Milo pero esto fue lo que salio, creo que las otras parejas tambien merecen un poco de tiempo y que mejor que ir entretejiendo sus historias con la de Shaka o Milo, porque al final así es la vida no???

 espero que disfruten el capi nuevo 

Después del regreso se Shaka su vida había tomado una nueva rutina,  todos los días llegaba a las ocho  a la oficina le encantaría decir que era por el hecho de querer verlo pero lo cierto es que no soportaba pasar un minuto más en compañía de Camus, lo tenía arto con eso de la boda, que si eran mejor los manteles dorados y las sillas blancas o los manteles color hueso y los sobremesa de un tono vino, que si era mejor una recepción al aire libre o una en u gran salón… lo estaba volviendo loco,  no recordaba que se necesitaran tantas cosas para casarse, bueno nunca lo había hecho así que no tenia punto de comparación,   lo único bueno de todo eso era que Camus no era mujer, ya podía imaginarse el lio que crearía por el vestido si lo fuese. El chiste es que con tantas cosas  por arreglar hacía más de tres meses que no tenían sexo, nada de nada, ni un mísero rápidin bueno ni siquiera oral y eso provocaba que estuviera de mal humor, siempre,  porque sí,  él era un hombre con un apetito sexual elevado y el no satisfacerlo le encumbraba los nervios.

Por si eso fuera poco la llegada de Shaka no podía haber pasado en peor momento y de la peor forma, casi no reconocía en él al chiquillo que se fue con las alas rotas y el corazón hecho pedazos, en lugar de eso ahora se le presentaba un hombre en toda la extensión de la palabra, seguro de sí mismo y de su belleza, inteligente y con un gran futuro por delante, Shaka había regresado por lo más alto, de la mejor manera demostrándoles a todos que después de todo había triunfado,  su fama había llegado a ellos en libros de diseño y revistas de sociedad, el mejor diseñador de interiores de los últimos diez años, el titulo encrespaba  a Camus tan solo dos años mayor que su hermanito  y con menos prestigio en sus diseños. Shaka era el rey en el mundo de la decoración y había llegado a la empresa como tal.

Pero eso no era lo único que había cambiado, el chico tímido pero franco que le había cautivado ya no estaba más, en su lugar había un hombre que se sabía atractivo, resaltaba su belleza natural sin parecer extravagante, provocaba que las miradas girasen al verlo pasar y el solo sonreía  en reconocimiento a un alago. Su versión actual era sexy  y eso provocaba los celos del géminano, sus celos y algo más, lo deseaba. Se moría por probar nuevamente esa piel blanca y suave, recorrer con sus manos las afiladas caderas de aquella sexy criatura, beber el éxtasis  que su cuerpo prometía y la abstinencia sexual en la que Camus lo tenía no ayudaba en nada.

 

Sabía que Milo estaba tras los huesos de Shaka, ¡su Shaka! El hecho de que para él todo haya sido un juego, una apuesta con Camus no importaba, por lo menos para él  Shaka seguía siendo su conquista, una lástima que el susodicho no pensara de la misma manera.  Era cierto que  disfruto la apuesta,  se burlo del hermano pequeño de Camus aun sabiendo de sus sentimientos hacia él ¿Qué  podía decir a su favor? que era joven e inmaduro por esa razón  no le importo enterarse que el chico había abandonado Grecia, reconocía su culpa en ello, la que le correspondía.  Pero  no se arrepentía y el verlo salir con  Milo  del edificio y subir al auto de su compatriota  lo puso de malas, muy de malas.   No podía creer que Shaka aceptara gustoso los cortejos de Milo, si  nunca lo había soportado  y ahora que lo recordaba el rechazo era mutuo pues al moreno no le caía nada bien su “nuevo novio” como Milo llamaba a Shaka aun después de conocerlo y de que ellos  llevaran tres meses de “relación”.  

Sin darse cuenta llego al edificio donde tenía su departamento, respiro profundo antes de salir del coche, debía calmarse antes de llegar porque si Camus estaba dentro no soportaría sus celos enfermizos. Tomando aire una vez más cogió su portafolio y salió del auto, su departamento era uno de los últimos y eso le daría tiempo de terminar de calmarse.  El elevador marco el  5to piso, suspiro y rogo a Dios por que el francés no estuviera.

