Todos quedaron sorprendidos ante lo que estaban escuchando. ¿Zuko? ¿el mismo Zuko que conocian y perseguía a Aang? ¿ése mismo? No podía ser verdad. Todos quedaron mudos. Pero el silencio no duró mucho. Aang fue el primero en salir de su perplejidad.
- Espera. ¿estas diciendo que Zuko es tambien un Avatar?
- Si.
- Pero…
Aang ya no supo que pensar… katara miró al joven a los ojos al tiempo que preguntaba.
- Y eso… ¿Cómo lo sabes?
Kamui observó a todos y con el rostro serio, les reveló la verdad.
- Eso es, por que yo no pertenezco aquí.
Todos lo miraron sin entender, claro, menos Toph que solo se limitaba a escuchar e imaginarse los rostros de sus amigos y el del otro chico. Kamui cerró sus ojos para soltar de golpe.
- Yo provengo de un futuro no muy lejano…
Todos se asombraron. Sokka con su curiosidad esagerada de siempre, trató de interrogar a Kamui hacerca de aquel hecho.
- ¿Cómo es que vienes del futuro y estas aquí? ¿Cómo llegaste?
- Bueno. En el futuro, la tegnología a avanzado enormemente. Gracias a las mentes más brillantes reunidas en Ba Sing Se. Sin embargo, no fui el único que ha viajado. En el futuro habrá caos nuevamente… y esa vez el Avatar no podía ayudar… así que la escencia Avatar de Zuko se hizo necesaria… el enemigo era muy fuerte y estuvieron muy parejos… casi estuvo a punto de ser vencido pero logró escapar y estoy seguro que ha regresado al pasado solo para atrapar a Zuko…
Todos escucharon con sumo interés el relato, pero Aang tenía curiosidad.
- ¿Qué pasó conmigo? ¿por qué no pude ayudar?
Todos observaron a Kamui, que muy a su pesar dijo lo siguiente.
- Por que… joven Avatar… desgraciadamente en el futuro moriste…
Todos observaron a Kamui y luego a Aang. El pobre monje no podía creer que su vida se terminaría muy prematuramente. Algo en su interior se sentía incomodo. No podía saber que era. Quizas era el miedo a la muerte que se le presentaría muy pronto. O quizas… no quería tener que pensar en eso, así que trató de desviar el tema a otro más importate… los demás chicos trataron de decir algo ante el inminete destino que le esperaba a Aang, pero el los detuvo con lo siguiente.
- Entonces… si Zuko es también un Avatar… es posible que si lo descubren estaría en peligro.
- Así es, y que ese sujeto este buscandolo probablemente aumente las posibilidades de que Zuko descubra que es un Avatar antes de que pasen más años…
- Entonces…
Prosigió Katara.
- Si viniste a proteger a Zuko… tu…
- Yo lo conocí en el futuro. Cuando las cosas se complicaron, estoy entrenado y poseo conocimientos que pueden ser de gran ayuda si logro encontrar al principe a tiempo.
- Entonces nosotros te ayudaremos. Zuko necesita ahora nuestra ayuda y aunque fuimos enemigos el hecho de que también sea un Avatar es una razón mayor para ayudar. Estoy seguro que su padre que ha estado buscandome también tratará de cazarlo.
- Así es, Aang. El simple hecho de saber que su hijo es otro Avatar provocaría su caza inmediatamente y quien sabe que cosas haría con el de capturarlo.
Así, con esos conocimeintos. El equipo Avatrar junto con Kamui marcharon al encuentro del principe de la nación de Fuego; Zuko.
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Sus manos temblaban a tal punto que no creía poder controlarse por más tiempo. Su cuerpo se sentía extraño, su mente estaba confundia. Recordando lo que pasó. Trató de probar algo, solo para sacarse de dudas, pero temblaba, no sabía si debía o si queria saber el resultado. Algo le decía “Hazlo, tienes que probar.” Pero su mente le decía que podía descubrir algo que quizas no le gustaría para nada.
Finalmente, decidió salir de dudas e intentar algo, pero cuando iba a levantarse de su cama, su tío entró con una taza de té en sus manos.
- Creí que necesitabas algo que te relajara, y un buen té de jazmín siempre ayuda.
