Los santos de bronce y Nasty fueron al pueblo primero a donde se estaba quedando nasty para ir por sus amigas que vinieron con ella, al bajar cual fue su sorpresa al verlas, Kikena esa muchacha que llevaba rompa empolvada todo el tiempo (por que todo el tiempo estaba peleando con alguien) ahora al igual que Nasty tenía el cabello súper largo de color rubio pero recogido en dos coletas, la figura bien definida y un rostro muy femenino vestía una remera blanca con unos pantalones simples y unos tenis en cuando a Aioho ya no tenía su cabello corto como lo recordaban era largo de color café agarrado en unas cola baja su cuerpo daba un aire de tranquilidad al igual de Kikena un rostro femenino pero inexpresivo vestía una camiseta azul acompañado de una falda larga color café claro.
- Kikena compórtate quieres – dijo Aioho al ver su amiga estaba algo agresiva
- No quiero – respondió de mala gana
- No pelees con Seiya esta vez ¿sí? – pregunto de modo muy inocente Nasty
- Si Nasty lo pide – respondió en tono algo sereno
- Porque a ella si le haces caso
- Si el comienza… – no les recuerda a alguien esta frase – que se le va hacer
Así se vieron por primera vez en muchos años todos habían cambiado mucho, pero los viejos recuerdos del pasado no faltaron entre dos de ellos.
- Nos vemos de nuevo, burro – dijo una Kikena
- Dijo lo mismo – respondió Seiya
- Acaso quieres pelea – digo con sarcasmo
- Atrévete
Todos los demás estaban con cara de ya sabía que esto pasaría, mientras que ellos ya estaban a punto de empezar a pelear en medio de la calle, si no fuera porque los sujetaron se estaría golpeando en estos momentos.
- Dejadme ir – exclamo Kikena siguiendo sujetada por fénix
- Sueltame – exclamo Seiya tratando de liberarse del agarre de Shiryu y Hyoga
- No peleen – pronunciaron Shun y Nasty al borde de las lagrimas
Al ver que las primeras lágrimas se estaban asomando, dejaron de insistir y se tranquilizaron verlos llorar era un cuadro muy triste demasiado triste para cualquiera. Luego los tranquilizaron para que fueran a comer sin embargo seguían con una tensión increíble entre ambos buscando cualquier escusa para pelear. Terminando de comer todos se despidieron para volver a lo sujo. Sin antes Nasty pasar un papel con algo escrito a Shun
Las chicas fueron a su alojamiento subieron las escaleras en dirección a su habitación, cuando llegaron cerraron la habitación con llave, se cambiaron a unos hermosos vertidos, Kikena y Aioho aparte se pusieron unas mascaras como de las amazonas a excepción de que solo cubrían la boca, Nasty abrió un portal con un movimiento de sus manos, entraron al lugar apareciendo en un lugar lleno de flores.
- Bienvenidas señorita Kikena, señorita Aioho, princesa Nasty – dijo una niña pequeña que no era nada menos que una ninfa
- Mi madre está aquí – pregunto Nasty con un tono muy dulce
- Si, la diosa Perséfone esta en el castillo – respondió la ninfa
Caricia su cabeza y caminaron a un gran castillo de color blanco que estaba adornado con muchas plantas y enredaderas por todo el lugar, fueron recibidas por otras ninfas en la entrada pero estas de aspecto mas adolecente llevaban protectores en el pecho y cascos con también tenían lanzas abrieron las puertas para ver un gran trono de oro sentada en ella estaba un mujer de cabellos blancos largos sus ojos de color verde azulado parecían perdidos tenía un vestido de igual color con adornos de oro con un cinturón de esta material además llevaba un tiara de plata con diamantes incrustados.
- Como te ha ido en el santuario – dijo en voz calmada
- No pude ver a los santos dorados, además perece que atenea a mandado a sus santos de plata a misiones puesto que casi no vi a ninguno – dijo Nasty
- Atenea a empezado a moverse, no importa ya no ganara ya no tiene posibilidades de ganar – se paro y empezó a descender de su trono para dirigirse a la puerta
- ¿A dónde iras? – pregunto la peli negra
- Solo voy a visitar un rato a la oscuridad – pronuncio saliendo del castillo
Kikena y Aioho quien permanecía arrodilladas hasta entonces se levantaron para dedicar una mirada de preocupación Nasty.
- Descuiden no le pesara nada, vamos tenemos que regresar este será el último día de paz pues mañana empezara la guerra – abrió otro portal para regresar a su habitación
Al llegar se cambiaron de nuevo a sus ropas con las cuales estaban antes. Aioho se puso a leer un libro Kikena ese puso a ver películas de terror en la tele que tenia la habitación cuando en comentario rompió la distancia que tenían
- Es mejor que liberemos nuestros registros probablemente a nosotras nos dirán que nos encarguemos de la primera parte – propuso Aioho
- Descuiden yo con gusto me ocupo de todo – exclamo Kikeno con aires de superioridad
- No podrás sola – dijo Nasty saliendo de la habitación
- ¿A dónde vas? – pregunto
- Solo iré a hablar un rato con el hijo de la oscuridad
En el inframundo se hallaban los dos dioses hablando de su estrategia para el día de mañana
- Tranquilízate es un plan aprueba de tontos – ella estaba sentada en un bello sofá
- No es eso lo que me preocupa – pronuncio Hades
- Mis guardianas con algunos de tus espectros se encargaran, Shun no se meteré por ahora en la pelea – se paro y empezó a acercarse a su tío
- Tampoco se meterá Nasty, ellos dos son parte esencial en esta guerra
- Mañana unos cuantos santos dorados morirán, la elección de quien se lo dejo a mi hija
- ¿Y luego de eso que vas a hacer? – interrogo hades mirando al cielo nublado del inframundo
- Es obio los manipulares para que están de mi parte, será sencillo – quedo al lado de Hades para al igual que el mirar al cielo
- Es cierto, atenea no se atrevería a lastimar a sus propios santos – una sonrisa se formo en su cara
Después de eso la diosa abandono el inframundo y el dios fue a dar órdenes a sus espectros para el día de mañana decidiendo que quienes irían seria sus tres jueces junto con Lune de Balgor, Valentine de Arpía, Muy de Papillon, Pharaoh de Esfinge y Veronica de Nasu.
De vuelta de el pueblo Nasty salió de de la habitación rumbo al bosque al llegar al lugar estuvo un rato admirando el bello paisaje que le ofrecía sintió ese dulce aroma a flores los sonidos que se aballaban eran de los lindos animalitos de ese lugar sin duda era comparable a Elíseos y los campos Enna se hundió en sus pensamientos y no percibió que una persona se le acercaba
- Ya llege – dijo el peli verde – aquí esta información
- … – al principio no reacciono
- Oye, estas hay Nasty – poso su mano en su hombro
- Ah… lo siento me perdí en el paisaje – se disculpo poniéndose de pie
- No importa aquí, tienes lo que pediste – le entrego un sobre sellado
- Tan rápido – tomando el sobre – pensé que lo tendrías hasta mañana, da igual gracias
- Esta noche será al ultima que podamos estar tranquilos – miro al cielo
- Es como la calma antes de le tormenta
Acto seguido Nasty abrió el sebre revisando el contenido y pensando una estrategia la cual seguir para mañana, en ese momento pudo sentir que las puertas del inframundo se abrían en ese lugar dejando pasar a los espectros que hades había mandado
- Llegaron – pronuncio Shun – bienvenidos a la tierra
- Estamos a sus órdenes, señor Shun señorita Nasty
- Desde este momento la guerra a dado inicio – dijo la peli negra