Cuando entro se le hizo raro ver todas las luces apagadas, generalmente Kanon era de los que  desperdiciaba la energía eléctrica y prendía cuanto aparato había en la sala, dejo sus llaves en la mesa de entrada, encendió la luz y observo a su gemelo recostado o mejor dicho tirado en el sofá con los brazos sobre la cara, no se movió cuando encendió la luz  y el estado de su ropa le dio una clara idea de los que pasaba, escaneo el área para ver qué era lo que había tomado y se sorprendió al ver  una botella vacía botada en la alfombra  ¿Qué era aquello, tequila?.

-         ¿y? ahora que paso?- le pregunto directo, no estaba de humor para andarse con rodeos-  ¿volvió a coquetear con alguien?

-         Terminamos- dijo Kanon aun si levantarse

-         Te he dicho que algún día se cansara de que lo cortes por cualquier estupidez Kanon, Afrodita no es de los que perdonan fácilmente y  te ama, eso hasta yo lo sé- Saga no se había dado cuenta de las lagrimas que resbalaban por las mejillas del gemelo menor y mojaban los cojines- deberías dejar de desconfiar de él, de que te sirve cortarlo si al roto estas como Magdalena lloriqueando por toda la casa.

-         Él me corto- interrumpió Kanon el discurso de su gemelo

-         ¿Qué? ¿Por qué? – la sorpresa era notoria en la cara de Saga, frunció el seño y pregunto- ¿Qué hiciste?- algo grave debía haber hecho su hermano para que el sueco terminara su relación

-         Nada- exclamo Kanon- ¡no he hecho nada los últimos días! Ni siquiera nos hemos visto, ¡maldita sea!- resoplo- Hoy de la nada me hablo y me dijo que tendríamos el departamento para nosotros dos todo el fin de semana, que me esperaba a las siete, todo iba bien pero antes de salir llego Camus y me pidió ayuda para elegir las flores para su boda, no podía negarme Saga ¡también es tu boda!, entonces le llame a Dita y le pedí que lo dejáramos para mañana, se puso como loco y dijo que si yo no estaba en su casa antes de las 7:30 pm podía considerarme botado, intente explicarle que Camus había llegado de sorpresa pero eso sólo lo altero más y me mando al diablo, Camus se fue de aquí a las 8:00 pm, fui a su departamento pero solo conseguí un puñetazo y el anillo de mamá que le regale…

-         ¿Que hoy no es 18?- pregunto extrañado Saga, no podía ser que a su hermano se le olvidara algo tan importante, ni Kanon era tan estupido

-         Si, y eso ¿Qué?- dijo Kanon airado de que su hermano le saliera con fechas  sin sentido

-         Kanon- dijo Saga lo más tranquilo que pudo – hoy es 18 de agosto- Kanon seguía sin entender- tu aniversario- vio como poco a poco el rostro de su hermano se llenaba de sorpresa y como rápidamente era sustituido por la culpa

-         Debo llamarle- casi grito mientras se levantaba del sofá- no mejor voy a verlo… a rogarle que me perdone

-         Son casi las 12, mejor espera a mañana, hoy solo harás un escándalo y Afro no te abrirá, es mejor esperar a que se le baje un poco la bronca

-         Si, tienes razón- Saga vio a Kanon tomar sus cosas y entrar a su habitación, sería una verdadera lástima que terminaran su relación, pero para su gemelo estaría en chino conseguir el perdón del sueco, después de todo eran la pareja perfecta, los dos igual de tercos y orgullosos.

