- Cadena nebular – la cadena de la armadura de Andrómeda sale rodeando el lugar, de un momento a otro hades desaparece junto con el cuerpo de Shun – no dejare que caiga en duda
- ¿Quién eres tu mujer? – pregunto Seiya enojado
- Soy la princesa guerrera de Etiopia, Andrómeda
- Tu estas muerta – afirmo Shiryu – moriste en la época mítica
- Y gracias a ello me encuentro aquí
La armadura sale de su caja de pandora y cubre a Andrómeda al tiempo en que esta se rasga el vestido blanco que traía puesto para mejor agilidad, lanza su cadena para crear la red de Andrómeda para que por esta pasara electricidad y minimizara los movimientos de los santos
- ¿Tu igual eres sirvienta de hades, por qué? – dijo nuevamente Shiryu
- Durante la primera guerra santa perdí todo, no por los dioses, yo misma me derrumbe – dijo Andrómeda – pero el dio hades me brindo un nuevo mundo
- ¿A cambio de qué? – dijo Seiya
- Inteligente – respondió la mujer – a cambio de una nueva vida tendría que cuidar a los gemelos Hipnos y Thanatos, también esta armadura solo la puede llevar…
- Quien fuera la reencarnación de Hades – completo Hyoga
- Exacto – dijo Andrómeda – desde que Shun nació estuvo destinado a venir con nosotros
- No es cierto – dijo Ikki – él es mi hermano, y por lo que oímos él no estaba consiente de nuestra presencia, ¿verdad?
- Tiene lazos muy fuertes con ustedes – dijo dejando caer la cadena al frio piso – no peleare pero en mejor que regresen, aun no tiene poder suficiente para atravesar el muro de los lamentos
- Muro de los lamentos?
- Sí, es lo que se encuentra al final de Guidecca, es un portal es un portal que conduce a elíseos – dijo Andrómeda
- Deberemos pasarlo para ir con hades – dijo Shiryu
- No! – exclamo la chica – el portal solo recibe dioses… aunque estoy segura que pronto alcanzaran ese poder
- Crees que me importa, déjame pasar – dijo Ikki
- Será mejor que no, además es mejor que vuelvan a su amado santuario – dijo la chica – será invadido pronto
- Que!?
- Perséfone ha hecho ya su movimiento e invadirá el santuario de Athena, por ello yo la princesa Andrómeda les daré un rápido camino al lugar – dijo Andrómeda
Dicho esto elevo la cadena circular para que por medio de una espiral de poder se abriera un portal hacia las afueras del santuario, los santos fueron rápido a excepción de Ikki
- Fénix Ikki que es lo que esperas? –pregunta la mujer
- Crees que me iré sin mi ototo – contesto el ave Fénix
- El muro no se abrirá – dijo Andrómeda – te diré que busques a Lirio Blanco, que podrá abrir el portal desde donde este
- Lirio blanco?
- Así es, ella es la primera guardiana de la primavera, ten por seguro que la vas a reconocer
Con esto el intranquilo Ikki cruzo el portal, dejando a Andrómeda solo, ella solo recogió su armadura para ponerla de nuevo en su caja de Pandora y miro fijamente el trono de su señor Hades
- Pobres, quisiera ayudar…
En el santuario la diosa Athena desde su balcón miraba el paisaje esperando a sus santos, cuando sintió un portal abrirse a fueras del santuario con un resplandor increíble al igual que otro en las ruinas mitológicas, a diferencia era unos cosmos de espectros aproximándose. En el primer lugar mencionado los guardianes empezaron a moverse velozmente por el lugar tomando diferentes direcciones.
Nasty quien estaba portando su Registro de color blanco con unas hombreas parecidas a la cloth de Andrómeda, otra sección que le cubría desde los hombros hasta las manos, otra le cubría el pocho sujetándose en su cuellos que formaba una especie de collar, poseía una falda metálica en desnivel corta por adelante y hasta por tobillos por detrás, como de costumbre en las guerreras femeninas unos tacones de 6 cm de alto. Una máscara cubría la mitad de su cara dejando ver solo la parte superior de esta, por ultimo tiara compuesta de cristales adornando su cabello suelto.
- Vladimir – lo llamo Nasty – ven, necesito un favor
- Que pasa señorita – respondió en peli rojo inclinándose ante ella
- Solo vayan por los santo de plata y bronce, dejen a los de oro a mi cargo
- Esta segura?
