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LA LLAMA

Autor: Paris Atreides

Resumen: Iori es ahora el nuevo líder del clan Yagami, decidido a acabar con la guerra que dura generaciones entre su clan y el clan Kusanagi le propone un pacto a Saisyu ( el líder del clan Kusanagi) para acabar con el derramamiento de sangre. El precio de esa alianza es insignificante: la entrega de Kyo a Iori durante un año.
Clasificación: No menores de 16 años [Reviews - 220]
Categoría: OTRAS SERIES MANGA > KOF
Personajes: No
Generos: Acción, Angustia, Romántico
Advertencias: No
Serie: No
Capitulos: 20 Finalizado: No
Palabras: 46200 Leido: 33561
Publicado: 13/07/05 Actualizado: 25/03/07





1. Capítulo 1: A mí manera por Paris Atreides [Reviews - 15] (1823 words)

2. Capítulo 2: Jugando al escóndite por Paris Atreides [Reviews - 12] (1926 words)

3. Capítulo 3: Cuestión de orgullo. por Paris Atreides [Reviews - 9] (2021 words)

4. Capítulo 4: Tormenta por Paris Atreides [Reviews - 11] (2513 words)

5. Capítulo 5:Eres fuego por Paris Atreides [Reviews - 7] (3312 words)

6. Capítulo 6: Ojo por ojo, diente por diente. por Paris Atreides [Reviews - 8] (3264 words)

7. Capítulo 7: Can´t fight the moon light. por Paris Atreides [Reviews - 13] (3297 words)

8. Capítulo 8: Fuego y deseo. por Paris Atreides [Reviews - 12] (1284 words)

9. Capítulo 9: Duele hasta matar. por Paris Atreides [Reviews - 8] (1748 words)

10. Capítulo 10: Tequila. por Paris Atreides [Reviews - 14] (2651 words)

11. Capítulo 11: Nieve roja. por Paris Atreides [Reviews - 15] (2298 words)

12. Chapter 12: Sin Latido por Paris Atreides [Reviews - 10] (2453 words)

13. Capítulo 13: Ojos Violetas. (I) por Paris Atreides [Reviews - 0] (2523 words)
Bueno, ya sé ha sido muy tarde pero como la page ha estado caida no me he dado cuenta hasta hace poco que estaba ne linea. Pa compensar ahí van dos capis seguidos. Iré respondiendo esos reviews que os agradezco de corazón porque me ayudan a seguir con la historia.
14. Capítulo 14: No puedo estar sin ti. por Paris Atreides [Reviews - 9] (2331 words)

15. Capítulo 15: Agua por Paris Atreides [Reviews - 7] (2773 words)

Holas, ya sé he tardado pero he andado muy liada pero bueno aquí teneías la continuación. Por cierto no sé cuando terminará el fic pero creo que todavía va a tardar.

He dejado la respuesta a vuestros reviews donde siempre, sabeís que siempre me anima mucho que me dejeís alguna notita para subierme el ánimo y de paso me entran más gana sde escribir. Muuuchos besitossssssssssssssssssssss


16. Capítulo 16: Sangre y Etiqueta. por Paris Atreides [Reviews - 13] (2589 words)

Holas de nuevo, ya veís que cuando me envias vuestros reviews con esas ganas actulizo un poco antes. Los he respondido donde los dejasteís. Gracias, me animan mucho.

Por cierto, Tsuki me recordó que Iori cumplió añitos asi que como tributo a él.....ejem, ejem.. (Paris se aclara la garganta):

"Cumpleaños Feliz,

Cumpleaños feliz,

te deseamos (todas) Iori,

Cumplaños Feliz".

Bueno, nuestro pelirrojo es un año más viejo pero para nosotras siempre tendrá eternamente 20.


