Capitulo 13:
Bajo las estrellas.
Darian había estado en reposo absoluto por 3 días, en ese tiempo nos la pasamos en la cabaña y no salíamos del cuarto, aproveche ese tiempo para hacer toda la tarea que nos habían encargado, Renee siguió mi ejemplo, pero ya para aquel momento estábamos muy aburridas viendo películas en DVD (habíamos llevado uno). Darian estaba leyendo recostada en una mecedora cerca de nosotras y Mel había salido por provisiones ya que esa noche acamparíamos en el patio, ya que Darian decía que estaba mejor y si le creía, el doctor dijo que había sido algo muscular (por suerte). La película de comedia que a mi parecer era de muy mal gusto (típica película gringa con adolescentes calenturientos que se la pasan haciendo tonterías) me harto, me levante del sofá y fui a la cocina a buscar algo de comer, tome una lata de atún, lechuga, tomate, cebolla, pepinos y otras cosas mas para hacer una ensalada, no sabia cuanto tardaría Mel, pero yo ya me moría de hambre.
En cuanto termine les avise a Darian y Renee, creo que ambas estaba muriendo de hambre como yo porque al instante corrieron a la mesa y se sirvieron de comer, aunque Renee regaño a mi hermana diciéndole que era su deber esperar a su mamá para que comieran juntas, Darian molesta hizo a un lado su plato y se cruzo de brazos mientras veía el reloj de su celular. Luego de que Renee y yo terminamos escuchamos la camioneta volver, Darian se levanto de su lugar y fue a ayudar a Mel con las cosas que traía.
–Falta mucho para que anochezca, pero creo que ya deberíamos armar las casas de campaña. –le comente a Renee, ella asintió con la cabeza.
Darian y Mel entraron con varias bolsas, como vimos que podían solas fuimos por lo necesario para armar nuestro campamento. Le di una maleta a Renee para que ella armara una casa y yo la otra, comencé con la mía y me concentre solo en eso, termine al poco tiempo a pesar de que ya no tenia mucha practica, mire a Renee que estaba luchando sosteniendo el techo para que no se le cayera, reí al ver su cara de desesperación. Fui a ayudarla, le explique como debía ir y ella arreglo lo que había ensamblado mal. Al terminar fuimos a buscar madera para hacer una fogata mas tarde. Estuvimos un largo rato con eso mientras hablábamos de todo y nada a la vez.
Cuando regresamos dejamos toda la madera amontonada un poco retirada de donde habíamos armado las casas, al entrar a la cabaña Mel y Darian habían terminado de comer y estaban sentadas en el sofá viendo un álbum de fotos. Nos acercamos y mi hermana le enseño a Renee una foto donde estoy sentada en las pierna de mi mamá mientras ella me lee un libro. Darian y yo nos parecíamos mucho físicamente a nuestra mamá, a nuestro papá solo le habíamos sacado su color de ojos.
–No entiendo como si las dos se parecen a su mamá, Darian no sea bonita. –comento Renee.
– ¡Hey! –exclamo molesta Darian.
–No debería importarte lo que diga Ren –comento Mel– creo que es mas importante lo que piense yo.
–Bueno... –se quedo pensándolo unos momentos mi hermana– Supongo que es cierto.
Mel se acerco a ella y le dio un beso en la mejilla. Estuvimos un rato mas viendo fotos y cuando el sol comenzó a ocultarse salimos al patio. Darian encendió la fogata mientras yo me sentaba en un tronco observando el cielo que se oscurecía poco a poco, un celular comenzó a sonar, vi a mi hermana estaba solo viendo la pantalla de su móvil. Melissa se acerco a ella y al ver lo que estaba acaparando la atención de Darian se lo arrebato, eso llamo bastante mi atención, el celular seguía sonando y Mel, muy molesta contesto, observe a mi hermana tenia cara de miedo. Vi como mi querida cuñada caminaba de un lado a otro muy molesta hablando (por no decir discutiendo con alguien). Me acerque a Darian para preguntar que pasaba pero ella en cuanto me vio dijo:
–Cate...