- Si – afirmo Nasty – es una orden
Vladmir se retira del lugar dejando a Nasty con Kikena que llevaba su carmesí registro sus dos coletas eran sujetadas por cintas grandes rojas, no tenía hombreras y con coderas sencillas con unos guantes de metal con garras afiladas al final de los dedos, tenía cubierto el pecho por vendas y su registro en una forma V, tenía también un cinturón y unas botas con tacón alto; todo lo mencionado llevaba con color dominante en rojo y en los bordes dorado.
Un ruido se escuchó y luego una figura que venía rápidamente… era un santo de bronce más específicamente era Jabu del unicornio, este trato de atacar a Nasty pero Kikena se puso en medio frenando el golpe y lanzo un puño que el santo esquivo. En esos momentos también aparecieron otros dos más: hidra y león menor
- Jabu! – dijo Ban – cuanto son?
- Al parecer seis, pero… - dijo Jabu - ¡oigan! – le hablo a Kikena – ¿quiénes son ustedes?
- Jaja – rio Kikena ligeramente – soy Granada y ella es Lirio Blanco, venimos por mandato de la gran Perséfone
En eso la castaña les da un ataque con las garras a los de bronce pero el portal que Andrómeda había abierto para los santos se abrió en ese lugar y Seiya le lanzo su ataque de Meteoros de Pegaso
- Ustedes – maldijo en voz baja Kikena
- Seiya – dijo Jabu – que haces aquí, ve con Athena
- Kikena – dijo Nasty apoyando una mano en el hombro de la castaña – vamos después podrás pelear con ellos
Nasty eleva su cosmo creando un remolino de flores alrededor de ella y Kikena que al descender ya no se hallaban, Seiya que vio la escena se sorprendió puesto que había reconocido a Kikena casi al acto; los demás santos ya habían llegado a excepción de Ikki.
Seiya les conto lo sucedido y vieron prudente ir con su diosa para protegerla dejando a los demás por los alrededores, corren en dirección de las doces casas pasando rápidamente por esta hasta llegar a la villa de athena donde esta estaba en sus aposentos mientras preparaba su cosmo para preparar su cosmo para poner una barrera alrededor del santuario, cuando oyó la voz de sus santos.
- Señorita Saori – dijo Seiya – se encuentra bien?
- Seiya, chicos – se volteo la diosa para verlos – ¿Ya volvieron de su misión? ¿Qué paso? ¿Lo encontraron?
- Diosa Athena – dijo Shiryu – lamento informar que el santo de Andormeda, Shun, se ha vuelto Hades…
- Ya veo – dijo la diosa con lágrimas recorriendo sus mejillas – escúchenme por favor! El enemigo es el santuario de la primavera como también unos espectros que han aparecido, podre una barrara para evitar más su infiltración, ustedes estén atentos de los que ya han entrado.
- Como ordene – fue la respuesta general
Athena volvió a su antigua posición para alzar su báculo Nike y pone con su cosmo la dicha barrera impidiendo el paso a uno gran número de esqueletos y monstros de tierra como golems, los más poderos ya se hallaban dentro.
- Athena… - dijo Nasty mirando en dirección a la villa
Nasty ya se había separado de Kikena, le había pedido que llamara a sus camaradas para decirle algo; se encontraba sola y en silencio, con un ágil movimiento corto una de sus venas dejando que la sangre carmesí cayera al suelo formando por si sola un figura alrededor de la chica.
- vita retinent manes, quorum memoria deleri perculsos animas eorum a facie pulchra visi sint cara, quia lapis in loculis fero fieri ... – recito Nasty, la sangre del suelo se levantó en el aire formando espirales, al caer de nuevo de nuevo al suelo quedan visible seis tumbas con signos zodiacal en cada una de ellas – vayan y tráigame la cabeza de athena
(N/A: el conjuro de Nasty está en latín y significa: “la vida que conservan los espíritus de los muertos, cuya memoria ha de ser borrado estaban consternados por las almas de los que son queridos a los mismos desde las hermosas caras, ya que la piedra en el bolso, traigo a hacer...”)
Los santos saltaron de sus tumbas dirigiéndose a las doce casas, mientras que en los arboles cercanos se divisaron las figuras.
- Ya estamos aquí los cinco – dijo Selene – de que querías hablar?