17. Capítulo 17: O todo o nada. por Paris Atreides [Reviews - 10] (1865 words)
Holasss, siento si aún no he respondido los reviews pero es ahora mismo estoy muy estresada con los estudios, pero os aseguro que los leo todos y los tengo muy presentes cuando escribo. Por cierto, los iré respondiendo a lo largo de esta semana. Muuchoss besitoss a todos los que se toman la molestia de dejarme su opinión y alos que llen también.
18. Capítulo 18: Primer beso. por Paris Atreides [Reviews - 11] (1965 words)
Arf, arf, bueno como esta semana y próxima estaré a marchas forzadas con mis estudios aquí os adelanto ya el siguiente capi. por cierto, me tengo que poner al día con mis reviews, os agradezco mucho que me dejeís vuestros ánimos así actualizo un poquito antes. decir que Iori despertará, el combate tendrá sorpresas y el psado de kamui es bastante violento. Besosssssssssssss para tod@ss, siempre os tengo presente.
19. Capítulo 19: Lágrimas de Fuego. por Paris Atreides [Reviews - 11] (1937 words)

Gomren, gomen, gomen nasai. Ya se que he tardado mucho pero es que ni imaginaís cuantos exámenes estoy haciendo, no quiero decir que san muchos pero cada uno de ellos tiene gran cantidad de materia. Bueno, esot es un pequeño adelanto y deciros que el capi 20 (o sae el próximo) ya tendremos el ansiado combate entre Kyo y Ryu, no os lo perdaís.

Muchos besossssssss para tod@s. Siempre os tengo presente.

 

Pd: Koji, envíame tu correo o mándame un emal directamente a mí y yo te enviare los capis del fic.


20. Capítulo 20: No ha parado de llover. por Paris Atreides [Reviews - 25] (1627 words)
 

 

 

Cap 20: No ha parado de llover.

 

 

"Quién detendrá la lluvia en mi
ohoo   no.....no....
se me ha inundado el corazón


Quién detendra la lluvía en mi
oh...mi amor
sólo tú puedes pararla

Sigue lloviendo
le sigue lloviendo al corazón
¡dime que diablos voy a hacer!


Sigue lloviendo
le sigue lloviendo al corazón
oh   no....no
en mis ojos no ha parado de llover."

 

(No ha parado de llover. Maná)

 

 

 

 

Kyo cogió una de las manos de Iori y la estudió, era una mano larga, de finos y esbeltos dedos; unas manos de músico. Pero esas mismas manos eran capaces de invocar el fuego púrpura, de elevar columnas de flama que desafiaban el cielo y de arrancar una vida en un suspiro indiferente; unas manos de luchador. Esas mimas manos eran capaces de prodigar caricias que arrancaban gemidos de placer de Kyo, de transmitir calor; eran manos de amante. Kyo se inclinó y besó aquéllas palmas con cuidado, deseó que el monitor que registraba los latidos de Iori se alterara, que de pronto aquél corazón latiera más rápido y los ojos del pelirrojo se abrieran para poder enfocarlo. Nada de eso ocurrió, Iori seguía muerto en vida. Y Kyo sentía que su tiempo se agotaba.

 

Escuchó como a sus espaldas se abría la puerta, ningún sintió de pasos delató la presencia que había entrado en la habitación. No se giró, inclinó la cabeza para que sus cabellos cubrieran su rostro desfigurado por el dolor.

 

- Kamui, lo de antes....- Kyo no encontraba las palabras que pudieran expresar sus sentimientos, lamentaba haber besado al ninja, no lamentaba el acto en sí, sino que el beso había querido expresar otra clase de emociones y no lo había conseguido.

 

El ninja se sentó a su lado y observó las caricias dispensadas por Kyo al inconsciente Iori, algo extraño se removió en su pecho y le arañó las pupilas, eran lágrimas pero no se atrevió a verterlas, nunca debía de haber lágrimas en los ojos de un ninja.

 

Alzó una mano e hizo un gesto para evitar que el castaño siguiera disculpándose, no había necesidad de perdón.- Olvídalo Kyo, como lo haré yo.- susurró. Se inclinó hacía delante para escrutar el rostro del pelirrojo, ansiando que los parpados removieran y se alzaran.