- Tío. No quiero ser groseron contigo, pero no quiero nada.
- Estas muy tenso y algo te preocupa. Anda. Cuentame. Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.
- Si tío, lo se, pero… no me siento seguro… esoy confundido y siento que algo está mál conmigo.
Iroh trató de decir, “no, nada esta mal contigo, sospecho lo que puede ser pero nada esta mal contigo.” Pero no estaba seguro de cómo decirlo. Ni siquiera estaba seguro de si su sospechas eran verdad, pero lo que vio lo hacía dudar. Debía admitir que tambíen estaba confundido por eso. Zuko observaba la tazaa que su tío cariñosamente había colocado en sus manos con suavidad. Miró su refléjo en el líquido.
Iroh notó a su sobrino tan pensativo que supo que lo mejor era delarlo solo por un rato, hasta que sus mismas dudas se disiparan. Cuando salió, Zuko seguía observando la pequeña taza en su mano y tuvo una idea. Algo tonta, pero era perfercto para quitarse la duda de la mente. Observó las ondas que se formaban y luego sus manos. Sostuvó la taza con una sola mano y con la otra intentó hacer algo descabellado según su pensamiento.
Con su mano un poco en alto y muy concentradó en el líquido, Zuko trató de hacer lo que supuso provócó que la ola se desviará. Después de unos segundos que se iban conviertiendo en minutos en los que no pasó nada, estaba por darse por vencido, cuando notó como el té se convulsionaba ligeramente. Eso despertó su interés y curiosidad y trató de nuevo. Esta vez, logró ver como el té se movia con los ligeros movimientos que su mano hacía. Intentó algo más atrevido y decidió ver si podía levantar el agua de la taza. Logró elevar el té un poco, moviendo su mano en forma circular mientras el té hacía lo mismo. Quedó maravillado y asustado a la vez. No podía creer lo que estaba viendo, o más bien, lo que estaba haciendo. ¡Era agua-control! Pero ¿cómo?.
Antes de hacer nada más. Una fuerte sacudida hizo que derramará el té al perder la concentración. ¿Qué estaba pasando? Decidió salir a investigar. Otra fuerte sacudida, comenzó a sospechar de un ataque contra su barco. Salió a cubierta pero se llevó una gran sorpresa al hacerlo. Los tripulantes trataban de atacar a un sujeto que se elevaba en los cielos montado en ¡¿Un dragón?! Aquello era por demás descabellado e increíble. Aquel sujeto miró a todas partes antes de dar una sonrisa burlona y coqueta.
- ¿Dónde esta? ¿Dónde lo tienen?
Iroh trató de saber lo que ese sujeto quería. Evidentemente buscaba a alguien, pero no sabía a quien.
- ¿Qué es lo que buscas? ¿Por qué atacas nuestro barco?
- Donde esta Zuko. Entregenme al chico.
Iroh se sorprendió al igual que Zuko. ¿Lo buscaban a el? ¿por qué? ¿qué razón tenía para quererlo? Antes de siquiera preguntar más, el extraño sujeto notó a Zuko y sonrió de una manera que causó escalofríos al chico.
- Te encontré.
Sonrió con malicia. No muy lejos, de hecho, acercandose cada vez más, estaba Aang y los demás sobre Apa. Kamui observó lo que sucedía.
- No, hemos llegado tarde, lo encontró.
Sus ojos se agrandaron de horror. Debían llegar pronto antes de que Zuko fuera capturado por el misterioso sujeto. Los demás se quedaron boquiabiertos al ver el increíble portento sobre el que estaba montado. Creían que los dragones ya estaban extintos. Pero he ahí uno que aleteaba más vivo que nada.
Zuko observó a aquel sujeto, de cabellos castañós oscuros, ojos casi café grisaseo. Era a todas un atractivo joven de casi diecinueve años. Sus ropas eran una extraña mezcla de colores entre amarillo marrón y rojo oscuro. El diseño era también algo excentrica, no sabría decir si se parecía al estilo de ropa de los maestro tierra o al de la nación de fuego. Parecía una combinación de ambas.
Aquel sujeto se movió se dirigió de nuevo a la tripulación.
- Entregenme al chico.
