Capitulo 08:
El pasado que vuelve.
–Noel… –solté casi en susurro.
–¡Que gusto me da verte Meli! –dijo dando un paso al frente.
Yo retrocedí y sentí como mi cuerpo comenzaba a temblar y sentí una gota de sudor frio bajar por mi columna vertebral. Tenía miedo. ¿Por qué estaba el aquí? ¿Cómo sabia donde encontrarme? Y ¿Por qué me busco? Eran las preguntas que pasaban por mi cabeza mientras el se acercaba mas a mi.
–Disculpa por lo que te voy a decir. –Darian se puso frente a mí– Pero no te he dado permiso para entrar en mi casa.
El le dedico una mirada seria a Darian y ella lo miraba molesta y se cruzo de brazos esperando a que el dijera algo o volviera a salir de la casa. Me recargué en su espalda intentando controlar el temblor de mi cuerpo sin ningún éxito.
–Si, tienes razón disculpa. –retrocedió– Pero me emocione por volver a ver a Meli. –no podía ver que era lo que estaba haciendo tenia miedo, quería que se fuera rápido.
–¿Meli? –pregunto Darian con uno tono evidente de celos.
–¿Cómo te llamas? –pregunto el. Creí que se lo había preguntado a Darian pero entonces escuche la voz de mi hija contestarle.
–¿Por qué quiere saber? –su tono de voz era molesto.
–Por que es mi deber de… –lo interrumpí.
–¡No! –deje mi escondite detrás de mi pareja– ¡No lo eres! ¡Nunca lo has sido! ¡Y nunca lo serás!
–Mel… –escuche la voz sorprendida de Darian.
–¿Mamá? –Renee se veía preocupada.
–Disculpe, ¿podría retirarse? –se acerco Helen a el– para empezar es muy temprano para que este de visita, además, nos debe una explicación. ¿Por qué nos ha estado siguiendo?
¿Siguiendo? ¿Desde cuando Noel ha estado atrás de nosotras? Y ¿Por qué yo no lo sabia?
Por la cara de Darian y Renee me di cuenta que yo era la única que no lo sabia y me sentía mal por eso, éramos una familia no debía haber secretos entre nosotras y eso también me incluía. En cuanto Noel se fuera tendría que decirles quien era el.
–Creo que volveré mas tarde –dijo alejándose un poco del umbral de la puerta– Supongo que lo que dices es verdad, es muy temprano para hacer visitas, se ven irritadas todas. Pero tengan por seguro que volveré mas tarde, quiero hablar contigo. –señalo a mi hija– y con Meli.
Sin decir ni una palabra mas se subió a su auto, arranco y se fue. Renee se quedo mirando en la dirección en la que se había ido el auto de Noel, Helen la veía preocupada y Darian se veía molesta, tenia su mirada fija en el suelo.
–Darian. –la llame.
–¿Quién es el y por que te vino a buscar a casa? –su tono de voz era de molestia.
–No se como sabe que aquí estoy. –le dije con sinceridad.
–¿No viste el auto en el que se fue? –le pregunto Helen– Es el auto que nos había estado siguiendo. Era lo que quería decirte hace un momento, anoche también vino y estuvo afuera de la casa un largo rato, toco el timbre, pero Renee y yo no quisimos abrirle.
–Eso estuvo bien. –les dijo Darian– Así que por eso nos seguía… –me miro preocupada– Necesito que me digas…
–Noel… –le dije esperando no tener que dar mas detalles, quería creer que aun recordaba cuando le había hablado de el año anterior.
–¿Noel? –pregunto, pero no era a mi a quien le preguntaba, si no a ella misma intentando recordar donde había escuchado antes ese nombre. Parecido darse cuenta porque se giro rápidamente a ver a mi hija. Pero no dijo ni una palabra, supongo que recordaba el hecho de que Renee no tenia idea de quien era el.
–Hija, necesito hablar contigo a solas.
Ella me miro unos segundos y después asintió con la cabeza, nos dirigimos a su habitación donde hice lo que debí haber hecho hace tiempo, contarle a detalle por que Noel no era parte de nuestras vidas.
Cuando termine de narrarle lo sucedido me pido que la dejara sola, aunque no quería hacerlo lo entendí y salí de la habitación. Darían me estaba esperando, extendió sus brazos esperando a que fuera a ella, no la hice esperar mucho la abrace. Ella comenzó a acariciar mi espalda mientras yo me aferraba más a su cuerpo.
