Aun en el pequeña construcción los guardianes se encontraban muy felices por la vuelta de su compañero
- Selene mi querida hermanita – dijo el chico
- Oh! Vladimir te eh echado de menos, nuestra diosa estará feliz – dijo con una sonrisa en cara Selene
- No lo dudo, pero están pasando tiempos de guerra – su tono se volvió más serie
- Digno de ti – dijo Aioho – quisiera seguir con ustedes pero tengo asuntos que resolver – y se fue del lugar
- Los dejo solos para que puedan hablar – dijo Kikina haciendo una reverencia japonesa a Vladimir y se fue del lugar para dar alcance a Aioho – Al fin confrontas tu pasado
- El tiempo sigue y yo no puedo detenerlo… - respondió Aioho – debo seguir mi camino
- Cual? – pregunto Kikena cruzada de brazos
- Eso deberías preguntártelo a ti misma – reprocho Aioho
- Creo que si… - susurro Kikena
- Si eso es todo me voy – Aioho empezó a caminar de nuevo
Mientras que en el interior del castillo delante de una puerta de roble grueso color café oscuro con toques de diversos colores debido al tiempo, Nasty sostenía una caja de madera con remaches de acero, atrás de ella se encontraba Karydiá inclinado en respeto a Nasty.
- Solo revisaremos su estado – dijo Nasty – Karydiá, gracias
Karydiá asintió con la cabeza, se para y abre la gran puerta se para a un lado para permitir el acceso de Nasty y luego entra el, en la habitación de piedra se hallan seis tumbas de estilo italiano todas ellas atadas con cadenas delgadas y un candados algo oxidados pero aun cumplían su función, Nasty esta triste y melancolica con un aura oscura pero controlada a Karydiá parecía no importarle como si fuera algo normal.
- Lo sientes? – pregunto Nasty
- Si – era la primera palabra que había dicho desde que estuvo en la tierra – que es?
- Los sellos se han fusionado completamente con sus cosmos, pero su mente sigue con sentimientos por el enemigo – miro preocupada a Karydiá
- Entiendo – respondió
Nasty se fue a una esquina de la habitación mientras que Karydiá elevaba su cosmos y casi en susurro para que Nasty no oyera, dijo una clase de hechizo un circulo en un idioma que no era conocido por los humanos, apareció en el suelo y se extendió por 5 minutos estuvo sosteniendo el Hechizo hasta que este se completara en todos, algo débil se arrodillo por el cansancio Nasty sele acerco y le ofreció una sonrisa.
- Perdóname Karydiá – susurro Nasty, Karydiá le devolvió la sonrisa pero era falsa esa poder que tenia esta era la segunda vez que lo utilizaba – perdóname por no cumplir mi promesa
Nasty comienza a salir y se pierde en el pasillo, mientras que Karydiá cerrando la puerta dijo: “la primera vez yo fui la víctima” después de eso decidió ir un rato al extenso jardín para relajarse un poco mientras que era vigilado por Kikena desde una ventana del castillo donde se supone que ella protegía…
Mientras tanto en el infierno hades y Shun estaban comiendo una lujosa comida en un lujosa habitación al interior de Giudecca mientras que Andrómeda estaba en la puerta como una sirvienta lista para acatar las órdenes del Dios y el amante de este, el peli verde noto que algo perturbaba a Hades y decidió indagar un poco.
