Capitulo 15:
De regreso.
Mi escritorio estaba inundado de papeles, no podía creer que en una semana se me hubiera acumulado tanto trabajo, el año anterior que me había ido de vacaciones las 3 semanas que me tocaban no tenia ni un solo pendiente al volver. Me deje caer sobre mi silla giratoria dando un semi vuelta y recordando los últimos días de mis vacaciones, había valido la pena, luego de que Helen y Renee hicieran las cosas todo fue mejor, aunque no se sentía muy feliz de que su pequeña hermana ya tuviera novia, al menos estaba tranquila pensando en que Melissa tenia razón diciendo que estarían mucho mejor juntas que con otras personas. La puerta de su oficina se abrió y Cate entro con más documentos.
–¿Cómo es posible que me traigas otro proyecto? –solté un pesado suspiro– tu nunca comienzas mas de uno a la vez para que no nos saturemos.
–Estoy experimentando, si funciona aumentaremos la producción. –me dijo mientras me sonreía.
–¿Y en que nos benéfica que el nos vuelvas esclavos a todos en la oficina? –le pregunte algo molesta.
–Aumento de sueldo. –tras decir eso dejo los documentos sobre mi escritorio y salió de la oficina.
No volví a ver a Cate ese día. Al llegar a casa me tope con Melissa viendo la televisión, en cuanto me vio fue hacia mi y me dio un abrazo. Mel también había vuelto al trabajo, dijo que retomaría sus vacaciones cuando me las volvieran a autorizar a mi. Me había marcado una hora atrás para preguntarme por que no había llegado a casa, en ese momento la escuche molesta, pero después de que le explique se tranquilizo, entendía muy bien por que estaba así, pero empezaba a ser un poquito molesto, o quizás era el estrés de estar saturada en el trabajo.
–¿Qué hay de comer? –le pregunte, la verdad me estaba muriendo de hambre.
–Pues, hoy hice ensalada de camarón. –me respondió guiando me comedor.
–¿Sabes lo que provoca comer eso tan tarde? –le pregunte ya que iba a ser mas cena que comida.
–Claro que lo se –se acerco a mí– y es la mejor manera de iniciar la semana.
Elimine la distancia que había entre nosotras y la bese, me sentía sumamente feliz, como la mayoría del tiempo desde que la conocía, no puedo decir que siempre me sentía así ya que hemos tenido nuestros problemas, y a pesar de eso estábamos juntas y felices. Aun besándola la subí a la mesa, Mel puso sus brazos alrededor de mi cuello sin despegarse de mi, mientras que yo ponía mis manos en su busto y comenzaba a acariciarlo, en eso estaba cuando escuchamos que la puerta se abría violentamente.
–¡Renee! –mi hermana llamaba a su pelirroja.
No escuche respuesta por parte de Renee, Melissa y yo ya nos habíamos separado y ahora nos dirigíamos a donde estaba mi hermana, alcanzamos a ver la cabellera pelirroja de Renee antes de desparecer y escuchar abrirse y cerrarse la puerta de su habitación.
–¿Una pelea? –le pregunto Mel a mi hermana.
–No… –con la palma de su mano hizo a un lado su fleco alborotado y continuo hablando– Fue por este sujeto… ¿Noel? –le pregunto a Melissa.
–¿El que tiene que ver? –Mel se tenso, yo tome su mano.
–Nos intercepto en la salida del cine. –comento Helen– Intento comportarse como “buen” padre y Renee se molesto mucho, le dijo que no la buscara y… pues salió huyendo para acá.
–¿A ti no te ha molestado? –le pregunte a mi pareja, ella solo negó con la cabeza, soltó mi mano y fue en busca de su hija.
Mi hermana y yo platicamos un rato sobre cosas sin importancia y luego se fue a su habitación, yo guarde lo que Mel había preparado para comer, imagine que no tendría ganas para “jugar” esa noche, me serví cereal y esa fue mi gran cena. Luego de tomar una ducha fui a mi habitación y me tumbe en la cama, no tengo idea de cuanto tiempo paso para que me quedara dormida, y mucho menos cuanto tiempo estuve así. Mel me despertó al acomodarse a mi lado y pegarse a mi cuerpo. Me conto que Noel, le había pedido a Renee pasar tiempo juntos, ella obviamente lo había rechazado, comenzó a ponerse insistente en querer ser un buen padre para ella, pero Renee seguía rechazándolo, entonces el le dijo “Hija, si cooperas conmigo mas rápido recuperare a tu mami y seremos una familia de verdad”, eso había sido lo que había hecho estallar a Renee y encerrarse horas en su habitación. Mi hermana imagine que no me había contando porque yo también me había puesto molesta por lo que había dicho. Melissa apretaba su cuerpo contra el mio, supuse que ella pensaba que correría a buscar a Noel para decirle algunas cosas, pero no era así, no iría a buscarlo, y no por que no quisiera hacerlo… si no, por que no tenia idea de donde vivía. Quizás cuando me cruzara con el ya se me habría pasado el enojo.