–Llame a mi trabajo. –se separo un poco de mi– dije que me sentía mal y que no iría hoy.
–¿Por qué?
–Por la misma razón que marque a tu trabajo y les dije lo mismo.
–¿Ah?
–No creo que realmente tengas ganas de ir a trabajar, ¿o si? –apretó mi cuerpo contra el suyo– La verdad soy yo quien no quiere separarse de ti hoy.
Suspire pesadamente y acepte quedarme en casa ese día. Además existía la posibilidad de que Noel me siguiera al trabajo, algo dentro de mi me decía que era capaz de hacer eso y mas. Estuvimos toda la mañana en la sala viendo películas acurrucadas en el sofá. Realmente faltar ese día al trabajo no afectaba mucho, el sábado solo trabajábamos medio jornada. Renee no bajo para nada de su habitación y Helen estuvo todo el rato en la sala con nosotras, pero ella había estado muy entretenida con un libro.
–¿Debería ir a ver a Renee?
–Tu la conoces mejor que yo, ¿crees que ya se le paso?
–En realidad no estoy segura. –mire hacia las escaleras– Bueno, empezare a hacer la comida.
–No te preocupes. –saco su celular– pediré algo.
Me levante del sofá, subí las escaleras y me detuve frente a la puerta del cuarto de mi hija. Toque la puerta y espere que me respondiera. Pero nada, ni un solo ruido en respuesta. Volví a tocar sin obtener respuesta aun. Entre a la habitación encontrándome con Renee profundamente dormida, me acerque a ella y acaricie su cabeza. Me sentía algo mal por que tuviera que pasar por estas cosas, nunca creí que conocería a Noel, en realidad nunca creí que el nos buscara. Mientras pensaba en eso escuche que el timbre la casa sonaba. Entonces recordé las palabras de Noel, el había dicho que volvería.
Baje rápidamente las escaleras encontrándome con Darian aun mirando la tele y Helen con su mirada fija en el libro. Ambas me voltearon a ver y me dijeron que era Noel, ya se había asomado para verificarlo. Me acerque a Darian y ella me dijo:
–Si quieres hablar con el puedes hacerlo.
–Yo… no estoy muy segura de eso. –suspire pesadamente– de hecho tengo miedo de hacerlo. Pero siento que si no lo hago insistirá hasta conseguirlo.
–Eso es probable… –el timbre volvió a sonar.
–Por favor Helen. –ella aparto su vista del libro y me miro–. ¿Podrías ir a despertar a Renee?
–Claro. –fue lo único que me dijo antes de comenzar a subir las escaleras.
Camine hacia la puerta, puse mi mano en la perilla, pero, comencé a temblar por lo que la solté y retrocedí un paso. Darian se acerco a mi, puso sus manos en mis cachetes y me acerco a ella dándome un beso, tierno, dulce, delicado, el cual correspondí. Había logrado tranquilizarme un poco, le agradecí y esta vez si logre abrir la puerta.
–Hola Meli –Noel me sonrió– ¿Ahora si podemos hablar?
–Esta bien… –me hice a un lado– pasa.
El acepto felizmente y pasamos los tres a la sala. Darian y yo tomamos los lugares que teníamos anteriormente mientras disfrutábamos de las películas, mientras que Noel se sentó en el sillón que estaba junto al nuestro. Miro unos segundos a mi pareja como esperando a que ella nos dejara solos, cosa que obviamente ella no haría.
–Creí que hablaríamos a solas.
–Eso de ninguna manera. –respondí cortante.
–Bueno, esta bien, supongo que de todas maneras se lo contarías después a tu amiga.
Mire de reojo a Darian, ella había arqueado su ceja y apretado los puños, pero no dijo nada, supuse que solo tenia la intención de escuchar sin meterse en nuestra conversación. Volví a observar a Noel quien parecía estar ordenando bien sus ideas.
–Bueno… yo… tenía un largo discurso para cuando te encontrara y ya lo olvide. –comenzó a reírse.
–Noel… ¿Qué es lo que quieres?
–Meli, yo se que cometí un error, me tomo algo de tiempo pero me di cuenta de eso. En lugar de huir como mis padres me dijeron debí afrontar las consecuencias y hacerme cargo de mi hija.