 

- ¿Vas a seguir con esto adelante? ¿Con el combate?.- murmuró con tristeza, preocupado.

 

- ¿Tengo opción?.- Kyo movió la cabeza mientras embozaba una sonrisa irónica.

 

- Sí, puedes huir.

 

- Eso no es una opción.- el castaño dejó la mano de Iori con sumo cuidado.- Ya he huido bastante.

 

- Ryu es poderoso.- Kamui no sabía si tirarse al suelo y suplicar al descendiente del clan Kusanagi que desistiera de esa locura.

 

- Lo sé.- Kyo se levantó con un movimiento fluido, parecía que sus músculos volvían a estar más tonificados.- Pero no es invisible.- le recordó sus propias palabras.

 

"Cómo si lo fuera" pensó Kamui, pero no le dio voz a su idea, era demasiado derrotista.- No, no lo es.

 

 

 

 

Benimaru dio dos pasos laterales, rápidos, son ofrecer ningún punto vulnerable para un ataque frontal. Apoyó el talón derecho en le suelo, tomó impulsó y desplegó un ataque eléctrico de enorme amplitud. Las chispas azules volaron por toda la sala, iluminado cada oscuro recoveco.

 

Kyo retrocedió para asegurar su posición, tembló de puro agotamiento, llevaba todo el día combatiendo con le rubio y todavía no había logrado alcanzarlo. Su respiración salía jadeante, cansada y su torso desnudo era recorrido por riachuelos de sudor. Alzó la barbilla y entrecerró los ojos. Alzó los puños frente a sí y se dispuso a soportar el alud de golpes que desencadenaría Beni.

 

Kamui y Shingo observaban sin perder detalle, el ninja estaba asombrado, Kyo había mejorado mucho desde le día anterior, realmente progresaba a cada hora. Podía entender como es que Iori había sido derrotado por le castaño en el pasado. Parpadeó cuando vio como Benimaru se lanzaba como un relámpago viviente contra el castaño. No creía que Kyo pudiera soportar semejante poder sobre su cuerpo, estaba demasiado exhausto.

 

Beni lanzó la lluvia azul sobre Kyo, esperando derrotarlo en poco segundos, en toda la jornada, Kyo solo había podido encender sus lamas unos breves segundos. Sonrió al castaño, invitándolo a rendirse con los ojos; Kyo negó con la cabeza.

 

Kyo solo escuchaba sus respiración, sus latidos estruendosos contra su pecho, vio venir le puño del rubio como si fuera a cámara lenta, el tiempo se delató en torno a las gotas de electricidad que lo rodearon y llenaron de reflejos azules su piel. Apretó los dientes e invocó su poder, a su mente acudió la sonrisa de Iori, su cuerpo, su aroma, su tono frío y despectivo cuando se irritaba. La llama fluctuó, la llama se incendió.

 

Los ojos del castaño se volvieron anaranjados como las flamas de una hoguera, sonrió, enseñando los colmillos y contraatacó.

 

Beni gritó cuando una cortina de llamas rojas se alzaron en torno de Kyo, devorando su poder, apresando a las mismas moléculas del aire y atrapando al rubio luchador de un torbellino de fuego que lo zarandeó y desgarró sus ropas.

 

Shingo se levantó con los ojos desorbitados cuando Benimaru salió disparado en un arco pronunciado para ir a estrellarse contra una de las paredes. Shingo corrió hasta le rubio que se había quedado en el suelo, boca abajo.

 

El ninja no se movió, sus violetas pupilas estaban clavadas en Kyo, el castaño estaba arrodillado en el suelo. Su respiración era fatigosa y la cabeza se movió como si el cuello estuviera roto, el aura roja que había rodeado su cuerpo durante el ataque había desaparecido. Kamui se desplazó como una ráfaga de viento cuando Kyo comenzó a caer hacía delante, llegó a tiempo y lo tomó entre sus brazos. Kyo se había desmayado.