- Hades- sama le sucede algo? – pregunto Shun
- Shun amor, tengo que ocuparme de algo – dijo mirándolo a los ojos como diciendo entre líneas que era algo que no debía enterarse
- Ya veo – dijo el peli verde el era muy comprensivo con Hades
Acto seguido como ya habían terminado Hades se paro y de dirigió a la puerta donde estaba Andrómeda, esta se quedo parada mientras que los esqueletos de afuera le abrieron las puerta s, antes de salir se dirigió a la princesa Guerrera
- No dejes que salga del castillo hasta que yo vuelva ¿entendiste? – le dijo en tono muy autoritario
- Claro que si Hades-sama
Hades se fue y las puertas se cerraron tras de él, aunque el peli verde lo ignorara antes de su llegada se puso un campo de fuerza alrededor no solo de Giudecca sino que su rango alcanzaba las otras tres esferas del inframundo, la razón era simple Hades sabia que los santos iban a bajar y si Shun sentía sus cosmos iría con ellos y se lo llevarían, peor lo iban a encerar, no lo permitiría así que solo puso la barrera para que no sintiera cosmos alguno fuera de este. Mientras que donde el oji verde via como las mojas negras retiraban todo y limpiaban el lugar, Andrómeda se le acerco y lo jalo del brazo
- Shun se dijeron que pronto vendrá pandora – le dijo la chica con una sonrisa
- Enserio, que felicidad – respondió
- Vamos a tu cuarto que no lo conoces aun
- Oh, en cierto – dijo el peli verde con una sonrisa
Entonces caminando alado de Andrómeda, Shun fue caminando por muchos pasillos incluso conoció a algunos espectros que de casualidad estaban hay por el camino, el lugar era grande pero calculando bien desde el trono del Salón principal a su habitación eran unos… 4 pasillos que caminar así que podría salir se le antojaba, Andrómeda abrió la puerta descubriendo una habitación pintada de blanco con las cortinas negras y un marco de madera fina, había una mesita una silla en color natural de café barnizado, además de un pequeño sillón blanco, en piso era plateado metálico, también un ropero color negro, su cama era como las nubes con las almohadas negras y las sabanas en varios tono de rojo a su lado una maseta de noche, un librero blanco con varios libros como también cuadernos de dibujo y escritura el lugar estaba perfumada por las flores que estaban en varios jarrones pero lo mas notable es que junto al ropero habían varios peluches gigantes de más de un metro de alto de varios colores pero tenían toques macabros desde simples parches hasta otros que parecía que hubiesen sido asesinados por manchas de sangra falsa y cosas como hachas y cuchillos clavados en ellos.
- Mientras estén en el infierno te quedaras aquí espero que te sientas a gusto – le dijo Andrómeda
- Es una bella habitación – le respondió
- Gracias me costó mucho – dijo pandora desde el umbral de la puerta
- Pandora onne-san – Shun fue para abrazarla y esta le correspondió
- Al fin llegas Pandora-san – dijo Andrómeda – te encontraste con Hades?
- Si mientras entraba al castillo – le respondió la peli morada
- A donde fue Hades? – Pregunto Shun, las chicas intercambiaron miradas unos segundos
- Una vez al mes, viene un talentoso músico, ese día es mañana y Hades quiere darte algo especial – le respondió la peli morada
- Hablando de trabajo nosotras tenemos que ir a alistar a nuestro ejército - exclamo la castaña
- Shun quédate en el castillo por hoy vale luego podrás estar paseando por todo el infierno a gusto
- Está bien – dijo el peli verde con una sonrisa mientras empezaba a buscar un buen libro
Las chicas salieron de la habitación yendo al salón principal donde se encontraban los tres jueces esperándolas, Andrómeda decidió estar en un rincón pues aun no llevaba un buena relación con estoy desde los tiempos mitológicos, pandora lo entendió y se puso delante de los jueces estos al vela se arrodillaron y esperaron para escuchar lo que la peli morada tenía que decir.