¿Hacerse cargo de Renee? No lo creo. Si el se hubiera quedado mis padres lo habrían refundido en la cárcel por violación. Pero supongo que eso seria lo mejor, en este momento no estaría aterrada frente a el deseando que terminara de decir lo que quería para decirle que se largara.
–Sabes, a veces cuando veía niños de la edad que debería tener nuestra hija. –el que dijera eso me molesto un poco y creo que el se dio cuenta por que rio un poco antes de continuar– cuando veía niños de su edad me ponía a pensar como seria y como estaría. También me ponía así en las reuniones y fiestas de trabajo cuando todos llegaban con sus familias. Entonces me di cuenta de lo que tenía que hacer.
–¿Ah si? –soltó Darian, yo la voltee a ver, pude notar que estaba molesta.
–Si, yo las busque. –miro molesto a Darian–. Regrese al lugar donde vivían antes, pero ya no estaban ahí. Aun así tus amables ex vecinos me dijeron que habías tenido una linda niña. –odie a la gente que me vio crecer por un momento, darle esa información a Noel no había sido lo mejor– Así que comencé a indagar donde podrían estar. Tarde 5 años en dar con ustedes.
–¿Como nos encontraste? –pregunte intentando mantener la calma.
–En realidad hace 3 años comenzaba a pensar que ya no estaban en esta ciudad, pero entonces en un cruce de semáforos paso tu auto frente a mi, ibas con nuestra hija. Por desgracia el cambio de luces tardo y no pude seguirlas. En ese entonces yo solo venia ocasionalmente a la ciudad para buscar información sobre ti, pero haberlas visto cambio eso. Volví a vivir a esta ciudad, regrese a mi antigua casa y conseguí trabajo.
Por alguna razón estaba comenzando a tener miedo otra vez. Me hice mi máximo esfuerzo por no demostrarle como me sentía. Mire de reojo a Darian una vez mas, ella seguía a mi lado con un semblante serio y sus brazos cruzados escuchando lo que Noel decía.
–Aun así las cosas no fueron fáciles. Si hubiera sabido que carrera estudiaste hubiera sido mas sencilla mi búsqueda. Más rápido encontré a ella. –dijo señalando a Darian.
–No tienes mucho tiempo siguiéndome. –respondió cortante Darian.
–Eso dices… –respondió el.
–¿Cómo sabias que te llevaría a Mel?
–Hace 1 año, choque, bueno en realidad me choco un vehículo que no respeto un semáforo. Mientras esperábamos a los de transito pasaste caminando deprisa. Recuerdo que llamaste mi atención por que te tropezabas cada cuatro pasos.
–¡Intenta correr con tacones! –soltó Darian molesta. Ella usaba en el trabajo y podía caminar con ellos, pero correr era otra historia.
–El caso es –se rio un poco, supuse que imaginando a Darian– Cuando regresaste venias platicando con Meli. Y por la manera en la que platicaban pude notar que se conocían bien. Pensé en ir detrás de ustedes pero ello la patrulla de transito y no pude hacerlo.
No recordaba ese incidente, en esta ciudad se da mucho eso de los choques automovilísticos, así que mino dos veces al mes me toca presenciar uno. Haciendo memoria hace un año yo ya vivía con Darian, pero no había manera de que el supiera eso.
–Hace unos meses estaba con mi jefe en una cafetería almorzando, hablábamos sobre la posibilidad de un ascenso. Recuerdo que teníamos una ventana justo al frente y deje de escuchar las palabras de mi jefe cuando vi a una mini-Meli pasar junto con una niña parecida a ti –dijo mirando a Darian– ambas llevaban el uniforme de una escuela que había visto en algunas ocasiones.
–Ahí fue cuando decidiste acorzarnos? –pregunto Darian.
–Intente seguirlas, pero la amiguita de mi hija –hablaba de Helen– dio cuenta rápido de lo que estaba pasando y las perdía de vista enseguida.
–Esa es mi hermanita–susurro Darian con orgullo. Yo me reí un poco, al parecer Noel no la había escuchado por que continúo con su relato.