–¿Y que quería Cate? –pregunte.
–No tengo idea. –volvió su vista a su novia.
–Y no creo que Mel te lo diga. –dije al ver como colgaba molesta el teléfono.
–Ten amor... –le dijo Melissa dándole su celular.
–¿Que quería? –pregunto algo dudosa mi hermana.
–Eso no es importante –respondió Mel con una son– pero tengo que decirte algo.
–¿Que?
–Tienes una semana menos de vacaciones.
–¿¡Eh!? –mi hermana se cubrió la cara con sus manos– pero solo tenia 2 semanas y de esta ya desperdiciamos 3 días.
–Pues disfrutemos los 4 que nos quedan. –dijo Mel.
Al parecer había discutido con Cate, al ver la cara de mi hermana de desesperación no pude evitar soltar una carcajada, decidí dejarlas solas un rato para que platicaran. Me acerque a Renee que había estado escondida atrás de una de las casas de campaña, al ver lo que hacia comencé a reírme, estaba con una bolsa grande de malvaviscos ya a la mitad y tenia su boca llena mientras masticaba rápido, sabia que a Renee le gustaban las cosas dulces, pero no sabia que tanto. Me observo unos segundos mientras aun movía su boca masticando y al ver que no hacia ni le decía nada me ofreció de su dulce cena. Tome uno de los suaves bombones y lo probé, eran sabor café. Estuvimos ahí un rato comiendo sin decir nada, últimamente pasábamos mucho tiempo en silencio, pero no era uno incomodo, de hecho sentía que nosotras a veces no necesitábamos palabras para poder comunicarnos, y eso se sentía increíble. La noche cayó rápidamente y Melissa fue a buscarnos ya que era hora de la cena.
Al encontrarnos comiendo prácticamente dulces antes de comer algo mas se molesto, supongo que en parte por que estaba sensible por la reciente discusión con la ex de mi hermana.
A Renee y a mi nos toco hacer la cena en la fogata, nos la ingeniamos para no quemar las brochetas los mejor que pudimos, mi hermana pareció estresada todo ese tiempo, me cuida mucho desde siempre.
–Es hermoso. –escuche que Mel decía eso, me gire para verla.
Estaba mirando el cielo, Darian se acerco a ella y la abrazo por detrás, levante mi vista y vi algo que muy pocas veces logras ver en la ciudad por la contaminación lumínica. Se podían ver todas las constelaciones en aquel cielo despejado, realmente era como decía Melissa. Hermoso. Renee yo terminamos de preparar la cena, por lo que nos sentamos con Darian y Mel. Comíamos y platicábamos de anécdotas que involucraban a mis padres, hacia mucho tiempo que dejo de ser un doloroso recuerdo para mi hermana y para mi, por eso podíamos platicar de eso sin llegar a sentirnos mal.
–¡Acabo de recordar algo! –dijo casi gritando mi hermana cuando ya habíamos terminado la cena.
–¿Que? –le pregunte.
–Espera, aun no, iré a investigar. –se levanto de la piedra en la que estaba sentada con Mel. Mi padre las había puesto cuando era pequeña para que nos sentáramos a contar historias o comer, como habíamos hecho unos minutos atrás.
–¿A donde? –le pregunto Mel curiosa.
–Quiero ver si aun… –se le quedo viendo a su pelirroja novia unos segundos sin decir nada y después le extendió su mano.
–¿Quieres que te acompañe? –pregunto tomando la mano de mi hermana.
–Claro que si.