 

Benimaru se levantó, ayudado por Shingo, con un gesto de dolor mientras se frotaba la cabeza. Por suerte, había logrado levantar una barrera de poder antes de ser golpeado por las llamas, de lo contrario tendría mucho más que lamentar que unas ropas quemadas.

 

Shingo lo escrutó con ansiedad.- ¿Estás bien?.- el rubio asintió y levantó la vista, sus labios se convirtieron en una fina línea sobre su atractivo rostro.

 

- Mierda.- gruñó.

 

 

 

Acomodaron a Kyo en un lecho, cerca de Iori. Kamui lo tapó con delicadeza, sus ojos fluctuaban de tonos lavandas a violetas oscuros y turbulentos. Benimaru estaba sentado en una silla, le había prestado un yukata negro en sustitución de sus destruidas prendas.

 

- Es mala señal.- murmuró.- Ha desfallecido después del ataque.

 

Kamui asintió y se apoyó en la pared, al lado de la cabecera, cruzó los brazos sobre el estrecho pecho. Parecía relajado pero no lo suficiente como para bajar la guardia en le caso de supuesto de desatarse cualquier tipo de violencia.

 

- Si mañana ataca y se desmaya, está perdido.- sentenció el ninja con un tono indiferente que no engañaba a Beni, sabía que Kamui sentía por Kyo mucho más que empatía.

 

El rubio cerró los ojos y evitó el gesto de esconder el rostro entre las palmas de sus manos, había enviado a Shingo a por Seneka, no quería que contemplara como se hundía. Había hecho lo posible por mantener la moral alta, pero hoy, por primera vez había notado como su ánimo se agrietaba por dentro.

 

Se mordió los labios, mañana Kyo podía morir durante el combate; débil, agotado, ni la sombra del luchador que había acaparado el liderazgo del torneo de King of Fighters.

 

- Debe haber una forma.- murmuró con desesperación.- Debe haberla.- entonó de forma suplicante.

 

Kamui ladeó el rostro de finos rasgos y clavó los ojos en el cuerpo esbelto de Kyo, en le pecho que subía y bajaba por la regular respiración. Cómo le hubiera gustado que nada hubiera sucedido, que todo fuera normal. Alzó la vista y miró al pelirrojo, al jefe del clan Yagami, pero claro eran Kyo e Iori, nada estando ellos medio podía ser vulgar o mundano. Hasta cuando se amaban encendían todo en torno suyo, hasta a las personas.

 

- La hay.- el ninja se pasó una mano por los oscuros y sedoso cabellos.

 

Beni alzó el rostro, justo en le momento que un relámpago estallaba alas fuera de la mansión Yagami, la lluvia cayó golpeando con fuerza, como si anunciara presagios demasiados oscuros que el rubio no quería llagar a interpretar.

 

- ¿Cuál?

 

- Kyo deberá al instante justo para atacar, solo podrá hacerlo una vez.- Kamui luchó para parecer calmado, aunque por dentro su corazón se acabara de detener.

 

Beni movió los labios sin emitir sonido alguno, estaba pálido.- Lo que estás diciendo es que Kyo debe dejar que Ryu lo golpee hasta le punto que estén tan cerca que no pueda escapar de las llamas de Kyo.- su tono era duro, cortante.- ¿Es eso?

 

Kamui asintió muy lentamente.

 

Beni se levantó, abrió y cerró las manos varis veces, con impotencia.- Es una locura.- dictaminó.

 

El ninja iba a responder cuando la puerta de la habitación fue abierta con estruendo, Seneka entró con una mueca de terror pintada en el rostro.

 

- ¡Están aquí!.- dijo casi gritando. Shingo entró tras él junto con Akira.

 

- ¡¿Quién?!.- Kamui se había separado de la pared y fue hasta el anciano para tomarlo por los hombros, intentando calma su evidente nerviosismo.

 

Seneka no podía responder, su viejo cuerpo se estremecía sin control, parecía que estaba a punto de quebrarse como un rama seca. Kamui alzó la vista e interrogó a Akira con la mirada.

