Capitulo 07:
El acosador.
Mis últimos días en la escuela han sido horribles, nunca se habían metido tanto conmigo como ahora y de no ser por Renee estaría completamente sola. Pero eso tampoco me agrada mucho y no puedo alejarme mucho de ella, o bueno no puedo irme a casa sin ella. Los últimos días nos han estado siguiendo a casa, Renee se la vive en su mundo y por ese motivo no se da cuenta. Mi hermana esta muy preocupada por la situación, al principio era a ella a quien seguían, pero después de un movimiento que hizo la semana anterior (volver a casa con Marla) la persona que la seguía se ha enfocado en nosotras y he tenido que desviar mi camino a casa con Renee con otros pretextos que me han obligado a pasar mas tiempo con ella, y como consecuencia de eso, sentirme mas y mas de esta manera que no quiero aceptar, por que amo a mi hermana y quiero que sea feliz.
–V-vamos… –Renee me volteo a ver– a la librería, la maestra de metodología quiere que leamos cien años de soledad.
–Lo había olvidado. –me contesto pensativa– pero creo que lo vi en tu librero, el que era de tu papá.
–Ya esta viejo, le faltan algunas paginas.
–Pero los libros que tienes de tu papa están bien conservados.
–Renee… –me quede callada, para mi los libros de mi papá son un recuerdo muy valioso por eso los cuido mas que cualquier otra cosa. Ella tenia razón el libro estaba en perfecto estado– Pero tu no lo tienes.
–¿No me lo prestas?
–No lo podemos leer al mismo tiempo y la maestra quiere que el viernes le entreguemos un ensayo de el. –eso era verdad y faltaban 4 días para el viernes.
–Helen, te lo debes de saber de memoria ya.
–Quiero volver a hacerlo.
Al parecer no iba a aceptar tan fácilmente, la veía algo cansada. Durante el día intentaron meterse conmigo otra vez y ella me defendió. Ha estado cuidándome mucho desde lo que paso en la azotea de la escuela, últimamente llegaba a casa directo a dormir y cuando se despertaba comía-cenaba. Esta situación había preocupada mucho a Mel, hasta que mi hermana le dijo los motivos por los que Renee llegaba a casa tan cansada y ella lo sabia por que su cuñadita le había contado la situación que yo tenia y es que Darian y Renee no se llevaban bien, pero en cuanto a mi bienestar tenían muy buena comunicación. Ellas creían que yo no lo sabia, pero me había percatado bien de esa situación casi desde el principio, solo pretendía no saberlo.
–¡Esta bien! –dije algo molesta– Yo…–comencé a sentir como el calor subía a mis mejillas y me ponía nerviosa– quiero pasar tiempo contigo.
–Oh… –soltó un risita nerviosa, sus mejillas se pusieron del color de su cabello y sus ojos brillaron de una manera que provocaron que mi corazón latiera a una velocidad que no creía posible– ¿Y si mejor vamos al cine? –me pregunto sonriendo.
–Bueno… –no podía, no debía, pero aun así, realmente quería– Esta bien.
Caminamos juntas hasta un lugar más transitado para tomar un taxi, en el camino consulte la cartelera por mi celular buscando algo que no fuera drama o romance o comedia romántica. Al final escogí una de fantasía, una adaptación de un libro de los que tenía en casa del autor John Ronald Reuel Tolkien. Durante la película intente prestarle atención a la pantalla, pero no podía evitar lanzarle una que otra miradita y en dos ocasiones nuestras miradas chocaron. Al salir del cine Renee le marco a su mamá avisándole que ya iríamos a casa, pero entonces vi el auto gris de nuestro acosador por le que le dije a Renee que le dijera a su mamá que antes cenaríamos. Felizmente me hizo caso y le dijo eso a su mamá.
Fuimos a cenar pizza e intente hacer todo el tiempo que pude y aunque lo pase bien estaba preocupada por el hecho de que nos estuvieran esperando afuera. Al salir de la pizzería eran ya las seis y media de la tarde, la casa estaba a 15 minutos a pie asique decidimos caminar además pensaba que evadir a una persona era mas fácil a pie. Llegamos a casa sin ningún contratiempo, aun asi le conté a mi hermana lo sucedido.