“Somos una familia de verdad” me susurro Melissa al oído, yo asentí con la cabeza y bese su frente, estuvimos así hasta que nos quedamos dormidas.
–¿Qué tal vas? –me pregunto Cate entrando a mi oficina.
–Bien, la mayoría de estos documentos tienen demasiada información de relleno. –le dije dándole algunas carpetas– Así que estoy leyéndolos rápidamente y mandándote las propuestas que tengo de cada uno.
–Si, acabo de verificar mi correo. –me dijo acercándose a mi.
–¿Entonces para que me preguntaste?
–Por que aunque se que vas rápido, no sabia como le estabas haciendo.
–Ya veo… –al notar que solo unos centímetros nos separaban me levante y camine hacia la salida de mi oficina.
–¿Sucede algo? –me pregunto.
–Iré a comprarme una botella de agua, o algo. –le respondí.
–¡Espera! –no le hice caso.
Y al salir de mi oficina me tope con el idiota de Noel, en su mano tenia una cámara digital. Ya uno de mis compañeros me había comentado que Noel se la paso largos ratos en la oficina de Cate mientras estuve de vacaciones, por lo que verlo ahí con aquella cámara no me sorprendía mucho. Quizás Cate lo había hecho por que sabía que yo le permitía que se me acercara más de lo debido, al menos hasta el incidente por el que tuve aquella pelea con Mel. El idiota frente a mi me sonrió mientras intentaba inútilmente ocultar la cámara, lo mire molesta y luego me gire para ver a Cate, no podía creer que ya pensara que yo podría caer en esa tontería. Me sentí muy ofendida, regrese a mi oficina, tome mi celular y salí de ahí antes de golpear a Noel o Cate.
Estacione mi auto, baje y corrí al interior de aquel edificio, al llegar a recepción pedí que le avisaran a Melissa que estaba ahí, al parecer no tenia mucho trabajo ya que no tardo mucho en llegar a donde estaba, al ver como me encontraba me llevo a su oficina. Le conté lo que había pasado y ella se molesto mucho, tanto que cuando entro uno de sus empleados a preguntarle algo le grito y le dijo que investigara, por la cara del tipo me di cuenta que ella no era así en el trabajo, de hecho tampoco en casa lo era.
Le marco a su secretaria para avisarle que se iría el resto del día, tomo mi mano y salimos de su trabajo. Cuando llegamos al estacionamiento intento subir a su auto, pero así como estaba de alterada le dije que lo mejor era dejarlo (el estacionamiento estaba activo 24 hrs) e irnos en el mio.
Al llegar a casa mi celular comenzó a sonar era Cate, le di el celular a Melissa, creí que seria lo mejor para que no hubiera mal entendidos, ella al leer el nombre en la pantalla contesto y se alejo de mi para hablar con mi jefa. La escuche gritarle a Cate y por unos segundos sentí lastima por ella, nunca imagine lo peligrosa que era mi pareja cuando estaba enojada. Al terminar la discusión arrojo mi celular al pasto del patio trasero y regreso a donde yo estaba, seguía muy molesta. La abrace y ella se dejo, después de todo no estaba molesta conmigo. Noel había ido a verla ese día mas temprano, llego en un mal momento, Melissa estaba hablando con algunos socios inversionistas de la empresa en la que trabaja y Noel había llegado a presentarse como el padre de su hija. Aquellos señores sabían que Mel, era madre soltera por lo que tuvo que hablar de su pasado y eso la había puesto de malas, no le gustaba que nadie supiera de esas cosas privadas. Eso la había puesto de muy mal humor, más la situación de lo del beso con mi ex que aun no olvidaba y luego llegue yo a contarle lo que me había pasado. Dicen que las más tranquilas cuando se enojan son las que dan más miedo, ahora podía decir que eso era un hecho.
Melissa comenzó a llorar, no estaba muy segura de la razón, apreté un poco más contra mí intentando consolarla. Luego de un rato me dijo que estaba preocupada por nuestra relación, que quizá nuestros ex nunca dejarían de molestarnos. Fue entonces que tome una decisión, para ya no preocuparnos al menos de uno de ellos.
–Voy a cambiar de trabajo. –le dije logrando que ella dejara de llorar.
–¿Que? –me pregunto separándose un poco de mi.
–Renunciare y conseguiré otro trabajo.
–Pero… –no la deje hablar.
–No te preocupes, tú tienes más tiempo en tu trabajo que yo en el mio. –acaricie su mejilla. –Y creo que puedo conseguir otro trabajo rápido, por eso, ya no te preocupes por Cate.
–¿Estas segura? Creí que te gustaba mucho tu trabajo.
–Me gusta, pero, también me gusta nuestra relación y te amo. –le dije sinceramente.