 

El ninja de cabellos verdes lo enfrentó.- Los ninjas del clan Kusanagi.- sus pupilas esmeraldas se fijaron en le castaño que reposaba entre las sábanas.- Vienen a llevarse a Kyo.

 

Beni se apoyó en le respaldo de la silla para no caer de la impresión.- ¡Dios mío!.- murmuró, no podía creer que todo se estuviera complicando de aquella forma justo en le último momento.- Dios mío.- volvió a repetir. La lluvia seguía cayendo cada vez con mas fuerza, todos tuvieron la impresión de que los golpeaba a ellos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cap 20: No ha parado de llover.

 

 

"Quién detendrá la lluvia en mi
ohoo   no.....no....
se me ha inundado el corazón


Quién detendra la lluvía en mi
oh...mi amor
sólo tú puedes pararla

Sigue lloviendo
le sigue lloviendo al corazón
¡dime que diablos voy a hacer!


Sigue lloviendo
le sigue lloviendo al corazón
oh   no....no
en mis ojos no ha parado de llover."

 

(No ha parado de llover. Maná)

 

 

 

 

Kyo cogió una de las manos de Iori y la estudió, era una mano larga, de finos y esbeltos dedos; unas manos de músico. Pero esas mismas manos eran capaces de invocar el fuego púrpura, de elevar columnas de flama que desafiaban el cielo y de arrancar una vida en un suspiro indiferente; unas manos de luchador. Esas mimas manos eran capaces de prodigar caricias que arrancaban gemidos de placer de Kyo, de transmitir calor; eran manos de amante. Kyo se inclinó y besó aquéllas palmas con cuidado, deseó que el monitor que registraba los latidos de Iori se alterara, que de pronto aquél corazón latiera más rápido y los ojos del pelirrojo se abrieran para poder enfocarlo. Nada de eso ocurrió, Iori seguía muerto en vida. Y Kyo sentía que su tiempo se agotaba.

 

Escuchó como a sus espaldas se abría la puerta, ningún sintió de pasos delató la presencia que había entrado en la habitación. No se giró, inclinó la cabeza para que sus cabellos cubrieran su rostro desfigurado por el dolor.

 

- Kamui, lo de antes....- Kyo no encontraba las palabras que pudieran expresar sus sentimientos, lamentaba haber besado al ninja, no lamentaba el acto en sí, sino que el beso había querido expresar otra clase de emociones y no lo había conseguido.

 

El ninja se sentó a su lado y observó las caricias dispensadas por Kyo al inconsciente Iori, algo extraño se removió en su pecho y le arañó las pupilas, eran lágrimas pero no se atrevió a verterlas, nunca debía de haber lágrimas en los ojos de un ninja.

 

Alzó una mano e hizo un gesto para evitar que el castaño siguiera disculpándose, no había necesidad de perdón.- Olvídalo Kyo, como lo haré yo.- susurró. Se inclinó hacía delante para escrutar el rostro del pelirrojo, ansiando que los parpados removieran y se alzaran.

 

- ¿Vas a seguir con esto adelante? ¿Con el combate?.- murmuró con tristeza, preocupado.

 

- ¿Tengo opción?.- Kyo movió la cabeza mientras embozaba una sonrisa irónica.

 

- Sí, puedes huir.

 

- Eso no es una opción.- el castaño dejó la mano de Iori con sumo cuidado.- Ya he huido bastante.

 

- Ryu es poderoso.- Kamui no sabía si tirarse al suelo y suplicar al descendiente del clan Kusanagi que desistiera de esa locura.

 

- Lo sé.- Kyo se levantó con un movimiento fluido, parecía que sus músculos volvían a estar más tonificados.- Pero no es invisible.- le recordó sus propias palabras.

 

"Cómo si lo fuera" pensó Kamui, pero no le dio voz a su idea, era demasiado derrotista.- No, no lo es.