Las cosas al día siguiente en la escuela marcharon igual, mis infantiles compañeras siguieron con lo mismo de siempre. Molestarme y Renee defendiéndome, la situación se estaba volviendo bastante fea y Ed seguía de espectador con una expresión que no lograba definir. Pero lo que mas me hacia sentir mal eran mis crecientes sentimientos por Renee, mucho mas que mis problemas en la escuela, esos los podía ignorar hasta que empezaran con la agresión física. En una ocasión luego de ahuyentar a mis agresores se me escapo una pregunta de la cual ya sabía la respuesta “¿Por qué lo haces?” ella puso un semblante triste y me respondió:
–Por que me gustas.
Aunque sabía la respuesta no pude evitar poner mi cara de sorpresa, ya que no creí que pudiera decírmelo alguna vez, pero por todas las cosas que habían estado pasando entre nosotras gracias a mis agresores y nuestro acosador logro juntar el valor para confesarme aquello que nunca creí que pudiera decirme. Afortunadamente el timbre sonó en ese momento para que volviéramos a clases. Las últimas horas en la escuela fueron completamente tortuosas, y lo peor seria el viaje de vuelta a casa. Bueno en realidad eso era lo que yo había creído ya que Renee se mantuvo en silencio hasta que llegamos a casa, estaba tan preocupada por la posible conversación sobre su confesión que no tome la precaución de verificar que no nos estuvieran siguiendo a casa.
–Lo siento Darian. –le dije a mi hermana cuando le confesé mi falta de cuidado.
–No te preocupes ¿ya que le vamos a hacer? –me dijo mientras entrabamos a la sala con Mel y Renee.
–¿Hacer que? –pregunto Melissa.
–Nada importante. –abrazo a Mel por la espalda.
–¿En serio? –insistió un poco mas.
–En serio. –Darian le dio un beso en la mejilla.
Yo solo las observaba dándome cuenta que empezaba a sentirme incomoda con ese tipo de escenas. Mas teniendo a Renee tan cerca. Intentando centrarme en otra cosa les contamos sobre nuestra ida al cine del dia anterior y les hablamos un poco de la película que vimos.
–¡Yo también la quiero ver! –le dijo Melissa a Darian haciendo un puchero que me hizo sonrojar al imaginarme a Renee haciéndolo.
–¿Quieres que vayamos? –miro el reloj– Alcanzamos la ultima función.
–¿En serio? – le pregunto Mel a mi hermana con una enorme sonrisa en su rostro.
–Claro, mi hermana y tu hija cuidaran la casa mientras. –afirmo mi hermana seria.
–¿Qué no trabajan mañana? –les pregunte.
–Si. –contesto Darian– pero la función terminara como a las 12, no es muy tarde y de todas maneras –miro a Mel– planeaba desvelarme. .
Melissa se empezó a reír y yo hice lo posible por no imaginar como se pensaban desvelar y también por evitar voltear a ver la expresión de Renee. Después de eso salieron de la casa rumbo al cine según ellas. Y me quede sola, bueno casi.
–¿Crees que regresen directo a casa? –pregunto me pregunto Renee.
–No tengo idea. –respondí con sinceridad.
–Helen. –me llamo– sobre lo que dije en la escuela… –hizo una pausa y pude notar que estaba nerviosa– yo…
El timbre de la puerta sonó haciendo que las dos saltáramos. Antes de acercarnos a la puerta nos miramos mutuamente como esperando a que la otra dijera algo, pero ninguna de las dos dijo nada. Me acerque a la puerta y observe por la mirilla de quien se trataba. Vi a un sujeto de cabello oscuro y ojos de un color café claro algo familiares, aparentaba unos 35 años, su vestimenta era casual. No lo reconocía para nada y mi hermana no llevaba a nadie a la casa(solo a Marla), mucho menos Melissa. Renee se acerco y miro también de quien se trataba, por su expresión me di cuenta que ella tampoco lo reconocía, volteo a verme y negó con la cabeza rectificando lo que ya me imaginaba. Nos alejamos de la puerta y el timbre volvió a sonar. Subimos a la segunda planta de la casa y por el cuarto que compartían Darian y Melissa estuvimos esperando a que el sujeto se fuera. Estuvo aproximadamente una hora afuera de la casa esperando a que alguien saliera o llegara y por ratos volvía a tocar el timbre. Cuando se fue algo llamo mi atención, subió a un auto gris (el mismo que nos había estado siguiendo) y se fue. Fue entonces que me di cuenta que había cometido un grave error ese día cuando volvíamos a casa y en consecuencia de eso el sujeto había encontrado el lugar donde vivíamos.