–Seguí intentando pero fue imposible seguirlas. –suspiro– Aun así no me iba a rendir. Un día, mi jefe me llevo a una empresa con la que íbamos a empezar un nuevo proyecto. Mientras mi jefe discutía los términos y condiciones yo fue a explorar la oficina. Me puse a platicar alegremente con la secretaria cuando llego casi corriendo alguien que ya conocía por “esa manera” de trotar con los tacones, tropezándose al cuarto paso. Entro a la que su puse era su oficina y no salió de ahí en todo el rato que estuve. Como se llevaba con Meli supuse que tarde o temprano me llevaría a ella. Por eso antes de irme le pregunte a la secretaria que horario manejaban y amablemente me lo proporciono.
–Y así comenzaste a seguirme.
–Pues si. Y cuando por fin di con esta casa y me percate de que aquí no solo vivías tu, si no también Meli y mi hija sentí un gran alivio.
–¿Alivio? –pregunte–¿por que?
–Por que esta ese momento yo no sabia si ya te habías casado otra vez, o vivías con algún novio. Pero en vista de que vives con tu amiga puedo recuperarlas–supuse que se refería a Renee y a mi.
–¿Piensas que te perdonare por lo que me hiciste? –le pregunte ignorando el hecho de que había llamado a mi pareja mi “amiga”
–No, solo olvídalo. –me pidió tomo mi mano y eso hizo que mi cuerpo se tensara– y hagamos como que nunca paso.
–¡Un segundo! –Darian se paro de se lugar–¿Pretendes que Mel, Renee y tu formen una familia?
–Esto es entre Meli y yo. –dijo Noel molesto, soltó mi mano.
–No has contestado. –Darian estaba molesta.
–Eso no te incumbe. –se paro del sillón– Además ¿Qué tiene de malo? Renee… ¿así dijiste que se llama? –sonrió– es mi hija después de todo, y Meli es su mama, así que es normal que seamos una familia.
– Estas equivocado, tú las abandonaste y quieres que Mel lo olvide así nada más… estas mal.
–Deja de meterte, la decisión es de Meli.
–Darian, siéntate. –le pedí ella solo me volteo a ver confundida– tu también Noel.
Ambos se dedicaron una mirada cargada de odio antes de tomar sus respectivos asientos, sin dejar de verse esperaron a que yo dijera algo. Mire hacia las escaleras, Helen y Renee aun no bajaban. Volví a mirar a mi ex y a mi actual pareja y entonces hable:
–Noel, no quiero tener una familia contigo. –el se quedo mirándome sorprendido, y no entendía por que si era la respuesta mas obvia.
–¿Y por que no? –pregunto molesto– ¿Acaso planeas quedarte sola con Renee? Algún día ella se ira para hacer su vida y te quedaras sola.
–Ese es mi problema. –respondí fríamente– ¿Además por que das por hecho que no estoy con nadie?
–Por que vives aquí, con ella –señalo a Darian– ¿o tienes novio?
–¡Basta! –volvió a saltar de su lugar mi pareja– ¡Estoy cansada de ti! –no se movió de mi lado, solo permaneció de pie– ¡Mel no volverá contigo! Y el pensar lo contrario es una suposición estúpida!
–Y yo ya te dije que no te metas. Solo eres su amiga.
Darian me volteo a ver molesta, pero no solo eso, sino también pidiendo mi autorización para decirle que yo era suya y ella era mía. Gire mi cabeza una vez más a las escaleras y nada, pero entonces me percate que desde la parte de arriba había dos sombras que quien sabe cuanto tiempo llevaban escuchando nuestra conversación.
–¡Escucha bien! –Darian no había esperado que le respondiera– Mel es mía, así que olvídate de esa idea de “recuperarla”.
–¿Qué? ¿Cómo que es tuya?
–Es mi pareja. –dije captando su atención– novia, amante, como quieras llamarle.
–¿Qué? –fue lo único que salió de su boca.
–Lo que escuchaste. –respondió Darian.
–¿Tan traumático que lo que te hice? –me pregunto Noel incrédulo.
–Esto no tiene que ver con lo que me hiciste. –respondí sinceramente– Aun si no hubiera pasado, yo hubiera escogido estar con Darian.
Pasaron varios segundos sin que nadie dijera nada. La expresión de Noel paso de una se sorpresa a una de enojo poco a poco. Eso me aterro, comencé a temblar y Darian tomo mi mano logrando tranquilizarme un poco. Sin decir ni una palabra Noel se levanto del sillón en el que había estado todo el rato y salió de la casa.