 

 

*****

Dita salió ese día temprano de la oficina, claro que con el permiso de su rubio amigo… bueno con eso y con la promesa de que Shaka buscaría un lugar donde pasar el fin de semana. Quería que su aniversario fuera especial, no siempre se cumplían cinco años de noviazgo y menos teniendo un novio tan guapo como el suyo, era cierto que su relación había empezado meses después de la partida de Shaka y que Dita únicamente había dicho que si porque el sentimiento de soledad lo abrumaba sin su mejor amigo, también era cierto que si Shaka le hubiese dicho donde estaba lo habría alcanzado sin ningún remordimiento de dejar a Kanon al fin de cuentas su relación había empezado únicamente como algo sexual… pero como Shaka nunca llamo los sentimientos empezaron a surgir y un buen día se descubrieron enamorados.

Por eso quería hacer que ese fin de semana fuera inolvidable y de paso reavivar la llama de su relación que los últimos meses venia decayendo gracias a cierto francés y al poco interés de Kanon.

Se dirigió primero al centro comercial por lo ingredientes de la cena, casi o mejor dicho nunca cocinaba pero esta era una ocasión especial y por eso se tomaría el tiempo de prepararlo todo, camino al departamento de cristalería divisó un estante de cojines que le dieron una maravillosa idea, en lugar de la cena al estilo francés que tenía planeada, una cena al estilo de las mil y una noches, sería perfecto, podía imaginarse a Kanon recostado sobre los cojines, cortinas de seda cayendo por cuatro lados formando paredes y movimiento, la luz de las velas iluminando la estancia, sensualidad por todas partes, los bocadillos sobre una charola cerca de la cama hecha con todas las suaves sabanas de seda roja que Shaka compro  y  él danzando seductoramente con una túnica hindú que el mismo Shaka le había traído de su viaje a la india. Eso si seria inolvidable.

 

Dita compro todo de la mejor calidad, no escatimo en nada y se gasto una verdadera fortuna en los miles de metros de seda… bueno exageraba no eran miles pero si gasto una fortuna en ello, esperaba que Kanon apreciara su esfuerzo…

No tardo en terminar las compras y considerando que era la hora de la comida decidió que era el mejor momento para marcarle a Kanon y decirle que lo esperaba en su casa… tomo el teléfono celular y lo conecto al auto para poder llamarle desde ahí sin necesidad de tener las manos ocupadas… el teléfono timbro dos veces antes de que el peli-azul contestara

-         Si, diga?- tal parece que Kanon nunca aprendería a revisar la pantalla del celular antes de responder

-         Hola amor ¿tienes algún plan para esta noche?

-         Ah Dita eres tu- la forma en que lo dijo hizo sonreír al sueco – no cariño, ningún plan para esta noche ¿Por qué, tienes algo en mente?

-         Porque  tu presencia es requerida en mi cama hoy, mañana y el día siguiente- dijo con voz sugerente

-         Ah que bien suena eso amor, pero ¿que no está Shaka quedándose contigo?

-         El encontrara que hacer durante ese tiempo y que dices ¿nos vemos a las siete?

-         Claro que si Dita, ahí estaré, te amo

-         Te amo- y colgó.

 

Preparar la comida le llevo un poco más del tiempo que  tenía planeado y debido a que de todo la decoración era lo más complicado tuvo que llamar a Mu para que le ayudara, el lemuriano llego pronto considerando que aun eran horas de trabajo a lo que Mu respondió que Shaka no objeto nada y ahí lo tenía. Con la ayuda extra fue más fácil darle forma a las telas para que estas formaran una casa de campaña tipo árabe  aunque Mu dijo que se vería mejor si en lugar de cuatro tuviera seis paredes y ahí estaba, su cabaña hexagonal  las telas en diferentes tonos de la más fina seda, tenía que aceptar que Mu sabia de lo que hablaba,  todo se veía muy bien. Agradeció la ayuda  del peli-lila y lo acompaño hasta la puerta. Mu le deseo suerte y se fue cerca de las seis de la tarde, tenia aproximadamente media hora para arreglar el interior antes de ir a bañarse y ponerse lo más hermoso posible para su amado.

Increíblemente logro estar listo antes de que dieran las siete… espero unos minutos sentado en la cocina checando que el vino estuviera frio. Iniciarían la noche con un brindis, por ellos, por su amor. Por una eternidad juntos, de solo pensarlo sonrió.