Ambas se fueron en dirección a donde vagamente recordaba que había un lago, no podía recordar si había algo más en esa dirección. Mire el cielo un rato mas intentado ubicar la constelación de Lupus, me di de que había perdido bastante practica en los años que deje de ir a aquel lugar ya que no lograba ubicarla. Baje mi mirada al suelo y solté un pesado suspiro. Busque a Renee con la mirada y no la encontré, me levanté y fui a la casa de campaña que compartiríamos y tampoco estaba ahí, mire hacia la cabaña y pude ver la como se apagaba la luz de la habitación que compartíamos y después la de la planta baja. Había ido al baño o a buscar algo. Se asomo por la puerta y luego se volvió a meter, la cabaña no estaba muy retirada de donde estábamos acampando, a unos 10 metros quizás. Luego de unos segundos se decidió a salir ocultando algo detrás de ella. Se metió a la casa de campaña y luego salió con las manos en los bolsillos de su pantalón.
–¿No han regresado? –me pregunto.
–Se acaban de ir y no se a donde iban exactamente. –le conteste.
–Ya veo.
Una vez mas aquel silencio, estuvimos no se cuanto tiempo mirándonos, entonces Renee se sentó a mi lado y tomo mi mano. Últimamente lo hacíamos cada que se podía y digo que lo hacíamos porque yo no lo impedía. Mire una vez mas las estrellas mientras el suave y relajante viento movía mi cabello, no se cuanto tiempo estuvimos así, pero creo que fue bastante por la posición de la luna.
–Yo nunca había venido a un lugar así. –me comento– Esta bastante tranquilo y bonito.
–Lo se, extrañaba venir aquí. –le confesé.
–Me gusta… –voltee a verla y nuestras miradas chocaron.
–Y eso que aun no conoces los alrededores, no hemos salido mucho de la cabaña.
–¿Nos dará tiempo antes de que se acabe la semana?
–Espero que si, y si no, volveremos a venir.
Escuchamos unos arbustos detrás de nosotras moverse, nos giramos para ver quien o que se acercaba, estábamos atentas y alerta, cuando escuchamos la voz de mi hermana y Mel nos relajamos un poco. Entraron a nuestro campo de visión riendo, tomadas de la mano, se les veía bastante contentas.
–Deberías ir –me dijo mi hermana señalando el camino de donde venían.
–Es muy lindo. –comento Mel.
Justo cuando iba a preguntar exactamente a que se referían Renee dijo que quería mostrarme algo, mi hermana y Melissa entraron a su casa de campaña, no creí conveniente molestarlas ya que estaban cómodas y listas para… “dormir”. Una vez adentro cerré ya que no quería ser atacada por los mosquitos durante la noche, cuando me gire para ver a Renee ella tenia una bolsa negra en sus manos, recordé que había comprado algo antes de venir a este viaje, pero por el encuentro con Ed había olvidado preguntarle que era. Me senté frente a mi pelirroja compañera y espere a que sacara el contenido de aquella bolsa. Metió sus manos y con cuidado saco un relicario redondo color plateado, me lo dio y entonces pude observar que tenía un hermoso grabado de una luna y estrellas.
–Cuando estas triste o estresada o preocupada sueles esperar a que sea de noche y usas el telescopio que esta en la terraza de la casa. –me comento sorprendiéndome por completo.
En casa hay un telescopio que pertenecía a mi mamá, a ella le gustaba mucho observar las estrellas con el, y es verdad lo que dice Renee, a veces yo lo uso, pero, creí que nadie se había dado cuenta, no porque fuese un secreto, si no, porque nunca se lo había comentado a nadie. Me acerque a Renee y la abrace un largo rato, cuando me separe de ella abrí el relicario, de un lado estaba vacío y del otro había una foto que tenemos mi hermana y yo en la sala, la ultima foto donde salíamos ambas con nuestros padres.
–La escanee y minimicé para que entrara. –imagine que se refería a la foto.
–Gracias. –le conteste.
Me acerque a ella una vez mas y puse me frente contra la suya, vi como las mejillas de Renee se ponían rojas y no dejaba de verme a los ojos, nuestros alientos comenzaron a mezclarse y la distancia que había entre las dos comenzó a desaparecer…