 

 

 

 

Benimaru dio dos pasos laterales, rápidos, son ofrecer ningún punto vulnerable para un ataque frontal. Apoyó el talón derecho en le suelo, tomó impulsó y desplegó un ataque eléctrico de enorme amplitud. Las chispas azules volaron por toda la sala, iluminado cada oscuro recoveco.

 

Kyo retrocedió para asegurar su posición, tembló de puro agotamiento, llevaba todo el día combatiendo con le rubio y todavía no había logrado alcanzarlo. Su respiración salía jadeante, cansada y su torso desnudo era recorrido por riachuelos de sudor. Alzó la barbilla y entrecerró los ojos. Alzó los puños frente a sí y se dispuso a soportar el alud de golpes que desencadenaría Beni.

 

Kamui y Shingo observaban sin perder detalle, el ninja estaba asombrado, Kyo había mejorado mucho desde le día anterior, realmente progresaba a cada hora. Podía entender como es que Iori había sido derrotado por le castaño en el pasado. Parpadeó cuando vio como Benimaru se lanzaba como un relámpago viviente contra el castaño. No creía que Kyo pudiera soportar semejante poder sobre su cuerpo, estaba demasiado exhausto.

 

Beni lanzó la lluvia azul sobre Kyo, esperando derrotarlo en poco segundos, en toda la jornada, Kyo solo había podido encender sus lamas unos breves segundos. Sonrió al castaño, invitándolo a rendirse con los ojos; Kyo negó con la cabeza.

 

Kyo solo escuchaba sus respiración, sus latidos estruendosos contra su pecho, vio venir le puño del rubio como si fuera a cámara lenta, el tiempo se delató en torno a las gotas de electricidad que lo rodearon y llenaron de reflejos azules su piel. Apretó los dientes e invocó su poder, a su mente acudió la sonrisa de Iori, su cuerpo, su aroma, su tono frío y despectivo cuando se irritaba. La llama fluctuó, la llama se incendió.

 

Los ojos del castaño se volvieron anaranjados como las flamas de una hoguera, sonrió, enseñando los colmillos y contraatacó.

 

Beni gritó cuando una cortina de llamas rojas se alzaron en torno de Kyo, devorando su poder, apresando a las mismas moléculas del aire y atrapando al rubio luchador de un torbellino de fuego que lo zarandeó y desgarró sus ropas.

 

Shingo se levantó con los ojos desorbitados cuando Benimaru salió disparado en un arco pronunciado para ir a estrellarse contra una de las paredes. Shingo corrió hasta le rubio que se había quedado en el suelo, boca abajo.

 

El ninja no se movió, sus violetas pupilas estaban clavadas en Kyo, el castaño estaba arrodillado en el suelo. Su respiración era fatigosa y la cabeza se movió como si el cuello estuviera roto, el aura roja que había rodeado su cuerpo durante el ataque había desaparecido. Kamui se desplazó como una ráfaga de viento cuando Kyo comenzó a caer hacía delante, llegó a tiempo y lo tomó entre sus brazos. Kyo se había desmayado.

 

Benimaru se levantó, ayudado por Shingo, con un gesto de dolor mientras se frotaba la cabeza. Por suerte, había logrado levantar una barrera de poder antes de ser golpeado por las llamas, de lo contrario tendría mucho más que lamentar que unas ropas quemadas.

 

Shingo lo escrutó con ansiedad.- ¿Estás bien?.- el rubio asintió y levantó la vista, sus labios se convirtieron en una fina línea sobre su atractivo rostro.

 

- Mierda.- gruñó.

 

 

 

Acomodaron a Kyo en un lecho, cerca de Iori. Kamui lo tapó con delicadeza, sus ojos fluctuaban de tonos lavandas a violetas oscuros y turbulentos. Benimaru estaba sentado en una silla, le había prestado un yukata negro en sustitución de sus destruidas prendas.

 

- Es mala señal.- murmuró.- Ha desfallecido después del ataque.