- Escuchen por ordenes directas de nuestro señor Hades, Shun por unos días no podrá salir más allá de las cuatro esferas, ustedes como residentes de estas deberán estar alertas – ordeno pendora
- Señorita pandora que haremos con los santos que se han infiltrado en el infierno – dijo Radamantis
- Y aparte el castillo en el mundo humano ha sido tomada por Athena – dijo Aiacos
- Tranquilícense por el castillo ya no lo necesitaremos mas y de los santos, si acaso pasan a Aqueronte tendrán que pasar por todo el infierno – exclamo pandora en tono mas suave
- Dejare a Lune a cargo de el palacio del juicio, pero creo que podrá derrotarlos – dijo Minos pensando que su subordinado los detendría
- Eso espero, mientras cumplan sus funciones unos días más – su tono volvió a ser severo – vayan y no nos fallen
- Si – dijeron al unisonó para poder retirarse
Ya cuando se fueron y la puerta estaba cerrada Andrómeda se acerco a Pandora le dirigió un mirada de preocupación antes de decir algo inevitable
- Sabes quienes son los santos que están aquí? – pregunto
- A qué viene eso – le respondió pandora cruzando los brazos
- Son Pegaso y Fénix – esbozo una sonrisa sarcástica
- Como estas tan segura – pandora quedo perpleja
- Los que tomaron el castillo según cero fueron Dragón y Cisne, entonces por los rumores de la derrota de Poseidón- sama fue que eran 5 en total – si sonrisa se torno un tanto superior – si Shun está con nosotras y dos están en el castillo es obvio que los que quedan son Pegaso y Fénix
- Por eso Hades-sama…
- Orfeo de lira se encargara de ellos y traerá buenas noticias mañana cuando nos venga a tocar su bella melodía
- Inteligente, muy pronto también Athena morirá – ahora también Pandora sonrió
Mientras las chicas seguían planeando la derrota de Athena, cerca de la segunda prisión Hades estaba charlando con un chico con armadura blanca y cabello celeste junto a él estaba una mujer cuyo cuerpo había sido atrapado en roca, la bella ninfa Eurídice
- Entiendes Orfeo, si en caso que llegan aquí, los deberás matar y llevarme prueba de ello mañana cuando venga a tocar para mí – dijo hades
- Seños Hades, porque a mi si podrían hacerlo mas rápido sus jueces del infierno – dijo Orfeo
- Si haces esto no pondré nunca a duda ti lealtad, y te dejare estar en Eliseo con Eurídice quien podre moverse libremente – prometió Hades – te veré mañana
- Orfeo… - dijo Eurídice quien vio como la duda se apoderaba de el – no tiene que hacerlo estaré bien aquí
- No, Eurídice podrás moverte y en Eliseo serás feliz
- Orfeo no lo hagas! –exclamo la ninfa
- Tranquilízate todo estaré bien – dijo y se fue del lugar para adentrarse a la segunda prisión
Eurídice comenzó a llorar en voz vaya por su culpa ahora Orfeo estaba condenado a estar en el inframundo y ahora iba a matar a otros santos, todo por su maldita culpa debía hacer algo para detener esto. Mientras que a las orillas del rio Aqueronte los dos santos estaban peleando con Caronte para poder pasar al otro lado
- METEOROS DE PEGASO – seiya lanzo su ataque
- REMO GIRATORIO – se defendió Caronte – niños estúpidos aunque me derrotaran soy el único que conoce el camino hacia el otro lado
- Entonces supongo que te obligare a guiarnos – dijo Fénix
- Ja! Solo me basta con que pagan como todas las almas una moneda de plata
- Ni de broma!! – grito Seiya
- Alto Seiya, está bien – dijo Ikki dándole a Caronte dos monedas de plata
- Está bien los llevare al otro lado – dijo Caronte y empezaron su trayecto al otro lado
En el trayecto varios muertos intentaron subir al barco que no les prestaban atención, Caronte les explico que ellos eran los muertos que fueron holgazanes en su vida y no tenían derecho ni al infierno ni a Eliseo, a la mitad del trayecto los santos vieron que era una oportunidad perfecta para indagar si Shun estaba aquí
- Caronte otro santo cruzo esto antes? – pregunto ikki
- Si pero fue hace años y otro mas que no hubo necesidad pues apareció directamente en Giudecca – respondió Caronte
- Otro santo mas, imposible – susurro Seiya
Los santos se quedaron pensativos un rato tratando de recordar cuando fue que otro santo bajo, en ese tiempo estaban en su entrenamiento y Saori desconocía la existencia de que ella era Athena, jamás escucharon nada de eso habían rumores de santos desaparecidos pero acaso uno de ellos… traiciono a Athena y se unió a Hades.