–¿Quién era ese sujeto? –me pregunto Renee.
–La verdad es que no tengo idea.
–Me preocupa un poco, mi mamá y tu hermana no le dicen a cualquiera su dirección, solo en sus trabajos lo saben y el no era compañero de trabajo de mi mamá.
–La dirección de mi hermana solo la saben tres personas en su trabajo, Marla, la de recursos humanos y su jefa. Pero ninguna de ellas se la daría a nadie más.
–Quizás solo se equivoco de casa.
–No lo creo.
–¿Por qué estas tan segura de eso?
–Hay algo que debí haberte dicho desde hace días. –tenia que confesárselo– Tiene varios días que ese auto gris nos ha estado siguiendo, no solo a nosotras también a Darian, pero de alguna manera habíamos estado logrando perderlo antes de llegar a casa.
–¿Qué? –se quedo sorprendida– ¿Por qué no me habías dicho?
–Por que no quería que estuvieras preocupada.
–Yo quiero protegerte y no puedo hacerlo si no se de que. –puso sus manos en mis hombros– Por favor no vuelvas a ocultarme algo así.
–Rene…
Me acerque a ella y la abrace, ella me correspondió el gesto. Estuvimos así por un largo rato hasta que le pedí que durmiéramos juntas (seguía nerviosa por lo que había pasado con el acosador) ella acepto felizmente. Dormimos en mi cuarto abrazadas, no intento nada raro conmigo, ni tampoco hizo algún comentario incomodo, solo se limito a abrazarme y mantenerse a mi lado toda la noche.
A la mañana siguiente cuando me desperté Renee seguía aferrada a mí. Al verla profundamente dormida y con una hermosa expresión de paz mi corazón se acelero. Con mucho cuidado para no despertarla me libre de su agarre y salí del cuarto rumbo a la cocina donde estaban Melissa (haciendo el desayuno) y Darian (con una cara de pocos amigos).
–Buenos días. –las salude.
–Buenos días Helen. –me respondió Mel sonriendo.
Mi hermana no me contesto solo se me quedo viendo molesta, esperando a que yo le dijera algo. Al principio no captaba que era lo que mi hermana tenia. Pero por la risita que soltó Melissa cuando vio a mi hermana imagine que era lo que pasaba. Sonreí maliciosamente y decidí romper el silencio que se había formado en la cocina.
–Anoche hizo mucho frio. –me reí– Afortunadamente no necesite levantarme por un cobertor.
Melissa se empezó a reír y mi hermana tenia una expresión de terror aun mejor que la que ponía cuando los abuelos de Renee iban a la casa. Se levanto de golpe de su lugar y camino hacia mi, puso la palma de su mano sobre mi cabeza y me pregunto:
–¿Hay algo que tengas que decirme?
Al principio su pregunta me causo gracia, pero entonces recordé que si había algo que tenia que decirle, sobre el sujeto que había estado esperando en la puerta a que alguien saliera a abrirle, mire a Mel quien ya había terminado de hacer el desayuno y se acercaba a nosotras sonriendo.
–Yo…
–Buenos días. –saludo Renee entrando a la cocina.
–Buenos días amor. –le respondió Mel, mi hermana solo la miro molesta.
–¿De que hablaban? –pregunto Renee.
Antes de que alguien pudiera decir algo sonó el timbre de la casa. Melissa le pidió a Renee que abriera la puerta mientras servía la comida. Ella obedientemente fue a abrir la puerta, pero entonces recordé lo que estaba por decirle a mi hermana.
–¡Renee mira antes de abrir!
–¿Qué? –alcance a escuchar que decía Renee al mismo tiempo que escuche la puerta abrirse.
–Buenos días… –se escucho una voz masculina– ¿Esta tu mamá?
Melissa y Darian rápidamente salieron de la cocina y yo fui atrás de ellas, topándome con el mismo sujeto del día anterior, estaba frente a Renee con una sonrisa que no pude descifrar. Mi hermana puso una cara de “¿Quién rayos es?” pero la expresión de Mel me había preocupado y mucho…