El teléfono sonó y luego todo se vino abajo

-         Hola?

-         Hola amor…- silencio, un mal presentimiento recorrió su espalda- ¿crees que podamos dejar los planes para mañana? Surgió algo.

-         No- Afrodita fue claro- ¿Qué podría haber surgido que sea más importante que yo? Tienes hasta las 7:30 pm Kanon, si no llegas a esa hora puedes ir buscándote a otro

-         Dita no seas irracional, Camus acaba de llegar de sorpresa y me pidió que lo ayude a elegir las flores para la boda y yo…

-         Si no mal recuerdo él que se va a casar es Saga, no tienes por qué ayudarle con algo tan insignificante como unas flores y en todo caso que lo haga tu hermano

-         Afro no te comportes como un niño, él necesita que alguien le ayude y Saga no ha llegado, además nosotros podemos tener sexo cualquier otro día…

-         Me importa un rábano lo que él necesite, Kanon!!!!! – grito Dita- si no vienes hoy, si no llegas antes de que mi reloj marque las siete treinta de la noche es mejor que ya no te aparezcas por aquí- trago el nudo que se le formaba en la garganta-  si no llegas antes de esa hora Kanon no tendrás sexo conmigo ni hoy, ni mañana,  ni nunca  Kanon- fue muy obvio el desprecio que utilizo el peli-celeste en la palabra sexo y fue donde el gemelo menor supo que la había regado- si no llegas, pues entonces te puedes ir olvidando de que tienes novio- y corto.

 

Dita se sentó a esperar, a rogarle a Dios que el hombre al que amaba llegara antes de la hora acordada o mejor dicho impuesta, porque si no lo hacía, si Kanon no llegaba antes de las siete treinta habría demostrado lo poco que le importa y por más que Dita lo amara, por más que le doliera no permitiría nunca que Kanon lo dejara en segundo lugar, si el peli-azul no llegaba esa noche estaría poniéndole fin a una relación que desde hace meses estaba en decadencia, sería el fin definitivo y Dita lo sabía y esperaba que Kanon también. Pero solo podía esperar, ya todo estaba en manos del gemelo.

Espero, espero y espero hasta que el reloj de la cocina dio las 7:35. Al final espero en vano.

Tomo la botella de vino y sirvió una copa, hoy brindaría solo.

Lo que paso después no lo tiene muy claro, tomo hasta que la botella nueva se acabo  y fue a la estantería a buscar otra, ya no miro el reloj, ya no importaba. Se sentó en uno de los cojines nuevos y tomo, un trago, después otro y otro más, las lágrimas aparecieron, la tristeza también.

El timbre sonó y Dita se levanto tambaleante, llego a la puerta y observo por la mirilla, ahí estaba él, pero era tarde muy tarde,  un ataque de rabia y la puerta se abrió, un puñetazo bien conectado en el perfecto rostro, el gemelo no lo espera y cayó sorprendido después cayó también un anillo quiso preguntar pero delante solo estaba la puerta y tras ella un  mar de lagrimas.

Kanon permaneció diez minutos en el suelo, mirando del anillo a la puerta y de la puerta al anillo, oía el llanto de Dita en el interior pero ¿Qué podría decirle? Un lo siento sonaba a poco, en realidad lo era. Tomo el anillo y se fue.

Las horas pasaron Dita comenzó a sofocarse en  el departamento, tomo su abrigo y salió… la noche raramente estrellada le dio la bienvenida, un mareo debido al alcohol y a las corrientes de viento que hacían de esta una noche fresca, perfecta para irse de fiesta y ¿Por qué  no? Se pregunto, llamo a Shaka y Mu, el segundo contesto al primer timbrazo, Dita lo cito y Mu accedió. Por otro lado Shaka tardo tres llamadas más en responder, no pregunto qué había pasado, no necesitaba hacerlo…

-         Te veo ahí en 20 minutos – dijo el rubio, Dita espero… seguro de que no sería en vano.

Notas finales:

no prometo actualizar pronto... tengo un examen importante y como buena estudiante, no he estudiado así que me pondre a hacerlo... deséenme suerte °u°


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