–Yo también te amo Darian…
Al día siguiente cuando fui al trabajo, no lo hice de manera formal, sino todo lo contrario, solo fui a contarle mi situación a la encargada de recursos humanos, aunque al principio no me quiso aceptar la renuncia, lo termino haciendo al ver que no había nada que me pudiera ofrecer para hacer que cambiara de opinión.
Pase a mi oficina a recoger algunas cosas mientras preparaban los documentos que debería firmar para que quedara dada de baja, tome lo poco que había llevado para decorar mi oficina y cuando iba de salida me tope con Cate.
–¿Desde cuando viene a trabajar vestida tan informal? –me pregunto.
–¿Trabajar? –cerré la puerta de mi ex oficina.
–Que bueno que te encuentro Cate. –dijo la jefa de recursos humanos mientras se acercaba a nosotras.
–¿Para que? –le pregunto Cate a Susana (la de recursos humanos).
–Para poder darle de baja a Darian. –le respondió Susi.
–¿Que? –me miro sorprendida por varios segundos, esperando a que dijera algo.
–Caty, tu firma. –le hablo Susana.
–¿Podemos hablar Darian? –me pidió Cate.
–No, pueden. –intervino Susi– Y el motivo te lo diré cuando Darian se retire.
Agradecí mucho que Susana estuviera ahí, no tenia intenciones de hablar con Cate, lo que teníamos que decirnos ya lo habíamos hecho. Luego de una pequeña discusión entre ellas, me firmo, regresamos a la oficina de Susana y procedió a darme de baja en la empresa y sin nada más que hacer, agradecí y me despedí de ella. Saliendo de aquella oficina me tope con Cate, se veía triste, me pidió que habláramos, pero le dije que no era posible, al empezar a caminar para retirarme me tomo del brazo, yo me zafé casi de inmediato y seguí caminando.
Al llegar a casa me desplome en el sofá y comencé a recordar cuando comencé a trabajar ahí, lo feliz e infeliz que fui gracias a Cate, pero también lo bueno que había obtenido ahí: Experiencia laboral, fama por mi buen desempeño y una gran amiga.
“¡Rayos Marla!” pensé al darme cuenta de que no le había informado a mi amiga sobre las cosas que habían estado pasando, se enojaría mucho al saber que la había dejado sola trabajando en aquella empresa. Tome mi celular y vi que tenia 1 mensaje de Cate. Lo dude unos segundos antes de verlo, pero no había nada malo en el solo había un “lo siento”. Comenzaba a pensar que quizás si debí hablar con ella, pero no quería problemas con Melissa por lo que solo procedí a contarle a Marla lo que había pasado.
Luego de una larga charla me tumbe en el sofá y cerré los ojos quedándome dormida rápidamente. Entre sueños sentí que alguien me movía y cuando por fin me desperté me tope con Melissa, me conto que Noel la había esperado en el estacionamiento para hablar con ella, pero Mel lo había dejado hablando solo.
–Supongo que también tendremos que hacer algo para que deje de molestar. –le dije soltando un pesado suspiro y levantándome de donde había estado durmiendo.
–Es muy terco, ya le dije que no lo quiero en mi vida y parece que no lo entiende. –me dijo Mel mientras me abrazaba.
–Es que no quiere entenderlo. Pero ya encontrare la manera de que nos deje en paz. –le di un beso en su frente y me separe de ella para ir a preparar la comida.
–¿Necesitas ayuda? –me pregunto mi hermana entrando a la cocina.
–Si quieres hacerlo no me quejare. –le respondí sonriendo.
–¿Qué vamos a preparar? –se acerco al refrigerador y espero a que le respondiera.
–Pensaba en bistecs a la mexicana. –le respondí, ella comenzó a buscar los ingredientes– ¿Cómo esta Renee?
–Aun esta molesta, al menos ya se deja mimar. – me respondió poniendo todo en la barra de la cocina, pude notar un leve sonrojo en sus mejillas.
–¿Cómo que se deja mimar? –respondí un poco irritada ya que no sabia que tan avanzadas estaban en su relación.
–No pienso hablarte de nuestra intimidad. –me respondió.
–Ok, ahora ya me dio curiosidad. ¿Qué tan lejos han llegado? –no pude evitar que mi voz sonara nerviosa.
–¿Te gustaría que yo te preguntara que haces con mi mamá cuando están solas? –pregunto una muy molesta Renee entrando en escena con mi Melissa.
–Ren… –hablo Mel– como si no supieran que… –me acerqué a ella y le tape la boca.
–No. –le dije– Ya te conozco y se que dirás algo para avergonzarme. –ella negó con la cabeza asique la solté.
–Yo nunca diría nada del kamasu… –volví a taparle la boca mientras sentía como el calor se apoderaba de mis mejillas, mi hermana se estaba riendo mientras Renee se tapaba la cara con las manos, pero por lo que pude notar estaba igual de roja que yo.
–¡Deja de imaginártelo! –le dije a Renee.
–¡Yo no me estoy imaginando nada!