 

Kamui asintió y se apoyó en la pared, al lado de la cabecera, cruzó los brazos sobre el estrecho pecho. Parecía relajado pero no lo suficiente como para bajar la guardia en le caso de supuesto de desatarse cualquier tipo de violencia.

 

- Si mañana ataca y se desmaya, está perdido.- sentenció el ninja con un tono indiferente que no engañaba a Beni, sabía que Kamui sentía por Kyo mucho más que empatía.

 

El rubio cerró los ojos y evitó el gesto de esconder el rostro entre las palmas de sus manos, había enviado a Shingo a por Seneka, no quería que contemplara como se hundía. Había hecho lo posible por mantener la moral alta, pero hoy, por primera vez había notado como su ánimo se agrietaba por dentro.

 

Se mordió los labios, mañana Kyo podía morir durante el combate; débil, agotado, ni la sombra del luchador que había acaparado el liderazgo del torneo de King of Fighters.

 

- Debe haber una forma.- murmuró con desesperación.- Debe haberla.- entonó de forma suplicante.

 

Kamui ladeó el rostro de finos rasgos y clavó los ojos en el cuerpo esbelto de Kyo, en le pecho que subía y bajaba por la regular respiración. Cómo le hubiera gustado que nada hubiera sucedido, que todo fuera normal. Alzó la vista y miró al pelirrojo, al jefe del clan Yagami, pero claro eran Kyo e Iori, nada estando ellos medio podía ser vulgar o mundano. Hasta cuando se amaban encendían todo en torno suyo, hasta a las personas.

 

- La hay.- el ninja se pasó una mano por los oscuros y sedoso cabellos.

 

Beni alzó el rostro, justo en le momento que un relámpago estallaba alas fuera de la mansión Yagami, la lluvia cayó golpeando con fuerza, como si anunciara presagios demasiados oscuros que el rubio no quería llagar a interpretar.

 

- ¿Cuál?

 

- Kyo deberá al instante justo para atacar, solo podrá hacerlo una vez.- Kamui luchó para parecer calmado, aunque por dentro su corazón se acabara de detener.

 

Beni movió los labios sin emitir sonido alguno, estaba pálido.- Lo que estás diciendo es que Kyo debe dejar que Ryu lo golpee hasta le punto que estén tan cerca que no pueda escapar de las llamas de Kyo.- su tono era duro, cortante.- ¿Es eso?

 

Kamui asintió muy lentamente.

 

Beni se levantó, abrió y cerró las manos varis veces, con impotencia.- Es una locura.- dictaminó.

 

El ninja iba a responder cuando la puerta de la habitación fue abierta con estruendo, Seneka entró con una mueca de terror pintada en el rostro.

 

- ¡Están aquí!.- dijo casi gritando. Shingo entró tras él junto con Akira.

 

- ¡¿Quién?!.- Kamui se había separado de la pared y fue hasta el anciano para tomarlo por los hombros, intentando calma su evidente nerviosismo.

 

Seneka no podía responder, su viejo cuerpo se estremecía sin control, parecía que estaba a punto de quebrarse como un rama seca. Kamui alzó la vista e interrogó a Akira con la mirada.

 

El ninja de cabellos verdes lo enfrentó.- Los ninjas del clan Kusanagi.- sus pupilas esmeraldas se fijaron en le castaño que reposaba entre las sábanas.- Vienen a llevarse a Kyo.

 

Beni se apoyó en le respaldo de la silla para no caer de la impresión.- ¡Dios mío!.- murmuró, no podía creer que todo se estuviera complicando de aquella forma justo en le último momento.- Dios mío.- volvió a repetir. La lluvia seguía cayendo cada vez con mas fuerza, todos tuvieron la impresión de que los golpeaba a ellos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

HE VUELTOOOOO, TARDEE LO SE PERO HE ESTADO EN OTROS PROYECTOS, PERO SIGO CON MIS IDOLOS Y LA INSPIRACIÓN PARECE HABER REGRESADO. BESOSSSS Y GRACIA SPOR ESTAR AHI.