- Ya los libere pero en la villa están a quienes ustedes se enfrentaran – dijo Nasty – así que a que esperan síganlos
- Pero tu…
- Yo estaré bien
- Solo son tres – dijo Karydiá - Pegaso, Cisne y Dragón está bien si uno se queda
- Pero no nos contaran a nosotros – dijo Radamantys a lo lejos junto a los dos jueces, Aiacos y Minos
- Ja pues no sabía que estarían cerca – dijo Nasty
- Se nos permitirá ir, princesa – dijo elegantemente Minos
- Por mí no hay ningún problema – respondió la pelinegra
- En ese caso – dijo Kikena – se me permitirá estar con usted
- No, no – reprocho Nasty – solo Karydiá se quedara los demás vayan de una buena vez – tomo una mirada fría
Con eso todos se marcharon a excepción de Karydiá que entendiendo lo que pasaba se retiró para ir a los alrededores para no dejar pasar a nadie más de los que ya estaban en el arrido campo. Nasty pudo sentir como un cosmo se acercaba a ella… era Ikki
- ¿Tú eres Lirio Blanco? – pregunto tajantemente Ikki
- Fénix… - susurro y volteo a verlo – si yo soy Lirio Blanco
- Quítate la máscara, quiero ver tu rostro Nasty
- Ikki no se te pasa nada – dijo y se quitó la máscara que llevaba sonriente
- Pensar que tú eras nuestra enemiga es muy doloroso
- Vienes a obligarme a que te lleve a elíseos, no lo hare, aunque se trate de ti no lo hare
- Tendré que obligarte…
- Te propongo algo, si logran ganar esta batalla ósea derrotar a los que están invadiendo el lugar te llevo, pero tú no podrás intervenir – explico Nasty
- Por qué haces todo esto?
- Para entenderme tendría que contarte una muy larga historia, pero viendo que tenemos tiempo no me hago problema – dijo la chica u poco pensativa – casi se me olvida hay algo que debo hacer
- Que harás ahora, tu tampoco deberías moverte de aquí para que sea justo – dijo Ikki
- Lo sé, no voy a moverme…
Nasty volvió a encender su cosmo apareciendo el báculo de la primavera, con ella alzo sus manos mandando una con casi invisible honda una orden a todos los que le servían a atacar sin ninguna restricción a cualquiera que se les ponga en frente, detrás de esta otra onda llego solo a algunos trasladando una orden benévola invisible.
- Listo – dijo la chica – con esto nuestra apuesta ha dado inicio
Los dos quedaron en el lugar mientras la peli negra comenzaba a hablar contando la dicha historia, en otro sitio los santos revividos llegaban a la primera casa Aries donde Shaka se puso adelante caminando hacia Mu que estaba en la entrada del templo, tenía una mirada incrédula ante los hechos .
- Shaka… – Pronuncio el peli violeta
- Hmm así que me conoces – dijo el rubio con fría voz – a un lado déjanos pasar
Mu reacciono y puso su muro de cristal a lo largo de todo el frente de su templo y así impedirles el paso, no obstante el gran Shion de Aries lo pudo destruir como si fuera un juego de niños.
En ese preciso momento Shion recibe las órdenes mandadas por Nasty por medio de esas ondas de energías que desaparecieron a la distancia.
- Shaka enfréntate a el - dijo seriamente haciendo que el mencionado volteara a verle
- ¿Solo yo? – dijo el rubio de ojos azules – no sería mejor que todos lo atacáramos
- Son ordenes de la princesa
- Comprendo – respondió Shaka
Los demás que estaban en el lugar comenzaron a caminar adelante mientras que Shaka empezó poniéndose en posición de loto flotando en el aire; de un momento a otro se divisó un objeto cayendo desde una buena altura, al aterrizar una pequeña nube de polvo solo dejo ver una cabellara rosa jugando con el aire, al dispersarse más al polvo se vio también su traje negro algo apretado y una espada en su cintura, la peli rosa tomo el arma del forro oscuro y lo puso detrás de la cabeza en ademan de grandeza.
- Vaya – dijo la peli rosa con una sonrisa burlona – dejen un poco de diversión para nosotros ¿no?
Efectivamente detrás del polvo se mostraron más figuras, para ser precisos unas 6 figuras más algunas con registros y otros con sapuris…