Kamui al ver la situación se preparó para proteger a Zuko, sacó su espada que colgaba de su espalda y de un impresionante saltó se diriguiío a atacar al sujeto. Sin embargo, éste logró quitarse y miró a Kamui mientras sonreía soncarronamente. Antes de si quiera notar lo que sucedía. Zuko ahora tenía el filo de una daga cerca de su cuello.
Tanto la tripulación, Iroh, Kamui y los demás, observaban la situación. Iroh gritó enfurecido al sujeto que los había atacado y que ahora tenía a su sobrino como rehén. Kamui miró con odio a su enemigo.
- Debemos hacer algo.
Expuso Katara. Anng entonces usó su aire-control para liberar a Zuko que tenía dificultades para liberarse de su captor, que ejercía mucha fuerza sobre éste. Pero no sirvió de nada por que esquivó con gran facilidad la ventizca de aire. Claro, que Zuko logró liberarse despúes de usar su propio cuerpo para quemar el agarre que tenían sobre el.
Logró soltarse y encaró al sujeto. Kamui se precipitó para proteger al principe usandose como barrera. Zuko se sorprendió de aquel sujeto. No lo había visto jamás y no tenía idea de lo que querría.
- No permitiré que le vuelvas a poner una mano encima.
Aang y los demás se prepararon para pelear. Era algo que nunca creyeron que pasaría. Pelear para defender al principe Zuko, que hasta casi nada era su enemigo. Las cosas no se podrían poner más confusas para Zuko. La situación era hilarante. Una pelea comenzó, en donde el enemigo común era aquel sujeto que pretendia llevarse a Zuko por alguna razón desconocida para algunos. Kamui oprovechó que todos peleaban contra aquel hombre mientras él se dedicó a capturar al dragón con su epada con alguna clase de sello desconocido. Bastó con tocar apenas la cabza del portento y un destello de luces y un remolino que arrastraba al dragón dentro de la espada.
Cuando desapareció por completo, en la empuñadura de la espada apareció la figura de una dragón rojo que parecía danzar. Cuando el sujeto lo notó, gritó de gran furia hacia Kamui. Éste sonrió por su pequeño truinfo logrado. Enfurecido, una gran corriente de aire comenzó a aparecer y lo que parecía una tormenta eléctrica muy extraña.
Katara usa su agua-control para golpear al sujeto. Éste enfadado por la interrupción se dirigué a su atacante, pero al ver a la chica, su mirada se transforma. Katara observa éste cambio y queda confundida.
- ¿Katara?
La chica queda perpleja al escuchar su nombre de aquel sujeto que tenía una mirada extraña. Mezlca de asombro y añoranza. Aang se apresura a ayudar a su amiga lanzando aire-control. El sujeto nuevamente intenta atacar, pero su turbación le impide concentrarse por lo que se dirigué a una montaña algo nevada.
Zuko al ver a aquel sujeto posado en aquel lugar tuvo el deseo de enterrarlo vivo en la nieve. Lejos de qudarse solo observando, el hombre vuelve a invocar lo que parece una tormenta, provocando que el agua se embravezca y con ello que la nave comience a mecerse de manera peligrosa. Zuko en un acto por evitar que esto continue, un extraño instinto le indica que haga algo y sin saber como lo hizo, el agua trataba de calmarse, pero sabiendo que la causa era el hombre, presintiendo que tal vez funcionaria, o tal vez para saber si tenía razón en sus sospechas, hizo un movimiento de mano que logró que la nieve se seprendiera y enterró al hombre. Afortunadamente, nadie pareció notarlo. Aang regresó a su visonte junto a sus amigos y Kamui, que no dejó de ver a Zuko sin cierta aprensión por dejaro solo.
Una vez montados a Apa, Katara parecía pensativa. Sokka cuestionó.
- ¿Qué te sucde Katara?
- No lo se. Ese sujeto… parecía conocerme.
- Tonterias. Ese hombre ¿Cómo iba a conocerte?
- No lo se… su mirada parecía… sabía mi nombre y sus ojos tenían cierta mezcla de melancolia.
Nadie dijo nada. Pero Kamui se notaba muy serio ante lo mencionado. Estaba seriamente preocupado.